Hemos viajado por varias semanas, hemos ido muy lento, parando por algunas aldeas de vez en cuando, sinceramente no lo hacemos seguido, al principio lo hacíamos porque queríamos tener intimidad, me dijiste que querías que estuviera cómoda y sin que me preocupara porque me vieran desnuda en el bosque, cosa que acepte al principio, aunque después no me importo, y mucho menos a ti, estoy segura de que así lo disfrutamos más.
En realidad no tenemos alguna rutina para el sexo, a veces lo hacemos en la mañana, otras en las tardes, y si estamos con energía podemos estar todo el día. También hemos experimentado otras cosas, al inicio fue un poco complicado, pero mientras más lo hacemos, más confianza tenemos. He notado que cuando tú quieres me lanzas unas miradas lascivias desde mis ojos a lo largo de mi cuerpo, me aprietas las caderas y me besas el lóbulo de la oreja. Cuando yo quiero, busco bajar mis manos a tus pantalones, o pegar mi trasero a ti cuando te estoy dando la espalda, de vez en cuando me gusta hacerte enojar al respecto, diciéndote que antes de hacerlo te toca hacer la comida, cosa que no niegas, aunque siempre termino habciendola yo, nos conocemos tan bien, que ya sabemos que es lo que el otro quiere con solo hacer esas señales.
Han sido unas semanas hermosas, cuando lo hacemos en el bosque solemos quedarnos algunos días en el mismo lugar, para descansar más, esos días. He notado que cuando estás más relajado me hablas de tu familia, en especial de tu mamá, a veces me pregunto si le hubiera caído bien, por lo que me cuentas estoy segura de que yo la amaría tanto como tu. Me gusta que no seas cariñoso solo esos días, y tu manera de expresar tu cariño hacia mi, muy a tu manera. No me molesta que cuando pasamos por alguna aldea no me tomes de la mano, sé que eres muy tímido, y no tengo nada que probar a la gente, aunque a veces si me gusta hacerlo cuando las mujeres se te quedan viendo mucho o se te insinúan.
Estamos a mediados de Mayo, y a la mitad de nuestro viaje, hemos parado en una aldea pequeña, y hay algunos puestos afuera de una posada, te dije que fueras a ver lo de la habitación mientras yo veía los puestos, así me fui al más cercano. Era de bolsas y souvenirs, me pase a otro de comida, olía delicioso, después a otro de kimonos y trajes tradicionales, después de un rato sentí la presencia de alguien que no era el vendedor.
-Ese kimono verde se te vería hermoso- era un hombre un poco más grande que yo, muy guapo a decir verdad.
-Mmm gracias, aunque no me gusta el verde brillante, soy más del verde claro o pastel, creo que me lucen más.
-Bueno, creo que tu hacer lucir a los colores, y no ellos a ti, así que el que escojas se te verá bien, créeme.
-Gracias- dije esperando terminar ya la conversación, solo quería seguir viendo los puestos.
-¿No quieres escoger alguno? Yo pago, después te lo pones para dar una vuelta por los puestos y terminamos con una cena, ¿aceptas?
-Eres muy amable, pero yo...- no pude terminar la conversación porque me jalaron, fue tan rápido que cuando me di cuenta estaba en otro lugar, me mareé un poco, y cuando pude levantarme me di cuenta que estaba en una playa -¿que caraj...
-¿Porque ese hombre te ofrecía comprarte un kimono y cenar?
-¿Donde estamos?
-Yo pregunté primero.
-No lo se, se me acerco mientras veía la ropa, no me dijo su nombre ni yo el mío.
-Pues el se veía muy interesando en saberlo.
-No has respondido mi pregunta.
-Es otra dimensión, la descubrí hace unos meses, antes de regresar por ti, creí que te gustaría- giré mi cabeza para ver mejor, parecía que ya casi se ponía el sol, el agua era rosa, no un tono fuerte chillante qué lastima los ojos, aunque mientras más profundo se veía a lo lejos más oscuro se hacía, nunca había escuchado de un mar rosa.
-¿Lo dices por el color del agua?
-Me recordó a ti.
A veces eres demasiado tierno para tu conveniencia. Me acerqué porque aún me sentía algo mareada y quería echarme agua en la cara cuando volviste a jalarme, esta vez no tan fuerte, estoy comenzando a enojarme.
-¿Ahora que?
-Creo que el agua es ácido.
-¿Cómo que crees?
