Un nuevo comienzo

Los personajes no me pertenecen son de la gran Rumiko Takahashi esto es sin fines de lucro solo diversión por y para los fans.

Recordatorio: este fics está clasificado para mayores de edad, es universo alterno con altos tintes picantes además de lenguaje soez, si no es de tu agrado abstente de leer.

O—

Luego de esa noche de borrachera con mis amigos había decidido dejar de lado mis tontas inseguridades, Akane estaba atrapada en mí querer. Sus besos me correspondían con ansias, hasta ahora siempre nos dejábamos llevar por el calor del momento y eso me gustaba pero también quería saber lo que sentía en realidad por mí. Se colgó de mi cuello y no me soltó hasta que llegamos a su cama, caí sobre ella y me quedó viendo con un brillo especial.

-¿Sucede algo? — pregunté.

-Me gustas — soltó llenando mi corazón de vigor.

-Yo te amo — dije como un bobo.

-Estás loco — respondió soltando una risita divertida.

-Te lo voy a demostrar — hablé con seguridad.

Acaricie su rostro y pronto nos sumergimos en un encuentro único, tanta práctica daba buenos y mejorados resultados, cada orgasmo era un punto a mi haber. Amaba verla retorcerse de placer, uno que le daba solo yo.

Al día siguiente mi plan era invitarla a cenar, ella había accedido de inmediato era nuestra primera cita formal y quería que todo saliera perfecto. El lugar que había escogido no era un lujo pero sabía que le gustaría porque ella era sencilla y alegre.

Nervioso mirando mi reloj, oí su motocicleta acercarse… ella bajó y una vez retiró el casco de su cabeza me sonrió hermosamente. Se veía muy bonita y se lo dije en cuanto se acercó, ella golpeó mi pecho en una reacción tímida que atesoraría por siempre.

Dentro el ambiente era muy social, pedimos la parrillada para dos que pedimos no pudo ser mejor opción, Akane estaba fascinada asando los trozos de cerdo junto a algunos vegetales mientras le contaba mi día en la oficina, íbamos a media cena cuando cuatro personas se nos acercaron a saludar, mi rostro se transformó en cuanto los vi, mi espíritu se apagó y esperaba lo peor. Ex compañeros de la secundaria venían a saludar…

-¡No puedo creerlo, pero si es la popular Akane Tendo! — chilló una de las chicas y Akane sonrió gentil.

-Qué sorpresa, tantos años — respondió mi bella vecina.

-¡Increíble! Sigues igual, no, en realidad más hermosa que antes — dijo el idiota que más se burló de mí en esos años.

-No es para tanto— respondió avergonzada Akane.

-No seas modesta, todos estábamos detrás de ti en ese tiempo— dijo el bobo que le secundaba sus fechorías.

-Y bien, ¿podemos sentarnos? — dijeron y sin poder responder ya habían juntado otra mesa interrumpiendo nuestro preciado momento.

-¿Y tú quién eres? — preguntó la morena.

-¡Oh por Kami no puede ser! — Chilló la de pelo naranja — eres el ratoncito Saotome ¿cierto? Mi rostro estaba completamente desarmado, Akane me vio frunciendo el ceño y es que hasta ahora ella no recordaba mi existencia, pero esas brujas se estaban encargando de hacerle saber el lado más patético de mi existencia.

-Sí eres él ¡pero qué carajos haces aquí! No puedo creer que apuntaras tan alto — dijo el idiota pegándome en la espalda.

-¿A qué te refieres? — preguntó Akane confundida.

-No es nada — me apresuré a decir, pero creo que no me oyó entre las risas burlonas de mis ex compañeros.

-¿No lo recuerdas? Él era el sabiondo de la clase, el nerd, usaba unas gafas horribles y siempre andaba pegado con libros en los ojos — escupió el que me golpeó.

La expresión de Akane al abrir sus ojos me lo dijo todo… me recordaba, pero no como quisiese.

