Rini chiba: El silencio de Bella es un relajante para Edweard, eso lo sabemos, y si va a haber momentos en que va a ser más útil.
rjnavajas: A ustedes por leer :D
Car Cullen Stewart Pattinson: Me alegro de que te guste y aún nos queda muucho por descubrir.
alejandra1987: Tenes mucha razón, es una arma de doble filo por eso Edward tienen que aprender a controlar cuando es absorbido o no por ese silencio. En eso andamos.
ClaryFlynn98: Son lindosss, veo a Edward como un cachorro asustado.
saraipineda44: Me alegro de que te gustara :D
Sther Evans: A ustedes por leer :D
Merry: ¿En general o en esta historia en particular? En mi mente son personajes complejos asique si vamos a tener más.
Mapi: A ustedes por leer :D
NaNYs SANZ: Así es, ellos están iniciando y aún hay mucho por descubrir. Están formando un gran grupo.
DarkLady-s93: A mi parecer todos están siendo muy precavidos, se van a empezar a soltar y unir más pronto. Como te dije por face me gustó mucho tu review :)
EmilyChase: jajaja no quiero hacer a un Edward muy violento, es una persona pacifica solo que está enfrentando cosas que le son dificiles de controlar.
Capítulo 8
Edward's P.O.V
Mis hermanos y cuñados llegaron a nuestra mesa de forma ruidosa, obligué a mi mente a no dejarse atrapar por el silencio de Bella.
"Esto se ve curioso" pensó Jasper
— Mira a Jasper —susurré solo a Bella
Alzó la mirada a su amigo curiosa, la cara de Jasper era extraña.
— ¿Qué te ocurre Jazz? —preguntó Bella
Alice soltó una risa y reí.
— Pedí sorrentinos* con relleno sorpresa y se ve… extraño —admitió
— ¿Quién diablos pide sorrentinos sorpresa? —pregunté divertido
— Yo lo reté y el idiota aceptó —rio Emmett— No creí que fueras a aceptar —
— ¿Y dejar que me ganes? —preguntó Jasper pinchando un sorrentino— Ni hablar —
— Mi hermano es un idiota —murmuró Rose
— Me va a gustar, sé que me va a gustar —asintió Jasper intentando convencerse antes de meterse un sorrentino en la boca— Maldición, es de ricota —protestó apurando un trago de su bebida
Solté una carcajada viendo su mente.
— No puedes tener peor suerte Jasper —rio Bella
— ¿De qué nos perdemos? — preguntó Alice viendo a Jasper apurar otro sorrentino a su boca
— Jasper de niño adoraba la ricota pero comió tanta cantidad que terminó hospitalizado con un gran malestar —rio Rose— Desde entonces la odia —
— Esto va a ser bueno — sonrió Emmett enrollando espaguetis en su tenedor — Mira cuñado, que espaguetis más deliciosos —señaló metiéndoselos en la boca
Jasper lo imitó metiéndose dos sorrentinos en la boca, se estremeció y también yo viendo lo mal que la pasó de niño.
— ¿Estás escuchándolo? — me preguntó Bella
— Si —asentí comiendo un bocado de pasta
— Está bien amor, no me molesta que te mantengas dentro de mi mente, te lo prometo —aseguró. Limpié mis labios con una servilleta antes de besar su mejilla
— De acuerdo, pero aun así voy a mantenerme fuera, luego te explico porque —
— Está bien — asintió
Luego de almorzar Alice nos llevó a comprar ropa los chicos, Emmett no detuvo sus protestas y Bella y yo aprovechamos la oportunidad para escaparnos unos momentos a la farmacia del centro comercial.
— ¿Qué quieres llevar? —pregunté cuando nos detuvimos frente a la góndola llena de preservativos
— Dios, jamás me puse a ver la variedad de preservativos que había —farfulló
— Toma el que quieras, no tenemos que llevar nada especial, estos son para tu departamento —expliqué
— ¿Tu no quieres nada en particular? —preguntó viéndome con las mejillas completamente ruborizada. Reí inclinándome sobre ella.
— Bella, solo quiero estar en tu interior, me da igual si el preservativo sabe a sandía, chocolate o es de colores —murmuré contra su oído
— De a-acuerdo —respondió. Caminó un par de pasos hasta los preservativos espermicidas y tomó uno de los paquetes grandes y metiéndolo en la canasta que había en mi mano. Solté una risa y ella rápidamente me sacó del pasillo — No voy a ir a pagar solo con preservativos —aseguró deteniéndose frente a las toallas femeninas, tomó un par de paquetes arrastrándome a al siguiente pasillo donde también eligió unos geles de ducha
— Bella, es normal comprar preservativos —reí siguiéndola a la caja
— Pero no comprar solo preservativos — negó formándose en la fila
Rodé los rodeándola con mis brazos, tomó la canasta permitiéndome abrazarla con más comodidad y escondí el rostro en su cuello. Su silencio me fue rodeando y esta vez no me resistí alejándome de las voces hasta que fue hora de pagar, fui más rápido que ella deslizando mi tarjeta de crédito a la cajera. Le guiñé un ojo a Bella y luego de guardar nuestras compras tomé su mano llevándonos fuera.
Nos acercamos a mis hermanos, Jasper estaba sentado en uno de los bancos abrazado a mi hermana quien acariciaba su cabello, no parecía sentirse bien.
— Creo que lo mejor va a ser irnos —rio Alice
— ¡Al fin! —exclamó Emmett
— Eres un molesto Emmett —gruñó Alice conduciéndonos fuera del centro comercial
Entrelacé mis dedos con los de Bella caminando junto a los demás y nos separamos hacia el volvo. Guardamos allí las compras de Bella y las mías antes de montarnos en el auto.
— ¿Planes para hoy? — preguntó cuándo nos incorporé al trafico
— ¿Quieres pedir algo? — pregunté— Podríamos pedir y acurrucarnos en tu cama, es todo lo que quiero —señalé deslizando mi mano por su muslo
— ¿Y besos? —preguntó mordiendo su labio inferior. Solté una risa
— Por supuesto que con besos mi amor —asentí
Vi el auto de mi hermano desviarse hacia casa, solo Jasper nos seguía al departamento, esperaba que su malestar no le impidiera irse con Alice porque esperaba tener el departamento solo para mí y Bella.
