Capitulo 26

La gran tormenta Parte II

Basta Aeris, estas sacando conclusiones apresuradas. No tiene por qué haber habido alguna relación entre Tifa y Cloud. Es decir, actúan como si nunca se hubieran conocido. Además, como es que Jessie sabe toda esa información. Entiendo que fue a la misma secundaria que Cloud y los demás chicos, pero ¿en serio averiguo tanto?

Además Nibelheim es…bueno si, Nibelheim es pequeño, pero no por eso significa que no existieran más chicas que hubieran podido ser el interés amoroso de Cloud. No es como que Tifa sea la única opción…Solo la que encaja más. P…pero no por eso tiene que ser precisamente ella.

Tienes que pensar con racionalidad Aeris o solo provocaras un malentendido, no puedes suponer algo sin tener pruebas, que tal si resulta que Tifa no es aquella chica. Después de todo ellos dos no parecen muy cercanos, tal vez me esté equivocando.

E-eso no significa que no valla a apoyar a Tifa, ella es mi amiga…Y…y Tifa quiere a Cloud

Pensó Aeris instalándose en su rostro un estresado ceño que intento disimular, poniendo un colosal esfuerzo en intentar concentrarse en clase, pasando desapercibido todo su alrededor así como el par de ojos que la miraban con curiosidad


- ¿Podrías preguntarle a Tifa? -

-Tifa es mejor en eso que yo-

-Tifa ha de saber, ¿porque no mejor le preguntas? -

- ¿y si vas con Tifa? -

-Tifa podría ayudarte-

-En serio Aeris, si dices una vez más Tifa, te juro que… –Expreso Cloud molesto, cansado de que siempre que intentaba iniciar una conversación Aeris de alguna u otra forma desviaba la atención hacia la chica de ojos rubí.

-Pero Tifa...-Enuncio Aeris deteniéndose de inmediato al ver la furiosa mirada del rubio haciendo que tragara sus palabras nerviosa.

- ¿Qué es lo que te pasa ahora? - Pregunto Cloud en una pesada exhalación, bajando los hombros fatigado y cada vez más confundido con el extraño comportamiento de la castaña.

Desde que habían ido al parqué de diversiones, no, incluso desde antes se había estado comportando de forma extraña con él.

- ¿No sé de qué me estás hablando? - Respondió Aeris desviando la mirada fingiendo no entender

-No quieras hacerte la inocente conmigo- Refuto Cloud inclinándose hacia Aeris quien de inmediato desvió sus ojos hacia el lado contrario, escondiendo su rostro, no dejándole ver su expresión para así poder dilucidar mejor sus intenciones. Provocando en él una frustrado exhalación mientras se enderezaba de nuevo

-En el parque de diversiones...-

-Cierto!, en el parque de diversiones, ¿pudiste hablar con Tifa? - Interrumpió Aeris llevando su vista finalmente hacia él, pero molestándolo al recordar por todo lo que esta chica los había hecho pasar ese día.

- ¡Así que en verdad nos pusiste juntos a propósito!- Acuso Cloud cruzándose de brazos viéndola severamente.

-¡Eh! Eso...eso fue un accidente- Se defendió Aeris llevando una mano a su pecho ofendida.

- ¿En serio? ¿Y el estarnos llevando de un lado a otro? -

-Problemas de comunicación... ¿Entonces? - Inquirió Aeris curiosa. Inclinándose levemente para captar mejor su rostro.

-Si hablamos o no, no es de tu incumbencia- Enuncio el rubio tajante antes de dar media vuelta, alejándose molesto de la castaña quien de inmediato fue tras de él.

-Tifa y tu...- Inicio Aeris pero se interrumpió así misma cuando Cloud volteo furioso a verla, provocando un escalofrió en ella, tragando saliva pesadamente antes de armarse de valor para continuar.

-Crecieron juntos ¿no es así? -Pregunto Aeris provocando un cansado suspiro en Cloud quien sin contestarle dio nuevamente media vuelta comenzando a caminar.

- ¿Ustedes ya se conocían? Es decir, tú eres de Nibelheim, y Tifa también creció ahí, así que lo más seguro es que ya se conocieran - Insistió Aeris siguiéndolo de cerca

- Espera un momento, ¿Cómo sabes que soy de Nibelheim? - Pregunto Cloud sorprendido, deteniéndose en su andar para voltear a verla. No recordando haber compartido ninguna información de su pasado con ella.

-Ah…La vez que fuimos de excursión a Nibelheim…yo…umm…Jesse comento que creciste en ese lugar. Por eso fue que te aventuraste a buscarme en las cuevas cuando me perdí ¿no es así? Parecías conocerlas bien. Me hizo imaginarme a ti de pequeño recorriendo todo el Monte Nivel, explorando las cuevas en busca de aventuras o simplemente jugando escondiéndote en ellas- Expreso Aeris animada, intentando esconder el nerviosismo y pena que sentía al revelarle lo que había en su mente.

-Dijo algo más?- Inquirió Cloud con algo de molestia en su voz, poniendo aún más nerviosa a Aeris al hacerla consiente de la información que sabía de él a sus expensas.

-N-no- Expreso Aeris desviando la mirada, oyendo entonces como Cloud daba media vuelta y sin decir nada más daba un par de pasos lejos de ella.

-Pude hallar tu casa- Exclamo Aeris deteniendo a Cloud en seco, aturdido por lo que había escuchado Cloud giro su cabeza viéndola curioso por sobre su hombro.

-Tu antigua casa en Nibelheim. Ella no me la mostro ni nada, solo la describió, pero encontré una que encajaba perfectamente con la descripción. Bueno, eso creo, ya que estaba algo destruida y abandonada, se notaba que nadie había vivido ahí por años. Era la pequeña de un piso, aislada en la parte más al sur no es así? Estoy segura que cuando vivías ahí se veía muy diferente. Más viva, con más color… Tú tienes una imagen diferente de lo que yo vi, seguro ese lugar tuvo mejores días, me hubiera gustado verla. Pero incluso así, me da gusto haberla encontrado-

Cloud no pudo evitar el desconcierto en su interior. ¿Porque es que se veía tan alegre al decirle eso?. ¿Porque es que parecía orgullosa por su descubrimiento?, y sobre todo, porque es que parecía expectante, como si quisiera saber más de él. Como si le fascinara descubrir de él. No de Cloud la estrella, sino simplemente de Cloud.

Es como si quisiera que le hablara más de él.

-Estaba justo al lado de la casa de Tifa. Me sorprendió que fueran vecinos-

El comentario de Aeris tenso su cuerpo, poniéndolo en alerta. Irritándolo e incomodándolo, provocando que deseara alejarse nuevamente.

Ah ,ya veía, así que de eso se trataba. No de él sino de Tifa. Solo había querido hacerlo bajar la guardia.

- Así que, si se conocen? ¿Porque no parecen muy cercanos? - persevero Aeris, decidida a encontrar respuestas, caminando detrás de Cloud cuando este fastidiado dio media vuelta intentando alejarse.

- ¿Por qué sigues insistiendo en que nos conocemos? Además, el haber crecido en la misma ciudad con otra persona no hace que te vuelvas cercano -

- Oh, entonces si crecieron juntos en Nibelheim. ¿Pero ustedes no solo crecieron en la misma ciudad verdad?-

Aeris no tuvo respuesta alguna del rubio quien sin más siguió caminando ignorando su pregunta, ocasionando que Aeris se detuviera plantándose molesta en medio del pasillo.

