Hola! Vuelvo con un nuevo capitulo!
Espero les guste!
Los personajes no me pertenecen, son propiedad de Rumiko-sensei.
Advertencias: Ninguna.
Malentendidos
.
.
.
.
.
Ranma estaba recostado en la cama con Akane abrazada a su pecho, estaba dormida pero aun soltaba pequeños sollozos que hacían saltar su cuerpo de vez en cuando. La tenia firmemente agarrada de la cintura y con su otra mano jugaba con los delgados dedos de su prometida que descansaban en su pecho. No quería dormir, sentía que si cerraba los ojos ella desaparecería al igual que en sus pesadillas. La sintió sollozar y acaricio su espalda para reconfortarla, su pequeña nariz estaba roja, tenía las mejillas sonrojadas y sus labios un poco inflamados y rojos por los besos anteriormente compartidos. Sonrió al recordar el sabor de sus labios, su lengua respondiendo de forma tímida y suave ante la brusquedad y ansiedad de él. Por un momento se sintió desesperado cuando la sintió tan aferrada a su cuerpo, él se sentía molesto y había comenzado a besarla con furia y deseo casi sin darse cuenta, fue ella quien lo hiso reaccionar cuando enterró sus uñas en su espalda desnuda. Pero al separarse de ella fue peor, verla en ese estado; sonrojada, temblando y con sus labios húmedos solo provocaron que la deseara aun mas. Hundió su nariz en el cabello de ella, en la parte donde era un poco más largo y aspiro su aroma. Era tal cual lo recordaba, su cabello suave y su aroma a jazmín.
- Akane…despierta. – La movió suavemente, acariciando su mejilla. Sonrió cuando ella frunció el ceño y se quejo, pero no abrió los ojos. – Hey! – Volvió a llamar, pero ella se aferro más a su torso, subiendo una de sus piernas a él y quedando casi por completo sobre Ranma. Si, seguía teniendo pésimo dormir. – Akane, no seas dura. Despierta. – Volvió a intentarlo, pero ella solo sollozo y se aferro más. Una de las cosas que siempre ha tenido Akane es su pésimo dormir y duro despertar, cosas que le facilitaban el espiarla por las noches. Volvió a suspirar y trato de acomodarla para no tenerla sobre él, no quería que ella despertara y le gritara por tenerla así. La movió con cuidado, no quería lastimar sus heridas. La escucho quejarse en sueño y removerse mientras abría lentamente los ojos.
- ¿No fue un sueño? – Pregunto somnolienta mientras levantaba la cabeza para mirar a Ranma, disfrutando de las caricias que este dejaba en su espalda. – En verdad estas aquí…- Sollozo levantando su mano para acariciar el rostro de su prometido.
- Tenemos que hablar bien las cosas. – Dijo Ranma, aun tenía dudas sobre todo lo ocurrido y este mundo, y no quería encandilarse con las caricias de su prometida. Akane al oír aquella frase se sentó como un resorte en la cama, asustada. – Aun hay cosas que quiero saber.
- ¿Estas enfadado? – Le pregunto mientras lo miraba levantarse de la cama y buscar una polera en su mochila de viaje.
- Debes entender que no es sencillo de procesar. – Le dijo mientras terminaba de acomodar su polera. – Pase por mucho para superarte, cambie para hacerlo, no soy el mismo que conociste y estoy segura de que tu eres la misma que yo conocía.
- Entiendo…yo…- Tartamudeo Akane apartando la mirada, dolía mirarlo. – Iré por unas cosas a mi cabaña y vendré para llevarte al comedor, estoy segura que ahí podrás entender mejor algunas cosas. No te preocupes por lo del…beso, no fue nada importante, solo la emoción. – Dijo rápidamente y luego salió de la cabaña, sin darle tiempo a Ranma de responder.
