Nadie nunca entenderá
Los personajes no me pertenecen son de la gran Rumiko Takahashi esto es sin fines de lucro solo diversión por y para los fans.
Para considerar: este fics está clasificado para mayores de edad puede contener violencia física o emocional así como escenas eróticas y lenguaje soez.
—O—
Nadie
Nunca
Entenderá
Debo gritar
Aunque
Muera
Si tan solo
Supieras
Como tiemblo
Cuando estás
A mi lado
Fervorosamente
Pido fuerzas
Más tu voz
La oigo
En todos lados
Mis días
Son oscuros
Ni el tiempo
Ni los amaneceres
Ni los brazos
De otros
Sirvieron
Para olvidarte
Más te sigo
Amando
—O—
Tres años atrás, Nueva York…
Estados Unidos, con mucho esfuerzo había logrado venir a este país… dejando atrás amistades y un amor no correspondido. La Universidad de Japón había hecho lo suyo consiguiéndome un cupo en la Universidad de Columbia, estaba feliz y con muchos deseos de emprender mi sueño. Terminé mi carrera administrativa con muchas dificultades, la competencia había sido muy dura ya que las americanas eran muy malas perdedoras.
En la búsqueda de trabajo un año después me encontré con esta sociedad, la vida me sonreía… no podía creerlo, el mismo chico de Japón tenía montado un pequeño estudio con un americano llamado Jhon. En menos de lo que pensé, el empleo era mío… poco a poco fuimos forjando una amistad que deseaba pasara a otro nivel, pero el chico de ojos color cielo nunca me vio diferente. Por más que cambiara el maquillaje, usara ropa nueva o lo invitara al cine siempre era rechazada, su excusa "el trabajo".
Hasta ese día en pleno Teatro de Broadway, no lo sabía hasta que salió corriendo de mi lado dejándome sola y triste. Lo busqué por todas partes hasta que comprendí por quién quedaba sin aliento… lo que dolía era que no era la primera vez, no solo en Japón sino que también en este lado del mundo, siempre fue y ha sido ella, Akane.
Fuimos amigas muy unidas durante la época universitaria en mi natal Japón, ella tuvo la suerte de ser su novia aunque por pocos meses. Ranma me había dejado abandonada en cuanto terminó la obra por un amor ridículo que se había acabado debido a la enfermedad de su padre.
Recuerdo la rabia y el resentimiento, aun después de años Tendo seguía importunando mis mejores momentos, todo se había arruinado por su culpa. ¡Cómo carajos iba a saber que el espectáculo le pertenecía! Una vez más me sentía desplazada y lo peor era que ni siquiera tuvo oportunidad de hablarle, sí, Akane no lo vio ni se enteró de que Ranma corría tras ella. Sin embargo no desistí, lentamente fui mezclándome en su círculo más cercano y sin dudarlo tuve la oportunidad de conocer a sus padres, los cuales me gané con mi mejor sonrisa.
Era la chica japonesa amiga de su único hijito, por eso es que cuando Genma me habló de matrimonio pensé que deliraba… el hombre estaba enfermo y viejo, su último deseo era ver a su orgullo al heredero Saotome casado y según él yo era la mejor opción. No quería ver a su hijo con una "loca americana" y con la mejor de las disposiciones acepté mucho antes de que Ranma se enterara de lo que sucedería.
El noviazgo duró apenas tres semanas, él cada vez que me veía bajaba la mirada lleno de remordimientos, sabía muy bien que no me amaba pero mi orgullo fue más grande y en cuanto el padre comunicó su deseo este lo rechazó de plano, pero al ver que la salud de su padre no mejoraba sino por el contrario cada día se apagaba más terminó accediendo. Vívidamente recuerdo como se negó, dijo a viva voz que era una compañera de trabajo ni siquiera me consideraba su amiga no, una simple empleada más de su empresa. Pero Nodoka fue la voz de su esposo e insistió en que cumpliera su voluntad, ya que su salud deterioraba con el pasar de los días.
