Volvimos con más Sasusaku para sus corazones. Espero que disfruten el capítulo y… ¡comenzamos!

Capítulo 26 – No más desastres.

Antes de volver a cometer un error, decidimos hacer las cosas con calma. Le pedí de favor, ir despacio esta vez. Ni bien sus papeles salieran y estuviera oficialmente divorciada podríamos comenzar lo nuestro. Las siguientes 2 semanas fueron un suplicio, no recuerdo haber sido tan insistente con otro juez para que firmará la orden. Cuando le di la noticia a Sakura, dijo que lo celebraríamos el sábado, en su departamento, con una cena hecha por ella misma. Hoy era martes, así que debería esperar un poco para verla.

-¿Puedo ir a visitarte ahora? – ella se oía emocionada y yo también deseo estar a su lado por un momento por lo menos.

-Seguro, ya no tengo reuniones en la tarde. Te espero aquí.

-Nos vemos enseguida, quiero mostrarte algo. Un preludio a lo que será el fin de semana – antes de poder colgar, la puerta que da al pasillo se abrió. Levante la vista sin terminar la llamada.

-¡Felicidades al gran Dr. Uchiha! – una de las socias del bufete, ingreso a mi oficina sin tocar. Mi secretaria me miro espantada tras de ella. Yo solo le reste importancia y le avise a la hermosa mujer al otro lado del teléfono que hablaríamos cuando llegara.

-Señorita Mei, ¿A que debo el honor? – suele molestarme a veces, irrumpiendo sin anunciarse como lo hizo ahora. Siempre con alguna excusa barata…

-¡Oh vamos! ¿No puedo simplemente pasar a saludar a uno de nuestros mejores abogados? – sé lo que esta mujer quiere, y si antes no le daba la más mínima atención, menos en este momento.

-No recuerdo que nuestra relación fuera tan cercana ¿Necesita algo? – tuerce el labio y aunque lo lleva pintado del mismo color que tan bien le queda a Sakura, no me parece agradable. No mal entiendan, la señorita Terumi es una mujer atractiva, pero no mi tipo y pesar de los años que tiene encima, se conserva bastante bien.

-Siempre eres tan serio. Pensé que ahora serías más agradable – enarque una ceja.

-¿Qué cambio?

-Que te conseguí un puesto permanente en la firma – parpadee sorprendido – oh vamos, el viejo Sarutobi ya tendría que habértelo contado.

-No, de hecho no me lo ha mencionado – cogí el teléfono para llamarlo – le preguntaré ahora mismo – sujeto mi mano, yo la mire molesto. No soy muy fanático del contacto físico innecesario.

-Hazlo más tarde – me aleje de ella, retrocediendo mi silla para tener espacio suficiente entre nosotros.

-Lo haré ahora – me coloqué de pie – le agradezco que se haya tomado la molestia de venir aquí a decírmelo.

-¿Qué harás para agradecerme? – suspire ofuscado. No soy una persona muy paciente, y cuando algo o alguien, me fastidia, es más que evidente.

-¿Quiere oír mi respuesta? – Abre los ojos y sacude las pestañas – nada.

-¿Disculpa?

-No tengo porque agradecerle. Me gane con esfuerzo un puesto en este lugar - la puerta volvió a abrirse sin autorización e incline la cabeza para ver quién era el nuevo intruso, bastante molesto porque todo el mundo hacía lo que quería.

-Sabía que ese perfume barato se me hacía familiar – Sakura miraba de pies a cabeza a Mei Terumi, la misma solo levanto los hombros con sorpresa e hizo la sonrisa más fingida que he visto en un rostro. Despidiendo desdén por cada poro.

-¡Pero mira quien regreso de entre los muertos! – mi novia no me miro siquiera, estaba muy enfocada en la otra mujer en la habitación.

-¡Lo siento señor! - mi pobre secretaria tenía la cabeza casi en el suelo – ¡La señora no me escucho!

-Descuida Anko, no hay problema. Puedes retirarte – asintió y prácticamente huyo del lugar.

