Miraculous Ladybug pertenece a Thomas Astruc, Zag Animation, Disney y TF1, hago esto sin fin de lucro.
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Allié
Por Mimi chan
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08
Princesa y caballero.
Tikki observaba a Marinette y Chat Noir animadamente viendo una película romántica en la gran pantalla de cine mientras discusión de los puntos flojos del argumento, para el poco placer de los demás asistentes a la sala. Pero bien, era como una regla no escrita que cosas como boletos de cine, cafés o dulces o la entrada a Disney eran gratis para los héroes de París. No es que hicieran uso de ese beneficio a menudo. Después de todo lo que los héroes hacían por la ciudad simplemente era lo mínimo que podían hacer para mostrar su agradecimiento. Así que quizá ese día el héroe había usado ese pequeño cheque en blanco en su veneficio.
Tikki se sentía feliz de ser capaz de vivir en esa época. Si bien la pelea con Papillon era dramática, mayor parte del tiempo parecía que el villano no estaba listo o no sabía como explotar los poderes de Nooroo o Duusuu a plenitud, por suerte no había vuelto a aparecer otro villano que no tuviera miedo de llevar los poderes de un miraculous hasta el límite.
Marinette quiso pedir la opinión de Tikki sobre algo en su conversación con Chat y la miró en su bolso observando la pantalla de cine, pero sin realmente mirarla. Las risas y bromas murieron tan de pronto que incluso Chat Noir se vio intrigado por el súbito cambio de animo y vio lo mismo que su compañera veía.
La película terminó pronto y ambos héroes se quedaron atrás para poder salir sin ser abordados por nadie.
— ¿Todo está bien Tikki?
— Claro Marinette – respondió con tranquilidad el pequeño espíritu que parecía haber recobrado todos sus ánimos.
— No lo parecía hacia un momento.
— Solo… me perdí un momento en un recuerdo, pero todo esta bien. Fue una película realmente bonita y romántica.
— ¡Verdad! – dijo en voz animada Chat Noir – Lo vez Tikki está de acuerdo conmigo.
— No es que no sea bonita, pero no tenía ningún sentido. Además, Charlotte es simplemente mezquina. Si no te gusta un chico solo díselo.
Aunque Chat había insistido en llevarla a casa, Marinette se despidió de su compañero en las puertas del cine y se dirigió a casa. Se sentía feliz de haber confiado en Chat con su secreto, con sinceridad no había esperado que todo saliera tan bien. Los paquetes con la comida para los kwamis seguían llegando puntualmente a casa desde la tienda que los enviaba, todos con más información de escuelas e insumos de costura que le ayudaban mucho a ella.
Y quizá justo por que después de algunas semanas de ser la guardiana de los miraculous, aprender sus gustos y caracteres era mas consciente ahora de cuando su propio kwami no tenía su mismo humor de siempre.
Detenerse en trocadero con una hermosa puesta de sol siempre le inspiraba, pero en ese momento no estaba allí para ella misma. Se sentó en uno de los escalones que estaban a espaldas de la torre y mirando hacia los enormes jardines de la plaza, saludó con la mano a un grupo de turistas japonenes que se alejaron con cámara en mano.
— ¿Qué es lo que pasa Tikki?
— De verdad no pasa nada – respondió la pequeña criatura con una sonrisa triste - solo… no lo sé, la película me trajo recuerdos.
— ¿Te gustaría contarme?
— No es una historia tan… bonita.
— Solo si tú quieres contarme.
— La gente ha cambiado mucho, sabes. En realidad, creo que los seres humanos se han vuelto más buenos.
— Bueno, si vez las noticias, no se si eso sea muy acertado.
— Al menos el día de hoy todas esas cosas horribles que pasan en el mundo no pasan desapercibidas y mas y mas personas saben que no están bien. Hace miles de años había muchas cosas que las personas hacían, cosas malvadas que la gente pensaba que estaba incluso bien.
[…]
La tormenta era terrible, las gotas de agua helada se sentían como agujas sobre su piel pasando sin dificultad por la diáfana túnica que no hacia nada por cubrir su cuerpo o alejar el frio.
— ¡Padre, por favor! – suplicó la joven y hermosa mujer, peleando contra los crueles grilletes que quemaban su piel – ¿Qué he hecho padre?, ¿Por qué me castigas así?
Pero su padre no respondió. Ella no entendía nada, un día antes su madre amorosamente cepillaba su cabello y le decía que el cielo nocturno envidiaba su color, que los mares más profundos no podían competir con sus ojos y su piel era mas tersa y suave que las mejores sedas que jamás se hubieran tejido. Que la amaba, que su belleza era un placer imposible de resistir.
No era una mala hija, siempre había sido obediente, siempre había sido amorosa y valiente. Cuidaba de su madre cuando su padre se iba a la guerra y había prometido a los dioses que solo desposaría al hombre que su padre escogiera para ella, que no dejaría que nadie le robara el corazón. ¿Qué había hecho para ganar este castigo?