-No lo entiendo, me reclamabas el haberte estado ocultando cosas, pero ahora sabes todo de mí, sin embargo, tu no me cuentas nada- Reclamo Aeris con una ofendida mirada sintiendo un amargo y crudo sentimiento que comenzaba a burbujear desde el fondo de su ser

- ¿Que tendría que decir? - Expreso Cloud exhausto, deteniéndose pasos delante de ella sin voltear a verla, haciendo que el molesto sentimiento en su interior se expandiera más por su cuerpo.

- Responde mis preguntas -

-Mi pasado no es de tu incumbencia- Rebatió Cloud con aspereza

- ¡Pero el mío si es de la tuya! ¡Yo te he contado todo, pero tú nunca me has dicho nada! - Reclamo Aeris alzando fuertemente la voz a la vez que apretaba colérica los puños, sintiendo sus ojos arder. Enfurecida por la fría respuesta del rubio Aeris dio media vuelta sin darle tiempo a Cloud de reaccionar, yéndose corriendo de ahí, y extrañamente a pesar de la furia en su interior Aeris tenía ganas de llorar.

Sus revueltas emociones cansándola, haciendo que poco a poco desacelerara el ritmo, hasta que se convirtieron en pesados pero frustrados pasos que continúo dando, pero sin una dirección fija, solo queriendo alejarse lo más posible.

Porque es que no me dice nada. Porque es que a pesar que pregunto no me responde. No estoy haciendo una pregunta extraordinaria. A pesar de que yo le he dicho todo, a pesar de que él sabe todo de mí, él nunca me dice nada, siempre se guarda todo para sí mismo. Nada, no sé nada de él, nunca me habla de él, es frustrante. Todas siempre me echan en cara lo mucho que lo conocen y lo poco que se de él, pero como voy a saber algo cuando es tan cerrado como una ostra. Todo lo que se dé él siempre me lo han dicho otras personas, el jamás habla abiertamente conmigo, es más, hasta parece que le molesta que descubra cosas de él. Porque?

-¡Porque es que él puede saber acerca de mi pero yo no!- Clamo Aeris dando un iracundo pisotón en el suelo a la vez que apretaba fuertemente ambas muñecas en un puño, bajando la mirada al piso, respirando con dificultad, sintiendo como todo su cuerpo se tensaba desde la punta de sus pies hasta su cabeza, furia y frustración recorriendo sus venas a partes iguales, haciéndole hervir la sangre que se le fue a la cabeza.

Espera, ¿porque es que estaba tan molesta? No es como que Cloud le debiera explicación alguna, es más, estaba en todo su derecho de no compartir su pasado si no quería. Y aunque clamara que ella se había abierto con él eso no lo obligaba a que hiciera lo mismo. Contarle su pasado lo había hecho por decisión propia, no era ninguna condicionante para nada. No tenía razón alguna para sentirse tan frustrada y hasta traicionada. Cloud estaba en todo su derecho de mantener su pasado y pensamientos para sí mismo, exigirle que los compartiera era ridículo, sentirse despreciada era ridículo, no le debía nada. No era lógico que se sintiera tan enfadada porque este no se abriera con ella. Su ira simplemente no tenía sentido.

Además debía recordar que ella en un principio había hecho lo mismo, le había estado ocultando cosas, en especial todo lo que tuviera que ver con Sephiroth.

Aunque eso había sido por la tumultuosa relación que tuvo con Sephiroth, lógicamente no quería que Cloud se enterara de que había sido tan patética. Como es que pudo haber amado alguna vez a ese…Espera, acaso había algo similar en esto?

¿Porque es que Cloud se molestaba tanto cuando traía a Tifa al tema?. ¿Qué relación había entre ellos?

No, basta Aeris, la respuesta a esa pregunta no importa. De hecho, ¿porque es que siquiera había pensado en ella en primer lugar?. Es más ¿Porque es que estaba siendo tan cabeza dura y molestamente insistente en saber la respuesta?

Ella no necesitaba una respuesta, cualquiera que hubiera sido su relación, ella…ella

Aeris se quedó parada en medio del pasillo, sin saber cómo completar la oración en su cabeza, sintiéndose perdida, su alrededor volviéndose difuso y experimentando cierta inestabilidad, como si el piso debajo de ella se fuera a romper en cualquier momento. Fue hasta que oyó la tonada de su celular que Aeris pudo finalmente reaccionar.

Sorprendida, Aeris saco su teléfono de su bolsillo, verificando el identificador de llamadas antes de contestar.

Tranquilizándose, obligándose así misma a componerse y olvidar todo antes de aceptar la llamada, esperando entonces oír al otro lado de la línea la voz de Yuffie.

-sí? -

-Aeris, ven rápido- Indico Yuffie con voz estresada, preocupando de inmediato a la castaña

-Eh? -

-Es Tifa, creo que realmente la hemos perdido-

-Eh?!-


Sin perder el tiempo Aeris fue corriendo hasta la casa de Tifa, en donde la estaba esperando Yuffie parada afuera de la puerta

-Yuffie que...-

-Velo por ti misma- Interrumpió Yuffie tomando a Aeris del brazo, haciendo que entrara rápidamente a la casa de Tifa, conduciéndola sin demora hacia la parte de arriba, al cuarto de la chica de ojos rubí.

Aeris se paró sorprendida en el marco de la puerta sin poder ingresar al interior por las cientos de cajas de cartón, revistas, volantes, papeles y muchas otras cosas apiladas por todo el cuarto que complicaban la movilidad por este.

- ¿Que es todo esto? - Inquirió Aeris observando alrededor, finalmente dando con la figura de su amiga quien estaba hincada en el suelo, sellando una caja de cartón.

-Oh, lamento el desorden, estoy haciendo un poco de limpieza- Explico Tifa sorprendida de ver a Aeris pero sin prestarle mucha atención, cargando una caja del suelo para después apilarla con el resto que estaba detrás de ella

-¿Limpieza? -

-Así es, en estos últimos días me he dado cuenta que tengo muchas cosas acumuladas que no necesito- Informo Tifa con ánimo, sin embargo a Aeris le pareció que su tono lo estaba forzando, preocupándola, pero cuando dio un paso al interior del cuarto Aeris pudo percatarse que la mayoría de las cosas que estaban en una pila en el suelo eran volantes, artículos, revistas o promocionales que tenían la imagen de Cloud en ellos. Haciendo que abriera los ojos aturdida.

-Tifa, acaso…piensas tirar todo esto?- Pregunto Aeris incrédula, sintiendo un nudo en el estómago y una pesadez en el pecho. Por alguna razón sintiéndose triste y culpable. Su mente luchando con la disculpa que se le atoraba en la garganta y que deseaba pronunciar pero no entendiendo la razón del porqué. Ahogándola, presintiendo que eso haría enfadar a Tifa.

Tifa no respondió pero tampoco negó nada, hincándose en el suelo, dándole la espalda a Aeris

-¿Estas segura de que quieres deshacerte de todo?, ¿en verdad estas bien con ello? - Pregunto Aeris inquieta, frustrada porque Tifa no volteara a verla, concentrándose únicamente en empacar todo lo que estaba a su alrededor.

Tifa estaba desechándolo todo, haciéndolo a un lado como si nada, como si no importara, como si todos estos años de estarlo admirando desde lejos hubieran sido nada, estaba renunciando a todo así como así, si esto seguía así…

-No puedes- Expreso Aeris sin pensar

-Porque no? ya no sirve de nada- enuncio Tifa en voz baja molesta, aturdiendo a Aeris, llevando a Tifa a tener un mal sabor de boca

-No es como que lo esté tirando, solo que ahora que ya no soy la presidenta del club de fans de Cloud está de más que tenga todo esto- Corrigió Tifa forzando una sonrisa, volteando finalmente a ver a Aeris quien sintió un tirón que la hizo sentirse peor, llevándola a recordar que por su culpa habían expulsado a Tifa.

