¡Un golpe de amor!

- El plan súper secreto de Aether -


Lumine cierra su diario y suelta un suspiro largo. Eran días pesados, siempre que un ciclo escolar iba a concluir la carga era pesada. Había probado diferentes tipos de conservación y mañana seria por fin el día en que dos de ellos terminaban. ¿Cuál serviría mejor para su platillo del final del curso? Necesitaba algo que soltara todo el umami posible del salmón, pero sin perder su consistencia semicruda.

Estos días, solamente escribir la ayudaba a relajarse. Ni siquiera había tiempo para entrenar, Aether tenia tal vez tres días seguidos sin ir al gimnasio ni a salir a correr con Childe.

Ni siquiera iban a la mitad de la carrera, pero ya se sentía así de pesado. Pero sabe que al final todo iba a valer la pena. Abraza el diario contra su pecho y se recarga contra su silla. Ya era de noche, y hacía frio. Pronto comenzaría el invierno y con ello, la nieve. Y le gustaba, pero las cosas se salían de control muy fácilmente en este país. Ojalá no pasara nada malo como años anteriores.

Hey, ¿no fue el invierno pasado cuando Childe tuvo un accidente? Debería decirle que tenga cuidado, pero no sentía confianza como para enviarle un mensaje. ¿O debería?

Lo pensó un poco, pero al final toma su celular con su mano izquierda y revisa un momento. Su último mensaje había sido ayer de hace unos días. Childe tomó fotos de cuando llevó a Xiao a su campus. Eran tres fotos, una en donde Xiao tenía los labios rojos y bebía agua con algo de desesperación, la segunda era una foto de todos los platillos sobre la mesa y la tercera… Oh, esa era la mejor. Era una selfie de Childe, con sus labios igualmente rojos y sus ojos brillantes pero parecía feliz, incluso hacia el signo de amor y paz con su mano izquierda cerca de sus ojos. Era un chico lindo. Al ver esa foto no puede evitar suspirar enamorada y derretirse sobre su silla giratoria.

Tan lindo…

No tardó en escribir un primer mensaje.

Lumine (22:57); Hola~ ¿Estás despierto?

Childe (22:57); ¡Sí! ¿También tarea hasta tarde? La universidad no espera a nadie.

La respuesta llegó casi al instante, Lumine ni siquiera tuvo tiempo de irse a la cama antes de que su celular vibrara otra vez.

Childe (22:58); ¿Cómo estás? :)

Lumine (22:58); Bien, estaba por irme a cama.

Lumine (22:59); ¿Y tú? ¿Qué haces despierto aún?

En lugar de una respuesta, le llegó una foto. Era la mano de Childe sujetando una bolsa de plástico, reconoció el logo como una de las tiendas de conveniencia más populares en el país. ¿Compras nocturnas? Lumine abraza sus piernas contra su pecho con su brazo izquierdo y escribe con su pulgar derecho.

Childe (23:00); Mandados para Xiao.

Alcanzaba a ver algunas bebidas enlatadas, y paquetes de distintos dulces y otros postres tradicionales. La bolsa estaba llena. No pudo evitar pensar en el dulce sabor de los dangos con te y desearlo. Escribió casi por un impulso.

Lumine (23:00); Qué rico, ¿me das un dulce?

Childe (23:00); Umh… No estoy cerca de tu casa ahora… :'J

Childe (23:00); ¿Te parece si te lo dejo para otra ocasión? ;)

Era un gesto dulce, pero no tenía que hacerlo en serio. Estaba por escribírselo, pero otro mensaje llegó antes de que ella enviara el suyo.

Childe (23:01); ¿Qué tipo de dulces te gustan?

Childe (23:01); No me gustan mucho los dulces de caramelo. Creo que prefiero las bebidas dulces.

Childe (23:01); ¿Conoces lugares con buenas malteadas?

¡Realmente es tan dulce!

¿Un chico que gustara abiertamente de probar bebidas dulces? No se veía muy seguido, la mayoría no admitía abiertamente que gustaba de una buena malteada dulce con frutilla, ni siquiera de helado.

Lumine (23:02); Conozco algunos lugares, sí. Con bebidas que te darían diabetes en una sola tarde.

Childe (23:02); Suena bien :) ¿Me llevas?

Lumine se muerde el labio inferior, ¿estaba bien invitarlo? Claro que llevarían a su hermano así que de todas formas… no estaba mal, ¿cierto? No se veía atrevido de su parte, ya habían salido juntos en varias ocasiones. Escribió una respuesta afirmativa, pero el mensaje que recibió a cambio fue un poco distinto.

