Nikolai: Por supuesto que intentaran ser amigos :3 ya veras como se desarrolla una bonita amistad en los proximos capitulos.
Camilaski: Que no se pierda la bonita tradicion de humillar a Conejo hahaha, creo que es algo inevitable, la verdad Conejo me parece un personaje muy bulleable, pero tambien llegó a ser mi crush furro, lo admito XD
Mar sant: Muchas gracias por leer mis fics! aunque algunos dan pena agena XD igual, creo que este es de los menos lamentables. Perdon si tardo un poco en actualizar, pero me da mucha flojera subir capitulos a fanfiction, es toda una odisea.
Cristina: Me encantaria escribir algo de Jack y juegos de mesa, pero soy terrible en eso, creo que el unico juego de mesa que conosco es el twister y apestaba en ello, pero ntp, habra algo del mundo de Jack para ellos mas adelante.
Elsa POV
-¿Ya me dirás a dónde iremos?- Jack me preguntó impaciente.
-Tranquilo- reí.
Después de excusarnos con Anna y Kristoff, caminamos a la parte trasera del palacio cerca del agua -¿Nokk?- me alivié al verlo aparecer.
-¿Por qué lo llamas?- preguntó él.
-Iremos algo lejos, tu puedes volar, pero yo dependo de Nokk para recorrer grandes distancias- le expliqué mientras me acercaba -¿Te gustaría tocarlo?- al ver que Jack se llevaba bien con Bruni y era amigo de Gale, tenía curiosidad si Nokk y los Gigantes de Piedra también lo aceptarían tan bien.
Jack se acercó con cuidado y extendió su mano hacia donde estaba Nokk quien con tranquilidad inclinaba su cabeza esperando una caricia que nunca llego, ya que a tan solo unos centímetros de tocar su frente Jack se detuvo y se alejó.
-Tal vez en otra ocasión- me sonrió con calma.
Aquello me había parecido extraño, pero no iba a pasar el resto de la noche indagando en eso, sobre todo cuando apenas lo estaba conociendo, pegué un brinco montando a Nokk –Entonces guiaré- hice un gesto con mi cabeza mientras comenzaba a cabalgar a toda prisa –Intenta ver si puedes seguirme el paso- reí.
-¡Hey!- me gritó tratando de alcanzarme –¡A pesar de tus sucios trucos lo haré, tenlo por seguro!- podía sentirlo cerca de mí, obviamente me alcanzaría, era tan rápido como Gale, pero al menos daría pelea.
Emprendimos el camino riéndonos y bromeando hasta llegar a Ahtohallan -¿Ese es...?- Jack se quedó impactado al tenerlo más cerca.
-¡Jack!- ambos escuchamos nuevamente aquella voz que llamaba a Jack.
Al llegar a la orilla Nokk se detuvo con gentileza para dejarme bajar, le di las gracias con una reverencia y Jack y yo nos adentramos.
-Wow- suspiraba con asombro –es imponente- acarició el hielo color turquesa de la enigmática entrada.
-¡Jack!- de nuevo la voz infantil resonó por el lugar.
Ambos seguimos adelante notando que por alguna extraña razón el ambiente se sentía un poco pesado.
Finalmente nos encontramos ante ese abismo negro y sin tener que decírselo, Jack brinco a este sin pensarlo dos veces, yo lo seguí.
Al aterrizar nos encontramos en la oscuridad -¿Ahora qué?- preguntó.
-¿Has escuchado que el agua tiene memoria?- pregunté tratando de explicar.
El asintió –Creo que recuerdo vagamente haberlo escuchado-
-Bueno, yo puedo plasmar los recuerdos del agua y convertirlos en algo físico. Comencé a mover mi mano suavemente creando la neblina helada -¿Tu también podrás hacerlo?-
-No lo sé- me dijo.
-¿Te gustaría intentarlo?- Le pregunte.
–Gracias, pero esto pareciera algo tuyo y no me gustaría intervenir en eso, así que...- hizo un gesto con la mano para que continuara.