El carro se detuvo finalmente ante un mar embravecido. Ceto debía estar cerca de la costa a punto de devorar lo que encontrara.
— ¡Padre, no, por favor!
La joven mujer fue bajada a trompicones y tirada por las cadenas que la amarraban, trató de resistirse, pero solo sirvió para que su padre más grande y fuerte que ella, la arrastrara por la arena, quemándola con la fricción. Encontró una gran piedra donde la empujó y demasiado cansada y herida dejó de resistirse, cadenas rodearon su cuerpo entumido, dejándola atada a la piedra. Su padre arrancó de su cuerpo la túnica que la cubría dejándola desnuda ante la vista de cualquiera.
— ¡Gran Poseidón! – gritó el Rey con dirección al mar embravecido, una ola enorme estalló a sus pies, como si el mismo dios dijera que estaba prestando atención – mi reina ha ofendido el nombre de tus hijas. Y yo lo he permitido. Suplicó tu perdón mi señor, y te entrego mi posesión mas valiosa como ofrenda. Reten tu ira contra mi pueblo, gran señor ¡te lo suplico!
La tormenta sobre sus cabezas arreció con truenos que iluminaban todo el cielo y hacían cimbrar el suelo bajo sus pies.
— Gran señor, escuchas mi suplica, lo sé, yo también te escucho. Proclamare ante todo el mundo que nunca hubo criaturas mas bellas que cada ninfa del mar, levantare templos para cada una de ellas, llevaran ofrendas cada día, pero por favor perdona a mi reina, perdona a mi pueblo.
Un rugido terrible del gran monstruo que asolaba su mar se escuchó por todos lados. El rey volteó a ver ultima vez a su hermosa y amada hija con pesar.
— Lo entiendes. Solo tú puedes salvar tu reino. Solo tú puedes salvar a tu madre.
La joven y hermosa mujer con lagrimas en los ojos lo entendió y lo aceptó. Ella amaba a su familia y a su reino, si necesitaba sacrificarse para salvarlos…
— Que así sea padre…
— Si los dioses nos perdonan, serás salvada. Tengo la esperanza que así sea.
La joven mujer cerró los ojos y se rindió, esperando. La tormenta se calmó. La noche llegó helada, hasta que no podía sentir nada salvo el aire lleno de salitre llenándole la boca de salobre como astillas. Pero ningún monstruo llegó por ella, ningún dios vino a tomar su virtud o su vida. Vio la marea subir y bajar, las estrellas recorrer el cielo, y lentamente como el sol emergía del mar. Ya no sentía dolor, o hambre o miedo, se sentía… adormecida. Resignada.
Cuando vio a aquel hermoso hombre acercase a espaldas de un caballo alado sintió autentica alegría.
— Finalmente, los dioses se han apiadado de mi – le dijo a forma de recibimiento. Los dioses habían sido tan amables para enviar a un dios hermoso por ella. Su cabello dorado como el sol, unos ojos de esmeralda que refulgían de curiosidad y odio.
— Señora… - el hombre tendio una mano hacia a ella, inseguro de poder siquiera tocar a una criatura tan bella, pero destruida ¡Quien había sido capaz de hacer algo así!
— Soy hija de Cefeo soberano de estas tierras etíopes, mi nombre es Andrómeda – habría querido arrodillarse ante este hermoso dios y rogar por no tener un tormento demasiado largo en su muerte — Me encuentro en esta deplorable situación porque mi madre Casiopea había manifestado con orgullo ante las Nereidas, ninfas del mar, que era más hermosa que ellas.
— Puedo dar fe de eso – dijo el hombre frente a ella. Había visto a muchas criaturas hermosas en su vida, y de no ser porque la brisa marina había barrido su hermoso cabello oscuro, símbolo de vida, habría pensado al pasar a su lado que era la estatua de una diosa tallada en el acantilado donde pendía y no una criatura real.
— Después de vacilar mucho, mi padre, me abandonó encadenada a esta roca esperando que el monstruo Ceto me devore y eso aplaque la ira de los dioses.
— Nada aplaca el orgullo herido de un dios, mi señora. No importa cuanto le de uno, nunca están conformes.
— Debo creer en su palabra mi señor, ya que es usted uno de ellos. El mismo dios sol ha venido por mí, si me quedara vida iría cada día a su templo a cantar para usted agradecida de haberlo contemplado.
— Tengo que decir que es la mejor forma en la que me han dicho que resulto atractivo en mi vida, mi señora, casi me hace sentir tímido – Compararlo con Apolo, ninguna de las mujeres que había tenido en sus brazos había sido tan elocuente o valiente para compararlo con el celoso dios – Plaga, préstame tu poder.
La joven mujer vio una pequeña criatura ponerse en la mano del hombre, sus ojos se transformaron a los de un gato, con pupilas eléctricas y atigradas, antinaturales, pero igualmente hermosos.