Childe (23:02); Oye, voy a conducir a casa. No te contestaré por un rato.

Lumine (23:02); Maneja con cuidado.

Ya no hubo respuesta. Lumine aprovechó la ocasión para apagar la luz de su habitación e irse a cama, todavía escuchaba algo de ruido afuera. Aether seguramente estaba jugando, ¿a esta hora? Cada quien era dueño de su tiempo, pero ella prefería descansar durmiendo y no despejando su mente ahora.

Ya estaba bajo su cobija, calientita y cómoda. Sus ojos se estaban cerrando cuando su celular vibró a un lado de su almohada. Sintió el impulso de no revisarlo, podría ser cualquier mensaje, ¿no? Pero sabía que no era así, ella tenia un tono específico para cada uno de sus contactos y el que había sonado era el de Childe.

No pudo evitarlo

Childe (23:15); Mira a la bestia, ha sido devorada por los videojuegos y ya ni siquiera habla. Gruñe para expresarse.

Ciertamente el gesto que mostraba en la foto era lindo y divertido, parecía tan molesto. ¿Acaso no era la bebida que pidió, o le molestó que le tomara una foto y lo expusiera? Ya había conocido anteriormente a Xiao, y pudo ver que era un poco tímido y serio. Por eso era lindo verlo poner una cara así. Seguramente había confianza entre ellos.

Por cierto, ¿esos eran auriculares con orejas de gato?

Y pronto llegó una foto, con Xiao mirando a la cámara con un gesto irritado mientras un poco más abajo, en la foto, una de las manos de Childe sujetaba una bebida de fresa y se la ofrecía. Por lo que ve, Xiao tenia un control en sus manos. ¿Será acaso que era con quien Aether estaba jugando y hablando ahora mismo?

Lumine (23:15); ¡Esa bebida me gusta! Me recuerda al sabor de las paletas de fresa. Es igualito.

Lumine (23:15); ¿Vas a jugar también?

Childe (23:16); No. Está jugando con Aether, debe hacer sus propios amigos también.

Childe (23:16); Parece que se llevan bien.

Hace algunos días, Childe les había dicho en una videollamada que Xiao había escogido aplicar para la universidad de artes, ¿no? Entonces iban a verse más seguido en el siguiente ciclo.

Lumine (23:17); Sí, a Aether también le agrada.

Incluso desde su cuarto podía escuchar la risa de su hermano.

¿Por qué había sentido tanto miedo de escribirle? Childe era amable incluso por mensajes. Hablar con él resultaba agradable, pero prefería verlo en persona.

Pasaron algunos minutos sin respuesta otra vez. Lumine bloquea su celular y se gira sobre la cama hasta quedar recostada sobre su espalda. No podía hacer nada para controlar los latidos de su corazón, realmente no podía. Aunque tratara de deshacerse de estos sentimientos, hacer algo así no era sencillo en absoluto. Ni siquiera se habían visto recientemente y aun así, todavía gustaba de Childe. No quería molestarlo con sus sentimientos, pero era algo que no podía evitar.

Su celular vibró y timbró otra vez, era un mensaje de Childe. Era solamente un link. Lo pulsa y una aplicación se abre, el reproductor de videos. El link la llevó hasta un video recopilatorio de gatitos.

¿Por eso no le había contestado? ¿Por qué había estado viendo este video? ¿Y todavía se lo mandaba a ella para que lo viera también? Lumine rodó hasta abrazar su almohada mientras veía los primeros segundos del video, pero sus pensamientos estaban llenos de alguien más.

Lindo, lindo, lindo, lindo, lindo, lindo, lindo~


Como si no fuera suficiente desvelarse hablando juntos, todavía por la mañana tenia un mensaje en su bandeja. La perezosa Lumine abrió sus ojos a las casi 5:30 de la mañana, poco antes de que su alarma sonara.

Childe (02:23); Pero ya en serio, ¿qué otra música te gusta? No hemos planeado nuestra salida al karaoke. ¡Nunca he ido a uno, llévenme YA!

Childe (02:27); Creo que te dormiste haha, lo siento~ ¡Descansa! Y ten un buen día mañana. Me voy a la cama ya.

Es cierto, se quedó dormida. Ni siquiera se despidió… Iba a contestarle, pero ahora mismo su prioridad era ducharse e irse a trabajar. Preparó todo, incluso su mochila y su almuerzo para ella y su hermano, y corrió hasta la avenida para tomar el autobús cuando todo estuvo listo. Fue ahí cuando respondió el mensaje antes de guardar su celular en su pequeño bolso y continuar con su camino.