- ¿Nada…importante? – Repitió Ranma sentándose de golpe en la cama. ¿Qué acababa de pasar? ¿Ella dijo que el beso no fue gran cosa? Cerró los puños con rabia y apretó la mandíbula. Sabía que las cosas no serian tan sencillas pero esto ya rayaba lo ridículo. ¿No le había dicho ella que lo amaba? ¿No se lo había dicho él también? – Maldita sea Akane, no llevamos ni un día juntos y ya nos estamos separando. – Revolvió su cabello y comenzó a trenzarlo, cuando termino fue al living y se paseo de un lado a otro, esperando que su prometida volviera a buscarlo como había dicho, pero pasaban los minutos y ella no llegaba.
Desde que había conocido a Akane sus peleas siempre eran debido a malentendidos, a problemas ocasionados por terceras personas que solo buscaban separarlos. Él no era bueno con las palabras, no lo era en aquel entonces que era un muchacho alegre y bueno para hacer bromas y no lo era ahora que casi no hablaba con nadie. No sabía elegir las palabras correctas para expresarse y siempre terminaba metiendo la pata, como ahora. No estaba seguro si lo que dijo había lastimado a Akane pero su rostro y su repetitiva manía de lanzar comentarios ácidos para defenderse le decían que sí, la había lastimado.
Sintió la puerta abrirse y se levanto de un salto esperando encontrar a su prometida, pero Yuki lo recibió con una sonrisa.
- Veo que las cosas no van tan bien. – Dijo la joven caminando para sentarse en unos de los sofás individuales. – Vi pasar a Akane llorando a su cabaña. ¿Quieres contarme que paso? – Le pregunto, él se volvió a sentar en el sofá, soltando un suspiro y volviendo a dejar caer su cabeza hacia atrás del respaldo.
- Soy imbécil. – Le respondió sin querer mirarla.
- ¿La quieres lastimar como venganza por el daño que ella te provoco? – Le pregunto mirándolo con los ojos entrecerrados. Ranma salto nuevamente del sofá, parándose y enfrentándose a ella.
- Por supuesto que no! ¿Por quién me tomas? – Pregunto molesto, él no sería capaz de hacerle daño a Akane. Al menos no de forma consciente. – Preferiría cortar una parte de mi cuerpo que lastimar a Akane. – Dijo sentándose nuevamente. Yuki sonrió.
- Sé que debes estar molesto. – Dijo Yuki mirándole con comprensión. – Pero debes entender que para ella también fue difícil. No había día en que no llorara y en que no se lamentara por haber dejado a su familia, por haberte dejado. – Ranma se removió incomodo en el sofá, no le gustaba pensar en su prometida sufriendo. – Cuando estaba en las terapias y en los ejercicios para volver a caminar, siempre se daba ánimos pensando en ti, decía que tú te burlarías de su cobardía y que la alentarías a seguir adelante. Fue aun peor cuando se entero que jamás podrá volver a practicar artes marciales…
- ¿Qué? – Pregunto Ranma sorprendido. - ¿Ella Jamás..? ¿Jamás podrá? – Pregunto aterrado, sabía que Akane amaba las artes marciales.
- Su pierna fue partida en dos, fue un milagro que sus tendones no se vieran involucrados. De ser así, hubiéramos tenido que amputar su pierna. – Explico Yuki, recordando lo difícil que fue para Akane aceptar esa situación. – Por un momento pensé que ella no lo resistiría. – Comento recordando el estado de ánimo de la joven. – Una cosa es salvar la vida de una persona, pero no podemos obligarlos a seguir viviendo cuando saben que han perdido muchas cosas. Varios han decidido acabar con su vida.
- ¿Akane…intento? ¿Ella…? – Akane es una mujer fuerte, no podía imaginársela derrotada por la vida. Como lo estuvo él.
- No. – Contesto Yuki con una sonrisa. – Decía que viviría y se mejoraría para verte. Al verla esforzándose día a día yo también me esforzaba en encontrarte. Incluso seguí a tus amigos para averiguar de ti, pero cuando le comente que una joven China tampoco estaba en Nerima ella cambio por completo. – Un escalofrío le recorrió a Ranma al imaginar lo que pasó por la cabeza de Akane. Frunció el ceño y estaba dispuesto a aclarar la situación pero Yuki siguió hablando. – No sé qué historia tienes con Akane o con esa joven china, pero Akane lloro hasta cansarse, no quiso ir a terapia por semanas y casi no comía. Fue peor que cuando se entero de su pierna.
