No poseo los derechos de autor. Los personajes pertenecen a las asombrosas Stephenie Meyer y a L. J. Smith. La historia es de la talentosa 'sailorxbloom'. Yo solo traduzco y me divierto.
I do not own the copyright. The characters belong to Stephenie Meyer and L. J. Smith. The Story is presented to you by the talented 'sailorxbloom'. My job is just do the translation and have fun.
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En algún lugar en la distancia, Bella pudo escuchar la secadora apagarse, pero no estaba lista para salir del baño. Vació más de la mitad de la bañera para poder agregar más agua caliente a la mezcla.
Él vió. Tenía que haberlo hecho. Mierda. No quiero meterme en eso. Ahora no. Jamás. No puedo. No puedo. No puedo. Es mío. Y ahora también es suyo. ¿Por qué ese?
Fue con un inmenso esfuerzo que Bella se incorporó del agua y se pasó champú por el cabello. No se habría molestado, pero estaba bastante segura de que aún quedaban trozos de omelet en las hebras.
Bella se había condicionado y había empezado a lavar su cuerpo cuando Kol regresó, con la ropa recién lavada doblada en sus brazos. Su cabello estaba mojado, lo que indica que se había duchado en otro baño en algún momento.
— Lo siento, no quise tardar tanto.
— No te preocupes. — le dijo Kol con una sonrisa rápida. — No es que los otros baños sean terribles. El de la habitación de Bekka es casi tan bonito como el mío.
— ¿Bekka? ¿Tu hermana?
— Sí, quería tener una casa lo suficientemente grande para acomodar a mis hermanos si alguna vez lo necesitaban.
— Eso es dulce.
— Es inteligente. — Kol la corrigió con una mueca y se apoyó contra el mostrador. — No me malinterpretes, Bekka es mi favorita y es más que bienvenida, pero los demás no son un grupo tan alegre. Puedo tolerarlos durante unos tres días, como mucho.
— ¿Es por eso que Denver era mucho más atractivo?
— Bastante.
Bella asintió, entendiendo bien la sensación. Se enjuagó la última espuma de su cuerpo y Kol pareció darse cuenta de cuánto tiempo había estado allí.
Está nervioso, lo que probablemente sea algo bueno. Se preocupa por mi comodidad.
Kol dejó el paquete de ropa en el mostrador del baño sin decir una palabra más y se retiró a su habitación para darle algo de privacidad. Bella trató de no mirarse en el espejo, pero al menos tuvo que peinarse con los dedos. Sin embargo, se sorprendió al ver que no se veía ni la mitad de mal de lo que pensaba.
Sorprendentemente, no parezco demasiado distante. Esta vez no fue tan mala como de costumbre. Está bien. Creo.
Se puso su ropa todavía abrigada, agradecida de que Kol hubiera pensado en lavarla. Ella arrojó su toalla a un conducto de lavandería y caminó silenciosamente de regreso a su habitación.
Un poco nerviosa. Quizás. Un poco. Ish. Es que... No. No más de eso. Merezco sentirme cómoda.
— ¿Ahora qué? — Bella se sentó en el borde del colchón junto al vampiro. Kol sonrió en respuesta.
— ¿Y cómo supiste lo que estaba pensando?
— Quizás estemos en la misma página. — le respondió Bella con una pequeña sonrisa. — Yo… uh. Creo que me gusta.
— A mí también. — admitió Kol en voz baja, sintiéndose incómodo y aliviado al mismo tiempo. Ella se percató de su estado de ánimo y le dio un codazo en el hombro con el suyo.
— No estás acostumbrado a preocuparte, ¿eh?
— No. No estoy muy seguro de cómo hacerlo.
— Bueno, gracias. Por preocuparte. Lo estás haciendo bastante bien hasta ahora.
Sus manos encontraron las de la otra y por unos minutos, el tiempo se detuvo y Bella finalmente pudo exhalar el aliento mental que estaba conteniendo.
Estoy a salvo.
Para su vergüenza, el ruido del estómago de Bella fue el que rompió el momento.
— ¿Qué puedo conseguirte?
— ¿Tienes galletas saladas?
Kol frunció el ceño y salió de la habitación en un destello de movimiento: aparentemente, no lo sabía. Regresó con los brazos cargados de simples galletas y una botella de agua mineral carbonatada con sabor a lima.
— Jeremy dijo que el ginger ale puede ayudar, pero esto es todo lo que tenemos.
