06"Indecente"
Existen al menos tres días de la semana que Mo Guan Shan detesta debido a lo muy ocupado y estresado que se puede encontrar en dichos días, los cuales llevan como nombre lunes, martes y miércoles. Los otros le son soportables y sus favoritos son los viernes y sábados, más este último.
Ahora se sitúa en el día martes. Otro día más de clases, donde debe estudiar para por lo menos pasar la escuela superior con un promedio más o menos decente. Sin embargo y lejos del tema de los estudios o los quehaceres en el hogar además de tener ese pequeño pendiente de ir a visitar a su padre pronto, quizás el jueves o viernes estaría bien, hay otra cosa en particular que le tiene inquieto.
Verle la cara a He Tian luego de lo del día anterior le llegó hacer en un inicio, bastante complicado. Recordar lo sucedido en su departamento, en su sofá y con aquellas manos que tocaron su virilidad le hace sentir nervioso, angustiado y raramente un poco asustado. Estar asustado es más bien porque es totalmente nuevo en esas prácticas y roces íntimos. Pensar que sólo fueron esas clases de roces y no llegó más lejos, le hace sentir todavía más ansioso.
La hace pensar detenidamente que el día en que llegue a ése punto donde se entregué a él y viceversa, ¿Cómo será He Tian con él? "¿Será lento? ¿Tendrá experiencia? ¿Será rudo? ¿Será bueno conmigo? ¿He Tian lo habrá hecho alguna vez ya con alguien? No me sorprendería, si sabe besar bien, puede tener experiencia en otros ámbitos." Pensar en todas esas cuestiones le llena de intriga y una molestia que no parece comprender en su totalidad.
Tan disperso y sumergido estuvo entre todos aquellos pensamientos que no se dio cuenta en qué momento llegó a su salón de clases y su amigo calvo le comenzó a hablar. Lo único que apenas le hizo reaccionar fue que su móvil vibro entre sus pantalones, lo cuál significa una notificación nueva de alguien.
Al encenderlo y entrar pudo ver el nuevo mensaje.
He Tian: «¿Ya llegaste a la escuela? ¿Por qué no me esperaste? Iré a tu salón. »
Adjuntado a varios emoticones de carita triste y corazón roto, Mo piensa en si responderle o simplemente ignorar le, ya que después de todo Tian iría a su salón en esos momentos.
Aunque otra cosa que tampoco sabe, es si realmente quiere verlo. Más sabe que no puede estar evitando lo, debe enfrentar y dejar de pensar demasiado en lo sucedido el día anterior.
No pasaron ni cinco minutos cuando su pareja llegó hasta su salón.
Mo supo que sería otro día normal y que debía dejar de preocuparse tanto por cosas que no son graves. He Tian sólo busca su compañía y cariño, su atención y aunque de vez en cuando tengan roces sexuales, seguirán actuando hasta donde cabe, con "normalidad" o esa habitualidad que ha existido entre ellos dos como Mo diciéndole groserías y pegándole a veces.
—¿Tienes planes para esta tarde?
Π Ω μ
¿Acaso puede existir un día en que Mo Guan Shan puede estar tranquilo, libre de preocupaciones en cuánto lo económico, en plena paz sin lanzar groserías al aire y que a su vez, He Tian estuviese dentro de está dichosa paz? Si, una pregunta muy larga ha de admitir, pero resume todas sus cuestiones.
La respuesta está ahora delante suyo. Viviendo la como nunca lo llego a plantear.
En primera y retomando algo importante para él, los chupetones que le dejó su novio hace poco, aún siguen en su piel, más no se notan tanto, e incluso cree que pasado mañana serán casi invisibles y le permitirá dejar de usar esa bufanda en espacios públicos o dejar de usar chaquetas de cuello largo enfrente de su madre.
Regresando al ahora; Son pocas las ocasiones que se dan y nunca lo esperó de un martes, o mejor dicho, hasta el momento nunca se ha dado desde que sus miradas se toparon por primer vez hasta el justo momento que se hicieron jóvenes amantes, que ahora la cosa si bien puede ser un poco inusual, también pide ser que ahora mismo, se encuentran él y el ansioso de su novio descansando en el sofá, uno encima del otro mientras miran el televisor tan tranquilos como concentrados en el programa que para sorpresa, es más interesante de lo que imaginaron.
