8. "Complicaciones y cambios"

Ninguno de los personajes me pertenece al igual que la historia no es de mi pertenencia esta maravillosa historia le pertenece a Lyudhae, yo solo hago una adaptación.


===Adrien===

Sentí su sufrimiento, su dolor, cerré los ojos para evitar con todas mis fuerzas el no llorar, verla así débil, delicada, a punto de romperse en millones de pedazos, me recordó a la primera vez que la vi después de aquello, huyendo de mi con miedo, desesperación, camine hacia ella y la abrace.

Hubiese querido que con ellos se borrara el pasado, que todo recuerdo de aquella noche no existiera, que no hubiera bebido tanto esa noche, porque tenía razón, todo lo que dijo era cierto la trate como un harapo, como un objeto inservible que use y después deseche y realmente si hubiera sido una gisaeng le hubiese pagado y listo, mi vida iba a continuar.

La interrupción de Lila fue lo que me impidió que yo hablara y le dijera aquello que pensé a Marinette, se libró de mí y corrió fuera, iba a ir tras ella, pero Lila me lo impidió.

-Salgan por favor- pidió y quedamos solos - ¿A dónde vas? - pregunto cuando vio que trate de esquivarla para ir fuera.

-Déjame pasar

- ¿Qué te dijo ahora?, ¿De nuevo te sientes culpable? ¿no?, Adri no te das cuenta que lo hace para que vuelvas a cumplir sus caprichos, está tratando bien a tu hija, de nuevo se hace la víctima, para que aceptes lo que ella quiere

-Esto es diferente

-Esto es lo mismo, dime, ¿vas a creerle? - pregunto - dime si lo vas a hacer para que vaya haciendo mis maletas pues conozco perfectamente lo que busca

-No, tu no vas a irte

-Pues parece que sí, ya logro ablandar tu corazón, hasta Emma se nota molesta conmigo porque hice llorar a su mamita, dime tan buena actriz es que en dos días que ha salido de su pabellón los logro convencer con lloriqueos y falso "te quiero", Emma, tu y yo estábamos bien hace tres días y ahora todo es mi culpa y la pobre e inocente princesa sufre y debemos complacerla

-Ella realmente sufre

-Vaya, entonces si has caído, de acuerdo- dijo quitándose de mi paso – anda ve, corre detrás de ella es capaz de intentar hasta fingir un suicidio

-No entiendes lo que pasa

-Lo que no entiendo es como puedes creerle, mostrándote con su cara tierna y bonita ya te tiene en la palma de su mano, dispuesto a cumplir sus caprichos – ahora ella comenzó a llorar - ¿Sabes qué? Ve y dile a las damas que lleven a tu hija a pasear, yo iré a hacer mis maletas y a avisar a mi padre que vuelvo a su casa

-No Lila ya te dije que tu no vas a irte- le dije tomándola por la mano antes de que comenzara a avanzar

-Pues entonces demuéstramelo, y no correr como perro faldero detrás de ella, te aseguro que, si esta táctica no funciona, mañana va estar igual y se acabara el disque amor maternal que le ha nacido.

No supe que contestar, tenía razón, era también muy probable que Marinette estuviera mintiendo para causar mi lastima, pero era tan real todo lo que dijo que me constaba no creerle, esta vez no lo dijo simplemente para echarme en cara su violación, sino simplemente dijo lo que pensaba lo que sentía, fue tan ella, como cuando la veía hablar con Kagami.

Sin embargo, no la seguí, solo envié a Tikki a buscarla, la salida se canceló, en parte por lo sucedido y en otra porque Plagg llego con una misiva urgente del rey para presentarme en la corte.

El príncipe nómada Harry Wong mando una advertencia que, si la princesa Alya se casaba con el príncipe Nino y no era enviada a él para desposarlo, iniciaría quemando las granjas del este e invadiría el país.

Los nómadas regularmente no parecen muchos, pero cuando junta sus hordas conforman un aguerrido ejercito capaz de vencernos tal como lo hicieron en tiempos pasados, algunos generales solicitaban que se atendiera su petición, pero ni los allegados al príncipe ni varios de los nuestros, incluyéndome, lo aceptaba, de hacerlo estaríamos mandado a la horca a la princesa además con ellos mostraríamos debilidad y obediencia, temor por ellos.

La junta se alargó varias horas, pero al final hubo una decisión, se mandaría un aviso a china para que apoyaran nuestra resistencia lo cual sería aprobada sin duda, pues hasta el palacio de Joseon llego la noticia que la ahora reina Kagami era quien tomaba las decisiones del reino y no su marido quien solo tenía el título de rey.

Mientras el mensajero era enviado nosotros nos prepararíamos para la guerra, para hacer frente a los nómadas. El príncipe Nino resulto ser serio e introvertido, pero con decisión, de inmediato tomo a sus principales generales y se adelantó para proteger a los granjeros.