Era una mañana fría, podía ver el vapor de su aliento cálido solamente con suspirar o hablar. Entró al local y el manager la saludó alegremente. Como siempre, llegaba puntual.

— ¡Buenos días!

— ¡Señorita Lumine! Buenos días, ¿cómo estamos hoy?

— ¡Con frío! ¿No dijo el del clima que mejoraría el fin de semana? Brr…

— Bueno, esos chicos se equivocan de vez en cuando. Si tienes frio espero que estar cerca del fuego te ayude. Voy a encender el calentador antes de que lleguen los clientes. ¡Buenos días!

— Buenos días, manager.

Otro de sus compañeros llegó. Lumine saludó igual y se quitó el abrigo celeste de hoy. Lo colgó en el perchero del pequeño cuarto de empleados junto a su bolso. Sujetó los pocos mechones largos de su cabello rubio y tomó su lugar, lista para comenzar su día.

Eran casi las 11 cuando Childe entró por la puerta del local. Llegó con esa aura suya tan animada y jovial, con una sonrisa para todos. Pero lucía sorprendido. Usualmente no estaba lleno a esta hora, pero por los días que eran muchos jóvenes de preparatoria hacían viajes a distintas facultades para conocer. Llevó a Xiao al suyo justo a tiempo, realmente eran demasiadas personas.

Childe navegó entre el mar de gente hasta el mostrador y el muchacho lo atendió velozmente. Encontró lugar en una mesa recién desocupada, ni siquiera había terminado de ser limpiada cuando él tomó asiento. Pidió una sopa de verduras con un plato generoso de arroz con pollo, y un café para comenzar.

Por supuesto, el café llegó primero. Childe lo bebía a ratos mientras buscaba con su mirada a que Lumine saliera, pero no era de extrañar que estuviera ocupada. Era un local pequeño, pero la comida era tan buena en los últimos meses que eran visitados con más frecuencia. Había muchas caras satisfechas, y de tanto en tanto escuchaba a los demás clientes hablar sobre lo rica que era la comida. A los niños sobre todo parecía encantarles las formas con la que Lumine cortaba sus verduras y cuán bonitos decoraba las pequeñas cajas de bento para llevar.

Su sopa llegó, y no había rastro de Lumine todavía. Childe no podía llegar tarde a la presentación que debía dar hoy así que aunque le pasara, se puso de pie y estuvo a punto de irse hasta que regresó en sus pasos hasta la caja y dejó algo sobre el mostrador. El muchacho lo miró sin entender muy bien. ¿Un dulce?

— ¿Puedes dárselo a Lumine, por favor?

— Uh, claro. ¿Quiere dejarle alguna nota? —Ofreció, y empujó suavemente una pequeña libreta de hojas blancas. Le hacía este favor únicamente porque ya se conocían, era un cliente frecuente y ya sabia que era amigo de la cocinera.

Era una buena idea. Childe asiente.

— Sí claro. A ver.

Iba a sacar una pluma de su mochila, pero el chico se le adelantó y le ofreció la misma que él usaba. Childe agradece en voz baja y escribe velozmente una nota que posteriormente dobla y deja a un lado del dulce.

— Te lo agradezco.

— Tenga un buen día y por favor, regrese pronto.

Había guardado el dulce desde ayer, Xiao ni siquiera notó que faltaba uno y si sí, no dijo nada tampoco. Childe salió del pequeño local y caminó lo poco que faltaba hasta su universidad, realmente estaba a unas cuadras. Por eso mismo dejó su auto en el estacionamiento, se hubiera llenado en lo que comía y no hubiera encontrado sitio.

Era un cúmulo increíble de gente, muchos chicos en uniformes de preparatoria hacían filas largas frente a las puertas de varias de las facultades en el campus. De todas formas llegó a tiempo, la profesora ni siquiera había llegado.

Estaba listo y preparado, trabajó en este proyecto por semanas y hoy, finalmente, estaba por terminar la última materia de su semestre.


Su medio turno había terminado un poco después de medio día. Lumine aprovechó esta oportunidad para revisar su celular mientras se colocaba su bolso y su abrigo.

Childe (10:45); Llegaré a comer :)

Lumine (12:25); ¡Hola, hola! Perdón, no puedo tener el celular cuando cocino.

Lumine (12:25); ¿Cómo estás? ¿Viniste?

No hubo una respuesta rápida. Lumine toma sus cosas y se reúne junto a los demás empleados cuando el manager los llama. ¡Cierto! Hoy era día de pago, lo había olvidado. Pero se estaba tomando su tiempo, aún estaba preparando el dinero en un sobre y escribía los nombres. Los empleados hablaban entre ellos, incluida Lumine. Comenzaba a llevarse mejor con sus compañeros.