Entramos los autos a la cochera del edificio y bajamos tomando las bolsas de las compras antes de dirigirnos al ascensor, Jasper se veía más recuperado. Bella se abrazo a mi pecho tanto como sus bolsas se lo permitían. Estaba cansada.
— Necesito una ducha caliente —pidió Bella cuando atravesamos la puerta de su departamento
— También yo — suspiró Jasper
— Amigo, Alice tiene demasiada energía —señaló Bella
"Eso no siempre es malo…"Jasper
— Es mi hermana —gruñí en su dirección
— Ups, lo siento —rio Jasper— Aunque… ahora que lo pienso…—sonrió viendo a Bella
— ¡A la ducha Jasper! —gritó Bella ruborizada. Jasper soltó una carcajada camino a su cuarto— ¡Y no tardes! —pidió Bella tomándome de la mano en medio de las bolsas y llevándome al cuarto.
Atravesamos la puerta de su cuarto y dejó las bolsas a un lado antes de dejarse caer sobre la cama, dejé el resto de las cosas allí también.
— Estoy agotada —confesó
Cerré la puerta y me dirigí a la cama recostándome a su lado.
— La próxima vez que Alice nos haga ir de compras nos vamos a negar —aseguré frotando su espalda en forma circular
— ¿No estás ni un poco cansado? —preguntó
— A penas algo, estoy perfectamente —señalé
— Mmm, eso está bien —murmuró cerrando los ojos. Sonreí inclinándome sobre ella y dejando besos sobre su mejilla— Este departamento tiene una bañera amplia…—
— ¿Si? — pregunté
— Ajá —susurró— Si logramos esperar a que Jazz se vaya podemos meternos juntos y relajarnos allí —
— Eso me gustaría —asentí acurrucándome contra su cuerpo sin dejar de frotar su espalda
— Vas a hacer que me duerma —confesó
— Duerme si quieres, te despierto cuando Jasper se haya ido —aseguré. Abrió sus preciosos ojos adormilados para verme.
— Me gustan tus bonitos ojos — murmuró
— Y a mí los tuyos amor —respondí subiendo mi mano por su hombro hasta su mejilla — Toda tu me encantas, los bonitos ojos, la piel dulce, tu alma comprensiva —
Cerró los ojos con una sonrisa apretándose más contra mi.
— ¿No crees que es demasiado? —
— No, todo eso eres para mí —respondí. Besó mi cuello y sus dedos se entrelazaron en mi cabello.
— ¿Me vas a besar mucho hoy? —preguntó
— Mmm, quiero, pero estás cansada —respondí
— Al contrario, voy a estar mucho más relajada para pasar buena noche —
Solté una risa besando su cabello y cerré los ojos.
— De acuerdo —asentí— ¿Qué quieres cenar? —
— ¿Comida china? Eso se me antoja —respondió
— Eso suena bien amor — asentí
— ¡Adiós chicos! — escuchamos a través de la puerta hablar a Jasper
— ¡Adiós Jasper! — respondí. Esperé a escuchar la puerta ser cerrada antes de moverme y girar a Bella— Vamos a la ducha, preciosa —
— Mmm, mi novio extra fuerte — rio aferrándose a mi cuando la tomé en brazos rumbo al baño
— Todo lo que quieras — prometí saliendo del cuarto
Entramos al baño y la dejé sobre sus pies antes de girarme hacia la ducha, abrí el agua esperando que calentara y me giré hacia ella que estaba dejando caer su suéter. Me desvestí también, ella entró primero a la ducha acomodando la temperatura del agua y la seguí segundos después.
— Oh, sí, esto se siente bien — gimió cerrando los ojos bajo el chorro de agua. Besé sus labios y rio contra mí— Tú también te sientes bien —
— Eso espero — reí tomando shampoo y poniendo un poco en su cabello. Se giró dándome la espalda y lavé su cabello.
— Eres el mejor —aseguró. Besé su hombro antes de alejarme para permitirle enjuagarse el cabello. Puse acondicionador y besó mis labios dejándome entrar bajo el agua — Utiliza tú el agua, vas a enfriarte, mientras cepillo mi cabello —
— Claro —asentí. Tomé Shampoo, froté y enjuagué mi cabello antes de echarle acondicionador y repetir el proceso. Me giré hacia Bella viéndola sentada sobre el ancho borde de la bañera. Puse el tapón en la ducha antes de caminar hacia ella y arrodillarme entre sus piernas — ¿Nos quedamos un momento bajo el agua? — pregunté acariciando sus muslos
— Me gustaría — asintió besando mis labios. Bajé mis besos por su cuello, estaba algo resbalosa por la crema de enjuague pero se sentía bien. Nos deslicé dentro del agua que comenzaba a subir de nivel acercándonos a la lluvia de la ducha para que pudiera enjuagar el cabello y ponernos gel de ducha— Te quiero — murmuró suavemente besando mis hombros. Se acomodó sobre mis muslos con una pierna a cada lado de mi cadera
— Y yo, esto es increíblemente relajante — asentí
— Y puede serlo mucho más — murmuró deslizando sus dedos por mi pecho
— Bella — gemí cuando me rodeó con sus dedos. Sus labios besaron mis hombros y me aferré a su cuerpo. Eché la cabeza hacia atrás y lamió la piel de mi cuello moviendo su mano sobre mí, deslicé mis manos a sus nalgas y apreté haciéndola gemir — Espera, voy a…—
— Sh, está bien, esto es para ti mi amor —respondió atrayendo mi rostro del cuello para besar mis labios. Gemí contra ella, me tensé entre sus dedos y atrapé su labio inferior entre los míos sintiendo el orgasmo arrasar con mis sentidos.
— Ah, amor-r eso no lo esperaba-a —murmuré besándola
Soltó una risa pasando sus manos por mis hombros. Se acurrucó escondiendo el rostro en mi cuello y suspiró. Deslicé mi mano por su cintura a su intimidad
— No, luego, en la cama — pidió volviendo a poner mi mano en su lugar. Besó mi pecho antes de ponerse de pie, la miré desde mi lugar y me incliné besando y mordiendo su muslo.
— A-arriba — murmuró. Deslicé mi lengua por su piel a su intimidad.