Nosotros nos alistaríamos en dos días para salir hacia el campo y frenar el avance que según informes ya habían comenzado a dar, aquella noche no fui a casa me dediqué a analizar estrategias de campo abierto y pasar lista, así como verificar que tantas espadas, armaduras, caballos y todo estuviera listo.

Pase dos noches con sus días en esa situación, y en la tarde del segundo día me enviaron a mi hogar para descansar y salir con los rayos del sol. Pero cuando llegue una sorpresa me aguardaba.

Desde el momento que entre al patio del palacio se me hizo raro ver a los tres ministros principales del rey aguardándome.

- ¿sucede algo señores? - pregunte al descender de mi caballo

-Mañana sale a batalla general- comenzó uno de ellos

- Si así es- conteste

- Esta noche puede ser la última en casa- dijo otro

- ¿A qué viene todo eso?

-Señor, se tiene que cumplir la costumbre, hombre a guerra debe dejar una posible semilla- dijo el tercero

-Vaya, ya entiendo- dije con pesadez, era costumbre que cuando un hombre casado es enviado a batalla debía yacer la última noche con su esposa, pues si perecía en la guerra al menos tendría un descendiente más que seguiría dando honor a su madre, en mi caso ya tenía una hija, pero al parecer estos señores se referían a tener un segundo

-Qué bueno que lo entienda señor, ya todo está dispuesto para el acontecimiento

- ¿Cómo? - pregunte

-Sí, recuerde este es un acto de ceremonia no un día normal y común

-Está bien solo denme un tiempo, para despedirme de mi hija y darme un baño

-Claro señor, cuando termine le aguardaremos en el ala de la princesa

- ¿Qué? Creo que sería más que fuera mi consorte, puesto que con mi esposa ya tengo una hoja- dije tratando de convencerlo, aquello no era posible, Marinette no lo permitiría

-No señor, será la princesa con quien usted deberá yacer esta noche, si tiene tiempo puede visitar después a su consorte- dijo el primero

- Entre señor, su baño ya lo espera- dijo el segundo

No podía huir era obvio, me preocupaba el dichoso ritual sabia por algunos no les que en caso de que se negara hombre o mujer, se designaban encargados que estaban presentes durante todo el acto.

Lo primero que hice fue visitar a mi hija

-Papi, es cierto que te vas

-Si cariño debo ir

- ¿Por qué?

-Por nuestra nación, para que todos estemos bien

-Mami no se va ¿verdad?

-No, ella se queda

-Te extrañare

-Yo también amor, prométeme que te cuidara y obedecerás en todo a Marlena, no te escapes

-Ni para ver a mamá

-Ni para verla, si ella desea verte vendrá a ti

-Papá ¿Por qué mami no quiere a Lila?

-Son cosas de adultos pequeña

-Cuídate papi

-Lo hare princesa, te prometo que no tardare cuanto menos lo esperes ya estaré aquí a tu lado.

-Te quiero papá- contesto mi niña y se abrazó a mi cuello, aquello me dolía, pero debía asistir y apoyar al reino, terrible sería negarme

Tomé el baño con calma, me vestí a pesar de que según la tradición yo debía asistir solamente con una bata, al llegar con los ministros, me vieron con desaprobación por haber llegado distinto a como me esperaban

-Conozco las tradiciones señores, pero espero que por respeto a la princesa se queden afuera, no iré a ningún lado como para que imaginen que no cumpliré mis deberes de esposo.

-Sabe también que tenemos órdenes

-Yo lo sé señores pero ella no es cualquier noble, es una princesa y merece respeto.

-De acuerdo general- contestaron y me dieron paso –pero- dijo uno – el ritual de las damas será a puerta abierta

-Si claro- respondí con aquello no habría problema

Entre a la instancia por todos lados había talismanes de fecundación, incienso, una lámpara iluminaba el lecho, con sabanas de color rosa y en medio de la habitación se encontraba ella sentada.

Llevaba puesta una bata de seda bordada su pelo estaba suelto y sus pies descubiertos, una vez que entre las damas me llevaron a su lado y comenzaron a cantar alabanzas a la fecundidad, nos dieron de beber un té extraño que sabía muy mal.

Paso seguido la tomaron de la mano y la colocaron sobre la cama, haciendo a un lado la primera sabana, quité la mirada cuando vi como una de ellas hacia a un lado ambos extremos de la bata dejándola desnuda.

Mientras tanto otras dos, se dispusieron a quitarme la camisa, mi pecho estuvo visible, fue una suerte que no se aventuraran también a despojarme de mis prendas intimas, pero si me llevaron a su lado.

Fue inevitable no verla, parecía una diosa así, bella sensual, sus pechos y curvas me llamaban a tocarla, me recostaron a su lado para que cuando ellas salieran solo diera vuelta.