Fue justo en ese momento cuando el chico del mostrador se acercó a ella y le ofreció algo en su mano. Era un dulce y una pequeña nota doblada.

— El chico pelirrojo te lo dejó hace rato. No recuerdo su nombre.

— ¿Childe? ¿Alto, cabello corto, ojos azules?

— ¡Ese mismo! Sí. —El chico asintió.

Al instante, tanto el dulce como la nota desaparecen de su mano. Lumine abre la nota y la lee velozmente, mordiéndose el labio poco después.

"Vine, pero no pude verte. La sopa estuvo deliciosa, como siempre. Mándame mensaje cuando salgas, ¿Si? -C."

¡Qué atento y lindo! Abrazó la nota contra su pecho y el muchacho se rió de su actitud. ¿Sería acaso su novio? Guardó la nota y el dulce en su bolso y agradeció la atención del chico por el favor.

Su mensaje no había sido contestado así que no iba a insistir, todavía tenia el tiempo en contra.

Finalmente llegó hasta sus manos el que era su cuarto pago hasta ahora. Se sentía bien ganar dinero por algo que disfrutaba. Ni siquiera lo contó, hasta ahora no había tenido problemas con su manager. Se despidió tras guardar el sobre en su mochila y salió con algo de prisa, tenia el tiempo en contra. Revisaba su celular mientras caminaba con prisa hasta la parada del autobús, el viento frio chocaba en su rostro cálido y sonrojado. Ni siquiera notó al auto gris que comenzó a seguirla.

Escuchó un pitido justo por su lado derecho, por la calle. Pero no se fijó en eso y continuó su camino hasta que su celular comenzó a sonar. ¿Una llamada? Contestó casi sin ver mientras corría.

— ¿Hola?

— ¡Hey, estoy detrás de ti! ¡Espera!

Reconocía esa voz al otro lado de la bocina. Lumine se detuvo de inmediato y una chica tras ella le tuvo que sacar la vuelta. Lumine se disculpa de inmediato y luego busca con la mirada a Childe. Ya vió su auto gris, literalmente a un lado de ella pero en la calle. Tenia las intermitentes encendidas y un auto detrás del suyo.

— ¿¡Childe!?

El auto que había pitado era el de Childe, quien buscaba llamar su atención, pero obviamente no funcionó. Los autos que se iban formando detrás del de Childe comenzaron a tocar sus claxons y Lumine inmediatamente corrió hasta abrir la puerta del copiloto y entrar. Childe avanzó en cuanto la puerta se cierra. Lumine abrazó su mochila contra su pecho y suspiró, su corazón latía con fuerza todavía por la sorpresa.

— Te estuve esperando, pero no me viste cuando saliste.

— Perdón, Childe. Fue día de pago y se me hace algo tarde para ir a la universidad y- Vaya. ¿Pasó algo bueno hoy? —Preguntó al fijarse mejor en el pelirrojo.

Childe tenia puesto uno de sus trajes más casuales, y el cabello peinado. Childe le dirige una mirada rápida y luego sonríe, viendo al frente de nuevo.

— ¿Lo dices porque parezco pingüino? Tuve una exposición hoy. La final.

— ¡Vaya! ¿Final? ¿Ya saliste entonces?

— Aún no, pero casi. La siguiente semana iré a recoger calificaciones finales y si todo sale bien, cosa que pasará… —aclara, levantando sus dedos índices sin dejar de sujetar el volante. Solo era para darse un pequeño énfasis. — …estaré formalmente preparado para entrar a quinto.

— ¡Felicidades! A Aether y a mi aún nos quedan un par de semanas para terminar… —Murmura, y entonces se fija en cuán cerca están de la avenida. Podría tomar el autobús aquí. — ¿Puedo bajarme aquí? Ya voy un poco tarde.

Childe resopló y puso la direccional hacia la derecha, dirigiendo el auto hacia esa dirección en cuanto llegan al entronque para la avenida. Lumine solamente vió como la parada del bus se alejaba poco a poco de ellos, o más bien ellos se alejaban.

— ¿Childe?

— Te llevaré, por supuesto.

Lumine sonrió y juntó sus piernas, un poco emocionada.

— Eso me gustaría, por favor.

Había silencio, pero no era incómodo en absoluto. ¿Así que no contestó sus mensajes porque estaba en el auto? Eso le recuerda a lo que quería decirle anoche para empezar.

— Oye, Childe.

— ¿Mh? ¿Quieres música?

— Sería lindo… Pero no era lo que quería decirte.

— ¿Qué pasa?

