Hola, hola... Kuroshiro a vuelto. El final del capítulo anterior Viktor se entero de la verdad del porque Yuu comenzó con su problema alimenticios, y al parecer no le agrado el que estuvo siendo manipulado por el pequeño hada rusa, ¿Qué hará Viktor con su relación con Yuri P?...

Un agradecimiento especial a saharaloto y Cithlalli Bautista, quienes han sido las primeras en comentar esta historia. MUCHAS GRACIAS POR LEER Y COMENTAR.

Sin más, dejo la continuación.


CAPÍTULO VIII: Agonía en el cielo, felicidad en el infierno

El sol brillaba intensamente bajo el cielo nublado de la ciudad de San Petersburgo, el viento soplaba igual de frío que todos los días. Pero esa mañana Yuri Plisetsky la sentía diferente.

Sus bellos ojos verdosos se abrieron al sentir el viento tocando su rostro, había dormido con la ventana abierta... y el frío rápidamente pasó por los poros de la piel.

- Maldito frío – se quejaba Yuri. Estiro sus brazos y llenó sus pulmones con el frío aire, peino con suavidad su cabello rubio... mientras admiraba su rostro cansado, había dormido muy tarde y su cuerpo lo resentía.

Abrió la puerta de su armario, cambiando su sexy Baby Doll blanco por una chamarra gris y un pantalón azul. Hato su cabello en una coleta y salió de su habitación hacia la sala principal de aquella casa.

En el día el lugar estaba cerrada al exterior, nada más los clientes que quedaban dormidos al tener una noche de pasión con los chicos y chicas salían de ahí a muy tempranas horas. El desayuno ya estaba servido y sus compañeros esperándolo en el comedor.

- Vaya, vaya... el hada rusa se dignó en despertar – se burlaba Mila mientras masticaba un pedazo de pan recién horneado.

- Sera mejor que cierres la boca, sucia bruja de mierda – justo después del insulto una mano golpeo fuertemente la cabeza del rubio, era Lilia.

- Modera tu lengua, jovencito – dijo la mujer indicándole el asiento para que pudiera comer – esas palabras no deberían ir en el vocabulario de un doncel – dijo firme la mujer.

- En caso de que el doncel contara con familia de alcurnia, pero yo soy un prostituto –

- Sin importar su situación, un doncel es un doncel… recuerda eso, Yuratchka – con un bufido Yuri se sentó, odiaba con todo su ser discutir sobre eso con Lilia.

- Como diga – soportando las risas de Mila y los regaños constantes de Lilia, esa era la vida en los días de Yuri. Después se dedicaba a practicar su baile, aquel con el cual cautivaría a los varones más pervertidos y desagradables de todo San Petersburgo.

- Necesitas estirar mover más tu cuerpo, no solo bailar – aquella voz, era más molesta que la de Mila… o Lilia – vamos Yurio, solo imagina que estas en un espectáculo de ballet –

- No compares una bella danza de ballet con unos sucios pasos de pole dance, Chris – aquel rubio doncel de descendencia suiza era Christophe Giacometti, un trabajador más de Lilia y uno de los donceles más viejos en el Zamok Ice.

- Lo siento, ¿lastime tu orgullo o tus sentimientos? – sarcástico y cruel, su arma letal era la lujuria con la cual engatusaba a sus clientes para hacer que estos lo trataran como a un príncipe – tendremos que llamar al guapo Vitya para que te de tus besitos –

- Te lo advierto, Chris – Yuri bajo del tuvo, de manera amenazante se acercaba a Chris – si una palabra más sale de tus sucios labios… hare que Lilia te de una incapacidad, ya que tus clientes no querrán acercarse a un doncel con el rostro partido a la mitad –

- Tus amenazas no son más que puro resentimiento, gatito bonito –

- Como si me importara, zorra de cuarta –

- HEY, cálmense o tendré que llamar a Lilia – Mila se interpuso entre los dos donceles – Chris, deja de molestar a Yuri… ese es mi trabajo –

- En tus sueños, bruja –

- Y Yuri… debes aprender a lidiar con las personas, que Chris sea un idiota que no piensa más que en penes y sexo no quiere decir que no tenga sentimientos –

- Gracias por la ayuda, Mila – Yuri quito la mano de Mila, estaba molesto de seguir discutiendo con el idiota de Giacometti. Le importo muy poco la presencia de sus dos compañeros – ¿Qué le sucede? –