En aquella posición nos rociaron con perfume y dejando solo una lámpara junto a la cama, salieron todas cantando otra oración. Mi respiración estaba agitada, mentiría i dijera que no estaba excitado por la situación, cuando escuche que echaron el ultimo cerrojo, di vuelta pero al lado contrario de donde debía y apague la lámpara.

Cuando lo hice pude escuchar su sobresalto, me senté sobre el lecho y le dije – duerme tranquila, no pienso tocarte- me baje de la cama y me aleje de ella para tratar de calmar mi estado excitado

-¿Por qué?- pregunto de pronto para mi sorpresa- te causo…¿Asco?

Voltee hacia ella en ese momento, como podía tener ese pensamiento si la luz estuviera encendida vería que causaba otra cosa en mi anatomía- duerme- fue lo único que conteste

Me recosté sobre una alfombra en el suelo y cerré los ojos no había dormido bien en dos noches seguidas así que no importaba hacerlo hoy en el suelo

===Marinette===

Fue una noche lluviosa escuchaba el golpeteo contra las ventanas, cada gota chocar y resbalar por el tejado, del mismo modo que mi llanto caía por mis mejillas, estaba acurrucada en la cama, mirándolo dormir en el suelo.

Ni siquiera quiso estar a mi lado, prefirió quedarse ahí, era posiblemente media noche cuando me levante, me coloque bien la bata y puse mis pies fuera de la cama, estaba helado, el piso estaba demasiado frio y el recostado ahí no sería bueno a su salud, fui a uno de mis armarios y saque algunos cobertores más cálidos para aquel clima.

No iba a poder subirlo a la cama, así que coloque una detrás de él, y como pude le moví para jalarlo, debía estar muy cansado pues ni siquiera despertó cuando estuvo sobre el cobertor utilice otro y lo cubrí, pase mi mano por su rostro me daba miedo pensar que podía estar viéndolo por última vez.

Quizás no lo amaba, pero había estado conmigo tanto tiempo, la idea que se fuera de mi lado y me dejara sola me aterrorizaba, pase mis dedos por sus labios y desee que esa noche me hubiera tocado con ellos, por desgracia el posiblemente hubiese preferido estar con ella y no conmigo.

Tikki me conto de lo que hablo con los ministros en la entrada y eso fue lo que deseaba, me acerque lentamente a él y deposite en sus labios, un beso –Vuelve- le pedí

Con el tercer cobertor me envolví y volví a la cama, me recosté y le observé desde ahí hasta quedarme dormida.

-Despierta- escuche

- ¿Qué? - dije algo somnolienta

-Despierta las damas entraran, menciono, tomo los cobertores que le puse y los coloco dentro de mi armario

-Rápido desnúdate y quédate bajo las sabanas- me pidió mientras con sus manos desacomodaba las demás.

Intente hacer lo que me pedía, pero era difícil deshacerme de la bata bajo las sabanas, escuchamos ruido afuera y al cerrojo ser abierto, rápido dio vuelta al lecho y al llegar a mi lado, me tomo en brazos y me coloco frente a él, tomo una de las sabanas y me envolvió en ellas, tomo los bordes de esta y me las dio a sujetar con la boca, después metió sus manos debajo y la bata se deslizo por mi cuerpo.

-Recuéstate- menciono y lo acababa de hacer cuando las damas entraron, él no les di explicaciones solo dijo- debo estar listo y salió

Las damas me levantaron de la cama e hicieron plegarias al cielo para que quedara encinta, obviamente era imposible peor no se los aclare, me vestí con rapidez, tenía que llegar a las puertas del palacio para dar el adiós a los soldados y esperaba también a él.

Cuando llegue ya Marlena sostenía de la mano a mi hija y Lila se encontraba con ellas, llegue y me coloque en el frente, al lado del ministro Gabriel Agreste su padre, pero no lo vi, ya todos estaban sobre caballos cuando los cinco generales, incluyéndolo a él, se acercaron al rey para recibir la bendición.

-…Vayan compañeros, luchen y den gloria a la nación- dijo mi padre al terminar su largo discurso, miles de gritos de guerreros se escucharon, Adrien corrió hacia mi hija y la abrazo –Cuídate amor- le dijo, después se dirigió a Lila- no la dejes sola- menciono y al beso en la frente, cerré los ojos para no ver – protégelas- le dije a su padre y por ultimo le susurro a Marlena, pero pude escucharlo- Que Emma no se acerque a su madre- para mí no hubo nada, solo una mirada y se subió sobre el caballo, me sentí humillada, frente a todos, pero sostuve mi postura, no me moví, ni un centímetro, lo vi alejarse, perderse en la multitud, hasta entonces di vuelta y entre a palacio sintiéndome vacía

