Capítulo 8

Azize levantó la vista del libro de actas de la guardia cuando escuchó golpecitos en su puerta…

-Adelante…- dijo y sonrió al ver la carita sonriente de Salih.

-¿Puedo pasar, doc?

-Puedes…- dijo Azize y el niño rodeó el escritorio para abrazarla con ternura.

Azize lo apretó un poco y luego lo miró de cerca, aún no se acostumbraba a tanta efusividad del niño, pero lo respetaba y sabía que si él se sentía cómodo haciéndolo, ella no tenía problemas…

-¿Te sientes bien?

-Me siento bien…- dijo el niño y buscó en su bolsillo y sacó un sobre doblado en varias partes para entregárselo.

-¿Qué es esto?- dijo tomándolo en sus manos sin dejar de mirarlo.

-Un amigo…- dijo y le guiñó el ojo- lo mandó para ti... me dijo que me asegure de que lo leas… y así puedo irme tranquilo…

-Entiendo…-dijo algo tentada por la madurez del niño.

Azize abrió el sobre y leyó con atención…

"Necesito verte con urgencia. Dile a Salih que te cuente donde es el gasoducto. Te espero ahí cuando oscurezca"

Azize levantó la vista y sonrió. Salih le explicó donde estaba el gasoducto, un lugar medio abandonado del que ella creía haber escuchado y que no quedaba tan lejos, por suerte…

La realidad era que le había vuelto el alma al cuerpo, hacía casi una semana que él se había ido de su casa y esta era la primera novedad que tenía… sabía que su trabajo era riesgoso y que si no aparecía era porque estaba ocupado o comprometido… pero se había acostumbrado a él y lo extrañaba…

Cuando juntaba sus cosas para irse, con el tiempo justo antes de que anocheciera, Tevfik se asomó en su consultorio y le propuso tomar un café…

A Azize le dio un poco de culpa rechazarlo, pero le dijo que estaba muy cansada y muy afectada por un caso que había atendido en la guardia, lo cual no era una locura… por supuesto…

Tevfik se sintió algo desilusionado, le parecía que perdía chances de que ella lo aceptara en su vida con cada día que pasaba sin ningún resultado positivo… y tenía razón…


Por suerte no le costó demasiado encontrar el lugar y cuando lo hizo, vio que era bastante solitario y oscuro… se quedó mirando los edificios iluminados a lo lejos y no lo escuchó venir…

Cevdet la acarició con la mirada. Tenía que hablar con ella, eso era cierto, pero también necesitaba verla…

Ella giró como presintiéndolo y se sobresaltó al verlo tan cerca…

-Cevdet…- dijo y se tomó el pecho, por el susto.

-Doc…- le dijo y ella estuvo a punto de arrojarse a sus brazos.

-¿Estás bien? - le preguntó y se movió para que la poca luz que llegaba allí iluminara un poco su cara.

-Estoy bien… escucha… tengo que hablar contigo… podría haberte llamado, pero quería verte…

-¿Pasó algo? - preguntó ella con preocupación.

-Te extraño… y pasaron varias cosas…

Azize sintió que se estremecía con el comentario de él y cuando él tomó su mano y la acarició con suavidad…

-Doc… ¿recuerdas que te dije que trabajaba encubierto?

-Perfectamente… y yo no he dicho nada…

-Hiciste bien… porque he descubierto cosas que no son buenas y lamentablemente voy a necesitar tu ayuda… además cabe la posibilidad de que estés rodeada por delincuentes en el hospital y por eso quiero cuidarte…

-¿Delincuentes dices?

-He descubierto un arreglo por la importación de medicamentos que llegan al país bajo un nombre, pero en realidad son otra cosa…

-¿Drogas?

-Exacto… hay de todo… pero mayormente alucinógenos y esas pastillas que se consumen en las fiestas…

-No puedo decir que esté sorprendida, Cevdet… lamentablemente eso es moneda corriente…

-Así es… pero el contacto es con tu hospital…

-¿El mío?

-Exacto… así que necesito que estés atenta… pero que no te metas en problemas por esto… mira…- dijo y extrajo un móvil de su bolsillo- te dejaré este móvil para que puedas comunicarte directamente conmigo… tiene mi número agendado.

-Bien…- dijo y lo guardó en su bolsillo- ¿crees que Tevfik, el director, podría estar implicado?

-Es muy probable, doc… por eso hay que estar atentos…

-Bien… lo estaré…- dijo y sonrió a medias, sabía que probablemente venía el momento de despedirse y no quería irse…

-Azize…- dijo y apoyó las manos sobre los hombros de ella, que se perdió en sus ojos, aún en la penumbra.

-¿Por qué desapareciste tantos días?