-No pongas esa cara, solo me estoy deshaciendo de lo que me quita espacio, esto no se trata solo de One Wingen Angel, en verdad necesitaba hacer una limpieza de este lugar-Explico Tifa con ánimo y Aeris no tuvo más opción que aceptarlo ya que no sabía que decir sintiéndose aun culpable por todo lo que había pasado. Así que en silencio se hinco en el suelo ayudándole a Tifa a empacar lo que había en el lugar.

Después de un tiempo Yuffie se unió a ellas, clasificando todo en cajas bajo las ordenes de Tifa, manteniéndose en silencio concentrándose en la tarea hasta que una tonadita comenzó a oírse e inundar el lugar. Al principio Aeris no la capto bien, pero cuando puso atención y afino sus oídos detectando que quien la tarareaba era Tifa, la melodía que le llego le helo la sangre.

Una canción que había oído cantar solo a una persona más.

-Esa canción- Expreso Aeris turbada, llamando de inmediato la atención de Tifa quien volteo a verla curiosa.

-Huh?-

-De donde conoces esa canción? - Pregunto Aeris anonadada, sin poder detener las palabras que dejaron automáticamente su boca, aturdiendo por un momento a Tifa por el extremo desconcierto en la cara de Aeris

-ah…-

-Sí, yo me preguntaba lo mismo, porque empezaste a tararear de repente?- Interrumpió Yuffie acercándose a Tifa curiosa

-Lo hice en voz alta?- expreso Tifa apenada, llevando una mano hacia sus labios intentando ocultar su bochorno.

-Dah, si no como crees que te oímos-

-que descuidada, supongo que es porque vi el casete- enuncio Tifa en voz baja para sí misma pero siendo oída perfectamente por Yuffie

-Casete? Oh te refieres a este- Enuncio Yuffie tomando el casete que se encontraba en el suelo atrás de Tifa

-Devuélvelo- Exigió Tifa tomando con rapidez el brazo de Yuffie, aturdiendo no solo a Yuffie si no también a Aeris por el vigor y el contundente mandato de su voz, desconcertando a Tifa un segundo después al darse cuenta de su actuar.

Apenada Tifa soltó a Yuffie hundiendo la mirada en el suelo abochornada sin saber cómo explicarse

-Que fue eso? Vamos, no tienes que actuar tan apenada, ni que fuera un regalo del chico que te gusta- Bromeo Yuffie esperando aligerar el tenso ambiente pero cuando Tifa solo hundió la mirada más en el suelo aumentando su sonrojo ni Yuffie ni Aeris pudieron dejarlo pasar.

-¿Lo es?!- Gritaron Yuffie y Aeris sorprendidas

-N-no…- Intento negar Tifa pero fue rápidamente interrumpida por Yuffie

-No me lo puedo creer. Tú, quien a pesar de ser tan popular nunca se interesó en ninguno de los chicos que se te declararon, ni mostro interés por nadie evocando la imagen de alguien inalcanzable, resulta que callo por alguien. Aunque ahora todo tiene sentido, por eso es que los rechazabas a todos, porque resulta que tenías un amor secreto-

-No es mi amor secreto!-

-Y quién es? Quien logró conquistar tu inalcanzable corazón?-Pregunto Yuffie emocionada sin escuchar las protestas de Tifa, viéndola intensamente haciéndole saber a Tifa que no la dejaría en paz hasta que se lo dijera.

-No lo sé-Murmullo Tifa desviando la mirada avergonzada

-Huh?-

-No lo sé. No sé quién fue quien me dio el casete- Respondió Tifa subiendo la voz ofendida.

-Como que no lo sabes?-

-Alguien lo puso en mi casillero en secundaria, antes de que me mudara a Migdar Puede...puede que simplemente fuera una broma. Es decir, quien le da a alguien un casete, esas cosas ya estaban prácticamente obsoletas. Solo lo escuche porque papá conservaba un viejo estéreo. Tenía una única canción en ella, pero nunca supe el nombre ni quien había compuesto esa canción, mucho menos quien fue quien la puso en mi casillero- Explico Tifa sonrojada hasta las orejas.

-Ah, ya veo, fue por parte de un admirador secreto entonces. Aunque me sorprende que te sepas la canción y que conserves cosas como estas de tus antiguos admiradores, en especial de un total desconocido-

-Yuffie!- Regaño Aeris porque Yuffie no tuviera tacto en lo que decía avergonzando aún más a la injuriada chica.

-Lo sé, es raro, pero…. La tonada era dulce, llena de cierta melancolía y añoro. Siempre que me sentía mal la escuchaba y eso me hacía sentir mejor- Expreso Tifa sonriendo con nerviosismo, intentando ocultar su bochorno tratando de no darle importancia, pero ni Yuffie ni mucho menos Aeris pudieron pasar por alto el grado de afecto en su mirada contemplativa.

Haciendo que Aeris abriera los ojos anonadada por la intensidad de la revelación.

Incluso inconscientemente Tifa no hacía más que apreciar a Cloud, Tifa…

-Ahora me pica la curiosidad, ¿porque no la oímos? - Llamo la atención Yuffie quien sintió el repentino deseo de oír y comprobar por si misma si la canción era tan extraordinaria como parecía.

- ¡NO! - Exclamo Aeris provocando que Tifa y Yuffie voltearan a verla desconcertadas por la súbita negación de esta, haciendo que Aeris se diera cuenta de lo que sin pensar había demandado

-Quiero decir, parece algo imposible, ya que Tifa ya no ha de conserva ese viejo estéreo, ¿no es así Tifa? - Pregunto Aeris rápidamente, corrigiéndose y llevando de nuevo la atención en la confundida ojos rubí.

-Ah, sí. Ya no tenemos ese viejo estéreo en casa-

-jum, entonces porque no lo escuchamos con esto- Enuncio Yuffie mostrando un reproductor de casete portátil a las dos chicas. Provocando un alterado quejido en Tifa quien no pudo hacer más que sonrojarse.

-De donde lo sacaste?- Inquirió Aeris confundida de ver tan inconveniente aparato en las manos de Yuffie.

-Lo encontré en el piso debajo de la cama de Tifa. ¿Lo estabas escondiendo? A puesto a que con este reproductor escuchabas el casete todos los días, eh Tifa- expreso Yuffie de forma burlona mientras ponía el casete dentro del aparato, acrecentando más el bochorno de la ojos rubí

-Entonces-

-Espera-

Aeris intento detener a Yuffie pero esta fue más rápida apretando el botón de Play, haciendo que Aeris se erizara, pero pasaron varios segundos y lo único que se pudo oír era el sonido de la cinta desenrollándose de un carrete a otro. Entonces sintiendo como su cuerpo se destensaba.

Relajada, Aeris soltó el aire que sin saber estaba conteniendo, aturdiéndose segundos después ante la realización de su súbito alivio, pero antes de que su mente pudiera crear alguna especie de justificación, una delicada y armoniosa tonada comenzó a sonar y en el instante en que Aeris la reconoció todo su cuerpo se tensó y el aire abandono sus pulmones, sintiendo como si alguien la hubiera acabado de dar un puñetazo en el estómago.

