¿Quién lo diría? Que comenzaría una apocalipsis zombie sin previo aviso en Kasukabe. A raíz de un virus los muertos se levantaron de sus tumbas aterrorizando a la gente y el Ejército de Kasukabe debe acabar con este problema, pero era imposible para unos simples adolescentes hacer algo contra esto, solo les restaba sobrevivir por su propia cuenta.

- Chicos... de verdad no sé que haremos.- dijo Nené preocupada.- Nuestros padres ya fueron...- intentó decir la última palabra, se calló sabiendo que iba a llorar. Los demás al igual que ella tenían los ojos hinchados de tanto llorar.-

- Debemos sobrevivir.- dijo Shinnosuke.-

- Shin tiene razón, lo único que nos queda es intentar seguir con vida...- dijo Kazama dolido.-

- Hay que conseguir comida y armas para defendernos.- dijo Bo.-

- Sí y también medicinas.- comentó Masao.-

- Bien, intentemos llegar a algún centro comercial, debemos abastecernos.-

Todo el grupo asintió y comenzaron a caminar tratando de no hacer mucho ruido, les quedaba una larga caminata hasta llegar a algún centro comercial. En el camino encontraron una casa vacía que les serviría como refugio, se acomodaron allí y decidieron que Shinnosuke y Kazama irían a por la comida.

- No sé porque me hicieron ir contigo.- dijo Kazama fastidiado.-

- Bueno, yo tampoco lo quería.- dijo Shin evitando mirarle. Ambos estaban molestos desde hace días, desde que perdieron a sus padres.-

- Que bien, por fin estamos de acuerdo en algo.- alzó la voz.-

- Estamos de acuerdo en que no quería ir contigo porque eres un imbecil.- dijo Shinnosuke con desprecio.-

- ¿Ah? ¡Mira quien lo dice! Tú eres un idiota y un cobarde.-

- Sí, claro, tú eres el estúpido que buscaba morir.- dijo y ya hasta habían parado de caminar para seguir discutiendo de frente.-

- ¡Sí! ¿Y eso qué? Preferiría que mi mamá estuviera viva, sabes...- dijo con rabia.-

- ¿Eres estúpido?¿Por qué no aprecias tu vida? ¡Siempre eres tan cuadrado y cuando necesitas ser así de repente te pones sentimental!.-

- ¡No es ponerse sentimental, idiota! ¡Era mi madre, no es mi culpa que la tuya no te quiera!.- dijo y Shinnosuke le observó furioso.-

- ¡Claro que me quería!¡Por algo estoy vivo, ella me salvó la vida!.-

- ¡Pues entonces deja de decir estupideces, tu madre te salvó y yo quería dar la vida por la mía! ¡¡¿Cuál es tu puto problema?!!.- alzó aún más la voz.-

De repente sintieron unos gruñidos muy cerca, una horda de zombies se acercaba a ellos y corrieron por sus vidas sentían latir sus corazones tan fuerte que les dolía el pecho, pero siguieron corriendo hasta encontrar un lugar seguro.

- Maldición, aún no llegamos.- dijo Kazama con fastidio.- Se está oscureciendo.-

- Quedémonos aquí a pasar la noche.- ofreció Shinnosuke intentando buscar alguna manta en esa casa abandonada.-

- ¿Estás loco? Todos nos están esperando.-

- Lo sé... pero piénsalo bien, si se oscurece entonces será más difícil detectar a los zombies, no hay luz en la calle.- dijo y Kazama suspiro.-

- Tienes razón... está bien.- le ayudó a buscar las mantas o futones que hubieran ahí.-

Acomodaron todo y se quedaron haciendo turnos toda la noche, vigilando que los zombies no se acercaran, cada dos horas se turnaban.

- Shin.- le habló antes de que se acostara.-

- Dime.-

- Perdón por lo que dije de tu madre.- se disculpó arrepentido.-

- Es verdad, fue tu culpa.- dijo mientras Kazama frunció el ceño, luego Shin sonrió.- es broma... también dije cosas feas... disculpa.- admitió.- Yo... solo me asusta perderte sabes.-

- Shin... no digas tonterías.- dijo nervioso.-

- No lo son...- dijo tomándolo de las manos.- No quería decírtelo porque no quiero que sufras.-

- ¿El qué?.-

- Me gustas mucho... es más, te amo... por eso quise tanto que vivieras aunque estuvieras dispuesto a morir en ese lugar.-

- Shin...- dijo mientras sus ojos se llenaban de lágrimas.- Eres un idiota... regresaste a por mi sabiendo que podías morir...- sollozó y abrazó a Shinnosuke.- Debiste dejarme morir junto a mi madre...-

- ¡No podía hacer eso ni en broma! No sé que haría sin ti...- dijo correspondiendo el abrazo, temiendo que Kazama simplemente desapareciera.-

- Tonto... yo... tampoco sé que haría sin ti.- susurró apoyando su cabeza en el pecho de su amigo y sonrojado hasta las orejas.-

- Tooru... me haces tan feliz, debemos sobrevivir a esto, no pienso abandonarte nunca.-

- Sí, sobrevivamos, pase lo que pase.-

Luego de eso Shinnosuke se fue a dormir y Kazama realizó su turno vigilando y revisando todo, temeroso de que pudiera entrar algún zombie.

