Capítulo 8

James pareció explotar una vez estuvieron lejos del puerto.

—Si haces de nuevo eso, Sparrow, quizá te ahorque con o sin una orden judicial. ¿Nos hemos entendido? —dijo furioso—. Y nunca más me llames "Jamey".

—Bueno, ¿qué querías que hiciera? —Jack se quejó—. Y de verdad tenemos que hacer que dejes de llamarme Sparrow. Al menos, si no puedes decir mi título, podrías llamarme por mi nombre.

James resopló a eso, pero no dijo nada. Jack respiró profundamente antes de buscar en su chaqueta y sacar la carta de su bolsillo. James frunció el ceño.

—¿Qué es eso?

—Léela —señaló Jack.

James dudó por unos segundos, pero al final agarró el papel y lo leyó rápidamente. Cuanto más leía, más abría los ojos. La carta, detectó, era de Port Royal y la persona escribiendo la carta era obviamente alguien con poder suficiente para que un barco pirata entrara imperceptiblemente sin problemas. Era una delito a la Corona, un abuso de poder y una traición al gobernador de Jamaica. Era… Bueno, malo para los ciudadanos y la Corona, pero era una oportunidad para limpiar su nombre, una forma de entrar.

—Nada mal, ¿verdad? —Sonrió Jack, orgulloso—. Verás, he pensado que… Incluso si convencieras al gobernador que no has sido un traidor, sigue siendo la palabra de la marioneta de Beckett contra la tuya… Pero con eso —Señaló a la carta en sus manos—, quizá tengas una oportunidad de probárselo.

James se quedó mirando a la carta por unos momentos, levantó la cabeza para mirar a Jack, la bajó de nuevo, respirando, y dobló el papel con cuidado, asintiendo.

—Esto… Esto podría ayudar, sí. Yo… —Suspiró, ya odiándose a sí mismo y al otro un poco—. Gracias.

—No lo menciones —dijo el otro, contento—. Además, te necesito en un buen puesto para obtener mi botín.

James negó con la cabeza, casi jurando que el hombre estaba sólo, aunque fuera un poco, justificándose para seguir pareciendo un pirata. Casi le hizo bufar.

—Eres un pirata muy inusual, Jack Sparrow —comentó únicamente.

—… No estoy seguro si debería ofenderme o no a eso —Jack frunció un ceño.

A pesar del número de barcos, el muelle estaba casi vacío a esas horas y la noche ya se estaba poniendo cuando llegaron al Explorador. La tripulación que Jack había conseguido estaba cerca, pero aún lo suficiente lejos del barco para no ser considerados una amenaza.

Jack echó un vistazo al barco, sus ojos centelleando con deseos de conseguirlo. La noche parecía relucir con la luz de la luna cubriendo la escena entre sombras y luces plateadas.

Algunos de la tripulación de Vane se estaban obviamente divirtiendo en el Explorador, jugando al Mentiroso y bebiendo algo de ron mientras reían. Jack se giró a Gibbs, le dijo con sus ojos que se preparara, y decidió hacer su aparición caminando hacia ellos, con confianza y arrogancia de sobra.

—Buenas noches, caballeros —sonrió un poco incluso cuando estos se giraron con las espadas afiladas, de manera amenazante. Jack no flaqueó, aunque mantuvo los ojos en ellos—, si nos permitís, hemos venido a coger prestado vuestro precioso barco.

Uno de los hombres le miró con desdén.

—Debes estar desesperado para venir aquí e intentarlo, Sparrow.

Los otros cuatro se rieron a eso. Jack sólo dio unas pocas vueltas por la escena, con su espada a mano preparado para atacar y sus ojos evaluando a los hombres y los alrededores. Éstos parecieron evaluarle y se levantaron de sus asientos, sus armas cargadas y preparadas para ser disparadas mientras la tripulación que Jack había contratado parecía aparecer de la nada, James con ellos, y se pusieron detrás de Jack, amenazando a los otros con sus armas. Hubo un momento de comprensión en la tripulación de Vane y compartieron unas miradas.

—Sería mejor para todos si os vais. Somos muchos más y no me haré responsable si caéis al agua… o a otro destino —Jack les mandó una sonrisa.

