Holi, gracias por los vistos y comentarios. Bueno, mucha de la historia original la mantengo, pero cambio algunos hechos para hacer calzar a Bardock. Eso, espero que les guste.

Bardock

- ¡Oe Goku!, ¡no te comas mi comida! - intenta proteger su plato, el mocoso de nombre Krilin.

- ¡Vamos Krilin!, sólo un poco, quedé con hambre - se ríe mi hijo, intentando deslizar su mano por debajo de la mesa, mientras le sonríe a su amigo, intentando distraerlo.

- No, es no - lo pesca de una oreja Gine.

- ¡Ay, ay, mamá, me duele! - se queja el enano, colgando de la mano de Gine.

Todos nos reímos. Mientras todos están distraídos, como del plato de Kame Sennin ..."jeje, todavía te falta mucho hijo, así es como se roba comida", pienso divertido.

Cuando todos vuelven a concentrarse en sus platos, Muten Rōshi observa consternado su plato - ¡Goku!, ¡te comiste mi comida! - lo reta el mayor. Yo sigo comiendo de mi plato.

- ¿¡Qué!?, ¡yo no fui!, ¡a mi casi me saca la oreja mamá! - se queja este, sobándose su lóbulo derecho.

- Je ... parece que el hijo es el menor de los problemas, cuando hablamos de comida - me echa una mirada. Todos se sorprenden y se giran a observarme. Sólo me encojo de hombros.

- ¡Bardock! - se exalta Gine. Me agacho ante su grito - ¡yo intentando enseñarle algo a nuestro hijo!, ¡y vas tú haciendo las mismas tonterías!, ¿¡así cómo va a aprender!?, ¡ay, qué vergüenza!, discúlpenlos por favor - comienza a inclinar la cabeza. Sólo ruedo los ojos.

Los demás suspiran, pero se ríen. Lo malo, es que Gine nos obliga con Kakaroto a lavar los platos de todos.

En la tarde, presencio como Kame Sennin entrena a los enanos. Les hace trotar, realizar abdominales y demás. Cuando ya creo que es todo, noto como mi hijo se pone en posición de batalla y junta las manos a un lado suyo.

Me acerco curioso, noto como el viejo maestro y Krilin se alejan de Kakaroto. Este se inclina sobre sí mismo, concentrándose.

Noto una extraña corriente en el aire. Me tenso. Observo como mi hijo parece esforzarse.

-... Ka ... me …- comienza a decir. Noto como una pequeña luz comienza a nacer en sus palmas.

-... HA … ME …- exclama más fuerte, la luz aumentando. Noto toda la energía que se va generando en sus manos.

"Ohh ... parece que aprendió una técnica importante", me aparto de su trayectoria.

-... ¡HA! …- grita, impulsando sus manos hacía delante. Alcanzó a ver un estallido de luz y este explota fuertemente en medio del mar, unos metros más allá.

-Jojo, bien Goku, has mejorado mucho con el 'Kame Hame Ha', aunque aún te falta. A medida que ganes más poder, tu 'Kame Hame Ha', también va a ir creciendo - Kakaroto sonríe satisfecho, pero veo en sus ojos, que no se rendirá hasta poder fortalecer mucho más su técnica.

No puedo por menos, que sentirme orgulloso de su progreso. Antes de darnos cuenta, ya estaba anocheciendo.

Luego de la cena, salgo de la casa y me recuesto en la suave arena. Al observar el cielo, un campo de estrellas me sorprende.

"Creo que se ven más estrellas que en casa ...", frunzo el ceño. Me quedo un poco en blanco.

"Casa ...", no lo podía creer, había pensado en nuestro hogar en las montañas Paoz, no el planeta Vegeta.

Exhalo, cerrando los ojos - disculpe, ¿puedo sentarme? - al abrir los ojos, noto al viejo maestro.

- Ehh ... claro, siéntese - me quedo acostado, viendo al cielo.

-… ¿Sabe?, no sé si Goku se lo mencionó, pero conocía a Gohan - me volteo a verlo.

- ¿Lo conoció? - pregunto sorprendido.

- Sí ... alcanzó a contarme que había encontrado a un bebé en los bosques y que lo iba a criar como a su nieto ... no tenía idea que había adoptado a toda una familia - bufo, divertido.

