Fanfiction escrito por mi persona, sin fines lúdicos, basado en la obra de Ichiei Ishibumi, las novelas ligeras HighSchool DxD.


Diálogos:

(Amo las oppai) – Pensamientos varios.

"Probando, probando ¿se oye?" – Retransmisiones holográficas, conversaciones telefónicas, etc.

[No quiero hablar de ello] – Ddraig, seres sobrenaturales de categoría superior.

[Aquí hay demasiada perversión, mierda de autor] – [Dama del Lago]

(Duro contra el muro) Pensamientos internos.


Advierto que en este fanfiction puede haber temas sugestivos o leves actos sexuales que puedan ofender/alarmar/molestar al lector. A quien no le guste, lo considere excesivo o no se sienta cómodo... Adiós y que le vaya muy bien la vida.

A los de piel y ojos sensibles, Ichiei esbozó Slash/Dog como una historia monógama para su protagonista, algunos fans no vieron con buenos ojos ese giro comercial para mejorar ventas, yo respeto su idea inicial y he reutilizado a Lavinia y Suzaku. A quienes no se sientan cómodos ya saben dónde está la puerta, cerrad al salir.

Si pese a todo esto decidís leerla. Leedla bajo vuestra responsabilidad y consecuentemente sed respetuosos con el contenido. Nadie os obliga a leerla y yo me estoy cansando de tener que repetir lo mismo una y otra vez.

Los reviews ya no serán respondidos, admito mi falta de paciencia y al no poder garantizar respuestas educadas he decidido abstenerme. Los PM serán respondidos lo más rápido que pueda.


- High School DxD –

[Draconic X Deus]


-Shidou-


-Casa de los Shidou-

Sus deberes no disminuían… No importaba cuanto tiempo le dedicase, la montaña no se reducía lo mas mínimo.

Griselda Quarta se había tomado la formación del Dragón Divino personalmente, muy en serio. Ciencias, lenguas, filosofía, geografía. La exorcista lo estaba bombardeando con todo lo inimaginable.

No es que tuviese problemas con memorizar. Sus ojos retenían todo lo que leía, pero las complejos entresijos de los cálculos matemáticos se le antojaban más entretenidos…

-La magia son cálculos matemáticos, desde teoremas a ecuaciones, encubiertas por letras raros y brillitos multicolor, entender esos cálculos te hará mucho más sencillo poder hacer frente a todo tipo de criaturas sobrenaturales…- murmuró el castaño mecánicamente, sosteniendo su lápiz entre su labio superior y su nariz, girando sobre sí mismo en su silla con ruedas, frente al escritorio de madera negra.

No es que tuviese un apetito voraz por aprender, pero si lo tenía por avanzar. Mejorar, crecer…

Una inquietud que su amiga de la infancia no tenía… Ella era pura alegría, un chorro de aire fresco que esperaba no dejar de recibir nunca…

-… Como no nos poníamos de acuerdo, sensei dijo de votar…- explicó Irina tumbada en la cama del castaño, panza abajo sosteniendo un manga en sus manos, moviendo los pies alegre –Parte de la clase votó por la casa del terror… El resto de chicas queríamos un torneo deportivo…-

Issei, desde su silla, ladeó su rostro, buscando mirar bajo la corta falda de la castaña.

-¿Me estas escuchando?-

-Votación, casa del terror- respondió el chico mecánicamente.

Irina lo miró desconfiada… antes de continuar.

-Pero vino otro sensei… Como había problemas en las demás clases se decidió que nosotros haríamos un salón de té…-

-¿Un salón de té?-

-Llevaremos teteras eléctricas y prepararemos cafés solubles… Con una colecta compraremos bollería y han propuesto que cocinemos bocadillos…-

-Mmm…- volviendo a su posición original, cruzándose de brazos -¿Por qué no al deporte?-

-Yo quería hacer un torneo de básquet… Pero se necesita el recinto para guardar material o algo así…-

El chico volvió a ladearse.

Rositas con ositos… Que infantil.

Aburrido se colocó correctamente…

-Y me imagino que hacer una casa del terror era demasiado trabajo…-

-¡Eso dijo la profesora!- exclamó Irina.

-Está bien… El salón será divertido, y al usar material eléctrico no habrá mucho riesgo… ¿Os disfrazareis?-

-Se está discutiendo… ¿Te gustaría?- preguntó la castaña mirando a su amigo con timidez, sonrojada, escondiendo su rostro bajo el libro.

-Estarás adorable… Aunque podemos repetir en unos años… Crecidita, con más curvas y una falda corta y…

PAM

Irina le había arrojado el cojín a la cara.

-¡Issei-kun! Pervertido!-

Enfadada, Irina dejó la habitación.

Encogiéndose de hombros el joven Hyodo la siguió. Caminando por los pasillos, escuchó como Karen y Touji discutían en el despacho del marido. No alzaban las voces, pero el ambiente estaba tenso, no entre ellos…

Asomándose por la puerta entreabierta, sus ojos rojos visualizaron una especie de revista sobre la mesa de madera negra.

-Son demonios siendo demonios…-

-Han ido muy lejos, Touji-

-Zeoticus me lo dejó entrever… Pero pensar que realmente lo han hecho…-

-Eso es una absoluta y completa temeridad!-

-Karen… ¿Por qué me miras… No… No, no, no!-

-Tenemos el formulario preparado, solo hay que firmarlo y llevarlo al ayuntamiento-

-Karen, no nos precipitemos!-

-Se lo prometí a Miki!-

-Estamos cuidando de él, estamos cumpliendo la promesa-

-Quiero formalizarlo!-

-Karen. ¿Esto tiene que ver con…-

-Touji Shidou. Issei formará parte de la familia, puedes aceptar ese papel o esperar a que Irina se case con él!-

-¿C-casarse? A-antes muerto que dejar que nadie se lleve a mi pequeña!-

-¿Issei-kun?- preguntó Karen sorprendida, viendo al niño en la puerta.

-Intenté evitarlo… Pero me tendieron una trampa…- entrando en la sala –Espero no haber causado…-

-Cariño… No tienes que disculparte!- dijo Karen arrodillándose frente al niño –Haremos de algo positivo todo lo negativo!-

-Es una cuestión de tiempo que lo sepan… Que la Iglesia lo sepa-

-Ufufu…- levantándose, Karen tomó dos objetos -¿Qué hace que la gente te reconozca?-

-Mi nombre-

-¿Y por el físico?-

-¿Mi deslumbrante y varonil belleza?-

Karen rió divertida entregándole los dos objetos.

Un papel y un estuche negro.

-Eres menor, la Iglesia no puede hacer público tu nombre. Y para cuando te gradúes se te conocerá por otro apellido…-

-¿Issei Shidou?-

-En el Inframundo serás un Gremory, acordamos una tregua por tu bien, pero aquí eres mi hijito, eres un Shidou- tomando el estuche entre sus dedos, sacando unas gafas de sol redondas, finas, colocándolas en su joven rostro.

-Karen… Cambiarle el nombre y taparle los ojos no funcionará… En la Iglesia hay personal inteligente…-

-Mi niñito se escapa cuando quiere… No lo serán tanto-

-Entonces…- mirando el documento en su mano.

(Joder…)

(¿Issei Gremory Shidou Hyodo?)

(Esto empieza a parecer ridículo…)


-Croce Di Pietro-

-La creación es rica y diversa…- anunció Griselda escribiendo en le pizarra –Y podemos clasificar dicha creación por como obtienen el poder que les hace más fuertes-

La monja dibujó una esfera, con una raya encima y en lo alto, otra esfera.

Los ojos carmesíes la miraban detenidamente, acariciando el cabello de la arcángel durmiendo con la cabeza apoyada en su muslo. La instructora se había resignado… a ciertas conductas.

-Dios y los ángeles viven en el estrato superior, se alimentan de la radiación divina del sol… Una radiación que es mitigada por el Cielo para que nos llegue a nosotros, dándole vida al planeta y alimentando, entre otros seres, a las plantas-

Su vara pasó a la esfera inferior.

-Otras criaturas, por ejemplo, huyeron del sol, escarbando en lo profundo de la tierra, nutriéndose de la radiación del planeta. Los mayores enemigos del poder sagrado y aquellos que buscan la muerte y la ruina de todo-

-Los demonios!- exclamó un estudiante.

-Correcto. Y esa es otra de las bondades de la barrera que nos cubre desde el Cielo. Deja pasar la luz necesaria para la vida y que, asimismo, nos protege de los demonios-

(Mentira, mentira y de postre, más mentiras)

-¿Los vampiros y hombres lobo entran en alguno de los grupos? Ambos son criaturas de la noche, pero dependen de un astro celeste…-

-Buena pregunta, Hyodo… Esas dos especies en concreto pueden ser catalogadas aparte puesto que no son de creación divina-

-¿No las creó el señor?-

-No, son de creación o aparición más reciente. Son, con una alta posibilidad de acierto, de creación demoniaca-

-¡!-

Issei pasó a mirar su libro de texto, anotando algunos apuntes en su libreta.

(Se alimentan de sangre…)

(Se propagan contagiando humanos…)

(Influenciados por un astro celeste…)

(Todo es… Demasiado casual. Quizás tengan razón parcialmente…)

(Esas dos razas naturales no son)

-¿Puedo?- preguntó Griselda de pie frente a él.

-¿Mmm?-

-Te pasas mis clases leyendo y escribiendo… Estas tan concentrado que no ves cuando se ha acabado la clase-

Incrédulo vio que la clase, de facto, estaba vacía.

-¿Esto de ir contando trolas es normal?-

-¿Trolas?- murmuró Griselda alzando una ceja.

-La mayoría de las clases… La información que dais… Es o imprecisa o directamente, mentira-

La mujer devolvió el documento.

-Negación plausible. Al menos por mi parte- cruzándose de brazos –El mundo es grande, oscuro y está lleno de misterios-

-¿Dios no prohíbe acaso, la mentira?-

-Joven Hyodo… ¿Serias capaz de hacer pública una verdad que hiciese daño a tus seres queridos?-

-Solo digo lo que vosotros enseñáis, no lo que yo crea-

-¿Serias capaz de decirle una verdad que le hiciese daño a ella?- mirando de reojo a Gabriel.

