Fic
Unidos por la Pasión
De Mayra Exitosa
Capítulo XXV
Citas Contratadas
- Como estás William, - ¿Qué tal Niel? Y ese milagro por acá. - Me contaron de tu nueva adquisición una auditora genial y… no tengo pareja para la fiesta de cacería de mi tía abuela. - Lo siento, ella va conmigo, tu buscarte la tuya. - ¿La vas a llevar? - Pr supuesto, si te casan es tu problema, todos estamos buscando por nuestra cuenta y según sé tu cada que pasa el tiempo te vuelves más exigente, solo espero que no salgas con sorpresas. - ¿A que sorpresas te refieres? - Pues a cuáles van a ser, a que la tía Elroy te case con alguien visto por ella. - ¡Eso ni de loco! Niel salía como alma que lleva un rayo, y se iba con Tom, luego llamaba a Annie.
- Annie, le he llamado a Tom, para que sea testigo. - ¡Si señor! ¿Qué necesita? ¿Qué tome grabación? - No, quiero que este fin de semana, sea usted mi acompañante y que sepa que no tengo dobles intenciones, es solo que tenemos una tía muy arbitraria la cual desea casarme con la primera bruja que encuentre y definitivamente quiero que Tom sea testigo de que usted va conmigo como mi asistente y que pienso pedirle de favor que me acompañe y se haga pasar por mi novia frente a mi tía abuela Elroy. Tom miraba a Annie y este asentía de ser testigo, luego preguntaba,
- Niel, no se ira a quedar a dormir allá. - No puede decir que tenemos un compromiso y que la deje en algún taxi. - No Niel, puedo ir por ella, ¿Si usted lo permite Annie? - Si, por supuesto. Es solo para que no lo comprometan.
- Si usted me hace ese favor, se lo voy a agradecer, todos consiguieron parejas y no quiero que me tomen por el único tonto. Además, luego de pasarla a tu auto, la llevaras a su casa y yo me iré ala mía. ¿Cierto Tom? - Por supuesto. - Lo ve Annie, usted estará cuidada por el principal de ventas y no correremos ningún riesgo y yo, le ayudaré a que las mujeres de compras y ventas no le molesten por sus comentarios insinuantes - Muchas gracias señor Legan, ahora me retiro. - Es este fin de semana. - Si señor.
Candy por su parte comía en la cocineta sentada en una barra y él la observaba detalladamente. - Vino Niel de compras para ver si te llevaba como pareja de él a la casa de mi tía, la que te conté que quiere casar a todos. - Si. Candy continuaba comiendo y miraba que él dejaba de hacerlo a lo que ella levantaba el rostro. - ¿Quiero que vayas conmigo? Como mi novia, estará ahí Archie. - Bien, ¿tengo que llevar algún tipo de ropa? - Si, y pasaremos un fin de semana juntos y fuera, pero compraremos todo lo que necesites. - No necesitas comprarme nada, Albert. Sabes bien que gano mi sueldo. - Lo sé, pero quiero que, si te hace falta algo, sepas que no gastaras nada cuando estés conmigo. - Gracias, supongo que es elegante. - Si, las cenas de mi tía son todo un suceso, nosotros lo llamamos cacería de brujas. Siempre van hijas de sus amigas y socias importantes de otros negocios, más buscamos quien nos acompañe y tratamos de no llamar mucho la atención, esta vez, si llevare a mi novia. - ¡Albert!
Este se limpiaba la boca con una servilleta tomaba de su botella mineral y luego se ponía de pie y se iba tras ella. - Hare que la pasemos bien, te lo juro. - Es que, tengo miedo, a que Archie diga que soy tu asistente. - Si, puede hacerlo, pero todos aquí te consideran auditora, así que, no me importa lo que digan, quiero que confíes en mí. - Sabes que confío en ti, plenamente. Es solo que no confío en Archivald y si dices que todos los directivos van. - Son familia.
Archie estaba en su oficina, buscaba una cita contratada, cerraba los ojos y recordaba como se había quedado remojándose toda la noche en el yacusi y la prenda estaba tan pegada a su piel que tuvo que tallar con jerga por un buen rato hasta que se quitara el sobrante, se había pegado por todas partes y no podía presentarse con ninguna chica con pedazos de comida diluida y seca en su piel, era deplorable la situación en la que había quedado, todo por ese "papichulo" que le valió salir desnudo y mojado, haciendo una pelea exagerada que ni siquiera era por Annie, la muy desconsiderada, se escondía y sabía perderlo para que no se diera cuenta donde vivía y aun siguiéndola esos días, debido a que el asiento del auto también se había manchado tuvo que solicitar cambio de vehículo y estaba por adquirir un auto negro en vez de ese azul que tanto le había gustado. - ¡Annie! Como te necesito. ¡ggrrr!
Annie por su parte salía a cenar con Tom, este la llevaba a un restaurant bastante lujoso y platicaba con ella de manera muy galante, la trataba respetuosamente y no podía creer que fuera tan lindo con ella. - Niel siempre ha tenido ese problema con su tía abuela, pero debemos presentarle a una buena chica, estoy seguro de que alguna proveedora importante puede tener a la adecuada para él. - ¿Qué quieres decir? - Tienes acceso a toda su agenda, solo necesita encontrar a una mujer como la novia de Anthony o la de Alistar, son mujeres importantes y así no le pondrán peros en su familia. - Comprendo. ¿También buscas a alguien así? - No, yo no tengo ese problema, yo solo espero conquistar tu corazón y me doy por bien servido. - ¿Y si no lo logras? - No importa, quedamos como buenos amigos, no es obligado, si funcionamos, bien y si no, pues ya me tocara seguir buscando. Aunque presiento que nosotros vamos a funcionar.
Gracias por leer y comentar esta historia, trataré de seguirlas escribiendo seguido para completar lo antes posible,
las cosas no siempre salen como una las desea, pero si bien me va, podemos llevar a muchas historias con un buen trayecto y posterior final.
Continuamos con más Historias de Albert y Candy
Un Abrazo A la Distancia
Mayra Exitosa
