Descargo de responsabilidad: Si Naruto fuera mío, Sasuke no sería un idiota todo el tiempo.
Esta historia fue traducida por Natasha García (Natti-love), a quien estoy inmensamente agradecida.
Capítulo 7: Cambios.
Sakura estaba acostada en la cama mirando al techo, decidiendo si sería más fácil convencer a Shikamaru de entrenar con ella o hacer una vaca para volar.
Los únicos chicos lo suficientemente buenos para una pelea decente, eran él y Hyuuga Neji, ya que Lee todavía estaba hospitalizado, y ella dudaba demasiado de que el prodigio Hyuuga incluso se detendría a escucharla. Sus otros amigos eran fuertes, pero si quería crecer como Naruto y Sasuke necesitaría un desafío casi bueno como Kakashi y Jiraiya.
"Bien Kuro, vamos, si se niega a pelear conmigo, lo amenazare contigo." Saltó de la cama y se puso las botas con una mirada determinada.
Un golpe en la puerta hizo que Sakura alcanzara el kunai escondido bajo la cama. Cuando vio a su madre entrar en la habitación, decidió que se estaba volviendo paranoica al recordar que Itachi lo era, y decidió que necesitaba relajarse dentro de su propia casa.
"Cariño, esta carta es para ti." Mebuki le dio un sobre a la chica y caminó hacia el pájaro posado en el parapeto de la ventana, Mebuki nunca lo admitiría en voz alta, pero aprendió a amar a ese pájaro raro. Ella siempre le daba carne cuando Sakura no estaba cerca para regañarla por consentirlo demasiado.
Sakura agradeció y abrió el sobre con el sello de Hokage. Leyó la carta que era una convocatoria a una reunión con Godaime esa tarde. Estaba muy sorprendida de lo que el Godaime Hokage podría querer con ella.
En lo profundo de su mente escuchó el luto de Inner por perderse una tarde de amenazas a los ojos de Shikamaru.
Esa tarde, Sakura corrió tan rápido como pudo a la Torre Hokage ocultando la ansiedad que la estaba erosionando desde que recibió la convocatoria. Saludó a los guardias que abrieron las puertas de el escritorio indicando que la Godaime la estaba esperando. En el escritorio, caminó a la mesa donde la mujer rubia, con un busto relativamente más grande que la mayoría de las mujeres tenían. Sentada en la silla frente a la mesa con las manos en el regazo, intentando pasar la imagen de un amable kunoichi, y esperó a que el Hokage dijera algo.
Tsunade levantó la vista del montón de papeles que inundaban la mesa y miró fijamente a los verdes ojos de la chica de pelo rosa que tenía delante. "Haruno Sakura, te llamé aquí porque, según Hatake Kakashi, eres el único genin que no tiene la supervisión de un tutor o sensei, desde que tus compañeros de equipo se fueron hace unos días. Hatake se me acercó pidiéndome que te llevara bajo mi tutela. Supongo que no tienes ninguna objeción a este arreglo ¿verdad?"
Sakura parpadeó un par de veces e intentó no tartamudear y jugar un papel idiota frente a la mujer más poderosa que había conocido. En ese corto período de tiempo, Sakura se dio cuenta de que a Tsunade le faltaba paciencia y que odiaba perder el tiempo. Luego se inclinó, perdiendo la mirada sorprendida que se apoderó de la cara de la chica. "Será un gran honor aprender de ti, Hokage-sama. No tengo palabras para decir cuán halagada me siento."
Tsunade sonrió. "Después de la petición de Hatake, investigué sobre ti, Haruno. De acuerdo con tu puntuación en los exámenes chuunin, decidí ascenderte, al igual que hice con Nara Shikamaru."
Sakura levantó la cabeza y jadeó ante esta declaración. Ella sabía que Shikamaru había sido ascendido a chunnin incluso después de que los exámenes fueron cancelados, pero sabía que era porque el bastardo era un genio debajo de toda esa pereza.
