El plan había sido un fracaso total, los dos mayores importantes en esta situación habían sido detenidos, para mala suerte de ambos Isabella tomó medidas extremas al punto de encerrarlos en una de las habitaciones para que no intentarán hacer algo más antes de la noche del envío.

—Así que todo acaba aquí...

Ray miró al albino y lo sujetó de la camisa —Esto es una mierda, Norman... ¡Vamos a morir esta misma noche y no podemos hacer nada para evitarlo!

Norman al instante logró notar como las manos del chico temblaban con desesperación por lo que solo se puso de pie y lo abrazo —Si todo hubiese salido bien... ¿Como crees que seríamos todo si fueramos libres?

Ray estaba sorprendido por ello y correspondió al abrazo del chico —Posiblemente... Seríamos muy felices...

Tras un largo rato de conversaciones y recordando varios momentos en los cuales se apoyaron mutuamente, Ray tomó el valor necesario para hablar.

—Norman, ¿porque crees que casi llegué a los 12 años?

Lo miró confundido —¿A qué te refieres?

El nerviosismo aún estaba presente por lo que caminó en dirección a la pared dejándose caer lentamente al suelo —Mamá siempre halagó nuestra inteligencia pero tu nunca te viste en la necesidad de estudiar arduamente...

—Ray, se directo...

Las manos temblorosas del chico estaban posicionadas en sus piernas, las abrazo y miró al chico sin soltarlas —Yo fui el traidor...

Norman se sorprendió y caminó al chico comenzando a enfadarse —¡Entonces por eso fue que...

—No... En el último mes me dedique a darle falsos mensajes a mamá pero creo que se dio cuenta que todo era mentira...

Norman se calmó y se sentó al frente del chico —¿Porqué lo hiciste Ray?

El chico sonrió —Tuve la misma maldita idea codiciosa que mamá, vivir más que nadie...

—Vivir más que nadie... ¿Y ahora todo se acabó?

Ray asentó y río —Maldición... No queda de otra...

Ambos se mantuvieron en silencio por un rato hasta que Norman reaccionó y miró al chico de nueva cuenta con algo de sorpresa.

—¿Lo sabías desde el inicio?...

—Mucho antes, solo quería que también supieras sobre ello... Y mira... Terminé condenandos...

Hubo un silencio muy incómodo y Norman suspiro —Hicimos lo que estuvo en nuestras manos, no podemos lamentarnos...

Ray miró la puerta y se apoyo en ella aún sentado —Don, Gilda, Nat, Anna, se que están ahí, digan algo también...

El albino se asombró por sus palabras y miró debajo de la puerta notando que era cierto.

—No hay mucho que decir —Respondió Don golpeando su frente en la puerta.

—Todo se acabó... No nos queda nada más que morir...—Murmuró Norman.

El silencio volvía a reinar en ese espacio, las risas de los más pequeños sonaban por alrededor de la casa, Ray se levantó comenzando a revisar cada cajón de la habitación, Norman no entendía que hacía que vio que él tomó una hoja que había ahí cerca, comenzó a escribir algunas cosas y luego se la extendió, él al leerlas se sorprendió y sonrió.

—¿Qué haría Minerva?

Norman sonrió y asentó, continuó escribiendo cada uno de los detalles y finalmente dobló la hoja deslizandola debajo de la puerta —Chico, váyanse antes de que mamá sospeche.


Finalmente la noche llegó e Isabella abrió la puerta dejando salir a ambos chicos, la expresión de tristeza en ellos formaba una sonrisa en el rostro de la mayor, se arrodilló y los abrazo acariciando sus mejillas en el proceso.

—Mis amados niños, no estén tristes, —Los miró con una expresión vacía —No siempre el final acaba ahí —Murmuro.

La expresión de confusión de ambos chicos reveló que no entendían a que se refería, pero no le tomaron importancia.

—Vayan a arreglarse, todo está preparado.

Ambos se marcharon a sus habitaciones para comenzar a ordenar su maleta, mientras Norman lo hacía, abrió el cajón notando como en el había una caja, cuando la abrió noto como estaba una pluma y una réplica de las llaves del hogar.

—Hermana...

Mientras tanto con Ray, Yuko se encontraba en el marco de la puerta mirando al chico con tristeza.

—¿Entonces mi final llegó antes que el tuyo?

Yuko asentó mirándolo —Sinceramente creí que desharía de mi antes que Krone... Pero al final yo viviré más...

—Por ahora...

—Si, por ahora.

Ray extendió su mano a la joven y ella colocó el sombrero en la cabeza del chico para luego abrazarlo, él intentó no corresponder pero no quedaba de otra, era su final después de todo por lo que correspondió.

Ambos chicos se encontraron en el pasillo mirando a sus hermanos menores que no tenían ni las mínima idea del hecho de las expresiones tristes de sus hermanos, ya que después de todo estaban teniendo la suerte de ser "adoptados" juntos.

—Es hora de decir adiós —Isabella sujetó los hombros de los niños sonriendoles.

Norman bajó su maleta y se despidió de los pequeños mientras que el azabache solamente observaba como las lágrimas resbalaban de las mejillas de los más pequeños que estaban encariñados con ellos, en cuanto a los más grandes los miraban con preocupación, la pequeña de ojos azules y la chica de lentes intentaban no llorar mordiendo sus labios.

Se acercó a ellas y extendió su mano sonriendoles —Sigan adelante...

Gilda estrecho la mano de Ray pero su expresión cambió a una de sorpresa —S-Si... Seguiremos adelante...

Don se arrojó a abrazarlo y los demás no tardaron en hacerlo, el afecto en el no era tanto a comparación del albino pero, era la última vez que se verían así que no le quedaba de otra...

«Aun son cálidos, fuertes y amables... No se si volveré a sentir esta calidez proveniente de alguien cercano como ellos... Maldito el día en que mis recuerdos continuaron, maldito el día en que confirmaste la verdad, maldito el día en que hice ese plan... Maldito el día... En que no incendie este lugar»

Finalmente las lágrimas bajaban por sus mejillas, el sombrero cayó a causa del aferramiento de sus hermanos a él, cuando sintió como este volvía a su lugar, sabía que era la hora del final.

La mirada cálida de la mujer decía todo lo que era suficiente para ella, suspiró y se alejó de ellos.

Sus ojos llenos de determinación se posicionaron en los chicos —Liberenlos a todos...

Se alejó de ellos caminando al lado de la mujer y el albino, la puerta fue abierta y ellos salieron sin mirar atrás esta fue cerrada con llave, impidiendo que alguien más detuviera el destino...