Exención de Responsabilidad: No soy dueño de Naruto. Cualquier cosa relacionada directamente con esta serie (manga/serie) todos los personajes, historia de fondo, configuración, etc. Pertenecen a Masashi Kishimoto.

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Té…

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– ¿Te interesaría un compañero para jugar shoji? – Sasuke se sorprende de que consiga preguntar sin problemas.

Se da cuenta de cómo ella traga saliva, respirando con dificultad. – No creo que sea lo suficientemente buena. – es su respuesta.

Pero el Uchiha no acepta un no por respuesta. – Somos shinobi. Sé lo que es suficientemente bueno y lo que no. – él frunce el ceño.

Ella lo mira boquiabierta por un momento y luego habla. – Entonces, ¿Puedo llamarte por tu nombre de pila? Referirme a ti como "vecino", es incómodo. –

Los ojos negros parpadean. – No me importa. Sabes mi nombre, ¿Verdad? Soy… –

– Sasuke. – la forma en que su nombre sale de su lengua se siente como la forma en que la miró a los ojos por primera vez. Su mundo pareció dejar de girar. Él oxígeno se siente escaso. Y se encuentra fingiendo toser para justificar el leve calor que se extiende por su rostro. Gira la cabeza.

– No tomará mucho tiempo. – dice, recomponiéndose. Mueve su espada, en un intento de desviar su atención hacia su trabajo. Entonces ella regresa a su casa, por un momento él se sintió decepcionada hasta que la vio regresar con un libro entre las manos.

No sabía en qué momento, sus ojos se alejaron de la espada en sus manos para fijarlos en la novia de su vecino. La luz de la tarde se reflejaba contra sus características de una manera tan tentadora que, Sasuke se encuentra descansando su cabeza en un puño mirando a Mikoto leer un libro desde su asiento.

Fue fascinante en ese momento verla sonreír, hacer pucheros o mirar boquiabierta a medida que daba vuelta a la página. Observó cómo su boca formaba palabras. Sus labios estaban un poco secos por el descenso de la temperatura y la brisa. Se lamió los labios para humedecerlos y luego comenzó a formar palabras nuevamente.

– ¿Sasuke? –

Levantó la vista e hizo contacto visual con la mirada inquisitiva de la chica. Se dio cuenta de que ella había estado hablando con él desde hace un rato. Sasuke trató de deshacerse del extraño sentimiento de vergüenza.

– ¿Estás bien? Creo que la espada está lo suficientemente afilada como para cortar el aire. – dice mientras ríe. Es breve, pero el joven cree que el sonido de su risa es relajante para sus oídos.

– Así está bien para mí. –

Silencio.

Sasuke frunce el ceño. – ¿Por qué dejaste de ser ninja médico? –

Sus ojos se abren un poco, su boca se abre. Por un minuto, se queda callada y luego una sonrisa se dibuja en sus labios. –

– Entonces, es verdad. Eres amigo de Haruno-san, –

Sabe que es una estrategia para desviar el tema. Él no responde, continúa mirándola.

– Tenía que hacerlo. – ella responde en voz baja, muy amarga.

Él tararea, captando la indirecta de que ella no le ofrecerá más detalles. – Entonces, ¿Por qué dejaste las misiones de alto rango? – Tiene curiosidad. No todo el que se entusiasma con la carrera ninja se convierte en un verdadero prodigio. Un prodigio no se hace, nace; y tal oportunidad se desperdicia. Bueno, realmente no puede decirlo. Después de todo, él sabe que muchas personas talentosas renuncian a su pasión por razones desconocidas.

Pero quiere escuchar su razón.

Ella se ríe. – No todo el mundo es tan fuerte como tú, héroe de guerra. –

Entonces se da cuenta de que ella sabe más de él de lo que él sabe de ella. – ¿Por tu familia? –

– Quizás, quizás no. Sólo hago lo que quiero mientras puedo. – ella dice, encogiéndose de hombros casualmente, su expresión habitual fue dejada atrás.