La boda no fue lo que esperaba, la argolla en mi dedo fue comprada por su madre ya que él no tenía ni un interés en elegirla. La ceremonia fue muy privada en la cual solo asistió Jhon y una amiga mía. El departamento que arregló Nodoka para que viviéramos inicialmente se convirtió en una maldita nevera… la primera noche él simplemente se emborrachó, cayó dormido sobre el sofá mientras yo limpiaba el bonito maquillaje que había elegido para ese día con lágrimas en mis ojos.
Apenas llevamos seis meses de matrimonio, uno muy falso por cierto. Jamás me ha tocado, jamás ha querido dormir en la misma cama, jamás me ha amado aunque pienso cambiar eso…
Presente, Tokio (apartamento de Jhon) esa misma noche…
-You definitely made a big mistake (definitivamente cometiste un gran error) — decía O´Connor.
-No empieces… eres igual a él ¿crees que no vi cómo la mirabas? — chilló Ukío molesta.
-Y eso qué ¿celosa? Ah… verdad que ahora estás casada — habló burlón.
-Pues eso no ha sido un impedimento para ti— señaló la mujer mirando por la ventana.
-Deberías irte, Ranma pensaba quedarse conmigo podría llegar en cualquier momento— dijo el hombre de cabellos dorados.
-No vendrá, está tan enojado apagó el maldito celular ¿sabes cuántas veces ha dormido en la casa que escogí para vivir?
-No me interesan tus problemas maritales, además acabo de perder un gran proyecto por tus absurdos caprichos— señaló Jhon bebiendo de su coñac.
-Ahora yo tengo la culpa de todo, pero sabes una cosa… disfruté tanto verle la cara cuando notó que Ranma era mío— dijo emocionada.
-You are crazy (estás loca) Saotome ni siquiera ha consumado el matrimonio, nunca ha sido ni será tuyo— dijo con sorna el ojiverde.
-¡Ash! ¡Vete al infierno! — chilló tomando el abrigo para irse, dio un portazo mientras O´Connor soltaba una gran carcajada.
—O—
Al día siguiente, departamento de Akane…
Akane había logrado calmarse, mientras preparaba un poco de té en su cocina ella me esperaba sentada en el sofá de su sala.
-Debes estar exhausto… ve a dormir y luego— la interrumpí.
-Nada de eso, dormí en el avión ¡aunque me siento como el culo! — Exclamé — quiero detalles, quiero saberlo todo ¿cómo es eso de que se presentó delante de ti? — pregunté lleno de curiosidad.
-¿Recuerdas el teatro que compré? — Asentí — pues hay que hacerle remodelaciones, Akari publicó el proyecto y varias empresas licitaron para poder obtenerlo, finalmente la sociedad entre Saotome y un tal O´Connor fueron los que me convencieron, solo que yo no sabía que eran dos arquitectos, eso lo vine a descubrir ayer en el mismo teatro— finalizó.
-Es una locura, entonces lo viste cara a cara — dije acercándome con las dos tazas de té.
-Sí— contestó apesadumbrada — dijo que su padre había muerto… y que su voluntad era verlo casado ¿puedes creerlo? — chilló chasqueando la lengua.
-¿Y la mustia esa? — pregunté enfurecido.
-Fue muy antipática, cada que podía se refregaba sobre Ranma— dijo tapándose la cara con ambas manos.
-¡Maldita zorra! — Gruñí poniéndome de pie — ¡Quién se cree que es! Siempre desconfié de ella no entiendo cómo pudiste ser su amiga, es que la detesto, la odio, la aborrezco tanto — solté con lágrimas en los ojos.
-Ryoga… pensé que lo había superado en verdad lo intenté pero… me duele hasta respirar— dijo apenas en susurro, voltee a verla y ambos rompimos a llorar al mismo tiempo.
