Día Y Noche.
Luz Y Oscuridad.
Sol Y Luna... Un balance que existió mucho antes de que el Pony tuviese conciencia sobre su propia existencia.
Un balance que no solo traía el mundo paz.
Así como la misma Vida y la misma Muerte no se podían fragmentar y mucho menos se podrían desbalancear.
Tanta Luz nos dejaría ciegos así como la misma Oscuridad.
Pero tú no lo entendías... Hasta que fue demasiado tarde.
Pero me sigo preguntando... Que habría sido peor. ¿Que yo me haya sumido en la profunda oscuridad…?
¿O que el destino te hubiera puesto a tú entre las llamas del mismo sol…? Nunca lo entenderé y creo que jamás lo haré, las acciones que realizamos nos llevaron a este preciso instante. Mis ojos están abiertos. Ya no estoy dormida ni desangrándome en mi propia habitación... Estoy aquí en el trono de la reina... Y tú fragmentada en nuestro antiguo hogar. En las catacumbas del palacio y en el mismo sol esperando a que tu rabia y tu locura sean libres una vez más...
Solo espero que Twilight salga victoriosa en reunir los elementos de la armonía. Es la una esperanza que tenemos Discord y yo de que vuelvas a ocupar tu lugar en el consejo de sabios. Tengo fe en mi alumna. Encontrará el modo de cumplir con su tarea.
Debemos tener lo único que no podemos... Esperanza...
Una Esperanza Desoladora.
Mlp. The Desolated Hope.
Oblivion's Rising.
Los Días del Fuego Parte 2.
Escrito y Dirigido por: Eddy BlackFire.
Coescrito por: Osvaldo Flokmetal Alchemist.
Supervisado por: LucioVera.
Participación Especial de: SilverSpike.
Invitada de Honor: Vita.
Tenía más sueño del que había sentido alguna vez.
Ella no era alguien que pudiese estar durmiendo todo el día. Normalmente dormía sólo lo justo y muchas veces ni siquiera eso, ya que, a veces el estudio, y otras veces las pesadillas, la mantenían despierta gran parte de la noche.
Por eso el golpe que descargó Spike hizo que se despertara abruptamente. Había soñado tantas cosas que, por un momento, pensó que el día anterior también fue un sueño.
— Twilight. — Oyó la voz de Spike afuera de la habitación. — Despierta, la Líder viene hacia acá.
El sueño la ganó unos instantes, y cerró los ojos. Francamente habría dormido una hora más, pero al oír la palabra "Líder" abrió los ojos sobresaltada. Se incorporó de un salto.
—¿Qué? — Preguntó refregándose los ojos, aunque la preocupación espantó automáticamente el sueño y el cansancio de ella. — ¿Qué hora es? ¿Por qué no me despertaste antes?
— Bueno, no podía cometer el crimen de despertar a una bella durmiente.― Respondió sonriendo, mientras la unicornio se levantaba de su cama agitando un poco la cabeza acomodando su melena.
— Nada de eso Spike... pero supongo que fue culpa mía. ― Se dirigió a un lado de la cama tomando la alforja queriendo sacar unas cosas, pero antes se detuvo al olfatear algo en su casco y hacia una leve mueca de desagrado. ― No puede ser... ¿Spike? ¿Puedes ayudarme a sacar y acomodar las cosas? Tengo que ducharme ya...
— A la orden. — Spike obedeció comenzando con tomar la alforja, sacando las cosas mientras Twilight se dirigía rápido hacia la ducha.
Spike comenzó a acomodar los implementos de Twilight en su alforja, ahí tenía los libros que había obtenido de la antigua biblioteca de Canterlot y los que le había dado Cydia, además de un par de libros extra sobre leyendas e historias del antiguo Ponyville, aquella alforja se la había obsequiado la reina, Luna. Ya había pasado algún tiempo desde que la reina la había tomado bajo su ala como su aprendiz en la magia.
Twilight aún seguía en la ducha, ella pensaba mientras el agua recorría su cuerpo, pensando en Spike y lo que había ocurrido el día anterior.
Spike no era como Shining, él era su hermano, pero también era un amigo que estuvo ahí para ella y viceversa, ambos se complementaban bien el uno al otro y en los momentos de necesidad o duda, se tenían mutuamente para superarlo, peleando por sobrevivir un día más, para ver la Luna alzarse en el horizonte...