No hay caricias que se sobrepasen hasta rozar lo indecente, ni mucha comunicación entre ambos pero sin llegar a ser un asunto o momento incómodo. Sólo existen en un mismo espacio, respiraciones regulares y mirando el televisor, de vez en cuando mirándose uno a otro entre comerciales y con plena calma. El azabache consiente o no, en un pequeño momento logra acariciar los cabellos alborotados, pelirrojos del Omega. Le hubiese gustado enredar sus dedos lo suficiente para jugar un poco con estos, pero lastimosamente GuanShan los tiene tan cortos que le es imposible esa tarea. Y la verdad He Tian no entiende porque no se lo deja crecer aunque sea un par de centímetros más, siendo un bonito color el que posee como el iris de sus ojos.
El Alpha graciosamente se imagina a un Mo Guan Shan con el pelo largo, no exagerado, quizás como a mitad del cuello. Le es un poco imposible imaginarlo, pero nada pierde con hacerlo.
A ninguno le incomoda estar en pleno silencio entre largos ratos. Entre pequeños toques en partes superiores de su cuerpo pueden transmitir algo. No hay prisa alguna en acabar el tan acogedor momento que no necesita de palabras, solo ellos dos y sus suaves aromas en la habitación, aunque si sé les fue la noción del tiempo en ello.
—Mierda. ¿Qué hora es?— pregunta un tanto brusco y a la defensiva cómo es su manera natural de reaccionar, al darse cuenta que el maratón de episodios de la mini serie ha terminado y no sólo eso, sino que incluso ha anochecido, espantando lo en el proceso de levantarse del sofá para recoger sus cosas.
—Las ocho. — responde el contrario tomando su móvil para encenderlo y ver la hora en el bloqueo de pantalla. Dónde guarda como fondo, una imagen de Mo quedándose dormido en su pupitre a lado de un sándwich. Una imagen que atesora como otras tantas que le ha tomado en secreto —y no tan secreto—.
Mo suspira muy poco aliviado, todavía no es tan tarde como pensó. Pero si que se le pasó el tiempo con He Tian, incluso tiene algo de hambre. Pero su madre ha de estar más que enterada o al menos sospechará de que él está en casa del azabache ya sea para estudiar o simplemente pasar el rato como ha sido costumbre en estás semanas, aún así no quiere preocuparla demás.
—¿No te quedaras a dormir?
—¡Ni lo sueñes! Tampoco es tan tarde. Si me doy prisa puedo tomar el metro todavía. — le contesta mientras fue arreglando sus cosas para ir de salida. Siendo detenido en el proceso por el más alto. — ¿Ahora qué?
—¿Por qué no te quedas a dormir?— le pregunta sujetandolo del mentón, tomando desprevenido al pelirrojo. Tian adivinando su respuesta se adelanta a decir:— Tienes el uniforme de la escuela, y te puedo prestar ropa para dormir.
"¿Quedarme a dormir otra vez?"
Mo hace un pequeño mohín en sus labios. Sea en casa de He Tian o en la suya, de todas maneras debe ir a preparar algo para cenar. La única diferencia es que él azabache tiene más plata para gastar y espacio en el refrigerador. Sabe que cuando el otro dice "quedarse a dormir" se refiere a dormir juntos en la misma cama, sin nada sexual de por medio, o al menos eso espera.
—No se si mi madre me dejé. — le comenta inseguro y desviando la vista de ése par de ojos grises que no dejan de mirarle con suma atención.
—Hablaré con ella. No creo que se niegue. — afirma para soltar su agarre e ir hacer lo prometido. Se nota muy insistente en el tema de que Mo se quedé a dormir con él, y Shan espera que no agarre como costumbre ello.
"Espera, ¿Qué le va a decir exactamente a mi madre?" Se pregunta lleno de intriga e intranquilo.
