Fic

Unidos por la Pasión

De Mayra Exitosa

Capítulo VIII

Relación amistosa

El auto era un modelo muy costoso, ella se sentía intimidada, nunca había estado en un auto tan hermoso y caro, el olor de piel de los asientos, la hacía sentir relajada y él ya no portaba el saco, se había quitado la corbata, para manejar hasta llevarla a su departamento, luego la acompañaba y ella apenada no sabía como atenderlo, su departamento era pequeño y no poseía grandes cosas, más por cortesía lo invitaba a pasar, el rubio le sonreía, le daba un beso cerca de la comisura de sus labios y susurraba a su oído, nos vemos por la mañana, descansa.

Ella cerraba la puerta y su corazón latía desmesuradamente, jamás se había sentido así, estuvieron a punto de besarse, ¡Por Dios! Era un hombre excitante y generoso. La había protegido en todo cuanto había querido ser protegida por su pareja, mientras que Archie se había comportado como el peor miserable de todos los hombres, la estaba engañando y su interés por esa mujer era transparente, no podía negarlo, tenía que terminar esa relación tonta que jamás debió comenzar.

Archie en el departamento de Annie volvía a poseerla, se encontraba molesto e incómodo y a la vez agradecido al no tener que enfrentarse a Anthony, ella tal vez decía la verdad, pero el asistir con otro era una muestra de lo que le había advertido William, al tenerlo comiendo de su mano, tenía que separarse definitivamente de Annie, cambiarla a otro departamento de las oficinas, hablaría con recursos humanos para que Annie fuera reubicada en otro lugar, no podía ser posible que estuviera en esa fase de enfado hasta dejarse llevar sin ponerle atención a Candy, la hermosa y dulce Candy que podría llegar a ser la madre de sus hijos, una mejor amante, fiel dedicada y cariñosa y no ella, que en la primera oportunidad que tenía se iba con otro hombre a un evento como si no le importara. Miraba hacia donde Annie estaba desnuda y dormida boca abajo, se levantaba y quitaba la sabana, con una sonrisa maléfica se iba acomodándose en su trasero para volver a poseerla hasta cansarse de ella y no volver a tenerla jamás, no quería volver a desearla, a poseerla hasta que no le quedaran ganas de volver a ella, jamás una mujer lo trataría como ella lo estaba haciendo, como si el fuera un tonto al ritmo de sus pasiones.

Por la mañana William le llamaba y ella salía de bañarse, respondiendo al teléfono, - Hola preciosa, estoy afuera de tu puerta, esperando para llevarte a almorzar. - ¡Oh que pena! Espera. Candy se colocaba una toalla y salía para abrir la puerta y darle oportunidad de pasar, pero el se quedaba absorto ante lo que veía, ella se disculpaba y se iba para terminar de secarse, dejando al rubio atónito, al ver sus preciosas piernas, su piel nívea y sus cabellos húmedos, solo mordía las quijadas y cerraba los ojos, observando mental mente y muy detalladamente como la había visto.

Candy salía vestida casual con un vestido fresco, se iba contenta entregándole su hoja laboral, y dándole detalles de sus trabajos, y el porque había sido despedida de su anterior trabajo, pues había finalizado el proyecto al que se le había encomendado y la firma no lo había comprado por lo que ella ya no fue requerida. - Comprendo, entonces, también ves algo de contabilidad, y aquí dice que eres enfermera, eso es muy bueno, tienes muchas cualidades, no solo atractiva por fuera sino esa cabecita tuya debe ser un genio en sus funciones, - Gracias, prometo dar lo mejor de mí. - Candy, puedo preguntar sobre tu relación con Archivald. - Lo viste ayer, es un hecho que siente algo por esa joven que no me fue presentada, no podemos hacernos tontos, esa relación es más amistosa que otra cosa y así pretendo finalizarla hoy mismo si es posible, - ¿Hoy mismo? - Si, llamará en unas horas, cuando ya se le haya pasado su hora de comer, no perdona ciertas cualidades, desayuno puntual a las diez y comida sin falta a las tres, ya posterior se acordará que tienen novia. - Increíble, tienes mucho con él. - No, la realidad me apoyo mucho en una situación difícil, tuve un noviazgo muy triste el cual me hizo sentir mal y llego el a mi vida, se convirtió en mi mejor amigo y luego pidió permiso a la hermana del orfanato donde yo estuve, para que le diera una bendición para iniciar un noviazgo, cuando ni siquiera me lo había propuesto, nos dimos una oportunidad y no hay química. - Comprendo, y que piensas de las relaciones laborales. - Que si no hago un buen trabajo mi relación laboral sería nula, me llevo bien con las personas, no soy exigente y me adapto a las necesidades de la empresa, procuro dar mi mejor esfuerzo y espero ser de utilidad para que me contraten por mucho tiempo. - Me gusta eso, ¿alguna pregunta sobre mi Candy? - Supongo que serás mi jefe. - Si, pero a solas seremos buenos amigos y nos apoyaremos en lo necesario, sé que como jefe soy muy estricto, pero prometo ser considerado. - Ya lo has sido, desde que te conocí, muchas gracias. - Candy mi nombre es William Albert, cuando estemos a solas, podrás llamarme Albert, así eso será solo entre nosotros. - Apenas y tengo nombre, Candy White y llamarme por mi nombre, es ser mi amigo.

El almuerzo fue genial, la devolvía a su departamento y vio a ese tipo, ella también lo vio y se quedaron en el auto, - ¿Qué hace aquí? - Sabe que aquí vivo, fue mi novio, no te preocupes, todo estará bien, querrá… - No, no querrá, permíteme entrar contigo y quedarme un rato, ¿quieres? - Por mi encantada, no quiero problemas, tarde o temprano tendré que enfrentarlo. A él y a Archie y a quien sea, soy una chica fuerte, puedo con eso, ya lo verás. - Pero, si me tienes a tu lado y puedo evitarte algunos inconvenientes, ¿me lo permitirías? - Anoche no me pediste permiso y me has ayudado incontables veces. - ¿Incontables? En ese caso, vamos pequeña, quiero acompañarte y dejarte segura en tu departamento.

Entraban y el ponía su brazo tras su espalda con posesión, le gustaba ese juego de ambos, lo que no esperaba se encontraba al llegar al departamento, - ¡Vaya! ¿Y esto William? - Que tal, como estás Archie.


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Un Abrazo A la Distancia

Mayra Exitosa