Nos quedamos un poco en silencio, hasta que me resigno a hablar -... Gohan-san no sólo nos recibió en su hogar y nos dio comida, nos enseñó a ser una familia ... Le debemos mucho y siempre lo recordaré …- este exhala.

- Sí ... Goku me contó que había muerto, lo lamenté mucho - suspira suavemente.

-… Nos dijo que le ayudamos a vivir sus últimos años en paz y acompañado ... ese es mi consuelo - volvemos a quedar en silencio, pero es un silencio apacible.

-... Debo preguntar ... verá, en el último Tenkaichi Budōkai, Goku miró la luna y se transformó en un mono gigantesco - me tenso - tuve que destruir la luna para que volviera a la normalidad ... ¿Por qué su hijo tiene cola y se transforma en mono al ver la luna? - exhalo largamente.
- Porque es un Saiyajin - le digo de sopetón. Este se queda a la espera. Exhalo, pero le cuento todo, sentía que al igual que Gohan-san, este viejo era de confianza.

Cuando termino, volvemos a quedar en silencio -... eso explica muchas cosas ... vaya ...- volvemos a quedar en silencio - otros planetas ... y yo que pensé que, a mi edad, ya lo había visto todo - se ríe suavemente. No puedo evitar soltar una risita.

- Hay mucho que ver anciano - este me observa.

- Si eres un guerrero, ¿por qué no has querido atacar el planeta?, ¿o ir a atacar otro planeta como hacías antes? - observa el horizonte - me imagino que la nave en la que llegaron, sigue existiendo - niego.

- No, quedó inutilizada hace años, se averió y no teníamos los materiales para repararla - se voltea a mirarme - además, decidimos mantener un perfil bajo, porque quien destruyó nuestro planeta, sigue allá afuera. Escapamos para que Kakaroto pudiera crecer y cuando estuviera listo, poder vengar a todos - este frunce el ceño.

- ¿Kakaroto? - asiento, un poco cansado de esto.

- Es su verdadero nombre, pero es extraño aquí, así que, para las demás personas nuestro hijo se llama Goku. Así es como lo llamó Gohan-san - le cuento rápidamente.

- Entiendo - parece reparar en algo -... usted habla como si Goku tuviera un destino que cumplir... matar a quien destruyó su planeta - asiento.

- Es largo de explicar, pero sí ... es su destino - este juega con su báculo.

- Tiene que fortalecerse mucho todavía, aún le falta, por eso en el último torneo … por cierto, él no lo sabe, me disfracé de otra persona. En fin, entré a competir disfrazado para que él no ganara y no se le subiera el ego a la cabeza - bufo.

-... Supongo que es una buena estrategia - sonríe.

- Me alegra que lo entienda y lo apruebe ... Ahora que lo conozco, creo que sería muy provechoso que, en los próximos torneos, usted entre a competir y evite que Goku gane, hasta que esté listo - alzo la cabeza.

Sonrío - ¿me está pidiendo que entre a un torneo y patee unos cuantos traseros? ... será un placer - me rozo mi bandana en mi frente. - He sido por mucho tiempo un granjero, supongo que es tiempo de recordar lo que realmente soy ... un guerrero saiyajin - siento recorrer la adrenalina por mis venas.

El anciano ríe - sólo no mate a nadie y no sea tan duro con Goku - asiento.

-No tiene que decírmelo ... Gohan-san ya me enseñó al respecto …- me levanto y me sacudo la arena - bueno, tengo que decir que tengo sueño. Buenas noches - me despido, este me asiente con su cabeza.

Cuando avanzo unos cuantos pasos, me detengo. No me volteo -... realmente ... gracias por cuidar y entrenar a mi hijo-.

-Jojo no hay problema ... Me agrada mucho su hijo, Goku es un buen niño - sonrío, pero sigo mi camino, sin voltearme.

Pasamos una semana en casa de Kame Sennin. Estoy tomando mi café, cuando escucho a Gine gritar.

- ¿¡Qué tú qué!?, ¡no, no irás!, ¿y encima solo?, ¡claro que no! - al acercarme, observo que Gine le estaba gritando a Kakaroto.

- ¡Pero mamá!, ¡debo hacerlo!, ¡debo ir! - estaba rogándole este.

- ¿Qué pasa? - me planto frente a estos.

- ¡Bardock!, ¡dile algo a tu hijo! - observo a Kakaroto. Este hace un mohín, pero me mira firme.