Sakura sintió que los ojos se abrían antes de poder parar. "¿Ascendido a chunnin?" Dijo con toda la compostura que logró reunir a pesar del susto.
Tsunade ni siquiera parpadeó. "Eres oficialmente un chuunin y estás bajo mi tutela desde hoy. Ahora que estamos de acuerdo, te veré aquí, mañana a primeras horas, no llegues tarde, Haruno." Dijo Tsunade con una voz autoritaria que hizo estremecer a Sakura.
"Hai, estaré aquí a las seis de la mañana." Dijo con firmeza y se giró para irse.
"A las seis en mi reloj, no a las seis en la hora de Hatake Kakashi." Dijo Tsunade con dientes apretados, haciendo reír a Sakura.
"Las excentricidades de Kakashi-sensei no fueron transmitidas a sus estudiantes, Hokage-sama." Dijo Sakura con una sonrisa y se dio cuenta de que toda la tensión en la habitación desapareció de repente.
"Es bueno oír eso, me preocuparía si viera a tres niños de trece años leyendo libros sucios por el pueblo." Dijo Tsunade con una sonrisa y Sakura pensó que toda esa intimidación inicial era sólo para imponer respeto.
Mirando por encima del hombro, Sakura hizo una última pregunta. "Hokage-sama. ¿Fue Kakashi-sensei el que convenció a Jiraiya-sama de llevarse a Naruto con él?" Ella sospechaba que Kakashi se preocupaba por ellos mucho más de lo que aparecía.
Tsunade sonrió de nuevo y asintió.
Sakura salió de el escritorio sin decir una palabra más, pero dentro estaba gritando de euforia ante los nuevos eventos. No podía creer que sería aprendiz del mejor médico y luchador de las cinco naciones.
Tsunade miró el lugar donde la chica de pelo rosa había estado hace minutos y pensó en todas las cosas que Hatake Kakashi e Iruka habían dicho sobre ella. Perceptiva, discreta, perfecto control de chakra, especialista en genjutsu. 'Esta chica tiene potencial.'
Sakura se despertó a la mañana siguiente temprano como siempre y se preparó en tiempo récord, no quería arriesgarse a llegar tarde y decepcionar a la mujer que estaba disponible para entrenarla. Ella estaba tratando de contener toda la ansiedad que la estaba consumiendo desde el día anterior, la idea de aprender nuevos jutsus la estaba llenando de anticipación.
El día anterior, saliendo del escritorio de Tsunade, corrió a una librería y compró todos los libros de jutsus médicos que encontró disponibles, dejando todo el dinero que obtuvo de la última misión allí, así que se prometió aprovechar y absorber toda la información contenida en esas páginas.
Entró en el escritório de Hokage y se inclinó ante Tsunade, quien sonrió a Sakura y presentó a su otra aprendiz, Shizune, que era jounin, asistente de la Hokage, médica-nin y especialista en veneno. Sakura se sorprendió de todas las cosas que aprendió el primer día.
Al día siguiente Tsunade la llevó al campo de entrenamiento y Sakura aprendió a enfocar el chakra en lugares específicos liberándolo en el último segundo del impacto para causar más daño al objetivo. Ella rompió todos los huesos de la mano y aprendió lo eficiente que era Shizune en la reconstrucción de huesos y tendones.
Los días pasaron, y se alegró de que Kakashi se hubiera molestado en dejarla al cuidado de una persona tan poderosa y eficiente, pero cada vez que volvía a casa de entrenar lamentaba no haber entrenado con la persona que realmente quería.
Sakura fue capaz de resucitar al primer pez después de tres días, lo que Shizune dijo que era una hazaña. Cada mañana entrenaba ninjutsus médicos y leía casi todos los pergaminos y libros médicos que había en la biblioteca de la Torre Hokage. Por las tardes, Tsunade la llevaba al campo de entrenamiento y se quitaba el cuero con todo el entrenamiento físico.