-¿No hay que decir la verdad aunque nos lleve a la muerte?-

-La verdad… ¿Qué es la verdad?-

-Instructora… Empiezo a dudar de lo que se imparte en este centro-

-Entraremos en materia si demuestras estar a la altura...-

-¿Materia de qué?-

-La luna no es el único lugar con una cara oculta-

-Mmm… Eso parece interesante…-

-No te precipites… Primero veremos si tienes lo que hay que tener- dijo Griselda antes de marcharse.

-DXD-

Esperando pacientemente, Issei Hyodo permanecía cruzado de brazos, visiblemente aburrido, frente al maestro armero de Croce di Pietro.

Un hombre anciano, curvado, delgado.

-Excalibur Destrucción aún está en mantenimiento…- informó el anciano, visiblemente molesto con la presencia del niño.

Del insolente niño.

Issei bajó los brazos derrotado.

-El viejo dijo que estaría para hoy…-

-La paciencia es una virtud- mirando al chico con desdén –Y cuida tu vocabulario cuando te refieras a su eminencia…-

-¿Cómo sabes que hablaba de él?- preguntó divertido.

El herrero desvió la mirada refunfuñando.

-Yo no soy paciente… Ahora me veré obligado a entrenar con furullos con mango, matusalén-

-Todas las armas que usáis han sido forjadas por mí, me avergüenza que se estén usando por niños imberbes-

Decepcionado, molesto. Issei inspeccionó la armería.

Su barbilla tocó el suelo al ver a Dama flotando en un rincón bajo ella, múltiples hojas.

(¿Esas son… No… No me lo creo…)

-Anciano… ¿Hay más Excalibur aquí?-

-Nunca se ha conocido a un portador que haya sido elegido por dos fragmentos-

-Eso no responde a mi pregunta… ¿Estas sordo o es que a tu edad la cabeza ya… pum pum puuuuuum?-

-Soy el encargado de mantener en optimo estado las armas enviadas por el Señor, por supuesto que hay más hojas, todas las que no han elegido portador y forman parte del patrimonio de la Santa Iglesia están aquí, en mi poder-

-Vaya vaya…- susurró el chico acercándose a las hojas.

Una pequeña daga con una hoja multicolor.

Una espada bastarda con parte del filo incompleto.

-Las Excalibur son el trabajo de mi vida, he cuidado de ellas durante tantas décadas…-

-Pensaba que estaban esparcidas por toda la cristiandad…-

-Y lo están… Están aquí por orden Papal, como una muestra de buena voluntad… La Iglesia Ortodoxa y la Iglesia Católica, como buenas ordenes hermanas han colaborado por el bien común. Encontrar a dignos portadores… Lástima que nos hemos topado a mancos como tú-

-¿Aun no has superado que Destrucción eligiese mis poderosos cojones?-

El anciano escupió al suelo.

-Pero aquí faltan algunas… ¿No eran siete?-

-Por desgracia Bendición lleva un siglo desaparecida… Se perdió cuando su portador falleció en estas tierras. Llevamos tanto tiempo buscándola sin éxito…-

Issei sonrió con malicia.

-O sea, que las demás Iglesias no confían en ti para cuidarlas…-

-¡Tendrán sus motivos!-

-¿Y la séptima?-

-Dominio. La avaricia y egoísmo de los Pendragon no conoce límites…-

-¿Pendragon? He oído hablar de ellos… ¿Entonces el séptimo fragmento no está en manos de la Iglesia?-

-Negativo…-

-Ohhh… Entonces… Estas son todas…- susurró el chico relamiéndose los labios –Mis otras chicas…- pasando la mano por encima de ellas, sin llegar a tocarlas –La Espada Sagrada de los Sueños… Y la Espada Sagrada de la Transparencia… Solo faltarían la Sagrada Espada del Control, La Espada Sagrada del Mimetismo, y la espada Sagrada del Destello Divino -

- Y Bendición-

-Sí, claro, Bendición…-

-Destrucción ya debería de estar lista… No tardaré en volver… No toques nada con tus sucias pezuñas…-

-Nunca me atrevería…- siseó el chico con las manos en los bolsillos, silbando disimuladamente.

Feliz como un niño en una tienda de golosinas, Issei tomó la hoja incompleta. Sintiendo el poder recorrer su cuerpo. Viendo como la hoja se volvía por completo invisible. Riendo, se miró la mano con curiosidad. Era invisible.

Alzando la misma, Dama recogió la espada entre sus dedos, dejándola flotar junto a las otras.

El dragón alzó una ceja al ver la espada volver a su sitio…

Viendo que no volvía el anciano Issei tomó la espada multicolor entre sus dedos. Riendo de forma traviesa, sintiendo su poder recorrer su cuerpo. Girando la hoja entre sus dedos, el castaño vio como la sala cambiaba de forma... Una interesante ilusión.

La Dama rio contenta, sintiendo como el poder de las espadas resonaba con fuerza.

Bendición, Pesadilla, Invisibilidad, Destrucción, todas en las mismas manos.

La pequeña espada de hoja multicolor empezó a brillar… Y tres figuras aparecieron en la armería.

Una joven morena, dos rubias, todas vistiendo atrevidos bañadores.

El joven, invisible, empezó a bailar emocionado alrededor de ellas, arrodillándose tras ellas, viendo en primera persona como las chicas juntaban sus traseros para su deleite.

Dando por finalizada la travesura le devolvió la espada a Dama, a los pocos segundos la espada estaba en su sitio en la estantería.

Buscando saciar su curiosidad saltó por encima del mostrador, encaminándose a la forja.

-Te he dicho mil veces que no puedes estar aquí-

-Esto es como una tienda de juguetes para mí…-

El anciano lo miró extrañado.

-Entonces… El metal se forja con martillos bendecidos y con círculos mágicos gravados en su extremo…-

-Así es-

-Pero eso son herramientas de patio de colegio… ¿Cómo hacéis las de verdad?-

-No pienso decírtelo-

-Damasco- sonrió el dragón subiéndose a una mesa.

El anciano gruñó molesto.

-Ese es el secreto verdad… Graváis círculos mágicos en las planchas y luego hacéis un damasco por capas… ¿Cuánto se puede reforzar el poder de una espada con cien capas de damasco?-

-Las espadas sagradas que llamáis reglamentarias se forjan de ese modo-

-¿Las Excalibur no?-

-Las Seiken son únicas. Forjadas mediante rituales, técnicas y conocimientos harto tiempo olvidados-

-¿Y los fragmentos?-

-La Espada Bastarda del Rey Arturo se rompió en siete fragmentos, pedazos de un metal imposible de replicar que usamos en cada forja para santificar la espada final-

-Ehhhh… Un momento… ¿Y cómo las forjáis repetidas veces?-

-El fragmento nunca se funde, siempre mantiene la misma forma, solo lo extraemos y lo volvemos a forjar-

-Que trampositos… Pero si el metal no se funde…-

-El metal original es tan poderoso que todo el acero pasa a tener parte de sus propiedades-

-Entonces el efecto apenas debería de poder apreciarse…-

-Podrás hacerte una idea de su auténtico poder…-

-Al contrario que mis compañeros yo no quiero destruir, quiero crear y preservar… Enséñame-

Al anciano le dedicó su mejor mueca de disgusto.

-¿Si te doy unas clases dejarás de incordiarme?-

-¿Qué puedes perder por intentarlo?-

-… Odio a los niños-

-DXD-

(Increíbles las concesiones que tiene la organización en todo el mundo… Y eso que he visto de primera mano de que son capaces los Gremory…)

(El poder de la Iglesia entre los humanos roza lo absoluto…)

(Creyentes, a patadas, con los feligreses obtienen poderes políticos, con los poderes políticos inmunidad)

(Vienes y donaciones de esos mismos feligreses, desde activos a pasivos, herencias, recaudaciones en misas…)

(Y con los poderes políticos nos topamos con la ausencia de impuestos… y la recepción de ayudas y subvenciones)

(Los recursos son prácticamente ilimitados… Cientos de miles de soldados esparcidos por todo el planeta)

(Simplemente el ejército más preparado y numeroso del globo)

(Por no hablar de la hipocresía… Hacen uso de la tecnología más avanzada con la magia estudiada del enemigo)

Issei revisó la extensa cantidad de servicios que ofrecía la institución.

Lo más interesante eran las Puertas de Enoc, el profeta que caminó con Dios. Las Puertas de Enoc eran, en teoría, salas interconectadas con círculos mágicos que unían todas las Iglesias del mundo. Una inmensa red de más de mil palacios de piedra interconectados con sagrada. Así se lo hacían para recorrer vastas extensiones de tierra… Así mantenían el mundo unido… Hace siglos. Altamente inoperativos por su excesiva cantidad de poder requerido y por los modernos sistemas de transporte. La Iglesia prefería movilizar a sus soldados en avión y tenerlos frescos para el combate…

-Esto es muy interesante…- susurró Issei inspeccionando un detallado mapa.

El complejo académico obviamente tenia uno… Y en Japón, para su magnífica suerte… Había tres. Tres portales en las 848 parroquias que había en el país. Nada mal… Una al sur y dos en el centro, relativamente cerca de estaciones abandonadas desde las que podía llamar al tren demoniaco sin peligro de ser observado o descubierto… Nada en el norte pero…

Pero tenía una relativamente cerca de casa… Podía pegarse un salto y estar en casa en… Un par de horas como mucho. Pensativo separó su silla, observando las hojas en la mesa. Extrañado por tanto el concepto como por la historia grabada sobre los demonios.

-¿Qué ganan con una guerra como esta… Salvo… ¿El miedo? Terror… ¿La Iglesia quiere mantener atemorizado a su pueblo?-

BOING BOING

Su cabeza se había desviado unos grados.

No necesitaba girarse para saber que dos pedazos de carne más grandes que su propia cabeza se habían colocado contra su mejilla. Tampoco lo necesitaba para saber que esos dos pechos pertenecían a una mujer que sonreía de tal manera que ella sola podría iluminar el mundo.

Llenarlo de ilusión…

-Iseeeee-

Gabriel frunció el cejo, haciendo un puchero con los labios al ver la mirada seria del dragón fija en sus ojos.

-¿No te alegras de verme?- preguntó la mujer tocando sus mejillas con sus dedos índice.

-Qué haces aquí-

-Verteeeeee-

-¿Lo vuelvo a preguntar?-

-He venido a verteeeeee!-

-Respuesta equivocada…- siseó el castaño peligrosamente.

-DXD-

Llevándose una mano a la frente, la monja encargada de la administración se giró nerviosa.

