Título: Fucking Rich people.
Rating:T a M
Disclaimers: Naruto no me pertenece. Si me perteneciera hubieran visto más el background de los Hyugas, Naruto seria mas protagonico, los Akatsuki tendrían su spinoff, el equipo siete comprenderán que nunca debieron de defender a Konoha, terminarían la guerra y serian unos ninjas fugitivos/ rebeldes.
Capítulo 8
Suburbios de Boston.
Desconocido.
Hora: 8:00 pm
-Ya se tardaron.
-¿Quizás hubo problemas con el avión?-susurró Hinata.
-Me siento ofendido que a Shino le hagan una fiesta de bienvenida y a mi no me hicieron ni una reunión. Ni siquiera me compraron un ramo de flores o pusieron globos en la entrada.
-Llegaste a la casa a que prácticamente Hinata te hiciera un sandwich y te diera una cerveza- dijo Neji desde su lugar.
El señor Shibi había decidido hacerle una pequeña reunión con los allegados de su hijo en su casa. Aburame Mutua había ido por Shino al aeropuerto, estaban dos horas atrasados y la gente se estaba desesperando.
-Ugh, hermano no avisaste cuando llegabas. En cambio Shino aviso con una semana de anticipación- contestó la joven Inuzuka.
La Hyuga asintió con la cabeza y seguía mirando hacia el vestíbulo como si en el momento justo, Shino entrara por las puertas. Pero permanecieron cerrados, y la voz de Kiba se volvió más chillona cuando comenzó a discutir con Hana porque había hecho un cake sandwich. Uno de los platillos favoritos de Shino.
-No entiendo porqué está aquí Neji si ni siquiera es su amigo-alegó el Inuzuka.
-Me cae bien, sabe cuando hablar y tiene cerebro-contestó Neji.
-¿Qué insinuas?
Bueno, le hubiera sorprendido si no discutieron mientras esperaban la llegada del más joven de los Aburame. Su estancia en Japón fue larga, muy pocas veces tuvieron oportunidad de hacer videollamada haciendo sentir a Hinata la peor amiga del mundo. Después de todo Shino había sido también uno de sus cómplices en algunas actividades ilegales cibernéticas.
-Escuche que robaron la panadería-dijo Hana.
Hablando de cosas ilegales, Inuzuka Hana habló de la última noticia de los suburbios de Boston.
-Me sorprende que nadie cierre sus puertas. Como si no recordaran lo que pasó hace años-le contestó Kiba que estaba abriendo su cerveza.
Neji miró de reojo a Hinata, a lo cual ella le sonrió para tranquilizarlo. Estaba aprendiendo a manejar la agitación de todos esos recuerdos. Honestamente, tampoco estaba segura de poder hacerlo, pero solo la mirada de Neji o solo abrazarla la hacía sentir segura. Se sentía con la fuerza necesaria para superar sus miedos.
-Vamos, Kiba. Sabes, en realidad la gente cree que fue una especie de brujería. Ya sabes cosas del pueblo.
Ko había cambiado el tema. Por supuesto, él siempre buscaba la manera de protegerlos. Los Aburame y los Inuzuka no sabían de sus pesadillas. Hinata se alejó del grupo para ir por una cerveza al refrigerador. Al regresar, noto que Ko la estaba mirando preocupado. Nuevamente ella movió su cabeza para tranquilizarlo y eso lo calmó.
-Aquí es más seguro que Boston-dijo Torune que se integraba a la plática.
Aburame Torune era la persona más seria de toda la familia. Que se uniera a la conversación sorprendió al par de Inuzukas y a los Hyugas presentes. Bien había dicho el patriarca de los Aburame que Torune extrañaba a Shino y que su actitud había sido más bizarra de lo que estaban acostumbrados.
-Me gusta vivir en los suburbios pero las fiestas son muy aburridas. Boston es un buen lugar para salir.
Hanabi tenía más de dieciocho años y era un hecho que podía ir a cualquier lugar que quisiera. Hoheto e Iroha se habían preparado para todo tipo de eventos a futuro con la menor de las Hyugas. Todas las noches le rezaban a la Diosa Kaguya para que no le diera más fuerza porque estaban seguros que podía matar a cualquiera que se le atravesara.
-Solo has ido a una fiesta- le dijo Tokuma riendo maliciosamente- te la pasaste en el baño después.
-¿Cómo sabes que no he tenido fiestas salvajes? Estoy en la universidad siempre es un buen dia para tener una fiesta en los dormitorios- lo desafió la castaña.
-Tienes diecinueve, no veintiuno. No deberías de tomar entre semana-dijo Neji.
-¿Y qué si lo hago?
Tenía razón. Era normal ver a Hoheto o Iroha tomando entre semana, la diferencia era que esos hombres era difícil ponerlos ebrios. Hinata le dio un sorbo a su cerveza mientras veía como era que los hombres de su familia trataban de controlar a la más salvaje de los Hyugas.
-Que recuerdos, la universidad fue una buena época-dijo la mayor de las Inuzuka.
-Fue una buena época, no la mejor pero si fue divertido-la voz de Ko estaba cargada de melancolía.
-Dios, Tokuma. ¿Desde cuándo te convertiste en Neji?
Escucho que Hanabi se quejaba del medio hermano de Ko. Hinata soltó una risilla mientras veía la escena enfrente de ella. Miro su celular para ver la hora que era, era la primera vez que se atrasaba tanto un vuelo. Esperaba que Mutua y Shino estuvieran bien. Ko estaba hablando con Kiba sobre su nuevo proyecto en el Dojo mientras Torune y Neji lo escuchaban.
-¿Cómo te ha ido en tu nuevo trabajo?-le preguntó la Inuzuka a Hinata.
Pensó su respuesta para no delatar todas las quejas que cargaba.
-No tan mal. Estoy dividiendo me para no dejar abandonado el negocio de urban farm.
-Estoy segura de que no es nada que no puedas manejar.
-Gracias, pero me das demasiado crédito- dijo con una sonrisa.
Inuzuka Hana era una mujer fuerte e inteligente que estaba demasiado metida en el negocio familiar. Ella era de complexión delgada y con músculos que hacen envidiar a cualquier persona. Todas las noches iba al gimnasio con Tokuma y Mutua. Su tez impecable nunca había visto una imperfección. Sabía por parte de la señora Tsume que tenía otro empleo en el suburbio donde trabajaba en una clínica.
Era la mejor veterinaria a la redonda.
-Mamá me dijo qué has estado comprando a precio real los cortes de carne-empezó a decir la castaña mientras se acomodaba su cabello- me imagino que es para tu trabajo.
Hinata le afirmó. A diferencia de su mejor amigo, su hermana tenía unos grandes ojos cafés que podían verse ahumados. Era cien por ciento la hija de su madre en apariencia, a excepción de los ojos y de su personalidad que eso era por parte de su padre, él era de ascendencia latina.
-Tienes tu cara de trabajo puesta-Hana le dio un codazo a Hinata-¿te hice recordar algo de la oficina?
-Algo así-respondió la pelinegra.
-Te he visto todas las mañana corriendo con Neji. No se como tienes energía para tener dos trabajos. Necesitas un día libre.
Ella tampoco sabía cómo lo hacía. Cada vez que quería renunciar sólo tomaba café y veía su cuenta bancaria, eso era lo que la motivaba a seguir trabajando. Volteo a ver a Neji que estaba apoyado en la puerta en silencio, escuchando a Ko hablar.
Neji era su motivación para correr todos esos kilómetros era estar a lado de él. Siempre quería estar a su lado, hasta donde le permitiera estar.
-Si me tomara un día libre, no soportaría los gritos de Hoheto- respondió.
Sin embargo, Hana no estaba equivocada. Hinata se moría por un día sin llamadas telefónicas, sin correos electrónicos y sin miradas furtivas por parte de su jefe.
Su jefe temporal.
-Hinata ¿a que edad comenzaste a tomar?-preguntó enfurecida la menor de las Hyugas.
-No recuerdo-admitió la pelinegra. Solo sabía que fue joven, muy joven.
No conforme con la respuesta que le daba, Hanabi arqueó una ceja y cruzo sus brazos.
-¿Y nunca tomaste una copa o hiciste una fiesta hasta los veintiún años?
-No involucres a Hinata en nuestra discusión-alegó Tokuma con dos cervezas en la mano, la cual una se lo entregó a la Inuzuka.
-¿Por qué?
-Porque es diferente-dijo Neji acercándose a la conversación.
-¿Cómo?
-Simplemente es-añadió Tokuma.
Los labios de Hanabi se torcieron de una manera que solo había visto cuando se enoja de verdad. Un profundo suspiro salió de entre sus labios. Algo sucedía con Hanabi para que perdiera los estribos tan rápido por una discusión pequeña.
-No me pueden prohibir salir.
Estaba hablando completamente en serio. Tan en serio que no pudo evitarlo. Hinata soltó una risilla.
-¿Quizás podamos ir un fin de semana a alguna fiesta universitaria o algo así?-dijo Tokuma.
Ya había hecho eso antes y no le había ido bien. Pero había sido cuando era menor de edad, de unos diecisiete años. Hanabi no sabía esa historia. Solo recordar esa fiesta le daba náuseas.
-¿Te refieres a Neji y a ti en una fiesta? Suena como una maravilla pero no gracias, prefiero comer estiércol de los cerdos de los Inuzuka.
-¿Que tan malo puede ser eso?-Preguntó Hoheto que estaba entrando al cuarto con una cerveza en mano.
-Conocí a un chico y estoy saliendo con él.
Todos los ojos de los presentes se enfocaron en la castaña Hyuga. Eso no estuvo bien. De ningún modo. Hablarle de chicos a Hoheto era hablar de temas prohibidos. Aun recordaba Hinata la platica incomoda que tuvo con ellos sobre las relaciones sexuales y el uso del condon.
