"Creo que debería irme ya" Murmuró un poco bajo cuando aparecieron los créditos finales de la película que estaban viendo, era la primera vez que hablaba desde que le dieron al play.

Seguía pensando en lo sorprendente que fue, que entendiera tan razonablemente los besos entre Apple y ella, y que hiciera la mención de que seguramente, también lo habrían hecho si hubiera tenido la oportunidad con su examiga. Holly había sido verdaderamente una persona muy comprensible con su situación y entendiendo lo que significaba para ella su primer amor. Otra persona, ya se hubiera puesto celosa y no habría entendido lo que la pasó, como había hecho la rubia fresa. Se sentía muy agradecida porque se pusiera en sus zapatos, si ella hubiera estado en su misma situación cambiando a Apple por Blondie.

No sabía que hubo sentimientos de Holly por aquella rubia en el pasado, fue una confesión inesperada cuando se lo comentó. Aunque podría haberlo deducido, que llegó a sentir algo por Blondie en el pasado, antes de conocerla a ella.

"¿Quieres irte ya? Pensaba que te dejaban tus padres quedarte otra noche más. ¿Y no quieres ni quedarte a cenar?" Su novia la miró extrañada, una vez que dejó de apoyarse en su hombro para mirarla mientras seguía agarrada a su brazo izquierdo.

"Mañana he quedado con Chase para desayunar y además, ya es algo tarde" Se sentía mal por rechazarla, pero había estado esperando a que se terminara por fin la película, para que no quedara tan feo decirla que se iba.

"Bueno, vale Darl, te acompaño a mi cuarto a guardar tus cosas" Debía ser una estúpida para cortar todo el momento romántico en el que una chica guapa estaba abrazada y agarrada a ella, en un sofá mientras veían una película.

Le debían dar el premio de la peor novia del mundo mientras que Holly era su antónimo, siempre organizando unos planes de pareja dignos de una weeding planner. La celebración de su aniversario de dos meses, fue superior llevándola al restaurante al que quiso que cenaran en la primera cita que tuvieron, esa que ella no se había enterado de que iba a ser romántica. Y luego invitándola a dormir en su casa, en la que tenía una sorpresa aún mejor, porque aparte de haber llenado su habitación con globos con forma de corazón, su regalo fue demasiado junto con la caja que le regalo el otro día. No quería comparar los pendientes que le regaló, con y el regalo que le dio a ella. Pero, aunque Holly se los agradeciera y dijera que le gustó, no era lo que se merecía después de comprarle su regalo a ella y entender sus besos prohibidos con Apple.

"Holly ¿de verdad te gustan los pendientes?" Sería como la quinta vez entre ayer y hoy que le volvía a repetir la pregunta.

"Sí, Darling. Me gustan mucho de verdad, combina el color verde con mis ojos, me ha encantado mucho mi regalo de aniversario" Le afirmó como las anteriores veces, no entendía por qué le entraban tantas dudas de si le gustaba o no.

Cada vez que le preguntaba eso era porque quería escucharla decir que no, que no le habían gustado, que había sido una decepción para el pedazo regalo que le hizo a ella. Necesitaba que se lo negara, porque así se sentiría menos culpable de ser una nefasta novia, ya que era horrible como pareja en serio, ni siquiera los pendientes los escogió ni fue a comprarlos personalmente. Los tuvo comprar Chase a última hora cuando dejó a un lado sus pensamientos sobre su excuñada y recordó que al día siguiente había quedado con Holly y no era para una quedada normal, sino para su aniversario de dos meses.

Mientras guardaba sus pertenencias en la mochila que había traído ayer por la tarde, volvió ese sentimiento de culpabilidad por tener ganas de marcharse. En vez de querer seguir viendo películas y otra noche durmiendo juntas en la habitación de Holly, como cualquier novia enamorada, prefería encerrarse en su casita pensando en alguien que no era su pareja. Quería que salieran de su boca la frase de que al final se podía quedar con ella a dormir otra noche más, pero no le salían ni tenía ganas de mentirla más. Hizo el esfuerzo ayer porque no podía romper la ilusión de Holly sobre tener una pequeña fiesta de pijamas juntas en su casa vacía, pero ya al pasar la celebración de su aniversario, sabía que era una muy mala persona por llevar intentando durante horas decirla sutilmente que se quería marchar ya.