Recorriendo el despacho sin saber qué hacer.

-¿Debería de llamar a Quarta?- mordiéndose una uña.

PAM

-¡!-

-MMMmmmMmmmmMMMMM-

Incrédula, vio como uno de los estudiantes irrumpía en el despacho… Cargando con una maniatada y amordazada Gabriel.

Caminando con firmeza, descargando el bulto en uno de los sofás.

-Otra vez no…- susurró la secretaria aliviada.

-Me he encontrado esto por el camino… ¿Tendría que estar aquí, no?-

-S-SI, si… La estaba buscando…-

-Que bien que la he encontrado…- sonriendo inocentemente antes de girarse a la rubia, sonriendo con malicia –Tu a trabajar-

-MmMMMmmmmMMMMMM- La rubia protestó, intentando liberarse en vano.

-Muchas gracias de nuevo, joven Hyodo-

-Estoy aquí para servir…-

-Avisaré de inmediato a la hermana Griselda de que hemos encontrado a Lady Gabiel…- La monja, aliviada, regresó a su despacho en la sala contigua.

Sonriendo travieso, el exorcista empezó a revisar todas las carpetas del despacho. No era la primera vez que estaba allí, de facto tenía una ligera idea de todo lo que había en formato papel en ese despacho…

Centrando directamente en el apartado relacionado con el mismo centro revisó y revisó carpetas bajo la atenta mirada de Gabriel.

-Premio…- siseó Issei tomando una carpeta blanca –El sendero de Enoc…-

-¿MmmmMMM?-

-Gabriel, preciosa… Dalo todo de ti en tu trabajo… Papeleo… Lo que sea que tengas hoy!- exclamo el niño despidiéndose con un beso al aire.

-¿Joven Issei… Que tiene bajo el brazo?- preguntó la secretaria viendo al castaño salir corriendo.

-Naaaaaada!-

-DXD-

Inspeccionando el contenido de la nevera, Dulio Gesualdo empezó a sacar recipientes y esparcirlos por la amplia mesa en la cocina, colocando un trapo de cocina por encima del hombro. Encendiendo el fuego de gas, se sirvió una bebida antes de pasar a mirar a su compañero de piso con curiosidad.

-Entonces están puliendo tu espada…-

-Griselda es una bocazas- gruñó el castaño, incomodo en el sofá del salón, leyendo un pesado volumen sin aparente prisa.

-Las Seiken nunca me han creído apto… ¿Qué se siente al pelear con otro ser… de una forma tan íntima?-

-Tu deberías de saberlo, ya lo haces con tu reliquia- dijo el dragón desviando su mirada, alzándola para mirar al rubio.

-No es lo mismo- respondió Dulio girándose, empezando a cocinar –Mi reliquia no tiene una conciencia definida… es más bien como una sensación. Es como estar al sol, sabes si lo haces bien porque el calor asciende… Perdóname por la vaga descripción-

Issei alzó una ceja, pero no dijo nada.

-En mi caso es curioso… Pero no deja de ser algo sobrenatural… ¿Tu puedes hablar con él?-

-Ella-

-¿Es una mujer?-

-Una preciosa morena- respondió Issei pasando página.

-Oh…-

-Mi vínculo es débil, creo que se necesitan más fragmentos, pero no es ni mucho menos una mala persona o eso me parece-

-Por supuesto que no lo es, es un arma sagrada-

-¿Sagrada?- pregunto sorprendido Issei centrando su atención en el exorcista -¿Sabes que algunas Longinus contienen vidas reales selladas en su interior?-

-Por supuesto-

-¿Y crees que milenios de esclavitud son un castigo ejemplar?-

Dulio permaneció unos instantes sin decir nada.

-¿Crees en la obra de dios?-

-Por supuesto que no- masculló antes de volver a su libro –Y creo que tendrías que matizar en sí creo en la obra de dios o en la obra de la Iglesia-

-¿No son lo mismo?-

-Rubito, te tengo por un guaperas inteligente- pasando otra página –Dime que no crees todas las paridas de que dios lo creó todo… Que todos los senderos del señor son inescrutables cuando no se sabe que responder… Que toda la vida que te encuentras tras esa ventana es una obra divina…-

-Issei… Cuestionar la obra de dios…-

-Si te crees que me voy a creer que eres un ferviente creyente vete olvidando-

-Somos exorcistas… Debemos…-

-Somos humanos. Y me importa bien poco lo que la Iglesia diga que tenemos que tener como virtudes porque a ellos les parezca… Somos humanos, y nos movemos por emociones, convicciones… Hasta Griselda está aquí porque le mueve su interés-

-Eso no está bien, Issei-

-¿Por qué no? ¿El interés personal hace que hagamos buenas obras, no es otro de los misterios de la obra divina?-

Dulio se centró en la comida el resto del tiempo.

-DXD-

Dejando un plato caliente en la pequeña mesa junto al castaño, lo acompañó con algunos cubiertos y una taza de té.

-En Japón coméis con té, verdad?-

-Cerveza, pero me vale- mirando el plato -¿Es para mí?-

-¿Dejan beber a los menores?-

-Legalmente no se debería de permitir, pero como somos tan introvertidos siempre y cuando no sea algo muy descarado lo pasamos por alto…-

-¿Hoy no has comido nada, verdad?- sonrió el chico sentándose en otra butaca.

No pasó mucho antes de que el rubio empezase a jugar con su comida.

-¿No crees que sea algo malo?-

-Ahhhh… ¿Quieres que discutamos sobre los conceptos del bien y el mal?-

-…-

-La Iglesia nos está usando. Nosotros los usamos. Ellos nos usan para enriquecerse. Yo los uso para proteger a mi amiga. Griselda quiere servir a fines mayores, esta oportunidad es su trampolín… ¿Te parece que sea lo mismo?-

-… No…-

-¿Cómo quieres usarlos tú?-

-Yo no quiero usar a nadie-

-Vivimos en sociedad. Nos apoyamos los unos a los otros… Nos usamos los unos a los otros… ¿Por qué piensas que eso es algo negativo?-

-…-

-Piensa en el fin. La única de las enseñanzas que hasta la fecha me parece remarcable es que las buenas obras parten del corazón, no de la mente, no de arriba, sino de dentro-

Dulio sonrió levemente.

-Dicho esto actúa en consecuencia-

-¿No le temes al castigo divino?-

-¿Yo? ¿Estás loco?- dejando el plato en la mesa –Yo hago lo que creo cuando creo y como creo. Recuerda esto. ¿Si Dios deja a la libre interpretación su voluntad que derecho tiene a juzgarte? Si las buenas obras vienen de dentro como puedes decidir si una intervención divina atenta contra ese sentimiento?-

-Supongo que la voluntad del señor surge de dentro y viene de fuera- rio divertido.

-Venga va! Eso es absurdo!- acomodándose en el sofá.

-De joven recuerdo que los hermanos tenían que reprenderme constantemente…-

Issei optó por dejarlo continuar.

-Sufría de constantes pérdidas de fe…-

-Fe, otra gilipollez…-

-Yo… Vengo de una pequeña aldea, un pueblo rural en medio de la nada… A pesar de vivir en estos tiempos… Se dio una pequeña… Un conflicto civil, no creo que fuese una guerra… Algunas escaramuzas…-

(¿Este tío no era italiano?)

-Mi familia murió y…- mirando su comida triste –Todos me llaman el humano más amado de dios… ¿Si soy el más amado porque me quitó a mis padres?-

El castaño siguió con su comida. No quería ser irrespetuoso, pero aquello estaba delicioso.

-¿Quieres rebanarte los sesos?-

-¿A qué te refieres?-

-Al ser huérfano se aseguraron que estarías aquí, bajo su cuidado… ¿Sabían que tenías ese poder para cuando murieron tus padres?-

-Piensa en ello-

Dulio permaneció en silencio el resto de la comida.

-DXD-

-Por fin… Mi pequeña…- susurró el castaño sacando la pesada espada de un enorme horno.

-El revenido está acabado… ¿Qué has aprendido de los revenidos?-

-Revenido… Es… Es un tratamiento térmico a un material que se realiza con el fin de variar su dureza y cambiar su resistencia mecánica-

-Muy bien. Que más-

-El propósito fundamental es disminuir la gran fragilidad que tienen los aceros tras el forjado-

-El temple, tras el temple-

-Eso-

-Más o menos has entendido las mecánicas… Solo te he enseñado una ínfima parte de todos los complejos entresijos de la manipulación del metal-

-Pero… ¿Se puede hacer un damasco de múltiples capas de acero grabado?-

El anciano tomó una pipa de madera, llenándola de tabaco, encendiéndola sin prisa, dando una generosa calada al aire antes de responder.

-Se ha probado muchas veces el hacer un damasco con planchas impresas con círculos, pero nunca se ha podido hacer de esa fundición algo funcional. Ni siquiera los damascos encapsulados-

-Pero poder es posible, la misma Excalibur es la prueba fehaciente. Y si…-

-Llevamos siglos estudiando a las Seiken, ninguno de los muchos eruditos ha logrado sacar nada en claro- echando otra calada –Empezaré y finalizaré diciendo que ni siquiera sabemos de qué está hecha. Quizás esa sea la clave-

-Mmm… No sé yo-

-Deja de incordiar… Tu espada esta lista, ahora vete-

-Pero…-

-Pero nada, largo- gruñó el anciano dándole la espalda –Vuelve cuando necesites hacer la revisión de la espada-

-¿Mmm?-

-A partir de ahora tú te encargaras de su mantenimiento-

-¡¿Me enseñarás?!-

-Sí, sí, pero vete ya…-

Tomando su espada… el chico se marchó.

-DXD-

Una espada pesada, en apariencia, levantada y sostenida sin dificultad por el exorcista. Por definición, sentía el poder de Destrucción recorrer su cuerpo.

Un aura envolviendo su cuerpo, iluminando levemente sus ojos.

-Que afinidad… Nunca había visto nada igual…- susurró el anciano.

Incapaz de ver a la Dama del Lago, flotando tras el chico, con todas las espadas flotando a su alrededor.

-Jovencito! Te recuerdo que esta espada no puede abandonar la institución sin el previo visto bueno del…-

-Lo sé, lo sé. No puedo disponer libremente de ella hasta haber aprobado… No soy tan idiota como quieres pensar!-

Issei abandonó la estancia al instante, sin despedirse del anciano, absorto en su alegría.