-¿Qué te trae por aquí señora Akasuna? ¿O ya es ex señora?

-Gracias al Dr. Uchiha, soy una mujer libre.

-No me sorprende, a los Haruno suele costarle mantener las relaciones por mucho tiempo – esto acabara muy mal si no logro pararlas. Odio de sobre manera este tipo de situaciones.

-Señoritas – la sonrisa malvada de Sakura no me pasó desapercibida.

-Disculpe doctor, ambas somos señoras ya – los colores subieron al rostro la mujer de cabello rojizo- ¿No es así? ¿Señora de Choujuro? – la aludida ofuscada le contesto.

-¡Cállate!

-¿Dije algo malo?

-¡Ya no estamos casados! – la peli rosa se encoge de hombros.

-¡Que pena! ¡Tan lindos se veían juntos! Aunque veo que su gusto por los hombres jóvenes y apuestos no ha cambiado – cerró los ojos y sonrió igual o más falsamente que Mei.

La señora Terumi se retiró, del mismo modo en el que ingreso. Sin decir nada o siquiera despedirse. Lo único que alcance a escuchar antes de que cerrara la puerta fue una palabra "Zorra" y luego el sonido de las maderas al chocar. Sakura comenzó a reír fuertemente y yo aproveche eso para hablar con mi secretaria e indicarle que no reciba más visitas. Ella volvió a disculparse y dijo que se aseguraría de que no me volvieran a molestar.

Ingrese a mi oficina, cerré la puerta con tranca y corrí las cortinas. Camine hasta mi novia y la tome por la cintura, plantándole un beso, logrando que parara de reír – Muy graciosa señora Haruno – cruzo sus brazos tras mi cuello - ¿Qué es lo que querías mostrarme con tanta urgencia?

Se muerde el labio y jala suavemente mi camisa – Tengo un poco de calor ¿Te molesta si me saco el abrigo?

-No ¿Quieres que lo cuelgue? – se desprendió la gabardina y estaba solo con una lencería negra debajo. Rápidamente cerré el abrigo y mire a la cámara que hay en una esquina de mi oficina - ¡¿Qué?! – Tome su mano y la lleve al cuarto de fotocopias que tengo adentro – ¡Hay un cámara en casi todas las habitaciones!

-¡Ups! – no se veía para nada consternada – mi error.

-Sakura – le reclame – Nos podríamos meter en un problema por eso. Si alguien te viera, yo sería el más afectado.

-Lo siento Dr. Uchiha. No es mi intención perjudicarlo – Se ajustó el cinturón de la prenda – te mostrare lo que tengo para ti en mi casa, este sábado. Que tengas una buena tarde – camino hasta la puerta lista para marcharse. Si la traje a este lugar, es solamente porque no quería que alguien además de mí la viera con eso. La abrace y recargue mi mentón en su hombro, ella estaba molesta.

-¿Y si quiero ver mi regalo ahora? – Bese su cuello - ¿Qué harías?

Inclino la cabeza, permitiéndome un mejor acceso a su piel - ¿Ahora si quieres verlo? - Yo aproveche para meter mis manos entre en la apertura del cuello y manosear el inicio de sus senos. No se negó a mis caricias en ningún momento, yo estaba más que feliz por tenerla ahí para mí.

-Nunca dije que no - El móvil, que tenía dentro del pantalón comenzó a sonar y dado que reconozco el tono, sé quién es – Debo contestar – exclamo ofuscado. Ella solo voltea y asiente con una sonrisa, bastante sospechosa debo aclarar… - Hola señor – El hombre al otro lado de la línea es Hiruzen Sarutobi.

-Hola muchacho. Ya me enteré que Mei se me adelantó con la noticia – Iba a responderle que sí, pero mis neuronas se desconectaron 2 segundos al ver que Sakura se había arrodillado frente a mí y bajado el cierre… Cabe resaltar que la gabardina se hallaba en el suelo bajo sus rodillas. Desde mi perspectiva, podía ver sus nalgas al aire y la lencería vagamente.