No la miraba, pero era mejor así ya que era el conductor. Lumine se muerde el labio y mira hacia el exterior. Estaba cálido aquí dentro, diferente por completo de afuera.

— Ten cuidado. Pronto comenzarán las primeras nevadas del año.

— Puedo verlo. Ha estado realmente frío últimamente, huh.

— Eso. Ten cuidado.

— …lo dices por el accidente del año pasado.

No era una pregunta, lo estaba afirmando. Las mejillas de Lumine se colorearon y Childe se rió. Primero Zhongli, luego Xiao y ahora Lumine, rayos. Claro que tendría cuidado.

— No te preocupes, tendré cuidado. ¿Por qué estás tan tensa? —Pregunta tras fijarse en su postura, aprovechando una luz en rojo para ellos. Lumine tenia sus piernas juntas y su mochila abrazada fuertemente contra su pecho, ciertamente lucía tensa.

Ella niega, aunque su pose no era la más relajada no se sentía tensa en absoluto.

— ¿Mh? Bueno.

— En realidad había querido decirte eso desde anoche. —Murmura Lumine, recargando su brazo derecho sobre la puerta de su lado. — No sé cómo terminamos hablando de gatitos.

Childe sonríe sin decir nada. Suelta el freno y pisa suavemente el acelerador para volver a avanzar. Incluso con las cuadras que ya habían pasado, todavía se podía ver a una gran cantidad de estudiantes de preparatorias caminando hacia el campus.

— Xiao presentará pronto.

— ¡Cierto! — Lumine alza sus cejas. — Los exámenes comienzan en tres semanas. El tiempo pasa realmente rápido a veces, huh…

— Le pregunté a Aether si estaba bien que lo lleváramos a algunos lugares el día antes del examen. Para que se relaje y no pierda la cabeza solamente estudiando.

— ¿En serio? Suena como una buena idea. ¿Qué te dijo?

Childe comenzó a hacer sonar sus pulgares al chocarlos suavemente contra el volante. Su sonrisa lo decía todo.

— Aceptó. ¿Vienes con nosotros?

— Por supuesto. —Dijo rápidamente Lumine, y su sonrisa volvió a sus labios rosados. — Ni siquiera habíamos tenido oportunidad para verte, te extrañaba.

El tono tan dulce que usó hizo que el estómago de Childe sintiera un cosquilleo agradable. Lumine al instante se tapa la boca y mira hacia otro lado. No alcanzó a ver que Childe se sonrojó. De por sí, en estos tiempos fríos toda la zona de las mejillas y la nariz se le ponían rojas. Pero ahora por la vergüenza se notaba un poco más. Ambos eran unos pequeños focos rojos en el universo.

— Yo también… los extrañaba. No es lo mismo solo verlos por videollamadas. —Murmura Childe, tratando de ser más general. — Hablar y verse en persona es mejor. Pero qué se le va a hacer. Responsabilidades de adultos.

No vas a decir nada más, huh…

Ya lo esperaba, en realidad no debería esperar lo contrario pero era difícil manejar su boca cuando su corazón tomaba el mando por sobre su cabeza. Lentamente, Lumine le dirige de nuevo la mirada y por fin ve cuán sonrojado estaba Childe en realidad. Se paralizó, y su corazón comenzó otra carrera igual de fuerte en su pecho.

— Y yo… también te extrañé. —dijo Childe por fin, forzándose a no apartar su vista del frente. — Tu energía a mi alrededor es muy linda…

¡Mi corazón!

¿Había cambiado algo en estos días? Por supuesto, detalles pequeños que hacia que su lazo se estrechara un poco más. Normalmente, Childe trataba de darle su atención por igual a ambos pero había una diferencia que no podía controlar.

Lumine le quería, y Aether sentía amistad por él. Las conversaciones que tenia con Aether eran algo distintas a las de Lumine, como por ejemplo que hablaba de suplementos y de rutinas con uno y de… gatitos y dulces con la otra gemela. Claro que había más temas, pero era un ejemplo de las diferencias. Era inevitable, ¿no? Pese a que fue él quien la rechazó desde un comienzo, era imposible no admitir que ella era linda. Todavía recordaba aquella fierecilla mirada que le dio cuando le recomendó no retarla a ella.

Carajo, moría por hacerlo. Quería retarla, sabiendo cuán buena fue en algún momento tenía mucha curiosidad, ¿Lumine sería igual de buena hoy en día? La vió tumbar a Aether sin ningún problema una vez, aunque por accidente y estuvo mal espiar. Pero no podía sacarlo de su memoria.