— ¿Aun quieres esperar a la cama? — pregunté suavemente
— ¿Si-i? — preguntó
— Bien, si quieres — respondí. Soltó un suspiro aferrándose a mi cabello y volví a besar su intimidad.
— Bésame —pidió. La sujeté de los muslos succionando su clítoris entre mis labios y gritó. Recargó su espalda en la pared y deslicé una de mis manos por su piel invadiendo su intimidad con dos de mis dedos — Oh, se siente bien — gimió. Succione moviendo mis dedos en su interior y su cuerpo comenzó a temblar bajo mis caricias— ¡Edward! —exclamó
Su interior me aprisionó y la sentí palpitar contra mí producto de su orgasmo. Retiré mis dedos con suavidad y besé sus muslos sujetándola.
— ¿Estuvo bien? — pregunté. Soltó una risa bajando sus ojos a mi rostro
— Estuvo muy bien mi amor — murmuró deslizando su mano por mi mejilla. Me puse de pie luego de quitar el tapón de la ducha y nos dirigimos bajo el chorro de agua limpiando nuestros cuerpos.
Al salir de la ducha nos envolvimos en las toallas, recogimos nuestra ropa y nos dirigimos a su habitación. Bella nuevamente se dejó caer en la cama y cerró los ojos. Me incliné sobre ella besando su frente antes de dirigirme a las bolsas buscando ropa que ponerme
— ¿No vas a vestirte? — pregunté curioso poniéndome el jean
— Nop, tú vas a salir y vas a dejar que me vista con algo de lo que compré —pidió
— De acuerdo —asentí. Me puse una playera roja, calcetines y zapatos antes de caminar hasta ella y besar sus labios — Voy a la sala, aprovecho a ordenar la comida —
— Detrás de la puerta de entrada hay una copia de llaves, toma esa si la comida llega —señaló. Asentí besando su frente y salí de la habitación.
Bella's P.O.V
Enterré el rostro en la almohada amortiguando mi grito de emoción antes de ponerme de pie y guardar rápidamente la ropa de las bolsas, tomé el conjunto negro que le había mostrado a Edward pero me puse solo la parte de arriba y tomé la parte de debajo de mi armario, también negra. El resto de la ropa necesitaba ser lavada primero. Me puse una blusa y un pantalón de deporte ajustado.
Cepillé mi cabello y me rocié un poco de perfume antes de salir del cuarto.
Edward estaba en la sala con los ojos cerrados sobre el sofá, sus brazos estaba estirados sobre el respaldo.
— Hola — hablé acercándome a él
— Hola — respondió abriendo los ojos. Me senté a su lado, pasó su brazo por mi cintura y me acurruqué en su costado— La comida aun no llega, ¿Tienes hambre? —
— Solo un poco —asentí dejando un beso en su cuello
— Adoro cuando estamos solos — suspiró
— También yo —murmuré
Me acercó a él y me arrodillé pasando un una rodilla a cada lado de su cuerpo, sus labios bajaron por mi cuello y sus manos de aferraron a mi cintura adhiriéndome a su cuerpo.
— Edward —suspiré
— Destrozas mis sentidos Bella —murmuró mordiendo mi piel— Solo quiero esto, quiero más, necesito más —
— Ah, maldición —gemí meciéndome sobre él. El pantalón de deporte era ajustado y fino lo cual hacía las caricias intensas.
— ¿Qué estás usando bajo la ropa? — preguntó deslizando una mano a mi cuello y bajando mis labios a los suyos. Me estremecí besando sus labios.
— Lo que te envié hoy —gemí
— Déjame ver — pidió
— La cena —murmuré sintiendo una nueva oleada de humedad
— Solo ver —pidió. Asentí alejándome de él y tomé mi blusa quitándola de mi cuerpo— Justo como creí — sonrió deslizando sus manos hasta mis senos, frotó mis pezones con sus pulgares — ¿Pensabas en mi cuando tomaste la foto? — preguntó viendo mi rostro
— Si en…—suspiré— En ti tocándome, quería… que te gustara —
— Oh bebé, lo amo — respondió inclinándose sobre mí y tomando mi pezón por sobre la tela
— ¡Edward! —gemí enredando mis dedos en su cabello
El timbre sonó y gruñó contra mi cuerpo, me sujetó con fuerza y nos alzó. Solté un chillido de la impresión y avanzó hasta recargarme en la pared al lado del portero eléctrico.
— Responde — pidió soltando momentáneamente mi pezón
— No así — negué con un lloriqueo. Me soltó recargando me mejilla sobre mis senos.
— Responde, no voy a tocarte —murmuró
— ¿Hola? — pregunté aun en tono tembloroso. Sentí su contra mi piel.
— Delivey —respondió el chico
— Claro, enseguida vamos —asentí antes de colgar
— Voy yo —respondió bajando mis piernas suavemente
— Estás duro —señalé
— Y tu húmeda, no vas a bajar húmeda —negó besando mi frente antes de alejarse de mí. Me recargué en la pared y sus ojos se empañaron de inseguridad — ¿Estás bien? —
— Si, lo estoy —prometí— Pero apresúrate, necesito ocuparme de esto — pedí señalándonos con mi dedo. Sus ojos resplandecieron y bajó su mirada por mi cuerpo antes de sacudir la cabeza.
— Necesito salir de aquí —murmuró besando mis labios con fuerza— Y necesito hacerte el amor, pronto —gruñó huyendo fuera de la cocina
Respiré de forma pesada sosteniéndome de la pared, la humedad era molesta. Me recobré luego de unas profundas respiraciones, tomé un par de vasos y me dirigí a la heladera buscando Coca-Cola para la cena.
Caminé hasta la sala dejando la botella sobre la mesa junto a los vasos y me senté en el sofá colocándome la blusa nuevamente.
Unos cuantos minutos después escuché la puerta abrirse y cerrarse antes de que Edward entrara a la sala.
— Desde aquí puedo olerlo —señalé hambrienta viendo las bolsas de comida. Edward dejó la comida frente a nosotros antes de besarme y acomodarse a mi lado.