Al cruzar las puertas, llegando al pasillo, buscó la estancia vacía más cercana. Mirando unos instantes la espada antes de alzar la mirada.

Ahí estaba… Una mujer de largo cabello negro, piel pálida e intensos ojos azules. Vestida con un largo vestido blanco, flotando en agua, flotando en un espacio imaginario sobre él. Un rostro que le antojaba familiar… Las Excalibur que había tocado previamente estaban presentes, flotando alrededor de la mujer.

-¿Son las demás… Espadas?-

Dama no respondió, no reaccionó lo más mínimo.

-Las espadas seguían ahí… ¿Son algo como copias?-

Dama sonrió.

-Así que son algo parecido a copias…- cruzándose de brazos -¿Quieres a Destrucción?-

La mujer negó con la cabeza.

El chico estaba confundido.

-Sea como sea… Ten un poco más de paciencia, encanto…- susurró el chico mirando a Dama del Lago a los ojos –Los fragmentos irán apareciendo… Creo-

La mujer sonreía sumergida en su agua, su cabello mecido por la corriente.

[Hermana…]

(¿Ha hablado?)

[Debes encontrar a mi hermana…]

-¿Hermana? ¿Caliburnus?-

La mujer negó con la cabeza.

[Durandal… Ella ha despertado… Y necesita ayuda]

Issei se cruzó de brazos intrigado por las palabras de la mujer.

-No hay registro alguno del despertar de Durandal… ¿estas segura?-

[Necesita ayuda]

El dragón suspiró derrotado.

-Lo investigaré… Tienes mi palabra-

Dama sonrió agradecida.

-Aunque primero… Bueno, bueno… ¿Qué podemos hacer con estos dones?- se preguntó el chico rascándose la barbilla -¿Cosas buenas? ¿Cosas malas? ¿Un poco de todo?-

-DXD-

Griselda Quarta abandonó el baño con una toalla cubriendo su esbelto cuerpo. Secándose su largo cabello con una más pequeña, arrojándola a un cesto, alcanzando el espejo de cuerpo completo de su dormitorio.

Retirando su toalla, mostrándose como dios la trajo al mundo.

PAM

-¡!-

Alarmada, Griselda se giró al instante, puños cerrados, en posición…

Bajándolos al no percibir nada extraño en su dormitorio…

Volviendo a lo suyo, se inspeccionó frente al espejo.

Grandes pechos, estrecha cintura, largas piernas.

Asintiendo satisfecha sacó su lencería blanca de uno de los armarios.

Braguitas y sostén de encaje con medias y ligueros

PAM

-¡!-

Griselda se cruzó de brazos extrañada…

Acabando de vestirse, se colocó su perfume favorito, abandonando la estancia.

A los pocos segundos, Issei cesó su invisibilidad, completamente ruborizado, sonriendo estúpidamente.

-Papaito… Que bombonazo por Dios!- levantándose lentamente, caminando hasta el armario, tomando una de las prendas femeninas de la mujer –Un regalo para recordar semejante visión…- llevándose la prenda a la cara.

-DXD-

Moviéndose hacia atrás, moonwalk style, recorriendo el sector prohibido de la biblioteca, tomando libros aleatoriamente.

Despidiéndose con un beso del celoso bibliotecario.

-DXD-

Dándole otro sorbo a su botella, Issei pasó página, estirado sobre una tumbona, en calzoncillos, en la parte trasera de la clase.

Una ilusión de sí mismo sentada en su pupitre.

-DXD-

Sentado en el suelo, cruzado de brazos, Issei meditaba en silencio… relajado.

Relajado por el sonido del agua de fondo…

Gabriel se estaba dando una ducha… con la puerta entrecerrada, como siempre.

Rascándose la barbilla, sonriendo maliciosamente…

Levantándose a toda velocidad, corriendo a su dormitorio, quitándose toda la ropa… Alzando la mano para convocar a la Dama del Lago, tomando la espada de la invisibilidad… Entró con todo el sigilo del mundo en el baño.

Cayendo de rodillas al ver la gloriosa figura de la rubia bajo el agua de la ducha. Apretando los puños, alzando los brazos, rugiendo en silencio.

(HUOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!)

Desnuda, completamente desnuda.

Su largo cabello pegado a su espalda, el agua recorrer su exquisita piel.

Los pechos tan grandes y turgentes que el agua apenas alcanzaba a mojar su plano vientre.

Sintiendo sus ojos azules mirar en su dirección, formándose una sonrisa en su rostro… Su sangre empezó a circular con rapidez.

Su cuerpo se encendía… Acercándose peligrosamente, inspeccionando las caderas, su trasero…

La chica estaba posando para él bajo la lluvia de agua caliente…

(Curiosa forma de ducharse…)

Incapaz de poder contenerse sin tocar a la chica… se llevó la mano a su entrepierna.

Empezando a masturbarse con fuerza, de rodillas a un palmo del cuerpo desnudo de Gabriel, Excalibur Transparencia en mano, garrote de hibrido de dragón en la otra.

Gabriel, sonrojada, se apoyó contra la pared, encarando al chico, masajeándose los senos, jadeando pesadamente… Sus rodillas cedieron, sentándose descuidadamente en el suelo.

Osado, descuidado, Issei se incorporó, masturbándose frente a la chica, sintiendo sus ojos mirar en su dirección.

(Joder, joder, joderrrrrr)

Intentando contener la respiración el chico eyaculó con fuerza sobre la rubia, que se sorprendió al sentir las gotas calientes aterrizar aleatoriamente tanto en su rostro como en sus senos.

Unos segundos más tarde… El chico empezó a sudar frio.

Una gigantesca mueca en su rostro.

-No sabe mal…-

-¡!-

Gabriel había recogido las gotas con sus dedos, llevándoselas a la lengua, degustándolas a conciencia.

-Puedes… verme-

-Por supuesto!- sonrió Gabriel contenta.

-Jo…der… Gabriel… Esto no es lo que parece-

-¿Y que parece?- preguntó con inocencia.

(Los seres sagrados o de alto nivel pueden ver a través de Excalibur…)


-Casa de los Shidou-

Irina miraba a su amigo de la infancia con absoluta fascinación.

Tumbados en el pequeño jardín de la casa, el niño había decidido salir afuera para observar el manto estelar.

Sus ojos rojos, tan extraños y familiares, se perdían observando el cielo estrellado. Debía de resultarle muy interesante puesto que ni siquiera pestañeaba.

Issei Hyodo era lo más interesante del mundo para ella.

Tan diferente a los demás niños, tan diferente a todos… No actuaba como ella, no actuaba como ninguno de sus amigos. Le interesaban cosas que a los demás no les interesaban. Se reía de cosas que no entendía, hablaba de cosas que no entendía… A menudo solía pensar que se llevaba mejor con los adultos que con los niños de su edad. Con demasiada frecuencia sentía que ella misma estaba fuera de lugar a su lado. Que lo limitaba, lo retrasaba, le impedía volar… Hasta que el niño se giraba y le sonreía con calidez, derritiendo su corazón. Esparciendo toda duda.

Irina Shidou estaba celosa, celosa de las estrellas. Ellas se estaban llevando toda su atención ahora mismo…

La joven Shidou quería que la mirase…

Y su deseo se cumplió… Los ojos rojos se posaron sobre los suyos.

-¿no te parece hermoso?-

Irina, absorta no respondió.

-Me gusta ver el cielo estrellado… Es algo hermoso que solo se puede ver en ciertas noches… Un lujo infravalorado… Aunque hay algunos más accesibles y continuos-

-¿Cómo cuál?-

-Verte a ti-

Sonrojándose en extremo la niña se abrazó al castaño, quedando ambos recostados en el césped.

-Pero Issei-kun…-

-Dime-

-El Cielo… ¿No está encima?- señalando el cielo.

-¿Qué?-

-Papa dice que los ángeles viven en el Cielo…-

El castaño frunció el cejo, ladeando la cabeza confundida.

-¿El Cielo es el límite?- murmuro quedamente.

-Si subes y subes tarde o temprano te darás un buen golpe con el suelo del Cielo!-

-Oye… Lo mismo tienes razón…-

-Pero Issei-kun… Si eso es el suelo del Cielo… ¿Las estrellas están pintadas allí?-

-…-

-¿Y el sol? ¿Y la luna?-

-¿Por qué me lo preguntas a mí? Vete a preguntarle a tu padre!-

-¡Pero tu estas estudiando! ¡Tienes que saberlo!-

-Pues…-

-¿No lo sabes?-

-Yo no lo sé todo…-

-Lo tendrías que haber estudiado!-

-Quizás me salté la clase…-

-¡Issei, siempre me dices que tengo que ser una buena chica!-

-Así es-

-Y una buena estudiante!-

-Por supuesto-

-Prestar atención y aprender de mis profesores-

-No me podría esperar otra cosa-

-…-

-…-

-¿Y TÚ?-

-¿Yo que?-

-¿Qué estás haciendo en esa escuela?-

-Que voy a hacer Irina… Conocer chicas!-

-¡Issei-kun!- protestó la chica inflando sus mofletes.

-Aprender aprendo… Solo que quizás no sea lo que algunos esperan…-

-Issei-kun…-

El chico miró a la castaña. Irina había colocado su cabeza sobre su pecho, mirándola con sus ojos de cachorro abandonado.

-Qué quieres…-

-No hemos practicado…-

(Joder)

-Issei-kun! Quiero ser exorcista!-

-No otra vez… No de nuevo…-

-Issei-kun! Papa no me da clases! Y yo quiero aprender!-

-Eres una niña! Tu padre es un buen padre y te cuida y te aleja de todo peligro… Y tú, jovencita, tendrías que hacer caso-

-No! Yo quiero ser exorcista! Quiero luchar!-

-Y dale… Serás cabezona!-

-¡Issei-kun! Yo quiero luchar, luchar contigo!-

-No, tú te quedarás aquí y tendrás una educación adecuada hasta que seas mayorcita de edad y…-

-¡Yo quiero luchar a tu lado!-

-Irina…-

-Qué pasaría si un día te envían a una misión y… y…-

-Irina…- gruñó Issei aburrido antes de mirar a la chica, abriendo los ojos.

La castaña estaba llorando, llorando a mares.

-Por favor…-

-Q-que pasa s-si un d-día t-te hacen daño o… snif… o… Y s-si m-mueres… snif… Y m-me dejas sola!-

-¿Eso es lo que te preocupa?- murmuró Issei incorporándose sobre sus codos.