-¿Qué tipo de chico?- preguntó enojado Hoheto.
-Del tipo agradable-contestó segura Hanabi, siendo el centro de atención de todos.
-Oh ¿ya han salido?-preguntó Hana.
-Un par de ocasiones pero aún no es nada serio.
-Por que los hombres a esa edad no son nada serios- respondió enojado.
-Dios mío, Hoheto. No estoy embarazada ni nada .
-¡Por supuesto que no estás embarazada! ¡Porque no estás teniendo sexo! Porque esta prohibido. ¿Estamos claros en esto?
Hanabi puso los ojos en blanco.
-Alguien háblele a Mutua, ¿qué tal si se le quedó el carro?-interrumpió Kiba la discusión de los Hyugas.
Le iba a comprar una cerveza o tal vez un doce. Hinata volvió a mirar hacia las puertas delanteras y luego volvió su mirada hacia el Inzuka.
-Apuesto a que el avión se retrasó- dijo.
Tan pronto como Hinata hablo escucho como es que el motor de un auto se detenía. La sonrisa del Inuzuka creció y dejó que el joven llegara a una conclusión. El ruido sordo distintivo del equipaje confirmó la sospecha de todos. Los presentes giraron la cabeza y vieron a Mutua y a Shino posando en la puerta.
-¿Que hacen todos aquí?-preguntó con su voz monótona el joven Aburame
Aburame Shino, el hacker y su mejor amigo estaba de regreso en casa.
Boston, Massachusetts.
Jueves.
Vio con odio al delineador.
Si pensaba regresar al mundo de las citas debía esforzarse. Había intentando todas las mañanas maquillarse. Todas las mañanas fallaba. Frustrada veía el poco maquillaje que tenía bajo su poder. Esa mañana fue como todas las demás, pero aún así, estaba decidida a intentarlo. Mientras estaba de pie frente al espejo del baño, con el maquillaje extendido en el tocador frente a ella, Hinata se esforzaba por ver la posible combinación. Rápidamente se puso el maquillaje como lo hacía Hanabi y bajó las escaleras donde lo estaba esperando Iroha.
-Vamos tarde.
El día parecía ser el mismo, solo estando ella de mal humor. Estaba de malas, mas cuando Sasuke se llevaba su desayuno y el solo le daba una sonrisa ladeada.
Parecía que disfrutaba verla enojada.
Tomó una carpeta de las tantas carpetas que tenía que acomodar para ponerla en el archivero, junto con todas las demás carpetas que acababa de ordenar cuando escucha el timbre de su celular.
-¡HINATA! ¡Tienes una cita!
Hinata rápidamente alejó el teléfono de su oído ante el grito de uno de sus mejores amigos. Sí, el hombre chilló como una niña. Se le había hecho raro que Kiba le marcara a tan temprana hora, esto solo significaba que era algo importante.
-Sí,¿quién te informo?-pregunto Hinata mientras apoyaba sus codos en el escritorio del pequeño cuarto que hacía llamar oficina.
A su prima le gustaba ver arder el mundo.
-¿Me tengo que preocupar? ¿Neji está informado de esto? Debemos armar un plan para saber quién irá a vigilarte en esa cita.
Hinata no tenía humor, la mañana había estado caótica con toda la papelería que tenía que hacer y más después de que Haku le avisara que ese día tendría una cena Sasuke con sus amigos.
-Me da miedo lo que estás diciendo- confesó Hinata al mismo tiempo que mordía su labio inferior.
-¡Cállate! Natsu me dijo que saldrás con un amigo de ella. Insisto ¿le debo avisar a Neji?
Si fue Natsu. That bitch.
-Neji no sabe y espero que no se entere. Menos Tokuma o Ko. Nadie debía enterarse, Kiba- dijo esto al mismo tiempo que veía la pantalla de la computadora. Deberían de aumentarle el sueldo por arreglar el desorden de la agenda y mandarles los artículos que le faltaban.
-¿Qué clase de amigos somos?
Lo quería con todo su ser, sabía que la protegerá como una hermana ¿había algo peor que Kiba cuidandola? Era tener a todos los Hyugas sobreprotegiendo. Todas sus posibles citas en su vida han sido ahuyentadas por sus primos o sus tíos. Unos cuantos valientes se atrevieron a invitarla a salir, solo una mirada de Neji o de Tokuma era suficiente para espantarlos.
-¿Puedes esperar un minuto?- pregunto y presionando el botón de espera. Dejó el teléfono a un lado y se desplomó en el sofá que tenía enfrente de ella.
El mundo iba a colapsar.
-¿Todo bien Hinata?-preguntó Shisui que venía subiendo las escaleras, vestía ropa deportiva -te ves estresada.
-Si, bueno no. No se.
El Uchiha levantó una ceja cuestionando su respuesta.
-He decidido volver al mundo de las citas. Uno de mis mejores amigos se acaba de enterar asi que es cuestión de tiempo que se entere mi familia.
-No veo nada de malo en eso cariño-dijo sonriendo Shisui. Se sentó en contra esquina del sofá y tomó la taza de té que tenía enfrente de él. Hinata levantó una ceja.
¿Acaso a todos los Uchiha les gustaba tomar sus tazas de café o té?
-No conoces a mi familia.
Shisui sonrió lentamente y le guiño el ojo.
-Me gustaría conocerlos.
Suspirando, se levantó del sofá, para sentarse nuevamente cerca de su escritorio. Observó al simpático Uchiha que la miraba con esos grandes ojos oscuros que le fascinaban. No comprendía porque no podía sentirse atraída por alguien como él. Era todo lo que estaba buscando, solo que no había esa atracción.
-No sabes lo que dices.
La cabeza de Shisui se inclinó de esa manera familiar y frunció el ceño mientras sus ojos oscuros la estudiaban, sus labios carnosos se separaron como si estuviera a punto de hablar, pero algo lo detiene. Recordando que tenía a Kiba en la otra línea trata de terminar la conversación.
-Así que esa arma es tuya-señalando la pistola que tenía en su cadera-Es robado, ¿verdad? ¿Del ejército estadounidense?
Solo escucho risas del Uchiha antes de salir del cuarto. Volvió a presionar el botón para estar en línea con el Inuzuka.
-Disculpa, me habló mi jefe directo-mintió Hinata volviendo a ver la pantalla de la computadora- Si tengo una cita, les pensaba decir mañana y Kiba se supone que no debo atender llamadas personales en el trabajo.
Escucho un gruñido del otro lado del auricular.
-Me vas a marcar si pasa algo ¿verdad?
¿Qué había hecho para merecerse un amigo así?
Era uno de sus mejores amigos. Había tenido pocos amigos en su vida, unos se quedaron en San Francisco y había perdido la pista de ellos. Tenía que cuidar los que tenía ya que eran demasiado importantes para ella. Su corazón empezó a sentir un ligero cosquilleo y se sintió amada.
-Así es Kiba.
Boston, Massachusetts.
Residencia de los Uchihas.
Jueves.
Shisui le había regalado un lápiz labial rojo y un perfume.
Cuando llego de entrenar había estado ocupado con unas llamadas y se había retirado prometiendo que la vería en la noche en la cena. Antes de que fueran las cinco de la tarde Genma tocó la puerta entregando a Hinata su presente.
Bienvenida al mundo de las citas. El rojo te queda bien.
Tu amigo y dealer de armas.
Uchiha Shisui
Habia reido mas de lo que pensaba. Le agradaba mucho Shisui, era increíble que siguiera soltero. Durante el día Haku le había avisado que iba a necesitar de su presencia la mayoría de la noche en la cena que iba haber, por órdenes del Uchiha. Frustrada por que no le avisaron, le mando un mensaje a Natsu pidiéndole el favor que si podría quedarse en su casa por esa noche.
Decidió probar el labial que le habían regalado, se paró enfrente del espejo del baño de invitados y antes de aplicarlo, dudo al respecto. Nunca había usado ese tono.
Pensó por unos minutos hasta que decidió aplicarlo. Vio el reflejo en el espejo, y admitió que el color le sentaba bien. Debía anotar en regresar el detalle a Shisui. Era una clase de superhéroe, la había salvado de Setsuna y su insistencia de salir.
Mientras bajaba las escaleras hacia la planta baja, su teléfono vibró por enésima vez en el día. Sabía que Sasuke le enviaría un mensaje de texto para asegurarse de que tendría todas las cosas necesarias para su reunión. Desde que él tenía su número telefónico, Sasuke le había enviado mensajes de texto con más frecuencia, de la manera más mínima posible, y por extraño que pareciera. Cualquier detalle insignificante trataba de mandarle un mensaje.
La señora Chiyo y el chef Choza se habían encargado de la mayoría de los alimentos. Ese día Choji era invitado, por órdenes del Uchiha había decidido que no iba a preparar los alimentos. Cuando por fin dieron las cinco de la tarde empezó a escuchar ruido en la entrada principal. Sale de la cocina y ve como es que entran varias personas, entre ellas Sakura e Ino con un par de cajas en sus manos, Choji estaba en la sala con las bocinas pero fue una sombra que vio de reojo que le llamo la atencion.
-Solo ayuda a servir la comida del chef Choza y te vas.
Esa fue la orden que le dio Haku al verla, le sonrió y se retiró de la casa.
Eso era extraño.
Empezó a acomodar algunos platos sobre la mesa de invitados cuando de reojo vio su cabello castaño. Estaba segura que el destino le había mandado demasiadas coincidencias, hace menos de unas horas estaba pensando en él. El joven se detuvo enfrente de ella y sus ojos pequeños se agrandaron. Era sorprendente como es que ambos no supieron que hacer más que verse a los ojos. No había cambiado, estaba más alto, con la musculatura delgada de alguien que nunca deja de moverse y su cabello seguía usándolo igual como hace catorce veranos.
-¿Hyuga?¿Hyuga Hinata?
-¿Nara?