— Me gustabas más sin blusa —confesó
— Luego —prometí removiéndome aun incomoda por la humedad de mi ropa interior
— Por cierto, conocí a tu vecino —comentó sacando las cajitas de comida. Tomé los palillos abriendo dos paquetes y dándole uno a Edward
— ¿A cuál? —pregunté tomando una cajita de fideos
— El del B —respondió
— ¿Y? — pregunté metiendo los palillos dentro de los fideos y tomando un bocado
— Le dije que era tu novio —comentó distraídamente tomando su comida — Me preguntó por ti y por Rose —
— La que le interesa en realidad es por Rose —aseguré
— Leo mentes mi amor —respondió. Me incliné sobre él y besé sus labios.
— Ignóralos —pedí. Asintió sonriendo— ¿Conocías este lugar? —
— Si, es el favorito de Alice —señaló— Y sabe realmente bien, ¿Te gusta? —preguntó dando un trago a su refresco
— Mucho, son muy sabrosos —asentí tomando un camarón de otra de las cajitas
— Ten, prueba esto —señaló acercando sus palillos a mis labios ofreciendo un bocado de arroz con verduras. Rio cuando un poco escapó de mis labios.
— Saben muy bien —asentí divertida limpiándome. Mantuvimos una conversación cómoda y tranquila durante la cena — Me quedé con la duda hoy… ¿Por qué quisiste dejar el silencio? —
— Porque primero no quiero incomodarte —señaló comiendo un camarón. Alzó la mano deteniendo mis palabras — Lo sé, no te molesta, pero tampoco quiero acostumbrarme porque los pensamientos son una realidad Bella —
— De acuerdo —suspiré
— Y en segundo lugar porque si algo ocurre necesito poder alejarme del silencio de forma voluntaria —explicó
— Bien, eso tiene sentido —aseguré tomando un bocado de fideos
— Por eso prefiero poder controlar cuando ocurre —señaló. Asentí comiendo otro camarón. Nos mantuvimos en silencio disfrutando nuestra comida.
— Estoy llena —admití dejando mi cajita de fideos vacía. También había acabado con los camarones.
— También yo — asintió bebiendo de su refresco
Dejó el vaso sobre la mesa antes de recargarse en el sofá y atraerme a su pecho. Me acurruqué cómodamente sobre él y suspiramos alimentados y felices. Sus dedos comenzaron a acariciar mi cabello suavemente, deslizó sus caricias por mi cuello estremeciéndome y enviando escalofríos por todo mi cuerpo.
Me aferré a su playera intentando mantenerme bajo control, estaba disfrutando mucho de sus caricias.
— Se siente bien — murmuré
— ¿Me besas? —preguntó suavemente contra mi cabello. Alcé el rostro buscando sus labios y suspiró contra mí.
Sus manos se deslizaron por mi cuerpo apretando a su paso, me puse de rodillas sentándome sobre él.
— ¿Sabes? Lo que ocurrió antes de la cena…—suspiré cuando sus labios bajaron por mi cuello
— Lo sé —aseguró
Tiré de mi blusa quitándomela y sus labios se envolvieron alrededor de mi pezón mientras jugaba con el otro entre sus dedos. Deslizó su mano libre hasta mi espalda soltando el sostén y apartando la prenda lamió y succionó mis senos sensibilizándolos.
— Edward —gemí meciéndome contra él
Gruño contra mi piel bajando su mano a la cinturilla de mi pantalón y adentrando su mano por debajo de mi ropa interior. Me arqueé gimiendo su nombre nuevamente
— Necesito probarte —murmuró girándonos
Me sentó sobre el sofá arrodillándose en el suelo entre mis piernas, tomó mis labios entre los suyos y tiró de mis pantalones quitándonos. Se alejó de mí recorriendo mi cuerpo con sus ojos.
Se inclinó besando y mordiendo el lado interno de mi muslo hasta llegar a mi ropa interior, apartó la tela dando una lamida y mi clítoris palpitó.
— Deliciosa —murmuró volviendo a lamerme
Edward's P.O.V
Los dedos de Bella se aferraron al sofá, ella era realmente deliciosa y sus suaves sonidos me desquiciaban. Deslicé mi mano por su muslo y adentré dos dedos en su interior
— Edward —lloriqueó arqueándose
Succioné su clítoris adentrando mis dedos en ella una y otra vez, su cuerpo comenzó a temblar estrechándose a mí alrededor y gritó dándome más de su sabor. Retiré mis dedos de ella lamiendo mis labios y subí pequeños besos por su estómago hasta sus tensos pezones, adoraba sus senos.
Sus manos acariciaron mis brazos hasta nuca aferrándose de mí, tiró de mi playera quitándomela y acariciando mi espalda. Bajé su ropa interior y comenzó a desabrochar mis jeans.
— Edward, preservativo —pidió besando mi hombro
— Tengo —respondí metiendo mi mano en el jean y sacando tres paquetitos y dejándolos a su lado. Soltó una risa y sonreí besando su mejilla. Frotó mi erección por sobre la tela de mi bóxer.
— Ah, Bella —gemí. Bajó mi bóxer tomándome en su mano — ¿Aquí o en la cama? —pregunté
— Aquí y en la cama — respondió besando mis labios
Tomó uno de los paquetitos rompiéndolo y sacando el preservativo, lo colocó y masajeó mi miembro viéndome divertida. Tomé sus manos llevándolas a mis hombros y besé sus labios moviéndome por su intimidad
— ¿Lista? — pregunté acariciando su clítoris con mi glande
— Lista —gimió. Me acomodé en su entrada empujando suavemente hasta estar por completo en su interior, sus uñas de clavaron en mi nuca y se arqueó. Me incliné tomando su pezón en mi boca y succionando— Oh, maldición —lloriqueó
— Te adoro — murmuré subiendo mis labios por su piel hasta sus labios. Salí de su cuerpo volviendo a entrar en una rápida y profunda embestida.
— Hazlo de nuevo —rogó. Sonreí saliendo por completo y dejándome llevar hasta lo profundo de su cuerpo — Oh, justo así —gimió cerrando los ojos
— Abre los ojos amor, los necesito —murmuré sin detener mis movimientos. Abrió los ojos nublados de placer y un fuerte latigazo de placer estremeció mi cuerpo.
— Hermoso —susurró besando mis labios
Gemí contra ella deslizando mi mano por su cuerpo y jugando con sus pezones, gimió contra mis labios volviendo frenéticos mis movimientos.