- Ella piensa que me fui con Shampoo a China. – Susurro Ranma tomando con fuerza su cabeza. – Esa tonta… ¿Cómo puede pensar que me iría con Shampoo después de perderla? Lo único que quería era morir… ¿Esa clase de persona cree que soy? – Estaba molesto, furioso con ella por creer eso. Se sentía ofendido.
- ¿Alguna vez le dijiste lo que sentías por ella? – Le pregunto Yuki, que al ver la negativa de Ranma suspiro cansada. - ¿Alguna vez se lo demostraste, de forma clara? – Ranma volvió a negar, Yuki soltó una exclamación de molestia y lo miro de forma seria. - ¿Entonces como esperas que ella sepa que pensar de ti? Eres igual a ella! – Exclamo molesta mientras se levantaba del sofá. – Luka tiene razón, los humanos no son nada buenos comunicándose. Saben hablar pero nunca dicen lo que quieren decir.
- No es tan fácil…- Susurro Ranma ofendido, sabiendo que ella tenía razón. Akane tenía fundamentos para pensar que él se había ido con Shampoo ya que jamás fue capaz de dejar claro a quien quería como prometida, siempre fue un cobarde y eso lastimo a Akane. Y lo sigue haciendo.
- Si, ella dice lo mismo. – Le contesto Yuki revoloteando los ojos, iba a agregar algo pero la puerta se abrió lentamente dejando ver a Akane. – Los dejo, en un unos minutos se servirá la comida si es que desean ir al comedor. – Dijo mirándolos a ambos. – Cardan te buscara mañana para que vean a que escuadrón te unirás. – Se despidió de ambos con una sonrisa y salió de cabaña, dejando un silencio incomodo.
- Jamás me fui con Shampoo. – Dijo Ranma luego de unos minutos sin que ninguno de los dos hablara ni se mirara. Él estaba sentado en el sofá y ella no se había movido de la puerta.
- No necesitas explicar nada. – Contesto ella luego de soltar un suspiro. – Es normal que rehagas tu vida, más aun si tú y yo nunca fuimos algo de verdad.
- ¿Enserio piensas eso? – Pregunto Ranma encarándola, dolido por lo que acababa de escuchar. - ¿Porque todo tiene ser tan complicado contigo?
- Estoy tratando se simplificarte las cosas, Ranma. – Contesto Akane de forma seria. – Si deseas irte lo entenderé, se que tienes tu vida en Nerima o donde sea y fue egoísta de mi parte mandarte a buscar. Yo hare mi vida aquí con alguien más, no estás obligado a estar conmigo por el compromiso o por lastima.
- ¿Estar con alguien más? – Pregunto enfadado, sus manos temblaron y sintió hervir su sangre. - ¿De qué diablos estás hablando?
- Entiendo que cambiaste y rehiciste tu vida con alguien más. Es lo que tenias que hacer. – Le respondió Akane apenas mirándolo. – Hablare con Yuki para que te lleve de vuelta a Nerima.
- Claro…y así dejarte el camino libre para estar con alguien más. – Soltó Ranma de forma sarcástica. Tenía que detenerse, sabía que Akane había entendido mal sus palabras. Debía parar y aclarar las cosas.
- Ese ya no es problema tuyo. – Dijo Akane igual de molesta.- Al estar legalmente muerta tú y yo ya no somos prometidos, somos libres de hacer lo que queramos.
- ¿Eso era lo que querías desde un principio, verdad? – Maldita sea, tenía que detenerse o ambos terminarían lastimados, como siempre. – Viniste aquí con la escusa de protegerlos a todos y en realidad solo querías deshacerte de mí.
- ¿Cómo te atreves a decir eso? – Le pregunto ella dolida y enfada. – Te estoy dando la libertad que siempre quisiste. Te estoy librando del compromiso que nunca quisiste para que puedes hacer lo que se te plazca. No sé de qué te quejas.
- ¿Qué sabes tú lo que yo quiero? – Joder, ambos estaba muy enfadados como para pensar o hablar con claridad.