Caminé hasta ella y nos abrazamos escuchando el sollozo de nuestros corazones… cómo olvidar a ese pendejo si es único en su especie, cómo arrancar ese sentimiento.
-Ranma es un idiota, de todas las mujeres posibles ¿por qué tenía que ser ella?
-No lo sé — hipaba Akane en mi hombro — ahora entiendo por qué rompió su amistad, siempre tuvo celos de mí— agregó.
-Siempre estuvo detrás de Ranma hasta yo se lo dije al muy imbécil cuando aún vivíamos juntos pero él estaba tan enamorado de ti que me ignoró. A estas alturas todo eso da igual, dime que lo mandaste al demonio — dije tomándola de los hombros
-Solo le pedí que se fuera y me dejara en paz— se apresuró a decir Akane.
-Bueno pero eso no es suficiente ¿ahora qué mierda vas hacer con ese contrato de por medio?
-Espero que él no lo firme— dijo secando sus lágrimas con un pañuelo.
-Y si lo hace ¿pensaste en eso? — era una posibilidad que no podía ignorar.
-No me atormentes con eso, no lo quiero ni pensar— inquirió, dejé a un lado el té y fui hasta la cocina me di varias vueltas en ella, me agarré la cabeza y finalmente golpee la mesa fuertemente.
-Vamos a beber, ese té no me calmó Akane necesito alcohol ¡ahora!
-Son apenas las diez de la mañana…
-¡Me importa una mierda, viajé once horas angustiado sabes muy bien que bebo cuando estoy en crisis, estoy en pánico! — grité alejándome hasta el fregadero.
Ella se puso de pie y me alcanzó en la cocina, puso su pequeña mano en mi mejilla y la acarició despacio… Akane se veía pálida y con sus ojos enrojecidos e hinchados, sus labios no tenían ni una gota de color y por dentro moría lentamente al igual que yo.
-Has venido hasta mí y ni siquiera me tomé la delicadeza de preguntarte cómo te sientes— dijo con voz suave, suspiré pesadamente conteniendo las lágrimas-
-¡Pues solo imagina! Ese bastardo no tuvo ni la intención de contarme que se había casado, es decir me entero a través del periódico meses después de semejante acontecimiento… te juro que cuando leí el artículo, me derrumbé por completo apenas y pude reaccionar te llamé pero no pude alertarte— dije cabizbajo.
-Nos dolió, nos duele y seguirá doliendo amigo… pero la verdad es que ni tú ni yo somos parte de su vida ahora— habló llena de amargura.
Tenía razón, Akane era más consciente que yo de la abrumadora realidad… pero de algo podía estar seguro, él nunca sería feliz al lado de esa mujer.
—O—
Ese mismo día por la tarde, casa Saotome Kuongi…
-Al fin te dignas a llegar a tu casa, si tu madre se enterara… — hablaba Ukío mientras yo me dirigía a la planta superior.
-Dormiré, no quiero nada— dije poniendo el primer pie en el escalón.
-Eres un pésimo marido ¿sabías? — preguntó irónicamente.
-Presenta el divorcio, lo firmaré sin demora— dije cabreado.
-¡Jamás! — chilló y comenzó a gritar pero al fin llegaba arriba y cerré la puerta de mi alcoba con llave, había bebido toda la maldita noche y necesitaba dormir, caí sobre la cama aun con la elegante ropa que usé por la noche…
Cuatro horas después…
Sentía los ojos tan pesados, me dolía un poco el cuerpo y mientras mi cerebro intentaba despertar sentí un peso ligero sobre mi pecho, de pronto la suavidad de unos dedos acariciaban mi vientre intenté abrir los ojos pero estaba tan oscuro que no veía bien, un jadeo suave y sutil dejaba huellas húmedas en mi piel, mis piernas algo entumecidas molestaban y quise moverme cuando noté que sujetaban mis manos ¿acaso seguía soñando? Porque la única dueña de mis sueños y mis pesadillas seguía siendo ella… podía percibir que esos labios que subían por mi clavícula llegarían pronto a mi boca.