-Y-yo n-no quiero q-que te separen d-de mi…- lloriqueó la niña intentando en vano recogerse las lágrimas que caían por su rostro.

-Irina…- murmuró el dragón volviendo a tumbarse –Si insistes en querer ser exorcista tendrá que ser bajo mi cuidado-

-¿?-

Issei se incorporó, sentándose frente a la niña, recogiendo sus lágrimas con sus pulgares.

-No dejaré que vayas a ningún lugar peligroso si no estoy yo- peinándola con la mano –Cuando me gradúe podré tomar discípulos… Entonces y solo entonces, si Karen está de acuerdo…-

-¿M-me tomarás como a-aprendiz?-

-Puede… veremos-

-¿S-solo como aprendiz?-

-No tientes a tu suerte- estirando suavemente las mejillas de la chica –Y te iré enseñando cositas… Si me prometes una cosa-

-L-lo que sea!-

-Que te vas a alejar de la espada familiar-

-¿Hauteclere?-

-El metal ese que hay colgado en el salón… Ese-

-¿Por qué?-

-Es mi condición-

-No tocar la espada… y me elegirás como aprendiz-

-Es una de muchas condiciones-

-¿Muchas? No! Teníamos un trato!-

-Una de muchas… Tú decides- tumbándose de nuevo.

-Issei-kun! Baka!-

-DXD-

Barbarie. Crueldad…. Aburrimiento.

Con eso podía resumir los Rating Game.

Recurriendo a la autoridad de los Gremory, Issei había usado el palco privado para conocer de primera mano el tan repetido término "Rating Game".

Lo que se había encontrado era un coliseo repleto de demonios sedientos de violencia, brutalidad y salvajismo con el que poder saciar sus ansias de guerra. No es que creyese que los demonios eran violentos por naturaleza, pero quizás esa vida tan indolentemente tranquila era demasiado para ellos y necesitaban de ciertos estímulos para aguantar el día a día.

Tampoco veía que el gobierno actual, progresivo en extremo en comparación con el anterior, estuviese por la labor de eliminar semejante práctica, costumbre.

También mencionar que estos juegos, cual coliseo romano, suponían un importante impulso en la economía demoniaca.

-Ruval… Phenex… Phenex… Como la mocosa y el imbécil de su hermano…- murmuró Issei revisando los documentos sobre su mesa antes de pasar a mirar por el cristal –Un competidor muy competente… Piroquinesis, Aeroquinesis, Hell Fire e Inmortalidad…- pasando páginas –Pero poco tiene que hacer contra su contrincante…-

Roygun Belphegor.

-Una de las tres mejores combatientes… Un combate de exhibición… El niño Phenex no tiene nada que hacer- dijo una voz tras él.

El hombre albino de la fiesta…

-Diehauser-

-Correcto!- respondió el demonio agradecido por ser recordado -¿Puedo sentarme?-

-Adelante…- volviendo su vista al frente.

-¿Es magia?- observando su cuerpo.

-Una habilidad… Nada complicado ni permanente, la uso por comodidad y por su utilidad…-

-Entiendo… ¿estas interesado en los juegos?- acomodándose en una de las butacas, junto a la del chico y la mesa.

-Zeoticus me recomendó ver unos juegos para entender su importancia…-

-¿Lo has entendido? Tu padre te ha recomendado un buen duelo…-

-Como para no hacerlo…- respondió el chico recostándose contra su asiento –Millones de espectadores, apuestas, influencias… Cualquiera puede participar. Cualquiera puede obtener lo que desee mediante el esfuerzo y la constancia. Dinero, reputación, títulos nobiliarios… Aunque me imagino que algo tan brillante tendrá una enorme sombra-

-Afirmativo-

-Me ha sorprendido ver que la muerte no está permitida en los juegos… ¿Es una medida impuesta por el nuevo gobierno?-

-Los juegos no fueron siempre juegos, antes eran luchas a muerte. El nuevo gobierno argumentó que dada la reducida población no nos podemos permitir la muerte continua de nuestros conciudadanos…-

La arena estalló en vitoreos.

-Un mano a mano…- susurró Issei intrigado.

-El joven Phenex se ha quedado sin opciones, Roygun gusta divertirse con sus rivales, ese chico pese a tener talento no está listo para alguien de ese calibre-

-¿Los Phenex no son inmortales?-

El demonio rió levemente.

-Me imagino que por eso te ha dicho tu padre que vengas. Los juegos te ofrecerán otra perspectiva del campo de lucha… Puedes aprender mucho de ellos antes de participar tú mismo-

-Yo no tengo interés en estas cosas, prefiero hacer el amor a la guerra-

-Loable, pero estúpido. Ahora eres un Gremory, tu participación es obligatoria. Es lo que se espera de ti-

-Que esperen-

Diehauser alzó una ceja curioso.

-Pues tu hermana esta ciertamente ilusionada con la idea de participar-

-¿Qué dices?-

-¿No lo sabias?-

-No dejaré que ella participe en algo tan sangriento…-

-Jajaja. No podrás evitarlo… Lo mejor que puedes hacer es estar ahí junto a ella-

-Tú lo que eres es muy listo-

-Jajajajaja- volviendo su mirada al terreno de combate.

Ruval volaba y volaba, esquivando los ataques de la mujer de cabello rosado.

-Esa mujer, es poderosa?- preguntó Issei.

-¿Roygun? La tercera mujer más poderosa seguramente-

-¿La tercera? ¿No es la más… Ah… ¿Los Maou participan en los Juegos?-

-¿Quieres retarlos?-

Issei esgrimió una mueca de disgusto que hizo reír de nuevo al demonio.

-Solo Sirzechs Lucifer ha participado. Como Campeón he de decir que su equipo es el mejor que he visto nunca. Siempre me ha parecido que usaba los juegos para entrenar y prepararse para algo. Y es decir mucho ya que la guerra acabó hace mucho…-

-…-

-La mujer más poderosa del Inframundo es asimismo la más fría y la más complicada de tratar…-

-Serafall-

-Así es…-

-¿Por qué?-

-¿El porqué de su carácter?-

-Ambos tenéis unos añitos… La conocerás-

-Lo cierto es que no… No he cruzado muchas palabras con ella… Pero se la recuerda como una joven jovial y llena de energía…-

-¿Y qué pasó?-

-Su luz se fue apagando con el paso de los siglos… Ajuka Beelzebub me dijo hace mucho que ella era como la luna-

-No lo entiendo-

-Ella no emite luz propia, solo refleja la luz del sol…-

-¿Y cuál es su sol?-

-Ese es el problema, no lo tiene… O quizás lo perdió… Nadie sabe nada. Quizás algún amante perdido en la Gran Guerra…-

De nuevo vitoreos en el estadio.

-El pollo Phenex no lo tiene fácil…- dijo Issei.

-Ruval Phenex no tiene ninguna posibilidad. Sabe que va a perder, ha venido a ponerse a prueba-

-Oh…-

-Pero ya dice mucho de él. Los Phenex son muy orgullosos, tienen inmensos dones que no quieren desarrollar. Ninguno de ellos es un combatiente excepcional, son unos conformistas que se esconden tras sus capacidades naturales y una montaña de ego-

-…-

-Pero este chico parece ser diferente, aunque sus hermanos menores sean otra causa perdida…-

Ruval cayó al suelo gravemente herido, con una apertura enorme en su pecho.

-¡Ohhhh! ¿Esa es la habilidad Grieta?- exclamo Issei echándose hacia adelante.

-La habilidad hereditaria y característica de los Belphegor, si-

-Interesante…- volviéndose hacia el demonio –Eres un demonio con mucha experiencia de combate-

-Sí, correcto. ¿Puedo ayudarte en algo? He oído de tus gustos, no soy muy deseado entre las mujeres, no hay mucho consejo que pueda darte-

-¿Qué fama tengo?-

El demonio rio divertido.

-Como os gusta meteros conmigo…-

-Dime príncipe Gremory, cuál es tu nueva causa de migrañas… Déjame adivinar, otra mujer-

-Una niña- cruzándose de brazos.

-¿La humana?-

-Mi amiga de la infancia…- acariciándose la frente.

-Otra enamorada… Quiere seguirte pero tú no quieres-

-¿Eres mi psiquiatra?-

-Profesor, psiquiatra, asesor… Una lanza-

-¿Qué?-

-Quieres mi consejo militar. Usa una lanza-

-Irina es…-

-Una niña endeble, humana. Oriental. Sin fuerza, quizás con técnica, con suerte agilidad… Lanza-

-Porque-

-Es un arma que ofrece defensa y ataque, alcance y no solo que no necesita fuerza sino que incrementa la poca fuerza que se pueda tener, la aprovecha acorde-

-Karen me mata-

-¿La madre?-

-Si-

-Te mata-

-Vale, supongamos… Yo no sé manejarlas…-

-Eso podemos arreglarlo-

-Aunque lo supiese…-

-Busca algo de calidad y dásela cuando creas que está preparada, la protegerá-

Issei golpeó rítmicamente con su índice la base de la mesa, pensativo.

-¿Te pensarás mi propuesta?-

-No voy a participar en los juegos, aunque Rias insista-

-Tu hermano mayor fue todo un prodigio… Podrías seguir su ejemplo-

-¿Lo echas de menos?-

-Su equipo era excelente. Preciso. Potente. Equilibrado…-

-¿Y los competidores actuales?-

-…-

-¿No hay? ¿Si siquiera el bombón de ahí abajo?-

-En cierto modo, no-

-¿En cierto modo?- cruzándose de brazos.

El demonio no respondió.

-Tannin no suele hablar mucho. Menos de su raza. No sé si creéis en el destino o en la suerte pero… Créeme, te ha tocado la lotería con los Gremory-

-¿Por qué lo dices?-

-Es la mejor familia de demonios con la que podías haber topado…-

-¿En serio?-

-Suelo estar en los coliseos, me gustaría volver a hablar contigo, si tienes tiempo ven, hay muchos duelos de los que podrías aprender mucho…-

-Me lo pensaré…-

-Issei G. Hyodo-

-¿Mmm?-

-Disfruta, disfruta mientras puedas, todos los instantes cuentan. El tiempo no perdona… Disfruta joven dragón. Disfruta mientras puedas-


-Castillo Gremory-

Issei Hyodo se consideraba un tipo… Quizás no el más valiente del mundo, ni el más atrevido… Pero no quería pensar que la palabra cobarde se le podía relacionar con facilidad, a la ligera.