- Tienes razón, no sé nada pero tal vez Shampoo o tu buena amiga Ukyo lo sepan. Vete con ellas como siempre lo haces. – Espeto furiosa, se dio vuelta y salió de la cabaña dando un fuerte portazo, dejando a Ranma totalmente perplejo.
Ranma sabía que eso no había salido para nada bien, todo fue un desastre. Yuki tenía razón, tenían la capacidad de hablar pero siempre terminaban diciendo aquello que en verdad no sentían. Lo entendía, ambos estaban heridos; ella por la indecisión y la cobardía de él respecto a sus autoproclamadas prometidas, el saber que jamás podrá ver a su padre y a sus hermanas, que jamás podrá practicar artes marciales en su vida, y él por haber vivido el dolor de perderla y de creer que jamás volvería a estar con ella, el haberse dado cuenta de lo estúpido que fue al no ser sincero con ella, en dejar que otras personas la lastimaran y él mismo contribuir en lastimarla. No quería volver a lo mismo, no quería que los malos entendidos ganaran y ellos terminaran peleados y heridos, no quería que ambos dejaran de hablar por unas semanas para luego volver como si nada hubiera pasado. De todos sus malos entendidos eran muy pocos lo que habían terminado aclarando, los demás solo los habían olvidado o al menos pretendido olvidar. Ya sabía el dolor y la agonía que se sentía el estar sin ella, no quería volver a vivirla, no cometería los mismos errores del pasado cuando la vida le había dado la maravillosa oportunidad de estar junto a ella nuevamente. Debía aprender a dejar el orgullo de lado, a no decir lo primero que se le viene a la cabeza y a calmarse. Lo hablaría con ella, ambos debían aprender juntos si deseaban estar en una relación seria, porque diablos si, él quería estar con ella, besarla, casarse con ella, hacerla su mujer, hacerla la madre de sus hijos y su compañera de vida y para eso ambos debían crecer.
Suspiro un par de veces si salió de la cabaña, sabia donde estaba el comedor e incluso se veía desde su terraza. Bajo las escaleras con cuidado, placeando bien lo que iba a decirle, no quería iniciar una nueva pelea cuando todas sus intenciones eran aclarar las cosas y poder estar junto a ella.
No se había dado cuenta, pero ya era de noche. No sabía cómo funcionaba ese lugar pero una enorme luna estaba iluminando el cielo, reflejaba su luz en el lago que separaba las cabañas. El lugar se veía mágico, las ramas de los arboles resplandecían con colores llamativos y se movían al compas de un suave viento tibio. De pronto se vio rodeado de gente que seguía su mismo camino al comedor, lo miraban de forma curiosa sabiendo que él no pertenecía ahí. Unas cabañas más adelante, una mujer y su hijo de unos 5 años salían de la mano mientras conversaban alegres, el niño lo miro y él le sonrió incomodo por la insistente mirada del menor. Ambos, madre e hijo tenían gran parte de su cuerpo con cicatrices de quemaduras, la mujer tenía casi todo su rostro quemado mientras que el niño solo tenía parte de su ojo derecho. El niño le sonrió de vuelta y lo saludo con la mano.
- ¿Eres el nuevo que llego hoy? – Le pregunto con su infantil voz, dejando de caminar unos segundos para poder estar a su altura. Ranma asintió mientras le sonreía, los ojos del niño se iluminaron y sonrió emocionado. – Mira mamá! Él viene de la tierra como nosotros! – Exclamo mientras jalaba la mano de la mujer.
- Eso es genial Luis, pero recuerda lo que dijo Yuki…- Le dijo su madre, mirando a Ranma mientras inclinaba la cabeza en una disculpa silenciosa.
- Si, dijo que debemos ser cautelosos con los nuevos. – Contesto Luis haciendo un tierno mohín con sus labios.
- No se preocupe, no fue irrespetuoso ni nada. – Dijo Ranma caminando al lado del niño, sonriéndole para darle ánimos.
- ¿vas al comedor? – Pregunto la mujer sonriéndole. – Mi nombre es Macarena y él es mi hijo Luis, ambos somos de Chile.
