¡Chicas! Antes que nada, lamento haber pasado tanto tiempo sin actualizar, pero han sido días muy locos, además de que la señora inspiración se fue de vacaciones y apenas volvió. Espero que disfruten el capítulo y disculpen si hay errores ortográficos, me están pidiendo que actualicen así que no tuve chance de revisarlo.
Bien, las dejo para que lean.
Siento la luz de la mañana en mis ojos, estoy de frente a la ventana, pero no quiero abrirlos, he pasado una noche tranquila a pesar de los sucesos del día anterior, creí que no iba a poder dormir, fue lo qué pasó cuando tuve ese terrible encuentro con James, sin embargo, el olor y calor de Edward fueron un gran tranquilizante. Me sorprende la paz que él me genera. Nunca ningún hombre había logrado eso en mí, excepto por los hombres de mi familia.
Siento ligeras cosquillas en mi cuello, no quiero moverme para que Edward no se dé cuenta que estoy despierta, si lo hace, va a dejar de acariciarme y no quiero.
Algo me cala en la nariz que me hace estornudar y por reflejo abro los ojos, lo que veo, no me lo espero...
-¡Aaahh!- me levanto corriendo con todo y sábana.
Esa cosa horrible se acomoda en las almohadas.
Edward llega casi inmediatamente y tan solo un minuto después entra Alice quien dice unas cuantas cosas para insultarme, pero en este momento no me importa, solo quiero que saquen a ese horrible animal de aquí, afortunadamente Clara llega y la saca del cuarto.
Cuando Ed se da cuenta de porque grito, el muy ingrato se ríe de mi diciendo que es un inofensivo animal, vuelvo a gritar cuando quiere acercarlo a mí, Clara vuelve a entrar y hace que se lo lleve.
¡Dios! Esa cosa es horrible.
-Bella ¿estás bien? - me pregunta Clara.
-Sí, lo siento, solo que esa cosa– tiemblo de solo pensarla –me provoca escalofríos.
-Tranquila, solo es un hurón, no te hará nada.
-¡Es un ratón! Les tengo pavor ¿sabes?
Ella se ríe de mí. Pongo cara de indignada.
-Tranquila, ya se lo llevo Edward. Ahora, vístete, el almuerzo está casi listo.
-Gracias, Clara, ahora voy- le sonrió y ella se va.
Entro al baño y hago mis necesidades, veo enjuague bucal y lo uso, no tengo un cepillo de dientes aquí, salgo y me pongo mi ropa, luego bajo.
En la cocina están Clara y Edward, no se ve a Alice por ningún lado.
-Hey Bells ¿cómo te sientes? - me pregunta él, parándose de su asiento para acerarse a mí.
-Mejor ahora que no tengo a esa cosa horrible encima.
Los dos sueltan unas risitas. Clara me pregunta:
-¿Te duele la cara, cariño?
Ambos nos sentamos en la isla.
-La verdad, si, me duele bastante, aunque se ve más feo de lo que en realidad es.
Los tranquilizo, y es la verdad, he estado peor.
El almuerzo lo pasamos entre una plática tranquila. Me agrada que Clara se quede con nosotros en la cocina, me hace pensar en lo diferente que es Edward a otras personas con sus empleados y por lo que he visto hasta ahora, ellos le tienen gran aprecio a Ed.
Recibo una llamada de mi padre diciendo que paso a buscarme a la boutique y Angela le platico lo sucedido, lo tranquilizo diciendo que estoy bien, pero me hace prometer que iré a verlos, él ya le conto a mamá y está muy preocupada por mí, así que tengo que ir. Son casi las 11:00 am por lo que le pido a Edward que llame a un taxi, se niega e insiste en llevarme él mismo a donde sea que necesite, no me queda de otra más que aceptar.
Edward va por nuestras cosas mientras me despido de Clara, quien me hace prometer que vendré a visitarla.
Una vez en el carro, le doy la dirección de casa de mis padres.
-¿Por qué no me contaste que tenías esa cosa horrible?- le pregunto
-¿Qué cosa horrible?
-Tu animal ese
-¡Ah! No seas mala con ella, es un encanto.