"Han sido unos días muy especiales, ayer y hoy, ¡el mejor aniversario de dos meses que podía tener! Todo gracias a ti" Era demasiado dulce con esas palabras y ese beso lento que le dio en los labios para despedirla, mientras estaban en el portal. "Adiós Darl, mañana nos vemos en la parada de autobús para ir de compras".

Intentó ponerla una sonrisa mientras volvía a recibir un beso de ella, esta vez algo más rápido, antes de comenzar a bajar las escaleras del portal mientras su novia entraba a su casa y cerraba la puerta tras ella.

Al día siguiente, de saber que Rosabella iba a seguir con su inmenso malestar por la primera borrachera que tuvo el viernes en la fiesta de su prima, no hubiera ido al desayuno y se habría quedado en casa. La razón principal para haber quedado por la mañana, era para que estuvieran los tres en persona, sobre todo para que se vieran en persona la castaña y Chase que aún no se había visto.

"¿Al final le gustaron a Holly los pendientes?" Se le había pasado completamente decirle la opinión de su novia cuando abrió el regalo, ese que ella ni eligió.

"Le gustó mucho, dijo que combinaban perfectos con sus ojos verdes. Gracias por comprarlos por mí" Estaba muy agradecida por el favorcillo, pero se sentía mal consigo misma porque aunque lo pagó ella, fue su mejor amigo quien compró su regalo de aniversario.

"No fue nada, ya sabía yo que le gustaría el color verde" Cuando le dijo que él podía comprar unos pendientes para Holly y le preguntó cuál era el color de sus ojos, no le sonaba que la chica O'Hair tuviera el iris azul. "Los pendientes azules era más para una chica rubia que salió con tu hermano".

Ya sabía por dónde iba encaminado Chase al citar a su excuñada de esa manera. Fue un gran error equivocarse y decirle que los ojos de su novia era de un azul intenso como el zafiro cuando eran como un verde esmeralda, pero cuando le volvió a llamar para preguntar qué color le gustaría a la rubia fresa, su cabeza no estaba pensando en su novia en ese momento. Al igual que aquella tarde restante, aunque el día anterior había contado sus besos con otra chica a Holly y habían decidido seguir con su relación, de su cabeza no salía Apple.

Reconocía que cuando le habló de comprar unos pendientes, inmediatamente le apareció en la mente la imagen de la hija de Blancanieves abriendo el joyero que le regaló y guardando unos pendientes nuevos. Fue una confusión tonta e inmediatamente iba a rectificar, pero ya Chase respondió que los ojos de Holly eran verdes, no azules como los de la exnovia de Daring.

"¿Habéis hablado ya?" Desde que le contó que se había estado besando con ella, con la chica de sus sueños y amor platónico desde siempre, él no paraba de decirla que le parecía muy tonto que ahora que le correspondía a su amor, hubiera dejado y siguiera permitiendo que pensara que le gustaba Raven y no ella.

"No, es compleja la situación Chase, y no quiero meter de por medio a Holly" Él lo decía como si fuera tan simple, tan sencillo marcar su número e iniciar una conversación con la rubia.

"Llevas esperando toda tu vida a que te vea como más que una amiga de la infancia y ahora que ha dado besos con lengua sin estar bebida ¿Vas a dejar que piense que te gusta Raven en vez de ella?" Diciéndolo así, parecía una gran tonta por no confesarle su amor a la persona que más había deseado del mundo tener como pareja. Que sí, era una gran tonta por no resolver la confusión errónea que había en su cabeza de ella y la chica Queen. Pero su boca no pudo responder, al pensar qué pasaría con su novia si le hubiera contado la verdad y también sentía un gran miedo al pensar que tal vez solo había sido una sustituta de Raven durante unos días para Apple, debido a que la rubia sabía que no la corresponderían nunca.

"Darling, tienes que confesarte ya, a Apple le gustas, lo dejó claro en el fin de semana contigo besándote y cuando la dejaste ahí tirada, estoy seguro de que le decepcionó. ¿Cuánto piensas que ella te esperara, antes de volver con tu hermano?" Cómo podía dejar su amiga pasar la oportunidad, estaba loca si dejaba pasar más tiempo a intentar arreglar el malentendido.

