–Iba a irme contigo – Clarke desvío sus ojos de los de su amiga y quedó con la mirada perdida en la nada, mientras recordaba el día más feliz y más triste de su vida – Fuí a despedirme de Lexa – Al nombrarla sus ojos se pusieron cristalinos, recordó lo que pasó en esa despedida y sintió que le clavaban un cuchillo al corazón, una lágrima rodó por su mejilla y rápidamente la limpió – Cuando volví por mis cosas a la habitación, Titus tenía a Murphy amordazado y amarrado a una silla... Intenté soltarlo pero Titus me apuntó con mí arma... Supongo la encontró entre mis cosas – Mientras iba contando las lágrimas iban saliendo de sus ojos y ya no se molestó en quitarlas – Comenzó a dispararme, yo corrí a la salida mientras le lanzaba cosas para hacerlo fallar... Cuando estaba por salir la puerta se abrió y – Mordió sus labios por unos minutos para callar los sollozos y Octavia veía asombrada como su amiga se quebrada en pedazos mientras hablaba – Lexa entró en ese momento y el último disparó le perforó el estómago.
Se miró las manos las cuales le temblaban como aquel día, se las miraba como si aún las tuviese manchadas de sangre negra, mientras comenzaba a sollozar más fuerte.
Octavia en ese momento lo entendió todo, Clarke estaba enamorada de Lexa, por eso le resultó tan difícil tomar una decisión rápido ese día en Polis, a pasos apresurados se acercó a la rubia y la abrazó, Clarke temblaba como una hoja al viento, mientras sus sollozos se volvían más fuerte.
–Ella... Ella murió en mis brazos – Se aferró a Octavia como si fuese su tabla de salvación, por fin estaba exteriorizando todo lo que tenía guardado – No la pude salvar O, no pude... La vi morir yoo...
–Tranquila, tranquila – Octavia hacía pequeños círculos en su espalda para calmarla – Puedes llorar todo lo que quieras... Yo estoy aquí... Tranquila.
Estuvieron abrazadas un rato largo, hasta que los sollozos de la rubia disminuyeron y se pudo calmar, solo en ese momento Octavia se permitió soltarla, se miraron sin decirse nada, Octavia más que nadie sabia que en ese momento no había nada que le pudiera decir que la hiciera sentir mejor, ya ella había pasado por eso cuando vió morir a Lincoln.
Se sentaron nuevamente una frente a la otra, la menor no quitaba sus ojos de la rubia y Clarke por su parte tenía sus ojos enfocados en sus manos.
–Gracias – Desvío su mirada a los ojos de su amiga y pudo ver como ésta le daba una media sonrisa cosa que provocó una igual en ella – No había hablado con nadie de esto – Soltó una risa amarga antes de seguir – Ni siquiera he podido llorarla en paz.
–¿La amabas? – Octavia sabía la respuesta, pero en ese momento era Clarke quien debía escucharse en voz alta.
–La amaba... La amo... Y creo que nunca dejaré de hacerlo – Una sonrisa triste se formó en sus labios – ¿Cómo lo llevas tú? – Clarke sabía que Octavia también había pasado por algo muy duro con la muerte de Lincoln.
–Lo llevo... Eso ya es bastante – Una sonrisa triste apareció en su rostro – Además que matar a Pike y romperle la cara a Bellamy me ayudó bastante – Soltó una risita amarga.
–O, en algún momento debes hablar con tu hermano.
–Clarke, mejor no toques ese tema que ya se me está pasando el enojo contigo – Le dijo de manera sería pero juguetona al mismo tiempo.
Clarke soltó una pequeña risa y Octavia la siguió, el ambiente estaba mucho más relajado entre ambas. Escucharon unos golpes en la puerta y segundos después Jackson se asomaba.
–Hola Octavia ¿Cómo te sientes? – Le preguntó el chico nada mas verla.
–Mucho mejor.
–Me alegro – Él le regaló una sonrisa para luego mirar a Clarke – Ya los chicos están listos... Solo esperan por ustedes.
–Ya bajamos.
Clarke le dio una sonrisa y Jackson aceptó con un movimiento de cabeza mientras salía y cerraba la puerta.
–¿Qué está pasando? – Preguntó nuevamente Octavia esta vez en tono normal.
–Apareció una cosa rarísima en la playa, Raven dice que es un agujero negro... Si ya sé que esas cosas solo se dan en el espacio – La cortó rápidamente – Como apareció así mismo desapareció... Iré con Miller y Murphy a comprobar que nada haya salido de esa cosa, venía a preguntarte ¿Si querías venir con nosotros?.