Tuvo el efecto contrario, pues el hombre que había hablado antes sacó su espada, con una mirada enojada.

—¡Cállate, bufón! ¡Te mataré con mi propia espada!

Éste avanzó, lanzándose hacia Jack, quien paró el ataque con su propia espada y el resto de la tripulación del Explorador fueron contra la de Jack, quienes atacaron a estos para que no llegaran hacia Jack. Así, la lucha empezó a envolver el lugar con chirriantes toques de hierro y acero.

Por un lado, James estaba luchando con su espada y dio una patada a uno de sus enemigos, echándole hacia atrás. Alzó su brazo, con la intención de acabar con él, pero éste le esquivó en el último minuto y empujó a James con su propio cuerpo para tener espacio de nuevo y le golpeó con su filo. James consiguió defenderse con un fuerte movimiento y movió sus pies a otro lado para distraerle de otra manera.

Mientras tanto, la tripulación de Jack luchaba contra el resto de la tripulación para tirarles al mar si podían, algo que Jack había mencionado que prefería que hicieran. Esto no era algo fácil cuando sus vidas estaban en riesgo en medio de una batalla, pues no dejaban de encontrarse con armas por todos lados.

Uno de los enemigos de la otra tripulación cayó al agua después de que uno de ellos le hubo empujado y se pudo escuchar el agua salpicando por estribor.

Mientras tanto, en proa, Jack estaba poniendo a su enemigo en lugares difíciles donde había que mantener algo de equilibrio. Jack golpeó su espada contra la de su enemigo, girando sus pies hacia un lado. Mientras luchaban con sus espadas, esquivando golpes, el otro pirata trató de aprovecharse que estaba a mejor altura y trató de golpearle hacia el suelo, para que Jack cayera, pero éste saltó, golpeando la espada del otro, y éste cayó al suelo. Su enemigo trató de actuar rápido, pero Jack puso un pie sobre la espada de éste y le golpeó rápidamente con la pierna, el cuerpo de éste dando contra el mástil, cayéndose también al agua.

Jack bajó de donde estaba y, de nuevo sobre el suelo, el primer de abordo de Vane decidió tomar su oportunidad y cargar contra él por la espalda. Jack, que no había visto a un enemigo ir hacia él, se agachó al ver una moneda en el suelo, lo que hizo que el otro fallara en su objetivo. Al oírle, puesto que la espada que había tratado de pegarle había hecho ruido, Jack se giró para parar un ataque con un mandoble. Éste, enfurecido, trató de seguir atacándole cuando de repente, por detrás, James apareció y le atacó, tirándole una botella de ron que le dejó tirado en el suelo.

—¿Has terminado ya? —preguntó James, sarcástico.

—Pero si Jamey, casi creí que querías repetirlo —Jack sonrió y miró un poco al otro hombre—. A veces, actúas un poco como un pirata, colega.

James parecía furioso, aunque uno no sabría decir si era por el apodo o el comentario, y parecía a punto de hablar cuando Gibbs les llamó, diciendo que ya habían asegurado el barco por el momento.

Jack decidió no perder nada de tiempo y empezó a dar órdenes para limpiar el desorden, levar el ancla, preparar las velas y quitar las cuerdas que mantenían al barco en su lugar.

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La tripulación de Vane, los cuales estaban en el agua o habían sido dejados en el muelle (como habían hecho con el primero de abordo de Vane), estuvieron gritándoles primero y mirando alrededor como si tratando de decidir si deberían seguirles con un barco o si debían avisar a Vane. Al parecer, tomaron una decisión porque desaparecieron de su vista hacia las tabernas.

Sin embargo, sería muy tarde cuando aparecieran. El Explorador estaría lejos y fuera de alcance una vez tuvieran a la Katerina preparada y Jack era el único que sabía a dónde dirigirse: Gibbs y la tripulación creerían que su destino era la Fuente de la Juventud y Jack estaba realmente más interesado en buscar su barco. Sin embargo, ninguno de esos eran los destinos, o al menos, no todavía. Por supuesto, eso le estaba dando problemas para hacer que su brújula funcionara apropiadamente y resopló, cerrándola. La parte positiva era que, al menos, sabía dónde quería estar y sabía cómo llegar ahí, pues era un lugar real. La parte más problemática sería esconder el barco.

