No es un capítulo largo. Tuve un contratiempo en el momento de hacer esto. No me gusta dejar las cosas a medias y para otro día. Ya tenía todo pensando en este capítulo. No quedó muy largo por eso que me ha pasado. Lamento si no es bueno de por sí. Prometo hacerlo la próxima vez mejor. Disfruten del capítulo y tengan buena noche. Yo no la tengo.
Capítulo 7
Nadie había sospechado nada.
En el momento que Rita y Lynn se habían levantado, ambos fueron a checar al niño sobre cómo estaba porque les resultó un poco raro que no llore por la noche. Por ende, tuvieron que ir a ver si algo malo le había sucedido.
Loyd no llora por las noches. Eso no quitaba para nada que Rita y Lynn vaya a verle de todas formas, como un pequeño ritual por las mañanas cuando ambos despiertan con tal de ver si está bien. Saben que su hijo hace un buen trabajo.
Ahora con la idea de saber que Lincoln ha tenido esa clase de vida delictiva y que ha hecho cosas que ninguna persona normal ha hecho, sea el caso de quitar vidas y que actúe como si eso fuera algo de todos los días, estaban un tanto preocupados por Loyd y creen que algo malo podría pasarle al pequeño si lo dejan en sus manos.
Sí, Lynn pensaba de esta manera ahora porque su esposa le ha comido la oreja gran parte de la noche antes de ir a dormir, insistiendo de que en el fondo, Lincoln puede ser diferente y que se le debe dar al menos una oportunidad para demostrar que puede ser un buen padre. No descarta al final todo aquello que Rita dijo pero y aun así, cree firmemente que su hijo será un buen padre y no dejará que nada de su pasado le atrape y genere problemas para Loyd.
—No está
Eso fue lo que dijo Rita muy alarmada mientras parecía estar extremadamente nerviosa, mirando a su esposo.
—¿Cómo que no está? —le preguntó—. ¿Dónde se puede ir un bebé?
—¡Seguro que robaron al bebé! —soltó molesta—. ¡Sabía que la vida de Lincoln haría que vinieran a por él y Loyd! —se mostró claramente preocupada, molesta, enojada, furiosa, triste, casi entre lágrimas—. ¡Sabía que no era buena idea dejarle venir a nuestra casa! ¡Debí dejar que se muera fuera con Loyd!
—¡Rita!
—¡Sé lo que dije y me siento mal pero…!
Rita dejó de gritar y su cara estaba sin color alguno más también con una expresión incrédula.
Lynn miró a la misma dirección que Rita, también sorprendiéndose de la misma manera que ella aunque no tanto el impacto como ella.
—¿Por qué gritan tanto? —justamente, el dueño de tal voz era Lincoln—. ¿Qué pasó?
Rita y Lynn estaban sin habla.
Lincoln estaba con Loyd en brazos, dándole un poco de leche del biberón. Estaba muy despierto y parecía estar muy feliz de ser alimentado, aparte de estar con su padre. Lincoln estaba, para sorpresa, muy limpio, como si saliera recién de una larga ducha. Diablos, estaba demasiado peinado incluso, no sacándose para nada ese traje plata.
Por unos momentos se pensó que duerme y se baña con ese traje que tiene.
—¿Lincoln…?
—¿Por qué gritar de la manera que lo hicieron? —preguntó—. ¿Pasó algo? ¿Necesitan algo?
Lincoln se hace el desentendido.
Escuchó claramente lo que gritó su madre.
Entiende su preocupación por la vida que él llevó en su pasado, uno que ya está totalmente saldado y que no hay forma de preocuparse… pero no puede estar de acuerdo sobre lo que dijo sobre Loyd, para nada. Tal vez, si esto sucedía años atrás, puede tener la misma visión. No era tan fan de los niños. Les agradaba y todo eso pero no era lo suyo. ¿Hoy? Si alguna vez escucha esto de nuevo, incluso de su madre y su padre, no habría compasión.
Lori ha dejado en claro que no quería tener a este niño, eso quedó demostrado cuando lo encontró en el cesto.
Él, como hombre que es, criará a este niño ya, cueste lo que cueste, todo para demostrar no solo que es buen padre y que necesita un padre el niño sino para demostrarle a Lori que es un pedazo de mierda mal defecado.
Eso y que, bueno, en serio quiere ser padre.
—Creíamos que… —habló su padre—. …te habías ido y…
—Salí a comprar algo —contestó rápidamente—. Es obvio que voy a volver —acarició la mejilla de Loyd mientras este seguía bebiendo su leche—. No creo que ustedes dos puedan vivir sin su nieto… y en menor medida su hijo… ¿no?