-… Eh sí, menciono algo al respecto – le hice una seña para que se detuviera, obviamente no me hizo caso. Pase saliva y respire profundo.

-Fue una decisión casi unánime – la peli rosa había sacado mi pene de su escondite y dio una lamida desde la base hasta la punta muy suavemente. Me mordí el labio para no decir nada.

-¿A. A qué se debe? No he tenido… ¡Oh! – Condenada mujer, sujete su cabello cuando comenzó el vaivén – c. casos muy relevantes.

-El Akasuna-Haruno resonó bastante en la última reunión – tuve que tragarme el gemido que iba a escapar de mi boca.

-E. Entiendo – respira Sasuke… baje un poco la mirada y casi llego por culpa de la vista. Mira que antes ella jamás hubiera estado tan cómoda haciendo esto.

-¿Estás ocupado?

-¿Eh? – me sostuve por la puerta al sentir mis piernas temblar – U. Un poco. Tengo algo que resolver ahora mismo. Lo llamo en media hora – ella estaba por lograr que me corra y no quería eso. Tuve que cortar la comunicación o me hubiera escuchado quejarme. Tire mi móvil sobre la fotocopiadora y levante a Sakura por el brazo - ¿Quieres matarme?

-En realidad es otra cosa lo que quiero – la manera en la que se remojo los labios con la lengua me produjo piel de gallina.

-¡Vas a matarme! – la sostuve en brazos y habiéndole quitado solo el sostén, hice a un lado la tela de la tanga para penetrarla. Su interior me volvía loco, ella es una droga para mí. Su espalda termino apoyada por la puerta, yo simplemente comencé la danza, que nuestros cuerpos tanto anhelaban. Apreté sus nalgas, bese su cuello, ella mordía mi oreja y paseaba sus uñas por mi camisa, yo estaba aún vestido y con las pantalones casi puestos – ¡maldición!

-¿Te gusta? – Susurra contra mi oído – estoy así por ti – estaba muy mojada. Salí de ella, la baje despacio al suelo, voltee su cuerpo y bese su espalda. Mi pene lo restregué contra sus glúteos y aproveche ese lapso, para calmarme un poco.

-¿Qué es lo que quieres de mí? – el perfume de su piel inunda el aire

-Volverte loco – su mejilla está apoyada por la madera y me mira por sobre el hombro – Así como tú lo haces conmigo – sujete sus caderas con ambas manos, me dirigí a su entrada y me abrí paso, lentamente.

-Eso ya lo haces – una estocada – he perdido completamente la cabeza por ti – lo hacía lento, pero profundo – me tienes a tus pies desde aquella vez, en la oficina de vicepresidencia – ella era tan inocente al principio. Se veía como una diosa por fuera, pero con tantos tapujos y miedos, que no vivía.

-¿Qué?

Me erguí cuanto pude, sin salir de su interior y aumentando un poco el ritmo, para poder hablar directamente en su oído – La primera vez que te tuve – bese su mejilla – ya no hubo otra mujer, que me pusiera tanto – la abrace, apretando sus pecho y cintura – que con solo una sonrisa – los gemidos de ella, son música para mis oído.

-¡Sas! ¡Sasuke! – no me importaba que todos la escucharan – ¡más!

-Córrete para mí – le dije eso, pero quien termino por llegar al orgasmo fui yo. Tratando de hundirme aún más profundo en ella. Salí de su interior y aun abrazado a Sakura me senté en el pequeño banquito que hay en esa oficina – Lo siento – bese su mejilla – No pude contenerme – yo respiraba con dificultad, la peli rosa igual.

-No te preocupes – se volteó dentro del abrazo – sigo tomando pastillas y no estoy en mis días fértiles.

-Eso es un alivio – acomodándose bien dentro de mis piernas y pasando sus brazos tras mi cuello, continuo.

-Eres peligroso Sasuke Uchiha – reí por su comentario.