Esa melodía era inconfundible, a pesar de que solo la había escuchado un par de veces era imponente y difícil de olvidar. Esta probablemente era la primera versión, la original que Cloud había escrito. Siendo un solo de piano lo que se oía. Y aun así era más poderosa de lo que recordaba. No, no era eso, era simplemente que esta versión era diferente, más anhelante, con más vigor, expresando intensos deseos de conectarse con la persona para quien había sido escrita.

Estos eran los sentimientos de Cloud. Esa canción la había escrito Cloud para Tifa.

Entonces…Entonces Cloud…Había estado enamorado de Tifa

-Aeris?-

Ante el sonido de su nombre Aeris recupero su mente que al parecer se había perdido, buscando la fuente del sonido Aeris subió la vista encontrándose con un par de inquietos ojos cafés que la veían angustiada

-Huh?-

-Estas bien?, estabas como ida- Expreso Yuffie preocupada

-Lo lamento, mi cabeza me empezó a punzar un poco pero ya se me paso- Indico Aeris sonriendo, forzando notablemente su animada actitud.

-Segura?-

-Sí, estoy perfectamente bien- Reafirmo Aeris pero no logro del todo convencer a Tifa quien se la quedo viendo en silencio.


Tifa me dijo que me adelantara pero, ya casi termina la hora del almuerzo y ella no ha venido- Pensó Aeris mirando alrededor en busca de algún indicio de su amiga, esperándola afuera en el patio en su usual punto donde se sentaban a comer.

Desde la mañana esta algo distante. Además aun no le he dicho acerca de la procedencia del casete. Aunque probablemente no me crea, es decir, no es algo que se supone debería saber, así que ¿como explicarlo?- Pensó Aeris bajando la mirada al piso no notando a la persona que se había parado a un lado de ella

-Hey-

Aeris oyó una masculina voz llamándola. Volteando encontrándose con un par de imponentes ojos azul celeste.

Un par de intrigantes y dolorosos ojos azul celeste.

Ah, sumamente conveniente, el destino tiene una forma graciosa de hacer las cosas.

-Cloud tienes un momento, necesito hablar contigo- Enuncio Aeris no dejándole al rubio pronunciar palabra alguna, confundiéndolo por la seriedad y la falta de emoción que mostraba la usualmente alegre castaña.

-Huh?-


Aeris y Cloud se adentraron más en el patio trasero, alejándose de la zona concurrida de la escuela para poder hablar abiertamente sin nadie más alrededor, pero una vez solos ambos se mantuvieron un largo rato en silencio, ninguno sabiendo como iniciar la conversación ni como expresar todo lo que tenían en la cabeza.

-Ah...-

¿Cómo empezar?

Se de la canción que le escribiste a Tifa.

No, sería un inicio muy brusco, además de incómodo.

Se todo acerca de su relación.

No, eso sería una mentira, no sé nada, no tengo ni idea.

Pero si de algo estoy segura.

-Lo siento, sé que he sido una molestia últimamente, sé que he estado actuando de forma extraña, siendo entrometida. No es como que me tengas que contar algo que no quieres, pero...-

No sé qué me pasa

-No porque algo sea parte de tu pasado significa que lo has olvidado, no es bueno dejar cosas inconclusas, o después ya no tendrás otra oportunidad aun si ruegas por ello- Corrigió Aeris sacudiendo la cabeza para hacer a un lado todas las ideas que recorría su mente y centrarse en lo que debía hacer.

-De que estas hablando? - Inquirió Cloud confundido, no entendiendo nada de lo que la chica frente a él expresaba.

-A veces uno quiere deshacerse del pasado, pero hay cosas que son imposibles de olvidar. -

Cloud cada vez entendía menos a que se refería esta chica, no sabiendo que responder y menos cuando Aeris había bajado la mirada al suelo no dejándole ver su rostro para intentar leer su expresión.

-Sabes, ayer fui a la casa de Tifa, y ella estaba haciendo una limpieza de todo lo que tenía, desechando cosas que ella cree ya no son importantes, pero Tifa...-

- ¿Porque es que no paras de hablar de Tifa? - interrumpió Cloud molesto, llamando la atención de Aeris por su rudo tono de voz, haciendo que subiera la mirada hacia este solo para encontrarse con un par de fríos zafiros viéndola ferozmente

-Es un fastidio. ¿Porque no haces más que hablar de ella? -Sentencio Cloud con rabia porque esta chica en cada ocasión en que se encontraban no dejara de poner distancia empujándolo hacia Tifa. Sus conversaciones ahora solo se basaban en que Aeris hablara de Tifa, pero si la había buscado no era para eso, su intención era disculparse por lo rudo que había sido la vez anterior, de acercarse de nuevo a ella, pero esta chica parecía querer poner una barrera entre ellos, poniendo a Tifa en medio. Era frustrante. Lo último de lo que quería hablar era de ella.

- ¿Qué tiene de malo que lo haga? - Pregunto Aeris con ofensa, recibiendo solo un frustrado gruñido por parte de Cloud que la hizo enfadar.

¿Porque es que siempre tratas de evadir el tema?

-Tifa...-

- ¡Porque no paras de hablar de ella! ! ¡Como si me importara! No me interesa una chica tan voluble como ella - Alzo la voz Cloud apretando los puños irritado.

-Voluble? De que hablas?...Tifa…-Enuncio Aeris desconcertada, no entendiendo porque descalificaba así a Tifa, solo obteniendo un rabioso gruñido de Cloud que la hizo enfadar.

-Tifa a estado mirándote y estado pendiente de ti todo el tiempo. Ella solo se ha interesado en ti y tú...- Enuncio Aeris sintiendo un ardor recorrerle las venas, frunciendo la boca disgustada pero el rubio solo desvió la mirada llevando una mano hacia su frente en signo de fastidio.

- ¿Sabías que la echaron de tu club de fans? - Anuncio Aeris, sorprendiendo al rubio quien giro a verla aturdido, con una desconcertada mirada en el rostro.

-Ella ha estado triste desde entonces. Ella ha estado apoyándote y admirándote todo este tiempo, así que ha sido un duro golpe para ella-

Las palabras de Aeris provocaron un cierto sentimiento de culpa y amargura en Cloud quien bajo los hombros descontento, mirando conflictivo hacia el piso por un segundo antes de resolver su mente.

-No hay nada que se pueda hacer- Enuncio Cloud insatisfecho, pero decidiendo mantener la distancia con ese tema.

- ¿Es que tú no puedes hacer nada? - Pregunto Aeris llevando las manos hacia su cadera irritada

-Yo no controlo eso, las fans se organizan entre ellas-

- ¿Entonces no te importa? -

- ¿Qué quieres? ¿Qué les exija que regresen a Tifa?- Enuncio Cloud comenzando a irritarse por la muestra de testarudez que estaba mostrando la castaña

-No, no es...Podrías al menos hablar con ella, consolarla. - Corrigió Aeris dándose cuenta de la irracional que estaba siendo, pero no pudiendo evitar insistir pues se trataba de su preciada amiga

-Creo que solo empeoraría todo. Es mejor así- Comento Cloud con sequedad, desviando la vista lejos de Aeris quien no comprendió sus palabras.