No hubo respuesta de ambos padres.
Lincoln dio una sonrisa.
—El desayuno está en la mesa, hecho para ustedes —dijo, haciendo que la sorpresa de ambos sea mayor—. Yo estaré con mi hijo un rato. Luego es posible que salga… si es que no tengo que ir a trabajar con padre, ¿no?
—Oh, claro, que vas a trabajar conmigo —ahí recordó y habló—. Gracias por hacer entonces el desayuno y ahorrarnos tiempo —miró a su mujer—. Ven cariño, vamos a desayunar
Tomó de la mano a su mujer que seguía callada por todo esto.
Ella no quiso decir nada con respecto a esto. Tuvo que callarse porque veía a su nieto y a su hijo en su casa, creyendo que se había ido por completo.
Solo entonces, cuando pasó junto a Lincoln, sintió la mirada de odio de él y sintió algo de miedo, sintiendo que todo su cuerpo no podía moverse de no ser por su esposo que le hacía caminar entonces hasta la cocina para encontrar la mesa con el desayuno hecho y todo recién hecho, algo que, bueno, parecía que había calculado el tiempo de cuándo iban a despertarse.
—Vaya… —tras probar un poco, Lynn quedó impresionado—. Realmente Lincoln sabe hacer comida todavía...
—Sí… —decía como respuesta solitaria Rita y por fin hablando luego de un rato. Probó la comida y sí, estaba muy buena. Un pequeño desayuno con las cosas que había en casa. Tocino, huevos revueltos, lo típico de un pequeño desayuno estadounidense. Aunque quería seguir comiendo, revolvía los huevos revueltos con su tenedor—. …está… bueno…
—¿Te sucede algo?
—¿Crees que sea buena idea dejarle estar aquí?
—¿Qué?
—¿En serio crees que es bueno dejar que Lincoln se quede aquí? —volvió a preguntar mientras seguía su mirada con su plato—. No… no quiero tener que sufrir al ver un hijo muerto… o ver a mi único nieto… que puedo ver, muerto… —levantó su cabeza. Miró a su esposo que seguía un poco movido por estas cosas de ella—. …Creo… que sería mejor que Lincoln se vaya…
—Pero… ¿y su trabajo?
—…
Lincoln con el niño en brazos, suspiró en silencio mientras seguía escuchando esto que su madre contaba a su padre sobre él, sobre lo que deben hacer con el niño y lo que deben hacer como padres y eso es hacer lo correcto.
Solamente negó y miró a su hijo mientras sonreía.
Un rato después
El desayuno terminó para Rita y Lynn Loud.
Ambos iban a darse un baño, ponerse las ropas que siempre se ponen y prepararse para sus respectivos trabajos que siguen haciendo con el pasar de los años.
Antes de eso, tendrían que hablar con Lincoln.
No es lo que quieren pero tienen que hablar con él, comunicarle sobre la decisión que tomaron. Al menos, espera que se lo tomen de una buena manera y sepan que hacen esto porque creen que es lo conveniente, que es lo correcto. Aparte de esto, quieren lo mejor para Loyd.
—Lincoln, escucha, tenemos que hablar —Rita habló. Esperaba verle en su cuarto y el mismo que tiene con Loyd pero, no estaban—. ¿Eh? ¿Dónde se pudo haber ido? —miró a todos lados—. ¿Se fue?
—¿No deberíamos haberle visto? —preguntaba Lynn mirando a su mujer—. No puede haberse ido por la entrada principal… a no ser…
La ventana del cuarto estaba abierta. Sí, vieron entonces que de alguna manera, imaginando todo, Lincoln terminó saliendo por la ventana… y para peor, con su hijo. De nuevo, empezaron a pensar cosas que no deben sobre esto y que seguro había muerto.
No se puede hacer una descripción detallada de esto. Simplemente, pensaron lo peor sobre esto y de cómo pudo haber sacado todo por la ventana e irse como si nada.
—…
—A veces este chico me sorprende…
En lo que miraron todo una vez más, notaron ambos una pequeña nota.
—Oh, una nota de Lincoln
—¿Cómo sabes que es de él?
Rita se tomó la cara unos segundos con la nota en mano.
—… ¿crees que otra persona pudo haber escrito una nota en nuestra casa? —sacó su mano de su cara y miró de una tonta manera a Lynn, como si su pregunta en serio le ofendiera y le hiciera doler demasiado—. Lynn, es de mañana, no empieces con tus tonterías… somos viejos, en serio…
—Lo siento, me dejé llevar por el momento…
—Bien, bien… ahora, la nota…
Rita entonces leyó la nota.