Asimismo también pensaba que había vivido suficientes experiencias como para haber curtido su carácter lo suficiente como para darle fortaleza suficiente, valga la redundancia, como para afrontar lo que surgiese.

Con los años había sujetado armas, sustancias prohibidas… Incluso cadáveres o alcohol… Sus jóvenes manos habían tocado mujeres, el cielo y el infierno. Sus dedos habían acariciado superficies que muchos no alcanzarían a imaginar pero esto lo superaba.

Sentado en el sofá del salón del castillo, Issei buscó ayuda en su madre adoptiva. Venelana sonreía contenta.

Girándose, buscó refugio en su padre, que sonreía perversamente.

-¿Verdad que es adorable?- exclamo Rias frente a él.

Issei no sabía que decir, tras la figura de la belleza pelirroja se escondía un niño de 4 años, pelirrojo, de enormes ojos azules, que tímido, sostenía una manta azulada.

El niño lo miraba fijamente.

Issei volvió a mirar a Venelana, nervioso.

-Míralo… Tan chulito ante los adultos y ahora ve a un niño y no sabe qué hacer!- rió Zeoticus.

-¿Qué hago con él?- preguntó Issei mirando a Rias.

-Adelante, preséntate… Él es Issei, es tu primo- dijo Venelana animada, Issei la miró alarmado.

(El niño que he visto pajareando por aquí… ¿Es el hijo de Sirzechs?)

El pequeño se lo pensó unos instantes antes de dejar el refugio que le ofrecía su prima antes de dar un paso al frente, planchando su ropa con sus manitas, irguiéndose como le habían enseñado.

-El devora donuts-

-Milicas!- exclamo el niño contento.

-El devora donuts-

-Issei… Encantado… de volver… a verte- repitió el pelirrojo contento -¿Issei-onii-sama?-

-Así es, Milicas!- sonrió Rias agachándose tras el niño.

Issei se acarició la barbilla mirando al pelirrojo.

-Ya lo habías visto… Milicas es el único descendiente de los actuales gobernantes, todo lo que está relacionado con él está fuertemente vigilado y controlado. Queríamos habértelo presentado antes pero estimamos que era mejor así…- dijo Venelana.

-El joven señorito insistió en que quería verte después de algunos encuentros fortuitos… Y aún más tras el cumpleaños de la señorita…-

Sin esperar más el niño corrió hacia Issei, subiéndose a su regazo, contento.

-Así que el hijo del demonio más poderoso y talentoso… Venelana… Los demonios tienen niños… Por la vía biológica, verdad?-

-Jajaja. Esto me va a gustar- dijo Zeoticus pasando a mirar a la sirvienta, que desviaba la mirada con toda la intención.

-Así es, Issei-

-Muy bien Milicas…- susurró Issei serio –Dime… ¿Quién es tu madre?-

-¿Mama? Mama es…-

-Jovencito, es tarde y debe bañarse antes de cenar-

Issei alzó la mirada curioso, Grayfia había intervenido con toda la intencionalidad del mundo.

-Qué remedio, ¿nos bañamos? Podemos continuar allí- siseó el joven mirando a la albina –Salvo que quieras venir al baño con nosotros…-

Dejando al pequeño en el suelo, tomándolo de la mano, riendo perversamente.

-¿Rias-onee-sama te bañarás conmigo?-

-¿Quieres bañarte conmigo?- pregunto la pelirroja contenta. Milicas asintió con fuerza.

-Esto mejora! Vamos onee-sama! Todos al baño!- exclamo el castaño emocionado.

El niño se giró hacia su prima, momento que la sirvienta aprovechó para moverse veloz, golpeando al castaño en el estómago, enviándolo volando contra el sofá.

Este aterrizó sentado, quedando con la cabeza gacha.

-Oh… Parece que está cansado…- murmuro la sirvienta con una falsa sonrisa –Seguro que para cuando volváis se ha despertado…-

Milicas ladeó la cabeza confundido antes de mirar a Rias, que le devolvió la mirada con media sonrisa.

Empujados por Grayfia, ambos pelirrojos rápidamente del salón.

-Grayfia… Respetamos tu decisión… Pero cuando vas a decirle a Issei que tú eres la madre-

-La identidad es secreta, así es mejor-

-Pero cielo, él es familia-

-Lo siento, tienes razón…-

-¿No lo sientes así?-

Grayfia negó con la cabeza al instante.

-No, yo mismo lo haré cuando sea el momento…-

-Me alegro de que se hayan caído bien- exclamó Sirzechs –Paso tanto tiempo fuera de casa que me alegro tanto de que ahora vaya a tener un hermano mayor que cuida estar por él-

-Como si el pasase tanto tiempo por casa como tú- refunfuñó el patriarca Gremory.

-¿Molesto por el que tus hijos no estén por la familia?- preguntó su esposa.

-Son unos desagradecidos-

-Creo poder hablar en nombre de Issei al decir que hacemos lo que podemos- sonrió Sirzechs Lucifer mirando al dragón relajado en el sofá –Hacemos lo que podemos…-


-Maravilloso Reino de Oz-

Sus manos temblaban.

Su corazón rebosaba emociones. Ira, rabia, miedo…

Sus mejillas húmedas por las lágrimas cayendo sin cesar de sus ojos. Sus manos golpeando repetidamente su cabeza, intentando, forzándose a recordar, desesperada por conseguir una imagen clara de lo sucedido.

Porque el dolor y la soledad la estaban matando.

El dolor de la perdida, la soledad al no tener a sus padres. La confusión de no saber dónde estaba y que iba a ser de ella. Y el miedo, el pánico a la causante de todo su sufrimiento.

Una prístina muñeca blanca que no cesaba su acoso sobre su persona.

Una presencia omnipresente, que solo ella podía ver y sufrir. No se comunicaba, no hacía nada más que mirarla.

Y la asustaba, la asustaba terriblemente…

Lo peor era el frio… Siempre tenía frio…

-Su único consuelo era su anillo, el único recuerdo de su familia, no sabía dónde lo había obtenido pero era su amuleto de la suerte…

Cuando se lo ponía, demasiado grande para sus jóvenes dedos, sentía su cuerpo entrar en calor.

Una sonrisa esbozarse en su rostro, cualquier pesar desaparecer.

Y soñar con fuego…

-DXD-

Su estómago rugía.

Tenía hambre…

Apartando las sabanas, la joven se levantó, inspeccionando la estancia con detenimiento.

Una habitación rustica, con mucha madera, cortinas cerradas y una suave alfombra bajo sus pies.

Levantándose con lentitud, la rubia apartó lo justo las cortinas como para observar el exterior, cerrando los ojos al sentir la ráfaga solar golpear sus ojos.

Curiosa creyó ver una figura en el exterior. Un niño, sentado bajo un árbol, sonriéndole cálidamente.

Jugando nerviosa con el anillo, dejó lentamente la habitación, orientándose como podía por la casa hasta dar con una puerta de salida, abriendo los ojos al ver el más hermoso y poblado de los jardines jamás visto por sus jóvenes ojos.

Al llegar al árbol, sin embargo, no vio a nadie.

-Querida… ¿Ya has despertado?-

-¡!-

Asustada, la joven se giró llevándose las manos al pecho, retrocediendo unos pasos.

A unos metros, sentada en un banco de madera, había una mujer, una mujer vestida como una bruja con ropajes azules, chillones. En sus manos descansaba un libro desgastado por los años. Sonrisa afable.

-Yo…-

-Me llamo Glenda, soy la bruja que vigila estas tierras… ¿Cómo te llamas?-

-Me llamo… Me llamo Lavinia-

-Hermoso nombre… ¿Quieres sentarte?- ofreciéndole el asiento disponible junto a ella –Te aseguro que las vistas merecen la pena…-

Mirando a todos lados nerviosa, optó por aceptar la invitación, maravillándose al pasar su vista al frente.

Un bosque verdoso se extendía hasta donde alcanzaba la vista bajo un arcoíris de intensos colores, cientos de aves completamente desconocidas surcaban el cielo con múltiples soles y planetas decorando el firmamento.

-¿D-dónde estoy?-

-Estas en el Reino de Oz. El País de Cuadling, y esta es mi humilde morada-

-¿Reino de Oz? ¿País de Cuadling? Nunca había oído hablar de ellos…-

-El Reino de Oz existe en un vacío gobernado por nadie… Es un territorio hecho por y para la magia-

-¿Magia?-

-Así es. El poder de Oz, el gobernante de todo lo que ves, creó este espacio para que nosotras, las brujas pudiésemos tener un hogar… Así como otras criaturas fantásticas como los habitantes de porcelana o los cabeza-martillo-

-¡!-

-Pequeña… En este Reino de ensueño solo pueden vivir seres sensibles a lo maravilloso… Apareciste de la nada tras un destello del sol, sola, asustada… ¿Quieres hablar de ello?-

-¡!-

Asustada, la rubia volvió a refugiarse en su anillo, llamando la atención de la bruja.

-No tienes nada que temer… Aquí estas a salvo de lo que sea que te asuste…-

-¿L-lo dices en serio?-

-Sé que te parecerá confuso, pero soy una poderosa bruja encargada de proteger este País… Y si aun así algo malo viniese por encima de mis capacidades tendría que responder ante el Rey Oz, un brujo de incalculable poder!-

-…-

-Ahora dejemos estos temas de conversación tan sombríos… Lavinia, querida, podrías hacerme un favor?-

-¿E-en que puedo ayudarte?-

-¿Podrías hacerle compañía a esta anciana? He preparado mucha comida y me preocupa no poder comérmela toda…-

El estómago de la joven volvió a rugir, haciéndola sonrojar de vergüenza.

-Jojojo. Parece que alguien tiene hambre… ¿Comerás conmigo?-

-P-por favor…-

-DXD-

Sonriendo levemente, alzando sus manos, Lavinia jugaba con las hadas del bosque. Pequeñas criaturas que se movían con agilidad entre sus dedos.

Traviesas la rodeaba tirando suavemente de sus cabellos dorados.

De repente las hadas cesaron todo movimiento para separarse de la chica.

Lavinia, alzando la mirada, vio a una bruja con rostro triste. Glenda había regresado a casa.

-¡Glenda! Me alegro de verte!-

-Más me alegro yo de que pases más tiempo fuera de tu habitación…- dejando la sombra del árbol.