- Ugh, Viktor no ha venido en unos cuantos días… ni siquiera e ha comunicado con él o Lilia para confirmar una cita – Mila disfrutaba del mal carácter de Yuri, pero ahora… se notaba no furioso, si no entristecido – creo que su plan fallo, de nuevo –

- ¿Y qué esperabas?, ninguno de nuestros clientes dejaría su matrimonio por prostitutos… eso debería tenerlo claro – dijo Chris, sin apartar la mirada de aquel chico rubio – en un negocio como este, el amor y las ilusiones románticas serán aplastadas por la realidad –

- Si, lo tengo más que claro, pero Yuri no –

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- Se enfriará tu comida, Yūri – el azabache no tardo nada en tomar la cuchara y dar probadas a su sopa. Desde hace una semana, cuando le contó todo a Viktor... este comenzó a actuar extraño.

Aun cuando esa misma noche quería ir a reclamarle a Yuri Plisetsky, no lo hizo... no los días siguientes. Su forma de hablarle se había vuelto más dulce, un poco sería cuando Yūri no quería comer.

- ¿Y bien? – pregunto al ver como Yūri por fin comenzó a disfrutar de las cucharadas.

- Esta delicioso, gracias – y como no agradecer. Esa mañana Yūri se había levantado tarde, usando se disponía a cocinar la comida... Viktor lo esperaba con la comida ya hecha.

- No es como la de mamá, pero papi se esforzó y por eso sabe muy rico – al igual Iván estaba contentó, tanto que pido repetir el plato tres veces.

- Es una sopa especial que mi madre me preparaba... como Yūri aún tiene que aliviar su garganta y no puede comer nada con mucho condimento o sabores exóticos, decidí hacerla – Viktor sirvió más sopa a Iván, al igual le servía otra cucharada en el plato de su esposo – será el último, por favor acábatelo –

- Bien – los cuidados intensivos de Viktor habían aumentado. No sabía que pensar, justo después de derrite alegría por aquellas obras recordaba las palabras que el mismo ruso le dijo en el hospital – ¿irán a la pista el día de hoy? –

- No, Yakov me ha dado un mes de vacaciones para ser tu enfermero... agradécele cuando lo volvamos a ver – dijo Viktor, levantándose de la mesa para llevar los últimos platos al fregador. Tenía que admitir, que en los últimos días su vida era más tranquila… a pesar de las constantes llamadas de Yakov para verificar la salud de Yūri, nunca había tendió una tarde tranquila junto a su hijo y esposo.

- A propósito… el psicólogo necesita hablar contigo, Viktor – dijo Yūri esperando alguna queja del varón.

- ¿Y por qué desea hablar conmigo? – ahí estaba, lo siguiente podría ser una explicación sencilla por parte del azabache; pero, aunque esta fuera una gran explicación… la respuesta de Viktor siempre será la misma, una negativa.

- Llevo algunos días yendo y cree que estoy preparado para dejar de ir todos los días. Mi tratamiento está funcionando mejor de lo que creían; además, he comido correctamente y hasta subí tres kilos – sonrió, felicitándose así mismo por el avance – el siguiente paso es hablar contigo, para que así sepas cómo manejar mi transición si en algún momento recaigo –

- Que extraño, es como si en parte me culparan por tu enfermedad… que sencilla forma de pasar la responsabilidad a terceros – Viktor sorbió su taza de café, Yūri trato de no entristecer, así que tomo aire y dio un gran suspiro.

- No lo veas de esa forma, tan solo quieren charlar contigo… créeme, tú no tienes la culpa – aquella linda sonrisa forzada se veía extraña, Yūri no era de mucho sonreír frente a él… parecía incomodo al sentir que Viktor elevaba su tono molesto – por favor, será solo una vez. Yo mismo hablare con el psicólogo en caso de que quiera verte una vez más –

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Viktor no sabía cómo, pero había caída en la petición de su esposo. Ambos llegaron al hospital para la última revisión del avance en la herida de la cirugía. El doctor que lo atendió estaba muy contento de que siguieran correctamente las instrucciones de cuidado y limpieza. Gracias a ello la herida cerro bien, y tan solo una cicatriz blanca en el pecho del doncel.