"Ella no va a volver con Daring, eso me lo ha asegurado varias veces en el verano" Esa posibilidad de que volvieran a estar juntos estaba descartada, no tenía por qué preocuparse de que ocurriera algo romántico entre ambos rubios, no iba a pasar.

"Bueno vale, pero ¿Y cuánto tardará en conocer a otra persona y comenzar a enamorarse? Apple es una chica guapa y muy sociable que suele llamar la atención, no sería extraño que ya hubiera conocido a alguien agradable y que se hubiera interesado en ella" Tal vez una persona no se enamora de otra tan rápido y estaba seguro de que a Apple le gustaba su amiga, pero tenía que meter algo de incertidumbre porque por sola ella, no iba a hacer nada a este paso.

"¿En una semana? No puede ser, además Raven dice que llevaba en su casa sin salir desde que regresamos, no creo que allí conozca a alguien de quien enamorarse" Chase estaba intentando comerla la cabeza y generarla incertidumbre.

"Lo que digas princesa, pero como no hagas algo, lo que sea que siente nuevo por ti se le va a quitar con el tiempo, pensando que no te gusta" Aunque intentó que no se mostrará en su rostro que le importó ese comentario, le había sentado mal que le dijera que a su amor no correspondido anteriormente iba a dejarle de gustar.

Durante el desayuno, había conseguido meter muy buenas dudas en su cabeza sobre qué podría estar haciendo Apple en estos días. Aunque había escuchado, los días anteriores al viernes, a Raven criticando que la rubia no salía de su casa para nada, ahora quería saber con todo detalle lo que había estado haciendo estos días. No quería pensar que había conocido a alguien nuevo y se estaba olvidando de lo que tuvieron en su pueblo de vacaciones, porque eso sería retroceder todo lo que habían avanzado.

Debería matar a Chase por hacer que comenzará a comerse más la cabeza y por ese comentario que le estaba sentando peor que cuando hizo un meme con ella. Y eso que poner su cara encima de la de Mike Wazowski diciendo: "recuerdo cuando recreamos aquella escena final tan romántica de Titanic" y luego abajo con lágrimas dibujadas diciendo "yo era la tabla", fue burlarse demasiado humorísticamente con su falta de pecho.

"¿Quieres hacer luego algo, por la tarde?" Le preguntó mientras comenzaban a caminar una vez pagada la cuenta.

"Estoy ocupada, Holly quiere que vayamos al centro comercial para comprarle algo a Poppy porque la han hecho fija en la peluquería" Respondió intentando que no se notara mucho las escasas ganas que tenía de ir, dentro de unas pocas horas.

Tenía cero ganas y no aumentaron cuando llegó al autobús por la tarde, seguramente lo noto el conductor cuando soltó un leve y pequeño suspiro al subir. Aunque hacía un buen día para salir y hacer planes fuera de casa, lo único que quería hacer por la tarde era seguir en su habitación, repitiendo una y otra vez que habría pasado en el hipotético caso de que hubiera contestado la pregunta de Apple.

Cuando llegó a donde estaba Holly, intentó cambiar su expresión a una que fuera más alegre, ya que la felicidad que transmitía su novia por su sonrisa, no necesitaba saber por su cara de abatida que ella en verdad no tenía nada de ganas de estar aquí. Jamás había pensado en que era una chica falsa, pero tal vez debería de empezar a replantearse adjudicarse ese adjetivo porque la idea de ir a acompañar a Holly de compras, le era lo más tedioso actualmente que pensaba que haría hoy. No le desagradaba ir de compras, pero sabía que como las últimas veces, su novia iría de tienda en tienda mirando todo para luego no llegar a comprarse nada y eso de mirar por mirar para nada le parecía estúpido y una gran pérdida de tiempo. Pero no había rechazado su propuesta, ya que sentía el deber como una obligación moral de acompañarla, después de como actuó cuando le confesó lo de los besos.

"¿Ya tienes pensado el regalo para Poppy? Lo digo para que vayamos directas a por él" Comentó mirando hacia la ventana, esperaba que ya lo hubiera decidido y no tuvieran que ir de tienda en tienda.

"No, no he pensado nada todavía, pero no te preocupes encontraremos algo antes de que termine la tarde" Su contestación hizo que cerrara momentáneamente los ojos con pesar, definitivamente ya debería comenzar a asumir que no iba a salir del centro comercial hasta que no lo cerrarán a las diez de la noche.