- ¿¡Porque es mejor!?- Pregunto Aeris colérica, dando un pisotón en el suelo, su sangre comenzando a hervir y el oscuro sentimiento dentro de ella expandiéndose más por su cuerpo. Pero no obteniendo ninguna respuesta por parte del rubio quien no le devolvió la mirada

-Tifa siempre ha estado apoyándote, es injusto que la trates con tanta frialdad-

-No sabes nada-

- ¿Qué, que es lo que no se?-

Cloud se mantuvo en silencio ante la pregunta de Aeris, indispuesto a abrirse ante ella

-Si tan solo hablaran verías lo mucho que te aprecia y lo dedicada que está a ti-

- ¿Qué es esto? ¿Qué es lo que pretendes al decirme todo esto Aeris?-

-Tifa en verdad te quiere-

- ¿Y lo que yo siento no cuenta? -

-Ustedes ya se conocían de antes ¿no es cierto? -

-Aeris, ¿si quiera me estas escuchando? -

-No solo crecieron juntos, sino que también...después...se volvieron a encontrar no es así? Y tu…tu…-

- ¡Basta ya! ¡Para de hablar de Tifa! - Exigió Cloud alzando fuertemente la voz, apretando los puños frustrado porque Aeris lo empujara constantemente en dirección a Tifa, haciendo que Aeris diera un saltito en su lugar impresionada pero rápidamente recuperándose a causa del mar de emociones que se revolvían en su ser dándole impulso para continuar

- ¿Porque actúas como si no la conocieras o como si no te importara en absoluto? - Enuncio Aeris apretando los parpados y los puños fuertemente, tan fuerte que podía sentir como sus propias uñas se enterraban en su piel, pero ignorando el dolor que estas le causaban, el dolor al fondo de su pecho, la casi falta de aire y el nudo que se le formo en la garganta ahogándola al pronunciar sus siguientes palabras.

-Tifa te quiere, a Tifa le gustas. Ella verdaderamente está enamo ...-

-¡Aeris!-

Aeris se vio interrumpida por un colérico llamado que vino detrás de ella, tensándola y dándole escalofríos al reconocer la femenina voz que la había llamado de manera tan furiosa, asustándola en el acto pues nunca pensó oír su nombre ser dicho de esa manera por una de las personas más importantes en su vida.

Aeris giro lentamente, descubriendo parada unos metros detrás a Tifa quien tenía clavada una resentida mirada en ella.

Sin decir nada Tifa fue hasta ella, y sin esperárselo Tifa alzo la mano dándole una bofetada a Aeris con los ojos llenos de lágrimas, dejando a la castaña pasmada.

Sin poder creer lo que había sucedido Aeris solo oyó como Tifa dio media vuelta yéndose corriendo por donde había llegado. Los pasos de Tifa alejándose despertando a Aeris de su estupor, comenzando a oír su corazón latir rápidamente producto del miedo que invadió por completo su cuerpo.

-Tifa, Tifa espera- Murmuro Aeris en un tono incrédulo y desesperado, obligando a su cuerpo a reaccionar, yendo rápidamente corriendo detrás de Tifa. Ignorando el llamado del rubio. Usando todas sus fuerzas para ponerse a la altura de su amiga, quedándose casi sin aliento pero logrando alcanzarla.

-Tifa- Llamo Aeris tomando su mano, siendo rápidamente apartada por Tifa quien detuvo su andar sin voltear a verla

-¡No me toques!-Exigió Tifa congelando a Aeris en su lugar por el fuerte reclamo que contenía un inesperado odio.

- ¿Porque haces esto? ¿Porque le dijiste eso?, no tenías ningún derecho- Le recrimino Tifa apretando sus puños molesta, bajando la mirada al piso.

-Yo...yo solo...- Balbuceo Aeris sintiéndose culpable y ansiosa. Confundida sin saber cómo justificar su comportamiento, ni siquiera entendiendo el porqué de sus acciones.

- Que es lo que pretendes Aeris?. ¿Acaso quieres burlarte de mí? -

-No, yo... Yo no quería... Solo estaba tratando de ayudar-

- ¿Ayudar? ¿Acaso me tienes tanta lastima Aeris?. ¿Estás haciendo esto por lastima? - Declaro Tifa con pesadez, provocando un escalofrió en Aeris y un hueco en medio de su pecho al oír esas palabras, llevando alterada su mirada hacia la chica frente a ella que había bajado la mirada escondiendo su rostro negándose a verla.

-No…no es…-

- ¡¿Entonces?!, no tenías ningún derecho a decirle como me siento! ¡Es más, ¿qué sabes tú de cómo me siento?! - Grito Tifa irritada, sintiendo su sangre hervir, apretando los parpados frustrada.

-Tifa...-

- ¡Detente! ¡Solo detente! Detente Aeris, ¿es que acaso te gusta burlarte de mí? ¿Acaso crees que podría decirle como me siento cuando no tiene caso?, ¿acaso crees que revelar estos sentimientos serviría de algo? Ya ganaste. ¡No tienes que echármelo en cara! Tú ganaste Aeris. ¿Acaso crees que estoy ciega?, es obvio que, es obvio que él está...- Expreso Tifa volteando finalmente a ver a Aeris, sin notarlo teniendo un par de lágrimas acumuladas en los ojos y sintiendo un nudo en la garganta, de repente quedándose sin aliento mientras algo aplastaba su pecho ahogándola, haciendo que su cuerpo perdiera fuerza

- ¿Porque Aeris?, ¿porque finges no darte cuenta? ¿Qué ganas con eso? - Enuncio Tifa tristemente, bajando la mirada al piso, notando entonces el agua acumulada en sus ojos.

-Tifa- Expreso Aeris con consternación, dando un paso hacia al frente para acercarse a su amiga, pero Tifa solo dio un paso hacia atrás buscando alejarse de ella por lo que Aeris se congelo en su lugar aturdida, sintiendo formársele un hueco en el estomago

- ¿Por qué?, porque cuando yo lo conozco de más tiempo, cuando crecimos juntos, cuando llevo siguiéndolo desde hace tanto. Se supone que yo era más cercana a él que tú. Tu ni siquiera sabes nada de él - Manifestó Tifa llevando sus manos hacia su rostro, limpiando con brusquedad los restos de lágrimas de sus ojos.

Sus palabras haciendo eco en Aeris, haciéndola sentir una pesadez en su pecho, no solo por estas sino también por la abatida forma de su amiga. Confundida y molesta consigo misma Aeris bajo la mirada al piso. Sus ojos humedeciéndose no sabiendo que decir. En silencio, dando un par de pasos mientras estiraba su mano entorno a su amiga, pero cuando las puntas de sus dedos estuvieron a punto de alcanzar su hombro Tifa se apartó violentamente de ella.

- Que egoísta, que egoísta eres. Te lo robas y no solo me lo echas en cara sino que no me dejas borrarlo. Intente enterrarlo, desechar todo lo que siento, todo hubiera estado bien pero tu… ¿Porque insistes? ¿Acaso te gusta verme humillada Aeris?- Sentencio Tifa con desprecio, congelando a Aeris en su lugar por la ira y el desdén de su amiga a hacia ella. No pudiendo creer lo que estaba pasando, tenía que ser una pesadilla. No podía creer que Tifa pensara así de ella.

-Tifa-

Aeris sintió ganas de llorar, pero se obligó a si misma a aguantar buscando de nuevo algún tipo de contacto con Tifa, abriéndola la boca sin saber que decir pero sabiendo que no podía dejarla pensar tales ideas.

Ella…ella solo…

-Déjame- Comando Tifa en voz baja, con un rostro sombrío que escondió detrás de su flequillo.