En ese instante sonó el timbre de la biblioteca, obligando a que Twilight volviera a la realidad de golpe. Apenas escuchó el timbre sonar, cerró el agua y comenzó a cepillarse rápidamente su melena de colores violetas, con esa pequeña franja de color rosado, luego de eso tomó sus lentes y se los puso, aunque no pudo evitar parpadear un par de veces, recordando que sus cristales estaban rotos… Quería repararlos, buscar un hechizo de restauración pues tener la vista fragmentada era un dolor… Pero supuso que no tendría tiempo para ello y decidió hacerlo más tarde aquel día. Se dirigió rápidamente a la recepción, aunque Spike no pudo evitar soltar una pequeña risa, al verla aún con humedad cubriendo su pelaje y su crin, realmente había salido a las prisas, esa yegua nunca entendía. Pero aun así, ante sus ojos, esa imagen solo resaltaba aún más su belleza natural. Twilight abrió la puerta principal y se encontró con la alcaldesa y un par de caballeros que la acompañaban, para que atendieran a la diplomática y su guardián.
— Señorita Twilight, Buenas tardes. — La Líder habló con una sonrisa, aunque se sorprendió un poco por la humedad que aún recorría el cuerpo de la unicornio morada. — ¿Oh disculpé os interrumpí en algo?
— Para nada Líder. Solo permítame un momento para buscar mi alforja. — Contestó el unicornio morada acomodándose los lentes, ella mientras cerraba la puerta con suavidad.
Spike tenía las alforjas en una de sus garras y la veía sonriendo.
— Aquí tienes Twi.— Dijo colocándole las alforjas sobre su lomo.
— Gracias Spike, eres un amor. — Comentó abrocharse los cinturones alrededor de su cuerpo. — Y hablando de… ¿Dónde está Cydia?
— ¿Cydi...? Ohhh la ¿bibliotecaria? — Spike preguntó viendo como Twilight asentía, pensó un momento la respuesta, hasta que recordó cuando llegó y se fue. — Oye. Ella vino esta mañana, pero me pidió que sí se podía retirar, porque su madre se encontraba enferma y tuvo que salir a verla, yo le di el día libre.
Esperaba contar con la bibliotecaria de la ciudad para ese día, necesitaba a alguien investigando los textos antiguos mientras ella estaba investigando en terreno. El día no estaba iniciando como esperaba. Pocas cosas estaban saliendo según lo planeado.
― Está bien, aunque mejor me hubieras despertado. ― Dijo ella, y por un instante pensó que la bibliotecaria estaba perdiendo su miedo hacia Spike. ― Aunque tomaste una buena decisión.
Sin demorar más, corrió hacia la puerta, de un movimiento tan repentino que salpicó de agua a Spike. El dragón miró a Twilight, y sonrió. Hace apenas un instante estaba durmiendo y ahora, aunque goteaba el agua, estaba lista para recibir a la Líder.
La sorpresa era más que evidente en los ojos de la Líder al ver el estado de Twilight, aun con el pelaje húmedo. Sin embargo, intentó ignorar aquel hecho y sonrió un poco, quizás con la intención de calmar las cosas. Los guardias, por el contrario, permanecían firmes, como si esperaran cualquier ataque.
— Mistress Twilight Sparkle, es un placer— Dijo sonriendo un poco. — Tengo planeado un gran itinerario para el día de hoy, os mostraré todo lo que ha avanzado mi ciudad. Me siento particularmente orgullosa del sistema defensivo que acabamos de implementar.
— Sería muy interesante, Líder. — Dijo Spike mientras trataba de salir de la biblioteca, ante la mirada nerviosa de los guardias. Al menos no lo apuntaban con sus lanzas, lo cual, para Spike, era suficiente. De todas formas, casi rompe la entrada al salir. — Disculpe, Lider, ¿no podrían añadir una puerta más grande a la biblioteca?
— Os voy a ser sincera, es la primera vez en todo mi tiempo como Líder que me han pedido eso. — Dijo ella. — Veamos, no sé de qué parte del presupuesto podría sacar para agrandar la entrada de la biblioteca, el consejo se enfurecería. Además, para cuando ya esté lista, probablemente ya no la necesitareis...— Mientras hablaba no se percató del rostro de Twilight, pero al hacerlo rápidamente cambió su discurso. — S-sí, sí, vale supongo que podemos añadir una puerta nueva, n-no creo que haya algún problema c-con eso.
— Oh Bien. — Spike la miró sonriendo levemente, aunque pudo notar que no lo decía por él, sino… por Twilight… Aunque la Líder medianamente lo aceptaba, seguía siendo sólo una minoría.
Spike comenzó a caminar a espaldas de las dos ponies y de los guardias mientras que la Líder los guiaba lentamente por los distintos vecindarios del pueblo, hasta llegar al centro en donde se encontraba el recién construido hospital general de Neo-ponyville. Twilight no prestaba mucha atención a las palabras de la líder, pues aún seguía pensando en muchas cosas que habían sucedido el día anterior, incluso el cómo los guardias y los Caballeros los habían recibido, lo que más rondaba sobre su mente era el cómo Spike casi era asesinado… 4 veces seguidas para ser exactos.
Ya era un nuevo récord.
Spike era su hermano del alma... No podía ser más que eso, aunque le doliera.