Reflexionando, miró hacia la tripulación trabajando, jugando con su brújula en una de sus manos y chasqueó la lengua. Sólo había un remedio pues sólo había una persona que quería ir ahí, así que sabía que cuando el momento llegara, tendría que pedir su ayuda.

«Bueno, ambos disfrutaremos eso» Suspiró.

Mientras el viento soplaba contra las velas, tamborileó los dedos en el timón y se quedó mirando el cielo estrellado, perdido en sus pensamientos. No estaba aún preocupado de un posible motín, pues la tripulación se calmaría con el dinero que había obtenido, pero los últimos pocos años le habían vuelto algo paranoico a siempre anticiparlo… No debería preocuparse tanto igualmente; había específicamente pedido a Gibbs que buscara en la tripulación gente que no le fuera a importar hacer negocios tanto legales como ilegales. Gibbs había querido preguntarle sobre eso, pero Jack no había querido admitir nada sin estar seguro de su propia inversión. En cuanto a James, a pesar de la propia reticencia y desconfianza de Jack, había probado que quería su propio puesto lo suficiente para trabajar con él y estaba haciendo más excepciones que lo que se consideraría como normal para alguien que era (o había sido) de la marina.

Pasó como mínimo la noche completa y parte de la mañana cuando Gibbs pareció darse cuenta de que el destino no era la Fuente y casi parecía que iba hacerse pis encima cuando se puso en frente de Jack.

—¡¿Qué haces, capitán?! ¿Jack? —le llamó Gibbs, agitado, y Jack sólo echó un vistazo, como si no entendiera sus preguntas. Hizo que el otro se pusiera de los nervios—. Vas en la dirección equivocada, capitán.

Jack negó con la cabeza, sus ojos aún fijos sobre el mar.

—Estamos en la dirección correcta, señor Gibbs —Y entonces sonrió un poco, con benevolencia—. Para hacer nuestro negocio en la preciosa fuente, necesitamos hacer otra labor antes.

—¿Necesitamos algo antes de llegar a la fuente, capitán? —preguntó el otro, frunciendo el ceño.

Jack arrugó el ceño también, puesto que no lo había pensado tampoco y asintió a eso.

—Sí, bueno, eso también, pero también necesito obtener un botín de nuestro querido ex-comodoro puesto que hicimos un pequeño trato…

—Por dios, Jack, nada bueno saldrá de eso… —Gibbs negó con la cabeza—. ¿Y si te traiciona de nuevo?

Jack se mordió el labio e hizo una pequeña mueca, pero suspiró.

—… No tengo mucha opción, Gibbs. Además, esta vez, sé lo que estoy haciendo y soy quien controla las riendas, ¿de acuerdo?

Gibbs no parecía convencido, pero asintió igualmente.

—… Sí, capitán.

Jack se relajó ante eso, sin querer, y miró de nuevo al horizonte, indicando a Gibbs que tomara el timón, diciéndole que necesitaba descansar.

—Ya sabes el camino, Gibbs. Cuando quieras descansar, ven a buscarme.

A Jack le habría gustado que fueran tres personas (él mismo, Gibbs y James) trabajando en el timón, pero no creía que Gibbs confiara en James tanto y Jack no sabía si él lo hacía aún, así que eran dos turnos por el momento.

Jack suspiró cansado al tirarse a la cama, abriendo una botella de ron por el camino y bebió mientras cantaba en bajo, algo amargado y deseando que realmente obtuviera su premio por lo que estaba haciendo.

—Yo ho, yo ho, un gran pirata soy.

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&&& N.A.: Esta escena costó un poco, porque no estoy muy acostumbrada a escribir acción: Pedí ayuda a un amigo mío y luego puse unos cuantos retoques a lo que me había sugerido ^^" Espero que no haya salido muy mal, porque es la primera vez que me atrevo en serio jjajajaja

Anyway, sé que es un poco más corto que los demás capítulos, pero es que si no me quedaba muy largo y hay otro POV que también es necesario para el resto del desarrollo de la historia que tenéis que saber ^^"

De momento, espero que os esté gustando; como siempre, podéis dar a follow, favoritos, poner comentarios y demás :) ¡Un saludo a todos y buena semana! &&&