- Papá, debo ir por la esfera del abuelo, la Suu Shinchuu. Es un recuerdo que él me dejo, debo ir a buscarla - explica este - cuando pedimos el deseo a Shenlong, las esferas salieron disparadas en todas direcciones. La esfera del abuelo debe estar por allí afuera - nos observamos.

Hago que me sostenga la mirada y este lo hace. Suspiro - bien, pues ve - asiento.

- ¡Bardock! - grita Gine. La freno.

- Gine, Kakaroto es fuerte y estuvo varios meses por su cuenta, confiemos en que estará bien - esta exhala, se le veía molesta, pero sabía que no iba a poder frenar a nuestro hijo.

Se agacha a su altura, le toma la cara con sus manos - no te metas en problemas, sé bueno y recuerda que, si necesitas ayuda, sólo debes venir a buscarnos - el pequeño asiente y se funcionan en un fuerte abrazo.

Me agacho, Kakaroto se lanza a mis brazos - estoy apostando por ti, no me decepciones o tu mamá nos va a matar - le susurro. Este se ríe, pero me abraza más fuerte.

Este se hace una mochila con provisiones, se despide de todos y se monta en su nube Kinton - ¡adiós!, ¡volveré!, ¡los quiero a todos! - comienza a alejarse.

Abrazo a Gine y observamos como la figura del pequeño se va perdiendo entre el cielo.

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- No lo puedo creer, ¿dónde está ese niño? - exhala Gine, con las manos en sus caderas. Observamos la gran cantidad de gente reunida allí.

- ¿Y se supone que todos estos son guerreros? - observo algunos que sé que ni siquiera van a pasar las eliminatorias, para que decir de la primera ronda.

- Siempre existe gente con distintos rangos de fuerza Bardock-san - bufo.

- Es cierto, pero esto es ridículo, podría vencerlos con un dedo - hago una mueca.

- Es cierto, por eso está hoy aquí. A Goku no le costará vencer a esos debiluchos, por eso debe impedirle ganar - me vuelve a recordar el viejo tortuga,asiento.

- Lo sé, lo sé - por eso estaba hoy aquí, para llegar a las finales, competir contra Kakaroto y ganarle.

Habían pasado tres años desde el último concurso, nuestro hijo ya tenía 15 años. Si en el anterior concurso en donde sólo poseía 12 años, había logrado llegar a las finales, ahora con tres años más de entrenamiento, era más que obvio que volvería a llegar hasta la ronda final.

"Por los menos, me divertiré golpeando a estas bolsas de entrenamiento", porque sólo a eso llegaban. No podía considerarlos dignos contrincantes, sólo bolsas de boxeo.

Cuando pasaba alrededor de un año, Kakaroto regresaba y nos iba a ver. Gracias a eso, sabíamos que estaba entrenando con la hermana del viejo tortuga, Uranai Baba, quién lo había hecho pasar por varias pruebas y peleas.

Nos sorprendió bastante, cuando Kakaroto nos contó que peleó contra un hombre enmascarado y que este resultó ser Gohan-san, revivido momentáneamente.

Era algo súper fantástico y difícil de creer, pero el pequeño incluso nos había contado que, había peleado contra unos demonios y cerró la puerta que conectaba ambos mundos.

Supongo que luego de todo lo que había visto, podía aceptar eso. Un momento clave para que no pudiera seguir negando la magia, fue hace un año.

Habíamos reunido las esferas del dragón y pude presenciar, con mis propios ojos, el increíble acontecimiento de la aparición de Shenlong.

Se me había cruzado por la cabeza intentar hacer algo como, revivir el planeta Vegeta, pero Shenlong parecía que había leído mi mente. Me dijo que tenía ciertas limitaciones, volver a traer a la vida a todo un planeta, tan alejado de la Tierra, era imposible.

Lo acepté y a cambio se me ocurrió pedirle algo más mundano, unos pasajes ya comprados, para estar todo un año viajando con Gine, alrededor del mundo. Este nos lo concedió.

Fue así que nos permitimos disfrutar durante todo un año; comiendo, haciendo el amor en todos los hoteles y explorando todo lo que este planeta tenía para ofrecer. Tenía que admitirlo, lo había pasado increíble durante el último año.

Kakaroto había vuelto a irse y a entrenar mientras viajaba.

