Athanasia observaba a su nana buscar un vestido para ella, ese día Isela venia al palacio a jugar un rato con ella.
—Lily, papá dijo que me iba a dar una sorpresa -menciono bastante curiosa- ¿sabes que es?
—No Princesa, no se que es ¿esta emocionada?
—Lo que sea no importa -dijo feliz moviendo los dedos- yo soy feliz cuando papá esta conmigo.
—Su Majestad la ama -dijo sonriendo con ternura- por eso le llena de regalos para que vea que la quiere mucho y esta atenta a usted.
—Ahora tengo la oportunidad de ser feliz, siendo un poco egoísta... -murmuro tan bajo que Lily no escuchó nada, pero nego rápidamente y se levanto de la cama- ¡vamos Lily, Ise nos espera!
—Espere Princesa -la detuvo riendo al ver sue se acercaba a la puerta en pijama- debe cambiarse, no creo que quiera recibir a la señorita Isela en pijama.
—Se me olvido por completo.
Lily comenzó a reir por su inocencia agachándose para quitarle la pijama y cambiarle, una vez lista solo le hizo un moño desordenado en lo alto de su cabeza.
—Esta lista Princesa -dijo con una pequeña sonrisa- vamos al jardín, ahí debe estar ya la Señorita Isela.
—Si Lily.
Pov. Claude.
Hoy tengo mucho papeleo que hacer, hoy no podía estar con Athanasia por lo que mande a llamar a esa niña para que estuviera con ella.
—Majestad -me llamó y observe a Félix quien sonreía de oreja a oreja- usted es un padre muy amoroso, mire que mandar a la señorita Melien al no poder estar con ella.
—Callate.
—Es considerado -siguió diciendo puras habladurías aunque es cierto, pero no lo voy a admitir y suspire molesto- por cierto Majestad, la Señorita Magrita ha estado pidiendo tener una audiencia con usted
—Rechaza.
—Esta bien Majestad.
—"Maldita cree que le haré caso, que sienta lo que sentía Athanasia cuando no le hacia caso por su culpa" -pensé una vez que Félix se haya ido de la oficina y me recargue en el respaldo de mi silla- pero ahora que lo veo las cosas están cambiando mucho a como yo las conozco.
Seguí escribiendo la tinta me marea como en el pasado cuando caí en cama fui perdiendo todo lo referente a los sentidos y solo podía sentir mucho dolor cuando ella utilizaba su magia negra en mi cuerpo... Fue difícil, pero sabia que era mi karma del todo el daño que le hice a Athanasia.
—Diana, mi amado Sol... Como te extraño, en el futuro quise borrar tu recuerdo de mi cabeza odiando a esa niña, que lo logre haciéndole mucho daño -murmuré mirando al techo y deje la pluma a un lado de los documentos quería descansar un momento de este insoportable olor- me cegue por el dolor y la tristeza al haberte perdido por culpa de ellos, tu recuerdo se fue borrando cada que pasaba momentos con esa basura.
(...)
Pov. Normal.
Athanasia reía con Isela mientras tomaban el té en el suelo sobre una manta, ambas reían de su plática.
—Isela -le llamó apenada jugando con el borde de su taza- ¿podría ir a su casa en estos días?
—Claro Atthy eres bienvenida a ir cuando quieras -aceptó muy sonriente tomando sus manos- como a mi querida Princesa le gusta los libros, le prestaré algunos que tengo ahí guardados y no me da tiempo de leerlos.
—Gracias Ise.
—Princesa...
Ante ese llamado Athanasia volteo encontrando a Zenith que le miraba curiosa, la castaña tenía un vestido violeta con unos moños en su cabeza.
—Hola señorita Magrita -saludo Athanasia con una leve sonrisa inclinando un poco la cabeza en forma de saludo- ¿que la trae por aquí?
—Estaba dando un paseo, me aburrí mucho estado sola en el Ruby -comento moviendo sus dedos nerviosa y observó a Isela quien fruncía el ceño al ver a la castaña ahí- así que al pasar la vi y quise acercarme a usted, pero no pensé que estuviera acompañada...
—Ella es mi mejor amiga, Isela -presentó ahora incómoda en la forma que Zenith miraba a Isela- Isela, ella es la señorita Magrita.
—Así que tu eres la niña que arruino el cumpleaños de Atthy -dijo enojada levantándose y encarando a la otra niña quien se hizo para atrás sin dejar de mirar a Isela- si dices ser su hermana, debiste esperar otro momento para presentarte, pero en cambio lo hiciste cuando se estaba celebrando su cumpleaños.
—Es que Tío...
—Tu tío nada, le debiste decir que no por consideración -siguió diciendo cruzándose de brazos, sus pequeños brazos sobre su pecho- ¿como crees que se sintió Atthy cuando paso eso?
—Yo...
—Tenemos la misma edad señorita Magrita -dijo alejándose de ella para sentarse a un lado de Athanasia que miraba asustada y asombrada al ver esa actitud- pero si yo estuviera en sus zapatos hubiera esperado hacerlo en un momento adecuado para no arruinar nada en el proceso.
—Yo no quise hacerlo...
—Pero lo hizo -dijo y le dio la espalda mirando a Athanasia- Atthy sigamos platicando, la verdad ya estoy molesta con la presencia de la señorita Magrita.
—Isela...
Félix iba llegando al jardín cuando vio que Zenith se encontraba con las otras dos niñas quienes se levantaban listas para irse de ahí, así que se acerco a ellas.
—Princesa -le llamó con una sonrisa y la rubia le miró- ¿ya se van a retirar?
—Sí Félix -contesto con una leve sonrisa y miro preocupada a Zenith- lleven a la señorita Magrita devuelta al palacio Ruby, no dejen que se vaya sola.
—Si Princesa.
Zenith se alejo de ahí con un guardia, la pequeña castaña observo a Athanasia que seguía mirándole preocupada sin que Félix e Isela se diesen cuenta.
—Félix ¿papá ya se desocupo? -preguntó desviando el tema y volteando a verle- quisiera estar un rato con él.
—No Princesa, él todavía esta muy ocupado y necesita hacer mucho hoy -explicó aún con su sonrisa, pero con una aura de cachorro- para mañana estar desocupado dijo que se la pasaría con usted.
—¡¿En serio?!
—Sí.
Félix solo toco suavemente su cabeza les ayudó a tomar sus cosas y comenzaron a caminar hacia la habitación de Athanasia, Félix solo podía ver lo feliz que era la pequeña princesa con su amiga, su bella sonrisa no podía igualarse a la de ella, la que solía tener antes de ese momento.
Continuará...