Entendía que Holly quisiera regalar a su gemela un regalo porque la hubieran hecho fija en la peluquería, se lo merecía porque su cuñada se había esforzado sacándose el título profesional básico de peluquería y estética este año y luego trabajando duro por las tardes en una peluquería durante el verano. Pero, la sola idea de estar toda la tarde de un lado a otro mirando cosas, la hacía replantearse mucho que debió de decirla que fuera con Farrah a mejor hoy.

Cuando bajaron del autobús e intentaba pensar que solo entrarían a unas cuantas tiendas para encontrar algo para su cuñada y ya, en vez de recorrerse todo el centro comercial, vieron que estaba la novia de Hunter en la puerta junto con un café del Starbucks.

"¿Ashlynn? Pensaba que librabas hoy en la zapatería" Dijo la rubia fresa sorprendida de ver a su amiga en su cuarto de hora de descanso.

"Sí, técnicamente libraba hoy, pero lo he cambiado con una compañera para tener pasado mañana mejor el día libre. ¿Y vosotras que hacéis aquí? ¿De cita romántica al cine o a cenar?" Se le hacía raro que le preguntaran por su pareja, porque normalmente como pocos sabía que eran novias, se le hacían raras las preguntas como esas.

"Ya celebramos antes de ayer nuestros dos meses juntas, venimos a comprarle algo a Poppy que la han hecho fija y estoy muy orgullosa de ella. Además es un aliciente para lo que la espera este año, porque quiere sacarse otro grado mientras trabaja a media jornada allí"

"Ay, pues me alegro muchísimo por Poppy, dale mi enhorabuena. Y por curiosidad ¿qué has pensado en regalarla? ¿Unos zapatos? ¿Tal vez?"

"Había pensado en algo del Body Shop, o tal vez maquillaje de KIKO porque ropa y zapatos ya tiene muchos" Un Kit de baño en una cestita de mimbre o un kit de maquillaje era lo que más se le había ocurrido comprarla.

Su comentario hizo que se le iluminara la cara al pensar que podría volver a su casa más pronto de lo que pensaba. Solo iban a entrar e irse directas a esas dos tiendas en vez de recorrerse todo el centro comercial, le parecía una idea maravillosa, una tarde corta y rápida de compras iba a ser.

"Pues me parece muy bien, seguro que le encanta. No os olvidéis de pasaron a despediros de mí antes de que os vayáis ¿vale guapas?" Solo iban a entrar a dos tiendas, así que no tardarían en volver a encontrar a Ashlynn, para decirla adiós.

O eso llegó a pensar antes de entrar, que no tardarían en encontrar algo para su cuñada y se irían. Las palabras de su novia le hicieron creerse esa imaginación, para luego al segundo de cruzar esas puertas de cristal que se abrían por un sensor de movimientos, se fue directa a la primera tienda que había: el H & M. Al principio pensaba que entró porque había encontrado algo interesante para su gemela, pero no, porque se quedaron mirando y rebuscando ropa durante varios minutos. Entonces, supuso que entraron solo porque era la marca favorita de Holly y que solo entrarían en esa, pero su idea fue muy errónea cuando entraron en la tercera tienda, después de haber mirado por completo las otras dos anteriores.

"Si no piensas comprarle algo de ropa a Poppy ¿Por qué hemos entrado?" En el autobús había dicho eso, así que no entendía que seguían haciendo en Zara, que solo les faltaba ya la sección de Hombres y la de niños.

"Hay cosas monas, Darling" Argumentó mientras se iba desplazando hacia el otro lado para ver el siguiente estante de camisetas.

Estaba suponiendo que su novia iba a entrar en cada tienda y hasta que llegaran, al menos aunque el Body Shop quedaba algo lejos, estaba en frente de la de KIKO. En cuanto hubieran comprado el regalo de la mayor de las gemelas OHair, tenía claro que no se quedaría a ver más tiendas.

