Como siempre, repetir que esta historia no es mía, pertenece a Kelly Oram.


CAPÍTULO 7: La Carta

— Así que trabajé todos los detalles con el manager de Edward — dije, deslizando hacia abajo la silla al lado de Alice—. Resulta que él hablaba en serio. Harán el show.

—Sabes, Bella, podrías lanzarle al chico un hueso y salir con él después de eso. Es casi patético, dándole lo que dice que no quiere. Es como si él no pudiera evitarlo.

—Era dulce —admití—. Hasta que me arrojó el guante para meterme en la cama. ¡Viste lo que pasó! No puedo salir con él. Pero ustedes se veían tan adorables ayer cuando saltaste con él. Quizás deberías salir con él.

Alice movió su mano como si estuviera siendo ridícula. —Por favor. Sabes como soy cuando estoy emocionada. No besaré a nadie.

—¿Y crees que soy la puta? —se burló Jessica mientras se sentaba a mi lado. Estaba un poco sorprendida cuando me saludó con una sonrisa enorme. Esperé por algún tipo de insulto, pero resultó que estaba feliz de verme—. ¿Cómo estás, Bella?

No sabía muy bien cómo responder. —Um, bien. ¿Tú?

—Fantástica —suspiró, un poco enferma de amor, y entonces comprendí.

—¿Así que te encontraste con Edward ayer?

No me preocupé por Jessica, pero tenía curiosidad. Quizás si Edward se distraía con Jessica, no estaría decidido a tomar mi virginidad.

La sonrisa de Jessica se iluminó. —Fuimos a tomar café y hablamos.

—¿Hablaron? —resopló Alice—. Seguro.

—Sólo hablamos —se burló Jessica—. Tú eres la que no besará a nadie, ¿recuerdas?

—¿En serio? —pregunté. No era mi intención insultar a Jessica con mi incredulidad, pero no podía tragármelo—. ¿Sólo hablaron? ¿Tú y Edward?

—Él no estaba de humor para salir ayer. Estaba molesto contigo Bella. —Jessica sacó su compacto y se reaplicó brillo labial antes de seguir contándonos las noticias. Con el último golpe en sus labios, dejó el espejo y dijo—: Pero él hizo planes conmigo después del festival este fin de semana.

—No me haría ilusiones si fuera tú. —No podía dejar de advertirle—. Tengo la sensación de que Edward Cullen es como mucho una cosa con patas.

—¿Muy celosa? —dijo Jessica con petulancia en su tonto. Decidí ignorarla. Si Jessica quería ser de las que llaman "Casi Famosa", que lo sea. No puede decir que no se lo advertí.

Me encogí de hombros y ella pasó a decirles a todos los demás en el consejo que había tomado café ayer antes de que Eric ordenara las cosas.

Esta era la última reunión del consejo antes del festival, así que pasamos a confirmar el estado de todos y algunos detalles sin terminar. Cuando llegamos al comité de la música, Eric se dio vuelta con una gran sonrisa.

—Entonces, ¿cómo estás con la busca de la música, Bella?

Le sonreí a Alice. —Tralse dijo que tocaría en el show.

—¡Tralse! —repitió Eric, sorprendido e impresionado—. ¡De ninguna manera, eso es impresionante! Buen trabajo, Bella.

—Todo lo hizo Alice. Usó las conexiones de su hermano para entrar al backstage de uno de sus shows.

—Oh, por favor —dijo Alice, guiñándome un ojo—. Me dijeron que no, pero Edward está seriamente enganchado con nuestra chica, B. Simplemente no podía negarse.

Jessica resopló.

—Es verdad —dije sin expresión—. Él me desea. —Me encogí de hombros con toda la simpatía falsa que pude reunir—. Cualquier cosa con piernas, ¿recuerdas? —Luego, porque no pude resistir, dije—: Sólo salió contigo porque le dije que no.

—Hugh —dijo Alice inmediatamente—. Algo así como Mike.

Esto toma reacciones en todos los presentes. Eric se vio obligado a intervenir a pesar de que reía tan fuerte como cualquier otra persona. Por suerte, Bethany, la editora de nuestro periódico escolar, le ayudó a interrumpir nuestra reunión. —¡Oye! Suena como una fiesta aquí —dijo mientras caminaba.

—Siempre es una fiesta aquí. Deberías pensar en salir de esa habitación y unirte a las personas que mueven el cambio en la escuela —dijo Eric. Por alguna razón, siempre ha habido un poco de rivalidad entre el departamento de periodismo de la escuela y el gobierno estudiantil.