— No dejes de mirarme, por favor, no lo hagas —supliqué sintiendo su cuerpo estrecharse
Mi orgasmo se comenzó a formar en mi interior, deslicé mi mano por su estómago hacia su intimidad haciendo presión con mi pulgar sobre ella y gritó. Atrapé sus sonidos con mi boca, no detuve mis movimientos y lloriqueó contra mis labios
— Ed-dward —
— Lo sé, lo sé — sonreí — Lo sé, me encantas, lo sé —repetí haciendo círculos sobre ella. Se sacudió contra mi enterrando aún más sus uñas en mi piel y mi cuerpo tembló conteniendo el orgasmo, iba a correrme en el mismo momento que ella lo hiciera — Juntos bebé, juntos —supliqué
— Ya… ya no puedo —gimió
— Déjalo ir bebé, estoy aquí —
Se arqueó gritando y escondí el rostro en su cuello succionando y besando su piel, sus uñas arañaron mis hombros estremeciéndome. Me corrí fuerte y profundo en ella.
— Te quiero —suspiró acariciando mi cabello húmedo
— Y yo —respondí besando su piel. Salí de su cuerpo suavemente y me quité el preservativo. Besé sus labios sosteniéndola antes de ponerme de pie y llevarla a la habitación — Los chicos van a venir —
— Lo sé, yo me encargo —respondí besando su frente al dejarla sobre la cama
Aventé el preservativo en la papelera de su habitación antes de salir del cuarto, acomodé la sala y recogí nuestra ropa regresando al cuarto.
Bella me recibió con los ojos cerrados y una sonrisa relajada recostada en la cama.
— Hermosa — murmuré recostándome a su lado. Sonrió más deslizando una pierna por sobre la mía, la sostuve rodeándola con mis brazos y mimándola.
— Quiero azúcar —comentó algunos minutos después. Solté una risa besando su hombro
— Puedo ir a comprar algo —ofrecí
— En este departamento siempre hay azúcar, Edward —rió
— A veces creo que su piel es así de dulce porque comes mucha azúcar —comenté— Sé que no es posible, solo eres tú, pero parece tener sentido —
— Mmm —sonrió
— Lo siento, puedo ser un poco…—dudé deslizando mis dedos por su espalda — Idiota, lo sé —
— ¿Idiota? ¿Por qué? — preguntó. El ceño de su frente se frunció y lo acaricié suavemente.
— Porque soy cursi —respondí
— No eres cursi, eres lindo —sonrió besando mis labios— Deja de dudar de lo que das, ¿Por favor? —
— No lo hago a propósito —aseguré— Pero sinceramente… no sé si estoy haciendo las cosas bien —
— ¿Por qué no? —preguntó
— Nunca tuve un ejemplo que seguir Bella —murmuré— Nunca vi a un padre amoroso con su esposa, no hubo familiares… no hubo nada —
— En mi opinión lo estás haciendo espectacular —sonrió dejando pequeños besos en mi rostro
— Ahora que recuerdo…—dudé— Si hubo alguien, había una pareja amiga de mis padres que me hicieron ver algunas cosas —
— ¿Cómo qué? — preguntó
— La dulzura, el cuidado, ellos nos traían dulces para nosotros —expliqué recordando a la amable pareja
— Nunca lograron… ¿Decirles lo que ocurría? —preguntó
— No, no estoy seguro del porque en realidad, solo no lo hicimos —respondí encogiéndome de hombros
— ¿Recuerdas sus nombres? — preguntó
— Si, Carlisle y Esme Cullen —asentí
— ¿Cullen? —preguntó curiosa
— Alice tomó el apellido por ellos —respondí
— Debieron ser especiales para ustedes —murmuró
— Lo fueron — asentí besando su cabello
— ¿Los buscaron? —
— No, eran amigos de mis padres —señalé— Eso no los hacía confiables, quizá solo algo rebeldes por darnos dulces pero en realidad no confiábamos en nadie, éramos muy niños cuando ellos estaban en nuestra vida, luego nos mudamos y no volvimos a verlos —
Bella dejó un beso en mi hombro y deslizó su mano por mi espalda mimándome
— Todo eso terminó, estas aquí, conmigo — prometió rosando sus labios en mi piel— Estás aquí, siendo querido, besado —
— Entonces… ¿Estoy haciendo las cosas bien? —pregunté rosando mi nariz por su mejilla
— Si, cada día te quiero un poco más Edward —suspiró apretando sus dedos en mi espalda. Sonreí — No temas, estás a salvo —
— Gracias — murmuré apretando mis brazos a su alrededor
Sus labios subieron por mi cuello hasta mi rostro
— ¿Quieres saber cuánto te quiero? — preguntó contra mis labios
— Muéstrame cuanto —suspiré apretando mi agarre sobre mi cuerpo. Empujó mi hombro haciéndome recostar sobre la cama y besó mis labios bajando sus besos por mi cuello, pecho y estomago hasta mi miembro — Bella —gemí cuando lamio mi glande
Se deslizó a mí alrededor y me estremecí cerrando los ojos con fuerza.
— Sabes bien —murmuró contra mi piel
— Maldición —protesté aferrándome a las sabanas. Su lengua trabajó sobre mi haciéndome palpitar —Bella, preservativo, por favor —
Soltó una risa antes de llevarme profundo en su boca, mi cuerpo se tensó y mordí mi labio inferior con fuerza, sentí el sabor de la sangre pero realmente no me importó.
— Apártate —pedí. Negó a mí alrededor causando vibraciones, no podría escuchar nada, mis sentidos estaban centrados en ella y en el placer que su boca estaban dándome. Una suave nube negra nublada mis sentidos y no pude retener más tiempo mi orgasmo.
Grité y mi respiración se hizo trabajosa, escuché su risa y abrí los ojos lentamente saliendo de la bruma que me había atrapado.
Bella estaba sobre mí, ni siquiera la había notado moverse, sus labios estaban brillosos e hinchados. Me senté besándola con fuerza y soltó un chillido de sorpresa.