Estaban llegando al campus de los gemelos, por fin dejaría de sentir toda esta vergüenza. Lumine agradeció con un tono bastante alegre y salió, pero pronto tocó su ventanilla. Confundido, Childe baja el cristal un poco y voltea a verla.

Lumine sujetó su rostro y se inclinó hacia la ventanilla. Se paró de puntillas y besó su mejilla, tan cerca de sus labios que el corazón de ambos explotó en un instante. Lumine se apartó, cubriendo su sonrisa con una de sus manos, y antes de que siquiera dijera algo salió corriendo hacia su universidad.

— ¡Ah! ¡N-No…. No cruces la calle sin ver, Lumine… —Murmuró apenas sale de su sorpresa. — Eso es… —Childe se cubre medio rostro con una de sus manos y suspira contra su palma. Sus ojos azules estaban brillantes, ahí donde besó se sentía dulce y cálido. Childe cierra sus ojos, no pudo evitar la sonrisa. — Eso es peligroso…


¡Lo hice, lo hice, lo hice, lo hice! ¡Ah, espera! ¿No estuvo mal? ¡Qué importa! ¡Lo hice!

Lumine sentía como si estuviera saltando entre las nubes en lugar de caminar por los pasillos concurridos de su universidad. Se aferraba a la correa de su bolso con una mano y sujetaba la de su mochila con la otra, no podía evitar sonreír brillantemente a todo aquel se la saludara y se detuviera a verla pasar.

¿Habia algo más lindo que una chica hermosa de buen humor? Llegó hasta sus amigas y Xiangling por supuesto notó su brillante actitud de hoy. La chica de cabello azabache se cruza de brazos y sonríe también.

— ¿Qué pasó?

— Ah, Childe me trajo en su auto hasta aquí~

Por supuesto, ya le había contado a Xiangling hace tiempo sobre su mal de amores. Pero ahora, parecía más bien alegrarse por ella. Ahora que lo conoció, por supuesto que podía entender por qué le gustaba tanto. Era un buen chico, amable y responsable.

— Oh chica, eso es muy atrevido~

— ¿Tú crees? Creo que es lindo.

— Claro que es lindo. Pero no mencionaste a A-e-ther~ Y tampoco lo veo por ningún lado. ¿Vinieron solos, no es así~?

El tono cantarín de Xiangling y su pregunta tan directa hicieron que Lumine cerrara sus ojos y se llevara una mano a la mejilla sonrojada. Asintió lentamente, y Xiangling se rió de su lindo rostro.

— ¡Atrevido!

En cuanto el chef entró todos guardaron silencio en la enorme cocina de prácticas. Su día escolar debía comenzar ahora. Los mandó a todos a ponerse sus uniformes de cocina y todos salieron con su mochila en mano. Se encontraron con Aether en el pasillo, llegaba muy justo de tiempo y se alegró de ver a Lumine. Corrió hasta ella para abrazarla y sollozó falsamente sobre su hombro sobre el autobús demorando mucho. Xiangling le hizo un gesto con su dedo índice sobre su labio para indicar que guardaría silencio por ella.

Su día escolar iba a comenzar.


— ¿Ya se guardó?

— Sí, arrástralo desde el escritorio hasta esta parte… listo. —Xiao le dio otro sorbo a su bebida y Zhongli suspiró con gran alivio. Finalmente estaba hecho. Envió el archivo que Hu Tao le había pedido y se recargó contra la silla. Había entrado a la habitación de Xiao con su laptop en manos para pedirle apoyo con una cosa de su trabajo que la directora le había pedido. Era un catálogo con todos los patrocinadores que tenían de arreglos florales, asientos, ataúdes… entre otras cosas referentes. Ya que Zhongli le pidió un día de homeoffice, tuvo qué hacerlo así. Normalmente habría hecho el catálogo a puño y tinta.

Pero tenia tantos problemas usando la tecnología… A duras penas sabía abrir un archivo nuevo en Excel o Word o recordar guardar el progreso antes de salir, el guardado automático lo había salvado muchas veces. Su hijo lo hacia ver tan fácil. Zhongli se quita los lentes y se acaricia el puente de la nariz.

— Gracias, hijo. Realmente tuve problemas con esto.

— No te preocupes. Cuando necesites algo así aquí estoy.

— Eres un buen muchacho, Xiao.

Zhongli levanta el rostro un poco y le sonríe. Sí que lo era, un buen chico. Levanta una de sus manos enguantadas y le acaricia el cabello verde con algo de efusividad. Xiao sonrió y se dejó hacer. Si cualquier otra persona trataba de hacerle esto seguramente se enojaría, pero con su padre era diferente.

La puerta principal se abre, pudieron escucharlo incluso desde la segunda planta.