– Los artículos no dicen cuántos años tienes ahora. – cambia de tema, guardando su espada en la vaina.

– Me siento halagada, tienes curiosidad por mí. Pero Sasuke, – Mikoto hace una pausa. – No es agradable preguntarle a una dama. – ella se ríe un poco y vuelve a ponerse seria. – Pero bueno, no tiene sentido quedarse callada. Tengo veinte años. –

– Más viejo de lo que pensaba. – Realmente debería mantener la boca cerrada. Tal vez comer tanto ramen junto al dobe lo estaba perjudicando intelectualmente.

Mikoto se muerde el labio inferior, los hombros le tiemblan con sospecha. Ella está conteniendo su risa. – Lo tomaré como un cumplido. –

El silencio cae sobre ellos una vez más, mientras el crepúsculo envuelve los cielos y sólo la luz incandescente de la luna llena ilumina su entorno. Ella rompe el hielo, indiferente a la oscuridad. – Si no eligieras el mismo camino que elegiste… – hace una pausa. – me refiero a ser un ninja en general, ¿Qué estarías haciendo ahora? – pregunta en voz baja.

No sabía qué responder. Incluso si no quisiera, su linaje como Uchiha o la masacre a manos de su hermano, lo hubieran instado por ese camino. Estaba seguro de ello. Pero algo dentro de él no quiso decepcionarla, así que reflexionando bajo la mirada y encontró en su campo de visión el vaso que había usado para beber té.

– Tendría una tienda té. –

– ¿No sería algo aburrido para un Uchiha? – ella presiona.

– No. Sé lo que quiero. – Tal vez se lo esté imaginando, pero cree que la vio sonreír con tristeza. – Me gusta el té y su tranquilidad. –

Ella tararea, estirándose y colocando la taza de té medio llena en el taburete en el lado de su balcón. – Entonces, ¿Hiciste ese té desde cero? Está bueno, lastimosamente se ha enfriado. –

– No, lo compré en la tienda de conveniencia. –

Hay otra pausa, ella no se mueve. Sasuke no está seguro de si lo está mirando o no, pero no la mira a los ojos, enfoca sus orbes oscuros en el vaso. Y luego, ella vuelve a decir. – el té está bueno, ¿De dónde lo sacaste? –

Tiene que estar bromeando. Pero él responde de todos modos, – Tienda de conveniencia. Eso es sólo el té verde ordinario. Puedes comprarlo en cualquier lugar. – él explica.

Luego de unos minutos en silencio, él siente un cambio en su comportamiento. – Este té es realmente bueno, ¿De dónde lo sacaste? –

Ahora esta irritado. Bastante molesto, Sasuke la interrumpe con dureza mientras la mira. – Tienda de conveniencia. Es la segunda vez que preguntas y la tercera vez que respondo. El té debe haberte causado una buena impresión. – No puede creer que tenga un coeficiente intelectual que rivalice con el de Shikamaru Nara.

A pesar de la oscuridad en sus alrededores, ve a Mikoto mirándolo, y la urgencia imaginaria de su expresión hace que él la mire fijamente. Sus ojos se bloquean, no extraña cómo sus orbes cenicientos se ensanchan levemente por un segundo y muestran una emoción similar a la confusión. Cuando el hechizo se rompe, ella gira la cabeza.

Es la primera en hablar. – Me debe haber gustado mucho. Me dejé llevar. –

Él asiente, – ¿Te gustaría una partida de shoji? –

Él la ve vacilar y luego niega con la cabeza. – Tal vez en otro momento. Incluso me gustaría entrenar con un héroe de la cuarta guerra ninja. – hace una pausa y se pone de pie con su libro en la mano. – Aunque tu té hecho a mano me gustaría más. –

E incluso antes de que él pudiera responder, ella se apresura a huir.

Dejando a Sasuke, un poco confundido. Las cejas se arrugan y se forma un ceño más profundo.

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