-Te ves igual, no dices nada eres el mismo perdedor de siempre — soltó el otro sujeto y todos se echaron a reír excepto ella, sí, mi amada vecina le cambió el semblante ante el hiriente comentario.

-Mírale la cara, la misma que ponía cuando le daba sus palizas — continuaba mofándose y los demás disfrutaban su maldito alarde.

Fue entonces que Akane tomaba su vaso con cerveza y se la tiraba en plena cara al que acababa de hablar, todos se callaron al unísono.

-Me molesta tu voz — dijo ella golpeando el vaso en la mesa.

-¡Qué te pasa, maldita loca! — escupió enojado, me sentía fatal por sus burlas podrían haberlo hecho toda la noche y me quedaría callado como tantas veces en el pasado, pero insultar a la mujer que amo, eso no, eso jamás.

-¡Pídele una disculpa a Akane! — grité poniéndome de pie, todos me quedaron viendo con los ojos como platos.

-¿Eres idiota por gusto? ¡Por qué me disculparía si ella fue quien me tiró la bebida en la cara! — gritó.

-No te preocupes Ranma, mejor nos vamos — dijo Akane tomando su bolsa y su abrigo.

-Espera un momento — chilló la pelo naranja — discúlpate con mi novio — dijo tomándola por el brazo.

-Suéltame ahora o mañana tendrás toda esa cara de zorra hinchada — soltó Akane furiosa.

-No me digan que interrumpimos su cita, tú la más perra de toda la escuela ahora se revuelca con un perdedor, que coincidencia ¿no? — continuó con su mofa y sus amigos reían de todo lo que decía.

-Fíjate que ese perdedor como le llamas ya terminó la universidad, trabaja para una prestigiosa empresa y en unos años tendrá su propia casa en el centro de Tokio, en cambio tú — la miró de pies a cabeza — por el olor a colonia barata que traes de seguro seguirás lamiéndole el culo al idiota que traes por novio — la mujer la vio indignada.

Era el momento del desastre, la mujer evidentemente ofendida quiso golpear a mi vecina la cual esquivó el ataque sin problemas, no sin antes clavar el rostro en los restos de comida de su propio plato. La morena ni se inmutó y se retiró rápidamente junto al segundón, pero el otro sujeto me tomó por el cuello furioso, de algo debía servir tantas idas al gimnasio y con un solo gancho me zafé del tipo que cayó sobre su chica con el rostro lleno de cebollines y trozos de cerdo.

Nos fuimos no sin antes pagar la cuenta, Akane encendió su motocicleta y me aferré a su cintura. Pronto llegábamos a nuestro edificio, me bajé en silencio y aun avergonzado por todo lo que oyó de mí hace unos minutos atrás, no dejé que me viera la cara y corrí escaleras arriba y entré a mi apartamento como un maldito ratón lleno de miedo, de seguro no querrá verme más, pensé angustiado.

Apoyé la espalda en la puerta y lentamente me fui dejando caer hasta quedar sentado en el suelo, puse el rostro entre mis piernas y el pánico se apoderaba de mí. Recordar como ese grupo y tantos otros se burlaban y aprovechaban de mi poca personalidad abría viejas heridas.

De pronto un toque suave a mi puerta me sacó del trance angustiante en el que me encontraba…

-Ranma, abre la puerta— decía Akane insistentemente.

-Mejor otro día — contesté apenas.

-No permitas que lo que dijeron esos cretinos afecte tu espíritu — decía del otro lado.

Me quedé en silencio por mucho rato, no era capaz de decirle más al fin y al cabo todo lo que dijeron no era una mentira, fui objeto de burla y de incontables palizas en mi adolescencia. Mientras ella ignoraba mi mera existencia, yo la amaba en secreto hasta hace unos días todo ebrio decidí confesarle mi amor.