Cuando terminaron nuestras vacaciones, viajamos a la Kame House y entre todos, viajamos a la isla Papaya para el 22° Tenkaichi Budōkai.

Estaban los dos estudiantes de Kame Sennin, Yamcha y Krilin, ambos amigos de Kakaroto. También el cerdo Oolong, el gato Puar, junto a Launch-san y la tortuga marina, amiga de viejo maestro. Por último, Bulma-san, la niñata peli azul que había ido a buscar la dragon ball a nuestra casa, hace años atrás.

Siempre verlos a todos reunidos, era ... un poco cómico. Eran un grupo muy raro, pero todos se llevaban bien con nuestro hijo.

De hecho, en esta reunión, el único que faltaba era el pequeño.

-No lo puedo creer, ¿dónde diablos se metió Goku? - comenta el amigo de Kakaroto, Krilin.

El niñito algo había crecido y su rostro se había desarrollado otro poco, aunque aún lo veía pequeño. Lo importante es que también algo se había fortalecido.

-... Vaya, vaya, así que viniste - nos volteamos ante la nueva voz.

Presencio a un viejo medio encorvado ya por la edad, igual que el viejo tortuga. Este lucía una túnica verde y en su cabeza, un extraño sombrero con una especie de pájaro.

-Tsuru - dice simplemente Kame Sennin.

Elevo una ceja - ¿lo conoce? - me fijo que atrás del viejo, estaban parados dos hombres.

Uno alto y musculoso, quién lucía un inquietante tercer ojo en su frente. A su lado, mucho más pequeño, un niño paliducho.

- Lamentable sí ... éramos compañeros del mismo maestro - me dice Kame Sennin.

- Escuché que tienes a tus estudiantes en el torneo. Vine a demostrarte, que son mis estudiantes los que van a ganar esta competencia - se ríe de forma irritante.

No despego mis ojos del hombre con el tercer ojo, se notaba fuerte e interesante - ¡oe tú! - grito. Todos quedan confusos - el tipo con el tercer ojo, ¿cuál es tu nombre? - este se remueve incómodo y un poco molesto, pero exclama prepotente.

-Ten Shin Han - me mira de frente.

Sonrío - espero verte en la final - este frunce el ceño, pero asiente rígidamente. Luego estos se van.

-... Waa, lucía fuerte - nos quedamos tiesos por unos segundos, cuando volteamos, notamos la figura de Kakaroto.

- ¡Goku! / ¡Kakaroto! - Gine es la primera en llegar a su lado y lo atrapa en un fuerte abrazo.

Lo llena a besos.

- ¡Mamá! - se ríe el pequeño, un poco colorado por la efusividad de Gine.

- ¿Cómo has estado enano? - le revuelvo los cabellos. Este se ríe.

- Bien, conocí a mucha más gente, fue divertido - nos cuenta feliz.

- ¿Cómo te sientes Goku?, ¿listo para participar? - este asiente efusivo.

- ¡Sí!, ¡entrené harto!, esta vez ganaré - sonrío prepotente.

- Pues para hacerlo, tendrás que vencerme - al pequeño se le cae la sonrisa.

- ¡EHH!, ¿¡papá, vas a participar!? - asiento divertido. Este traga saliva, pero me mira con sus ojos brillosos, deseosos del nuevo desafío.

- ¡Pues haré mi mejor esfuerzo! - le asiento, conforme con su actitud.

Es de esta manera que todos ingresamos y nos acercamos a los tatamis designados. Yamcha gana rápidamente a su contrincante. Al niñato Krilin le toca un tipo gigantesco, pero que noto que es mucho más débil de lo que aparentaba.

Cuando atrapa a Krilin entre sus manazas, todos gritan asustados, pero el niño sonríe sacándoselo de encima y mandándolo a volar, en un simple movimiento.

Cuando me toca, noto que mi adversario traga saliva, con suerte me llegaba al hombro.

Suspiro, exasperado. Apenas dan la señal, me adelanto, tomándolo de su cuello y estampándolo contra el tatami. El hombre queda noqueado al instante.

Todos aplauden, pero vuelvo a bufar despectivo. Cuando le llaman a Kakaroto, un hombre de color se adelanta.

-Ese tipo ... ¡es peligroso! - susurra Yamcha. Los chicos conversan y entiendo que ese hombre habría ganado un anterior Tenkaichi Budōkai.

