Capítulo 7: Sorpresas.
Ochako abría lentamente sus ojos. Su entorno era de lo más borroso puesto a que su visión lentamente se recuperaba. Miró a todas partes y se percató de que se encontraba en una habitación en su mayoría de color blanco.
Intentó levantarse de la cama en donde estaba acostada pero un fuerte dolor en su espalda y parte de las piernas se lo impidieron.
Además de que tenía una intravenosa clavada en su brazo por la cuál seguramente le suministraban sus medicamentos.
—"¿Qué pasó?" —Se preguntó a si misma. —"Lo último que recuerdo fue...".
Y cómo un destello de luz, recordó rápidamente su pelea con Toga. Se llevó la mano a la parte de su estómago en donde había recibido la mortal puñalada.
—Agh... —Se lamentó ella por el dolor.
Estaba vendada del estomago y combinado con los demás dolores, su estado era deprimente y sin mencionar que le dolía todo.
—Creo que la regue jeje... —Rio con melancolía.
Desvío la mirada a un lado y se sorprendió un montón. Al lado de la cama, sentado en una silla, dormido con los brazos cruzados y en una posición un tanto incómoda se encontraba...
—¿Deku-Kun? —Se preguntó.
Se talló sus ojos para ver que no era una alucinación. En efecto, él estaba allí. Parecía que paso allí toda la noche, solo por ella.
—S-se preocupa por mi... —No sabia como por que estaba botando lágrimas de felicidad.
Pero ya no le importaba si falló en su intento de detener a esa chica, lo único que le importaba era qué su amigo estaba allí con ella.
Si, seguramente le dirá algo que la hara sentir mejor con ella misma y que le levantará los ánimos, cómo ningún otro podría hacerlo.
—Deku-Kun —lo llamó.
El peliverde se removió un poco. Ella sonrió por lo tierno que se miraba mientras dormía. Se estiró un poco, evitando que le dolieran las heridas y tocó la cara de Izuku con uno de sus dedos.
—¡Iiiiiiik! —Ella se sobresaltó de repente.
El chico cayó hacía adelante, quedando con su cabeza acostada sobre las piernas de la chica.
Uraraka volteó a ver a todas partes, estaba un tanto alarmada y nerviosa por la vergonzosa situación en la que se encontraba. Pero al ver al chico tan cómodo, no tuvo de otra que aguantarse un poco.
Lo observó dormir por unos minutos hasta que acercó su mano inconscientemente a la cabeza del bello durmiente y la empezó a acariciar cómo si fuera su mascota.
—Se que esto este mal... Pero es un tanto divertido —continuó acariciando la cabeza del chico por un rato más, hasta que sin darse cuenta aumentó la intensidad de las caricias y este abrió los ojos de golpe.
Los ojos verdes del chico voltearon hacia arriba encontrándose con unos ojos color café. Ambos se observaban fijamente por unos segundos hasta que poco a poco sus rostros se empezaron a poner rojos por la vergüenza.
—¡AAAAAAHHH! —Gritaron al unísono.
El chico se levantó de la cama y se cubrió el rostro con sus manos.
—¡Uraraka-San, yo... —Intentó disculparse.
—¡No, Deku-Kun déjame explicarte-¡Ay! —Al parecer se le había olvidado lo frágil que estaba. Ya que intentó levantarse de la cama para disculparse con Deku.
Este olvido su vergüenza y nerviosismo al verla quejarse del dolor.
—Uraraka-San —después de decir su nombre. Se acercó a ayudarla a acomodarse en la cama nuevamente.
Le dio un vaso con agua, espero a que ella lo bebiera todo y se sintiera mejor.
—Gracias —agradeció ella después de beber el agua y entregarle el vaso al joven.
—Descuida —le dijo Deku. —¿Cómo te sientes? —Preguntó con delicadeza.
La chica simplemente cerro sus ojos y no bastando con eso, se cubrió su rostro con ambas manos para ocultar su vergüenza.
—Me siento fatal —murmuró con tristeza.
Se sentía de lo peor. ¿Así quería ser una heroína profesional? Cometiendo errores que le costaban una visita al hospital y dejando escapar a villanos peligrosos. Si hombre, una genio.
Izuku puso una expresión casi maternal. Sin esperar algo más, puso una de sus manos sobre el hombro de su amiga. Esta lo volteo a ver, Uraraka no pudo evitar sonreír de la misma forma en la que Izuku le sonreía.