–Claro rubia – Se levantó y agarró su espada del sofá.
Salieron de la oficina, caminaban una al lado de la otra, por fin el ambiente no se sentía tenso entre ellas.
–Por cierto, ¿Qué tenías? Mi madre me dijo que amaneciste mal, pero no me dijo que tenía – Ya estaban bajando las escaleras.
–Me he sentido mal del estómago – Se limitó a decir algo nerviosa sin dirigirle la mirada a Clarke.
–Mira que raro, yo también me he sentido rara del estómago últimamente... Náuseas y cosas así cada cierto tiempo... ¿Será la radiación que ya nos está afectando? – Preguntó la rubia, Octavia solo le dió media sonrisa mientras subía sus hombros dándole a entender que no tenía idea – Quizás le diga a mi madre que tome muestras de sangre de todos para ver que arrojan – Llegaron al final de las escaleras y ambas pudieron ver a todos los chicos reunidos esperando por ellas – Ya que es extraño que ambas tengamos los mismos síntomas.
–Clarke – Se escuchó una voz a lo lejos por lo que la rubia volteó en dirección a los chicos.
–Ojalá solo fuera un dolor estomacal – Dijo la chica en tono muy muy bajo.
–¿Dijiste algo O?.
–Nada nada rubia – Le dijo rápidamente mientras le daba una sonrisa – Solo que Raven tiene un rato haciéndote señas para que te acerques – Finalizó con una sonrisa.
Clarke se quedo observando a la chica un rato, había algo raro en Octavia, algo le estaba pasando o algo trataba de ocultar.
–CLARKE.
Eso la sacó de la nube de pensamientos donde estaba y rápidamente volteó para ver que Raven la llamaba – Vamos – Le dijo a Octavia dejando el tema de lado para alegría de la chica.
–¿Algo nuevo? – Preguntó nada más llegar junto a Raven.
–No, hasta ahora todo sigue igual – Confirmó la morena – O, ¿Cómo te sientes? – Preguntó a la chica junto a Clarke, Octavia solo asintió de forma afirmativa con un leve movimiento de cabeza – Me alegra – Le dió una sonrisa mientras volvía a mirar a la rubia – Toma – Le entregó un pequeño aparato – Es un medidor de radiación, quiero que lo uses nada más salir del laboratorio y anotes lo que marca... Y lo vuelvas a usar justo en el lugar donde apareció el agujero – Clarke lo tomó y simplemente asintió sin más – Estaré monitoreando todo con los Drones y cualquier cosa extraña les avisaré... Estén pendiente de sus radios.
Todos asintieron ante lo dicho por Raven, no sabían que podrían encontrar en la playa, Emori había dicho que no había visto nada raro salir de ahí pero era mejor verificar que así fuera.
–Iré con ustedes – Se escuchó la voz de Luna y todos dirigieron su mirada a ella.
–¿Qué?... Ni hablar – La morena Rápidamente protestó ante eso – Sigues con el pie lastimado, Abby dijo que debías descansar – Raven no sabía que le estaba pasando con Luna, pero despertaba en ella un instinto de protección que ni ella misma lograba entender.
–Necesitan un rastreador – Luna tenía una pequeña e imperceptible sonrisa en el rostro de la cuál solo Raven al tenerla de frente pudo notar, lo que hizo que las mejillas de la morena se sonrojaran ya que Luna se estaba dando cuenta de ese instinto de protección hacía ella.
–Para eso va Octavia con nosotros – Clarke intervino, mientras movía su mirada de Raven a Luna oliéndose que algo pasaba ahí.
–No dudo de la capacidad de Octavia, se que Lincoln debió de enseñarla bien – Aceptó Luna desviando su mirada de Raven a Clarke – Pero Octavia es una guerrera, fue entrenada por Indra para eso... Yo en cambio fui entrenada para ser la mejor en cualquiera de los ámbitos, si algo salió de ahí, yo lo encontraré – Finalizó la mujer.
–Voto porque la llevemos – Respondió Murphy rápidamente – Ví como le pateó el culo a Roan cuando se pasó de listo en el laboratorio... Si voy arriesgar mi pellejo ahí fuera por lo menos llevemos a la máquina asesina.
–Cállate Murphy – Contestaron Raven, Clarke, Octavia y Miller al mismo tiempo.
–¿Mamá que dices? – Clarke no iba a exponer la salud de Luna.
–Vamos a checar ese tobillo – Fue la respuesta de la médico mientras le hacía señas a Luna para que se acercara, la mujer así lo hizo y se sentó en la camilla.