Hasta que nuevamente vio a la distancia al arlequín que con acrobacias y piruetas hacía un espectáculo callejero en la tarima improvisada, mientras que la multitud se arremolinaba frente a ella.
La líder continuaba hablando sobre las mejoras en el servicio de salud y la prevención para evitar tragedias, como la acontecida pocos antes. Pero Twilight ya no prestaba demasiada atención. Al ver al arlequín recordó el momento tan vergonzoso que pasó en ese escenario… y el otro momento incómodo en la casa de Fluttershy.
Hasta que en un punto ella se quedó mirando directamente a Twilight y a su guardián, la arlequín sonrió de alegría al poder encontrarlos una vez más, dando un salto bajó de su escenario y comenzó a dar saltos y piruetas cortas mientras se acercaba a ella, lo que puso nerviosa y alerta a Twilight
— Oh Los dioses me han honrado nuevamente con la presencia de la doncella y el guardián. — Dijo la arlequín feliz. Aunque los guardias no tomaron bien la cercanía del arlequín hacia el pony, por lo que se interpusieron bruscamente frente a ellas dos. — Oh… Disculpen caballeros, no quería alertarnos, es solo que la doncella Twilight Sparkle y yo ya somos muy buenas amigas, ¿no es cierto querida?
— Eh… pero apenas nos conocimos ayer...— Twilight respondió confundida por las palabras de la arlequín.
— Je je jeh, ¿lo ven chicos? Ya somos súper amiguis. Solo déjenme pasar y...— Los guardias cruzaron sus alas impidiendo el paso a la pony rosada. — Oh parece que tenemos un problema, sus alas están cruzadas chicos, no me dejan ir con mi amiga Twilight, si fueran tan amables de dejarme pasar sería lindo.
― Misstress Sparkle, ¿qué pasa? ― Preguntó la Líder, quien estaba tan ensimismada hablando sobre los logros de su gestión, que tardó en darse cuenta que nadie la seguía. ― ¿Que ocurre aquí?
― N-nada. ― Dijo Twilight, avergonzada al recordar el día anterior. ― Yo..., a-ayer...
― Nosotros conocemos a la arlequín. ― Dijo Spike ayudándola. ― La conocimos ayer mientras caminábamos por la ciudad.
― Ya oyeron, chicos. ― Dijo la arlequín. ― Déjenme pasar. Ya oyeron que soy su amiga.
― No hay tiempo para tonterías. ― Dijo molesta la Líder. ― Aparten a esa yegua y sigamos el recorrido.
— No pueden apartarme, ya estoy dentro del equipo. — Decía ella. — Ayer los acompañé durante los momentos más importantes de su viaje.
— Dejen de perder el tiempo. — Dijo la Líder, ya bastante irritada. — ¿Por qué sigue aquí? ¡Aléjenla! Nos está interrumpiendo.
— Esperen un momento, es cierto lo que dice. — Intervino Spike, para sorpresa de los guardias y la Líder del pueblo. La verdad, prefería tener a la arlequín cerca por si surgían conflictos con algún equino, ya había visto la facilidad que tuvo para noquear a la comandante Rainbow Dash..., aunque era cierto que también tenía facilidad para hacer sentir incómoda a Twilight. — Ayer nos acompañó durante parte del recorrido, creo que ella puede sernos útil en el equipo.
Twilight miró hacia arriba para ver a Spike, quien… Se veía tranquilo y nervioso al mismo tiempo, esto no era parte del plan, y menos tener a alguien tan… peculiar con ellos, Twilight suspiró y miró a la Líder de Neoponyville con tranquilidad.
— Sí… es… una amiga, su nombre es Pinkie Pie. Puede acompañarnos, no veo porqué no.— Comentó suspirando pesadamente a lo que la Líder reprimió una mirada… Intranquila y molesta por las palabras de la unicornio de Canterlot.
— ¿Lo ven chicos? Somos buenas amigas, pasamos un momento muy agradable el episodio anterior, ¿recuerdan? — Preguntó de nuevo a la nada, esperando la respuesta de alguien que no estaba ahí. — Je jeh jeh, si lo recuerdan, ¡es fantástico!
— Eh… ¿con quién habla? — Preguntó la Líder confundida ante las acciones de la arlequín rosada.
— Créame Lideresa… mientras menos preguntemos creo que es mejor para todos. — Twilight respondió viendo como la pony rosada comenzaba a seguirlas dando sus típicos saltitos acrobáticos.
— ¿Y qué hacían Misstress Twilight? ¿Recorrían el pueblo? El pueblo es muy lindo, ¿no le parece? me encanta este pueblo, yo crecí en un lugar gris lleno de rocas y este lugar no es para nada aburrido como ese lugar, por cierto ¿sabía que tenemos muchos lúgares extravagantes? ¡Son muy lindos! ¿Le gustaría visitarlos? Espero yo que sí, para el Solsticio de Veran…
Twilight entonces miró a la pony rosada seriamente.