—Uraraka-San, no debes sentirte mal por que saliste lastimada —le dio ánimos.
—"¿Qué?" —Pensó ella ladeando la cabeza a un lado. Si no era por eso que se sentía así.
—Los héroes siempre salen heridos cuándo pelean duramente contra los villanos.
—"Si, muy duramente" —Pensó con fastidio. Recordando lo torpe que fue.
—Pero lo importante son las vidas que salvaste al capturar a Toga —continuó él.
Uraraka soltó un suspiro de cansancio. Cerró sus ojos con fuerza y bajó la mirada.
—"Fallé cómo ninguna otra..." —Fue entonces que abrió sus ojos lo más que pudo por lo dicho por su amigo. —¡Espéra, ¿¡Que dijiste!? —Preguntó alzando la voz y no sólo eso, tomó al chico del cuello de la camisa y lo atrajo más hacía ella para mirarlo cara a cara.
—M-muy cerca... —Murmuró Izuku completamente rojo, intentando no verla a los ojos. Pero se recompuso al instante. Recordando la cosa importante que ella le preguntó. —Qué salvaste muchas vidas al detener a Himiko Toga de una vez por todas. —Informó él, sorprendiendo mucho a la castaña.
—¿Yo hice eso? —Una pequeña sonrisa se formó en su rostro, un par de lágrimas salieron de estos, estaba muy feliz. —¿Lo hice? —Preguntó incrédula.
—Así es, y si me no crees, observa... —Deku se apartó un poco de ella para dejarla ver la cama que estaba al lado de la suya.
La sonrisa de Uraraka se fue borrando a medida que pasaban los segundos. Sus ojos se pusieron blancos de la nada y en su rostro se formó una expresión sumamente intimidante.
En la cama de al lado, se encontraba la rubia con la que tenía una gran rivalidad que nacía desde el encuentro en el campamento que tuvieron en primer año. Allí supo lo que significaba odiar a muerte a alguien.
Toga estaba inconsciente. Tenía un respirador conectado en su boca por el cuál le permitía hacer llegar aire a sus pulmones. Tenía todo el cuerpo vendado, al parecer sufrió mucho daño. Además tenía un cono alrededor de su cuello, seguramente lo tenía muy lastimado.
—Hora de terminar el trabajo... —Habló Uraraka mientras se ponía de pie de forma robótica y se acercaba cojeando hasta la cama de la rubia, levantaba sus dos manos cómo si tuviera la intención de estrangular a la chica. —S-solo debo remover ese cono y podré poner mis manos alrededor de su cuello... —Si, al parecer eso quería hacer.
Izuku quién observaba sumamente aterrado la reacción de su amiga, una chica que consideraba gentil y una persona muy buena. Viéndola como se levantaba de su cama como si no tuviera una pierna rota, un estómago herido y muchas costillas rotas le daba que pensar.
También se sorprendió mucho al verla temblar por el dolor, caer lentamente de rodillas, quejarse un poco por el dolor, botar unas cuantas lágrimas por sus ojos, del cómo lo volteaba a ver y le rogaba por ayuda con unas simples y rotas palabras cómo...
—A-ayudame D-De-Deku-K-Kun...
El peli verde se llevó una mano al mentón y se puso a murmurar.
—Sin duda alguna la reacción de Uraraka-San al ver a Himiko Toga no es muy amigable que digamos, ¿Se deberá a que aún existe una rivalidad y un rencor entre ellas? Aunque Toga seria la que más rencor debe tener, puesto a que es una villana y Uraraka-San siendo una aspirante a heroína no podría desarrollar esas emociones por que según lo que me dijo All Might, esas emociones nublan la mente de los héroes y los hace caer en un debate mental constante, ocasionando también que sus pensamientos se vuelvan dañinos tanto para el héroe que los tiene como para las personas que los rodean...
—Au, au, au, au... —Por alguna extraña razón las palabras que salían de la boca de Izuku comenzaban a caer encima de la chica de cabello castaño, haciendo que poco a poco terminará acostada en el suelo. Fue entonces que de la nada apretó los dientes y dijo con todas sus fuerzas. —¡Ya deja de decir estupideces y ayúdame imbécil!
—¡E-enseguida! —Deku reaccionó y cómo si su Quirk fuera de velocidad, ayudo a su amiga a levantarse, a recostarla en la cama y a dejarla cómo estaba hace rato.