Después de seis meses se ganó la confianza de su Shishou hasta el punto de que la mujer le enseñó el fūinjutsu secreto que desarrolló. Tsunade le mostró a Sakura cómo contener y almacenar el chakra, y en unos pocos años tendría suficiente para liberar el sello Yin. Fue un honor indescriptible aprender tan raro y poderoso jutsu secreto.
Un mes después de que Sakura cumpliera quince años, ella había tomado el examen Jounin. Tsunade le ordenó estar en un equipo con Nara Shikamaru e Hyuuga Neji, que pasaron con elogios en las pruebas teóricas y físicas, pero el apodo del trío de genios se estaba volviendo molesto para los tres prodigios.
Regresaban de la primera misión que les habían dado a la frontera de Amekagure, y Sakura se irritó al pasar dos semanas enteras en ese lugar donde el sol no brillaba.
"¿Cómo puede un lugar tener nubes cubriendo el cielo todo el tiempo?" Murmuró irritada consigo misma.
Neji se rió por primera vez en dos semanas y Shikamaru murmuró algo sobre un lugar problemático al que no quería volver más.
Sakura se sorprendió tanto al escuchar el sonido de la risa de el siempre estoico Hyuuga que no pudo contener las palabras que saltaban de su boca. "No sabía que podías reírte." Sakura esperaba obtener alguna reacción de él, ya que el chico parecía ser más estoico de lo que recordaba que era Itachi.
La sorprendió completamente con una sonrisa genuina y dijo. "Puedo reírme, Haruno-san. Puedo mostrar emociones como todos los demás."
"Sabes, puedes llamarme Sakura, Neji-kun..." Dijo como si se burlara de él y se rió en voz alta mientras un ceño fruncido se apoderaba de sus rasgos.
"No dejes que eso te moleste." Shikamaru empujó a Neji con el codo en las costillas ligeramente. "Ella tiene reacciones de Uchiha Sasuke, eres un pedazo de pastel para esta chica problemática."
"¿A quién llamas chica problemática?" Gritó, parada frente a Shikamaru, impidiéndole continuar. "¡Sabes qué, vamos a entrenar!" Sonrió perversamente. "Se está haciendo tarde y tenemos que acampar de todos modos."
Shikamaru entrecerró los ojos ante ella. "Retiro lo dicho, no eres una chica problemática. Eres la chica menos molesta de Konoha."
Ella entrecerró los ojos hacia él. "Considerando que sólo convives con Ino, no es un cumplido que sea el menos molesto, Shika-kun."
Shikamaru se rió y se sentó en el tronco de un árbol. "Sakura, estoy cansado, no quiero pelear."
Ella miró mientras él cerraba los ojos en un movimiento obvio para ignorarla.
"Debería haber traído a Kuro." Murmuró y se sentó a su lado, descansando en el tronco del árbol.
"¿Quién es Kuro?" preguntó Neji con curiosidad desbordando su voz.
"Un amigo." Dijo Sakura con una sonrisa en su rostro.
Neji entrecerró los ojos ante la respuesta evasiva, pero decidió no cuestionar, no le gustaba meterse en los asuntos de otras personas, especialmente cuando a la persona claramente no le gustaría.
Shikamaru abrió los ojos y si no era tan perezoso se habría reído de la cara casi frustrada de Neji por la respuesta evasiva de Sakura, así que decidió sacar al pobre hombre de su miseria. "Él es un pájaro."
"Oh." Fue la única respuesta de Neji y se preguntó por qué Sakura traería un pájaro en una misión peligrosa, pero decidió no cuestionarlo tampoco, con el tiempo se enteraría, ya que se habían convertido en miembros del mismo equipo, significaba que se acercarían en cada misión que hicieran juntos.
"Gracias por dejarlo en casa." Shikamaru gruñó después de unos minutos de silencio, manteniendo los ojos cerrados. "Sabes, Naruto tenía razón. Das miedo cuando quieres."