-¿Ocurre algo?-

-Lavinia querida… He ido… Sentémonos-

Al instante la rubia se entristeció, corriendo hacia el banco más cercano.

-Dime… Que recuerdas de esa noche… Sé que es difícil pero tienes que hacer un esfuerzo…- colocando sus manos contra las suyas.

Sintiendo sus ojos humedecerse, liberó sus manos para pasar a envolver el anillo sostenido por su delgada cadena por su cuello.

Atrayendo la mirada serena de Glenda.

-Era de noche… Estaba durmiendo cuando escuché gritos…-

-…-

-Al ir al pasillo… Padre y madre gritaban… Y ella estaba allí…-

-¿Ella?-

-La muñeca de hielo-

-¿Muñeca de hielo?-

-Ella siempre está ahí… Siempre me vigila… Ella… Ella mató a mis padres…-

-…-

-¿P-porque? ¿Qué es ella? ¿Por qué haría algo como eso?- chilló la joven apoyándose en sus rodillas -¿Qué he hecho yo? ¿Qué hicieron mis padres?-

La anciana alzó la mirada, acariciando la espalda de la joven.

-No tengo respuestas para ti… ¿Esta aquí ahora?-

La joven, furiosa, soltó el anillo, sonriendo macabramente al ver a la muñeca frente a ella.

-¿Esta aquí ahora?- mirando al frente… Solo veía césped.

-Si… Como siempre… MALDITA!- chilló alzándose de repente.

La bruja se movió con una sorprendente rapidez, tomándola del brazo, reteniéndola.

-¿Qué TE HE HECHO YO? ¡MIS PADRES ERAN INOCENTES! ¡INOCENTES!-

-Lavinia… Pequeña…-

-¡ME HAS ARRUINADO LA VIDA!-

Las lágrimas caían por sus mejillas como cascadas.

Perdiendo las fuerzas, Lavinia cayó de rodillas al suelo.

La muñeca no se inmutó.

-Porque… Porque…-

La bruja Glenda se arrodilló junto a la joven, abrazándola con fuerza.

-Todo estará bien… Todo estará bien…-

-DXD-

Habían pasado unas semanas…

Absolutamente dependiente del anillo, sin él no podía dormir. Las pesadillas la abordaban por la noche, el acoso constante le estaba pasando factura psicológica.

Necesitaba a sus padres, necesitaba volver a su vida…

Pese a que la afable bruja lo estaba haciendo todo por mantenerla entretenida, su mente divagaba, volvía a esa noche.

Era incapaz de pasar página.

Ella solo quería…

Paseando sin rumbo por el bosque la joven se topó con un lago. Un hermoso lago multicolor.

Sin voluntad se dejó caer, buscando acabar con todo…

Con solo tocar el líquido este empezó a congelarse, atravesándolo como si fuese papel.

-No es que quiera meterte prisa… Pero yo me iría levantando…-

-¿?-

Curiosa, Lavinia abrió los ojos, encontrándose en el suelo se incorporó con rapidez.

-Eres mi ídolo de la semana…-

Alzando la mirada, vió a un chico, más joven que ella, vestido de negro, un eclesiástico con la cabeza cubierta por una capucha, resaltando unos ojos rojos.

-Hay que tenerlos bien grandes para hacer magia TAN cerca de una institución conocida por hacer brochetas humanas con vosotras…-

-¿?-

-¿Eoooooo? ¿Me escuchas?-

-¿Quién eres? ¿Dónde estoy?-

-¿Comoooooo?- preguntó el chico ladeando la cabeza.

-¿Sigo en el Reino de Oz?-

-¿Qué?-

-¿No es esto el País de Cudling?-

-Que pasa, vienes de fiesta? ¿Has bebido?-

-¿Q-que?-

-Ah… Espera… Eres una bruja…- desviando la mirada, rascándose la barbilla -¿Vienes del Reino de Oz?- alzando la mirada -¿Dónde cae eso?-

-¿M-me crees?-

-¿Me mientes?-

-N-no…-

-Este mundo cuanto más lo estudio más friki me parece… ¿Te quieres quedar ahí tumbada?-

-N-no…- tomando la mano del eclesiástico, sorprendiéndose al sentir el calor que emanaba.

-Eoooo… Preciosa, estas helada!- quitándose el abrigo, colocándolo sobre los hombros de la rubia.

-¡!-

Sin saber porque, la chica sintió sus ojos humedecerse, bajando la mirada, incapaz de detener las lágrimas.

El monje se llevó una mano a la cara.

-¿Qué he diiiiicho? Vamos, vamos, no llores…-

Snif snif

-Oh vamos… Ven, ven… ¿Ha sido lo de las brochetas? Vale, he sido un insensible…-

La rubia negó con la cabeza.

-Preciosa, no pasa nada…- acariciando su cabeza -¿Qué te pasa?-

-Papa… Mama…-

-¿Te has separado de tus padres? Podemos buscarlos…-

-Ellos han muerto…-

-Vale, nada de buscarlos… Esto te sonará bastante mal… Pero son cosas que pasan… Mírame! Yo soy huérfano!-

-¡!-

La joven alzó la mirada, conectando con sus ojos.

-Mis padres murieron siendo yo muy chiquitito… Lloré durante semanas… Pero había gente que me quería… ¿Tienes gente que te quiere?-

La imagen de cierta anciana apareció en su mente.

-Con lo guapa que eres puedo ser alguien especial para ti…-

-T-tengo a alguien…-

-Lastima… Solo… ¿Tus padres eran… ya sabes… ¿brujos?-

La chica negó con la cabeza.

-Uffff… Entonces no hemos sido nosotros…- suspiró aliviado –Bien, sientes el dolor de la perdida, pero no estás sola, eso es un avance… Eo… ¿Quieres hablar de ello?-

-Ella los mató…-

-¿Quién?-

La rubia desplazó la mirada a un lado, sorprendiéndose levemente al ver a la muñeca más lejos de lo normal… No la miraba a ella.

-Joder… Que MAL rollo… ¿Eso qué es? La prima de Chucky? Que grima…-

-¡!-

Sorprendida volvió a mirar al exorcista, conectando la mirada del chico con la muñeca.

-¿P-puedes… verla?-

-¿El muñeco sacado de una película de terror? Quien no… ¿Eso es cosa tuya?-

Lavinia asintió levemente.

-Joder… Háztelo mirar, preciosa. Eso da bastante mal rollo…-

La joven rio levemente. Sorprendiéndose. La primera vez que reía en semanas…

-A ver, bruja preciosa y adorable… ¿Eso mató a tus padres?- alzando una ceja –Eso parece tener un origen sagrado… Al menos su poder parece serlo…-

-¿?-

-Aunque he visto cosas más raras…-

-Es malvada… Siempre ha estado ahí… Acosándome… Quitándome todo lo que más quiero…-

-Oh… ¿En serio?-

-Si!-

-Oh… Yo no lo tengo tan claro…-

-¿Qué parte no tienes clara?-

-Eso tiene pinta de ser algo sagradito… Me dices que siempre está contigo… Y que te quita lo que más quieres…- volviendo a mirarla –Yo veo a un ser sagrado protegiendo celosamente a su custodio-

-¿COMO TE ATREVES? ESA COSA MATÓ A MIS PADRES!- espetó la rubia separándose del chico.

-¿En serio?- rascándose la nuca -¿Lo sabes con total seguridad?-

-¡!-

-Pero… ¿Y si te equivocas?- volviendo a mirarla –Y si estas culpando a quien quiere cuidar de ti…-

Llorosa apartó sus manos de ella.

-Eso no es asunto mío… Preciosa, estas en Italia, el mundo humano… A menos de un kilómetro tras nosotros se encuentra un centro repleto de exorcistas cuyo hobbie es buscar y quemar brujas… Así que no sería una mala idea decirme como sacar tu culito de aquí… ¿Puedes llamar a algún familiar? ¿Algún maestro quizás? ¿Un amigo tal vez?-

-¿Tú eres un exorcista?-

-El problema lo tienes tú, responde, preciosa-

-N-no sé a quién llamar… no sé cómo llamarla-

-Vale, vale… ¿Cómo has llegado?-

-…-

-No has llegado en escoba, como has llegado aquí desde el Reino de Oz-

-… Yo… Me lancé a un lago y…-

-Te lanzaste a un lago-

-…-

-¿Por qué?-

-Yo… Estaba triste… Y…-

PAM

Lavinia se llevó las manos a la cabeza, acariciándose el cogote tras recibir un sonoro coscorrón.

-Au! ¿Qué haces?-

-¿Te has intentado suicidar?-

-Sin mis…-

PAM

PAM

PAM

-¡AUUUUU!-

-¿Pero cómo te atreves?-

-¡!-

-¿Cómo te atreves a tirar la vida que tus padres tanto amaban? ¿Tan poco respeto les tienes?-

-¡!-

-No, si estoy por darte otra vez-

-¡L-lo entiendo!-

El castaño se cruzó de brazos, mirándola no muy convencida.

-Escucha, bruja de poca monta! Le debes la vida a tus padres, estas obligada a vivirla lo más intensamente que puedas en SU honor! Así que vas a volver a tu reino mágico, vas a triunfar allí, te harás fuerte, lo suficiente como para no dejar que la prima de Chucky te controle y vas a averiguar la verdad!-

-¡!-

-Y cuando te mueras de viejecita irás allí arriba y le dirás a tus amados padres que sobreviviste, que viviste y que lo hiciste lo mejor que pudiste… Les darás las gracias y les preguntarás si están orgullosos de ti!-

-¡!-

-¿Me has oído?-

-Yo…-

-Ah! Ah! Lo vuelvo a repetir. ¿Me has oído?-

-S-si-

-Bien… Eso habrá que verlo…- gruñó el castaño serio.

La muñeca avanzó unos pasos, separando sus brazos, creado un anillo de hielo.

El dragón alzó una ceja curioso.

(¿Esa muñeca acaba de crear un portal? ¿Qué es?)

-Tú acosadora parece que ha decidido ayudarte…-

-¡!-

-Te irás pero no te irás de aquí-

-¿Cómo?-

-Parte de ti se quedará aquí, conmigo. Tu tristeza, tu dolor, tu rencor… Todo eso se quedará aquí. En cuanto cruces por esa puerta solo quedará una chica feliz, dulce e inocente. Una estudiosa de la magia que disfrutará de la vida… ¿Estamos?-

-Pero como voy a hacer…-

PAM

-¿Estamos?-

-Eres un bruto…-

PAM

-Vaaaaaaale- lloró la rubia acariciándose la cabeza.