— Sí… ¿Pinkie recuerdas de la condición que hablamos si nos ibas a acompañar hoy? — Preguntó tranquila y sonriendo de una manera más falsa que un billete de madera.
— ¿Hablamos de algo ayer? Humm… No lo recuerdo, déjame ver las páginas anteriores para estar segura…
— Sí, hablamos de que estaríamos en silencio y callados mientras la líder nos daba un paseo ¿recuerdas? — Pregunto seriamente mientras que Pinkie la veía con curiosidad.
— ¿En silencio y callados? — Preguntó confundida, y tardó un poco en entender a lo que Twilight iba hasta que la vió mejor y esa mirada le advertía que si seguía hablando sin parar y como periquito la iba a volver a mandar lejos.
— ¡Ohhh! Ya entendí. — Respondió guiñando un ojo cómplice. — Por supuesto Twilight, mi boca es una tumba. — Finalizó colocándose un cierre imaginario para cerrarlo en sus labios.
La Líder, los guardias y Spike observaban los gestos de la estrafalaria yegua como si en vez de una a poni vieran a un animal extraño. Visiblemente irritada, la Líder hizo un gesto para que la acompañaran, y Twilight la acompañó, seguida de Pinkie Pie que no dejaba de dar saltos. Se preguntó si usaría alguna clase de alucinógeno, había oído de un mago de los bosques que consumía hongos y debido a eso comenzaba a hablar con las liebres.
— Como os decía, logramos un importante avance en salud en los últimos años, desde que equipamos el hospital con suficientes camas. — Dijo la Líder, aunque ya no estaba para nada animada. — Y también en nuestro sistema de correos. Podemos enviar mensajes el doble de rápido que otras ciudades.
Al poco rato Twilight volvió a perder interés en las palabras de la Líder, mientras que comenzaba a leer el libro de los elementos de la armonía, un Libro tan antiguo como el pueblo mismo, pues el olor de sus páginas resaltan la edad de este libro.
Algunas palabras estaban escritas en un lenguaje antiguo, y otras páginas estaban traducidas al lenguaje equestriano.
Rayos, en verdad le hubiera encantado tener a Cydia para ayudar a traducir y transcribir las palabras del libro para hacer esta tarea más sencilla. Entendía la mitad de las palabras, pues su segundo idioma era el latín antiguo. O bueno casi lo era, ella incluso aceptaba que debía seguir estudiando.
Pero algunos símbolos se le hacían incluso extraños.
Los elementos de la armonía, conocidos también como elementa virtutis.
percussæ, et re vera ratione re.
Estos aspectos fueron separados en 6 piezas diferentes. Referat unusquisque stateram rationem totius.
Lealtad
Valor.
Misericordia
Voluntad.
Alegría.
Spero.
Haec elementa mundi tenentur in perpetuum statera, y solo responden a el balance que representaban el Sol et Luna.
Spatium et Tempus.
Lux et Obscurum.
Vitae et Mortis.
Virtute et Sapientia
El balance representa la armonía y la armonía Cum re equestri iam in mundo est statera inter eodem manente.
― Ahhhh… eso sería más fácil si no tuviera que traducir y leer al mismo tiempo...― Twilight susurró cerrando el libro para seguir caminando junto a la Líder y los demás.
― No entiendo nada de lo que dice ese libro ― Dijo la arlequín, leyendo sobre su hombro. ― Pareciera estar en otro idioma.
Twilight se sobresaltó cuando habló la yegua. Estaba tan concentrada en su lectura que incluso llegó a olvidar que estaba en pleno Neo Ponyville, y habría podido asegurar que estaba aún en Canterlot.
― Es porque está en otro idioma. ― Dijo Spike, cruzándose de brazos. ― ¿Encontraste algo útil en el libro?
― Eh… Masomenos, puedo entender la mitad de las palabras. Pero casi todo el libro está escrito en Latín me tomará un rato traducirlo todo, y más las partes más importantes. ― Twilight comentó suspirando pesadamente mientras veía la tapa del libro, el cual llevaba la imagen de una yegua marcada con piezas de oro y un par de gemas.
― Bueno… espero que no te sea un desafío muy grande hacerlo. ― Spike comentó mirando la portada del libro.
― No lo es, es complicado sí, pero… Solo necesito transcribirlo y estará listo en cualquier minuto. ― Twilight dijo mientras volvía a guardar el libro en su alforja, hasta que se detuvo a ver como en la plaza principal comenzaban a levantar carpas, puestos de comida y comenzaban a organizar un gran escenario el cual señalaba al oeste, justo al lugar donde el sol usualmente se ocultaba.
Y que también dejaba ver que, en el horizonte, se posaba la pequeña silueta del gran castillo de Canterlot, el cual descansaba en las montañas. Twilight suspiró al ver esa imagen, ese era su hogar… estaba muy lejos de él…
Twilight miró a su alrededor de nuevo al ver cómo se preparaba una celebración, por poco se le olvidaba que ese día sería el Solsticio de Verano.