-Años sin saber de ti-con una cerveza en su mano la examina desde su altura.
Paso de un pie a otro, avergonzado. No había cambiado nada, misma actitud relajada y parecía como si estuviera a segundos de tomar una siesta. Dejó la cerveza en una de las mesas y como si fuera la primera vez que la ve, pone su mano frente a ella para saludarla. Hinata se acerca a él y en vez de tomar su mano, lo abraza. El pequeño acto causó en el californiano un sonrojo ligero y sus pupilas se dilataron de la sorpresa, pasaron unos segundos hasta que la pelinegra se animó a hablar.
-Me-me alegro verte- contestó Hinata sonrojada al separarse de él.
-¡Bueno, que no es Hyuga Hinata! ¿Dónde está mi abrazo?
Escucho una voz chillona desde el otro extremo del cuarto, gira su cabeza para ver al sonriente rubio desde el otro lado de la mesa, justo detrás de Ino. Se tambalea al doblar la esquina. Antes de que pueda responder, la tiene atrapada en un abrazo que la tomó por sorpresa. Unos brazos largos y muy fuertes. Su camisa gris huele a cenicero y su aliento a cerveza. Se echa hacia atrás, alborotando su cabello negro con los dedos.
-¡Oh, Na-Naruto!- Hinata tartamudeó nerviosamente. -¡Yo-yo no sabía que estabas aquí!
-Veo que no has cambiado nada.
El rubio seguía jugando con sus manos el cabello de la Hyuga y sonriendo al mismo tiempo. A lo lejos Hinata vio como era que el Uchiha se puso rígido y después de eso le frunció el ceño. Obviamente, él no había considerado que conocería a alguno de sus invitados. Regresó su atención hacia el rubio, empezó a sentirse nerviosa y sonrojada al tener aún cerca a Naruto.
-¿Cómo se conocen ustedes?-pregunto Hinata.
-Naruto siguió yendo a entrenar con tu abuelo-contestó Shikamaru con sus manos en los bolsillos-pasaron los años y nos volvimos a encontrar en la universidad.
Hinata mira con curiosidad al rubio, Shikamaru ríe fuerte.
-Geez, si el inutil fue a la Universidad. Sus padres fueron muy insistentes en eso.
-¡Hey! No estoy tan idiota.
-La palabra clave aquí es "tan".
Sasuke se había retirado a la cocina, lo miró finalmente a unos cuantos pasos parado detrás de Sakura, de espaldas a la isla de la cocina. Naruto seguía cuestionando a lo cual Hinata le respondió que trabaja para él, Shikamaru con su cerveza en mano le prestaba toda su atención pero hubo un momento en el que miro sobre el hombro de la Hyuga y luego levantó su ceja.
-¿Cuándo vas a San Francisco?-preguntó Naruto.
-Aun no tengo una fecha exacta, pero espero ir a California en dos meses.
-Deberias de visitarnos, sabes que siempre tienes una casa con nosotros.
Mirándola de reojo, Shikamaru se aclaró la garganta.
-Entonces Hinata ¿Como es Sasuke de jefe? Es tan malo como dicen.
La pregunta la hizo tambalear, con su mano derecha empezó a rascar su brazo izquierdo por el nerviosismo. Era una pregunta de doble filo, si contestaba que era malo lo más probable era que perdería el trabajo. Si decía que era bueno, nadie le creería. Trago saliva y contestó lo que se le hizo mejor.
-Es...ordenado.
Naruto y Shikamaru la observan un par de segundos antes de soltarse a reír. Todos los invitados miraban con curiosidad, Shikamaru se recuperó primero y resopló.
-Es la primera vez que alguien habla de él sin ofender lo.
Naruto seguía riendo y cuando se tranquilizo posa sus ojos azules sobre ella y al mirar sus brillantes ojos azules y su amplia sonrisa, de repente se siente mejor. Era como regresar a su infancia, era refrescante saber que alguien le agradaba su presencia.
-Escuche que tiene un par de guapas internas. Espero que se este deleitando con verlas o saliendo con alguna.
-Se supone que es uno de tus amigos más cercanos, Sasuke no sale. Es mas ni siquiera mira a las mujeres que se le lanzan-siseo Shikamaru.
-Sasuke era aburrido ... bueno, todavía lo es-le explicó Naruto a la pelinegra que no comprendía lo que estaba sucediendo.
Hinata parpadeó un par de veces y luego voltea a ver a Shikamaru. Este la mira y le sonríe en grande.
-Sasuke es de las personas que sí tiene que trabajar doce horas, trabaja veinticuatro ¿Por qué crees que su familia se está volviendo tan loca? Han estado tratando de atraparlo con una mujer durante años-dijo Shikamaru para luego darle un sorbo a su cerveza.
No se dio cuenta por completo y, una vez más, estaba agradecida por la presencia de ambos por darle más información de su jefe. Volteo a ver a Sasuke que estaba del otro extremo del cuarto, parecía natural verlo interactuar hasta le parecía extraño. Se veía humano. La mirada del Uchiha se cruzó con la de ella causándole un ligero sonrojo.
-¿Te ha tratado bien? Se que es un dolor de cabeza- le pregunto el rubio que le entregaba otra cerveza en su mano.
-Si, me intimida un poco- confesó la pelinegra que abría su cerveza.
-No es una mala persona. Simplemente apesta a entablar relaciones.
-Oh.
-¡Oy! Sasuke-grito Naruto llamando la atención del Uchiha.
En ese momento se acerca Sasuke con otro hombre a lado de él, por un momento su rostro se le hacía familiar a Hinata. Cuando se integró al grupo Naruto comenzó a hacerle preguntas a Sasuke del trabajo olvidándose de ella.
-Hinata me estaba contando más sobre el proyecto y estoy realmente impresionado- le dijo Shikamaru a Sasuke, distrayendo a la Hyuga de sus pensamientos.
Las cejas de Sasuke se arquearon ante la mención de su nombre. Sus ojos se posaron en ella. Hinata observó el cambio de la expresión de su rostro parecía ser una mezcla de sorpresa y enojo. El Uchiha le respondió sin quitarle la mirada de ella. Agradeció que estuviera Naruto en el grupo para hacerlo cambiar de tema.
-Buena música- Hinata le comentó a Shikamaru -suena como Walking blues.
-Wow-dijo la persona que se acababa de integrar a la conversación, con una genuina sorpresa en su voz-Buen trabajo. La mayoría de las chicas que conozco no saben mucho sobre música. A menos que se dediquen a eso. La mayoría de la gente solo reconoce a las grandes.
Hinata se encogió de hombros. Vivía con dos personas que les encantaba la música de jazz. No quería decir que fuera conocedora al respecto.
-Creo que nos conocimos algún momento de nuestra vida- la saluda amablemente con una sonrisa ladeada-Yamagawa Sai.
-¿Yamagawa Sai?-repitió Hinata.
Asintió el hombre enfrente de ella.
El joven de la sonrisa falsa, el que la había invitado a las clases de su hermano en una galería en Boston. El destino jugaba a veces de una forma que no podía comprender. Hinata abre su boca para contestarle pero es interrumpida por Sai.
-Hyuga ¿verdad?
Asintió con la cabeza segundos después continuaron hablando sobre la iluminación, el entorno y los colores, y pronto se vieron inmersos en una conversación sobre los proyectos que tenía en un futuro. Shikamaru se había acoplado rápidamente en la conversación haciendo demasiado ameno e interesante. Durante la siguiente hora, Hinata se sintió cómoda en el entorno. Ino se acercó al grupo y vio como era que Sai pasaba su brazo por la minúscula cintura de la rubia. Fue un movimiento tan íntimo que causó en Hinata que su rostro aumentará la temperatura. No estaba acostumbrada a ver muestras de cariño entre parejas.
Entonces recordó, la mujer que había dibujado Sai. El retrato de la mujer sonriente de ojos azules. Sai la miro y le sonrió de forma real. Muchas cosas habían cambiado en el artista.
En un momento de la noche observó a su alrededor y su mente empezó a armar ideas, Naruto por su forma de ser debía de tener muchos amigos, Shikamaru había podido socializar con todos los Hyugas siendo de agrado para todos, incluso Sasuke tenía amigos y eso le sorprendía. Mirando la interacción de todas las personas en el cuarto, viéndolos reír y divertirse se preguntó cómo se sentiría tener más amigos cercanos de los que ya tenía ahora.
Amaba con todo su ser a los Inuzuka y a los Aburame, pero nunca pudo tener otro amigo en su vida. Menos tener una amiga, las amigas eran envidiosas. Vio a lo lejos cómo era que Ino estaba platicando con Sakura, mientras se servían sus copas de vino. Hinata sonríe al verlas reírse, llegando a la conclusión que necesitaba esforzarse más en hacer amigos.
Dio un sorbo a su cerveza y cuando regresó la mirada al grupo que tenía enfrente de ella, noto la mirada del Uchiha en todo su cuerpo. Hinata solo evadió su mirada y volvió a dar un sorbo a su cerveza.
-La posición es sumamente difícil-dijo Ino.
-Lo dices como si fuera imposible-alegó Naruto.
Hinata escuchó un chasquido por parte de Shikamaru, ella le sonríe ligeramente y él le devuelve la sonrisa. En ese momento se acerco Karin hacia ellos, traia puesto unos jeans ajustados y una blusa de color rojo que hacia lucir su cabello largo, acercandose peligrosamente al Uchiha.
Lentamente pasa una de sus manos por el abdomen de él causando en la pelinegra movimientos extraños en su estómago. Interiormente, Hinata frunció el ceño ante su interacción no tan inocente por parte de la Uzumaki, dio un sorbo más largo a la cerveza.
-Sasuke, le decía a Sakura que iríamos a California en unas semanas y usaremos uno de los aviones de tu tío Madara. Ella está interesada en ir con nosotros.
Debía de ser su imaginación.