— Voy a terminar en el infierno por haber disfrutado tanto de eso —murmuré
— Te lastimaste —señaló acariciando mi labio inferior con su pulgar— Puedo curarlo —
— Luego, quizás —respondí tomando un preservativo y colocándome rápidamente, besé sus labios acariciando su estómago de forma descendente hasta alcanzar su clítoris y acariciar de forma circular con mi pulgar
— Edward —gimió
— Dime que la humedad es por mí — pedí bajando mis labios a sus senos
— Es-es por ti —
— Me fascinas —confesé adentrando dos dedos en su interior. Se arqueó recargando sus manos en mis rodillas— Maldición, tan húmeda —murmuré rodeando su cuerpo con mi brazo libre y atrayendo sus labios a los míos
Gimió contra mis labios y alejé mi mano de ella acomodándola sobre mí, recargó su frente en la mía dejándose caer suavemente.
— Esto es bueno —suspiró aferrándose de mis hombros
— Es muy bueno —prometí alzándola y empujando con mis piernas hacia arriba
— Oh —
— Eso también es bueno —señalé volviendo a repetir el movimiento
— Lo es —rio cerrando los ojos. Bajó su cadera encontrándome a mitad de camino y apreté mis dientes con fuerza, era muy bueno.
Sus senos atrajeron mi atención nuevamente y atrapé uno de sus pezones entre mis labios, succioné sintiéndome sediento de ella, cambié de pezón arrastrando mis labios por su piel.
— Perfecta —murmuré contra su piel. Sus uñas se enterraron en mis hombros aumentando la velocidad de nuestros movimientos — Perfecta —
— Edward —gimió arqueándose. Empujé con decisión y su cuerpo tembló, lo hice de nuevo y de nuevo — Ah, estoy…—
— Déjame verlo —pedí apretando mis dientes con fuerza, estaba cerca, muy cerca. Su cabeza cayó hacia atrás y un grito salió de sus labios al mismo tiempo que su interior se ceñía con fuerza a mí alrededor. Sostuve su cuerpo haciendo ortos pero rápidos empujes en su interior. Enterré mis labios en su cuello gimiendo contra su piel viniéndome en su interior.
— Nada mal para alguien que… no se cansa —rio con la respiración rápida — Logro que tu respiración se detenga —
— Solo tú puedes —reí contra su piel. Se alejó suavemente de mí besando mis labios
— Me alegro de ser la única que puede hacerte esto —susurró besando suavemente mis labios
Deslicé mis manos por sus costados y la besé suave y dulcemente aferrándome a sus mejillas. Se movió lentamente dejándome salir de su interior y sostuve el preservativo antes de quitármelo y anudarlo.
Besé su frente antes de ponerme de pie y aventar el condón a la papelera.
— ¿Azúcar? —pregunté
— Por favor —rio— hay helado de galleta y vainilla —
Asentí guiñándole un ojo poniéndome mi bóxer antes de salir del cuarto hacia la cocina, una vez allí tomé una botella de agua dando unos cuantos tragos antes de buscar el helado dos cucharas.
Regresé a la habitación y Bella se había cubierto ligeramente con las sábanas, me senté a su lado pasándole la botella de agua y besando su hombro
— Gracias, estaba sedienta —asintió bebiendo agua— ¿Cómo está tu labio? —
— Está bien, solo un poco tirante —admití pasándole una cuchara y abriendo el pote de helado
— Deberíamos limpiarlo —señaló
— Deberías besarme o comer helado, desinfectarlo no es necesario —prometí
Besó mi labio lastimado divertida antes de meter la cuchara en el pote de helado.
—Bueno, imagino que significa que te gustó —rio llevándose el helado a su boca. Tomé una gran cantidad de helado llevándomela rápidamente a la boca, necesitaba enfriar mis pensamientos rápidamente antes de asaltar nuevamente a mi novia — No entiendo porque los fumadores quieren un cigarrillo luego del sexo, el helado o la azúcar en general es mucho mejor —
— Dices eso porque a ti te gusta lo dulce preciosa —respondí tomando otra cucharada de helado. Se encogió de hombros lamiendo su cuchara y desvié mi mirada evitando tener más pensamientos sucios. El intenso olor a sexo en la habitación no ayudaba a mi resolución.
— ¿Ocurre algo? — preguntó
— Nada —aseguré. Asintió poco convencida y continuó comiendo helado. Unos cuantos minutos después tomó mi playera y se vistió con ella antes de ir a guardar lo que quedaba de helado.
Hubiera preferido que fuera desnuda pero… preferí no decirlo.
Cuando regresó se acurrucó bajo las mantas contra mi cuerpo y la rodeé con mis brazos.
— Debo decir que fue un agradable día —admitió— Aun con lo muy cansada que estoy —
— Tienes toda la noche para recuperarte —prometí besando su cabello
— Mmm si, una muy relajante noche de sueño —rio. Sonreí besándola nuevamente
— Buenas noches, preciosa —
—
La noche anterior a la feria de atracciones a la que Alice nos convenció de ir Bella se quedó en casa, dormí abrazado a ella toda la noche. Las mejores noches eran las que dormía abrazado a su cuerpo.
— ¡Edward! ¡Bella! — escuché a Alice gritar a nuestro lado luego de que la puerta de mi habitación fuera abierta con fuerza
— Maldición Alice, vete de aquí — pedí apretando las frazadas alrededor del cuerpo de Bella y del mío— Estamos poco vestidos, ¡Sal! —
— ¡Apresúrense y dense una ducha! —exclamó dejando la habitación
Protesté dejando caer mi rostro contra la almohada y cerrando nuevamente mis ojos
— ¿Qué le ocurre? — preguntó Bella acurrucándose más contra mi pecho
— Está emocionada y probablemente vaya a hacernos enloquecer hoy —admití
— ¿Vas a poder con ella? —preguntó
— Tengo qué, también quiero ir — reí
— Puedes… quedarte en mi mente — murmuró deslizando su mano por mi espalda
Abrí mis ojos viendo los suyos frente a mí, sonreí alzando mi mano y acariciando su mejilla.
— Quizá acepte tu propuesta —asentí— A cambio puedo conseguir cosas bonitas para ti en los juegos —
— ¿Por qué creo que entre tú y tus hermanos van a dejar a la feria en quiebra? —preguntó divertida
— Puedo intentarlo…—respondí guiñándole un ojo. Golpeó mi hombro divertida sentándose sobre la cama y desperezándose.
La miré, era preciosa.