Había pasado casi dos horas, me levanté con las piernas entumecidas y abrí despacio la puerta por pura curiosidad, de seguro ella dormía, pensé. Pero un peso hizo que la puerta se abriera con rapidez, Akane estaba apoyada del otro lado, su cabeza caía sobre mis pies y quedé sorprendido viendo la dulce sonrisa que me regalaba.

-¿Cuánto tiempo llevas ahí? — exclamé y solo se encogió de hombros, la ayudé a levantarse y estaba muy fría, fui directo a la cocina a prepararle algo caliente pero ella me alcanzó y detuvo mi insípido esfuerzo.

-Quiero decirte algo — comenzó a decir — no me interrumpas — pidió en cuanto notó que lo haría — discúlpame por no recordarte, la verdad es que no lo hice hasta hace un rato. De igual forma pudiste decírmelo, pero luego pensé en las cosas horribles que te hacían y entendí tu postura. Para mí no eres un perdedor, ellos sí. En este poco tiempo me has demostrado lo capaz e inteligente que eres, un tanto inocente pero la experiencia te dará la confianza que te hace falta — dijo con mucha seriedad — no me importa en lo absoluto lo que ellos dijeron, solo me interesa lo que tu sientas — finalizó dejándome atónito.

-Entonces… no te da vergüenza ¿mi pasado?

-Son ellos los que deberían avergonzarse, son basura, creen que con su sentido de superioridad están por sobre cualquiera pero no lo son, nunca lo serán.

-Akane yo… no lo pasé bien esa época de mi vida, es algo que quisiera borrar pero no es fácil.

-Entiendo, pero no me dejes fuera de lo que sientes porque entonces creeré que el amor que profesas no es sincero. Quiero que entiendas que pase lo que pase, puedes confiar en mí — dijo tomando mis manos entre las suyas.

-Lo siento, yo… lo intento pero siento que cada vez que doy un paso adelante pasa algo que me hace retroceder — dije cabizbajo.

-Es parte de un todo, no agaches tu mirada ante nadie. Aprende de tus experiencias saca lo mejor de ellas y lo demás deséchalo.

-Gracias — dije muy conmovido.

-No Ranma, gracias a ti porque hoy me defendiste como nadie lo ha hecho— dijo con orgullo y por primera vez me sentí grande.

-Yo no quiero que nadie te falte el respeto, porque eres muy importante para mí — hablé con confianza.

-¡Muy bien! Entonces tampoco permitas que se vuelvan a burlar de ti, tan solo ¡mírate! Eres un hombre joven licenciado, inteligente de buen porte, muchas estarían a tu merced.

-Yo solo te quiero a ti — me apresuré a decir y ella sonrió ante mi comentario.

-Vamos a la cama que hace frío— dijo jalándome.

-Pero y el té…

-No necesitamos té, vamos a entrar en calor los dos — dijo levantando las cejas coquetamente, recién entonces comprendí su señal.

Mi primera cita había sido empañada por inescrupulosos, poco a poco notaba lo comprensiva y linda que era Akane conmigo, el frío había pasado a segundo plano desde el momento en que nuestros cuerpos rosaron sobre mi cama. La amaba y nada ni nadie inclusive mis absurdas inseguridades serían piedra de tropiezo para ganarme su corazón.

Continuará…

Estimado lector, tenemos a un Ranma marcado por un evidente bullying en su adolescencia. Uno que vino a arruinarles su linda cita, Akane muestra que el trenzudo se va ganando un espacio en su corazón, todo lo que hace o dice es para que él adquiera la seguridad que tanto le hace falta, no es fácil pero no se rendirá así como él no ignorará sus sentimientos para con ella.

Tierna y divertida esta historia tiene como propósito dejar un evidente mensaje, ámate y respétate ante todo y todos.

Si te ha gustado déjame tu preciado review, amo leerlos.

Desde Chile una fanática más de Ranma ½

Sweetsimphony._