Porque escuchaba a Karin como si estuviera ronroneando.
Observó la botella de cerveza de su mano. Tal vez era el alcohol la que hacía escuchar su voz más aguda.
Dio un sorbo más grande.
-¿Cuando me ibas a decir que iras a California? Me siento ofendido- el rubio gritó su indignación a Sasuke.
-Naruto te podemos escuchar, no tienes que gritar-contesto Karin pasando su mano otra vez por el abdomen del Uchiha.
Sasuke no parecía que le molestara la mano de la Uzumaki, al contrario lo que parecía molestarle era la voz del rubio que seguía discutiendo con la pelirroja. Sakura se acercó a ellos tratando de separarlos mientras todos los demás veían la escena con diversión.
-Así eran en la secundaria- escucho que hablo Choji desde la parte de atras- despues de eso seguía una pelea y normalmente Naruto perdía.
-Un par de veces Choji, yo si recuerdo otras veces que gano Naruto-dijo Ino que se acercaba hacia donde estaba Hinata.
Entre tanto ajetreo y bullicio, no tuvo oportunidad de hablar con el Uchiha. Sakura le sirvió un vaso con whisky lo cual ella tomó, estuvo conversando con ella y confirmó lo agradable que era la doctora.
-¿Así que eres de California?
-Sí.
-Usualmente vamos nosotros de visita a los viñedos de los Namikaze.
-¿De los padres de Naruto?
Sakura asintió con fervor y continuó conversando con ella. Una vez que empezaron a servir los aperitivos se dio cuenta de que era probable que tuviera que enfrentar a Sasuke. Así que decidió hacer lo más inteligente que pudo hacer en ese momento.
Lentamente y hábilmente fue a la cocina, tomó sus cosas, y cuando estuvo apunto de salir por la puerta trasera ve que Sasuke entra a la cocina.
-¿Qué haces?-preguntó secamente.
Ella se paralizó.
-¿Me iba a mi casa?
Levantó la cabeza y la inmovilizó con su mirada aguda.
-Vuelve a intentarlo, sin el signo de interrogación.
Hinata suspiró resignada sabiendo que tendría que hablar con él.
-Me iba a retirar.
Levantó una ceja cuestionando la. El de ojos oscuros tenía en su mano un vaso con lo que parecía ser tequila, se acerco a la isla de la cocina y apoya sus codos en este. Solo los separaba la isla pero podía sentir la tensión de su mirada.
-¿Por qué?
Hinata no tenía alguna respuesta a lo que el cuestionaba. Así que solamente lo miro y lo miró fijamente, luego suspiro. De repente, el de ojos oscuros cruzó la cocina acercándose en donde estaba la Hyuga, tomó el bolso que tenía en su mano y lo dejó en la isla de la cocina. Se inclinó más hacia adelante y levantó suavemente una de sus manos. El pulgar del de ojos negros se movió en cámara lenta sobre la parte posterior de sus nudillos mientras lo sostenía entre sus palmas.
Lo más probable era el alcohol que hacía que Sasuke la estuviera tocando, el ligero roce de su dedo la puso bastante nerviosa, haciéndola recordar que sus manos ya habían tocado ese cabello y con lo que le quedaba de cordura pudo contestar.
-Es tu fiesta y son tus amigos.
La sensación de su pulgar moviéndose sobre el dorso de su mano estaba haciendo algo inesperado en la mitad de su cuerpo. En un esfuerzo por enmascarar el efecto, tragó saliva con rigidez, los labios se tensaron en una línea rígida y no dijo nada.
-Te puedes quedar a la cena, les agradas a todos.
Sus rasgos y su tono eran serios, implorantes; sus ojos parecían que eran más oscuros de lo que era normalmente. Estaba confundida y nerviosa así que lo único que hizo fue asentir con su cabeza. Se sentía en un trance donde Sasuke era la que lo controlaba.
Lo más probable era el alcohol.
-¿Cómo conociste a Sai?
Sasuke dio un paso hacia atrás para dejar espacio personal entre ambos, al ver la mirada interrogante de Hinata, se encogió de hombros.
-En el club, entrenamos juntos y él era uno de esos tipos artísticos que le agradaba a Itachi.
-Oh.
Sin pensarlo, Hinata hizo girar el vaso y lo llevó a sus labios, para darse cuenta que solo tomó un sorbo de aire con aroma a whisky, maldijo en voz baja al ver que se había terminado su bebida.
-Quédate a cenar, hoy solo comiste una ensalada.
Abrió la boca para responderle, pero su expresión facial cambió más rápido de lo que hubiera sospechado. No sabía como se había enterado de sus alimentos, pero no discutió. La comida que habían hecho olía demasiado bien y tenía hambre. Sasuke salió de la cocina sin decir alguna palabra dejando a Hinata con un sonrojo en todo su cuerpo. Cuando ella salió de la cocina vio que Naruto estaba charlando alegremente casi gritando en la casa. Se acercó a donde estaba Sai y este le sonrió.
-¿Sigues pintando Hyuga?
-Solo por diversión.
-Me gustaría ver tus trabajos, me imagino que fuiste a la escuela de arte ¿verdad?
Negó con la cabeza.
-Estudie diseño grafico.
El chef Choza decidió entrar para empezar a entregar la comida mientras le ayudaba, escuchaba a Sasuke hablar detrás de ella. Hizo todo lo posible por ignorar que él estaba allí, pero podía sentirlo observando cada uno de sus movimientos. Una vez que le entregaron su plato, se acercó a una de las esquinas donde se encontraban Sai, Shikamaru e Ino.
Conforme los minutos pasaban la rubia comenzó a hablar con la pelinegra de los trabajos que realizaba Sai, que para sopresa que no pudo ocultar la Hyuga, era el prometido de Ino. De vez en cuando Hinata agregaba algún comentario y la mayoría del tiempo solo escuchaba; un momento en la noche Naruto se les acerco hablando dos tonos mas alto que la mayoría de las personas.
-¿De qué hablan?
-Les estoy explicando del nuevo proyecto de Sai ya sabes cosas de arte- dijo Ino mientras abrazaba por la cintura a su prometido y este le daba un beso en la mejilla.
-Yo sé bastante cosas de arte, mi mamá tiene una galería.
Shikamaru voltea los ojos ante la respuesta del rubio de ojos azules. Hinata suelta una pequeña risilla al ver la respuesta de el joven de cabello castaño.
-¿Qué tanto sabes de arte?-pregunto Choji.
-Bueno ya saben lo que digo: se necesita mucho tiempo para ser joven-contestó Naruto sonriendo.
-Eso lo dijo Picasso- dijo en voz baja Shikamaru.
Todos soltaron una carcajada, a excepción de Sai que tenía esa sonrisa falsa que recordaba a Hinata de la época que lo conoció. Continuaron la platica y después sintió como era que alguien la observaba desde la esquina de la habitación, volteo discretamente hacia donde ella sentía la mirada y ahí estaba sentado a lado de Sakura.
Trago saliva.
Se giró rápidamente para dejarlo de ver, sus ojos oscuros le quemaban la piel cada vez que su mirada se posa en la de ella, y curiosamente empieza a sobre analizar todo, sabiendo que él está mirando.
Parecía que siempre la estaba mirando.
-Hinata, te sugiero que sea lo que esté haciendo lo dejes de hacer-escuchó que le dijo en voz baja Sai, exactamente en su oído.
-¿Eh?¿Haciendo que?
Sai quedó en silencio mientras veía por el hombro de la Hyuga, por un momento solo analizó lo que estaba viendo y después solo sonrió. Su sonrisa era diferente, era real. Parecía que fuera lo que estaba viendo realmente lo estaba entreteniendo.
-Tienes más de una habilidad especial y no hablo de tu arte.
Hinata solo miró a Sai sin comprender lo que le decía.
Había pasado bastante tiempo y nadie más parecía notarla. Probablemente porque todos tenían suficiente cantidad de alcohol en su sistema menos Hinata. Ella observó como Ino estaba arrastrando a Sai a bailar. Con discreción y sin la atención del Uchiha, decide salir de la casa. Estaba a medio camino de la puerta cuando ve entrar a Sasuke y cruzan miradas. Lo ve caminar con paso decidido hacia ella, pero es interceptado por un Naruto borracho.
Esa era su señal para poder irse de ahí, sale por la puerta de la cocina pero observa el cielo estrellado y decide tomar un respiro. Saco de su bolso una cajetilla de cigarros y toma asiento en el piso.
-Que extraño día- dijo en voz alta.
Escucho que la puerta se abrió y alguien se acercó a ella. Nara estaba a unos pasos de Hinata viendo el cigarro que tenía en sus manos sin encender, sacó de su bolsillo un encendedor sin cuestionar y prendió el cigarro de ella. La pelinegra lo miró apenada por encontrarla escondida apunto de fumar. Shikamaru sacó de su bolsillo una cajetilla de cigarrillos y encendió el suyo.
-Esto me trae recuerdos-empezó a decir Shikamaru viendo la noche estrellada- cuando te acompañaba todas las noches al departamento de tu abuelo.
Hinata soltó el humo por su boca, quitó la mirada del cielo y sonrió para sí misma. Los años habían pasado y los recuerdos seguían ahí.
-Espero no pienses mal de este hábito que tengo-dijo señalando el cigarro en su mano.
-Jamás te juzgaría.
-¿Cómo te ha ido?
-Bien dentro de lo que cabe. La vida adulta es demasiado problemática, no se como mis padres a mi edad ya estaban casados y con un hijo.
-Crisis de la mediana edad-le dijo Hinta viéndolo de reojo- te entiendo.
-No sabia que vivias en Boston, siempre que le preguntaba a tu padre me decía que estabas en otro Estado pero nunca me dio razón de ti.
Hinata se mordió la parte interna de su cachete. Su padre de alguna manera u otra la protegió no dando información sobre ella. Sabía que después de ese verano en San Francisco los policías y periodistas los estaban buscando pero jamás dieron algún dato importante. Y por lo visto tampoco a su único amigo de la infancia.