Guan Shan últimamente accede un poco a quedar con él sin muchas quejas. No sabe si eso se debe a ya acostumbrarse a que el otro esté de terco con las cosas que quiere o que se esté entregando al Alpha seriamente. Es una clase de conflicto interno que tiene y todavía le cuesta entender. No tiene mucho inconveniente en aceptar que le gusta un hombre o que poco a poco lo conozcan como "el Omega de tal Alpha". El conflicto aquí es que se trata de He Tian. La primera impresión de ambos no fue muy buena como recuerda, Mo había detestado por tanto tiempo al azabache por diversas razones, que hora el estar consiente de que esos tiempos quedaron en el pasado y ahora son algo más íntimos, todavía lo considera un hecho increíble y extraño. Hasta hace unos meses, nunca se imaginó acabar de novio con alguien que antes aborrecía por las incontables veces que lo llegó a amenazar o golpear.
De todos los hombres en el instituto, ¿Por qué le tocó al pervertido, estudiante estrella con cientos de fans pero es terrible en la cocina?
—Momo... — le llama el dueño de quién tanto se ha puesto a pensar, sacándolo de su ensoñación y notando que esté había terminado su llamada con su madre. Se ve bastante sonriente lo cuál significa buenas noticias para el azabache.
—¿Ahora qué?¿Qué te dijo mi madre?
—Que está bien, no habrá problema alguno. — le contesta tranquilamente, con una sonrisa totalmente alegre y presunciosa por haber logrado su cometido.
—No se cómo haces para que mi madre acceda a todo lo que digas. — agrega un bufido al final, volviendo a echarse en el sofá cruzado de brazos y esperando a que He Tian le diera permiso para revisar su refrigerador y si llega a encontrar algo, preparar la cena.
—Es sencillo. Soy un encanto.— le contesta tumbando se a su lado, y antes de que Guan Shan le respondiera, Tian se adelanta con su aún más encantadora arrogancia que posee.— De seguro ella le gustará que te hagas novio de alguien tan bien parecido como yo. — añade con cierta malicia. — Aunque bueno, ya lo seamos.
—Bajale a tu ego idiota. No te creas demasiado. — le reprocha apuntándole hacia su firme pecho, como si lo estuviera picando, aunque en el contrario no surgiera alguna efecto grave de dolor como para que Mo sonriera satisfecho por su cometido.
He Tian se acerca como una bestia necesitada a él para devorar sus labios, se ve que le tiene tantas ganas y ahora sólo mueve su lengua en su cavidad bucal en busca de más contacto íntimo y provocar a su novio. Guan Shan al principio un poco aturdido, se fue dejando llevar por la situación ante la necesidad de también querer más de ese contacto, y olvidando casi por completo su hambre.
Poco a poco está cayendo por ese Alpha, su corazón se está dejando envolver por las caricias y emociones que siente de momento, a la vez que su más profundo y primitivo instinto Omega lo alienta entregarse a él por completo, cosa que ignora totalmente.
—Si me lo pides así, trataré. — le murmura en el pequeño espacio que queda entre sus bocas, Tian relame sus labios en busca de provocar más al pelirrojo que apenas puede respirar.
—¿No vamos a cenar?— pregunta acompañado de un quejido.
—Si, pero antes,¿Recuerdas el día en que te corriste en mis manos?— menciona sonriendo como el diablillo que es, causando un sonrojo en Mo de tan sólo recordarlo y apartando al azabache de su rostro por atreverse a burlarse.
—¿¡Por qué coño hablas como si hubiese sido hace tiempo, idiota!?— le grita para empujarlo, suelta un chasquido para luego preguntar un poco más calmado:— Cómo sea, ¿Qué mierda haces con recordarme lo que pasó ayer?
—Me gustaría que me devolvieras el favor...
La mente de Mo se bloquea por un par de varios segundos buscando algún significado en especial en aquella breve confesión. ¿Devolver el favor? ¿Dé que forma? Antes que alguna otra cosa más pasará, algo hizo click en su mente y por supuesto, se aleja del azabache oportunamente antes que nada por su seguridad mientras le va reprochando.