—A diferencia de ustedes los políticos, nosotros los periodistas tomamos en serio nuestro trabajo.

—Correcto —se río Eric—. ¿Qué te trae a la guarida del enemigo?

—Bueno, sorprendentemente, actualmente estás haciendo algo de interés por primera vez. Bueno, uno de ustedes.

Bethany se subió las gafas un poco y me sonrió.

—¿Quieres escribir una historia sobre mí?

—¿Estás bromeando? Eres el tema más caliente que esta escuela tuvo durante todo el año. Sabes que no me rebajaría con informar chismes, pero ahora con toda la cosa de "V es por Virgen" eres una historia legítima.

Antes de que tuviera la oportunidad de responder, James Sánchez se río. —¿V es por Virgen?

El consejo estudiantil río y yo gemí en voz baja. —Aquí vamos.

Al mismo tiempo Alice golpeó sobre el escritorio.

—¡Angela! —Sólo que no se molestó en decirlo en voz baja—. Esa pequeña engañosa... ¿Lo ves? No puedes confiar en nadie en el departamento de periodismo para guardar un secreto. ¡Ni siquiera en la chica diseñadora!

Le di a Bethany una sonrisa de disculpa. Alice es una chica muy agradable, pero si no la conoces bastante bien, es fácil sentirse un noventa por ciento ofendido de las cosas que dice.

—No estamos tratando de mantenerlo en secreto —le dije a Alice—. ¿Recuerdas? Ser abierto sobre ello es el punto.

—Bueno entonces, por todos los medios —se río Tyler Crowley—. Explícanos esto, Virgen Bella.

Tyler chocó los cinco con James, y Jessica nunca me había parecido más satisfecha en su vida.

Tomé bastante la paliza verbal en el consejo estudiantil esa tarde. Me lo merecía, supongo. Sabía que la gente se reía de la idea y me acosaba al respecto. Oh, seguro, por lo menos, según mis compañeros del consejo, la burla era "todo por diversión", pero era suficiente para convencerme de que perdía el tiempo. Estaba claro que todos pensaban que estaba loca. Quizás lo estaba. Quiero decir, ¿a quién quería engañar? Mis compañeros de clase nunca iban a empezar a usar Virgen Vs o participar en cualquier desafío de abstinencia.

Le di una entrevista a Bethany, pero estaba claro que ella sólo estaba interesada en la historia porque era controvertida, y era una forma de que pudiera escribir sexo en el periódico de la secundaria. En realidad, no se preocupaba por mi causa.

Me fui a casa tarde sintiéndome bastante desanimada. Este proyecto estaba más cerca de mi corazón que cualquier cosa que he hecho. Se sentía como si todos se rieran de mi idea, o se burlaban de mí, de alguna manera atacaban a mi madre biológica y eso dolía.

Cuando llegué a casa, saqué la carta que mantenía segura en mi caja de joyas. A pesar de que la había leído miles de veces, me senté en la cama y susurré las palabras memorizadas en voz alta.

Querida bebé,Apenas cumplí dieciséis y estoy a punto de tener un bebé. He hecho un montón de malas decisiones, pero la peor fue ir a una fiesta, emborracharme y despertar embarazada. Ni siquiera sé con quién fue. No me arrepiento de traerte a este mundo. Lamento haberlo hecho demasiado pronto. Créeme, si hubiera alguna manera de cuidar de ti lo haría. Me va a matar tener que decir adiós, pero no deberías sufrir por mis errores. He elegido a las mejores personas que he podido encontrar para ser tu mami y tu papi. Sé que te amaran tanto como yo lo hago. Sé que no me lo merezco, pero si alguna vez quieres hacer algo por tu mamá, aprende de mis errores. Has las cosas de la manera correcta.No arruines tu vida como yo lo hice. Espero que algún día me perdones. Pensaré en ti todos los días por el resto de mi vida.Te quiero siempre,Mamá V.

No me di cuenta que lloraba hasta que oí a mi madre llamar a mi puerta. —¿Isabella? —llamó a través de la puerta—. ¿Está todo bien allí dentro? ¿Puedo pasar?

—Sí, mamá. Pasa —dije mientras rápidamente limpié las lágrimas de mis mejillas—. Estoy bien.

Mi mamá se sentó en la cama. Reconoció la carta al instante. No era la primera vez que me veía llorando por ella.