Todos volvimos a casa, una vez dentro ordene de inmediato- Marlena arregla las cosas de la niña

- ¿Qué? - contesto

-Arregla a la niña

-No vas a llevártela, ella se queda con nosotras- dijo la estúpida de Lila

-Ella viene conmigo

- ¿A dónde irán? - pregunto el padre de Adrien

-No importa a donde vayan, Emma permanecerá en este palacio- contesto con voz fuerte la imbécil, pero si creía que iba a intimidarme estaba equivocada

-Iremos al palacio real, estará custodiado ahí estaremos más seguras- le respondí al ministro

-Adrien dijo que la protegiéramos principalmente de ti- me grito Marlena

-Cierra la boca, y dirigirte a mí con respecto, escuche perfectamente lo que dijo Adrien y sabes que, no me interesa.

-Ven Emma vámonos- le pedí ofreciéndole mi mano

-Haga algo- le dijo Lila a Gabriel Agreste

-Creo que la princesa tiene razón, el palacio tiene lo necesario para resguardarlas o huir en caso de ser necesario, estarán mejor ahí – me apoyo el ministro

-Usted lo aprueba señor- dijo Marlena

-Si, y sé que mi hijo también lo aprobaría si con eso están seguras

-Emma- volví a decir

Ella me miro, luego a Marlena y a Lila, entonces corrió, tomo mi mano y la apretó

-La estas usando, de nuevo la usas, pero sabes que no funcionará, Adrien no caerá tan fácil a pesar de que la utilices, para que este como perro faldero a tu lado- escupió venenosa la tipa

-Por mi quédate con él, ni yo le importo ni él a mí, pero mi hija ella si es mía- conteste

-Emma que nunca te has dado cuenta que tu madre no te quiere- dijo de pronto esa arpía

- ¿Qué? - dijo mi pequeña y volteo a verme - ¿es eso verdad mami?

-Es difícil de explicar- le dije sentándome a su altura

-Ella no te quiere Emma, ni a tu padre ya lo oíste, quédate con nosotros

-Emma- le dije mirándola a los ojos- una vez te pregunte si me querías y dijiste que no lo sabías, ahora por tu bien, me quieras o no estarás conmigo, cuando vuelva tu padre si decides que no me quieres no te retendré a mi lado.

-Mami, yo.

-Tikki busca lo necesario para ella y para mí y alcanzándome en palacio- le ordene y por primera vez cargue a mi hija en brazos- trae tus juguetes- dije a Tikki cuando entraba a la casa, -Marlena la casa está bajo tu cuidado, ministro vendrá conmigo

-Adri, se molestará por esto

-Si claro- le dije a esa estúpida antes de salir.

Mi padre nos recibió gustoso, utilice la misma habitación que cuando era soltera, la guerra se prolongó llevábamos tres meses en los que los nómadas no se retiraban y las tropas estaba teniendo bajas considerables.

Para protegernos tanto a Alya como a mí, Tikki nos enseñó a usas sus juguetes, que consistían en un juego de cuchillos y navajas chinas.

Aunque no todo en este tiempo fue malo, me acerque más a Emma, nuestra relación inicio unos días después de que llegamos a palacio, me sentía melancólico por lo sucedido y se me ocurrió calmadamente en el salón donde practicaba baile.

Sin música, ni melodía comencé a moverme, a hacer movimientos sin sentido de pronto sentí una mirada y al parar observé que Emma me miraba detenidamente.

- ¿Quieres… aprender? - le cuestione titubeante.

-Siii, si quiero- dijo llegando a mi lado dando brinquitos.

Era hábil, tanto como yo a su edad, sus movimientos eran agiles, gráciles como una combinación de ciervo y tigre.

Todos los días dedicábamos un tiempo a aquellas prácticas, en esos lapsos conversábamos, me enteré que no le gustaban los perros, que adoraba el color rosa, me reprimí internamente pues resulto que ella conocía tanto de mí y yo ignoraba todo de ella.

Adrien realmente no mentía cuando la describía como alguien idéntica a mí, tenía mis mañas, mis gestos, algunos gustos, todo ella parecía una copia.

La primera noche que durmió en mis brazos por desgracia fue la más dolorosa que pasamos juntas. Días antes había llegado la noticia que los nómadas fueron vencidos y se retiraban del territorio, nuestro ejército gano.

Todos estábamos felices, los vimos entrar triunfante en la calle principal de Joseon, pero al llegar a la comitiva que los esperaba, nos dimos cuenta que un general no volvió.


Gracias por leer. este capitulo si que se vino con muchas cosas interesantes, agradezco mucho sus comentarios y espero que este capitulo no los haya dejado con más intrigas (aunque es lo mas seguro) pero aqui esta este capitulo

Hasta la proxima...