Uraraka se sonrojo por la vergüenza que sintió después de gritarle muy feo a su amigo.
—Gracias Deku-Kun... —Agradeció ella desviando la mirada.
—Descuida, para eso están los amigos —le dijo él con una sonrisa sincera.
Ella lo volteó a ver a los ojos. Se veía muy sorprendida. Algo no le gusto de lo que él dijo.
—Si, solo amigos... —Murmuró seria. Pero rápidamente se recompuso. —"¿Por que me siento así? Si, somos amigos, ¿No?". —Pensó ella.
No sabía lo que le pasaba, pero si sabía algo.
—¿Por que me pusieron en la misma habitación que ella? —Preguntó molesta refiriéndose a Toga.
Izuku volteó a ver a la rubia, se le quedó viendo fijamente por unos segundos, se le hacía lamentable el estado de ella, de por sí ya la chica se veía muy demacrada como si no se hubiera alimentado bien desde hace meses y eso le daba que pensar al chico. Luego volteó a ver a Uraraka.
Retrocedió un paso al ver el aura que cubría a su amiga, esta lo miraba de forma amenazante cómo si estuviera molesta por como observaba a la rubia.
—¿Y bien? —Preguntó ella con voz profunda.
—B-bueno, c-como las dos venían graves. El doctor me explico que las pusieron en esta habitación por que era la única disponible... Jeje —comento él con nerviosismo.
Uraraka volteó a ver a la chica de reojo. Desvío la mirada aún lado intentando no prestarle atención a la chica esa. Lo único que quería era irse de allí lo más rápido posible o que se la llevarán a ella a otro lugar.
—¿Qué pasará con ella? —Preguntó con enojo.
Deku se rascó la cabeza, ni siquiera él sabía esa información.
—Pues, cómo Toga aun es menor de edad... Aun no estoy seguro —comentó él.
—Perfecto, irá directo al reformatorio para menores de edad —dijo ella en una susurro. Parecía complacida.
Fue entonces qué él sonrió y se le iluminó el rostro cómo si se le hubiera ocurrido una idea.
—¡Lo tengo! —Exclamó él con semblante serio.
Ella lo volteó a ver con una sonrisa tranquila.
—¿Qué cosa? —Preguntó.
—¡Es con respecto a Toga! —Dijo él para después salir de la habitación con rumbo desconocido. —Debo ir a hablar con el detective a cargo del caso de ella...
Fue todo lo que Uraraka escuchó de su amigo mientras este se iba de allí sin despedirse.
—S-si, n-nos vemos... —Se despidió ella un tanto confundida. Luego se puso a pensar en lo que él dijo. Una sonrisa muy divertida y de emoción contenida se formó en su rostro. —¿Acaso habrá ido a pedir que le aumenten la condena a esta chica? —Se preguntó un tanto emocionada. —Iiiiiiik... Serás mi héroe si haces eso Deku-Kun.
El chico volvió más tarde un tanto feliz. Al parecer había logrado su cometido. Ella le preguntó que había pasado. Pero él le dijo que era una sorpresa.
Ella no tuvo de otra que resignarse, tal vez eso de aumentar las condenas a los villanos tardaba mucho y él no quería darle falsas esperanzas.
Ese mismo día, vinieron a verla sus padres, sus amigas de la escuela, muchos de sus compañeros de clase como Iida-Kun, Kaminari, Kirishima, Tokoyami y unos cuantos maestros como Eraser Head y Trece.
Muchos la felicitaron por su acto heroico. Incluso Ashido bromeó con ella preguntándole si no planeaba salir mas herida de su encuentro. Uraraka obviamente entendió el chiste, su amiga de rosa empezó a reír a carcajadas, abrazando a Kaminari del cuello, contagiándole la risa al rubio. Esos dos si que eran muy cercanos, pensó.
Su felicidad aumentó cuándo unos doctores y unas enfermeras entraron a la habitación para trasladar a Toga a otra habitación.
Hubiera gritado eufórica. Pero se aguanto.
Un par de meses pasaron y al fin le dieron el alta médica. Lastimosamente aún tenía que usar un yeso en su pie derecho y apoyarse con un par de muletas también. Pero ya todo lo demás estaba cómo nuevo.
Un nuevo día llegaba y ella por fin se dirigía a su salón de clases. Estaba feliz de volver a ver a sus amigos.