- De ahora en adelante tendrás que aprender a preparar comidas que no dañen tu esófago –dijo el doctor – puedes seguir por ahora con las hojas que te dimos, pero no por siempre comerás lo mismo. En internet hay muchos platillos sencillos que podrán, no solo comer tú, sino también tu marido e hijo –

- Si, muchas gracias por todo – agradeció Yūri.

- No hay de que, espero nunca volver a verte de nuevo en un estado como aquel, ¿de acuerdo? – Yūri tan solo rio, pero Viktor había sentido una amenaza por el tono de voz del doctor y no dejaba de lanzar una mirada que llenaba a cualquiera de escalofrió – eso sería todo, el psicólogo los espera donde siempre… no lo hagan esperar más – ambos asintieron, fueron agradecidos, y más Yūri.

- El doctor quería algo contigo – dijo Viktor al salir de la consulta.

- No, tan solo fue amable… nadie me querría después de aquello – dijo el inocente de Yūri – en tu caso sería por ser mi esposo, pero yo creo que ningún varón me desearía –

- No te dejes engañar tan fácil, hay muchos que desearían una persona como tu… pero no les daré la oportunidad – lo último lo dijo en susurro. Como había dicho el doctor, aquel psicólogo que atendía a Yūri ya estaba esperando y no paso mucho para que rápidamente el doncel entrara a consulta, "Viktor, iré yo primero… por favor, espera aquí" dijo Yūri – llevan más de una hora – Viktor se encontraba desesperado.

- Seria todo por el día de hoy – la puerta se abrió, Yūri salió y era el turno de Viktor para entrar – Seño Nikiforov, por favor… acompáñeme – se notaba por el aspecto físico del psicólogo que era un doncel.

- Viktor, te estaré esperando aquí afuera – no dijo nada, tan solo se adentró a la oficina en donde los últimos días su esposo era atendido.

- Siéntase como. Señor Nikiforov – tomo la palabra, sentándose en un sillón alargado… frente a un sillón individual, en el cual el psicólogo se había sentado primero. Tardaron dos minutos antes de comenzar con la terapia – muy bien, usted sabe que Yūri ha comenzado a tener mejoras en su trastorno, y que su único problema en estos días ha sido el trabajo que tiene en ingerir la primera cucharada en cada alimento –

- Si, eso mismo –

- Yūri es uno de mis pacientes más peculiares – dijo el doncel – mis pacientes normalmente son adolescentes o adultos jóvenes que quieren encajar en un grupo de personas, se matan lentamente y son egoístas, no piensan en el bienestar de los demás… tan solo en la aceptación y en su propia felicidad. Yūri es un caso no muy diferente, pero extraño –

- ¿A qué se refiere? –

- Los primeros días normalmente un paciente niega sus problemas, esta furiosos por haber venido aquí… poco a poco es cambia, se desahogan y al final liberan todo, sintiéndose libres y mejor que nunca – dejo su libreta de notaciones para hablar más seriamente – Yūri llego asustado, buscando con desesperación una cura a su problema, desahogando todos sus pesares… menos uno, ¿quiere saber cuál era ese tema? –

- Para que me pregunta si aun así me lo dirá –

- Su matrimonio, tiene pavor de hablar malicias de su matrimonio. Y no creo que sea porque no pasa nada malo en lo que ustedes quieren llamar "feliz matrimonio", si no en el hecho de que Yūri teme decir algo más que lo pueda perjudicar – el tomo de voz del psicólogo estaba tornándose cada vez más firme – hable con su hijo, el me confirmo muchas cosas las cuales me preguntaba, y Yūri por accidente se le escapo el hecho que usted tenía un amante, ¿o acaso mintió? –

- No lo hizo, yo tengo un amante – Viktor se tragaba sus palabras, su mirada se endurecía.

- Usted es un varón muy reconocido mundialmente, capaz de conseguir todo en esta vida con tan solo chasquear sus dedos… eso incluye personas, más específico donceles y mujeres – prosiguió – quien soy yo para juzgarlo, el ser humano es curioso y no mide las consecuencias de sus actos hasta que, desgraciadamente pasan accidentes. En este caso el doncel que usted tiene como amante se está pasando del límite del cual usted mismo le instruyo… amenazando a Yūri, poniendo en peligro su vida perfecta a los ojos de la sociedad –

- Y que me aconseja, ¿Qué le ponga un alto al comportamiento de mi amante y sea feliz con Yūri? – Viktor por fin hablo, harto de que le echaran en cara sus errores. Si, había quedado como un estúpido cuando no controlo el comportamiento de Yuri.