Un evento que se organizaba cada 5 años, para dar bienvenida a la noche más larga del año, era una celebración que daba honor a la reina de Equestria. Por haber desterrado a la bestia infernal conocida como Oblivion.
Entonces sintió a su lado como la alcaldesa se acercaba.
― Ah, veo que estáis admirando los preparativos para el festival del Solsticio. ― Dijo la Líder viendo cómo colocaban las pancartas, las decoraciones y los tributos a la diosa Lunar. ― El Solsticio de verano es nuestra celebración favorita, por eso siempre intentamos tener lo mejor para celebrarlo de la mejor forma. ¿Qué os parece?
Twilight no respondió de inmediato, su mente estaba en Canterlot, golpeada por recuerdos de toda su vida. cada parte del castillo y algunas de la ciudad evocaban recuerdos en ella. cuando la reina Luna le enseñaba magia. Varios, muchísimos momentos con sus amigas. Su hermano Shining Armor..., recuerdos dolorosos, crueles, recuerdos hechos de fuego y de sangre.
— Mistress Twilight..., Misstress Twilight..., ¡Misstress Twilight! — Gritó la Líder, haciendo que el unicornio se sobresaltara, y su morral cayó al piso. Spike se arrodilló para ayudarla a recoger sus libros.
— A mí me gusta como se ve, me encantará pasar la fiesta aquí. — Dijo Spike, y ante sus palabras, los guardias se miraron. Aquel gesto no pasó desapercibido por Spike, y sintió una punzada de ira al notar que no sería bienvenido en el festival del solsticio.
— Puedes ir conmigo, no tengo ningún problema. — Dijo la arlequín, dando saltos alrededor. — Aunque me gustaría ir con ella, pero podríamos ir los tres juntos. Como los buenos amigos que somos.
— Sí… Sería agradable. — Twilight comentó casi susurrando. Mientras volvía su vista a la Líder. — Ehhhh… Puedo apreciar que todas las remodelaciones que ha hecho con el pueblo han logrado un gran avance Líder mía. De verdad creo que podría recomendarla para unos años más de mandato y todo eso...
— Oh muchas gracias Misstress Twilight, es un halago que me digáis eso. — La líder respondió realmente feliz de escuchar las palabras de la enviada de la reina.
— Sí, pero… ¿Podría dejarnos un momento a solas? Solo para poder pasear libremente por el pueblo y eso.— Twilight comentó nerviosa, a lo que la Líder vio con curiosidad, pero no podía negarle la petición a la enviada después de escuchar que tendría otros 10 años en el mando del pueblo.
— Oh, eh por supuesto, pero… ¿Estáis segura que estaréis bien por vuestra cuenta? No es que no confíe en vuestro Guardián, pero...— Volteó la vista a la arlequín la cual tenía la cabeza metida en un arbusto, y cuando salió lograron notar que tenía una araña en su nariz con la que ella jugueteaba alegremente.
— No se preocupe, no creo que ella sea peligrosa, solo es un poco…— Twilight volvió a verla y ahora tenía una tela tejida en todo el lado esponjado de su cabeza. Hasta que volteó de nuevo a ver a Twilight y la saludó con alegría.
— Rara… Pero creo que estaremos bien por nuestra cuenta.
— Ok. Por cualquier cosa, no dudéis en consultar a los guardias de la ciudad, estarán más que felices en asistiros en todo lo que necesitéis.
Y, sobre todo, es un honor teneros a usted, una enviada de la reina a nuestro pueblo. — La Líder hizo una reverencia, y Twilight intentó sonreír por aquella muestra de honor, pero en realidad solo quería lejos a la líder para poder seguir transcribiendo las palabras del libro.
— Eh… Sí, gracias, nos veremos después. — Twilight comentó comenzando a caminar lejos de la líder para hablar con Spike. — Bueno eso fue más fácil de lo que esperaba. — Entonces ella volvió a sacar el libro. — Ahora… Creo que deberíamos buscar un lugar tranquilo para poder traducir lo que nos hace falta.
— No conozco bien este lugar, pero creo que lo mejor es alejarse todo lo posible de las murallas. — Dijo Spike. — O tendremos encima a todos los soldados vigilando cada respiración.
Twilight miró a su alrededor. No era solo los soldados, la mayoría de los aldeanos desconfiaba y temía a Spike, y eso la hacía sentir furiosa y triste. El dragón había tenido misiones de combate mucho menos arriesgadas que el día anterior en Ponyville.
— Yo conozco un buen lugar. — Dijo la arlequín, dando un gran brinco. — Ahí no nos molestará nadie, de hecho, es muy tranquilo, podrás traducir todo el libro. De hecho, se me ocurre algo genial, ¡yo puedo ayudarte a traducir el libro!