Al día siguiente se levantaron, tomaron sus mochilas y agarraron unos bates como armas, se dirigieron al centro comercial, cuando llegaron para su mala suerte no había mucho que llevarse, pero procuraron revisar todo y recoger lo necesario. Luego de eso se dirigieron al refugio donde estaban todos.

- Chicos, volvimos.- avisó Kazama, nadie contestó, preocupados rodearon la casa y continuaron anunciando su llegada en un volumen moderado para no alertar a los zombies.- Chicos.-

- ¿Dónde pudieron haber ido?.- se preguntó Shinnosuke, de repente sintió un ruido detrás de él, estaba a punto de ser golpeado pero se cubrió con los antebrazos.-

- ¡Masao!.- dijo Kazama con desaprobación.-

- L-Lo siento, creí que eran extraños.- se disculpó.-

- Está bien.- dijo Shinnosuke con una sonrisa.- la próxima vez seré yo el que te rompa la cabeza.- Masao sintió un escalofrío recorrer su espalda.-

Entraron y guardaron las provisiones muy bien, Nené y Bo habían salido a buscarlos según dijo Masao, así que la mejor opción era esperarlos. Shinnosuke y Kazama se sentaron juntos frente al kotatsu, Masao en cambio se sentó frente a ellos. Ambos no dejaban de mandarse miraditas traviesas entre sí, Masao los miraba extrañado ¿qué había pasado mientras salieron afuera? Kazama ahora que estaba consciente de los sentimientos de Shin, le daba mucha vergüenza sostenerse la mirada o estar cerca de él, en cambio Shinnosuke se sentía emocionado de ser aceptado por su amor platónico, y aunque ambos sabían el gran peligro que sufrían día con día, en ese momento poco les importaba, era como estar en el cielo.

- Iré a vigilar.- anuncio Kazama nervioso, se levantó y comenzó a vigilar esperando la llegada de sus amigos.-

- Masao, llegamos.- dijo Nené, se oía muy triste, fue a abrir la puerta y ella apenas lo vio lo abrazó fuerte.- ¡Kazama!.-

- Nené, que bueno que estes bien.-

- Idiota.- dijo mientras Shin se acercaba, Nené también corrió a sus brazos.- Par de idiotas, ¿dónde se habían metido?.-

- Bo.- fue lo único que dijo el chico de cabellos negros.-

- Perdón, es que se nos hizo tarde y tuvimos que ir a un lugar seguro por la noche.- explicó Kazama, Nené se alejó de Shin y los observó.-

- Por cierto, ustedes están raros.-

- ¿Raros?.- preguntó Shinnosuke.-

- Sí, cuenten pillines, ¿qué hicieron toda la noche ustedes dos solos?.- preguntó con picardía.-

- Ah eso, con Kazama hicimos esto y aque...- dijo pero el oji-azul le cubrió la boca con la mano.-

- ¡Deja de decir cosas que se malinterpretan!.- le regañó y miró a Nené.- Solo nos pusimos a salvo esa noche.-

- ¿Ah sí?.- dijo Nené no muy convencida pero lo dejó pasar.-

Nené se retiró dejando a los dos tortolitos solos, Shinnosuke lamió la mano de Kazama para que lo soltara.

- ¡Que asco!.- exclamó limpiando la mano en su ropa.-

- Es tu culpa, casi me asfixias.- dijo Shin con el ceño fruncido.-

- Es TU culpa por decir estupideces.- dijo molesto, Shinnosuke sonrió y le abrazó.- E-Espera...- dijo avergonzado de que alguien los viera.-

- Quiero abrazarte, tal vez así descubra que este Apocalipsis era solo un sueño.- susurró algo triste, Kazama le abrazó de vuelta.-

- Sea o no un sueño, sobrevivamos.- dijo Kazama decidido a que los dos serían felices al final de todo esto.-

- Sí, tienes razón.- dijo y miró a Kazama cara a cara, besó su mejilla sonrojándo al otro.- Te quiero.-

- Y-Yo también te quiero, idiota.-

.