- No es un consejo, no soy nadie para dar consejo – el tono de voz del psicólogo se apaciguo – Yūri es un doncel soñador, que tan solo quiere una familia feliz con usted y el pequeño Iván. Le he explicado que no se haga más ilusiones, que tan solo se ponga metas pequeñas y no divague sobre su vida… después de todo se casaron son amor y es muy probable que, aunque se esfuerce usted no se enamore sinceramente de él –

- Si él fuera capaz de despertar mi libido, pensaría seriamente en ser feliz a su lado –

- Señor Nikiforov, le aseguro que usted es dependiente a Yūri… ¿las razones?, no lo sabría. Yūri me dijo que no quiere venir más aquí, así que le seré claro – unos segundos de silencio bastaron para levantar la tensión en el ambiente – si en verdad usted odiara a su esposo ya se habría separado de él hace tiempo, pero no lo hace. Tiene amantes ya que es su forma de desahogo, porque no conoce el potencial sexual de su esposo… piensa, que tal vez este es muy conservador y podría ser lo contrario. Pero no tiene la suficiente hombría para descubrirlo, prefiere lastimarlo o dejar que se lastime… no lo juzgare más, tan solo le digo que proteja su relación… cualquier cambio en Yūri podría ser peligroso, tan solo mida sus palabras y sea más atento –

- Para usted es fácil decirlo, también es un doncel – el psicólogo no quiso escuchar más, la plática había terminado y si Viktor no había tenido la madurez para tomarse algo enserio, ya no era su problema. Se había encariñado con Yūri, le deseaba lo mejor… y seguiría yendo a terapia, pero ahora tan solo una vez por semana.

Esa misma tarde Viktor no dejaba de pensar en aquello que más le molestaba, el hecho de que se dejó engañar por un doncel. Yuri Plisetsky era un doncel arisco, joven y lleno de sensualidad, por mucho tiempo Viktor pensó que, quien había caído en las garras de la pasión era Yuri… pero fue, al contrario, ¿y qué se ganó? El hecho inminente de que era igual que la mayoría de los varones viejos que iban al burdel a buscar el cariño de un doncel lujurias, quien tan solo los quería para dejar su trabajo y convenirse en donceles mantenidos y ricos.

Viktor no se dejaría manipular así por un doncel prostituto, moriría antes de ser manipulado por un doncel.

~•~•~•~•~•~

- Vitya, que sorpresa – Lilia había divisado a Viktor en la entrada, se notaba diferente… algo estresado – ¿quieres que llame a Yuratchaka para que te atienda? –

- No, Lilia – contesto Viktor con una sonrisa fingida – esperare en su habitación hasta que se desocupe, si me hicieras el favor de decirle de mi presencia, tan solo después de que acabe con su baile… me serias de gran ayuda –

- De acuerdo – Lilia sentía que algo estaba por ocurrir, lo presentía. La sonrisa de Viktor era más fingida de lo normal, al contrario de sus visitas anteriores estaba dispuesto a esperar – dios, que Yuratchka no se haya metido en lada grave.

Las horas pasaron, la noche se convirtió en madrugada y por fin Yuri había terminado su espectáculo. Rápidamente Lilia se acercó al doncel rubio, antes de que un cliente lo pidiera esa noche.

- Vitya lleva desde las 10:00 PM en tu habitación – los ojos verdosos de Yuri mostraban sorpresa… y molestia.

- ¡¿Por qué no me avisaron?!, hubiera suspendido mi trabajo – gritaba furioso, ya eran las 2:00 AM.

- Él mismo dijo que esperaría, quien soy yo para darle la contra – contesto Lilia – además, creo que está molesto –

- Siempre que viene está molesto, el cerdo lo hace explotar y sacar lo peor de su ser – sin más Yuri subió lo más rápido posible a su habitación. Acomodo su ropa un poco para no parecer desaliño, ese día usaba un sexy baby doll negro con costuras de encaje rojo, peino su cabello con sus dedos y entonces giro la perilla de su habitación.

- Bienvenido, Yurio – la voz sensual de Viktor resonó por todo el cuarto, aquel tono emocionaba el cuerpo de Yuri.