-Vivo en los suburbios con mis tíos-contesto Hinata apenada por la actitud paranoica de su padre- vivo con Ko, Tokuma y Natsu.
Levantó la ceja de sorpresa Nara.
-Oh, Ko y Tokuma me agradan-dijo Shikamaru pensativo mirando el cielo.
-Así que-vacilo Hinata-¿Cómo conociste a Sasuke?
-Agh.. Ya sabes la competencia de los estatales y nacionales.
Su mente comenzó a hacer conexión.
Oh. Oh.
Uchiha Sasuke, era el rival de Uzumaki Naruto. Todo empezó a tener sentido. Su sorpresa era muy notoria. El niño que le regaló el termo. Había olvidado eso. Conocía a los Uchihas desde antes de la casa de los Mitarashi.
Fuuck.
-¿No lo sabías?-preguntó perplejo.
-No.
Que pequeño era el mundo. Suspiró y vio a su amigo de San Francisco que seguía viendo el cielo. Debía decirle una parte de la verdad.
-Shikamaru, te quiero agradecer lo que hiciste por mi-empezó a decir Hinata sonrojada-no se porque te acercaste a mi ese dia hablar conmigo, siempre he sido una persona difícil de interactuar-hizo una pausa para verlo directo a los ojos, había crecido demasiado.
Shikamaru no era un niño ya era un hombre
-Fuiste mi primer amigo y nunca te lo agradeci.
Shikamaru enarcó una ceja. No esperaba eso, podía decirlo, pero rápidamente recuperó la compostura y le dio esa sonrisa típica de él.
-Debo confesar dos cosas: tu abuelo me pedía cigarros a escondidas así que no me sorprende verte hacer lo mismo-dijo Shikamaru tirando su cigarrillo en el piso para encender uno nuevo.
-Oh.
-Te hable porque pensé que eras bonita- dijo mientras con su mano masajeaba su nuca- eras mi crush, nunca tuve el valor de decírtelo.
Sus ojos se abrieron, sus labios se entreabrieron, y durante mucho tiempo se quedó sin palabras.
-Oh ¿porque?
-Esto es raro, Hinata. No sé cómo explicarlo-Se rascó la nuca y dejó caer la cabeza.
Otra sonrisa la saludó, y pensó que esa noche estaba recibiendo muchas sonrisas, lo que hizo que un recuerdo extraño y borroso se soltara.
¿Algo sobre sonreír?
-No me di cuenta de tus sentimientos.
-Sabía que había perdido desde hace mucho tiempo.
La mirada del californiano le causó que le temblaran las manos que estuvo a punto de dejar caer el cigarro. Tomando unas cuantas respiraciones para intentar calmarse, finalmente abrió sus labios. Él era inteligente, demasiado inteligente para las estrategias de pelea. Por lo visto, se había dado cuenta. Al ver que no decía nada la Hyuga, el joven se adelantó a hablar.
-Se de tu amor platonico con el señor Namikaze.
OH DIOS.
-No sé de qué estás hablando-mintió la pelinegra.
Fuck. No estaba preparada para que alguien más dijera eso. Shikamaru se inclinó para mirar más de cerca, apartando su mano cuando trató de bloquear su vista. Su corazón se detuvo. Él sabía. Parecía imposible, había sido tan cuidadosa, pero él lo sabía.
-¿Era demasiado obvio?-suspiro derrotada.
La miró fijamente durante un asombrado latido.
-No dejabas de verlo y te esforzaste por ser amiga de Naruto-dio una calada mas a su cigarro.
La mirada de Nara recorrió todo el cuerpo de Hinata, como si pudiera ver a través de su alma. Dio una calada larga a su cigarro y luego exhalo el humo. Durante la mayor parte de su infancia, habían sido solo su familia, y los pocos amigos que había tenido estaban llegando a su vida. Notaba en el joven que la miraba con empatía.
-No le digas a Naruto, por favor-suplico Hinata.
-Tu secreto esta a salvo conmigo-dijo sonriendo lentamente Shikamaru.
Ante sus palabras, dejo escapar un largo bufido seguido de risa. Hinata se tapo la boca con ambas manos y trato de recuperar la compostura. Shikamaru se encoge de hombros, cuando la pelinegra regresa su mirada gris al rostro del castaño nota que sus ojos se iluminan.
-¿Sasuke y tú están bien?-preguntó el joven.
Al escuchar la preocupación en su voz, la culpa se apoderó en ella. Las miradas que le lanzaba el Uchiha habían sido notadas por Shikamaru. No podía creer que le había llegado a causar preocupación a Nara.
-Si ¿porque lo preguntas?
-Pareciera como si estuvieran peleando.
Hinata negó con la cabeza, claramente horrorizada.
-No estamos peleando. Apenas nos conocemos.
Le doy una mirada irónica. Él asiente con suavidad, sus ojos regresan al cielo estrellado. Hay un silencio cómodo por parte de ambos pasaron unos minutos y luego aclara su garganta captando la atención de la Hyuga.
-¿Quieres saber un secreto?
Shikamaru estaba terminando su cigarro y después le sonrió maliciosamente. Algo estaba escondiendo. El joven tomó su silencio como afirmación.
-Sasuke es una especie de idiota para hacer amigos.
-Oh.
-Creo que le agradas, y le agradas mucho. Todos siempre quieren acercarse a él, ya sabes porque es atractivo y alguien de sociedad sin embargo es un idiota, probablemente tendrás que ser tú quien inicie cualquier tipo de amistad con él.
El significado de sus palabras golpeó a Hinata y ella solo pudo darle una calada a su cigarro. Shikamaru entró a la cocina por un par de cervezas, continuaron bebiendo un rato más hasta que se terminaron su bebida y sus cigarros. Vio su celular para ver la hora y ya empezaba a ser tarde. Cuando decidieron entrar una vez más a la casa, se encontraron con la sorpresa de ver a Naruto rodeando con sus brazos la cintura de Sakura. La respuesta de ella fue inmediata y tiernamente natural. Ella se inclinó hacia él mientras estaban de pie no muy lejos del sofá.
Había parejas, era como si fuera una noche de parejas y alguien se olvidó de decirle a Shikamaru y a ella al respecto. Sai y su prometida, Ino, se sentaron en una de las mesas, con una cerveza frente a él y un vaso de refresco frente a ella. Ino tenía este cabello rubio envidiable increíblemente hermoso, y parecía que podría ser un anuncio de Pantene, y Sai era guapo de esa manera totalmente oriental como algún integrante de una banda Kpop.
Hinata estaba segura que nadie le creía que Ino era de ascendencia japonesa.
El Uchiha estaba hablando con Choji, al principio había asumido que su mal humor era solo parte de su personalidad, pero lo estaba viendo bromear fácilmente con las personas. La Hyuga había comenzado a sospechar que Sasuke, tenía más dificultades para llevarse bien con las mujeres. Ciertamente no fue una conclusión improbable de sacar.
Shikamaru y ella se acercaron a donde estaban hablando Sai y su prometida. Mientras pasaban los minutos parecía que su imaginación la ponía paranoica, no estaba segura. El Uchiha trataba de meterse en todas sus conversaciones.
Platicaba con Sai, a los tres minutos llegaba Sasuke. Se alejaba a la cocina para ayudar al Chef Choza a recoger los platillos, entraba con Naruto a buscar una copa de vino.
Sus ojos grises lo miraron con indiferencia y lo sorprendieron mirándola más de una ocasión. Sin embargo, no lo dio a conocer, pero era obvio que lo sabía considerando el rosa claro que tiñó sus mejillas cuando volvió a enfocar su atención en Sakura un segundo después.
Tal vez era su imaginación.
Un momento en la noche que todos estaban en su plática y con una cantidad grande de alcohol que decidió ir al baño del cuarto de invitados en el segundo piso. Cuando salió del baño se encontró a el Uchiha esperándola en el pasillo. Hinata honestamente tuvo que regular su respiración para actuar como si todo fuera normal. No se equivocaba, había algo parecido a la curiosidad en sus ojos.
Su cara se sentía ardiente, pero la mirada que se coló en el espejo le dijeron que su encubrimiento estaba aguantando.
-¿Estás…- Sasuke frunció los labios, sus ojos oscuros se posaron en sus labios rojos que se acababa de retocar -¿Estás usando maquillaje?
-Oh, bueno, sí lo estoy usando.
Frunció el ceño el propietario de la casa.
-¿Por qué?
Ella volvió la cabeza hacia él. Su cabello negro caía cuidadosamente sobre sus ojos mientras la miraba.
-Shisui me lo regaló, se me hizo descortés no usarlo-dijo ella dándole una sonrisa tímida.
Olía como una combinación de jabón y colonia masculina. Le costaba respirar con él mirándola, así que se obligó a hablar.
-¿Se ve mal?
- No, solo se ve diferente.
Se encogió al darse cuenta de que acababa de decirle que se veía diferente. Evito sentirse mal, aún estaba trabajando en su autoestima, en ser más consciente de sí misma y de cómo sus acciones afectan a los demás. Confundida se alejó de la puerta para alejarse del Uchicha.
-¿Conoces a Nara?
Hinata no había dado más que dos pasos cuando la pregunta llego a sus oídos y la hizo pararse en seco. Sasuke dio un paso más hacia ella para acercarse.
-Así es, amigo de la infancia.
-¿Te gusta Nara?-pregunto instantáneamente el Uchiha. Hinata notó el olor de alcohol en su aliento. No era Sasuke el que preguntaba, era el alcohol el que lo hacía.
-Me agrada.
-¿Como Shisui?
-Si, me agrada como Shisui.
Ante su respuesta las comisuras de los labios de Sasuke se crisparon. No era una sonrisa. Era más como una mueca para acompañar las tenues líneas alrededor de sus ojos.