-Cuando estuve aquí no vi ningún pez, ni siquiera vi olas, algunas hojas de los árboles cayeron y con el viento llegaron al mar, busqué algo en mi capa y cuando volteé ya no había nada.
-¿Cómo sabes que no se las llevo el viento?- en eso sacaste una shuriken y la dejaste caer a la orilla del mar, para mi sorpresa desapareció rápidamente -Bueno, creo que ya vi porque te recuerda a mi.
-¿Que?
-El mar es rosado y destructivo.
-Tu no eres destructiva- dijiste con una cara de extrañeza que no había visto antes.
-¿Seguro que peleamos juntos en la misma guerra? Porque yo no dejé de escuchar comentarios acerca de mi "monstruosa y destructiva" fuerza.
-Solo es increíble, no creo que sea monstruosa y destructiva, tus manos ayudan a la gente a recuperarse, salvas vidas y traes al mundo nuevas, son todo lo contrario a lo que dijeron- realmente me sorprendes todos los días, de buena manera, eres el primer hombre que no llama mi fuerza con descripciones que atemorizan niños.
Te bese como agradecimiento, al principio fue lento, pero después no me dejaste alejarme haciendo que el beso fuera más intenso y cálido. Cuando menos me di cuenta ya tenías tu mano en el broche de mi blusa.
-No hemos terminado de discutir sobre tus celos, Sasuke.
-Podemos hablarlo luego en la habitación.
La verdad es que no tengo ánimos de pelear, o de hablar, solo me deje llevar. Me quitaste la capa y la pusiste en la arena antes de que te inclinaras sobre mi, me apresuré a quitarte la camisa, y aventarla en dirección contraria al mar, aunque no estamos cerca, aún me da desconfianza. Sentir tu mano recorrer mi cuerpo es algo que siempre me eriza la piel, no importa cuantas veces lo hagamos, siempre logras provocarme las mismas sensaciones de la primera vez que lo hicimos. Recorro mis manos por tu pecho, he memorizado cada cicatriz que tienes, las conozco tan bien que no necesito verlas para saber cómo llegar a ellas. Cuando me siento melancólica beso cada una de ellas, como si esperara que así pudiera sanarlas, y sanar aquellas que no puedo ver. Te recargas en tu muñón del brazo izquierdo mientras que con el brazo derecho levantas mis caderas, poniendo tu mano posesiva en mi glúteo, yo pongo una de mis manos en tu cabeza, enredándola com tus cabellos, la otra en tu hombro, conforme vas aumentando la velocidad voy apretando las manos, siento que dejaré nuevas cicatrices con mis uñas, sintiéndole al borde del clímax cuando paraste, antes de que pudiera hacer alguna cara o reclamarte cambiamos de lugares, ahora yo estaba arriba.
-Lo siento... me canse... un poco...
Tienes la respiración entre cortada, por el tono de tu voz de verdad lo sientes, no te culpo, después será momento de regañarte por usar el muñón para apoyar todo tu peso y el mío después de tanto sin usar bien los músculos. Antes de que dijeras otra cosa me posé sobre ti, tomé tu mano y la puse sobre mi pecho, puse mis manos en tus hombros y comencé a mover la cadera, al principio lento, de adelante hacia atrás, no quiero forzarte tan pronto. Después de un rato comencé a moverme en círculos, consiguiendo que apretaras mi pecho, subiste tu mano por mi clavícula hasta mi cuello, y me acercaste para darme un beso, deseoso, hambriento, como si quieras decirme que podemos seguir donde nos quedamos, así que eso hice. Tu mano viajaba por todo mi cuerpo, a veces en mi espalda, en mi trasero, en mi nuca, cada que moviera mis caderas en círculos apretabas tu agarre, algunas veces enrollando mi cabello con él y jalándome un poco, aunque no me molesto, también sentía tu boca en mis pechos, algunas mordidas y chupetones por las clavículas, se que intentas marcar territorio, y voy a cobrarme esta después.
-Termina... para mi...- dijiste entre gruñidos en mi oído, tu voz ronca me encanta, parece que me hechizas con ella, nunca te dire que no si me hablas así, una vez que termine seguí moviéndome hasta que lo hiciste tu. Me jalaste hacia a ti para que me recostara sobre tu pecho, no negaré que hacer el amor frente a un mar en una puesta de sol es una maravilla.
Trato de recuperarme mientras me empiezo a arrullar en tu pecho que sube y baja yam rápido como el mío, tu mano juega en mi espalda, recorriéndola toda, dando algunos pellizcos de vez en cuando, me diste un beso en la cabeza y sentí como tu corazón se aceleraba.