-Sonríe-

-…-

-Sonriiiiieeeeee-

La rubia obedeció quedamente.

-A tu sonrisa le doy un 3 sobre 10-

La rubia infló los mofletes.

-Sonríe, siempre. Que tu rostro refleje lo que siente tu alma-

-Pero…-

El chico alzó una ceja.

La rubia se protegió la cabeza al instante.

-Ahora largo- señalando el círculo de hielo.

-Pero…-

-Eres una bruja, no tienes que estar aquí. Fuera-

La rubia se levantó, agarrando la chaqueta.

-Estás muerta de frio, quédatela-

-M-muchas gracias…-

-Preciosa- dijo Issei levantándose –Yo quiero pensar que mis padres me están viendo siempre… Los tuyos también lo hacen… Siempre están contigo, no estás solo-

-¿Lo crees?-

-Es lo que quiero creer- caminando hasta su posición.

-Cómo puedo agradecerte…-

-No veo que tengas muchas luces… ¿No entiendes que aquí estas en peligro? ¿Te has enamorado de mí? Vamos, vamos-

-Si yo tengo que sonreír tú podrías ser más amable-

-¿Me estas llamando antipático?-

-Pues un poco! No has hecho más que pegarme y…-

SMACK

Palmeando su trasero, Issei la empujó contra el círculo de hielo, obligándola a cruzarlo.

Lavinia se giró sonrojada al cruzar el portal, mirándolo desde el otro lado.

-Recuerda… la chica asustada y triste se ha quedado aquí… En el maravilloso mundo de Oz solo puede haber personas maravillosas… Como la chica que eres ahora…- señalándola con el índice –Que no me entere que no me has hecho caso-

-¿C-cómo te llamas?- exclamó la rubia -¿Cómo te volveré a…-

ZAS

El portal se cerró de repente, dejándole con la muñeca a solas.

-Eres fea de cojones…- masculló Issei con una muñeca.

Si lo entendió o lo escuchó nunca lo supo, la muñeca simplemente se desvaneció.

-Manda cojones… Si todas las brujas son así, mandarlas al otro barrio no será muy difícil…- siseó el chico alzando la mirada, mirando a Dama.

La mujer sonreía misteriosamente.

-¿Por qué la has dejado ir?-

Aburrido, Issei miró a su costado, un joven Dulio compartiendo su uniformidad se acercó a él.

-Por favor…-

-Una bruja ha intentado entrar en Croce di Pietro y la has dejado ir-

-No era una bruja, solo era una niña asustada…-

-Una atractiva joven…-

-Asustada-

-Pero una bruja. ¿Qué habría pasado si la barrera no la hubiese repelido?-

-Que habría acabado en mi cama, no te jode…- rascándose la nuca.

-Issei, las brujas son enemigos de la Iglesia-

-Las brujas malvadas-

-Toda practica de brujería será castigada por Dios y su brazo ejecutor, nosotros-

-Me niego a hacer eso… En ningún momento ha hecho magia, podría haber sido una chica corriente-

-Son manipuladoras, no te dejes engañar por un rostro hermoso…-

-Dulio, no me calientes…- bostezó el castaño aburrido –Aunque esa muñeca…-

-Ahora veamos que le decimos a la instructora…-

-¿Qué le vamos a decir? Que se pruebe el uniforme de monja sexy que compramos por ebay…-

-¿Lo compraste?-

-Claro… ¿Se puede saber porque estás hablando con tanta formalidad? ¿Te han vuelto a meter el palo de la rectitud por el culo?-

-¿Compraste que?- murmuro una mujer envuelta en un violenta aura tras ellos, crujiéndose los nudillos -¿y la bruja?-

-No había bruja, solo un uniforme maravilloso que podrías proba…-

PAM

-DXD-

-¡Querida! Querida!-

Cierta rubia infló los mofletes al máximo de sus capacidades. De pie en el lago, tocando el fondo, con el agua llegándole a los hombros.

-¡Lavinia!- chilló Glenda desde la orilla -¿Qué estás haciendo, cariño?-

-Me he caído…- respondió la chica saliendo lentamente del estanque, agarrando con fuerza la chaqueta.

Una prenda que llamó la atención a la bruja.

-Volvamos a casa! Hay que secarte!-

-Glenda…-

-Dime-

-Yo… ¿Puedo quedarme contigo?-

-¿Quieres quedarte conmigo?-

-Me gusta este lugar… Una vez dijiste que solo aquellos sensibles pueden estar aquí… ¿Yo podría aprender magia?-

-Con gusto te enseñaré todo lo necesario para que seas una bruja ejemplar-


-Lejos, en las místicas tierras orientales-

El sol empezaba a asomarse por el horizonte. La vida se despertó en la aldea. Voces y movimientos que alteraban su dulce sueño.

Ronroneando molesta, se levantó sin prisa, lamiéndose las patas delanteras antes de estirarse para despertar sus músculos.

Mirando a su lado vió a una gatita blanca enrollada junto a ella. Una gatita que apenas pasaba de ser un cachorro.

-Shironeeeee… Neeee…-

La gatita no reaccionó a sus palabras, solo dormía plácidamente.

Lamiendo las orejas de la gatita, la morena se resignó, optando por bajar del árbol con gracia y elegancia.

Con toda la calma del mundo recorrió la aldea, nada llamaba su atención.

Prisas, trabajo, prisas, estudio, prisas… obligaciones.

Cosas sin importancia para ella.

Aburrida, torció a un lado, abandonando la aldea. Alejándose a paso lento hasta dar con una extensa pradera. Los límites de los territorios del Reino de los Youkai del Este.

-Creo que mis territorios tienen rincones más hermosos que este…-

La gata negra desvió la mirada.

Un anciano menudo, con el cráneo sorprendentemente alargado hacia atrás fumaba en pipa subido a una rama.

-Nyaaaaa…-

-La hija mayor de Fujimai, eh?-

-Nyaaaaaa-

El hombre rio divertido.

-¿Qué buscan tus ojos en el mundo exterior, pequeña?-

-Nyaaaa….-

-Lo que ves es una dulce ilusión. Una hermosa pradera que se antepone impensables peligros, incontables amenazas… y tu muy probable muerte-

La gata lo miró fijamente por primera vez.

-Cientos de exorcistas buscan darnos caza, por no hablar de…- volviendo a fumar de su pipa –Reconozco en ti a un espíritu libre… No eres una esclava, no estas recluida, no eres una prisionera… Pero espero que seas lo suficientemente responsable como para agradecer el refugio recibido, respetar tu condición y cuidarte hasta que tu hermana menor sea capaz de vivir sin ti-

-¡!-

-Si no es suficiente perder a una madre y a un padre… Eres lo único que le queda- dijo el hombre antes de desaparecer.

La gata, no muy emocionada, volvió su atención al frente.

-¿Qué ven esos ojos? Kuroka…-

No necesitaba girarse para saber quién le hablaba.

-Has vuelto a dormir fuera de casa-

-Esa no es mi casa- siseó la gata molesta.

-Es vuestra nueva casa-

-No es mi casa!-

-Es la casa donde vives con tu hermana, es tu casa!-

-Nyaaaaa…-

-¡Kuroka!-

Perezosa, Kuroka ignoró a Magari, la señora de las nekomata, sosteniendo a una niña de cabello blanco en sus brazos.

Ella no veía nada, ese era el problema. Sus ojos no alcanzaban a ver lo que tanto anhelaba.

Ella solo quería ver…

Ver lo que sentía que había en el mundo exterior.

Quería ver aquello que lo llamaba con tanta insistencia…


-Continuará-


Bueno bueno.

Otro más. Otro capítulo más en la compleja trama de esta nueva historia. El Continente Imaginario, el Reino Youkai del Este, Croce di Pietro, el Templo Himejima, el Territorio Gremory… Vamos a expandir TODO el universo DxD… ¿Qué os parece?

En el próximo capítulo dejaré algunas aclaraciones para ayudar a comprender la historia. Por ejemplo, me basé en tres dioses fenicios para dar nombre a tres seres inventados para esta historia, no tendrán mayor relevancia por ahora pero eso podría despistar a más de uno.

Espero que os guste, nos leemos en el siguiente capítulo, que casi está listo.


Mizo2000

I want to tell all girls' story at the same time, something somewhat difficult, I hope it goes well…

Lavinia, like the others, will grow and her development will be told at the same pace with her "sisters". Her arc, however, will come… I dunno… In ten or more chapters.

The witches are too interesting to be forgotten or dismissed easily.

Total DxD

Suzaku y Lavinia esta tan desaprovechadas… ¿No te dan pena?

POCHO102

Tengo tanto esbozado sobre papel que chocaba directamente con lo escrito que directamente era mejor opción rehacerlo.

Lord Frederick

Génesis tenía carencias, carencias provocadas por una serie de piezas que me faltaban. Con todas las piezas sobre el tablero la cosa cambia.

TheRageHeart

Asia, Asia… Eso me perseguirá toda la vida.

La habilidad domadora de dragones… Una afinidad especial que la ha llevado a formalizar un pacto con Raissei, llevarse bien con Ophis, hacer un pacto con Fafnir y domar a cuatro copias de dragones oscuros. ¿Correcto?

La cría me dice poco, es más, creo que prescindiré de ella en esta historia.

Ophis y Lilith compartirán un vínculo con Akeno y Suzaku… y dado que Ophis acaba pasando más tiempo en el canon en la residencia tampoco me parece algo destacable, a fin de cuentas, acaba llevándose bien con todas las chicas…

Fafnir. Algo perfectamente solucionable ofreciendo a alguien la sacred gear artificial de Azazel. Mi duda es si dárselo a Le Fay o a Rossweisse… Si Rossweisse aplicase el poder de Fafnir a sus hechizos defensivos…

Y luego están los cuatro dragones que me importan un carajo…

En repetidas ocasiones he mencionado que me parece un personaje muy flojo repetido en otras de las chicas. Un personaje inicial que más adelante queda claramente obsoleto. A mi parecer si Ichiei hubiese prescindido de ella y hubiese delegado en Xenovia, la cosa habría ido mucho mejor.


Lo de siempre, espero que no haya muchos errores. Nos leemos en la siguiente.