"¡Ay mira! Esta falda, qué mona, creo que voy a ir a probármela junto con algunas cosas más ¿dónde están aquí los probadores?" Encima de que miraban por mirar para no pagar nada, para irse sin pasar por caja después con algo, Holly quería probarse ropa que ambas sabían que no se la compraría. Si fuera dependienta odiaría a las personas como ellas, que solo entrar para mirar, probarse cosas y luego dejarlas ahí para que las volviera a colocar ella en su sitio. Se contentaba al menos de que su novia no se probara la ropa y se hiciera fotos frente al espejo con ella, para después subirlo a su instagram, aunque luego no lo fuera a comprar.

Cuando vio los probadores desde afuera y la pequeña cola que había para entrar, pasó completamente de ponerse a esperar ahí. Lo que le faltaba ya era hacer una cola, prefirió quedarse afuera con el bolso de la rubia fresa, mirando lo que vendía mientras su novia esperaba para entrar a un probador. Debió de percatarse del detalle de que era domingo y el centro comercial estaría lleno de gente por ser fin de semana.

Menuda tarde llevaban, se estaba cumpliendo lo que no quería que pasara hoy y encima ahora se encontraba sola porque Holly había querido probarse ropa. Al menos si hubieran entrado a Nike o Adidas le hubiera parecido más interesante, se habría mirado unas zapatillas de allí durante lo que durara su espera. Aunque al final llamó su atención, que en los expositores cercanos, siguieran vendiendo bañadores y bikinis aunque ya estuvieran en septiembre.

Quitando lo raro que le parecía que alguien se comprara uno ahora, observándolos recordó que ya había visto en alguna parte ese bañador negro algo escotado y sexy por delante, pero no recordaba dónde exactamente. Tardó un rato en recordar que se lo enseño Apple la única vez que fueron a la piscina juntas en aquel fin de semana. Le preguntó qué cuál prefería para ella y aunque le gustó este, dijo el bikini que llevaba el color rojo. Ahora se le vino a la mente la imagen de la rubia con el bikini ese y la intriga de cómo de bien le habría quedado el negro que tenía enfrente de ella, se estaban colorando sola por imaginar cómo se vería con el bañador negro en su figura curvilínea.

"¿Quieres comprarte un bañador?" No sabía que Holly ya había salido y que además, la había pillado mirando trajes de baño.

"No, no, no, solo estaba mirando, es escotado para mí. Bueno, ¿Al final te ha gustado algo de lo que te has probado?" Le preguntó volviendo a colgar la percha en su sitio, mientras que intentaba que sus mejillas dejaran de estar sonrojadas.

"No, no me ha gustado como me quedaban" Mientras observaba de nuevo a su novia admirar el bañador negro, le parecía que tenía ganas de comprarlo o algo porque no paraba de mirarlo ¿tal vez estaba insegura de pagarlo por su cuerpo? Pensó, aunque su novia no tenía por qué avergonzarse de él, estaba buena físicamente y a ella le gustaba mucho más que el suyo propio. "¿Oye seguro que no lo quieres? Creo que te quedaría muy bien si te lo compras".

"Oh, no, no, no me imagino con el puesto" La única persona que se imaginaba con el puesto era a Apple, a ella le quedaría sexy y sensual seguro.

Una vez que salieron de esa tienda, la rubia fresa la arrastró a varias más antes de llegar a las dos únicas tiendas donde de verdad había pensado en comprar algo. Y se tiró como media hora en cada una por la indecisión que tenía sobre que comprar a su hermana, para luego coger lo primero que más le había llamado la atención. Un suspiro salió de su boca cuando salieron de KIKO con una bolsa, ya habían comprado algo a su cuñada en ambos comercios y no necesitaban quedarse más se decía a sí misma. Pero, Holly quiso seguir mirando las tiendas restantes que les quedaban por ver, así que aunque ya tenían el regalo de su cuñada, siguieron mirando tiendas una detrás de otra.

La última media hora estuvo siendo como una niña pequeña, insistiendo todo el rato en marcharse ya a casa. Sabía que había sido una maldita intensa con Holly, seguramente un dolor de cabeza enorme, porque al segundo de volver a pedir a la rubia fresa marcharse ya, ella respondió en un tono algo alto qué sí, que se despedían de Ashlynn y ya se iban a la parada de autobús.

"Holly, ve yendo tú, que voy al baño" Informó a la rubia fresa para que fuera yendo sola a la zapatería donde trabajaba su amiga.