-¿A ti no te agrada?-se aventuró a preguntar Hinata.
-¿Por qué piensas lo peor de mí, Hyuga?
Lo miró fijamente. Esa fue una pregunta brutalmente honesta.
-¿Lo peor de ti?-repitió la pregunta sin comprender.
El Uchiha se las arregló para acorralar a Hinata en el baño, en cambio ella estaba incrédula de que le hubiera hecho la pregunta. Cerró la puerta detrás de él y su mirada mostraba irritación.
-Parece que no te agrado, pero ni siquiera me conoces realmente-dijo Sasuke.
Le pasó por la cabeza varias preguntas que en general era de qué diantres estaba hablando Sasuke porque realmente no entendía qué pasaba. Hinata sostuvo la mirada del Uchiha con la suya propia, aunque sintió un crujido en el cuello al hacerlo mantuvo sus ojos fijos en él.
-No es eso. Me intimidas.
Esos ojos grandes y oscuros reflejaron un destello que era nuevo para ella. De repente sonrió.
-No muerdo.
Hinata dejó escapar el aliento sin siquiera darse cuenta de que lo había estado conteniendo durante tanto tiempo.
-Siempre estás tenso y con el ceño fruncido ¿sabes cuál es tu problema? No sabes cómo divertirte. Necesitas relajarte de vez en cuando, tu hermano también te insinuó eso- le dijo Hinata al mismo tiempo que sentía su trasero que se pegaba en el lavabo.
No tenía idea de como habían regresado al baño.
-¿Te parece divertido esto?-señaló Sasuke.
-¿Discutir en el baño?
Sasuke frunció el ceño y la pelinegra contuvo un bufido e incluso se mordió el labio inferior para ocultar una sonrisa. La mirada oscura de él era directa e inquebrantable. Una comisura de su boca se levantó como si estuviera divirtiéndose.
-Sabes a lo que me refiero.
-Estoy tratando de entenderte Sasuke- dijo, su voz más sutil que su mirada, una sorprendente mezcla de feminidad suave.
Por un momento pensó que no tenía ninguna razón para mentir sobre algo tan insignificante. Ninguno de los dos sabía como actuar enfrente del otro, el alcohol era el que estaba dando fuerza a ambos para actuar y hablar. Después de todo aun no habían tocado el tema de su pequeña siesta.
-¿Podemos hacer una tregua?-preguntó Sasuke.
Ojos grises observan a los ojos oscuros.
-Es justo.
Se miraron el uno al otro durante un largo momento y, de repente, se movió el Uchiha. Hinata sintió un presentimiento de vulnerabilidad cuando este cerró la distancia entre ambos. Deslizó sus manos por los brazos de la Hyuga y luego alrededor de su cintura. Los brazos de Sasuke la rodearon apretándose contra ella. Él era tan grande y cálido, y se sentía tan aterradoramente agusto que se puso rígida. Ese abrazo no era igual que le había dado Shikamaru o Naruto.
-Sa-sasuke…-casi no podía hablar.
Una mano se deslizó hacia la parte posterior de la cabeza de Hinata, los dedos se entrelazaron con los mechones de cabello negro. Agarrándola suavemente, la guió para que lo mirara.
-Hueles muy bien -murmuró y luego presionó su nariz contra su cuello.
El aliento caliente contra el cuello de Hinata hizo que los latidos de su corazón se volvieran locos. Una de las manos de él llegó a su trasero y lo apretó.
Gimió.
Hinata había gemido.
Ni siquiera podía concentrarse en lo que quería responderle porque su voz se redujo a un nivel que nunca había escuchado. La boca del Uchiha rozó lentamente los labios de la Hyuga tentándola. El de ojos oscuros vaciló un instante antes de volver a rozar sus labios. Para su sorpresa se sentía algo avergonzada, ya que sentía cada plano duro de su cuerpo, incluida una dura longitud presionando el abdomen. Eso le recordó aquella vez que lo vio en la fila del baño de una fiesta, solo que no lo había sentido tanto.
La cabeza de Sasuke se inclinó y su boca capturó la de ella con un beso devastadoramente suave. Sabía a tequila y sal, sus labios se mueven contra los de ella en un movimiento largo, dulce y suave. Una de sus manos subió a hasta su mandíbula con sumo cuidado. Saboreó el interior de su boca, su aliento llegó en escalofríos contra la mejilla blanca de la Hyuga. Las rodillas se le debilitaron haciendo que todo su peso estuviera recayendo en él.
Uchiha Sasuke la estaba besando.
Y ella lo había aceptado. Cada vez que intentaba terminar el beso, este presionaba más fuerte, prolongando lo e intentando mas de una ocasión en que abriera sus labios. Los labios del joven se alejan de la boca de la de ojos grises, coloca besos suaves y duros a lo largo de su mandíbula, luego por el costado del cuello. Se podría decir que estaba ansioso por la forma en que le muerde lo suficientemente fuerte y rápido el cuello. Su lengua, tan suave pero tan fuerte recorría el cuello mientras sus manos pasaban su cuerpo hasta que llegan a su trasero y aprieta su cuerpo contra el suyo.
Hinata agacho su cara contra el hombro de Sasuke y mordió sus labios para controlarse.
Los mordiscos se convierten en lamidos, largas franjas húmedas de su lengua en un intento por aliviar su daño. Ella escuchó a Sasuke luchando contra sí mismo, un gemido bajo se le escapó al momento en que vuelven a besarla. Su respiración se vuelve dificultosa mientras lucha por recuperar el control, tratando de reducir la velocidad.
La perilla de la puerta se empieza a girar ligeramente y la voz de Shisui se oye detrás de la puerta. El aliento le faltaba a Hinata y sintió como es que la frente del Uchiha se deja caer en su cuello, su respiración le causaba un cosquilleo placentero.
Vuelven a girar la perilla con mas insistencia.
-Estoy ocupado Shisui- gruño Sasuke, mientras dejaba uno que otro beso en el cuello blanco de Hinata cerca donde le había dejado la cicatriz.
-Sasuke que te estés masturbando en el baño mientras tienes invitados es de mala educación-dijo Shisui.
Él solamente gruñó. Hinata cerró los ojos para calmar su corazón y cuando los abrió, vio la punta de sus orejas. Eran rosas.
Oh.
Así que eso era lo que solía hacer Sasuke en su baño.
-Pensé que estarías emocionado de ver a tus amigos.
El Uchiha frunció el ceño pero no respondió, se alejó de la cicatriz y mordió el lóbulo de su oreja. Hinata colocó una mano sobre sus labios para evitar soltar algún sonido. Los pasos de Shisui se alejan, y la cordura empieza a llegar a la pelinegra. Se separó de él, le dio la espalda y se empezó a acomodar su ropa.
El silencio fue incómodo para los dos. Al verse en el espejo, sus labios estaban hinchados y su cuello estaba ligeramente rojo. Si hubiera estado pensando racionalmente, nunca lo habría permitido pero paso algo que no estaba planeado y aunque quisiera negarlo lo había disfrutado.
Jamás la habian besado asi.
-¿Quieres salir primero?-pregunto Sasuke que se estaba acomodando el cabello.
Con un murmullo ahogado, se giró para enfrentarlo, pero nuevamente, las palabras le fallaron.
Murmuró un rápido "gracias" antes de salir.
Bajo rápidamente las escaleras y dio gracias a la diosa Kaguya por ver que todos los invitados estaban alcoholizados. Salió por la puerta trasera de la cocina y pidió un uber para ir a casa de Natsu.
Boston, Massachusetts.
Departamento
Viernes
La casa estaba en silencio. Los fuertes sonidos de Natsu teniendo sexo con sus novios la habían despertado alrededor de las dos de esta mañana. Se había tomado una cápsula de melatonina y en algún momento pudo recuperar el sueño. Eran las seis de la mañana y la casa estaba tan silenciosa que estaba bastante segura que Deidara y Sasori no estuvieran.
Sacudió la cabeza ante el recuerdo de la anterior noche.
¿Cómo diablos es que había pasado?
No tenía ni idea.
Entro al baño del departamento de su prima para sentir el agua caliente en su cuerpo, necesitaba relajarse. Después de unos minutos salió de la ducha, dejó caer la toalla y se puso ropa limpia antes de volver a salir.
No tenía ganas de ver a Natsu, así que tomó su celular y pidió un uber. Al entrar a la casa se sorprendió al ver el desorden que había, bastantes botellas de vino y cerveza estaban en el piso. Naruto se encontraba dormido en el sofá, boca acabo y a lado de él había un charco de vómito.
La Hyuga vio con horror la escena sacada de una película americana de universitarios, escuchó ruidos en el segundo piso y al subir se encontró con el propietario de la casa. El Uchiha la miró detenidamente cuando se paró en la puerta de su cuarto quince minutos antes de las siete de la mañana. Traía la misma ropa de la noche anterior, su cabello estaba revuelto y debajo de sus ojos había unas líneas que delataban su desvelo.
Su mano se movió a su garganta.
-No me siento bien.
-¿Vas a vomitar?-pregunto preocupada Hinata.
El de ojos oscuros se cubrió con las manos su boca y corrió al baño. Hinata se inclinó sobre él, acomodandolo en la taza del baño. Las veces que había estado con Kiba o Shino ebrios solo estaba a su lado por apoyo moral. Escuchaba las arcadas persistentes del Uchiha haciendo eco en las cuatro paredes.
-¿Quieres un poco de agua?
Él sacudió su cabeza.
-¿Algo más?
Otro movimiento de cabeza.
-¿Por qué no te acuestas?
Acomodo a Sasuke boca abajo en la cama y esperaba que las náuseas se le pasaran rápido. Le acercó una bebida multivitaminica y un ketorolaco, tenía menos de veinte minutos para que Sasuke se viera presentable y fuera al trabajo.
-Te prepararé la regadera.