— Cataclismo – la conocida energía oscura de la destrucción le llenó la mano sintiéndose fría al tacto. Tenía que pensar muy seriamente en usar alguna protección a estos poderes. Puso la mano sobre la piedra que tenía prisionera a la mujer, mientras la rodeaba con su brazo. La gran piedra se volvió cenizas que las olas pronto lavaron. – ahora eres libre, princesa.
La joven princesa vio a su héroe con agradecimiento. Quizá su padre había tenido razón, quizá aun había una esperanza para ella y un héroe, un príncipe la podía salvar. Se permitió pensarlo un momento, hasta que una ola que vino de ninguna parte los aplastó con toda su fuerza, por mucha fuerza que el hombre tuviera tuvo que soltara y la corriente la llevó lejos de él.
— ¡Princesa! – grito el héroe desenfundando una espalda oscura como la noche y tratando de alcanzarla – ¡Tikki, ayúdala!
Pero los dioses nunca renuncian a un sacrificio. La joven y hermosa princesa sintió un dolor lacerante en una de sus piernas y vio el agua a su alrededor teñirse rápido de rojo, vio al monstruo que había asolado sus costas moverse con velocidad con dirección a su salvador… al que pudo ser su salvador.
Sintió frio, sintió oscuridad… y nada más.
[…]
— Estaba conectada a esa princesa cuando murió. No me dio tiempo de pedirle que usara mis poderes para curarla.
— Oh Tikki – Marinette estaba llorando al escuchar tan triste historia.
— Sus últimos pensamientos fueron muy tristes. Sintió preocupación por la seguridad de su héroe, deseando desesperadamente que viviera. Sintió miedo a la muerte. Tristeza por la traición de su familia… sintió odio y esa fue la ultima cosa que se permitió sentir antes que la vida la abandonara. Siempre me pregunte porque sus padres habían decidido entregar su vida.
— Ni siquiera puedo imaginarlo – Para Marinette, sus padres darían todo, incluso sus vidas antes de verla herida, pero era cierto que la familia, las personas en si no siempre habían sido lo que ella conocía.
— Paso hace miles de años. Eramos jóvenes, los guardianes de los miraculous ni siquiera existían aun, todos nosotros estábamos desperdigados en el mundo, ni siquiera teníamos una joya a la que estar atados, solo existíamos. Aquel héroe viajaba por el mundo buscando poderes y nos encontró a Plagg y a mí, estuvimos con él hasta su muerte y puedo decir que se enamoro de esa princesa el día que la conoció y siguió amándola hasta su muerte.
— Siento mucho ser tan inoportuna Tikki, no quería recordarte algo tan triste.
— Esta bien, Marinette. Solo pensaba en lo afortunada que soy de estar ahora contigo, de lo afortunados que somos Plagg y yo de estar cerca… y lo afortunada que es Ladybug de tener su caballero dispuesto a todo por ella, de nuevo.
— Lo sé – dijo la chica sonrojada de nuevo, limpiándose las lágrimas de las mejillas.
— Debemos ir a casa – dijo el pequeño espíritu mucho mas animado ahora que había sacado esos recuerdos de dentro de ella – los demás me pidieron que les contara toda la película que fuéramos a ver y deben estar impacientes.
Marinette miró el cielo, era de un color gris plomizo, a punto de anochecer. La idea de llegar a casa y escuchar como todos los kwamis hablaban de una película que no tenía sentido… bueno, ella era la guardiana, y esa su deber.
Fin capítulo 8
17 de mayo de 2021
7: 24 pm.
nota de autor: Dios! como me ha costado trabajo este capitulo, me ha hecho atrasarme horrores y es que me cuesta mucho trabajo saltar a otro tema sin terminar primero el anterior. Princesa y caballero tuvo al menos tres versiones una de una historia linda de princesa de cuento de hadas, pero solo Marinette no se sentia bien en esa piel. Luego tuvo los esbosos de una princesa futurista como madmax, pero solo la imagen de un heroe salvando una princesa en esa tierra asi no encajaba y eso es lo que yo queria. Despues nos movimos a una epoca cercana a Juana de Arco y como llegaba el miraculous de Tikki con ella, pero simplemente no me gusto, no se porque. Luego empece a escuchar Mitologia Griega por el video de Ares de Pascu y Rodri y di con la historia de Perseo y Andromeda y supe que era lo que queria aunque Perseo no es propiamente un caballero porque ese concepto no existia en esa epoca un heroe es casi lo mismo en este contexto, ademas del plus de imaginar como existian los espiritus de los miraculous aunque sea de pasadita me gusto, algun dia lo retomare con mas calma y la idea de un instante de amor magico pero destinado a la tragedia. y dije "Ok, la cuarta es la vencida" jajaja
Corro a TRATAR de ponerme al corriente spoiler, no lo lograre.
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Mimi chan