— Eso..., no creo que sea tan necesario — Dijo Twilight. No quería juzgar a Pinkie Pie, pero no parecía una poni que sabe latín. — ¿Dónde está ese lugar?
— Tranquilos, es un lugar agradable, y la pony de ahí es algo extravagante, pero es un lugar tranquilo. — Pinkie comentó tomando la delantera. — Síganme por aquí es. — Pinkie comentó comenzando a dar sus típicos saltos acrobáticos.
Twilight volvió a suspirar y miró hacia arriba para encontrar la mirada de su Dragón.
— ¿En serio crees que podamos confiar en ella Spike? — Preguntó Twilight insegura, Spike ante la pregunta miró hacia el camino que la pony rosada saltaba.
— Bueno… es la segunda pony amigable que hemos visto en todo este pueblo… Y si ella me hubiera querido asesinar ya lo habría hecho. No veo por qué no.— Spike sonrió levemente mientras Levantaba a Twilight y la colocaba sobre su lomo.
— Bueno… Veamos qué sucede entonces, además que también necesito arreglar mis lentes. — Twilight comentó quitándoselos con su magia para verlos, rayos sí que se habían dañado mucho, esperaba poder recordar aquel hechizo chronotector para restaurar objetos dañados. — Hummmm…
— ¿Qué pasa? ¿Por qué se quedan atrás? Aún falta mucho para llegar. — Pinkie comentó desde la distancia llamándolos hacia ella.
— Eh… ¡sí ya vamos! — Respondió Twilight dándole un golpecito suave en el lomo a Spike para que avanzara.
Él comenzó a avanzar, y se fijó en que algunas casas de la ciudad estaban construidas con dos tipos de piedra distinta. Se percató de que habían sido construidas sobre los cimientos de otras estructuras en ruinas. Temía que la devastación fue causada por dragones, aunque aquello era lo más probable.
― Quizás deberías comprar lentes nuevos. ― Le dijo Spike a Twilight. ― Aunque creo que eres capaz de crearlos completamente desde cero.
― Sí, pero para eso necesito materiales alquímicos para hacer una transmutación… Aún no sé completamente las bases de esa magia… Aunque no es magia, según es una nueva ciencia que Moondancer estaba investigando. Además, no quiero hacerlo… Estos lentes son muy importantes para mí. ― Twilight comentó mirando sobre el lomo de Spike.
― ¿En serio? ― Preguntó el dragón mirando a su unicornio sobre su hombro.
― Sí… Los he tenido desde que era una potranca. ― Twilight respondió recostándose sobre el lomo de Spike. ― Estos lentes y yo tenemos mucha historia juntos, pues… Fue… Un regalo de Shining...― El unicornio morada dijo dejando en silencio al dragón, el cual apenado desvió la mirada hacia el camino.
― Hummm… Sí… supongo que es más valor sentimental que otra cosa...― Spike comentó viendo como la pony Rosada seguía saltando y haciendo acrobacias.
— No se separen — Dijo Pinkie Pie. — Pueden perderse fácilmente. Aquí está lleno de ponis, y es fácil perderse. Les digo la verdad, una vez me pasó y no volví a ser la misma.
Spike se rio un poco al oír lo que decía la yegua. No le caía mal, podría decir que era una amiga, quizás la única que podría hacer en NeoPonyville.
Recordó a la unicornio blanca, la que habló con él la noche anterior. No lo trató mal, pero parecía más interesada en sus escamas, y no sabía qué pensar.
Agradecía que no intentara matarlo, pero era capaz de verla quitándole las escamas a su cadáver para usarla en sus trajes. De hecho, no le sorprendería en absoluto tomando en cuenta que la mayoría de los ponis de la ciudad quería acabar con él.
Caminaron durante un par de minutos hasta que Pinkie finalmente se detuvo frente a un edificio, Twilight y Spike se encontraron una clase de casa, parecía un viejo carrusel, como aquellos en donde Twilight solía jugar cuando era niña, pero pintado de colores morados, rojos y negros. Una visión un poco extraña comparado con la mayor parte de la ciudad, aunque lo que le llamaba la atención no era eso, era que a un lado había un yunque, que daba paso a una fragua, donde resaltaban herramientas de trabajo y el horno que parecía haber sido utilizado no hacía mucho tiempo.
Twilight bajó de la espalda del dragón y caminó hacia aquel lugar, en una combinación de curiosa e intrigada.
Más porque parecía una herrería, pero… Las cosas que había dentro no eran para nada eso, vio detenidamente y vio un maniquí el cual llevaba una pieza extravagante…
Parecía una armadura, como la que utilizaban los guardias reales y los Selenitas…
Pero, este se veía extraño, diferente, pues tenía un largo velo que caía con piezas de plata, oro y con un par de gemas incrustadas, el hierro había sido moldeado de manera artística y daba la impresión de ser una armadura que solo la realeza portaría.