- ¿Chile? – Pregunto Ranma extrañado, sabía que en Chile no hablaban japonés y él podía entender perfectamente a la familia. – Su japonés es muy bueno.
- No hablo japonés. – Se rio Macarena. – Este lugar está diseñado para que todos podamos entendernos, independiente del idioma que hablemos. ¿No es genial? – Ranma asintió sorprendido.
- Entonces… ¿Cada quien habla su idioma pero todos se pueden entender? ¿Cómo lo hacen? – Pregunto intrigado, en verdad este mundo tenía muchas sorpresas.
- No lo sé. – Contestó Macarena negando con la cabeza. – Pero estoy segura de que Yuki estará encantada de explicarte, ella es quien creó este mundo para protegernos.
- ¿Ella? – Pregunto sorprendido. – Pero si es una niña! – Macarena volvió a reír.
- Tiene más de 2500 años. –Comento la mujer y se rio de la expresión de exagerada sorpresa que puso Ranma. Llegaron al comedor y se colocaron en una fila de personas que esperaban su turno para elegir su comida. El lugar era enorme, al fondo estaba lo que era la exposición de comida con personas encargadas de entregar y servir los alimentos, suponía que ahí mismo detrás de las puertas estaba la cocina, en el lugar habían 4 filas de mesas largas donde habían sentadas hasta 7 personas por lado, en cada fila habían unas 9 o 10 mesas, todas estaban ocupadas y habían algunos asientos libres entre personas. Todo estaba lleno de gente que comía alegremente.
- Necesito encontrar a Akane. ¿La conocen? – Pregunto esperando que lo ayudaran a encontrarla en ese tumulto de personas.
- La conozco! – Exclamo Luis. – Ella es muy buena, siempre come junto a Luka.
- Luka? – pregunto Ranma, sintiendo sus tripas retorcerse.
- Están en la mesa de ahí, en la 2da fila de la izquierda. – Indico Macarena, apuntando a una mesa cerca de la exposición de comida, donde su prometida estaba sonriéndole a un chico rubio que la tenía suavemente tomada de la mano. - ¿No hacen una linda pareja? – Pregunto Macarena totalmente ajena al malestar que comenzaba a sentir Ranma en el estomago ante la escena.
.
.
.
.
.
Son Ranma y Akane...¿De verdad creían que no habrían problemas? xD
Y se viene un nuevo personaje! inspirado en Luka de Miraculos Ladybug 3
El próximo capitulo vendrá en una semana o tal vez mas, paciencia.
Agradecimientos:
sofit11: Gracias por leer y comentar! Estoy muy feliz de que te gustara! un capitulo romántico y caótico, ahora a sufrir nuevamente xD
Benani0125: Gracias por leer y comentar! Confesar sus sentimientos siempre es el primer paso pero de ahi a que lo mantengan es otra, esta pareja es complicada y es un sube y baja eterno xD
Alexandraaa417: Gracias por leer y comentar! Por supuesto que vendrán mas cosas! Esta pareja es muy divertida de escribir ya que ambos son complicados y muy infantiles, se vendrán unos capítulos buenos y otros malos, depende de mi estado de animo jajajaja xD
Anelir: Gracias por leer y comentar! Gracias por tus animos! Espero que este nuevo capitulo te gustara.
Lu chan87: Gracias por leer y comentar! Hacia falta un capitulo donde ambos pudieran expresarse lo que sienten y ser felices, al menos en unos capítulos xD
Guest: Gracias por leer y comentar! Solo quería escribir su declaración para darles momentos felices, amo cuando están juntos.
JGS :Gracias por leer y comentar! La recuperación de Akane tardara un poco mas, como se mostró en este capitulo el accidente le dejo secuelas permanentes que se explicaran mejor en los siguientes capítulos.
Felicius: Gracias por leer y comentar! Que te puedo decir? me encanta escribir cosas tristes y sad jajajaja xD Los Tendo y los Saotomes no tienen idea de que Ranma volvió, Lamentablemente Nodoka no pasara buenos momentos buscando a su hijo.
Nos leemos en el siguiente capitulo! Kiara Fuera!