-Yo no soy el que vino listo para la acción – separo su cabeza de mí.

-¡No veo resistencia de tu parte tampoco! – bese sus labios suavemente.

-Tampoco soy cura. No desaprovecharía la oportunidad de estar con la mujer que me vuelve loco – sus ojos verdes me trasmiten tanto. Acaricie su mejilla – te quiero demasiado – mi pulgar lo coloque sobre su labio inferior. Ella lo metió en su boca y lo chupo.

-¿Tanto como para otra ronda? – reí.

-Todas las que quieras preciosa – esa tarde, fuimos los últimos en salir de la oficina.

Me acorde de llamar al señor Sarutobi al día siguiente. Le dije que estaba terminando de revisar un caso y que me tomó más de la cuenta. Como es algo que suelo hacer, no levante demasiadas sospechas. Me comentó vagamente lo que habían hablado en la reunión. Que todos los socios estaban dispuestos a concederme un lugar permanente y que de ahora en más debería asistir a las juntas también, no tendría mucha influencia en las decisiones, aunque compartiría mis puntos de vista para que sean escuchados. Comprendí vagamente a que se refería y le agradecí.

La semana continúa normalmente, tuve un inconveniente con uno de los hombres a los que asesoro en referencia a su divorcio, pero eso porque el muy idiota no es capaz de guardar silencio y complica las cosas; nada que no pueda manejar. En medio de ese desastre mi mamá me dijo que contacto con una de sus amigas y que quería presentarme a la hija de la misma. Obviamente le dije que no, que ya tengo a alguien en la mira y que si todo salía bien la presentaría pronto.

Me interrogo casi media hora por teléfono y me suplico que la llevara a la próxima reunión familiar que tendríamos en 2 semanas – Lo intentaré, no te prometo nada.

-¡Sasuke Uchiha! – suspire, cuando dice mi nombre y apellido juntos, suele venir un largo sermón – desde Karin no te he conocido ni una novia o chica formalmente, y ahora que por fin me mencionas a una ¿Quieres que espere?

-Mamá, nos estamos conociendo. Ella es una mujer muy ocupada.

-¿Tanto como para no conocer a tu madre?

-No insistas. Veré si puedo llevarla. Tampoco quiero asustarla, presentándosela a mi madre en menos de un mes de noviazgo.

-¡Ya son novios!

-¡No! – Rezongue - ¡No dije eso! Mira, si ella acepta genial, sino quedará para otra.

-Mi pequeño – rodé los ojos – ya estoy vieja y.-

-¡Apenas estas en tus sesentas!

-¡Ush! ¡Le diré a Naruto e Itachi que traigan a sus familias! ¡Así veras de lo que te pierdes! -- ¡ADIOS! – y colgó… es agotador hablar con mi madre a veces.

A los minutos, recibo un mensaje de mi hermano en el que me envía una foto de su esposa, sus dos hijos y él, con el texto de "Mamá me pidió que te lo envié" La vena en mi frente creció y casi exploto cuando mi mejor amigo hizo los mismo, con un texto bastante similar.

-¡Tiene que ser una broma! – tiro mi teléfono sobre la mesa. El interno de mi oficina comienza a sonar y contesto sin demasiado entusiasmo - ¿Qué ocurre?

-Señor, me indican que habrá un simulacro de incendio en el edificio y debemos desalojar por hoy.

-¿A qué hora?

-Ahora mismo – le agradecí, tome mis cosas y salí de la oficina luego de cerrarla con llave.

Una vez afuera me topé con Sai, el me saludo y me invito a una reunión hoy en su casa, ya que era el cumpleaños de su esposa. Acepte, me indico la hora y fuimos por caminos diferentes. Pase por un café cerca de la oficina y mientras estaba ahí, revisando algunos casos, mi teléfono suena, contesto sin revisar siquiera el contacto y la estridente voz de Karin me tomo por sorpresa.

-¡Sasuke! – pegue un brinco en el lugar y todos me miraron extrañados - ¡Vamos a celebrar!