Las mallas de acero se cubrían con una tela azul marino bordado con decoraciones doradas y plateadas, la cual estaban hechas de seda… Twilight se acercó para apreciar mejor las decoraciones y los ornamentos dorados, estaba maravillada de aquella visión que combinaba la extravaganza, la guerra y la belleza, todo en una gran pieza de hierro y plata.
― Disculpa querida, ¿necesitas algo?― Twilight se sobresaltó al escuchar una voz a su lado, dejando caer su libro en el proceso.
Ella se agachó a recogerlo apenada de haber sido descubierta entrando sin permiso al hogar de aquella yegua.
― Di-Disculpe, no quería llegar de imprevisto así, es solo que vi su armadura y...― Al voltear su vista hacia arriba la vio, parecía un diamante en bruto, con su pelaje blanco como la nieve cubierto por un poco de hollín del horno, con unos lentes de pasta escarlata colocados sobre sus bellos ojos azules, los que tenían una cadena de oro que se sujetaban a su cabeza y su melena violeta.
Aunque un poco desaliñada seguía teniendo coherencia con su apariencia, Twilight no iba a negarlo, esa yegua se veía hermosa… Hasta que al verla mejor, se dio cuenta de que era la misma yegua que habían visto anoche.
― Oh… Eres tú la yegua de ayer. ― Dijo el pony blanco ofreciéndole uno de sus cascos para levantarse. ― Disculpa mis modales querida, fue muy grosero sorprenderte así, mi nombre es Rarity. Un placer conocerte.
― E-el placer es m-mío. ― Dijo Twilight, no podía creer que aquella yegua fuera una herrera. No, no era una herrera como la que se podía encontrar en cualquier pueblo, aquellas armaduras parecían hechas para ser usadas por grandes guerreros, para ser inmortalizadas en pinturas. ― Yo soy T-Twilight, y él es Spike.
― Para servirle. ― Dijo él realizando una leve reverencia, y la yegua sonrió. Casi podría asegurar que sus ojos brillaron al verlo, y no sabía si estar tranquilo o preocupado ante eso. ― Hace..., unas armaduras magníficas.
― Oh, pero no tan magníficas como tú. ― Rarity comentó acercándose al dragón, el cual la vió casi hipnotizado, como se acercaba a él. ― Esas escamas… Tan cubiertas por un color poco usual en los dragones, ¿qué clase de dragón eres bella criatura? ― Preguntó la yegua acariciando una de las garras de Spike el cual quiso retroceder por inercia, aunque algo lo impulsaba a responder las preguntas de la yegua.
― Eh… bueno… esto es vergonzoso… porque la verdad no lo sé. Digamos que me encontraron cuando era un huevo y pues, fui criado entre ponies, por lo que no sé cuáles son mis orígenes además de esos. ― Spike respondió viendo como la yegua de pelaje tan blanco como la nieve lo miraba, parecía que lo inspeccionaba, lo juzgaba, anotando en su mente cada movimiento, cada acción y reacción, cada expresión facial, cada parte de su rostro y cada cicatriz grabada en sus escamas, como si estuviera investigando a una criatura extraña y fascinante.
― Es lo mismo que yo le pregunté ayer. ― Pinkie comentó acercándose a las yeguas. ― Hola Rarity, mira, estos son los extranjeros que vinieron desde Canterlot. Los traje para que te conocieran… y para que la señorita Twilight tradujera su libro.
― Ah, los guiaste hasta mí Pinkamena.― Rarity comentó con una sonrisa tranquila y serena.
― Dime Pinkie, ellos me han estado llamando así desde el capítulo anterior, je jeh. ― Dijo la Arlequín campante mientras bailaba alrededor de las yeguas.
― Jeh, sigues hablando como si esto fuera una obra querida, pero bueno Pinkie, gracias por haberlos guiado hasta aquí. ― Rarity comentó volteando a ver a los enviados de Canterlot.
― Sí bueno… Pinkie dijo que este era un lugar tranquilo, donde podría traducir este libro. ― Comentó mostrándole la cubierta de aquel libro que la bibliotecaria le había dado.
Rarity lo tomó con su magia para verlo más detenidamente, pero no era ese libro lo que le llamaba la atención, era aquel pony y su peculiar guardián, los había visto la noche anterior compartiendo un momento íntimo, momento que ella había interrumpido in-intencionalmente. Rarity sentía una curiosidad enorme por aquellos dos viajeros de la ciudad de la diosa Lunar, quería saber más de ellos dos, así que le devolvió el libro a la Pony y volvió a sonreír.
― Muy bien, siéntanse libres de pasar a mi estudio. Por favor, les pido que se sientan como en casa. ― Rarity pidió haciendo una reverencia para ellos dos.