Rápidamente abre la regadera y luego se acerca a su armario a buscar el traje azul. Escucha el rechinido de la cama y luego escucha los pasos del Uchiha en dirección a la regadera. Una vez que encontró el traje se lo dejó en la cama y salió del cuarto.
En menos de diez minutos Sasuke baja las escaleras preparado para su día laboral. Hyoton Haku observa a Hinata que era completamente ignorada por el Uchiha y haciendo que sus ojos cafés con sus grandes pestañas la miraron con sorpresa.
Hinata pasó el día limpiando por primera vez la casa que se encontraba un desastre, por como veía las botellas vacías la fiesta había terminado hace unas horas.
Cuando regresó Sasuke a la casa continuó ignorando, aunque solo había entrado y caminando como zombie subió a su cuarto a dormir. Haku le había estado marcando solo cuando necesitaba programar algo. En la tarde, después de que limpiara gran parte de la casa Shisui fue el segundo en levantarse, por la condición que veía estaba segura que no iba a volver a beber nunca más.
Shisui esbozó una breve media sonrisa desde el sofá. Cuando entró a la sala, el Uchiha dejó caer el brazo y no pudo evitar ver la forma en que sus bíceps estiran la camiseta que llevaba. Hinata le acercó un gatorade y un ketorolaco para que lo tomara. La pelinegra cruzó los brazos sobre su pecho mientras lo observaba.
-¿Puedo darte algo para beber?
Sacudió la cabeza y luego se volvió, dirigiéndose hacia el baño a tomar su ducha. La Hyuga en ese momento trato de levantar al rubio lo cual no fue posible, desesperada empieza a limpiar el charco que estaba alrededor de él. Tendría que mandar a lavar el sofá, era el mismo sofa donde habían estado dormidos después de su vergonzoso ataque de nervios.
Si la gente conociera su pasado estaba segura que la comprenderias.
Shisui entra a la sala y se sienta en el borde del sofá, dio unas palmaditas en el cojín junto a él indicando a Hinata que tomara asiento.
-Debemos hablar Hinata.
Eso era curioso, él solía ser amable y un poco coqueto con ella pero sentía que esa platica era más personal sintió nervios y ansiedad. Pasando junto a él, trato de ignorar su sonrisa pícara. Se sentó a su lado, enviándole una rápida mirada de reojo.
-Entonces, ¿qué está pasando?
Ojos oscuros tan brillantes que casi parecían irreales se encontraron con los grises, y su mirada la atrapó. Sin estar segura de por qué no podía apartar la mirada, se puso nerviosa y sus músculos se tensaron.
-¿Cómo te sientes?-preguntó.
-Yo no tengo resaca.
Esa sonrisa apareció de nuevo y se fue demasiado rápido.
-No te vi anoche.
-Me fui antes de que llegaras.
Recordar que casi pudo encontrarla en el baño con Sasuke donde estaban los dos demasiado entretenidos él uno con el otro la puso más nerviosa. Sintió como es que su cara se empezaba a calentar y solo pudo encogerse de los hombros.
-¿Sasuke se comportó bien contigo?
Frunció los labios al recordar que antes del suceso había estado mirándola de forma extraña, incluso molesta.
-Creo que no soy de su agrado.
Shisui se echó a reír, y sus entrañas se pusieron blandas con el sonido profundo de su risa.
-Sasuke es un idiota mal humorado- empezó a decir al mismo tiempo que le tomaba la mano para acariciarla- pero no sabe expresar sus sentimientos.
-Oh.
Era el tercero que le decía eso. Primero Itachi, luego Shikamaru y nuevamente por si no había entendido Shisui le rectificaba. La verdad era que no sabía como actuar con él. Había caído en algo tan cliché que era besarse con su jefe, aunque él fue el que inició todo y ella se dejó llevar. Siempre podía culpar al alcohol, la solía desinhibir y en algunas ocasiones le causaba vómitos.
-¿Te gusto mi regalo?
-Me gusto mucho. El lápiz labial, es un rojo muy bonito.
Shisui sonrió en grande y volvió a masajear la mano de Hinata. Debía sentirse incómoda pero no lo estaba.
-Te tengo que confesar quería venir a la cena y asegurarme de que todo estuviera bien entre ustedes dos. Me siento incómodo cuando están en el cuarto.
Shisui lo había notado. Hinata se congeló y luego se sonrojó. Le gustó la forma en que la preocupación se había desvanecido de sus ojos, que ahora estaban iluminados con buen humor.
-Creo...creo que está muy estresado- lo volteo a ver y este solo le regalo una sonrisa-esto se ve mal pero te juro que no tiene nada que ver contra ti.
-Deberias de pasar me una cerveza, tal vez no me lo tome personal.
El Uchiha le guiño el ojo y soltó su mano, el estómago de la pelinegra se apretó. Vio como hizo un gesto con la cabeza hacia el bar y la joven se levantó de su lugar, con cuidado brinco el cuerpo de Naruto, y se dirigió al frigobar. Una vez en mano con la bebida y sentados en la sala Shisui la miro.
-Entonces ¿no actuó raro mi primo?
No tenía ni idea de lo raro que había estado Sasuke toda la noche.
-¿Por qué insistes en preguntarme eso?
-Suele actuar mas extraño cuando esta ebrio y cuando llegue estaba mal. Muy ebrio.
Hinata se mordió el labio inferior. Él le dedicó una sonrisa, y era perversamente sexy. Incluso podría haber sido contagioso si ella no hubiera estado tan malditamente preocupada de que en cualquier momento entrara la señora Chiyo o Haku y la encontrará sentada a lado de unos de sus jefes. Podrían pensar que estaba intentando meterse con él.
-Fue una mala idea quedar me en la cena.
Porque había roto alguna de sus reglas. La más importante, no meterse con un Uchiha.
-¿Honestamente?-preguntó Shisui.
-Honestamente una mala idea.
Hinata noto como era que Shisui estudió su rostro antes de que ella se alejara de él, tratando de ocultar su incomodidad por la realidad que paso la noche anterior.
-¿Quieres escuchar un par de historias vergonzosas de Sasuke?
Él la trataba de animar, pero no creía que le pudiera ganar a su historia. Había sostenido la respiración y tensado los músculos, miro al joven enfrente de ella y se compuso lo suficiente como para hacer una mueca.
-No quieres escuchar mi historia- no era una pregunta, era una afirmación.
-¿Tienes una historia de él? Eso fue rápido.
Shisui dio un sorbo a su cerveza y la dejó en la mesa que tenía enfrente de él. Se escuchó un gruñido por parte del rubio, recordando a los dos que lo tenían en calidad de bulto.
-Una ocasión le pinte el cabello rubio mientras dormía, tuvo que ir asi mínimo dos meses al trabajo.
-¿Tienes pruebas?-preguntó Hinata sonriendo.
-Si las tengo, cada vez que tengo un mal día veo las fotos.
Hinata soltó una risilla y vio como era que él le daba un sorbo a su cerveza. Uchiha Shisui era una persona demasiado agradable, trabajadora y atractivo. Cualquier mujer estaría feliz de tenerlo como pareja. Lo que le sorprendía era porque no se sentía atraída por él. Suspiro y pensó en que esperaba encontrar a alguien con todas esas cualidades.
-Entonces ¿qué hiciste Hyuga Hinata?
Silencio. Tomó la cerveza que estaba tomando el Uchiha y le dio un sorbo grande, necesitaba fuerzas para confesar lo que había hecho.
-Lo abofetee.
Shisui parpadeó una vez y luego volvió a parpadear. Apretó sus labios tratando de controlarse. Tres segundos de silencio llenaron la habitación, hasta que no lo pudo controlar. Shisui estaba riendo descaradamente que no le sorprendería que los vecinos lo escucharan.
Mierda.
El Uchiha presionó su frente contra la palma de su mano mientras sus hombros temblaban.
-¿Eso realmente pasó?
-Me alegro de que puedas reírte de que casi pierdo mi trabajo-dijo sonrojada Hinata.
-Estoy pensando que se lo merecía-murmuró.
Ella también lo pensaba y lo confirmaba.
Escucharon un gruñido mas fuerte por parte del rubio, Naruto se levanto del sofa y los miro con esos grandjes ojos azules de color del cielo. Su cabello estaba hecho un caos y como veía el cojín del sofá también.
-Fuck, recuerdenme no tomar más de cuatro shots seguidos con Choji- dijo el rubio que luego dirigió su mirada a Shisui.
-Nunca escuchas.
-¿Qué tomas?
-Una cerveza.
-¿Todavía tienes resaca?-pregunto el rubio.
-La cerveza debería ayudar-contestó Shisui mientras levantó la cerveza.
-¿Te emborrachas a menudo?-pregunto Hinata.
-No lo suficientemente como ellos.
Uchiha Shisui le había pedido que fuera, con cuidado, a casa de Itachi a dejarles pastel del que había hecho el chef choza. Sasuke aun no había salido del cuarto y solo había escuchado como era que sus arcadas continuaban. Una vez que estuvo enfrente de la puerta de sus vecinos, tocó.
Y volvió a tocar.
Hizo una mueca de molestia al darse cuenta que no iban abrir la puerta..
-Espero tengas mas pastel de donde vino, porque tengo celos que le estas dejando a Itachi y a Izumi.
Se giró y observó a un sonriente Uchiha Obito viéndola. Mismas características que todos los Uchihas, solo que menos marcado sus facciones. La mitad de su rostro, como había explicado Rin, tenía cicatrices de todas las marcas de aquellas semanas de secuestro. La mirada oscura de Obito estaba en todo su cuerpo.
-Después de este pedazo, espera uno en tu casa-dice dulcemente Hinata.
Él sonríe.
-La puerta debe de estar sin llave, los gemelos no tardan en llegar de su entrenamiento.
-Se me hacia extraño que no abriera Natsu.
