Palabras: 500.
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[For you, I'll wait an eternity. My love for you is never ending. I'll love you till the end of time…]
—Lou&Lenni-Kim.
«The wall between us» english version.
VIII.
—No… no puedo.
La presión la estaba volviendo loca. Las manos le temblaban como si no hubiera un mañana, estaba sudando un poco, se sentía una completa estúpida y la inseguridad de la antigua Marinette le pesaba tanto, que estaba segura de que su malestar no se debía a eso, sino al simple hecho de sentirse culpable por regresar a sus viejas mañas. Volvió a ver la mano estirada de su novio y regresó la vista a él, luego a su mano nuevamente, y así, de forma alternativa, varias veces.
—Marinette…
—Mírame, Adrien —le interrumpió con voz temblorosa. Hizo un ademán con las manos, «mostrándose» ante el elegantísimo rubio que tenía enfrente. Él la miró casi sin pestañear, confundido— estoy vestida para un catering, ¿cómo se te ocurre pedirme que salga allá contigo de la mano? —Lo miró ceñuda, evitando las lágrimas que querían salir apresuradas.
Adrien movió la cabeza como si apenas estuviera entendiendo de qué se trataba aquello. La gente afuera seguía emocionada, disfrutando de la última celebridad que hacía su aparición antes que él.
—Espera, espera, ¿te avergüenzas de la ropa que traes puesta?
—¡No solo es la ropa! —Estaba agitada y al instante se arrepintió de haberle alzado la voz.
Ver a Adrien así, tan sofisticado, aclamado, con una vida tan distinta a la que ella estaba acostumbrada, un ambiente diferente; las luces, las cámaras, la exposición social, el lujo, la elegancia… ella no estaba hecha para eso, ni siquiera se sentía digna de él en esos momentos. Estaba replanteándose su relación.
—Entonces no entiendo qué pasa —su tono se había vuelto triste, pero no había bajado la mano.
—N-no —agachó la cabeza y las lágrimas le nublaron la vista— no me siento digna de ti, Adrien.
No pasó más de un segundo cuando notó los brazos de su novio rodearla con fuerza. Con mucha intensidad. Era un abrazo tan fuerte, uno que no había sentido antes. Lo escuchó embriagarse con el olor de su cabello, sentirla y brindarle una calidez en el alma que no había experimentado en mucho tiempo. Era irreal, mágico. Las lágrimas pararon al instante.
—Nunca vuelvas a decir que no eres digna de mí —le susurró, apretándola más contra él—, porque eres más de lo que quiero y más de lo que merezco, Marinette.
Se le detuvo el corazón. Aferrándose a él como si la vida dependiera de ello, sonrió de a poco y se separó para darle un tierno beso en los labios. Adrien tomó un pequeño gorrito negro de la estantería que estaba justo al lado de ellos y se lo puso en la cabeza sin dejar de verla ni un segundo.
—¡El modelo Adrien Agreste y su novia, la señorita Marinette Dupain-Cheng!
Adrien volvió a verla y le extendió la mano con galantería.
—¿Me hace el honor de acompañarme, señorita Marinette Dupain futura de Agreste?
Se le subieron los colores al rostro, pero al final dijo que sí. Y fue feliz. Tanto como nunca lo había sido.
¡Hola a todos! Mil perdones por la demora. Debo aceptar que el capítulo de esta madrugada fue una joya que me hizo llorar. ¡Hay esperanzas AdriNette! No saben lo feliz que estoy. O, bueno, quizás sí saben. Lo que quiero decir es que ellos me inspiraron a hacer este corto. Antes sabía el argumento que tendría, pero no tenía ni idea de cómo escribirlo, pero me dio un ataque de inspiración y lo escribí de un tandazo.
¿Se dieron cuenta de que, en ese fragmento de recuerdo, Marinette lleva el mismo vestido que cuando hizo el catering para el estreno de la película de Thomas? Pienso que ahí estaba también en servicio, me pareció curioso. Espero que lo hayan disfrutado.
¡Gracias a todos por sus maravillosos reviews que me hacen feliz! En especial a mi Bogaboo, que vive enamorada de este fic. ¡Te amo!
También saludos a: Lina Breen, LinxyEveline22, Ranma84, Forever MK NH, génesis, LightGiogia. ¡Enormes gracias por sus comentarios hermosos que me hicieron feliz! Son los mejores. Les mano besos y muchos saludos,
PD. Debo agregar que el último dialogo de Adrien fue pensado en que ya está sacando su lado Chat Noir, creo que fue un toque especial mío que quise darle, para Marinette, a esas alturas, ya no es raro que él se porte a veces tan suelto y galante y amo pensar en que así es. Ella ama cada parte de él.