— Gracias. — le dijo Bella, realmente agradecida por la oportunidad de beber algo. Bella tomó pequeños sorbos antes de abrir la manga de las galletas. Masticó distraídamente uno antes de levantarse rápidamente. — ¡Lo siento, voy a poner migas de galleta por toda tu cama!
— Sí, y no tenemos un cuarto de lavado o ropa de cama de repuesto, así que estaré atrapado con las migas para siempre. — se burló Kol antes de frotar su brazo suavemente, animando a Bella a sentarse. Bella sonrió, agradecida por su habilidad para mejorar el estado de ánimo. Kol permitió que la súcubo comiera su bocadillo en paz, antes de pasar a los planes para el día. — ¿Qué sigue? ¿Sientes que necesitas ir a casa? ¿Quieres hacer algo?
— No estoy preparada para nuestras actividades extracurriculares, si eso es lo que quieres decir.
— Eso no es en absoluto lo que quise decir. — le respondió con firmeza. — Ni siquiera lo he pensado.
— No estoy segura de sí debería sentirme aliviada o insultada. — Kol se echó a reír y se inclinó para apretarla con fuerza a su lado.
— Pasar tiempo contigo es agradable, ya sea que estemos follando o no.
— Oh, Dios, siempre tan grosero.
— Lo siento, no te escuché bien, ¿dijiste que te gustaba mi trasero?
— Eso no es lo que dije. — protestó Bella con una sonrisa.
— Oh, creo que lo es. — Kol la incitó con una sonrisa.
— Bueno, si realmente te gusta pasar tiempo conmigo, podríamos… — Bella se calló, repentinamente nerviosa por su sugerencia.
— ¿Qué?
La expresión de su rostro estaba tan emocionada que estuvo a punto de pedirle que hiciera algo, que Bella no pudo evitar sentirse más valiente por ello.
— Bueno, como dije, no me siento fantástica, pero si quisieras venir y ver algunas películas conmigo, sería muy bueno.
— Como desee, madame.
— Eso va a ser una cosa, ¿no? — Bella dejó escapar un gemido exagerado.
—Pondría dinero en ello, señora Clodpool.
— Bueno, entonces, eres demasiado bueno conmigo y con mi asquerosa enfermedad, Weatherby. — dijo Bella con un pomposo sollozo. — Si tan sólo mi inútil marido fuera la mitad de amable.
— Él puede tener control sobre mi sustento, pero usted, madame, tiene mi corazón.
— Adelante, entonces, Weatherby. — Bella se rió y se puso de pie. Kol vaciló por un momento, a medio camino entre inclinarse para levantarla y optar por no hacerlo.
— Probablemente no sea la mejor idea con tu estómago, me imagino.
— Sí, no, tu piso te lo agradecerá. Oh, ¿y Kol?
— ¿Sí?
— Me gusta tu trasero. — Ella le dio una palmadita rápida y bajaron las escaleras, donde fueron detenidos por el siempre vigilante primo de Bella antes de que pudieran llegar al garaje.
— ¿Puedo tener un momento? — Kol miró de Jeremy a Bella, quien asintió y se dirigió al garaje para darles espacio. Bella esperaba que su primo se molestara por haber dejado tantas cosas y se sorprendió cuando todo lo que hizo fue envolverla en un fuerte abrazo. — Lo siento mucho.
Bella se quedó congelada en sus brazos hasta que sus ojos comenzaron a lagrimear y sus paredes emocionales cuidadosamente construidas se hicieron añicos. Lloró suavemente en el hombro de Jeremy, sin darse cuenta de lo mucho que necesitaba que alguien, nadie, la entendiera.
Y ahora alguien lo hace.
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El viaje de regreso a casa Bella fue silencioso e interrumpido solo por una parada rápida en la tienda de comestibles. Kol buscó en los pasillos ginger ale, galletas saladas, sopa y una botella de medicamento líquido contra las náuseas. Solo miró a cuatro personas y se sintió tentado de drenar solo a una: un idiota molestando a una joven que buscaba cupones mientras tres niños luchaban por llamar su atención.
En lugar de asesinar al hombre frente a unos jóvenes impresionables, Kol optó por obligarlo a cargar los comestibles de la mujer en su automóvil para que ella pudiera concentrarse en abrochar a sus hijos. Después de lo cual, se le ordenó que la dejara sola y se sintiera avergonzado de estar acosándola.
Me estoy ablandando.
Al regresar a su auto, notó que Bella parecía estar emocionada por algo. Estudió a la súcubo, concentrándose en su expresión deliciosamente tortuosa.