Aprecie aquel dulce gesto, me gustaba ser el quinto espíritu, me hacía sentir especial y con un propósito.
Los recuerdos plasmados en figuras de nieve aparecieron ante nuestros ojos.
Jack rio alegremente –Esto es increíble- observó con curiosidad una de las escenas mías y de Anna cuando éramos pequeñas y jugábamos en la nieve –muy tierno- dijo de forma casi inaudible.
-¿E-esa eres tú?- señaló con una sonrisa en el rostro la figura mía con aquel vestido azul de hielo y la trenza francesa mientras cantaba de forma estridente.
Hice una mueca de vergüenza –Sí, hace algunos años cuando apenas aceptaba mis poderes-
Volvió a reír –¿Por qué te avergüenza?, creo que te veías bien...–
Enfoqué mi mirada a uno de sus recuerdos, era Tooth examinando efusivamente los dientes de Jack, reí al ver esto.
-¿Ese eras tú de pequeño?- miré con ternura la pequeña imagen de un Jack infantil de aproximadamente seis años corriendo mientras perseguía un conejo –Eras adorable-
Jack se inclinó para apreciar con mayor detalle –Ese era yo antes de ser Jack Frost, cuando era humano- arqueé una ceja confundida con la intensión de preguntar más pero él enfocó su atención en otra cosa -¡Mira eso!- se carcajeo al ver el recuerdo de las fiestas navideñas de hace varios años, cuando Kristoff nos mostraba a mí y a Anna sobre Flemmingrad, el hongo troll –Eso no suena muy apetitoso- bromeó al escuchar a Kristoff hablar sobre su guiso especial.
Miré otro de los recuerdos de Jack en el que Tooth se abalanzaba sobre Jack abrazándolo para después verse mutuamente y separarse.
-Sí hay algo que estoy haciendo mal, ¿p-podrías decirme que es?- abrí los ojos al ver aquella escena –porque he probado todo y nadie puede verme. Tú me pusiste aquí, lo menos que puedes hacer es decirme, decirme porque- una nueva oleada de arrepentimiento me llegó al ver aquella mirada de tristeza.
Giré mi cabeza para ver a Jack observar atentamente los recuerdos de cuando golpee con mis poderes accidentalmente a Anna cuando éramos niñas -¿Por eso tenías miedo de tus poderes?- preguntó con seriedad.
-¿Cómo supiste eso?- pregunté pero él ignoró mi pregunta para señalar otro recuerdo al frente.
-¡Tengo miedo!- Era yo de joven en medio de una crisis -¡Sigue creciendo!-
Mis padres me veían asustados, ellos realmente la habían tenido difícil, pero hicieron lo que podían –Sabes que empeora cuando te alteras, cálmate- mi padre trató de tranquilizarme extendiendo su mano para tocarme y yo lo había alejado con brusquedad.
-¡No!, ya déjame, vete, no quiero hacerte daño– sentí un dolor en la boca del estómago ante las palabras de mi joven yo.
Aparté mi mirada, no quería ver eso, me traía malos recuerdos.
-Hey, esto me recuerda a algo- Jack intento distraerme, supongo que había notado mi repentino cambio.
Giré mi cabeza para verme a mí misma cantando rodeada de las figuras formadas con copos de nieve de Bruni, Nokk, los Gigantes de Piedra y Nokk.
Él señaló otro de los recuerdos que estaba cerca de este, Era Jack extendiendo su mano para tocar un hilo de lo que un polvo mágico y al tocarlo este se convirtió en un delfín saltarín.
Me asombré ante aquella comparación, realmente eran recuerdos similares –Cierto, se parecen-
-¿Y que hay allá?- preguntó Jack al ver la extraña grieta en la pared de hielo.
-Sí lejos vas, será el final- Canté –es la advertencia de la canción, la última vez que entré ahí me convertí en hielo.
-¿Y cómo es que...?- él se detuvo al escuchar las voces venir de adentro.
-¡Jack!- era la voz de aquella pequeña solo que se escuchaba aterrada -¡Tienes que salir!, ¡Por favor!- ella gritaba de una forma desgarradora.