"Uhh, supongo que será interesante", presto más atención al encuentro.

Kakaroto rápidamente lo golpea, su velocidad había aumentado mucho en estos años. Ataque tras ataque, el pequeño iba haciendo enrabiar al otro hombre.

En un momento, Kakaroto salta hacía el techo del gimnasio - mala idea chico, ahora no podrás esquivarme - se mofa el contrario, pero el pequeño golpea el techo y salta como una bala hacía su adversario.

- ¡Oh no!, ¡no podrá esquivar! - gritan los demás.

Kakaroto se precipita sobre el hombre y justo antes de que este pueda golpearlo, mi hijo exhala y con esto, logra aminorar por breves segundos su caída. Son esos segundos que le bastan para evitar el puño del contrario y lanzar al hombre de color fuera del tatami.

- ¡Fuera del tatami!, ¡Son Goku gana! - grita el árbitro.

Sonrío de lado. "El mocoso se ha endurecido".

- Oe Goku, no deberías emplearte tan a fondo al principio, te vas a agotar - mi hijo se ríe despreocupado.

- ¡No use nada de energía!, podría haberlo matado si no me hubiera contendido - dice este sin vergüenza. Bufo divertido.

Es de esta manera que vamos avanzando rápidamente. Ya para el final de la jornada, sólo quedan ocho que pasarán a la final.

Entre esos ocho, están los dos amigos de Kakaroto, los dos estudiantes del sombrero de pájaro, mi hijo y yo.

Termino siendo yo el primero en luchar, me toca contra un tipo que se hace llamar; lobo hombre. Lo miro ya molesto, "mira que tener que pelear con estas bolsas de mierda. ¡No me sirven ni para desquitarme!"

Al igual que en los otros combates, me deshago rápidamente del idiota, quien apenas logra soltar un pobre aullido final.

Durante los combates, Yamcha le toca contra el tal Ten Shin Han y sé, incluso antes de que empiecen, quien va a ganar.

Pocos minutos después, efectivamente, Yamcha pierde. Al día siguiente, mi hijo también gana contra un tal Pamputt. Lo preocupante era que, durante la noche, alguien había intentado atacar a Kakaroto, todos creíamos que era el maestro cuervo.

Mientras avanzan los combates, ya sólo van quedando Kakaroto, Krilin, Ten Shin Han y yo. Observo como mi hijo pelea contra su amigo y le gana.

Observo de nuevo al tal Ten, no perdía detalle de nada - ¿qué piensas Bardock? - se aproxima Kame Sennin.

Suspiro - que ese tipo es fuerte, pero podría vencerlo fácilmente de todas maneras ...- observo a mi hijo de lejos - tengo una idea - el viejo me mira curioso.

Cuando me llaman, me enfrento cara a cara con el discípulo cuervo. Lo evalúo, este frunce el ceño, un poco perturbado, pero me sostiene la mirada.

"Todavía es joven, aún le falta, pero podría ser un buen desafío", me decido.

Cuando dan la señal para partir, me balanceo alrededor suyo. Este intenta atacarme, pero desvío sus puños y patadas, con mi antebrazo.

Este vuelve a intentar golpearme, pero lo evado. Este frunce de nuevo el ceño, pero sigue concentrado. Sonrío de lado.

No puedo evitar alargar un poco la pelea, el joven me estaba entreteniendo mucho mejor, que toda la otra panda de idiotas de las eliminatorias.

Aunque, ya cuando noto que este va a hacer un movimiento más agresivo, me digo que es suficiente. Dejo que este utilice su técnica, veo como este parece multiplicarse en varios clones, dejo que me rodeen y que me ataquen.

Para que no sea tan falso, elimino a tres de los clones y cuándo noto que el verdadero se acerca por detrás, dejo que lo haga y simulo sorpresa cuando este me hace una llave, inmovilizándome.

Con un sólo movimiento que, imperceptiblemente atenúo, este me noquea contra el suelo del tatami y luego me saca de este.

- ¡El concursante, Son Bardock, queda eliminado!, ¡Ten Shin Han es el vencedor! - proclama el árbitro. Todos estallan en aplausos, otros resoplan, al parecer, habían perdido sus apuestas.