— Muchísimas gracias — Dijo tranquila Twilight. Aquel lugar era pintoresco, maravilloso a la vez que extraño, aunque eso mismo podía aplicarse a todo Neo Ponyville. — Prometo no interrumpir su labor.
— No te preocupes, querida, puedes venir a leer cuando desees. — Respondió alegre la unicornio. — Si estoy haciendo mucho ruido, sólo avísame y me detendré.
Spike contempló algunos trabajos de la unicornio. Le llamó la atención un casco con cresta roja, similar al usado por Flash Magnus en los murales de Canterlot y los libros antiguos. También tenía una armadura negra con ribetes de oro, no era vitryl, sino de hierro negro, y entonces se percató de que varias armaduras tenían color.
— ¿Cómo...? — Iba a preguntar Spike, pero el unicornio lo interrumpió antes de acabar la pregunta.
— Secreto profesional, querido. — Dijo ella sonriéndole de una manera extraña. — Si todos conocieran mis secretos, tendría competencia desleal.
— Huhhhh...— Spike murmuró al ver a su alrededor, mientras que Rarity comenzaba a quitarse su atuendo de herrera.
— Siéntanse libres de acomodarse, mientras yo tomo un baño, esta no es forma de recibir invitados y mucho menos viniendo de la realeza como lo es Canterlot— Comentó yendo directamente al baño, mientras que Twilight avanzaba por el estudio, admirando los trajes de batalla que la unicornio albina había hecho, Spike no podía entrar por la puerta, sólo podía meter su cabeza y su largo cuello por el pequeño orificio de la puerta. Mientras que Pinkie también exploraba el estudio.
— ¿Es un lindo lugar verdad? ¿No te dije que sería lindo? — Pinkie comentaba saltando ágilmente entre las cosas, con una facilidad y cuidado… Sinceramente admirables de no romper o tirar nada, Twilight se preguntaba si es que ella había tomado clases de gimnasia para ser tan precisa con sus movimientos, aunque por supuesto lo intuía pues… Rayos, ella hacía saltos acrobáticos como si fueran la cosa más fácil de la vida, ella no podría hacerlo sin golpearse la cabeza o romperse el cuerno.
Entonces se detuvo frente a una pieza diferente, algo… demasiado más diferente que todo lo que habían visto.
Era un… maniquí, muy realista de una unicornio potra, esta potranca tenía una mirada tranquila y alegre, con una gran sonrisa llena de alegría y jubilo, con un pelaje blanco como la nieve y una crin de dos colores, rosa claro, violeta blancuzco, el trabajo artístico hecho en esta figura era remarcable, pues Twilight podía jurar que era una potranca real, pero esa mirada perdida mirando hacia el frente y el poste que la mantenía fija al suelo. Remarcaba lo obvio, solo era una figura.
— Wow… es hermosa. — Twilight miró hacia la dirección de Rarity. — Esta pieza de arte es magnífica, usted es una gran escultora.
Rarity al mirar a la dirección de Twilight se detuvo, y corrió hacia la unicornio morada, quien iba a tocar a esa pequeña pieza.
Le agarró del casco y la detuvo de tocarla.
— ¡No la toque! — Dijo de una forma… sorpresivamente alterada, Twilight se sobresaltó al ver su mirada, como si estuviera a punto de cometer un error mortal, Rarity entonces recuperó la compostura y relajó su rostro.
— Di… digo, no la toque, por favor querida, esta… escultura, me tomó mucho tiempo y esfuerzo. No es que no confíe en tí pero...— Rarity miró al pequeño maniquí con tristeza, viendo de nuevo esos pequeños ojos verdes inmortalizados en esa forma. — Es solo que es muy preciada para mí, ¿Comprendes querida mía?
Twilight aun confundida y algo consternada, solo asintió con la cabeza para tomar distancia de la escultura, para seguir caminando por el lugar.
Rarity pasó a respirar profundo tranquilizándose y seguir con su camino, pero Twilight aún miraba el maniquí de reojo preguntándose "¿qué había ocurrido?" "¿Porque reaccionaría de esa manera?".
Spike se había sobresaltado con la reacción espontánea de la unicornio blanca. La siguió con la vista a la unicornio mientras reflexionó que incluso ella estaba algo loca, y se preguntó, una vez más, si habría alguien cuerdo en aquella ciudad. Quizás estaba pidiendo demasiado.
― No se preocupen. ― La arlequín comenzó a saltar en el extremo más alejado del maniquí. ― Mientras no te acerques, estornudes y lo rompas, no habrá problemas.
― Eh… está bien...― Twilight comentó mirando como la pony blanca desaparecía en las puertas de su baño… Por un momento quiso preguntar qué era lo que hacía tan especial a ese pequeño maniquí, pero prefirió abstenerse y simplemente sentarse en un escritorio cercano, tratando de no darle importancia a lo anterior acontecido y prefirió comenzar a traducir las escrituras antiguas del libro…
Continuará…