- Viktor – soltó un jadeo, se acercó corriendo hacia Viktor… abrazándolo con tanta fuerza como sus brazos pudieran ejercer – ¿por qué no me hablaste?, sabes que podía haber suspendido todo… siempre lo hago cuando vienes.

- Bueno, mi presencia el día de hoy no es de tanta importancia – tomo los pequeños hombros de Yuri, alejo el delgado cuerpo del doncel del suyo – el día de hoy no quiero tener sexo –

- QUÉ – Yuri se sorprendió, no quería parecer un pervertido – bueno, eso es lo de menos – fingió una sonrisa, quiso acercarse de nuevo a Viktor – por lo menos podemos darnos mimos… – antes de que terminara de hablar, se sorprendió. Toco su mejilla izquierda con su mano, sobre ella había una leve coloración roja provocada por Viktor, lo había abofeteado – Viktor –

- Pensé que… con tan solo venir y brindarte mi cariño sería suficiente – dijo Viktor – nunca pensé que sería parte de tus manipulaciones, Yurio –

- ¿De qué estás hablando?, yo jamás te manipularía – intentaba justificarse entre lágrimas.

- Por favor, ¿Cómo me explicaras todo esto? – saco de entre su saco unas cuantas fotografías, las más comprometedoras… las lanzo hacia Yuri – que estabas pensando, en mandar esto a mi esposo. ¿Acaso esperabas que se fuera, qué me dejara?... –

- Viktor… escúchame –

- Y luego, amenazándolo para que lo hiciera… todo para que yo te sacara de ser un prostituto y darte el papel de mi pareja –

- ¿Y qué esperabas que hiciera?, desde hace un año me habías prometido que lo dejarías, que lo lanzarías a la calle y me dejarías entrar más a tu vida – Yuri, cubierto de un llanto desolador por fin tenía el valor de expresar lo que sentía, reprochándole a Viktor lo que desde hace un año se le había hecho una ilusión – espere, espere y espere… hasta quería convencerte de acelerar todo, pero no parecía importarte. Así que decidí actuar por mi cuenta, amenaza a tu estúpido cerdo… pero es un idiota sin orgullo propio –

- Yurio, no eres más que un estúpido iluso – la sonrisa arrogante de Viktor adornaba su rostro, para él los sentimientos de Yurio no eran más que una broma – deberías saber que alguien como yo no dejaría su imagen de "Familia perfecta" por una persona tan vulgar y salvaje como tú –

- ¿Qué estás diciendo? – susurro incrédulo.

- Los varones somos unos mentirosos, dejamos salir de nuestra boca una sarna de mentiras para conseguir lo que deseamos – dijo, y prosiguió – yo deseaba que tu cuerpo me perteneciera, te ilusione para ver que eras capaz… hasta donde llegarías, y funciono. Lo malo es que te tenía tanta fe ciega que casi me dejo manipular, y quede como un estúpido para mi entrenador… y para Yūri. Eso para mí es lo más horrible que me pueden hacer –

- Lo siento, no pensé que lo descubrirías – Yuri al ver aquellos ojos azules llenos de ira, temió por su vida – pero tampoco merezco que me digas cosas tan horribles… yo en verdad te amo –

- El amor no existe, y si existiera… yo jamás me enamoraría de un prostituto como tú – aquellas palabras terminaron de romper el pobre corazón de Yuri, sus ilusiones y su propia existencia – déjame advertirte algo, si te vuelves a acercar a mi familia… no tendré la misma compasión que te estoy teniendo ahora –

No se dijo nada más, Viktor tan solo salió de aquella habitación. Yuri estaba destrozado, impotente y lastimado; todas sus ilusiones de volverse enamorar y ser feliz las tenía por Viktor. Lo peor de todo no era eso, si no que sin importar lo que acababa de demostrarle Viktor Nikiforov… no podía dejar de amarlo. Por ello dolía más.

Continuara...


Por fin Viktor esta "razonando", esperemos esto sea beneficioso para la salud de Yuu. También que el corazón de Yuri no sea tan lastimado por el egoismo de Viktor y que se recuperara, que ha hecho mal (lo sé), pero es un niño pequeño en un mundo horrible... por lo menos le desearía lo mejor. Muchas gracias por leer, nos vemos en la actualización siguiente. Kuroshiro fuera :D