Observé su rostro para encontrarlo en un estado de hipnosis.
-¡Ayuda!- se escuchó a la niña gritar.
-¡Jack, no!- intenté detenerlo al ver como entraba en el lugar mientras aquellas paredes comenzaban a cantar la advertencia –Es peligroso- sin otra opción lo seguí.
-Tranquila, no iremos muy lejos- se detuvo en seco al llegar al borde del abismo.
Me detuve justo detrás de él y mis ojos se abrieron, él tenía razón, no había que ir muy lejos...
Un último recuerdo, eso era, podía ver la figura de nieve de Jack Flotar en medio del abismo, se encontraba luchando en lo que parecía ser un intento desesperado por nadar mientras las burbujas de aire salían de su boca. Tragué saliva con nerviosismo ante la dureza de la escena, estaba viendo a Jack morir.
-¿A eso te referías?, ¿solías ser humano y fue así como te convertiste en Jack Frost?-
Él asintió levemente –Jackson... ese era mi nombre- dijo mientras observábamos como la figura cerraba lentamente los ojos para quedarse inmóvil.
No sabía que decir, lo único que se me ocurría en ese momento era colocar una mano sobre su hombro –Lo siento- incliné la cabeza con tristeza, yo había experimentado ya la muerte, pero al contrario de esta, la mía había solo había sido muy... fría.
-Descuida- se giró con una sonrisa en el rosto –fue hace mucho tiempo, solo que no había visto esto-
Aparté lentamente mi mano de su hombro -¿Qué quieres decir?-
-Hubo un tiempo en el que no tenía recuerdos de mi pasado, fue gracias a Tooth que pude recordar-
-Ya veo- respondí tímidamente.
El suspiró –Vaya, lo siento, eso debió de haber sido incómodo y perturbador para ti, realmente no es la impresión que quería dejar- rio incómodamente.
-Descuida, todos tenemos nuestros malos recuerdos- gire mi mano invocando uno en especial.
Al lado de la figura flotante apareció otra, era mi yo joven abrazando sus rodillas recargada en una puerta.
-Ese fue el peor día de mi vida- conté mientras mis ojos se humedecían –fue la noche que mis padres murieron, ni siquiera pude asistir a su funeral-
Jack observo con detenimiento mi recuerdo en el que no paraba de llorar -¿Por miedo a tus poderes?- veía como el hielo crecía alrededor de la figura.
-Sí, no podía dejar que nadie lo supiera y no tenía el control- expliqué –Después del funeral, en el que no hubo cuerpos porque se habían perdido en el océano, Anna fue a mi habitación y llamó a mi puerta- la voz de Anna resonó como un eco lejano –Elsa... sé que estas adentro, me han preguntado ¿a dónde fue?, esa valiente y de mi trate, te vengo a buscar, déjame entrar... tu eres lo que tengo solo escúchame, ya no sé qué hacer... ¿y si hacemos un muñeco?- una lagrima amenazó en caer pero lo detuve.
-Eso fue lo peor que he hecho, debía estar ahí para Anna y en vez de eso solo la alejé más-
-Y-yo... de verdad lo lamento, no sabía lo de tus padres-
-Lo peor de todo es que tiempo después me entere que ellos habían muerto tratando de buscar respuestas sobre mis poderes- suspiré –Anna dijo que no era mi culpa y a veces trato de convencerme yo misma de eso... pero otras veces- mi voz comenzaba a escucharse ronca.
Ahora fue el turno de Jack de poner su mano sobre mi hombro –Algunas veces, el miedo puede manipular la verdad...- me miró con empatía –y tal vez el hecho de que te lo diga yo no pueda hacerte cambiar de opinión, pero... no puedes culparte por algo así, f-fue un accidente- tragó saliva –así como lo mío... no es culpa de nadie-
Aquellas palabras logaron traerme consuelo nuevamente, al menos por ese momento -¿Q-que tal si salimos de aquí?- intente aligerar el momento.