Una vez que salió a lavarse las manos, hubo un momento en que reflexiono consigo misma porque en verdad había venido para que alegrar y no defraudar a su novia y había acabado siendo un gran malestar para ella. Si fuera Holly habría preferido mil veces haber venido sola que con la insufrible e intensa persona que se había puesto, era bastante obvio que ella había cedido a irse ya porque no la aguantaba más y era eso o un guantazo en la cara para no escucharla más. Se había pasado con su pareja, si había accedido a ir de comprar con ella, pues se debería haber aguantado y callado, pero como no lo hizo, ahora le debía una disculpa por lo pesada que podía llegar a ser a veces.

Como la zapatería se encontraba al final del pasillo derecho, en medio, al salir del baño la veía perfectamente. Así que cuando iba a comenzar a andar hacía donde suponía que estaban las dos rubias fresas despidiéndose, pudo ver al instante como la tercera persona que hablaba con ellas, era la chica rubia que llevaba sin ver desde que volvieron.

Retrocedió al momento, sabía que si fuera allí, las otras dos chicas notarían la tensión que había entre ambas. Así que, esperaba que Holly no tardará en percatarse de su ausencia y decidiera ir a buscarla al servicio femenino.

Durante su espera, se quedó observándolas en la distancia. Se había obligado a sí misma a ni verla, pero le fue imposible que su excuñada no terminara de robarla toda su atención. ¿Por qué, cómo iba a ignorar esos labios rojos? No podía, estaban tan bien pintados y hacían que se viera tan bien sus dientes blancos, además, ahora estaban riéndose. En su imaginación cerrando los ojos podía escuchar su risa, esa que le gustaba tanto y le era muy adorable. Un sentimiento idéntico al que sintió la vez que la robó un beso debajo de la lluvia, apareció en su corazón: quería darla un beso, en ese instante. Cuanto más la contemplaba de arriba abajo, sin que se le escapara ni un solo detalle de lo que hacía, quería hacerlo. Darla un beso interminable, agarrarla de la cara y tocarla el cabello. Únicamente, mientras caminaba involuntariamente hacia ellas, pensaba en que no quería esperar más tiempo ni que agregara otra palabra más a la conversación que tenía con sus amigas, quería darla un beso y hacerlo ya.

Pero no lo hizo, se paró a mitad de camino en frente de la zapatería, mientras seguía mirando a la rubia. Dándose cuenta de la estupidez que parecía dispuesta a hacer, tenía novia y estaba segura de que odiaría que le diera un beso a otra.

"Darl, sí, perdona que me he enrollado hablando. Apple nos estaba enseñando el regalo que había comprado y…" Holly comenzó a contarla una vez que estuvo delante de ella, se había despedido rápidamente de las otras dos chicas cuando la vio parada en frente de la tienda, suponía que pensó que estaba impaciente por irse ya.

Su novia le estaba dando explicaciones que ni siquiera le importaban, la verdad, no le estaba prestando ni una mínima atención a lo que le estaba diciendo. Lo único que le parecía fundamental en aquel momento era seguir contemplando a su excuñada, que seguía hablando con Ashlynn tranquilamente.

Cuando Holly ya terminó de darla explicaciones, o eso supuso que le estaba contando, hizo que tuviera su atención al preguntarla si se iban ya. Asintió con su cabeza hacia abajo, y antes de que la rubia fresa tirara de ella por su mano enlazada para que comenzara a andar, la vio mirándola. Sus ojos azules, mientras tenía una pequeña sonrisa, de esas que tienen como límite la comisura de los labios.

No paró de pensar en su mirada y sonrisa desde que subió al autobús, la miró de una forma distinta a como siempre solía mirarla, y quería saber el por qué a eso. ¿Por qué la miró, como si estuviera feliz? ¿La habría superado ya? Habían pasado menos de siete días desde que volvieron, eso no podía ser posible ¿no?

"¿Sabes? Apple tenía un chupetón en el lado derecho de su cuello, aunque no se le notaba mucho" Comentó riéndose un poco, no se esperaba eso de una chica como ella y ahora le dio un poco de curiosidad saber quién se lo hizo.