-Sakura -me levante un poco para verte- Cásate conmigo.
-No Sasuke...- sentía como me ardía la cara- no tienes que hacerlo solo porque sentiste celos...- no siquiera puedo verte a los ojos- ademas no necesito demostrar nada a nadie, tu tienes mi corazón y estoy segura de que tengo el tuyo, se que nunca haríamos algo que lastimara al otro...
-¿Entonces no te quieres casar conmigo?
-Esa no fue una pregunta, fue una orden.
-Pero dijiste que no- la decepción en tu voz y tu rostro hizo que mi corazón se encogiera.
-No quiero casarme contigo por un arranque de celos Sasuke, ni para demostrar o hacer notar nuestro vínculo, no es necesario, yo se que nos pertenecemos y es suficiente para mi.
-Sakura no es por celos, si quiero casarme contigo, no es solo para decir que eres mi esposa y yo tu esposo, se que quiero casarme contigo desde hace tiempo, y lo quería proponer en otro lugar...
-Pero...
-Esta bien, puede que el ver que te coquetearan me hiciera ser impulsivo y no pudiera esperar, pero realmente lo quiero, quiero ver la cresta Uchiha en tu espalda.
-Sasuke yo...
-Ademas, mis padres estarían muy decepcionados de mi si no me casara y formara una familia después de todo nuestro viaje.
-¿Lo dices porque tenemos relaciones y no estamos casados? Que anticuado eres- no pude evitar soltar una risa al final.
-Tal vez sea anticuado, pero es lo que siempre me enseñaron, no quisiera decepcionar más a mis padres, para mi es importante, Sakura- parecías suplicarme con los ojos.
-No los has decepcionado- dije poniendo mi mano en tu cachete.
-¿Entonces?- miedo, nunca creí ver miedo en tus ojos.
No respondí, solo me volví a acostar en tu pecho viendo al sol ponerse.
-¿Realmente me has imaginado con la cresta de tu clan?
-Desde que tenía 12.
Otra vez siendo demasiado tierno, sabes cómo llegarme.
-Claro que quiero casarme contigo, pero quiero recordarte que nuestro lazo no se limita a eso solamente.
-Lo se.
Después de un rato decidimos que era hora de volver, llegando a la posada vi a lo lejos al hombre que se ofreció a comprarme un kimono, lo vi con la iniciativa de alcanzarme, se que eres inseguro a veces, y no quisiera ruinar nuestra felicidad, así que hable fuerte "cariño, espérame", volteaste con una media sonrisa y me tendiste la mano.
En la habitación mientras arreglabas los futones y yo me cepillaba los dientes en el baño, no pude evitar pensar en lo que habíamos dicho antes, respecto a que hemos estado teniendo relaciones, no nos hemos cuidado como deberíamos, no sería raro si en algún momento... yo me embarazara. Me enjuague la boca y salí por ti.
-¿Que harías si estuviera embarazada durante el viaje?- puedo jurar que te pusiste más pálido que Sai.
-¿Estas embarazada?
-¿Qué? No no, solo estoy preguntando.
-Depende, ¿quieres volver a la aldea o quiere seguir viajando no importa que estés embarazada? Lo que menos quiero es que pasen momentos difíciles, estar viajando es muy complicado y cansado a veces, y si algo les pasara no me lo perdonaría...
-No quiero volver...- dije mientras me acercaba para acurrucarme contigo, una vez que lo hice te abracé para pegarte más a mi.
-Sakura, ¿estás embarazada?
-No no, solo que recordé lo hablamos en la playa, y... me surgió la duda de si quieres tener un bebé...
-Claro que quiero formar una familia contigo Sakura, si tu también quieres tenerlo podemos seguir intentando.
-¿Quieres decir ahora?
-Habíamos acordado que las posadas eran para dormir cómodos, mejor mañana.
-No tonto, me refiero al bebé- me alejaste lo suficiente para que pudiera verte.
-Sakura no te estoy presionando, podemos cuidarnos mejor si no quieres tener un bebé ahora, podemos esperar unos años o no tener si no quieres.
-Si quiero, pero no se si estoy lista ahora.
-Podemos esperar entonces -dijiste abrazándome otra vez- has esperado mucho por mi, me toca hacer lo mismo.
Tarde pero seguro, la verdad quería publicar algo por el cumpleaños de Sakura y Sarada pero estuvo algo atareada, espero lo hayan disfrutado.