"Naruto..." Sakura susurró. "¿Sabes si Tsunade recibió noticias de él o de Sasuke? Ella no va a darme ninguna pista sobre dónde están." Sakura se quejó.
Neji se sentó frente a ellos en el árbol más cercano.
'"Ella hace esto porque tiene miedo de que vayas tras ellos en una misión." Shikamaru respondió.
Sakura inclinó la cabeza con curiosidad sobre de dónde sacó esa información y reflexionó sobre esto, después de unos minutos ella concluyó que Tsunade no era un Hokage sin ninguna razón. "Ella tiene razón, yo haría eso."
Los tres se rieron completamente inconscientes del par de ojos que los miraban desde la corta distancia.
Un año después del ascenso a jounin, Tsunade llamó a Sakura en su oficina e hizo una petición que puso su mente en un frenesí y el corazón acelerado con la idea de estar tan cerca de conseguir lo que quería.
Tsunade esperó a que se sentara en la silla frente a la gran mesa que estaba llena de papeles y pergaminos. "Sakura, sabes que no confío completamente en la gente que integra el Consejo, y ese hombre, sabes quién, tiene la intención de derribarme." Dijo Tsunade con una voz que hizo que Sakura quisiera abrazarla.
Ella sabía que su shishou era una mujer fuerte que sobrevivió a las pérdidas que haría que cualquier otro se volviera loco. Sakura nunca juzgó el hábito de apostar y beber que tenía Tsunade, porque Sakura sabía lo difícil que era mantener una mente saludable después de perder a alguien precioso. Solo podía apoyar a Tsunade y ayudarla a mantener a Konoha a salvo, en honor a la memoria de la gente preciosa que amaba y perdió.
Sakura miró a sus ojos y sostuvo la mano sobre la mesa, intentando transmitir que no estaba sola. "Haré lo que me pidas, shishou."
Tsunade suspiró pesadamente. "Necesito a alguien confiable dentro de ese lugar." Sakura asintió sabiendo que era el ANBU de Danzo. "Los ancianos me pidieron, más bien me ordenaron, enviar algunos nuevos miembros allí. Conozco a esa pareja de ancianos y sé que también sospechan de Danzo, incluso aunque a veces se dejen manipular por él." Mordió el labio y miró a Sakura con una mirada aprensiva. "Sakura, todos los hombres y mujeres en ese lugar han estado allí desde la infancia o la adolescencia, pero todos son leales a él y sé que no pondrá un jutsu en tu lengua porque levantaría sospechas conmigo y los ancianos, pero ese hombre siempre usa cualquier método para conseguir lo que quiere."
Sakura apretó la mano de Tsunade más fuerte y se abstuvo de preguntar qué tipo de jutsu podría ser colocado en la lengua de una persona, no queriendo saber realmente qué hace este jutsu. "No voy a dejar que use jutsu conmigo. Sé cómo cuidarme, shishou. Lo haré, seré parte de ANBU raíz."
Tsunade asintió pero esta vez no había ninguna sonrisa brillante ni alegría, solo una cara preocupada e incierta sobre enviar a su apreciada aprendiz a espiar una serpiente en su propio nido. "Sabía que no te negarias, pero estoy reincorporando a un viejo miembro para ayudarte. No está en buenos términos con Danzo, pero apuesto a que ustedes dos cuidarán el uno del otro."
Sakura solo podía asentir y esperar que no hubiera tomado una decisión que lamentaría en el futuro.
Dos días más tarde, Sakura se reunió con el ex miembro de ANBU raíz que Tsunade había asignado para ser su pareja. Cuando tuvieron que encontrarse con Danzo, ella vio la animosidad entre los dos hombres, instantáneamente.
Después de recoger su máscara y su uniforme y salir del edificio sin ninguna palabra de Danzo, le susurró al nuevo compañero. "¿Por qué volviste, Yamato-senpai?" Ella tenía curiosidad por saber por qué volvería a un lugar que dejó voluntariamente.