-Akane— susurré sin mover un solo músculo, fue entonces que clavaba sus uñas en mis brazos.
-¡No soy Akane, maldito egoísta! — chilló una voz que no era la de mi tormento y solo entonces me incorporé sacando de encima a la mujer que me hablaba, encendí la luz de la lámpara para encontrarme con Ukío con un sexy negligé en color rojo italiano sobre mi cama.
-¡Pero qué demonios! Dejé mi puerta cerrada ¿cómo entraste? –- gruñí enojado.
-Es lo único que te importa ¿verdad? Mis sentimientos ¿no cuentan? — habló soltando a llorar.
-Ukío sabes bien que esto no sucederá ¿cuándo lo entenderás?
-Ni siquiera hemos consumado el matrimonio, son seis meses Ranma, seis malditos meses esperándote— reclamó.
-Nuestro acuerdo dice que no habrá contacto físico, tú lo firmaste ¡por qué carajos lo rompes ahora! — exclamé.
-Yo te amo Ranma, es natural que…
-No, no, no espera un momento ¡¿qué dijiste?! ¿Amarme? Éramos buenos amigos Ukío, yo no te obligué a nada. Cuando mi papá quiso que tú fueras mi esposa me rehusé, no era justo para nadie sobre todo para ti. Mereces a alguien que te corresponda, yo no puedo nunca lo haré— sentencié.
-Eres cruel, siempre debes recordarme ese condenado acuerdo ¿no puedes quererme? Solo es un poco de sexo, pero ni para eso alcanza ¿verdad?
-¡No digas estupideces! — Grité furioso y ella al fin se silenció — he respetado este acuerdo porque aun te respeto Ukío, aprecio enormemente el hecho de que hayas colaborado en el deseo de mi padre pero eso no implica que intimemos. Apenas se cumpla el año el acuerdo llega a su fin y el divorcio será inminente.
-Mientes, cómo siempre intentas quedar bien con todo mundo… dices respetarme pero acabas de nombrar a otra mujer mientras te besaba ¿cómo le llamas a eso? — dijo colorada de rabia.
-Sabes bien lo importante que fue ella para mí— dije serio.
-Pues no quiero, tarde o temprano caerás en mis brazos Ranma y cuando eso suceda olvidarás por completo a esa tonta — habló llena de resentimientos y finalmente se fue.
Suspiré pesadamente, fui hasta el baño y me vi por unos instantes en el espejo era un total desastre, ni yo soportaba verme de ese modo ¿cuándo me convertí en esto? Era patético.
—O—
Dos horas después, en algún bar de Tokio…
-¡Lo odio! Y me odio— decía Ryoga evidentemente borracho, mi buen amigo nunca había sido muy tolerante con el alcohol.
-Eso me lo has dicho unas mil veces— respondí apoyada en la palma de mi mano, también estaba ebria pero no tanto como él.
-¡Dime qué le vio! Es decir… sé que no le gusto, sé que nunca tendré una oportunidad pero y ¿tú? ¡Solo mírate! Eres hermosa, tienes un corazón admirable mucho mejor que yo… yo que dediqué mis días a querer a un tonto ingrato que jamás me verá con otros ojos— dijo apoyando la cabeza sobre la barra.
-Debes darle una oportunidad al amor, en este mundo ha de existir la persona indicada para ti— me apresuré a decir mientras le daba palmaditas en la espalda.
-No existe Akane… todos se fijan en mi físico o en el dinero que gano como modelo ¡detesto mi vida! Hace mucho tiempo que odio mis días— habló tan apesadumbrado que me dolía verle tan triste.
-Eres un hombre talentoso, sensible y con mucho por dar todavía, habría que estar ciego para no darse cuenta de ello— dije con mucho ánimo.