— Childe ya debió haber llegado. Vamos a preguntarle cómo le fue.

Xiao extraña la mano de Zhongli en el instante en que deja de acariciarlo, pero qué se le iba a hacer. Va detrás de su padre por el pasillo hacia las escaleras, sin dejar de beber de la última lata que le daba de espumeante refresco de fresa.

Cuando llegaron abajo, Childe estaba colgando su abrigo en el perchero de la entrada. Toda la zona de su nariz y mejillas estaba roja por el frío, pero parecía de muy buen humor. Normalmente estaba así, pero hoy parecía brillar más.

— ¿Cómo te fue? ¿Quieres comer algo?

— Ya comí, en realidad les traje esto también. —Childe se quita la mochila de la espalda y se hinca en una rodilla para abrirla y sacar una bolsa de compras. Se la extiende a Zhongli, quien la sujeta desde abajo por ese aspecto tan pesado.

— ¿Qué es?

— Les traje algunos dulces, pasé de camino.

— Muchas gracias. Podremos usarlos más tarde con el té nuevo que me compraste la otra vez.

Xiao le quita la bolsa a su padre para abrirla mientras va de camino a la cocina. Los acomodó en la alacena inmediatamente, nada mejor que tener una cocina limpia y ordenada. Cuando volvió a la entrada, descubrió que los dos adultos ya estaban sentados en la sala conversando. Xiao tomó asiento a un lado de su padre y subió sus pies desnudos al sofá. Se acurrucó contra el brazo de su padre y sacó su celular para ver algunas cosas mientras ellos hablaban.

Zhongli aprovechó su cercanía para acariciarle la cabeza mientras hablaban. Esta vez Xiao no puso ese lindo rostro de antes, sino que se mantuvo serio. Aun así no se apartó.

Al parecer, el último proyecto de Childe había ido muy bien. Pero Xiao notó algo…

Uno no se pone así de feliz por clavarla en un proyecto en el que ya sabía que le iría bien, ¿no? El mismo escuchó cómo practicaba, y cuando se acercó para ser su oyente el mismo Childe le admitió que estaba más que listo para terminar con todo esto y descansar. Debería estar aliviado, pero más bien parecía contento. Pasó algo más. Pero no escuchó nada al respecto.


Una semana después de que los gemelos presentaran su platillo especial para el final del curso, ¡podía decirse que habían terminado todo! Los citaban a diferentes horas para hablar de las calificaciones finales, y cuando salieron del último laboratorio ambos se miraron a los ojos, juntaron sus manos y…

— ¡Somos libres!

Y dieron vueltas, unos, ahí en mitad del pasillo. Lumine se reía mientras que Aether le mostraba su brillante sonrisa, su larga trenza parecía bailar junto a ellos. Xiangling y otro de sus amigos se unieron a su celebración, colgados uno del otro de los brazos mientras aplaudían con ganas. Los gemelos habían sido los últimos en su curso de hablar sobre la calificación final con el chef. Como siempre, había muchas felicitaciones de por medio.

— ¡Felicidades por terminar también!

— Otra vez tienen un promedio impecable, increíble… —Chongyun mantenía una sonrisa pequeña, colgado del brazo de Xiangling. Sujetaba una paleta con su mano libre. Éste era el chico que estaba al mando del club de comida tradicional japonesa en esta universidad. El mismo club en donde estaba Aether, de hecho.

— ¡Sí! —Aether por fin dejó que los pies de Lumine tocaran el suelo de nuevo. — ¡Muchas gracias, Xiangling! Sin tu conocimiento sobre especias, seguramente no nos habría ido tan bien.

Xiangling negó con su cabeza y sonrió más.

— En realidad, fue un favor justo. Ustedes me enseñaron mucho sobre el balance de los sabores. Solamente compartí lo que sabía.

— ¡Y muchas gracias por ayudarnos con el mejor caldo de ramen de todos, Chongyun!

— Un sabor con un equilibrio perfecto, con los tiempos perfectos y el sabor perfecto. Manejaron muy bien los fideos. —El chico inclina un poco su cabeza. — Me ayudaste mucho con ese postre, Lumine. Muchas gracias a ti también.

— ¡Deberíamos salir a celebrar!

Chongyun curvea sus cejas.

— Iba a ver a mi novio justo ahora.

Xiangling muestra también un rostro de pena.

— Y yo debo a llevar a YaoYao a comprar sus útiles nuevos para el siguiente grado…

— ¿En serio? Ow. Si no se puede… —Comenzó Lumine.

— …qué se le va a hacer. —Dijeron al mismo tiempo los gemelos.