Regreso con los demás - ¡pero papá!, ¿qué fue eso?, ¡perdiste!, ¿¡cómo!? - me comienza a jalar del pantalón Kakaroto, viéndose angustiado y confuso. Gine también me ve confusa.

Cuando me preparo a decirles algo, para desviar su atención, alguien me interrumpe - me dejo ganar - todos se voltean.

Al echar un vistazo por detrás de mi hombro, veo que efectivamente era el joven Ten - me dejó ganar, ¿por qué? - dice este, enojado y confundido - si no me dice por qué, voy ahora mismo a decirle a los jueces que esta victoria no cuenta - comienza a exaltarse. Me encojo de hombros, desviando mi vista.

- Ganaste, no le des más vueltas - comienza a caminar. Mi hijo mira de Ten Shin Han, a mí.

- ¡Pero ...! - comienza otra vez el joven, lo interrumpo.

- Tengo mis razones, eso es todo - lo dejo atrás. Este bufa enojado, pero no me presiona y se va.

-... Papá - observo al pequeño - ¿por qué? - le revuelvo los cabellos.

- Porque va a ser un mejor rival para ti, que para mí - le digo. Este abre los ojos como platos - veamos cómo te va contra él ... es fuerte, mucho más que tú - Kakaroto asiente serio.

- Haré lo mejor que pueda - asiento.

A la mañana siguiente, luego que todos hemos dormido y comido, y cuando ya he golpeado al viejo tortura, por retrasarse viendo estúpidos videos de chicas bonitas haciendo ejercicio, todos nos dirigimos a ver la final.

Parecía que todos querían ver la final, porque estaba lleno de gente.

Cuando nos instalamos al frente y por fin ambos salen a escena, todos gritan y ovacionan emocionados.

Cuando dan la señal, ambos se golpean y luego saltan hacía el cielo. Alcanzo a notar que el joven Ten hace una señal con su mano y apunta al menor con un dedo - ¡dodonpa! - grita.

Un rayo de energía choca al pequeño y lo hace impactar fuertemente contra el tatami, rompiéndolo.

- ¡Kakaroto! - exclama Gine angustiada. Con el viejo tortuga quedamos atentos.

Pocos segundos después, este sale del agujero y vuelve a cargar con el contrario.

Kakaroto intenta despistarlo con su gran velocidad, pero asombrosamente, Ten Shin Han lo detecta y le pega un sólo puñetazo en el rostro. A continuación, el joven Ten golpea a mi hijo repetidamente, casi como si fuera una metralleta.

- ¡NO! - grita Gine angustiada. Medio tapándose el rostro, medio intentando ir hacía quien estaba dañando a nuestro hijo, queriendo lastimarlo.

Tengo que sujetarla, para que no haga una tontería.

Cuando el joven Ten deja de golpear al menor, simplemente lo sujeta con su mano y Kakaroto queda colgando, totalmente debilitado.

Aunque, para sorpresa de todos, este logra liberarse. Kakaroto comenta que ahora comprobó que el joven Ten sí era fuerte y que, a partir de ahora, usaría toda su fuerza.

"Será tarado, le dije que se empleará a fondo desde el principio", suspiro, cruzándome de brazos.

La lucha continúa, Ten Shin Han utiliza una extraña técnica que nos deja a todos, momentáneamente, ciegos. Al abrirlos, notamos que Kakaroto le había robado los lentes al viejo tortuga y se había salvado.

Otro suceso fue cuando nos dimos cuenta que, el maestro cuervo le instaba a su segundo estudiante a hacer trampa. Cuando este se negó, apoyando a Ten Shin Han, la lucha volvía a comenzar.

La pelea inevitablemente se iba alargando, Ten mostró la misma técnica de clonación, que había usado conmigo.

Kakaroto peleaba con fuerza e ímpetu, pero al final, el resultado fue innegable. Ten Shin Han ganó y Kakaroto perdió.

Cuando este se acercaba deprimido, vuelvo a revolverle sus cabellos - ya llegará tu momento - comento. Este asiente seco, pero me sonríe.

Luego de eso, Gine se encarga de darle contención, pero veo en su rostro una mirada que conozco muy bien, era un rasgo en que nos parecíamos con mi hijo.

Él no se iba a quedar satisfecho con este resultado, iba a continuar entrenando hasta poder vencer en este torneo. Sonrío, ya deseoso de ver su siguiente avance.