-No me coquetees Akane — dijo de pronto poniéndose frente a mí — solo tú podrías hacerme tambalear ¿sabes? — agregó tomándome las mejillas.
-¡No seas ridículo! ¿Crees acaso que yo soy mejor opción que él? — dije con el fin de que acabara la plática, miré al lado y me perdí en el vaso de whisky.
-Tienes razón… por eso digo que soy un idiota— soltó mi rostro y tomó su vaso para beber.
-Iré al servicio, no te muevas de aquí— señalé y este asintió.
—O—
En el mismo bar cinco mesas más allá…
-¿No pedirás nada? — preguntaba Jhon.
-No, bebí como condenado la noche anterior mi hígado necesita un descanso— me apresuré a decir.
-Sea tan gentil de traer una botella de agua — dijo mi amigo a la mesera quien con una sonrisa fue a buscar su pedido.
-Bueno Saotome, estamos jodidos todo se derrumbó— comenzó a decir.
-Ni me lo digas, me siento muy mal contigo— me apresuré a decir.
-Estoy molesto pero no es contigo, no del todo— habló serio llevándose el vaso a los labios.
-¿Cómo es eso? Solo dime lo que piensas no te guardes nada— me apresuré a decir.
-Ukío… ella tomó esto como algo muy personal, usó el poder que le dimos dentro de la empresa y como nueva negociadora consiguió el proyecto que queríamos ¿sabes el desprestigio que nos conlleva su inmadura decisión? Y si a eso le sumamos que la dueña del teatro nos rechazó…
-Lo sé, lo entiendo de hecho intenté que… — me tomé unos segundos para poder nombrarla — que Akane accediera solo contigo pero me envió al demonio— finalicé cabizbajo.
-Pues yo creo que… — Jhon no terminaba la frase, sus ojos se desviaban de la plática y miraban detrás de mí.
-¿Qué sucede? — pregunté enarcando una ceja, mi amigo americano iba abrir la boca pero giré para ver qué pasaba cuando me encontré con Ryoga de frente, este me tomó del cuello de la camisa y apretó con todas sus fuerzas.
-¡Sabía que eras tú! — gruñó con hálito alcohólico y los ojos enrojecidos.
-Hibiki ¿qué te pasa? — pregunté un tanto contrariado.
-Reconocería esa espalda en cualquier lugar, maldito ingrato ¡cómo pudiste! — continuaba increpándome sin entender a qué se refería.
-Do you know him (¿Lo conoces?) — habló Jhon.
-¡Te odio! — Gritó acompañado de un golpe que me tiró sobre la mesa, la gente comenzó a gritar mientras recuperaba el entendimiento, me había dado duro— no tuviste los cojones de decirme ¿verdad? ¿Crees que permitiré que te burles de mi amiga?
-¡De qué mierda estás hablando! — gruñí poniéndome de pie para enfrentarlo.
-¡DE LA ZORRA CON LA QUE TE CASASTE! — Gritó a toda boca dejándome atónito, Jhon me veía totalmente confundido… — ah no ¿lo sabías? — Continuó diciendo — Que se revolcaba hasta con los profesores por obtener las mejores notas ¡cómo crees que obtuvo la beca, grandísimo imbécil! — Entonces volvió a tomarme por la solapa de la camisa — pensé qué aun me considerabas un amigo, de todas las mujeres posibles ¿debía ser con esa? Eres una basura pero con Akane no, jamás permitiré que la uses como lo hiciste conmigo — dijo con la mandíbula apretada.
Era el acabose lo tomé fuerte por sus ropas con una sola mano y la otra la alcé para ponerlo en su lugar, estaba a punto de comenzar una gran pelea cuando oí mi nombre tan claramente de quien menos lo esperaba…
-¡Ranma! — chilló agudo y mis sentidos la encontraron de inmediato, a tan solo dos metros de mí… Akane tenía las mejillas coloradas sus ojos hinchados pero su mirada era de un enojo sin igual, se acercó toda envalentonada hasta mí estampándome una bofetada que me dejó viendo el otro lado del bar.