-¡Sí!, ¿Por qué no vamos afuera?, la vista es increíble-
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POV Jack
Ambos nos encontrábamos sentados en una de los picos más altos del glaciar esperando por el amanecer, el cielo duras apenas comenzaba a teñirse de celeste y unos tintes anaranjados y rosados muy apenas alcanzaban a verse.
-Siguiente pregunta- ambos estábamos conociéndonos mejor preguntándonos cosas.
-¿Cuál es tu edad?- preguntó apresuradamente.
-Vaya, no tuviste que pensarlo mucho- reí -329 años incluyendo los de mi vida pasada-
-¿Y físicamente...?-
-Acababa de cumplir los 19 años-
-¿19?, ¿es una broma?, pero si te ves muy joven- se veía sorprendida.
Volví a reír, hacia tanto que no me reía así -¿Por qué todo el mundo siempre me dice eso?, solo tengo un rostro traga años, supongo- ella también reía –Yo tengo una, ¿no sueles quedar atrapada esa larga capa que sueles usar?-
-A veces- se encogió de hombros –pero me gustan las capas-
-Vaya-
-Es mi turno, ¿Por qué estas descalzo?, ¿Dónde están tus zapatos?-
-En realidad... me gusta estar descalzo, me ayuda a ser lo más ligero posible, además de que...- hice un gesto tratando de recordar –De hecho, hay una teoría que dice que de esta manera puedes "conectarte con la Tierra", ya sabes por cuestiones de magnetismo y esas cosas-
-¿En serio?, supongo que eso explica porque últimamente mi calzado es más ligero- levantó sus pies mostrando sus zapatos del color de su pijama, movió un poco sus dedos.
Me reí al tener una idea en mi mente –Sí, bueno, dudo que puedas conectarte a algo con esos pies tan pequeños- bromee colocando los míos al lado de ella y comparándolos.
-¡Hey!- me dio un ligero golpe en el brazo –Yo no me burlo de ti... pie grande-
-ESO- la señalé acusatoriamente –sonó como una burla- intenté verme lo más ofendido posible, aunque por dentro quería reír junto con ella.
Las risas se detuvieron al ver como el sol salía –Ahí está- ella jadeó con asombro abrazándose a sí misma –Es perfecto- dijo después de tomar una bocanada de aire.
-De verdad que lo es- Ella tenía razón, era uno de los mejores amaneceres que había visto en mi vida –Lamentablemente, es mi señal para irme- tomé mi cayado y me puse de pie.
-¿Tan pronto?, ¿en serio tienes que irte?- se me quedó viendo con una mirada suplicante.
-Yo también me estaba divirtiendo- suspiré –pero tengo mis responsabilidades en el otro mundo-
Ella se puso de pie suspirando también –Tienes razón, lo siento-
-Pero volveré en un par de días- le sonreí para tranquilizarla -¿Tu también tienes cosas que hacer aquí, no?-
Ella asintió –Sí, siempre hay algo que hacer, a veces es incluso más difícil que ser reina- apartó la mirada –Al menos en el palacio podía leer, extraño hacer eso-
-¿Leer?, ¿es lo que haces en tu tiempo libre?- le pregunté.
-Sí, realmente lo disfruto- podía ver la felicidad en su rostro -¿A ti no te gusta?-
-¿A mí?, claro, siempre es bueno leer... de hecho, por el bien de los niños, es una cosa que debo promover- me reí –aunque, honestamente, tengo un par de actividades que prefiero hacer en mi tiempo libre antes que leer- me rasqué la barbilla.
Ella rio con timidez -¿Nos vemos en un par de días?- extendió su mano a modo de saludo, uno muy formal a mi parecer.
Con un poco de incomodidad entrelacé mi mano con la de ella y la sacudí con delicadeza.
Definitivamente su toque era menos frío de lo que esperaba.
-¿Sabes?, eres menos frio de lo que pensé- comentó con timidez.
Abrí mis ojos con sorpresa al escucharla decir esto, ¿acaso también podía leer mentes?
-Uh, será mejor que me vaya- levanté mi mano despidiéndome antes de abrir el portal y volver a mi mundo.