Sabe que estar con He Tian tiene sus riesgos, sabe de más que el más alto no es en realidad una mala persona, el azabache ha demostrado incontables veces su cariño y preocupación por él, pero también comprende que siempre tendrá una que otra intención malévola.
Al principio creía que el azabache sólo lo jodía para obtener algo de él, como que siempre le cocinará y que lo tocase de más tan sólo por intenciones de molestarlo. Nada serio, nada "romántico" de por medio.
"Me gustaría que me devolvieras el favor..." Aquéllas palabras se repiten en su cabeza con más fuerza.
—¡NO TE LA PIENSO CHUPAR!— le contesta de forma exclamativa y por supuesto, a la defensiva.
Mo ya se veía en medio de las piernas del Alpha, esté con su cremallera baja y su hombría golpeándole la cara para que después se la metiera a su boca. ¡Definitivamente no debe dejar volar su imaginación!
—¡Con tus manos es suficiente, Mo!— responde para calmar a su novio y que esté no pensará diferente.
El pelirrojo parpadea un par de veces mientras le mira con duda e incertidumbre; después de todo si quiere entonces, que vuelvan a tocarse. Y en cierto modo agradece profundamente de que no pida una felación, el hecho de que sea ahora él quién lo toque le pone bastante nervioso y un poco incómodo. Él tiene cero experiencia en ello, en masturbar a otra persona. ¿Por qué? Quizás porque, ¡Jamás en su vida lo hizo con alguien más! Tian será el primero.
"Esta empezando a ser el primero en todo en realidad." Es lo que piensa, aunque también cree bastante justo que si el día de ayer llegó a un satisfactorio orgasmo gracias al azabache, hoy le tocará devolverle el mismo favor, con el mismo placer inmenso. Pero eso no evita o desacredita que se siga poniendo nervioso.
—... Sólo guarda silencio. — suspira pesadamente, sin hacer un gesto lo suficientemente expresivo para que el otro adivinara sus pensamientos. Mo se acomoda un poco, decidiendo entre ver y no ver fijamente, pero se da cuenta que necesita hacerlo para poder cumplir con su misión de la mejor manera.
No podrá ser un experto, sólo tiene experiencia en tocarse el mismo de vez en cuando, pero tampoco quiere cagarla. Ni siquiera la tonta risita de He Tian que, aunque quizás no sea burlona si le es bastante fastidiosa, le arruinara sus planes.
—¿Sabes que te quiero un montón? — le menciona dándole un pequeño beso en su mejilla, de manera bastante cariñosa y ruidosa. Manteniendo una de sus manos en su cuello, como si quisiera tener un poco de control en él y a su vez tranquilizarlo.
—No me mires mucho. — pide sin evitar estar sonrojado. Lo peor de todo es que He Tian no insistió tanto y él ya había accedido tan fácil, desabrochando desde su posición de lado su bragueta, bajando no muy de prisa el cierre y sacando con cuidado el pene del chico que lo deja asombrado.
La atmósfera en ambos está cambiando. Omega y Alpha sabe lo que se avecina y cuánto lo quieren. Cómo el deseo es simplemente mutuo, la adrenalina sube y quieren seguir juntos.
—Pero si lo excitante es mirarte haciéndolo.
—Solo cállate, imbécil.
Bochornoso es la palabra correcta para definir perfectamente como se siente Mo. Al principio no sabe exactamente que hacer, hasta recordar rápidamente las veces en que el mismo se toca o en la que ayer Tian lo hizo sin mucho problema. No supo porque pero utiliza sus dos manos para envolver el pene flácido del azabache, fue subiendo y bajando a un ritmo constante y lento. No hace falta mencionar el rubor intenso en sus mejillas y como no deja de mirar la hombría del mayor.
—¿Sabías qué me calientas cuándo hablas sucio? Cada palabra vulgar que sale de tus pequeños labios me enciende. Hasta creo que lo haces a propósito. — le murmura casi en un ronroneo acariciando su cuello con la mano que tiene sujetada su nuca.