-Tifa-

- ¡Déjame! ¡No quiero verte más! - Grito Tifa con frenesí, aturdiendo a Aeris quien se congelo en su lugar, observando a Tifa bajar los hombros, perdiendo fuerza, mordiéndose los labios casi sacándose sangre ella misma. Y después de varios segundos en silencio Tifa dio media vuelta yéndose lenta y pesadamente del lugar. Dejando a una pasmada castaña que no tuvo la fuerza para ir tras ella, sus rodillas quebrándose de repente cayendo al piso, no pudiendo reaccionar de ninguna forma, únicamente quedándose viendo hacia el punto por donde había desaparecido su amiga que ahora la odiaba.

El solo pensamiento hizo que Aeris no pudiera aguantar más las lágrimas que había estado fuertemente conteniendo, dejándolas fluir libres por su rostro mientras su mente y su pecho se volvían un barullo de sentimientos que no la dejaban respirar. Quedándose por un largo rato en blanco solo viendo en dirección por donde había desparecido Tifa. Y entonces cuando cayó en la cuenta de lo que había acabado de ocurrir Aeris no pudo evitar dar un grito ahogado incapaz de generar sonido alguno pues la garganta se le había cerrado por completo, provocando que no pudiera más que agacharse en el suelo por el dolor perforante en su pecho.

-Aeris! Aeris!-

El llamado de Cloud a lo lejos trajo de vuelta la mente de Aeris presionándola a sacar fuerzas de donde fuera. Quería huir, escapar, no ver a nadie, en especial a él. Por lo que obligo a sus piernas a reaccionar, levantándose y huyendo de inmediato de ahí en busca de un lugar para esconderse, solo queriendo huir. No notando el par de curiosos ojos azules que la vieron dirigirse hacia lo más profundo del patio detrás de la escuela.

Agitada y cansada Aeris se derrumbó entre los arbustos, cayendo de rodillas al suelo, faltándole el aire, costándole respirar, sintiendo que no le llegaba aire a los pulmones por más que intentaba jalarlo, comenzando a entrar en pánico cuando sintió un punzante dolor en el pecho que la obligo a llevar una mano hacia este dando inhalaciones aún más desesperadas, pero solo comenzó a sentirse mareada y débil, como si estuviera a punto de desmallarse.

Sus músculos tensándose, entumeciendo sus brazos que comenzaban a cosquillear, sudando frio, provocando que su respiración se volviera aún más agitada y sus ojos se le llenaran de lágrimas rogando en su mente por ayuda, sintiendo como todo se volvía borroso y confuso, pudiendo respirar cada vez menos, si no hacía algo, seguramente…

De repente Aeris sintió como alguien la tomo por los hombros girándola y hablándole con cierta preocupación, pero Aeris no pudo captar bien las palabras.

Sintiendo que en cualquier momento se desmayaría Aeris se obligó a subir la vista descubriendo frente a ella un par de relucientes y profundos ojos azul celeste que la veían de manera intranquila, poco a poco la figura borrosa frente a ella haciéndose más clara y el confuso sonido volviéndose de nuevo en palabras que podía comprender.

-Bombón! Bombón que pasa?- Pregunto Zack alterado, desesperado por no conseguir una respuesta de la castaña tomo lo más delicadamente que su intranquilidad lo dejo su rostro entre sus manos, obligándola a verlo, observando como esta respiraba agitadamente, pareciendo estar sufriendo.

Cuando la siguió por mera curiosidad después de verla correr tan desesperada por alejarse nunca se esperó encontrarla en tal estado, yendo rápidamente hacia ella para intentar auxiliarla, pero la desgarradora escena frente a él era más de lo que podía soportar.

Aeris parecía estar luchando por jalar aire, estando al borde de las lágrimas sin poder concentrarse en nada más que en el dolor y la desesperación que sentía, ignorando sus llamados, hasta que finalmente centro su mirada llena de temor en él, haciendo que el mismo temiera por el dolor impregnado en su rostro.

-No…puedo…respirar- Informo Aeris con dificultad, apenas pudiendo pronunciar las palabras que le robaban valioso oxigeno que sentía no podía llevar a sus pulmones. Llorando temerosa. Rogando ayuda con la mirada.

No podía terminar así, no ahora, no de esta manera, no sin antes disculparse con Tifa.

-Tranquila, tranquila Bombón- Enuncio Zack lo más seguro que pudo pretender, abrazando a Aeris quien desesperada lo tomo de la playera luchando por respirar mientras oía como este sacaba su celular y llamaba a una ambulancia para que fuera en su auxilio.

-Está bien, no te preocupes. Yo estaré a tu lado. No voy a ir a ningún lado- Expreso Zack reforzando su abrazo en ella, poniendo una mano sobre su cabeza para acercarla a él esperando que esto lograra tranquilizarla.

Las palabras de Zack resonaron fuertemente en ella, dándole ganas de llorar por la profundidad de estas, obligándose a resistir mientras se aferraba con desesperación a Zack.

Los minutos volviéndose agonizantes para ambos mientras esperaban que la ayuda llegara.


No puedo dejar de temblar- Pensó Zack viendo hacia sus manos temblorosas, estando sentado en la sala de espera del hospital al que había insistido que llevaran a Aeris para que la revisaran. A pesar de que los paramédicos habían logrado estabilizarla sin mucho esfuerzo Zack no conseguía sentirse tranquilo, obligando a Aeris a que aceptara que la revisaran en el hospital, estando a la espera de noticias sobre su condición de salud, pero no pudiendo quitarse de la cabeza la imagen de está sufriendo.

¿Qué hubiera pasado si no la hubiera seguido? Si no la hubiera encontrado.

Los pensamientos de Zack fueron interrumpidos por el sonido de una puerta abrirse, saliendo por esta un hombre en bata blanca al cual Zack intercepto de inmediato.

-Como esta ella? está bien? Acaso es algo en sus pulmones?- Pregunto Zack apresuradamente sorprendiendo al doctor por la preocupación y seriedad con que lo decía.

-Tranquilícese. Ella está bien, sus resultados no muestran ningún problema-

-¿Entonces?-

-Lo que sufrió podríamos catalogarlo como un colapso nervioso-

-eso? Un colapso nervioso?- expreso Zack sin podérselo creer. Lo que había visto parecía como si estuviera teniendo un ataque que ponía en peligro su vida, no podía ser algo tan simple.

-Eso no parecía un colapso nervioso, parecía como si ella estuviera teniendo un ataque y fuera a desfallecer en cualquier momento- Insistió Zack no estando convencido con el diagnostico que le había dado el doctor.

-En definitiva lo que sufrió fue un ataque, pero solo mental, no algo que ponga en peligro su vida, aunque se sienta así. Específicamente lo que experimento fue un ataque de pánico. Estos son causados cuando la acumulación de estrés es demasiado. Sabe si ha tenido algún problema últimamente?-

-Problema?-

-Sí, usualmente este tipo de ataque son desencadenados por algún suceso traumático o algún cambio importante. Cuando la mente no puede resistir más-

Zack sintió un escalofrió al oír esas palabras. Puede que no fuera algo de vida o muerte pero ahora comprendía que no era tan simple.


Sigo viva. Dolía tanto que pensé que iba a morir. Creo que estuve a punto de tener un ataque al corazón, al menos así se sentía. Seguramente no resistió más y se quebró en dos, por eso es que esto paso- Pensó Aeris terminando de vestirse, haciendo a un lado la bata que le habían prestado para realizarle los análisis.

Una vez de nuevo en su uniforme escolar Aeris se sentó en una de las sillas en espera por el regreso el doctor para que le diera sus resultados, oyendo segundos después que alguien tocaba a la puerta.