Quería pensar que estaba bromeando con ella, que lo decía por decir, pero Holly no era como Maddie que decía cosas raras al azar. ¿Su excuñada había conocido a alguien ya? ¿Y todo lo que paso entre ellas qué? No entendía nada, ella desde que volvieron a la ciudad, se había estado sintiendo mal y queriendo que estuvieran juntas, mientras que la rubia había pasado los días quedando con otra persona que no era ella. Quería enfadarse con ella, parecía que no le había importado una mierda a la lo que tuvieron juntas, pero también era su culpa. Había sido en parte la causante, de ese desenlace, con su acción de dejarla tirada en aquel servicio público de carretera.

"Ha estado bien el día de hoy ¿no Darl? Me ha gustado este día de compras" Le comentó apoyándose en su hombro derecho, aunque había sido algo intensa con querer irse, siempre le gustaba pasar el día con ella.

Holly se comportaba como la novia perfecta que siempre se había imaginado en su mente, haciendo todo de una manera tan dulce y amable que le debería de encantar. Y aun así seguía completamente en su mente otra chica que no era ella, se sentía mala, muy mala, no pudiendo devolverle tanto amor como le profesaba a ella ni ser igual de romántica, pero no podía engañarse a sí misma, a su adorable novia le faltaban tres características irremediables: unos intensos ojos azules, un cabello rubio con tirabuzones y ser Apple White.

Y ahora le estaba pasando justamente lo que Chase le había advertido en el desayuno. Él tenía razón, tal vez la rubia había desistido ya la idea de que pudieran ser algo más, por la tonta confusión de que quien le gustaba era Raven. No, no podía ocurrirle eso porque había sido tan gilipollas de no confesárselo cuando debió, en vez de callarse. Ya sabía que había sido un gravísimo error, pero no imaginaba que la había jodido tanto.

"Me tengo que bajar ya" Se levantó de su asiento, al tiempo que el autobús paraba en una parada distinta de la que se había subido. Pero, le dio igual, necesitaba con urgencia salir de ese autobús e ir a hablar con la rubia, si quedaba una posibilidad de que estuvieran juntas, era ahora o nunca.

"Espera, Darling…" Escuchó que dijo Holly, extrañada por su repentina acción de bajarse cuando no le tocaba, pero ignoró lo que quería decirla, no tenía tiempo.

Sabía que había dejado a su novia tirada, sola en el autobús sin ninguna clase de explicación, y obviamente no se lo merecía Holly. Pero, tampoco se lo mereció Apple en aquel momento y ahora era su excuñada quien era lo más importante, necesitaba que supiera de una vez por todas que desde siempre le gustaba.

Durante su camino, anduvo rápido casi corriendo en dirección de la residencia White, pensando en que no podía permitir que Apple encontrara a otra persona mejor que ella y la superara ya, aun cuando ni siquiera conocía de sus sentimientos. Si iba a perderla definitivamente, al menos que conociera que desde siempre le había estado gustando y que por ella descubrió su sexualidad siendo niña. No que se olvidara de lo que habian tenido porque suponía que era Raven quien le gustaba y solo había sido un suplente de ella, porque cada vez estaba más segura de que no habia suplentes para sustituir el amor que sentía por su excuñada.

Su corazón iba a mil por hora y tenía la respiración agitadísima, mientras que gotas de sudor empezaban a correr por su frente, pero le daba igual. Cuanto más se acercaba al timbre más se aceleraba su pulso, e intentaba pensar que decirla lo primero para que no cerrara en su cara la puerta. Qué se merecía un poco eso, pero quería que le escuchara lo que tenía que decirla, antes de que empezara algo romántico con quien le hizo esa marca en el cuello.

"¡Apple, nunca me ha gustado Raven!" Dijo en voz alta al segundo de que le abrieran la puerta y se encontrara con los ojos azules de antes. "… Y no hubiera cambiado nada, si hubieras sido ella, te lo prometo".

Notó como la mirada clara la analizó de pies a cabeza, esperaba que la creyera, porque era verdad, nunca le había gustado la novia de Dexter. Siempre había sido ella y seguía siéndolo, lo tenía claro, pero no sabía si la rubia creía en su palabra, ya que sabía que habían pasado días para ahora contestar a su pregunta.

"¿Quieres pasar?" Preguntó mirándola y sonriendo dulcemente, apartándose a un lado de la puerta para dejarla pasar a dentro de su casa.


Espero que os haya gustado UwU.

Seguramente tarde en actualizar porque me falta muy poquito para terminar este curso y los exámenes finales los tengo súper cercanos.