— ¿Quieres compartir la ducha? — preguntó completamente ajena a mis pensamientos
— Hoy paso, Alice no va a tener paciencia para esperar a que termine conmigo —
— De acuerdo entonces — respondió ruborizada poniéndose de pie. Tomó sus cosas de aseo de su bolso y se metió dentro del baño.
Cerré los ojos y reí, mi vida había cambiado mucho, era realmente feliz y adoraba a Bella, la amaba, sabía que lo hacía y estaba seguro de que ella aun necesitaba algo más de tiempo, eso estaba bien por mí.
No era el único que estaba feliz, mis hermanos lo estaban también, nunca los había visto tan felices como en este momento. Rogaba y deseaba que esta felicidad nunca se terminara.
Bella seguía un poco molesta conmigo con mi pesimismo, pero nunca había tenido algo tan bueno como ella y eso aún era un poco difícil de creer.
Cuando Bella salió de la ducha envuelta en una toalla blanca me puse de pie y me adentré en el baño, respiré el olor de sus productos de ducha e ignoré mis ganas de regresar a la habitación. Realmente necesitaba controlar mi necesidad de ella.
Cuando salí del baño Bella estaba recostada sobre la cama jugando con su móvil, estaba usando una blusa roja y un jean oscuro. Me dirigí al armario en busca de ropa, el móvil de Bella sonó.
— Hola papá —respondió la llamada. Me puse mis boxers atenta a su conversación— Vaya, eso no lo haces seguido —señaló. Alcé la mirada y Bella me miraba— Claro que no papá, no me molesta que quieras venir a visitarnos —aseguró— Por supuesto, cuando tengas los boletos llámame —pidió. Tomé unos jeans oscuros poniéndomelos — De acuerdo, nos vemos —
— ¿Viene de visita? — pregunté de forma distraída buscando calcetines y una playera antes de caminar hasta la cama
— Si viene pero no tienes que verlo —aseguró sentándose sobre la cama mientras me ponía los calcetines— Al menos… ya sabes, como mi novio —
— En realidad creo que sí debería —señalé viéndola— Lo que siento por ti no es pasajero Bella —
— Lo sé pero no tienes que conocerlo aun — negó
— ¿Cuándo viene? —pregunté
— En la próxima semana —respondió
— La decisión es tuya amor, si quieres que lo conozca como tu amigo eso no me molestaría pero si quieres que lo conozca como tu novio está bien para mí —aseguré— Sé que no llevamos mucho tiempo y no estoy seguro de cuanto es apropiado esperar , la decisión es tuya —
— Bueno… —dudó
— No tienes que decidirlo ahora — prometí besando sus labios — Y lo que quieras hacer va a estar bien para mí —
— De acuerdo — asintió
— Ahora bajemos antes de que mi hermana decida arrastrarnos al piso de abajo —pedí poniéndome de pie y extendiendo una mano en su dirección. Asintió tomando y mano y dejándose conducir hacia las escaleras.
— Buenos días — saludó Bella cuando atravesamos la puerta de la cocina
— Hola, ¿Café Bella? — preguntó Emmett quien estaba frente a la máquina de capsulas
— Si, por favor — asintió Bella ayudando a Rose y a Alice a acomodar los muffins sobre la isla de la cocina
— ¿Los muffins son hechos en casa? — pregunté mientras buscaba una capsula de café y una de capuchino para mí y se las pasaba a Emmett
— Si, los hicimos con Rose —señaló Alice— Si hubieran dejado el cuarto ayer se hubieran enterado —
— ¿Jasper? —pregunté a Emmett
— Arriba todavía —explicó
— ¿Rose participó en la receta? —preguntó Bella— Dime Alice que no es una de las recetas bajas en azúcar de Rose —rogó
Reí llevando las bebidas a la isla de la cocina.
— Muy graciosa —murmuró Rose— Para que lo sepas tu cuñada me convenció de hacer una receta tradicional —
— Tienes que admitirlo Rose, tus recetas bajas en azúcar son asquerosas —señaló Alice. Jasper entró en ese momento a la sala acercándose a Alice. Me senté en los taburetes escuchando la discusión.
— Pero son más sanas —respondió rose
— Oigan chicas, ¿No es temprano para discutir sobre la cantidad de azúcar que Bella consume? — preguntó Jasper besando a Alice — Buenos días amor —
— Sospecho que Edward está financiando la adicción de Bella —señaló Rose acomodándose en los taburetes unto a mis hermanos— Apuesto a que en su cuarto hay un cargamento de azúcar para Bella —
— No voy a responder nada a eso —respondí divertido
— Bueno, supongo que de algún lado tiene que sacar la energía para estar con él…—señaló Alice viendo a Jasper. Mi cuñado escupió el trago de capuchino que había estado a punto de tragar, mi hermana rápidamente le pasó servilletas para limpiarse.
Me estremecí gradecido de que su mente estuviera silenciosa para mí debido a Bella.
— Asqueroso —murmuró Emmett tomando un muffin de banana. Lo miré alzando una ceja—Ambas cosas Edward, ¿De dónde crees que él saca energía? —
— ¿Podríamos dejar de hablar de sexo como si fuera del clima? —preguntó Jasper recompuesto
— Somos todos adultos Jazzy —rio Alice
— Aun así es incómodo —aseguró Bella cortando un trozo de un muffin de frutilla y llevándoselo a la boca. Tomé uno de banana.
— Y no significa que quiera saber lo que hacen mis hermanos Alice —señalé
— ¡Deberíamos hacer una noche de chicas! —exclamó Alice
— Alice, hermanita, de a un plan a la vez por favor —pedí
— Aguafiestas —murmuró— Dense prisa a desayunar que hay mucho por ver hoy —
Luego de desayunar salimos de la casa montandonos en los autos rumbo al predio donde se llevaba a cavo la feria, había una gran cantidad de juegos y atracciones con una decoración muy colorida, justo como Alice había prometido no era un día muy concurrido pero aun así la cantidad de personas hubiera sido molesta si no tuviera a Bella a mi lado.
Recorrimos los primeros juegos antes de llegar a los de tiro al blanco. Jasper pidió el primer tiro y le dio a cinco de cinco.