"Querida madre, sí, te hablo a ti.
Espero que tu vida sea maravillosa junto a padre. Espero que ambos puedan seguir siendo la misma pareja de casados que han estado siendo desde el momento que se conocieron. Deseo lo mejor para todos ustedes y les deseo una vida llena de fortuna. Sí, seguro vieron que no estoy más en este cuarto. Tomé a Loyd y me fui con él. No creo que estar en una casa que dude si soy buena persona sea correcta, más si quieren hacer que deje al niño con ustedes.
Estoy muy agradecido con ustedes por haberme recogido y darme la chance de experimentar las cosas de ser un padre y enseñarme todo lo esencial. Admito que estoy sorprendido por ello y estoy muy feliz por poder saber muchas cosas. Pero no puedo vivir con ustedes, ya no más.
Gracias por todo, en serio. No tengo palabras para agradecer todo. Pero, no puedo estar con ustedes si creen que en serio soy una mala persona.
En el futuro, espero volver a verles… y espero que sea pronto, porque espero que puedan cambiar esa visión de mí
A pesar de todo, los amo con todo mi corazón.
Adiós y hasta la próxima"
Cuando terminó de leer esto, se quedó callada y se llevó la mano a la boca para mostrarse sorprendida y empezó a sentirse mal.
—¿Pasa algo?
Ignoró a su esposo.
Su idea era decirle las cosas en la cara y dejarle claro que por favor, que haga algo con su vida y cuando hace una mejor vida, que deje al niño para poder criarle y darle un mejor futuro que él podría darle.
Pero ya no podía.
Ya no podía decirle todo en la cara y le hacía sentir mal.
Con Lincoln
Tiene suerte de saber hacer este tipo de cosas.
Tiró todo por la ventana y luego saltó él con el niño, una acción de lo más temeraria y de lo más peligrosa posible, pudiendo haber lastimado al niño y también su vida. Aun así, no le importó.
Cuando le importó, que fue unos momentos después de haber tomado un bolso con algo de su ropa y el resto de Loyd más una mochila con más cosas del niño, pidió disculpas enormes al pequeño que se reía como si nada, como si quisiera hacer esto una vez más.
Claramente esto es el peligro que no quiere que el niño experimente por nada del mundo.
Si alguna vez experimenta esto y le llega a gustar, estaría decepcionado de él mismo.
—… papá…
—Tranquilo Loyd —le decía—. Papá no hará esto de nuevo, no te preocupes. La próxima vez, saltaremos… a una cama… ¿qué te parece?
—… sí…
—Eso es, buen niño… —dejó de acariciarlo y miraba al frente—. Y por favor, no digas nada de esto cuando crezcas…
Lo que menos debe acordarse es esto.
Horas después
Toda llamada de su padre y su madre fueron rechazadas, bloqueadas incluso.
Estuvo toda la tarde buscando algún lugar para hospedarse, un lugar para pasar la noche y así preocuparse por completo de su hijo. Lo que aprendió ahora puede servir demasiado. Sabe las cosas que debe hacer y sabe muy bien cómo debe hacerla. Lamentablemente, como no encuentre un lugar, sería peligroso andar por la noche. No por él sino para su hijo que no quiere que tome frío.
La razón por la cual no encuentra lugar es porque hoy parece que está todo ocupado, comprado, alquilado, incluso habitaciones para una persona en hoteles estaban reservados, todo porque pronto habría algo en la ciudad que sería bueno para los ingresos, una especie de festival que no quiere tener nada que ver.
Cerraba sus ojos, sentado en una banca con sus cosas, bien aseguradas para que no haya ningún idiota que le quiera robar tales bolsos. De hacerlo, todavía tiene esa pistola en su posición, estando muy preparado para disparar sin lugar a dudas. Por suerte, nada de eso estaba pasando por más gente que pasara. Su apariencia daba cierto miedo – además de ternura por tener a Loyd en sus brazos – y por ende, no le molestaban.
Como ve que las horas pasaron y entonces no encontraba lugar, tuvo que sacar su teléfono, todo para buscar un contacto que no esperaba ver de nuevo luego de años, sintiendo que esto era lo último que tenía que hacer ante tales casos de necesidad.
No, no era eso.
Esto lo tenía que hacer si realmente era el fin del mundo.
Lo era ahora que tiene a su hijo.
Suspiraba.
Le dolía hacer esto ahora.
—… pensar que necesito tu ayuda…