—No puedo esperar para que Deku-Kun me diga cuánto de sentencia le dieron, ojala haya sido una muy grande... —Se apresuró a llegar a su salón. —Seguramente hizo que la enviarán a un lugar muy estricto y con muchas reglas para que le prohíban hacer cosas malas. —Llegó a la puerta y con mucha dificultad la logró abrir. —Ohayo. —Saludó ella al entrar.
La gran mayoría se le acercó para recibirla.
—¡Volviste! ¡Volviste! —Celebraba Ashido con lágrimas en sus ojos mientras la abrazaba y daba pequeños saltos.
—Estoy feliz de que hayas vuelto, Ochako-Chan —Hablo Tsuyu con su típico tono tranquilo.
—Gracias, ya extrañaba estar de vuelta —dijo ella con unas cuantas lágrimas en sus ojos.
—Cómo delegado de la Clase de 3-A tengo el deber de darte la bievenida y de ponerme a tu disposición para que recuperes el tiempo perdido y te pongas al corriente en tus clases —habló Iida-Kun con rapidez y seriedad.
—Si y también cuenta conmigo para lo que necesites —se ofreció Yaoyorozu.
—Ya basta ustedes dos, ella no debe tener ganas de estar haciendo tarea tras tarea, lo que ella necesita es salir con amigas y despejar su mente —habló Ashido agitando sus puños como si fuera una niña pequeña haciendo un berrinche.
—Buena idea —Jirou estuvo de acuerdo. —¿Qué tal si después de las clases vamos al centro comercial para distraernos un rato? —Sugirió ella.
Todas las chicas estuvieron de acuerdo con la idea de la peli morada.
—Me parece muy buena idea —Kaminari apoyó la idea. Y no sólo eso, también rodeo con sus brazos los hombros de Ashido y los de Jirou atrayendo a ambas chicas más pegadas a él. —¡AAAH! —Gritó de repente. Jirou uso sus auriculares y metió ambos en los oídos del chico.
—Un segundo casanova —le dijo ella con seriedad. —La invitación solo incluye chicas.
—Auuu... —Se lamentó el rubio.
—¡Jajajajajaja! —Empezó a reír la de los cuernos en la cabeza. Ashido empezó a darle palmadas en la espalda a su amigo. —Descuida, será para la próxima, Kaminari. —Le dijo ella pasando un brazo sobre los hombros del chico, tal y cómo él lo hacía.
—Ah... Esta bien jeje —rió este.
Jirou no supo por que pero le molestaba muchísimo la cercanía de esos dos.
—Tsk... —Bufó un tanto molesta, decidió ignorarlos desviando la mirada para luego cruzarse de brazos.
Cosa que pasó desapercibida por ambos chicos.
Mientras tanto Uraraka se acercó al peli verde para hacerle una pregunta importante.
—¿Y a donde enviaron a Toga? —Preguntó Uraraka a Deku. Tenía la esperanza de que haya sido muy, pero muy lejos, tal vez... Al inframundo.
Deku sonrió contento, al parecer tenía muy buenas noticias y eso le encantaba a la chica.
—Pues logré llegar a un acuerdo con el detective a cargo de su caso y con el juez para que...
—"Lo sabía, Deku-Kun es un gran chico y además..."
—¡La dejarán venir a la academia como nuestra compañera de clases! —Reveló él.
Todos se hicieron a un lado permitiéndole a Uraraka ver a una chica con aura de color negra sentada al fondo. Toga estaba de brazos cruzados, además de que usaba el respectivo uniforme escolar y además de eso, traía un cono en su cuello.
La castaña por su parte tenía una expresión indescifrable en su rostro.
—"Deku-Kun..." —Pensó ella volteando a ver a su sonriente amigo. —¡Pero que idiota! —Gritó en voz alta mientras sonreía con los ojos bien abiertos. Dando una extraña vuelta mientras caía de espaldas al suelo.
Quedando completamente inconsciente.
Obviamente dejando estupefactos a todos sus compañeros de clase.
—Jeje, estúpida —murmuró Toga al ver el fuerte golpe que Uraraka se dio en la espalda al caer.
Serían unos días difíciles para la clase 3-A de ahora en adelante.
Continuará...
N/A: En otros fics he visto que los alumnos viven en la academia.
Por lo que aquí les aviso que los alumnos en mi fic, viven en sus casas y algunos viven solos, cómo Jirou y Uraraka.
Eso es todo. Nos vemos en la próxima, adiósh ;3.