El ardor en mi mejilla me recordó que al menos eso le provocaba aun después de tantos años… rabia contenida en esa bofetada llena de resentimientos. Giré lentamente para encontrarme con sus ojos que me veían con desaprobación.
-¡Suéltalo y no te atrevas a tocarlo! — exclamó fuerte y claro, mis dedos soltaron casi al instante a Ryoga que solo en ese momento di cuenta de lo borracho que se encontraba, Akane lo tomó apenas y es que con lo menuda que era Hibiki era demasiado grande para ella — vamos a casa ¿sí? — le hablaba con ternura, fruncí el ceño ante la dulzura que utilizaba.
-Él me agredió…
-No me interesa— dijo tan rápido que no me permitió continuar.
-Akane escúchame— dije casi en súplica.
-Lo que vi fue suficiente, pensé que lo considerabas un amigo pero ya veo que no— contestó sin siquiera mirarme, la vi alejarse lentamente hasta la salida.
-No creo que sea una buena idea— habló Jhon deteniéndome al notar que la seguía.
-Pero tú viste todo yo…
-Déjala ir… esa mujer te detesta— habló firme.
-Tú no tienes idea… — respondí ignorándolo por completo.
Salí corriendo tras ella, pero no la veía subí a mi coche y conduje despacio hasta que la vi en un callejón oscuro, era más de la media noche y ella sostenía a un Ryoga que vomitaba en una esquina. Detuve el coche y toqué el claxon, ella me vio fastidiada y sin más levantó el dedo de en medio ignorándome.
Bajé del coche y fui hasta ella aun con todo…
-Déjame llevarlo a casa— dije serio.
-¿Ahora eres un buen samaritano? — escupió con sorna, tomó a Ryoga pero este ya no se podía ni las piernas e hizo trastabillar a Akane quien cayó de rodillas por ayudarlo, fue entonces que pasé su brazo por mi alrededor y lo llevé hasta mi carro lo dejé sentado y con el cinturón puesto, volví por ella pero no recibió mi mano al igual que ese día de tormenta en mi casa, se puso de pie lentamente.
-No diré nada, solo dime a donde los llevo es más de media noche Akane…
-¡Tu sugerente tono de preocupación me vale una mierda! — chilló yéndose en zigzag hasta el coche, abrió la puerta de atrás e intentó sacar a Ryoga de allí.
-Deja la joda Akane, Ryoga te dobla en peso ¡¿cómo carajos pretendes llevarlo?! — gruñí cerrando la puerta de golpe, ella volteó y chocó de frente conmigo.
No había espacio entre los dos, la punta de su nariz respingada rosaba con mi piel y me vio directo a los ojos con tal profundidad que por momentos creí que sabía hasta mis más oscuros secretos, mi corazón no dejaba de latir desbocado por aquella chica de la cual me enamoré bajo un floreciente almendro, la misma que ahora es toda una mujer y mientras intento controlar mis deseos más pecaminosos sus labios rosas no dejan de invitarme a probarlos…
Continuará…
Estimado lector, cuesta entender y aceptar la decisión que Ranma tomó al casarse con Ukío. Quien no ha tenido buenas intenciones desde un principio, esto teje lento y pinta para mucho drama. Ella quiere que Ranma la ame, pero este la rechaza incluso cuando ella se ofrece en bandeja, que poca dignidad tiene.
Ryoga borracho sigue siendo dulce, fue a poner en su lugar a ese cruel Saotome quien no entendía nada, pero Akane terminó por decepcionarse más de sus acciones.
¿Cómo podrá Ranma revertir eso? ¿El amor que se tienen será tan grande como para dejar de lado ese gran detalle que adorna su dedo?
Si te gustó déjame tu preciado review, amo leerlos.
Desde Chile una fanática más de Ranma ½
Sweetimphony._
