Disclaimer. Los personajes qué aquí aparecen son propiedad de Walt Disney, lo demás invención mía.
Capítulo 26.
Los primeros rayos del sol entraban por la ventana de la alcoba de los recién casados. Dando directamente al rostro de la joven, quien al poco tiempo comenzó a abrir sus ojos, acostumbrándose a la luz. Sonrió al mirar a su esposo durmiente frente a ella, lucía tan tranquilo y lleno de paz y con su cabello alborotado cayéndole sobre el rostro dándole una tierna apariencia a sus ojos. Le acaricio el rostro y dándole un beso en la mejilla se levantó, y al notar su desnudez, tomo una sábana y se envolvió en ella, haciéndose un rudimental vestido. Viéndose al espejo sonrió satisfecha ante su creación y dando un brinquito salió de la habitación, encaminándose a la cocina.
No supo cuánto tiempo estuvo en la cocina, horneando galletas, cocinando esto y aquello, limpiando, barriendo, lavando la loza, probando la comida, comiéndose un par de galletas. Suspiró cansada y decidió tomar un baño.
Echo un vistazo a su marido antes de meterse a la bañera, y él seguía profundamente dormido.
Se deshizo de su improvisado vestido y dejándolo caer al suelo, metió un pie a la bañera, seguido del otro; se sentó disfrutando de la calidez del agua, envolviéndose y jugando con las burbujas de jabón. Sin dejar de sonreír al recordar el día anterior, su primera noche como marido y mujer, las caricias, las sensaciones qué le hacían estremecer con tan solo su recuerdo.
Mientras soplaba algunas burbujas de jabón en sus manos; escucho la puerta abrirse, dejando ver a su desnudo esposo en todo su esplendor. Inmediatamente cubrió con sus manos su rostro ¡Eugene! regaño, notando como el sonrojo cubría sus mejillas.
¿Que hice? dijo inocente.
¡Estas desnudo! dijo escandalizada.
¿Y?
¡Podrías cubrirte con algo!
El rio Hare algo mejor dijo y lo siguiente que la joven oyó fue sus pasos acercarse y sumergirse en el agua frente a ella Rapunzel, abre los ojos ella negaba con la cabeza.
Ahora somos esposos, puedes mirar cuanto quieras dijo travieso, tomándola de las manos y bajándolas poco apoco. Rió con ternura ante su rostro ruborizado y sus ojos cerrados Rapunzel, mírame ella se negó, apretando los ojos con fuerza. La observo respirar agitada y las burbujas de jabón cada vez se hacían menos, exponiendo sus pequeños pechos.
Casi se acaban las burbujas del agua dijo divertido, haciendo que abriera sus grandes ojos verdes, tratando inútilmente de cubrirse.
¡No veas! exclamó salpicándole agua en la cara .El sólo sonrió.
Eres hermosa ¿Por qué le niegas a tu querido esposo el placer de verte?
Me da pena confesó yo no…Gothel dijo que suspiro negando con la cabeza olvídalo.
El comprendió que sería difícil sacar a esa mujer de sus vidas, aunque estuviese muerta; por largos años se encargó de someter, de traumatizar a la joven Sea lo que sea que esa mujer haya dicho es mentira y lo sabes dijo acariciando su mejilla con suavidad.
Trato con todas sus fuerzas de reprimir las lágrimas que finalmente fluyeron por su rostro Esta vez, es verdad, no soy bonita como las demás princesas el frunció el ceño incrédulo ante sus palabras soy pequeña y no tengo busto abundante…cuando regresamos a la torre, dijo que hombres como tu prefieren a mujeres en toda la extensión de la palabra, mujeres como ella sollozo que tú solo querías aprovecharte de mí y…
El joven negó con la cabeza con visible enfado ¡Eso es mentira! , ¿Qué sabia ella de mí? ¡Nada! dijo limpiando sus lágrimas con sus dedos ¡Tú eres hermosa, así como eres! ella sonrió.
¿Aunque tenga busto pequeño?
¿Para qué quieres más? ¡Te vas a ir hacia adelante! ¡Te vas a tropezar con tanto peso! bromeó sacándole una risa.
No lo había pensado así dijo entre risas.
Ya más calmados, él dijo No quisiera que el recuerdo de esa mujer, arruinara nuestra luna de miel… Prométeme que trataras de no pensar en ella, ¿sí?
Lo prometo
Bien se acercó y deposito un beso en la frente
Se miraron con una sonrisa y pronto ella bajo la mirada sonrojada al recordar lo desnudo que él estaba frente a ella Parece que se acabaron las burbujas del agua, princesa la joven levanto la vista lentamente percatándose de la desnudez de ambos reflejada en el agua.
Dejo de lado sus temores y recobrando su confianza, le sonrió traviesa y se abalanzo a sus brazos, enredando sus brazos en su cuello, estampando sus labios contra los suyos. Él sorprendido ante su arrebato no tardo en cerrar los ojos y devolverle el beso con toda la pasión que crecía en su interior; la acerco a su pecho abrazándola por la cintura, sintiendo los pechos de la joven susurrar contra su piel, eso aunado a las suaves caricias que iban y venían en su boca, le estaban excitando Creo que el baño tendrá que esperar dijo separando sus bocas por un momento, recobrando el aliento .Ella estuvo de acuerdo.
Le sonrió con timidez y tomo del suelo la sabana, cubriéndose con ella para salir. Él la miraba con vehemencia una y otra vez, hasta que se percató de lo qué estaba haciendo Espera, ¿adónde vas? dijo confundido.
Rapunzel soltó una risita Bueno, ¿quieres…jugar un poco no? levanto la ceja sugerente.
Si… ¿pero porque te vas?
Soy tuya si me atrapas canturreo corriendo fuera del baño. Le tomo unos segundos asimilar sus palabras y con una sonrisa juguetona se levantó y salió estilando de agua en su búsqueda.
Rapunzel…Rapunzel le llamaba buscándola en la recamara, la busco bajo de la cama, en el armario, detrás de las cortinas y no la encontró. Tras guardar silencio unos segundos, le pareció escuchar pasos cerca de la cocina ¡Voy por ti, preciosa! anunció anticipando su victoria.
Siguió el pasillo que daba a la cocina y al salón principal y no tardo en notar el rastro de agua en el piso; con sigilo se guio hasta donde llegaban sus delicadas pisadas. Con una enorme sonrisa vio los pies de la princesa tras una cortina Ya te vi canturreo acercándose
No es justo dijo saliendo de su escondite, haciendo un tierno puchero
Recuerdo que me prometiste un premio
Ella sonrió corriendo a la cocina, sin dejarse atrapar Tu premio contestó ofreciéndole la bandeja con galletas de chocolate
Eugene frunció el entrecejo Nunca le diría que no a tus galletas pero estoy viendo algo que me apetece aún más dijo juguetón, haciéndola sonrojar.
¿Ah sí?
Si respondió sin dejar de mirarla a los ojos, acortando la distancia, pegando sus labios contra los suyos, besándose una vez más, con el calor emanando de sus cuerpos
¡Hola!
Volví después de mucho tiempo, espero aún les guste la historia.
Como dije aún faltan como 4 o 5 capítulos para que concluya y después empezaré a subir la continuación de la historia (la historia de sus hijos),claro si ustedes así lo quieren.
¡Nos leemos!