-Se puede?- Pidió permiso Zack para entrar, sorprendiendo a Aeris pues no esperaba la visita de este antes que la del doctor.

-ah…S-Si- Contesto Aeris nerviosa, viendo como la puerta se abría dejando entrar a su salvador de ojos azules.

-Cómo te sientes?- Inquirió Zack con una seriedad que puso más nerviosa a Aeris, pero obligándose a parecer tranquila y animada.

-Muchas mejor, gracias. Finalmente puedo respirar con normalidad. Perdónenme por haberte preocupado-

-No-Exigió abruptamente Zack, incluso pareciendo algo molesto.

-Huh?-

-No pidas disculpas por algo así-

-Pero debo haberte causado molestias- Enuncio Aeris bajando la mirada al piso avergonzada por no poder haber cuidado de sí misma, obligándolo a tener que ver por ella.

Disgustada consigo misma por haberlo puesto en una situación tan desagradable Aeris apretó los puños tomando la tela de su falda entre ellos, luchando por contener las lágrimas de frustración que amenazaban sus ojos.

-Bombón-Interrumpió Zack, usando un comandante y firme tono, dejándole en claro que no quería oír más disculpas.

Y ante el silencio de Aeris, Zack se acercó a ella, notando sus puños tomando fuertemente la tela de su falda.

-Paso algo?- Inquirió Zack preocupado hincándose frente a ella para así poder captar su rostro que se había negado a alzar.

-Nada, aparte de que me quede sin aire- Contesto Aeris obligándose a sonar animada, componiendo su rostro para subirlo y ver a Zack, tratando de no darle mucha importancia al tema

-Antes de eso- Requirió Zack de una manera tan seria que a Aeris le estaba costando mantener su fachada.

-Estaba corriendo, supongo que me quede sin aliento, eso debe haber sobrecargado mi cuerpo, no creí que fuera tan débil. Me pregunto si habrá algo malo en mis pulmones-

-El doctor dijo que no tienes ningúna afección, lo que tuviste fue un ataque de pánico. Los ataques de pánico generalmente son desencadenados por un evento estresante, así que volveré a preguntar, paso algo?-

Las palabras de Zack tensaron a Aeris, haciendo que girara su rostro a un lado para ocultarlo de la indagadora vista de Zack. Confundida Aeris no supo que responder pero sabía que tenía que idear algo para no preocupar a Zack, por lo que abrió la boca buscando alguna excusa, sin embargo antes de que pudiera decir nada fue interrumpida de nuevo por este.

-Espera, cambiare mi pregunta, ya que evidentemente paso algo, así que lo que en realidad quiero saber es ¿qué paso?-

Aeris se mantuvo en silencio varios segundos sabiendo que estaba siendo acorralada, no podía negarlo después de cómo había actuado, después de lo que había pasado. Las memorias de lo que la habían destrozado volviendo a su mente, amenazándola con hundirla de nuevo, pero esto era algo que debía resolver sola, ya le había dado demasiados problemas a Zack

-Nada, no me mires así, no hay de qué preocuparse, debo haber perdido el aliento únicamente- Expreso Aeris tragando el nudo en su garganta, forzando su voz a sonar ligera y alegre a pesar de que su pecho estaba oprimido por el dolor, conteniendo las lágrimas que ardían en la parte posterior de sus ojos.

-Bombón, cuando escuchas los problemas de otros los tuyos pueden parecer bastante insignificantes. Pero no debería importarte si son grandes o pequeños, si te preocupa es porque algo no está bien, así que está bien que les des importancia, te aseguro que para las personas quienes te aprecian estos también serán una prioridad. Y como sabes, tú eres sumamente valiosa para mí, así que ¿qué sucede? - Pregunto Zack inclinándose levemente para intentar captar mejor su rostro, pero obteniendo solo silencio por parte de la castaña quien desvió la vista

-No te sientas avergonzada por no poder con todo, después de todo lo que has pasado estos últimos días y de todo lo que has soportado, me sorprende que hayas podido mantenerte firme hasta ahora, pero esa firmeza solo ha provocado que te rompas abruptamente. No tienes por qué soportarlo todo tu sola.-Expreso Zack llevando su mano derecha hacia la de Aeris pero deteniéndose en el último momento, retirándola llevándola hacia detrás de su nuca conflictivo consigo mismo.

-Pero, odio esta faceta débil de mí misma.- enuncio Aeris débilmente en un tono de auto desprecio y rencor que sorprendió a Zack.


Después de que el doctor le explicara todo y de darle el alta Aeris se reunió nuevamente con Zack quien se encontraba esperándola afuera del hospital

-Lista?- Pregunto Zack animado, yendo hasta ella nada más verla, y sin dejarle reaccionar Zack entrelazo sus brazos tomándola desprevenida.

-Bueno, vámonos-Indico el pelo negro dando un paso antes de que Aeris se zafara de su agarre, dando nerviosamente un paso hacia atrás, pero poniendo una animosa y segura mirada en la cara.

-Descuida yo puedo irme por mi cuenta, ya me siento mejor y con las indicaciones que nos dio el doctor sé qué hacer si vuelve a pasar, así que no es necesario que te preocupes por…-

-Me preocupo por ti lo quieras o no, así que deja de decir eso.- Interrumpió Zack en un tono de molestia que hizo que Aeris se sintiera descontenta consigo misma.

Sabía que estaba siendo cabeza dura, por lo que avergonzada bajo la mirada al piso, acción que hizo que Zack se diera cuenta de la rudeza que inconscientemente había mostrado corrigiendo de inmediato su tono y actitud.

-Lo siento. pero en realidad no soy tan considerado, no me importa si te sientes incomoda, no pienso dejarte sola. Así que te quedaras conmigo esta noche- Declaro Zack sonriendo con seguridad, dando un paso en torno a Aeris para cerrar la distancia entre ellos.

La súbita declaración de Zack dejo confundida a Aeris. No sabiendo que es lo que pretendía este chico con tal propuesta sacada de la nada, y que parecía no darle la opción a que se negara.

-Qué? Porque?- Pegunto Aeris subiendo la mirada desconcertada, sin poder creer el descaro con el que iba de frente este chico.

-Porque me preocupas-

-Y solo por eso decides algo así-

-Solo por eso?- inquirió Zack confundido porque esta chica pudiera hacer a un lado fácilmente su preocupación por ella.

-No es como que no pueda cuidarme yo sola- Expreso Aeris sintiéndose ofendida ya que lo que menos quería es que la vieran con lastima.

-Estoy seguro que puedes cuidar perfectamente de ti misma. Pero me malinterpretas, no lo hago por ti, lo hago por mí-

-Eh?- Aeris dio un par de parpadeos confundida no entendiendo a que se refería Zack. Quedándoselo viendo perdida.

-No puedo tranquilizarme. Si te dejo sola estaré preguntándome toda la noche si estás bien, no podre dormir y seguramente te llame cada 10 minutos. Por mi sanidad mental y para ahorrarnos que te moleste toda la noche necesito que me cumplas este capricho-

-Eh?- Expreso Aeris tontamente sin poder comprender las razones del chico frente a ella.

-Sé que es un pedido egoísta pero te prometo que será solo por esta noche, además tienes mi palabra de que me comportare como todo un caballero, no te pondré ni una sola mano encima. Solo necesito asegurarme a mí mismo que estas bien-

¿Asegurase así mismo?

Aeris se sorprendió ante esas palabras no entendiendo porque se oían tan desesperadas y porque parecía temeroso. Acaso lo que paso lo había asustado?