La miró con la misma mirada poco desarrollada que siempre tenía en su cara. "Hokage-sama me preguntó."
"Así que es sólo otra orden..." Sakura murmuró a sí misma pero dejó de caminar cuando se dio cuenta de que se había detenido en el sendero y la miró con una mirada diferente.
"Sé que eres valioso para Hokage-sama, Haruno-san. También sé que eres muy valioso para el pueblo y me has salvado la vida antes, cuando volví casi muerto, de una misión de clase S. He tratado con Danzo-sama antes, y sé que puedo cuidar de ustedes." Con estas palabras continuó caminando sin ver si ella lo estaba sintiendo.
Sakura corrió a alcanzarlo. "Sakura... Llámame Sakura, Yamato-senpai." Sintió un peso salir de los hombros cuando vio una pequeña sonrisa en su cara.
Ella ganó un poco más de coraje para continuar la conversación. "Entonces... ¿Por qué te fuiste?"
Ella vio como su mandíbula se apretaba y sintió un escalofrío mientras él la miraba con una expresión que no podía describir, ella pensó que era un poco aterrador la forma en que se veía a veces. "Recibí una misión que no encontré adecuada para concluir."
Sakura asintió y no apartó la mirada. "¿No me lo dirás, verdad?" Ella insistió, tratando de ganar la confianza del hombre que dijo que cuidaría de ella a partir de ahora.
Suspiró y la tiró para que se sentara en un banco aislado en el parque. "Eres tan curiosa, Sakura."
"Ya me lo han dicho..." Dijo riendo.
"Me ordenaron tomar el sharingan de una persona, pero esa persona me había salvado antes y no podía completar la misión." Sakura notó que él estaba tenso y ella sabía que no estaba seguro de confiar en ella con cualquier información sobre él o sus actividades anteriores en el escuadrón.
"Estoy seguro de que tomaste la decisión correcta." Ella dijo.
"La persona era Kakashi-senpai." Dijo Yamato, después de unos minutos de silencio.
Sakura miró su cara, pero él seguía mirando hacia adelante sin mirarla. "¿Kakashi?" Susurró y sonrió. "Así que estoy seguro de que tomaste la decisión correcta."
Yamato se dio cuenta de que había abierto la boca unas cuantas veces y después de haber oído tanto sobre esta chica de Tsunade y Kakashi, decidió sacarla de la incomodidad ya que estaría atrapado con ella por un tiempo. "Danzo-sama me dijo que robara el sharingan de Kakashi, porque sería más fácil que atacar a un Uchiha, pero no contó..."
"...que Kakashi es Kakashi." Sakura lo interrumpió y se rió mientras le sonreía. Luego se inclinó más cerca de su nuevo compañero y susurró como si estuviera conspirando. "Danzo cometió un error subestimando a Kakashi-sensei, y puede que esté cometiendo el mismo error de nuevo, ahora."
Entendió que ella se refería a ellos y por un momento pensó que sería bueno que alguien tuviera coraje de tratar de derribar a ese hombre.
"Vamos, Sakura. Tenemos que reunirnos con el otro miembro que Danzo-sama ha designado para nuestro equipo." Se levantó esperando que ella lo siguiera, mientras se acercaban a las puertas de la Torre Hokage donde el tercer miembro estaba esperando.
Yamato decidió alertarla. "Sakura, no confíes en nadie."
Sakura asintió, comprendiendo perfectamente la advertencia.
Se acercaron a un chico que parecía tener la misma edad que ella. Estaba pálido y llevaba una blusa cortada por la mitad, mostrando parte de su vientre y espalda.
"¿Son mi nuevo equipo?" Preguntó incluso sabiendo la respuesta debido al uniforme que la pareja llevaba en sus manos. Yamato y Sakura asintieron y se acercaron al peculiar chico.
Lo chico los miró por unos segundos y dio la más falsa sonrisa que Sakura había visto en toda su vida. "Puedes llamarme Sai."
