Kazama Tooru a sus 20 años era bastante famoso en el mundo de la moda, en sus vacaciones de verano fue contratado por una empresa extranjera y se la pasaba fuera del país. En todo ese tiempo se desactualizó en lo que respecta a la vida de sus amigos, no sabía casi nada de ellos.
Hoy era un día especial, pues se unía un nuevo chico al grupo de trabajo, no sabía quien era, pero como buen compañero de trabajo debía darle la bienvenida, pues iban a trabajar juntos en el nuevo proyecto, les tomarían fotos para una revista, debía ser un buen ejemplo para el novato. Entró al estudio de fotografía con una sonrisa y observó a la gran multitud de gente rodeando al recién llegado, Kazama se acercó con la intención de saludarle, lo único que alcanzaba a ver era su cabellera color negro.
- Ah, Kazama, llegaste, saluda a tu nuevo compañero.- dijo el fotógrafo encargado de la sesión mientras el oji-azul se hizo metió entre la multitud hasta llegar al centro.-
- Woo woo, hola Kazama, tanto tiempo.- dijo el chico con una sonrisa, Kazama por unos segundos se quedó paralizado y analizó la frase recién escuchada hasta que sus neuronas hicieron sinapsis.-
- ¿Shinnosuke?.- preguntó sorprendido.-
- El mismo.- dijo sonriendo aún, Kazama no sabía como reaccionar a ello, no le veía desde que tenían unos 14 años por culpa de su trabajo como modelo. En esencia no había cambiado nada, aún tenía su mirada peculiar y sus características cejas pobladas, pero el resto era diferente, ya se veía como un joven maduro.- No me mires tan fijamente~.- dijo avergonzado mientras rascaba su nuca.-
- Ah, lo siento, no fue mi intención, solo estoy sorprendido.- dijo avergonzado.-
- Vaya, al parecer se conocen, eso hará más fácil la sesión.- dijo el fotógrafo complacido por la coincidencia.-
- Claro que sí.- Shinnosuke abrazó a Kazama.- Somos muy íntimos desde que éramos niños, usted sabe.- dijo moviendo las cejas, el fotógrafo asintió mientras Kazama fruncía el ceño.-
- No digas cosas que se malinterpreten.-
- Solo digo la verdad~.-
- Si no les molesta en unos minutos iniciaremos la sesión, luego de eso podrán tener su tiempo libre.- dijo el fotógrafo y ambos asintieron.-
Se alistaron con la ropa que correspondía, ambos vestían de traje y los maquillaron un poco, la sesión empezó, al principio Kazama estaba algo cohibido, pero al final retomó su chispa al ver que el peli-negro se tomaba con seriedad el trabajo. Luego de unas cuantas fotografías, pusieron una silla en el estudio donde Kazama se sentó con las piernas cruzadas mientras sus manos estaban entrelazadas y apoyadas en su rodilla. Shinnosuke posó agachándose un poco, apoyó su codo en el respaldo de la silla ladeó su cabeza hacia Kazama mientras veía hacía la cámara y colocó la mano en su propia cintura. El oji-azul hacía lo posible por concentrarse y sacar sus mejores ángulos, pero le distraía tener a Shinnosuke tan cerca.
Cuando al fin terminaron con la sesión, fueron a quitarse el maquillaje y el traje.
- ¿Puedo preguntar porque estás aquí?.- dijo Kazama mientras se preparaban para irse, estaban en un lugar apartado del set.-
- Es un secreto~.- dijo Shinnosuke con un tono meloso.-
- ¡No me vengas con esas!.- alzó la voz molesto.- Y uno que se interesa por ti.- Shinnosuke rió suavemente.-
- No le quites lo divertido a la vida, Tooru~.- dijo en un tono travieso mientras tomó a Kazama de la barbilla.- ¿Cómo reaccionarías si te dijera que estoy aquí porque quise seguirte el paso?.-
- B-Bueno... te dirías que pareces un acosador.- dijo con el ceño fruncido y un rubor en sus mejillas, luego le dio un manotazo para que le soltara.- No bromees con esas cosas... nunca cambiarás.-
- Eres cruel, Kazama... y yo que soy sincero contigo...- dijo ofendido.-
- ... Si es así, entonces ¿para qué me seguiste?.- preguntó a Shinnosuke, este rascó su nuca con las manos temblorosas y le miraba inquieto.-
- No lo quiero decir aquí porque te enojaras.- río con un toque de nerviosismo.- Si quieres... podemos ir a tomar un café, aún es temprano.-
Kazama tenía planeado rechazarlo, pero se dio cuenta que era muy descortés, además le daba curiosidad que es lo que tenía que decir y que hizo todos estos años. Se dirigieron a una cafetería, hicieron su pedido y comenzaron a hablar por horas.
- ¿Tu madre como está?.- preguntó Kazama.-
- Bien, gorda como siempre.- comentó mientras el oji-azul le miraba incómodo.-
- No era necesaria la última información... ¿Y nevado?.-
- Oh, Nevado murió hace unos dos años.- dijo con tristeza.-
- Lo siento mucho.- se disculpó arrepentido de haberlo mencionado y Shinnosuke negó con una sonrisa.-
- Está bien, además, a ti te gustaba mucho Nevado.- dijo haciendo que el otro se sonroje.-
- Bueno... es que era un lindo perro y ambos sabíamos lo que es lidiar contigo.- Shinnosuke rió y Kazama le miró con una sonrisa.- Y... ¿qué me ibas a decir hace rato?.-
- Ah bueno... yo... estoy aquí porque elegí seguirte, no me siento arrepentido para nada, después de todo, soy un hombre sin sueños.- rió un poco para luego continuar.- Decidí que una vida sin mi amigo no era lo que quería, así que te seguí, me esforcé para aprender todo lo que sé de modelaje, mis padres creyeron que me volví loco, pero al ver que le ponía tantas ganas a esta meta, me apoyaron.-
- Pero... seguirme solo por amistad... es muy cruel para ti, ¿dónde quedas tú en todo esto?.-
- Es lo que decidí, ya te lo dije, no tengo sueños, por lo tanto no tengo nada que perder y quería estar a tu lado.- dijo y con algo de timidez tomó la mano de Kazama.- Eres mi única meta... al principio pensé que solo queria tener a mi amigo a mi lado, pero me equivoqué...-
- ¿Eh?.- dijo impactado.-
- Me gu...- Shinnosuke se sonrojó al notar que las palabras se atoraron en su garganta.- Me gu...gu...- respiró hondo mientras Kazama no sabía ni que cara poner ante la evidente confesión que se avecina.- ...¡Me gustas mucho!... no como un amigo, sino como hombre.-
- ¡¿Ehh?!... pero Shinnosuke...- dijo mientras su rostro se sonrojaba a más no poder.- ¿Por qué me dices esto ahora? No creo poder corresponderte.-
- Lo sé, solo quería sacarlo... si te incomoda... me alejaré de ti.-
- ¡No seas tan radical!.- dijo frunciendo el ceño.- Solo dame tiempo.- susurró avergonzado.- Estoy confundido... no sé que debo hacer.-
- ... Si quieres tiempo... yo te lo daré.- dijo con una sonrisa mientras apretaba la mano de Kazama.-
- Gracias...- sonrió de vuelta sintiendo que este sería el comienzo de algo más grande.-
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