DÍA 8

.

Comisión

.

(Maniquí)

.

"¿Marinette?" "¿Marinette?"

La chica de coletas tenía los ojos cerrados, pero su subconsciente recordaba continuar en la nueva sucursal de los Agreste. Y aquella suposición se hizo más evidente cuando de pronto un par de voces comenzó a llamar repetidamente su nombre mientras alguien movía sus hombros… recordando aquellos años en los que su madre tenía que luchar para que no llegará tarde a la escuela

"¡Vamos, Marinette! ¡Despierta!"

Tuvo el repentino impulso de ignorar esas voces que luchaban por despertarla, no recordaba el momento exacto en que se había quedado dormida pero sí debió de haber sido en algún momento de la madrugada ¡Apenas sí había dormido después de…!

Marinette se incorporó de golpe en ese instante cuando su mente comenzó a bombardearla con mil y un recuerdos de la noche anterior y que tenían como protagonista a un guapo chico de cabello rubio y ojos verdes

- ¡Vaya! - exclamó una familiar voz femenina – Por un momento pensamos que no lograríamos despertarte

- ¿Alya? – dijo Marinette algo confundida al encontrarse con la chica que había conocido el día anterior - ¿Qué paso? ¿Dónde está…?

- ¿Qué, que paso? – interrumpió el chico que respondía al nombre de Nino quien de pronto cruzo los brazos y la miro como de pronto estuviera muy enojado – Que cierta chica no siguió las instrucciones del jefe

Marinette al instante se alarmó – Eh… lo sé ¡Pero no fue mi intención! ¡Enserio! ¡Yo quería…! ¿Qué es tan gracioso? – preguntó cuándo los dos chicos comenzaron a reír a la par

- ¿Qué es tan gracioso? – repitió Alya - ¡Escucha, chica! No tenemos idea de lo que hiciste anoche con ese aparador ¡Pero nunca había visto una inauguración con tantos clientes como los que ahora tiene la tienda!

- ¿Qué? ¿De verdad? – replicó Marinette aún más confundida – Entonces ¿No tendré problemas con el señor Agreste?

- ¿Problemas? – replicó Nino - ¿Bromeas? ¡Quiere repitas tu hazaña esta noche!

- ¡¿QUÉ?! – exclamó Marinette

- Como lo oyes, chica respondió Alya – Yo estuve ahí y puedo confirmarlo ¡De alguna forma no ha habido persona que al mirar ese aparador se resista a entrar a la tienda! – entonces la chica morena se acercó a Marinette como si fuera a contarle algún secreto – Creo que no eres la única hechizada por ese maniquí – susurró con un guiño

- Eh… Ah… ¡No! No sé qué estás pensando pero… - comenzó a decir Marinette

- ¡Pierde cuidado! – dijo Alya en tono despreocupado – Te he dicho que estoy acostumbrada a mirar todo tipo de cosas

- ¡Concéntrate mejor en tu nueva comisión! – exclamó Nino entusiasmado al tiempo que le entregaba el gafete que oficialmente la acreditaba como parte de la empresa Agreste… Más exactamente, el departamento de aparadores y maniquíes

.

.

Te veo en el escaparate

.

Veo que intentas sonreír

.

Pero tus labios no se mueven

.

¡Eres solo un maniquí!

.

Al otro lado del vidrio, esta vez desde la calle, Marinette miraba con el ceño fruncido y con cierto desconcierto al guapo maniquí que posaba desde el otro lado del aparador

"¿Había sido un sueño?" ¡No, no había forma! Se respondió a sí misma ¡Y la mayor prueba era que ahí estaba el escaparate que habían creado juntos ella y… Adrien! ¡Incluso el maniquí vestía el atuendo que habían elegido juntos! ¿Pero entonces…?

- ¡Marinette! – exclamó Alya otra vez, quien junto con Nino ahora salían de la tienda Agreste - ¿Qué haces ahí afuera? – preguntó pero enseguida la chica sonrió – Puedes admirarlo sin problema desde dentro… es tu trabajo ¿recuerdas?

- Eh… ¡sí! ¡lo sé! – respondió Marinette apurada otra vez - ¡Es por eso! – exclamó logrando sonreír – Estaba… ¡Pensando la idea que voy a poner en marcha esta noche! ¡Ya saben! ¡Su nuevo traje! ¡Y su…!