-Estaba complicado y no te quería implicar a ti… pero lamentablemente esto también tiene que ver con tu hospital… escúchame…- dijo y apoyó una mano sobre la cara de ella, que cerró los ojos brevemente ante el contacto- necesito cuidarte… así que cualquier cosa rara, cualquier cosa que quieras decirme, me llamas o me envías un mensaje… ¿estamos?

-Cevdet… ¿no tienes demasiadas preocupaciones como para también estar pendiente de mí?

-Necesito cuidarte, doc… aunque tú no quieras nada conmigo… eres muy importante para mí… eres la única que sabe todo, como mi cable a tierra… en poco tiempo te convertiste en la única que me arranca una sonrisa… y no quiero ni pensar en que algo malo pueda sucederte…

-Cevdet… yo…- le dijo y se mordió el labio, quería decirle tantas cosas y ni siquiera sabía por donde comenzar.

-No digas nada…- dijo y acarició sus labios con sus dedos- se que no pasó tanto tiempo desde que nos conocimos… pero no puedo dejar de pensar en ti... y si te pasa algo por mi culpa, me muero…- dijo y se acercó un poco más- si te pasa algo me muero…- repitió y la abrazó apretadamente…

Azize suspiró y acarició su espalda con suavidad. Era demasiado fuerte todo lo que él le estaba diciendo y lo peor era que ella sentía lo mismo. En poco tiempo él se había adueñado de sus pensamientos y también ¿por qué no? de sus sentimientos… aunque ella fuera incapaz, o al menos se sintiera incapaz de tener una relación con nadie…

Cevdet la sostuvo un buen rato en sus brazos, su nariz sumergida en su cuello, memorizando su aroma que a veces creía recordar, incluso en sueños…

Cuando se separaron, él besó su frente con cariño y no la soltó. Quería sostenerla así para siempre.

Ella le dedicó una sonrisa comprensiva y acarició su barba con suavidad, ese gesto era casi una marca registrada en ella y él lo disfrutaba…

-Creo que será mejor que te vayas, doc… envíame un mensaje cuando llegues así me quedo tranquilo de que estás bien…

-Está bien…- dijo ella y miró sus labios… ¿estaba tan mal que deseara un beso de él?

-¿Prometes que te cuidarás? - le dijo sonriendo y ella sintió que sus piernas se aflojaban.

-Lo haré…- dijo devolviéndole la sonrisa y no lo pensó. Lo tomó de la cara con suavidad y lo besó lentamente, controlando todas esas ganas tan reprimidas, pero dándose el gusto de besarlo ella misma.

Cevdet la dejó hacer durante unos segundos, pero no pudo reprimirse y la apretó entre sus brazos y tomó el control del beso, ahondándolo, explorándola exquisitamente como él también deseaba y se había cuidado de hacer.

Azize volvió a suspirar y se separaron agitados…

-Tengo muchas ganas de acompañarte a casa… robarte algunos besos más en el camino… pero no sería seguro, y menos para ti…- le dijo y ella asintió con una leve sonrisa.

-Me voy… te aviso al llegar…- le dijo ella y casi se cae, las piernas le temblaban un poco.

-Cuídate…

-Tú también…- dijo ella sobre su hombro y él se quedó mirándola mientras se iba.

Azize no quiso girar para mirarlo, porque estaba segura de que correría a sus brazos y se quedaría con él… y eso no era lo adecuado dadas las circunstancias…

Se acercó a una avenida y vio pasar un taxi. Lo detuvo y el hombre la miró con extrañeza…

-Doctora…- le dijo al verla vestida con su ambo- ¿qué hace a estas horas por aquí?

-Me perdí…- dijo y sonrió al acomodarse en el asiento, luego de darle la dirección de su casa.

-Es una zona un poco aislada… tuvo suerte de no tener problemas…

-Soy afortunada…- dijo y se tocó los labios con una sonrisa.

Llegó a su casa un rato después y cuando estaba por enviar un mensaje, sintió vibrar el nuevo teléfono…

-Diga…- dijo sabiendo que era él.

-¿Llegaste?

-Estaba por enviarte un mensaje… acabo de llegar…- le dijo ella y él supo que sonreía.

-Dime que no estoy solo en esto de sentirme tan cerca de ti…- le dijo y ella se quedó un rato en silencio, pensando.

-… no estás solo…- dijo e inspiró hondo cuando escuchó un suspiro del otro lado.

-Hasta mañana…

-Hasta mañana…- le dijo y entrecerró los ojos luego de desconectar la llamada.

Azize sintió que, a pesar de todo el peligro que el trabajo de él significaba para ambos, ese era el momento en el que se había sentido más ligada emocionalmente a una persona… finalmente había ocurrido…


Bueno, parece que el amor se adueñó de ambos... veremos como sigue! Gracias por leer!