— Vaya, impresionante —admitió Emmett
— Uno de mis tutores me llevaba a practicar tiro en el instituto —
— Deporte interesante —señaló Emmett tomando su lugar. Cinco de cinco también, pero eso no era una sorpresa.
Alice y Rose eligieron sus premios orgullosas de sus hombres. Yo preferí no jugar en este.
— ¿Por qué practicabas tiro? —pregunté a Jasper caminando detrás de las chicas que buscaban el próximo juego, Emmett nos escuchaba atento.
— Mis tutores duraban poco tiempo, era bastante rebelde y había visto al padre de Bella disparar varias veces durante sus entrenamientos —señaló— Mi tutor se enteró y me propuso que si lograba estar con mes sin sanciones escolares iba a llevarme —
— Y parece que eres bueno —asintió Emmett
— Lo soy, y si necesito usarlo para proteger a alguien…—señaló viendo a mi hermana
— Eso no va a ser necesario —negué
— Aun así solo quiero que lo sepan —respondió— Sé que probablemente ustedes crean que Bella, Rose y yo somos débiles frente alguna eventualidad pero no lo somos —
— Probablemente Edward tenga razón, eso no va a ser necesario —señaló Emmett —Pero aun así me agrada saberlo —
Bella se había alejado de mí lo suficiente para dejarme fuera de su silencio permitiéndome escuchar los pensamientos de Jasper y su preocupación por mi hermana. No podía evitar cuestionarme cuanto habíamos cambiado la vida de Jasper, Rose y Bella desde que les habíamos contado nuestra historia.
Miré a Bella hablar con las chicas.
¿Realmente había cambiado su vida? ¿O este era nuestro destino? Si no se hubiera cruzado en mi camino no sabría lo especial que es su mente y ¿Cuál era la probabilidad de encontrar a la única persona que lograba silenciar los pensamientos de este modo?
Conmigo o sin mí la mente de Bella continuaría siendo extraordinaria, solo que ella no lo sabría.
Quizá no estábamos alterando al destino, quizá desde el momento en que los seis habíamos nacido estábamos destinados a encontrarnos. Eso ciertamente aliviaba mi mente y me alejaba de la idea de que en realidad solo estábamos arruinando sus vidas.
Las chicas finalmente se decidieron por uno de los juegos en que los patos de plástico se movían y debían atinarle a su blanco. Bella fue la primera en tomar el arma.
— Debo ver esto —señalé caminando hacia las chicas
— ¿Lista muchacha? — preguntó el hombre
— Lista —asintió Bella aferrándose a su arma
— Cuando quieras —asintió el hombre. El ceño de Bella se frunció efectuando el primer disparo, erró. El segundo tuvo el mismo resultado pero el tercero acertó en uno de los patos, Bella sonrió volviendo a disparar y errando nuevamente, el quinto tuvo el mismo resultado. Solté una risa y me miró molesta.
— ¿Puedo intentar? — pregunté
— Ten —farfulló. Le di dinero al hombre para otros 5 tiros. Apunté con cuidado y disparé los 5 tiros a las posiciones más difíciles antes de sonreírle a Bella.
— ¡Tienes gran puntería muchacho! —exclamó el hombre
— Gracias, la señorita va a elegir el premio —asentí
— O puedes utilizar otros 5 tiros y si aciertas puede elegir cualquier premio del puesto —ofreció
— ¿Quieres? — pregunté viendo a Bella
— Si no aciertas todos no me llevo nada —sonrió Bella
— Amor, debes recordar lo que soy —reí hablando en tono bajo antes de darle dinero al hombre nuevamente. Tomé el arma y apunté a cada patito en movimiento dándole a los de mayor puntaje. Le sonreí ampliamente bajando el arma nuevamente.
Bella sonrió besando mis labios
— Eres impresionante —sonrió
— Sabes que soy —me silenció con sus labios nuevamente
— Impresionante —respondió
— De acuerdo —reí. Se alejó de mí mirando los premios y me aparté dejando a las chicas competir
— ¿Qué elegiste? — pregunté rodeando a Bella con mis brazos
— ¿Qué dices de aquel? —preguntó señalando un gran oso panda
— Me gusta, se ve lindo — asentí besando mi mejilla
— Y necesito abrazar algo cuando no duerma contigo —rio
— De acuerdo —sonreí feliz de hacerle tanta falta a ella como ella a mí por las noches
Recorrimos la feria durante el día participando en distintos juegos de habilidades, mis hermanos y yo ganamos todos sin embargo Rose y Jasper no estuvieron nada mal, Bella tuvo algunos aciertos que la dejaron lo suficientemente orgullosa para divertirse.
Cuando comenzó a anochecer Alice nos mandó a comprar comida antes de reunirnos en el sector de mesas de la feria, nos acomodamos allí conversando tranquilamente. Al finalizar la cena y luego de un par de temblores por el frío nos decimos a regresar a casa, entrelacé mis dedos con los de Bella caminando hasta el volvo y abrí el maletero para guardar los premios de Bella.
— Creo que ya decidí que quiero hacer con lo de Charlie —comentó cuando cerré el maletero
— Escucho — asentí girándome hacia ella
— Quiero que lo conozcas — asintió mordiéndose el labio inferior
— ¿Segura? De verdad que no me molesta esperar —prometí
— Si tú te sientes seguro quiero que lo conozcas —asintió— Charlie no siempre puede viajar a vernos asique… ¿Tú quieres? —
— Es tu padre mi amor, por supuesto que quiero —sonreí cubriendo sus mejillas con mis manos— Todo lo que me involucre en tu vida Bella es algo que quiero hacer —
— De acuerdo entonces… sí, quiero que lo conozcas —sonrió suavemente. Asentí besando sus labios.
*El sorrentino es una pasta redonda rellena que con distintos tipos de rellenos, jamón y queso, verdura y pollo, ricota y jamón.
Grupo en face: El secreto mundo de Nani Cullen
(Subo adelantos y encuestas que guían la historia)
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Imágenes disponibles en el grupo
Me han hecho algunos comentarios de que se alegraban de que Carlisle no fuera el padre biológico de los chicos, ahora sabemos si conocieron a Esme y a Carlisle.
Charlie nos va a hacer una visita pronto y va a ser un capitulo muy interesante, Jasper, Rose y Bella nos van a empezar a mostrar que están dispuestos a hacer por ayudar a los chicos.