Nino enarcó una ceja - Hay muchos maniquíes más en la tienda ¿sabes?

Alya a su vez, sonrió – Sí - respondió dándole un ligero golpe con el codo - Pero ella solo tiene un crush por este maniquí ¿recuerdas?

- ¿Qué? – exclamó Marinette otra vez - ¿Crush? ¡Por favor! ¡Para nada!

Ambos chicos volvieron a reír – ¡Como digas!... Tu solo mantén al jefe contento – añadió Nino mientras volvía a retomar sus pasos - ¡Esta mañana lo hiciste genial!

- ...Y disfruten su noche – añadió Alya con un guiño mientras se retiraba junto a su novio dejando atrás a la descolocada chica

Marinette los miró con ojos entrecerrados como se divertían a sus costillas mientras se alejaban pero, cuando por fin se hubieron retirado, ella dejo caer los hombros, tampoco podía culparlos… Y entonces devolvió la mirada al maniquí

.

Tras el cristal me estas mirando

.

Algo quieres tu decir

.

Pero tus labios no se mueven

.

¡Eres solo un maniquí!

.

Marinette ingreso a la tienda, que ahora se encontraba vacía después de ese largo y exitoso día… La chica miró a su alrededor como comprobando que realmente no se encontrará nadie más en la tienda… Lo cual era fundamental para el que sería su nuevo trabajo, es por eso que había vuelto en cuanto la tienda cerró sus puertas al público y la noche finalmente cayó

A pasos lentos, se acercó al aparador hasta donde se encontraba el maniquí y le dio un suave toque con su índice - ¿Adrien? - susurró en apenas un susurró mientras encogía los hombros anticipando cualquier posible reacción… Nada ocurrió

Marinette lo miró de reojo y entonces tiró de la manga de su camisa - ¡Adrien! - llamó de nuevo… Nada ocurrió

Marinette frunció el ceño y cruzó los brazos - ¡Lo sabía! – Exclamó - ¡Estoy demente! – Entonces devolvió su mirada al maniquí - ¡¿Ya estarás contento, o no Adrien?!

- En realidad, mucho – respondió de pronto el maniquí saludándola con una coqueta sonrisa

- ¡Wahhhh! – exclamó Marinette sobresaltándose de la misma forma que ocurrió la noche anterior

- Lo siento – respondió el maniquí - ¿Te asuste?

Marinette logró controlar su agitada respiración y pronto lo volvió a mirar entrecerrando los ojos - ¿Tienes idea del problema en que me has metido? – El chico rubio la miró confundido - ¡Todo el mundo cree que yo hice esto! – Exclamó señalando el aparador donde se encontraba - ¡Y ahora el dueño de la tienda espera que lo repita!

- ¿Enserio? – repitió Adrien como si la idea le entusiasmará - ¡Eso es genial Marinette! ¿lo ves? Te dije que no tendrías problema

- ¿Problemas? ¡Claro que tendré problemas! – exclamó Marinette otra vez – Cuando mañana en el escaparate lo único impresionante seas tú

El maniquí sonrió - Gracias por el cumplido

- ¿Cumplido? Yo no dije ningún… ¡Ah! – exclamó Marinette al percatarse de lo que había dicho - ¡No, no quería decir eso! ¡Me refiero! ¡No quiero decir que no seas impresionante! ¡Por qué lo eres! ¡como maniquí por supuesto! ¡No es como algún crush o algo parecido! ¡Yo!... esto es un desastre - murmuró para sí dejando caer su rostro en sus manos hasta que un suave toque le hizo subir la mirada

- Marinette – dijo de pronto el maniquí, con voz calmada y tocando sus hombros acompañado de una cálida mirada – Todo está bien

Aquello pareció ser suficiente para devolverle la calma a la chica, quien suspiró – Escucha… no hay forma de que yo logre armar otro aparador igual de exitoso sin tu ayuda

El guapo maniquí sonrió - ¿Qué esperamos, entonces? - añadió al tiempo que tomaba la mano de la chica y la llevaba consigo al interior de la tienda con el mismo entusiasmo de la otra noche

Marinette volvió a reír a la par de él mientras le seguía... No podía negar que en el fondo, aquella comisión que le había impuesto el Jefe... era una extremadamente placentera!

.

CONTINUARA...