-Puff. Sí, claro- digo sarcástica.
Edward se ríe
-¿Por qué no te agrada?- me pregunta él.
-Odio a los roedores y es toda la información que debes de saber- le digo cruzándome de brazos.
-Bien- dice no muy convencido.
Yo volteo a ver por la ventana
-A la próxima que vaya a tu casa, por favor, encierra bien esa cosa ¿de acuerdo?
Pasan un par de minutos donde Edward no contesta a lo que volteo a verlo.
Me está viendo con una expresión que no se descifrar.
-¿Qué pasa?- le pregunto
-¿En verdad piensas regresar a mi casa?
Me quedo pensando un minuto, es mi amigo ¿o no? Los amigos se visitan ¿cierto? Pero con Edward todo es diferente, todo se siente diferente.
-Claro que sí, se lo prometí a Clara ¿no? Necesito probar ese delicioso pastel que dice hacer.
Fue lo único que se me ocurre decir.
-Solo volverás por Clara? - asiento con la cabeza. -¿Y yo qué? ¿No me visitaras a mí?
-Bueno, es tu casa, puede que te vea por ahí- le guiño un ojo.
-Ok entonces dile a Clara que a la próxima se asegure que Gertrudis se mantenga dentro de su jaula- me guiña un ojo y suelta una risita.
Le saco la lengua y lo empujo del hombro.
El resto del camino hasta la casa de mis padres la pasamos bromeando.
Al llegar, el chofer timbra, y nos dejan pasar en cuanto saben que soy yo.
En la entrada, ya está mi papá esperándonos. Me ve bajar e inmediatamente se acerca a mí tomando mis brazos, viéndome de arriba abajo, me la vuelta y luego toma mis mejillas, veo la preocupación en sus ojos.
-Oh cariño ¿cómo se atrevió ese desgraciado? –papá se encuentra muy angustiado.
-Tranquilo, papi, estoy bien gracias a Edward- lo abrazo y pongo mi cara contra su pecho. Él suspira y me abraza fuertemente.
-Gracias por cuidar a mi niña, muchacho.
Me separo de papá y veo que le da la mano a Edward.
-No me tiene que agradecer nada, señor, Bella es mi amiga, siempre cuidare de ella.
-Vamos adentro, se está poniendo frío aquí ¿Te quedas a comer, muchacho? –le ofrece papá.
-No quiero molestar, señor. Además, me debo de ir, tengo una reunión con mi padre.
-Está bien, después de lo que hiciste por mi niña, las puertas de esta casa siempre estarán abiertas para ti. Salúdame a tu padre.
-Por supuesto, señor Swan- luego se gira hacia mí –te llamo luego, Bella- se despide con un beso en mi mejilla.
Lo veo irse y comenzamos a caminar hacia la casa, mi padre pasa su brazo por mis hombros.
-¿Hay algo entre tú y ese chico, Bells?
Casi me atraganto con mi saliva al escucharlo.
-No- respondo un poco insegura –claro que no ¿por qué lo preguntas?
Llegamos a la sala y nos sentamos en el mismo sillón.
-Bueno, el chico te ve de una forma...- papá duda en continuar –cuando te veía, le brillaban los ojos, y tú, cuando hablas de él te sonrojas, eso no te ha pasado con tus antiguos novios. Sabes que puedes confiar en mí, nena.
-Bien, si, me... gusta- al fin lo admito, tanto para mi como para otra persona, al fin he aclarado mis sentimientos hacia Edward -pero tengo miedo papá, no quiero pasar por lo mismo.
-Te entiendo, cariño, pero es un buen muchacho, conozco a su padre y si se parece un poco a él, puedo confiar en que te cuidara– me abraza –no dejes que el pasado trabe tu futuro. Me gustaría verte feliz y con alguien que te cuide cuando yo no este.
-No digas eso, papi, sabes que no me gusta hablar sobre esas cosas.
-Solo te digo la verdad, nena, solo piénsalo ¿sí?
-Lo haré.
¿Qué les pareció el capítulo? ¿Qué les pareció Gertrudis? ¿Qué opinan de Charly?
Gracias por sus comentarios. Saludos.