Mo lleno de vergüenza e intentando ignorar lo que el otro dice, aprieta con poca fuerza su glande, empezando a sentir como el pene en sus manos se endurece de poco a poco. Cómo las venas se marcan, se siente pesado y duro. Tener el pene de otro hombre y esté hombre siendo su novio, lo hace sentir entre un poco raro y ansioso, pero no incómodo a pesar de sentirse nervioso.
—¡No es cierto, cara de polla!
—¿La polla que tanto te gustaría que te entierre?
Mo no pudo ni quejarse a tiempo ya que He Tian lo volvió a besar, murmurandole en medio del dichoso acto fugaz que continuará con ahí abajo. Guan Shan sigue el beso lo mejor que puede mientras a su vez con sus dos manos sigue masturbando al contrario.
El ritmo aumenta desesperado. Todo le resulta tan carnal y sucio pero no desagradable. La polla de He Tian está dura y caliente entre sus palmas, un pedazo de carne más grande que el suyo sin llegar a ser un tamaño descomunal. Sin embargo sigue sintiendo tanta envidia que He Tian este bien dotado incluso en su hombría.
—Momo... — jadea con recelo, dominante y claramente excitado, avisándole que muy pronto se correría y debe aguantar un poco más.
Mo quiso apartarse, pero He Tian no le dejó tal oportunidad de que se separara en medio de su beso. Sigue siendo demandante, lujurioso y explícito. El sonido que hacen sus bocas ante tales movimientos es enloquecedor como posiblemente vulgar. Jadeos y gemidos salen de los dos.
El pelirrojo contina masturbando lo y previno que pronto el contrario se correría, apenas puede marcar un ritmo agradable hasta que sucede lo más esperado.
Guan Shan siente el líquido abundante de He Tian ensuciando sus manos. Tal cómo el suyo, pegajoso y blanco, caliente. La atmósfera no ha cambiando en lo absoluto, incluso aunque la polla del azabache haya expulsado cantidades de semen en las manos de otro, hay algo inmenso que los rodea.
—Me hubiera gustado correrme en otra parte de tu cuerpo. — le murmura He Tian acompañado de un suspiro al final. Complacido y agradecido por las atenciones de su novio, no es un mal agradecido.
Aquello que dijo hace estremecer al pelirrojo haciéndose una clara idea de a qué se refiere, aunque tarde en responderle.
Mo sólo lo golpea.
—Jodete. — dispuesto a levantarse para limpiarse, es detenido por su novio.
—Pequeño Mo.
—¿Ahora que quieres?
—Creo que estoy duro de nuevo...
—¡Mierda He Tian!
Sólo escucha la risa divertida del Alpha, quién lo sigue hasta el baño para limpiarse también y restregarse un poco en su chico que claramente le molesta.
Un largo rato después; antes de que Guan Shan se fuera a casa, se debatió mucho en preguntarle algo a He Tian que le tiene intranquilo.
—¿Pasa algo?— pregunta su novio como si le adivinara sus pensamientos, curioso e interesado en saber que le sucede.
—Podrias...— traga duro para tomar valor. — Este jueves yo... Yo tengo que ir a un lugar.
—¿Pasado mañana?
—Si.
—¿A dónde?— pregunta curioso el azabache.
Mo tarda un poco en responder. Se sentirá un tanto desilusionado si Tian le dice que no podría acompañarlo. Después de todo, esa salida es muy importante para él Omega.
—Tengo que ir a visitar a mi papá.
«Fin del sexto capítulo»
Palabras: 3,313
Fecha de publicación: Domingo 14 de febrero del 2021.
Escritor: JaquiiAleWorld
Fandom: 19 Days
Au: Omegaverse
Nota del escritor:
Cómo prometí hace una semana, nueva actualización!:D
Lo bonito de México son sus puentes xd, no tendré clases ni lunes ni martes. Aunque si me dejaron mucha tarea y cosas para estudiar también :( de todas formas trataré de actualizar lo más pronto posible!
Oh cierto, pinche wattpad. Me revolvió bien feo los capítulos, y por más que trato de configurarlo no se me guardan, como lo odio. A ustedes les sale revuelto o sólo es cosa mía?
Me preguntó que pasará en el próximo capítulo...