Kol comenzó a sospechar aún más después de que llegaron a su apartamento por la forma en que buscó una película específica solo después de exigirle que no intentara saber cuál era hasta que ya se estuviera reproduciendo.
De esa forma no puedo rogarle que no la ponga.
Bella lo miró a los ojos y asintió con la cabeza hacia la televisión para indicar que podía mirar. Kol levantó su brazo automáticamente, lo que le permitió acurrucarse más cerca de su cuerpo, y se acomodó para ver lo que seguramente resultaría ser una película terrible.
La apertura fue solo una mujer rubia peinándose, y por un momento Kol pensó que era una broma de algún tipo. Luego, el título apareció en la pantalla: "Legalmente rubia". Fue en ese momento que Kol supo que las próximas horas las pasaría con cantidades realmente insalubres de rosa y brillo.
Mujer malvada.
Las esperanzas de Kol no eran altas, pero se encontró cuidando a la mujer desde el principio.
— Warren parece un absoluto imbécil. Por favor, no me digas que va a decir que sí.
— Hmm, no lo recuerdo. Supongo que tendremos que ver.
— Claro que no. — se burló él y le dio un cariñoso apretón. A pesar de sus temores de que Elle Woods terminara con un tonto insufrible, no vio venir la ruptura y se sintió aplastado por el personaje principal. — ¡Qué puto puto! ¿En un maldito restaurante romántico? ¿Cómo es esta una película agradable? ¿Por qué me estás sometiendo a este dolor?
— Cuando estés enfermo, puedes elegir cualquier película cursi que tu corazón inquebrantable desee, y yo las sufriré contigo. — respondió Bella con total sinceridad. Sin embargo, sus ojos no pudieron ocultar su alegría.
— No estoy tan seguro de que sea un trato justo. — le murmuró al oído y le pasó los dedos por los costados. Bella se retorció, riendo incontrolablemente ante su toque y agitó sus manos hacia él rápidamente para que se detuviera.
— Espera, no quiero vomitar de nuevo. Y te prometo que entenderás por qué es una buena película, ¿de acuerdo? Ten paciencia.
Oh, cuánto dice sin querer. Paciente. Puedo tener paciencia.
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Mientras que una película de chicas comenzó su tarde, las películas empeoraron progresivamente a medida que avanzaba la noche. El gran final fue Queen of the Damned.
— Este es mi favorito absoluto, ¡así que significa mucho que lo estés viendo conmigo!
Esto es demasiado divertido.
— ¡Eso no es ni cerca de ser exacto! Quiero decir, ¿qué demonios estaban pensando? ¿Este es el epítome del cine moderno? ¿Este es el contenido innovador que tu tiempo tiene para ofrecer?
Bella había logrado mantener la cara seria durante toda la tarde, pero la reacción de Kol fue lo que la rompió. Ella estalló en un ataque de risa que rápidamente se convirtió en un entrenamiento de abdominales.
— Lo siento, solo estás… — No podía dejar de reír y se dio la vuelta, agarrándose con fuerza los costados. — Estás… entonces, estás tan indignado por algo, algo que la gente tiene que asumir que es ficción.
Bella se tambaleaba peligrosamente en el borde del sofá. Con un suave golpecito, Kol cambió su centro de equilibrio y la parte superior de su cuerpo se deslizó una corta distancia hacia una alfombra bastante mullida.
Ella solo se rió más fuerte, las lágrimas fluían libremente de sus ojos. El vampiro la siguió hasta el suelo y se apoyó en su codo, dándole tiempo para volver a nivelarse. Ella contuvo el aliento y lo miró. Esperándola. Que se alejara. Que lo tocara. Para besarlo. Para elegir lo que sucede a continuación.
Ella se inclinó hacia adelante lentamente y dejó que las yemas de sus dedos recorrieran la curva de su mandíbula. Con el corazón latiendo en sus oídos, Bella tomó su mejilla y guió su rostro hacia el de ella.
Un suave roce de labios y una promesa tácita de probar.
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¡Hemos regresado con esta historia! Jajajaja ya saben ue me distraigo con facilidad, pero espero podamos tener varias actus de esta historia… ya saben que la original está en proceso, así que veremos cómo se desarrolla todo, si?
Estoy pensando en dejar los caps a su longitud normal a partir de ahora jaja o tal vez los divida en dos jaja es que son muy largos.
No olviden dejar un lindo comentario ni pasarse por nuestro lindo grupo de Facebook 'Twilight Over The Moon'.
¡Nos leemos pronto!