—Era una gran chica —dijo mi mamá, de la forma en que siempre lo hacía cuando le preguntaba sobre mi madre biológica. Suspiró y me dio un Kleenex—. Se veía como tú, ya sabes.

—¿Lo hacía?

Mi mamá asintió con la cabeza y luego ambas caímos en un silencio. Mi madre es muy buena para estar ahí para mí sin presionar. Siempre parece entender mágicamente lo que necesito, y hoy no es la excepción. Esperó que comenzara a hablar, y luego, como siempre, tenía las respuestas correctas.

—¿Por qué me disté esta carta? —pregunté—. Ni siquiera tenías que decirme que era adoptada. Nunca habría notado la diferencia.

Mi mamá se quedó callada por un minuto mientras pensaba cuidadosamente como responderme. —¿Recuerdas el día que tu padre y yo te dimos tu collar?

Pensé en mi vida, pero no pude encontrar un sólo momento en donde no tuviera mi collar. Cuando negué con la cabeza, mi mamá suspiró. —Cuando tenías tres años te llevé al acuario de Long Beach con un grupo de juego al que tú y yo asistimos. Tenía que hablar con otras mamás y no me di cuenta cuando te las arreglaste para salir del coche. Sólo podría haber sido en cuestión de minutos, pero estaba tan ocupada ese día, no te podía encontrar en ninguna parte.

Mi mamá tomó un segundo para estabilizar su voz antes de continuar con su historia. Estaba sorprendida porque nunca la había oído antes, pero al mismo tiempo mi mamá sonaba tan avergonzada de sí misma que podía entender por qué nunca me lo dijo.

—Estuviste perdida durante media hora. Fueron los peores treinta minutos de toda mi vida. Me vine abajo. Apenas funcionaba de lo loca que estaba de preocupación. Cuando finalmente te encontraron, hiciste exactamente lo que te dije antes de llegar. Fuiste a donde el guardia de seguridad y dijiste que no podías encontrar a tu mamá. No entraste en pánico. Ni siquiera lloraste. Fuiste muy valiente. Fue la primera vez que te miré a la cara y vi a tu madre biológica.

Di un grito ahogado. No podía evitarlo. Sus palabras enviaron una extraña clase de dolor agridulce a través de mi corazón. Las lágrimas volvieron a mis ojos, y mi mamá me tomó de la mano. Dejé que me apretara tan fuerte como pudiera.

—Sólo vi a tu madre biológica dos veces, pero sabía desde el mismo segundo que la vi que ella era fuerte, y tan valiente. Sabía que, después de ver la gran parte de tu madre que había en ti, era importante que supieras la verdad. Te di el collar ese día y te dije que eras adoptada. Eras demasiado pequeña para entender lo que significaba en ese momento, así que esperé para darte la carta hasta la primera vez que me preguntaste por tus verdaderos padres.

Ese día lo recordaba. Estaba en primer grado y mi profesora nos leyó una historia sobre adopción. Conocía el término, y cuando informé con orgullo a mis compañeros de clase que era adoptada, Tommy Fisher me preguntó por qué mis padres me querrían regalar. Mi madre y mi padre adoptivo siempre me habían amado tanto que ni siquiera había pensado en eso antes, pero eso me hizo sentir tan molesta que mi profesora me envió a la oficina y mi mamá vino y me llevó a casa.

—¿Crees que estoy loca por tener que cumplir una promesa a una mujer que nunca conocí? La gente en la escuela se burlaba tanto de mí por hacer esto de "V es por Virgen" que no estoy segura de que funcione. Siento que, si fallo, la estoy dejando abajo.

—Isabella—dijo mi madre con firmeza—, no tienes que probarte a nadie más que a ti misma.

Rodé los ojos antes de que pudiera detenerme, lo que a mi madre no le gustaba. —¿Crees que lo que estás haciendo es importante? — preguntó.

Fruncí el ceño, pero pensé en mi madre biológica, llorando mientras escribía un adiós al bebé que amaba. Pensé en todas esas chicas —discúlpame, Lacrosse4life— toda esa gente en YouTube que admite tener dificultades. Luego pensé en lo que sentí cuando Mike me dejó, lo dolida que me sentía, y lo enojada. Sabía la respuesta a la pregunta de mi madre. —Sí.

—Entonces necesitas hacerlo sin importar cuanta diferencia hace.

Suspiré. —Lo sé.

Y lo sabía. Sabía que iba a llevar esta cosa hasta el final. Sólo que no tenía ni idea, en ese momento, de lo lejos que todo llegaría.