-¿Estás loca? Casi me matas de un infarto – ella solo ríe - ¿Qué celebramos?

-Jugo tendrá gemelos – me parece increíble, porque ese hombre no tolera mucho la compañía.

-¿Quién es la desafortunada? – la mujer con la que tendrá a sus hijos, es alguien que no conozco, pero era su antigua compañera de universidad – de acuerdo, estaré por ahí, ¿cuándo lo celebraran?

-El sábado, vendrán Suigetsu y la enfermera.

-Ese día no puedo, tengo una cita – mierda…

-¡¿Cita?! – me olvide con quien estaba hablando por un momento - ¡Oh sí! ¡¿Quién es Sasuke?! ¿La conozco? ¿Es bonita? Tiene que serlo, si es que despertó tu intereses ¿Tiene dinero?

-Karin… - siguió hablando y no me dejaba pensar. Ella es aún más intensa que mamá – Karin… - especulaba quien podría ser - ¡Karin! – por fin se calló – Si todo sale bien, algún día la conocerás. Por ahora no te daré ningún detalle.

-Aburrido – refunfuña – por lo menos, estás contemplando la posibilidad de ser feliz. Eso es suficiente por ahora.

-Que graciosa. Veré otro día para felicitar a Jugo – se mofo un poco de mí, pero entendió y me deseo suerte antes de colgar.

La mesera trajo mi café y luego de algunos coqueteos fallidos por la misma, se retiró. Detesto que hagan eso, no es agradable y mi humor cambia. Aproveche para llamar a mi novia y preguntarle si podría ir yo por su oficina, deseo invitarla a la fiesta de Ino. Es posible que eso la ayude a estar más tranquila alrededor de mis amigos y me haga las cosas más fáciles con mamá en un futuro.

La empresa de Sakura es un shopping bastante bonito, llamativo y muy colorido. Es algo así como un centro comercial pensado para mujeres. Había desde peluquerías hasta un gigantesco gimnasio, deduzco que las chicas estarán más relajadas rodeadas de más féminas, sin ningún hombre por ahí mirándolas de más. Las tiendas son una más grande que otra, realmente había de todo… Yo resaltaba mucho, ya que mientras esperaba el ascensor, cada chica que pasaba me miraba fijamente.

En el ascensor había un hombre, con ropas deportivas y cuerpo muy trabajado. Me saludo amistosamente y me pregunto si también estaré trabajando ahí. Le dije que solo venia de visita, que no pensaba quedarme demasiado tiempo en el lugar – No sabes de lo que te pierdes – rio animadamente yo solo me callé.

-¡Himawari! – Le hablo a la secretaria de la entrada con efusividad - ¿Sakura está ocupada?

-Está esperando a alguien, Le preguntaré si puede recibirte – él le restó importancia e ingreso a la oficina como si fuera dueño del lugar. La pobre muchacha solo se tocó la frente y bajo la cabeza con resignación - ¿Señor? – me hablaba a mí.

-Buenas tardes, soy Sasuke Uchiha. La señora me está esperando – la chica agrandó tanto los ojos y paso saliva. Me sorprendió su actitud hasta que escuche las voces dentro del lugar.

-¡Hola preciosa! ¿Cuándo retomarás tus entrenamientos? Desde que te divorciaste del señor, me has tenido abandonado.

-Gigi, recuerdo haberte dicho que no entres sin anunciarte.

La secretaria corrió desde su escritorio hasta la puerta, y hablo con voz temblorosa -¡Su! ¡Su visita ya está aquí!

-Hazlo pasar. En este momento no tengo cabeza para eso Gigi. Ahora si me disculpas, tengo un invitado importante ¿Necesitas algo más?

-Una cita obviamente – parpadee sorprendido y algo molesto. No me había movido, seguía frente al escritorio escuchando atentamente. Sakura era una mujer casada hasta hace poco y si bien su marido no estuvo con ella, quien quita que se haya vinculado con alguna otra persona.

AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA

Nos vemos en el siguiente capítulo :3