Todas las sirvientas hacían su trabajo como era debido, ya que esos días estaban ajetreados e intranquilos desde que Athanasia había cumplido 16 años.
—Princesa.
Llamo Lily a su amada niña quien mantenía la mirada en la ventana, Lily dio un suspiro triste al ver que ella no hacia caso.
—Atthy -le volvió a llamar con su tono quebrado y ella por fin reaccionó dando un leve salto- Su Majestad pide verla...
—Ya iré -dijo rápidamente levantándose de la silla- ¿Félix esta afuera?
—Sí Princesa, como es de costumbre.
—Bien ¿podrías ayudarme?
Lily no dijo nada solo se acercó a ella tomando su brazo para guiarla a la puerta, Athanasia ser aferro a su niñera con toda la fuerza que tenía y al salir Félix se encontraba ahí esperándola.
—¿Esta lista Princesa? -preguntó con una leve sonrisa y ella asintió- bien vamos, Su Majestad quiere discutir algunos pendientes con usted.
—¿Los leerá para mi?
—Sí Princesa -aceptó ocultando su impotencia y tristeza para evitar preocupación en ella- hay algunos asuntos importantes que tiene que ver.
—Ya veo.
Siguieron caminando sin decir nada más, todas las sirvientas que estaban en el camino miraban tristes a la rubia que se aferraba a Félix para no caer con sus torpes pasos, parecía como si su vida se hubiera apagado para siempre porque ella ya no sonreía como solía hacerlo.
—Hemos llegado Princesa... -anunció entrando a la oficina y al estarlo Claude se levantó de su lugar para acercarse a ellos- Majestad he traído a la Princesa.
—Puedes retirarte -ordenó tomando la mano de Athanasia quien dio un fuerte apretón en ella- ¿como amaneciste?
—Bien papá -dijo con una sonrisa muy pequeña, pero se veía forzada- no tuve pesadillas hoy, así que estuve tranquila durante la noche.
—Me alegra escuchar eso.
Claude la ayudó a sentarse una vez estando los dos sentados Claude sólo toco su frente sintiéndose furioso al ver a su amada hija en esa situación.
—¿Como esta ese Mocoso?
—Se ha recuperado un poco más -comentó dando un suspiro cansado- papá... No te mortifiques... No fue tu culpa... Nadie sabia que eso sucedería.
—Si tan sólo hubiera llegado minutos antes, tu no estarías así ni mucho menos ese mocoso.
—Lucas sabe que esto no pudo ser predecido por nadie -siguió hablando tratando que Claude no se siguiera sintiendo mal por la situación en la que se encontraba ella- ambos nos encontrábamos en una situación tan vulnerable.
—¿Como fue que salió herido él? -cuestionó era una pregunta que no le dejaba dormir- aunque me cueste aceptarlo... Su poder esta a un nivel superior al mío.
—Él ya había ocupado la magia negra una vez -explicó moviendo su mano por la mesa, pero se detuvo cuando él la agarro y Athanasia le dio otro apretón- pero al quererla ocuparla de nuevo se podría decir que es un tabú para los magos usarla una segunda vez y más para un mago con Rango tan alto como lo es Lucas.
—¿Ahora donde se encuentra?
—Ahora esta la torre arreglando unos asuntos... -respondió suspirando- ¿puedo ir con él después?
—Adelante, Félix te llevará como siempre.
—Gracias papá.
Claude esperaba su típica sonrisa, pero sólo recibió un asentimiento vacío él extrañaba su sonrisa que le daba cuando aceptaba sus peticiones, maldecía ese día con todo su ser había jurado que la protegería, pero no cumplió.
(...)
—Lucas.
El pelinegro volteo a la puerta encontrándose con el mago más viejo de la torre y a su lado se encontraba Athanasia quien sostenía el brazo de él.
—Largo -ordenó acercándose a ellos y tomo a Athanasia en brazos antes de cerrar la puerta miro al mago- y gracias.
Lucas camino con ella a uno de los sillones de su oficina, cuando la dejo sentada le coloco un hechizo para que se calentará un poco, mientras él se colocaba su camisa cuidando de sus heridas.
—Te dije que iría a la habitación -dijo una vez colocado su camisa se sentó frente a ella- no debiste venir, aún estas débil y en tu condición no puedes andar a la ligera.
—Quería saber como te encuentras tu -comento triste con su rostro agachado- además papá preguntó sobre tu recuperación.
—¿Que le dijiste?
—Que te estas recuperando bien, eso le dije y él preguntó el porque saliste herido.
—Increíble, yo el gran Mago Ancestral salí herido -exclamó sarcástico cruzándose de brazos sintiéndose molesto- y yo siendolo, no pude protegerte del peligro...
—Aún no entiendo porque sufren por lo que estoy pasando ahora -dijo comenzando a mover las manos nerviosa y él tomó su rostro- ya paso, no es su culpa ni tuya ni de mi papá... Fue culpa mía, por ser tan imprudente.
—Athanasia...
Él solamente se agachó para dejar su cabeza en el regazo de ella, siendo recibido por caricias en su cuero cabelludo Athanasia tenía una mirada vacía en su rostro algo que nunca tenía desde su pasado.
Al día siguiente.
Isela miró con lágrimas en sus ojos a Athanasia quien se encontraba sentada en la mesa de té, la castaña no la había visto desde antes de lo sucedió y eso fue aproximadamente dos meses.
—Isela -le llamó Athanasia y ella sólo limpio sus lágrimas con su pañuelo- ¿porque no te has sentado?
—Ya voy -dijo aclarando su garganta sentándose y tomo un nuevo pañuelo- ¿como te has sentido?
—Todo normal, como le comente a papá en la tarde no he tenido pesadillas -dijo tranquila tomando su taza y la acercó a su boca- así que he podido dormir bien.
—¿Como esta Lucas?
—También a esta bien, él esta recuperándose con lentitud.
Todo quedó en silencio nuevamente, Isela sólo miraba a Athanasia quien comía y la castaña apretó el cubierto contra su palma.
—¿Han encontrado cura? -preguntó haciendo que Athanasia dejara de comer y al ver su reacción Isela se arrepintió de haber preguntado- lo siento yo no quería...
—Tranquila, eres mi mejor amiga puedes pregunta sin miedo -explicó sin ningún problema dejando a un lado sus cubiertos y suspiro- realmente no, parece que el remedio para contrarrestar los efectos de la Cosmos Chocolate parece estar escondida en Atlanta.
—¿Porque esta escondida?
—Porque la querían ocupar para diferentes usos ilegales... -explicó cansada y revolvió su cabello sintiéndose frustrada, Isela le miro preocupada- como lo hicieron con esta flor, realmente no entiendo quien fue capaz de usar esta flor con usos de bebida y como goteros... Esta flor realmente es peligrosa para ingerir, todos en Obelia saben lo peligroso que es... Y yo como tonta bebía esto sin saber de que estaba hecho...
—¿No habrá sido Lady Magrita? -cuestionó bastante seria- ella podría ser una...
—No fue ella, ya que quedó en la misma situación que yo, creó que alguien quiso hacernos daño al transportar ese té a Obelia o alguien de aquí mismo quiso hacerlo -explicó apoyando su rostro en sus manos que había recargado en la mesa sintiéndose más frustrada y desesperada- ella al igual que yo quedó ciega y si fue ella quien lo hizo, ya no puede ser condenada... Ella ya esta muerta...
Continuará...