Chongyun y Xiangling compartieron una mirada, y luego sonrieron.

— Terminan las frases del otro y hablan en perfecta sincronía, huh.

— A veces dan miedo~

— ¡Qué groseros!

Y lo hicieron de nuevo. Al darse cuenta, ambos cubren su boca y se sonrojan hasta las orejas. Xiangling se ríe dulcemente y Chongyun sonríe levemente. Eso demostró perfectamente que no mentían.

Se despidieron de ellos desde la entrada, pero ambos se quedaron ahí sentados en una banca recargados el uno contra el otro. Si no podían salir con sus amigos de carrera, tal vez era buena idea entrenar un poco. No habían tenido oportunidad de entrenar en mucho tiempo, Aether perdería condición y no estaría en buen estado para el siguiente torneo si seguía así.

— Entonces vamos.

— Sí, por favor. ¡Estoy a tu cuidado, sensei! —Aether junto sus manos frente a su rostro y se inclina un poco en señal de respeto. Lumine rueda los ojos y bufa, sujeta ambas manos de su hermano y se lo lleva a rastras hasta el gimnasio mientras Aether ríe y la sigue de cerca, casi tropezándose con sus pasos por estar inclinado.

Lo dejó solo en los vestidores de hombre, y ella pasó de largo hasta el de chicas. Se vistió con su viejo uniforme y ató el cinturón negro en su cintura. Toma su bolso y se dirige hacia el interior del gimnasio. Aún había gente por la hora, pero estaba bien. Con este casco puesto, no sabrían quién era. Colocó la colchoneta amarilla y esperó a su hermano.

— ¡Ya llegué, Lu-

— ¡Shh! —Lumine de inmediato lo calló y Aether entendió por qué al ver a otros chicos entrenar. El rubio niega con la cabeza y suspira, por supuesto. No debían saber quién era. Increíble que aún tuviera miedo de esconderlo…

Le ofrece su mano y la ayuda a ponerse de pie.

Deja su bolso en el suelo y toma posición, al igual que su hermana.

El entrenamiento comenzó como un calentamiento entre ambos, era necesario ya que llevaban algún tiempo sin entrenar. Además, hacía frio y podían lesionarse. Pero cuando entraron el calor, el verdadero entrenamiento comenzó.

Algunos se quedaban a verlos y animarlos, pero conforme el tiempo avanzaba terminaron por quedarse solos. Ya era casi de noche cuando dos chicos más entraron al gimnasio, uno viendo todo con curiosidad y el otro, más alto y de cabello anaranjado, fijando su mirada en aquellos dos que aún entrenaban.

— Sabía que estarían aquí.

— ¿Mh? —Xiao mira a Childe primero, y luego dirige la vista al frente. ¿Judo? Toma asiento tal como Childe le indica al jalar de su ropa y permanece quieto, tan solo observando. Podía ver a Aether, ¿pero quién era el otro sujeto?

— Es Lumine.

— Oh…

Childe ya le había contado al respecto. Sobre la hermana de Aether quien escondía con todas sus fuerzas que amaba el deporte. Incluso abandonó las competencias, ¿no? No tenia todos los detalles, pero algo sabía. ¿Deberían estar aquí? Era todo lo contrario a lo que ella deseaba seguramente. Se sentía como un intruso, pero cuando hizo el intento de ponerse de pie Childe lo detuvo y le sonrió.

— Aether me pidió esto como un favor, así que quédate. Ella necesita de esto.

Aether los notó primero, pero Lumine requirió de su atención al instante para esquivar esa mano que se dirigía a su ropa para empujarlo. Encontró fuerza para tomarla a ella por la ropa y giraron juntos, fue en ese momento cuando Lumine los vió a a los dos sentados en las gradas, con la mirada puesta sobre ellos. Xiao parecía incómodo, pero Childe la miraba fijamente a ella.

Childe…

¿Qué hacía aquí? ¿Por qué ahora? ¡Esto no podía ser!

Se distrajo, y por primera vez en mucho tiempo Lumine terminó con la mejilla sobre la colchoneta y con su hermano encima de su espalda, presionando suavemente con su rodilla sobre su espalda y su brazo derecho con una mano.

— ¡Gané!

Lumine hiperventilaba, con su sangre corriendo a gran velocidad por sus venas. ¿Qué hacían aquí ellos? ¿Podría escaparse sin mostrar su cara?

En el celular de Childe, podía apreciarse un mensaje de Aether que le envió hace 20 minutos. Decía lo siguiente.

¿Puedes venir por nosotros? Estamos en la universidad aún. Es hora de hacer lo que te dije la otra vez :)