-Cuando esta Itachi los niños entrenan en el bosque, Ebisu esta en contra de eso pero después de lo que pasamos nosotros queremos que los niños aprendan a sobrevivir en la naturaleza..
La pelinegra abrió los ojos en grande. Todo se estaba uniendo y lo que no podía entender hace unos años lo estaba comprendiendo.
-Lamente lo que viviste- fue lo único que pudo responder.
-La mayoría del tiempo estuve drogado, así que recuerdo algunas cosas y la mayoría no son tan lúcidas.
Observó las características de él. La persecución en el bosque, definitivamente Obito era el que había corrido por aquella maleza junto con ella.
-Si te doy un pedazo de pastel mas grande ¿me perdonaras por lo que hice en la fiesta?
El vuelve a sonreir y pone una de sus manos en su hombro.
-No paso nada Hyuga. Le agradas a mi esposa y toleras a Sasuke, pero aceptaré un pedazo mas de pastel-le respondió y luego le guiño el ojo.
Inclinó su cabeza hacia un lado, manteniendo la sonrisa en su rostro. El Uchiha se aleja de ella y abre la puerta dejándola pasar. Nohara Rin tenía como esposo a un hombre caballeroso, sin lugar a dudas. Empezó a caminar directo a la cocina cuando escuchó un sonido que causó en Obito una risa pequeña.
Eso era un gemido.
Obito tomo el plato de las manos de Hinata y camino a la cocina, ella anonadada se quedo parada. El Uchiha le hizo seña que se acercara a ella y no tuvo mas elección que seguirlo. Enfrente de ellos estaba una muy embarazada Izumi dándoles la espalda, con sus piernas apoyadas en el hombros de Itachi. Escucho un gruñido masculino causando en ella un sonrojo en todo su cuerpo. La cabeza de Izumi se echó hacia atrás y en su rostro reflejaba placer.
Itachi le estaba haciendo sexo oral a su esposa. En la cocina. A la luz del día.
Izumi abrió los ojos y los vio. Sonrió ligeramente antes de hablar.
-Ya voy a terminar…
Y por lo visto no les importaba tener público. Obito dejo el pastel en el refrigerador, como si fuera lo mas normal de ver a dos personas teniendo sexo. Izumi abrió la boca y salió un gemido suave de su boca. Itachi se levantó desde el núcleo de su mujer, y le dio un beso en su frente. Con sumo cuidado la cargo y salió de la cocina.
-¿Quieres tomar algo Hyuga?
-No, la verdad creo que me tengo que ir.
-¿Porque?-pregunto Itachi entrando a la cocina.
-La-lamento..
-No te preocupes Hyuga, esto es normal en nosotros-dijo animadamente Obito- al principio era vergonzoso pero ya nos conocemos todos.
Itachi solo sonrió ante lo que decía Obito.
-Cuéntanos Hyuga, ¿Qué tan impertinente se puso Sasuke?
La familia Uchiha realmente eran diferentes.
Ubicación: Suburbios de Boston, Massachusetts
Casa de los Hyugas
Viernes
7:00 PM
Estaba aplicando el rimel en los ojos cuando ve que una sombra se detiene en la puerta de su cuarto.
Fuck.
Se había cerciorado que no estuviera ninguno de sus familiares en su casa, no contaba que saliera antes de su trabajo.
-¿Vas a usar eso?-Ko levantó la barbilla, indicando su atuendo.
Se miró a sí misma. No veia nada malo en sus jeans azules, con zapatos de piso y una blusa de color azul. Hinata miró su armario y miró alrededor al desastre que se había producido después de sólo unos minutos de entrar en desesperación por ver que podría usar en la cita. Cinco camisas y dos vestidos habían caído por el suelo; dos camisas aterrizaron en una silla de gamuza blanca y unas cuantas prendas de Hanabi estaban en su cama.
-¿Se ve mal?
Al mirar su reflejo en el espejo, Hinata vio el reflejo de Ko que inclinaba la cabeza ante la imagen antes de sonreirle en señal de aprobación.
-Tu blusa está escotada haciendo ver tus pechos y esos jeans están terriblemente apretados-hizo una pausa Ko mientras la miraba y al mismo tiempo sonreía.
Sabía que Ko sospechaba de ella, pero ¿cómo podría esconder que iba a tener una cita? Una vez que se dio cuenta de que Ko la estaba estudiando, casi se desmaya.
-Te ves bien Hinata. Bastante bien, diría yo. Digo que ese atuendo no deja mucho a la imaginación causara en Neji mucha molestia pero ya sabes como es él, sobre protector.
-Oh.
-No quiero que tu cita tenga ideas diferentes a las tuyas-dijo con voz paternal Ko.
-No es una cita, saldré con una amiga del trabajo-mintió.
-¿Amiga?
Ko le dirigió la mirada más desconcertada del mundo, sin ayudar en nada a la confianza de Hinata.
-Oh ¿te acompañará Neji?
Tenía que seguir con la mentira, Hinata permaneció perdida en sus pensamientos. Trato de recordar las películas de it girl que había visto alguna vez en su vida, desgraciadamente era su única referencia.
-Es una noche de chicas, no puede ir Neji.
La Hyuga tragó saliva cuando vio que Ko entró a su cuarto para sentarse en la esquina de su cama.
-¿Y que van hacer?-pregunto divertido.
La Hyuga se cuestionó si las amigas también hacían lo mismo que lo que hacía con Kiba o Shino. Pensó por unos segundos y se le ocurrió decir que irían al bar. Ko alzó las cejas y luego sonrió.
-Bueno, intenta al menos parecer que te estás divirtiendo.
Ese consejo le servirá en su cita.
Ubicación: Suburbios de Boston, Massachusetts.
Casa de los Aburame
Viernes.
11:00 PM
-Argh, ¡quítatelo, quítatelo!
Shino giró su cabeza viendo a su amigo Kiba gritando en la cochera de los Aburames. Kiba se retorcía, golpeando su espalda y emitiendo una serie de maldiciones y chillidos poco masculinos.
-Es sólo una cucaracha- le informo Shino-No te va a matar.
La noche estaba demasiado fresca, tenían un par de horas los tres en casa de los Aburame. Salieron al patio trasero de la casa y sacaron una cajetilla de cigarros, cada uno encendio el cigarrillo y vieron al bosque.
El bosque que había corrido por su vida.
Hinata miró por encima de su hombro para ver a Shino inclinar la cabeza hacia atrás mirando las ramas del árbol que se balanceaban sobre sus cabezas. A Shino le gustaba estudiar y criar insectos, como todos los Aburame.
-¿Cómo va la búsqueda de empleo?-le pregunto Hinata.
-Sin acontecimientos notables. No le he dedicado mucho tiempo.
-¿Cómo te fue en la cita, Hinata?-pregunto Kiba.
La pelinegra ve como el Aburame gira su cabeza y la mira detenidamente. Da una calada a su cigarro recordando que ella había accedido a salir con otras personas. La cita no había estado tan mal, Biwa Juzo era un hombre de treinta y tantos años que era un banquero con un trabajo estable. Era muy agradable pero no hubo química y él también lo sintió.
-Se supone que era un secreto que pensaba decirles hasta que tuviera el valor- empezó explicar Hinata a Shino que la seguía mirando.
Exhalo el humo y volteo a ver al joven Inuzuka.
-No me dijiste que era un secreto.
-Se supone que solo Natsu se iba a enterar-le informo.
-Entonces ¿estuvo mal?
-No, estuvo bien. Intercambiamos números telefónicos pero no creo que vaya a haber una segunda cita.
Porque realmente le agradaba, pero durante la cita solo recordaba el beso que tuvo con el Uchiha. El la había besado como si disfrutara besarla tanto como ella lo había disfrutado besándolo a él. En su corta vida nunca había excitado a un hombre con solo un roce de labios, realmente fue toda una experiencia para ella. Mas para el Uchiha parecía que no recordaba nada y eso era lo peor.
-De seguro era feo-dijo Kiba tirando el cigarro al piso.
-No era atractivo pero no estaba mal.
-Hinata no tiene mal gusto, pero puede que el hombre fuera feo-dijo Shino.
-Es demasiado amable con las personas-contestó Kiba.
Miró a sus dos amigos que seguían hablando de los motivos de que su cita fuera un fracaso, pero era solo un presentimiento que tenía. Si él la volvia a invitar tal vez aceptaría la salida. Trató de calmarse lo suficiente para confesarles a sus amigos de los ataques de pánico que tenía. Sus palmas se sentían resbaladizas por el sudor. Cambiaría la versión de la historia si es que se las preguntaba, todo tendría sentido para ellos. Que tres niños estuvieran cerca de una escena del crimen era traumático.
-Chicos, les debo confesar algo.
Finalmente Hinata les contó una pequeña parte de su oscuro pasado.
Notas de Autor:
Guys me faltaron escenas que no sabré dónde poner. Asi que nació este capitulo, algunas que me faltaban las cambie al siguiente y otras ya no se donde ponerlas.
La verdad me gusta escribir de Hanabi, love it.
Si quieren saber que onda con su pasado, especialmente lo que les conto a medias a Shino y Kiba esta en mi historia llamada.
Fuckin Summer.
Y si quieren saber de las cosas ilegales que hicieron esta en la historia de I Know what you did last fuckin Summer.
He tenido demasiado trabajo y lo unico que me anima a seguir con vida es que quiero ir de vacaciones a PORTUGAL y COREA. Si alguien de aqui ha ido, deme tips y de más. Primero ire a Potugal y luego el proximo año si todo va bien a Corea.
(se auto miente por la pandemia)
Sigo sin reviews,¿que onda? ¿no esta guai/ chido?
¿Me odian?
Pd. Vean BNH, Fruit Basket y Koi to YObu ni Wa ki.
Saludos a todos. Usen cubrocas.
Dato innecesario:aun no avanzo el capitulo 11.
