~3 años y medio antes~
Serena logro hacer su cambio de escuela con ayuda de Violeta, esta era bastante agradable y confortable a su parecer. Se había podido acostumbrar a tan solo dos semanas de estar en España gracias a su segundo idioma, el español que era bastante fluido por tener descendencia latina ese día caminaba tranquilamente por los pasillos de esa gran preparatoria ignorando aquellos jóvenes que trataban de acercarsele o hablarle.
—Es impresionante todo este lugar, esto es muy diferente a Japón.
Susurro con alegría cuando de repente fue jalada con brusquedad hacia uno de los salones que quien la jalo pensó estaba vacío, Serena trató de zafarse, pero no podía así que fijo su vista en un joven algo apuesto quien tenía una sonrisa arrogante en su rostro.
—Eres la famosa extranjera -dijo el viéndole de arriba a abajo con lujuria- si que es muy mona como todos dicen...
—Suéltame, por favor te lo pido... -suplico con miedo al conocer ese tono de voz- por favor suéltame y no me hagas nada.
—No lo haré chulada... No te soltaré... Apenas llevas unos días en la escuela y ya eres la deseada y envidiada por todos... -comentó provocando el miedo en Serena y el se lamió los labios- pero como siempre, yo podré decir que estuve contigo.
Empezó a manosearla con fuerza, Serena trató de alejarse, pero no podía solo imploraba que fuera dejada esa manera de querer ultrajarla. Le recordaba a el y eso la lleno de temor pensó que sería otra vez obligada a hacer algo que no quería.
—Micke -alguien habló dentro del salón y eso provocó que abriera sus ojos- será mejor que la sueltes sino quieres que te de una paliza... -pudo notar al chico parar y tensarse- hazlo ahora mismo.
Serena aprovecho para darle una pisada provocando que la soltara rápidamente y se escondió atrás de la chica bastante asustada noto que la castaña es claramente japonesa por sus rasgos, ella vestía un pantalón negro con una camisa de cuadros rojos que esta amarrada de las bases del final de los botones con una playera de tirantes blanca y miraba con frialdad al chico quien temblaba de miedo.
—Vete antes de que te parta la cara imbécil -ordenó con frialdad la chica y él asintió con rapidez, pero antes de que saliera ella le detuvo- sí te acercas a ella de nuevo juro que te la veras conmigo y también advierteles a tus amigos ¿quedó entendido mi advertencia?
—¡Si, quedó entendido!
—Bien, ahora... ¡Largo de mi vista!
Él huyo rápidamente de ahí temiendo por su vida, Serena cuando por fin él se fue pudo respirar tranquila y también soltar aquellas lágrimas de miedo que había retenido durante él rato, la chica se giro hacia ella y temió que esta llegara a decirle algo.
—¿Estas bien? -preguntó y la rubia notó como su máscara de frialdad paso a una de preocupación- ¿tienes aun miedo?
—Si estoy bien... -respondió tocado su pecho sintiendo como aún latía con rapidez- gracias por salvarme, no se que hubiera pasado sino hubieras intervenido en ese momento.
—De nada cariño... -le dijo sonriendo y le pasó su pañuelo para que se secara- limpia esas lágrimas que no van contigo ¿bien?
—Muchas gracias -agradeció Serena tomando el pañuelo y limpiando sus lágrimas- por cierto me llamo Serena... Serena Tsukino.
—Un gusto Serena -devolvió el saludo tomando la mano de ella y la rubia la estrecho- yo soy Daigo Mika, es un gusto.
—Es un gusto.
Las dos se sonrieron salieron de aquel salón vacío cuando estuvieron afuera Micke se alejo rápidamente de ellas también sus amigos al verla y Serena se dio cuenta de ello.
—¿Porqué te tiene miedo? -le preguntó curiosa por esa acción realmente le había intrigado- más bien el porque te tienen.
—Digamos que cuando entre -explicó moviendo las manos desinteresada y sonrió de forma ladina- me querían hacer lo mismo cuando yo era recién llegada a esta escuela y les di un pequeño escarmiento por lo que les quedo claro que conmigo nadie se mete.
—Es impresionante.
—Si lo se -dijo sonriendo orgullosa y al caer en cuenta de algo le preguntó- pero dime ¿te dieron una beca en esta escuela para estudiar?
—No... No tengo ninguna beca...
—¿No? -cuestionó mirándole confundida y extrañada- ¿entonces?
—Pedí mi trasladó de Japón a este país.
Mika miro el rostro de Serena pudo notar que sus ojos mostraban tristeza y dolor, Mika se quedo callada por unos segundo antes de tomarla de los hombros caminaron hacia el patio la castaña decidió ya no preguntar mas.
[...]
Pasaron días hasta semanas donde su amistad se fortaleció mucho y casi se volvieron hermanas en ese tiempo las dos pudieron saber mas de la otra como la personalidad aunque a veces no se soportaban por su carácter fuerte, además de un poco de su pasado de parte de Mika pues ella no se atrevía a preguntarle a Serena lo sucedido para que llorara a veces en la noche, pero un día pudo notar muchas marcas en el cuerpo de la rubia, frunció él ceño sabiendo que eso no eran marcas del entrenamiento que ella le daba para que pudiera defenderse por sí sola, pero al preguntarle si era por un hombre ella asintió ahí fue cuando estallo su carácter volvió a florecer, pero serena le pudo controlar y contarle lo sucedido
—Tranquila Mika -trato de calmarla, pero Mika estaba furica- por favor calma...
—¡¿Como puedes decirme que me calme?! -exclamó revolviendo su cabello- ¡ahora mismo me iré a Japón a matarlo!
—¡No por favor Mika!
—¡Como se atreve ese estúpido! -grito nuevamente y le miro con lágrimas en sus ojos- ¿qué ya los hombres no pueden respetar a las mujeres?
—No lo se Mika... No lo se...
—Lo peor de todo... -dijo moviendo sus manos exageradamente- ¡Mato a tu bebé!
—Eso lo se Mika -exclamó llorando recordando ese suceso- pero lo que menos necesito es que te alteres por ello...
—Lo siento Serena no fue mi intención alterarme, pero es que no soporto ese tipo de canallas, por lo sucedido con mi padre hace unos años...
—Lo se, pero por favor no te alteres.
—Solo estuvo contigo por conveniencia -dijo mirándole con dolor y pena separándose de ella- pero prométeme algo.
—¿Qué sucede?
—Sí algún día volvemos a Japón, tu volverás como una nueva persona y podrás enfrentarte a tus miedos... Llegaras como una nueva Sailor Moon.
Serena asintió a lo dicho por la castaña, hacia una semana Mika le dijo que conocía su secreto de su identidad secreta y ella estaba sorprendida, pero le castaña dijo que quien no se daría cuenta de la identidad de la heroína, con peinado de odangos muy particular y rubia, además ¡¿que tonto no se daría cuenta?!
—Entonces ¿quedó entendido?
—Muy entendido Mika.
Las dos sellaron la promesa con una leve sonrisa y un fuerte abrazo, desde esa promesa más se hicieron cercanas ambas ayudándose y apoyándose, para entonces ser las mejores amigas una verdadera amiga que Serena conoció después de Molly.
Fin del especial.