Claro. Después de todo no es normal ni agradable ver a alguien sofocarse delante de ti. Pero por eso precisamente debía alejarse, no podía volver a ponerlo en esa horrible situación otra vez.

Otra vez

Si pasa otra vez…Si pasa otra vez…Estaré sola

De inmediato Aeris recordó que su madre no estaría en casa ya que debía cubrir turno nocturno, lo cual la dejaría sol, sin nadie para que la auxiliara si volvía a tener otro ataque

Aeris se aterro ante la idea de volver a pasar por eso sola. Si, estaba consiente que eso no era un ataque real, que eso no la mataría, que solo estaba en su cabeza pero aun así, aun así…

Aeris comenzó a sentirse sofocada, como si se le cerrara de pronto la garganta, respirando más entrecortadamente. Haciendo lo mejor que podía para intentar calmarse a sí misma.

Debía tranquilizarse, estaba bien, todo estaba bien, solo debía respirar, solo debía concentrarse en respirar, solo debía…

-Bombón- interrumpió la voz de Zack apareciendo frente a ella los profundos ojos azules de este, notando entonces la calidez de sus manos contra sus mejillas, tomando delicadamente su rostro haciendo que se concentrara únicamente en él y de alguna forma centrando de nuevo su mente ayudándola a respirar con normalidad.

-Por favor- Requirió Zack viéndola preocupado, haciendo que Aeris tuviera ganas de llorar, pero aguantándoselas únicamente asintiendo con la cabeza sin decir ni una palabra.


Esto está mal- Reflexiono Aeris una vez que se encontraba afuera del ascensor de la enorme y majestuosa torre Shinra en espera de poder subir a este para ir al departamento de Zack para pasar la noche con este.

-Descuida te prometo que no te hare nada-Enuncio Zack volteando a verla, sonriéndole con animosidad solo haciendo que Aeris se sintiera aún más conflictiva con su toma de decisiones.

-Eso dices pero…-

Qué demonios estoy haciendo? Yendo a pasar la noche al departamento del play boy más famoso de todo Migdar. No se supone que debería evitar tener más estrés, esto definitivamente es una situación estresante

Además…

-Vamos, vamos, confía en mi- Expreso Zack apresurando a Aeris para que se subiera al ascensor, empujándola levemente con su brazo para que lo acompañara.

Ambos no notando el par de ojos cafés que se posaron curiosamente en ellos viéndolos desde el lobby del inmenso complejo.

-Huh? Pero qué es esto?- Se preguntó así misma Jesse llegando a la recepción de la torre Shinra, y para su sorpresa encontrando al célebre conquistador de Zack acompañado con nada más ni menos que su rival amorosa.

¿Que hacia esta chica aquí? En especial tan tarde y al lado de Zack?

-Valla, valla, pero que interesante-


-Aquí, esta es la habitación en la que te quedaras- Indico Zack abriendo la puerta del cuarto principal para mostrársela a Aeris

-Que esta no es la tuya?- Pregunto Aeris con desconfianza girando a ver al sonriente chico al lado de ella.

-Si-

La respuesta tan directa hizo que se encrespara no pudiendo evitar endurecer su mirada viendo recelosa hacia el animado chico

-Descuida, yo iré a dormir a otro lado- Aclaro Zack con algo de nerviosismo por la mirada tan dura que la castaña le estaba dando.

No sé si aun así podre dormir bien en este lugar- Pensó Aeris entrando con pesadez al cuarto, dudando aún más de su decisión, tal vez aún estaba a tiempo de arrepentirse y regresar mejor a su casa.

-Quieres que te arrope?- Pregunto Zack distrayéndola, haciendo que sorprendida diera un saltito hacia un lado, alejándose nerviosa de Zack

-No-

-Jajaja, no es necesario que pongas una cara tan seria, solo estaba bromeando- Expreso Zack con burla, dando una carcajada complacido con la aturdida mirada de la castaña quien no lograba sentirse tranquila no bajando la guardia.

-Bien, entonces te dejo- Anuncio Zack dando media vuelta para darle espacio a la castaña y que esta se sintiera más cómoda, sin embargo fue abruptamente detenido de dar un paso lejos cuando su muñeca fue apresada por un par de delicadas manos, volteando confundido a ver a la castaña por encima de su hombro.

-Espera. Esto no está bien, no está bien que me quede con tu cama, tú duerme aquí, yo tomare el sillón o lo que sea-

-Pero que dices? Hay otra cama en la habitación de al lado. Yo me quedare en esa- Explico Zack sin entender la preocupación de Aeris .

-Eh?-

-El departamento tiene habitaciones extras sabes-

-Ah… Pe-pero entonces porque es que me das tu habitación?- Pregunto Aeris con desconfianza, pero en el fondo sintiéndose avergonzada por no haber supuesto que el lujoso departamento tendría más de una sola habitación.

-Quería que tuvieras el mejor cuarto de todos-

Eso hizo que el sonrojo de Aeris solo se incrementara más por la sincera amabilidad de Zack que parecía no ocultar ninguna intención de más

-Pero si quieres puedo quedarme aquí contigo- Expreso Zack sugestivamente dándole un escalofrió a Aeris erizando su cuerpo y poniéndola de nuevo en alerta.

-No gracias-Negó con firmeza la castaña soltando a Zack provocando otra risotada en este.

-Jajaja. Buenas noches, si necesitas algo estaré justo aquí al lado- Enuncio Zack antes de salir del cuarto y cerrar la puerta detrás de él. Dejando a Aeris sola en este, quien se quedó viendo fijamente hacia la puerta

No ha insistido en preguntar acerca de lo que paso y dudo que lo haga, pero de alguna forma siento como si fuera a estar pacientemente esperando, lo cual solo me hace sentir peor.


Aeris no lograba conciliar el sueño quedándose por varias horas mirando hacia el techo sin poder olvidar todo lo que ese día había pasado, de echo estando temerosa de cerrar los ojos ya que cada vez que lo hacia las imágenes de todo lo que había pasado se reproducían en su mente.

Sintiendo que de repente la habitación se achicaba sofocándola, Aeris se paró de la cama decidiendo salir al pasillo para cambiar un poco el ambiente y así tranquilizar su destruida mente.

No hay forma, simplemente no puedo dormir- Pensó Aeris abriendo la puerta y saliendo de la habitación lo más silenciosa que pudo para no llamar la atención de Zack sin embargo fue sorprendida por una figura que se irguió a no más de unos metros de ella en la estancia del departamento.

-Bombón? Que sucede? Paso algo?- Pregunto Zack con voz somnolienta, parándose del sillón en el que hace unos momentos había estado recostado.

-Zack?! Me asustaste…espera, porque estas…?- Aeris miro confundida hacia el chico no entendiendo que hacia Zack recostado en un sillón afuera de su habitación y no en el cuarto en donde se supone debía estar.

Acaso…Acaso estuvo ahí todo este tiempo? Porque?

Fue por si volvía a tener otro ataque? Para que no le tomara tanto tiempo llegar o incluso oírlo lo más pronto posible?

Aeris abrió los ojos aturdida, no pudiendo evitar las lágrimas que se derramaron por su rostro ante la revelación, cayendo de rodillas al suelo sintiendo su cuerpo débil y pesado, preocupando a Zack quien fue de inmediato hasta ella

-Bombón! Bombón que pasa?- Pregunto Zack consternado, intentando conservar la calma pero temeroso porque esta no le respondiera.

-Bombón!-

Tanta amabilidad, no merezco tanta amabilidad

-Bombón!-

Yo soy una persona horrible y egoísta que solo se provecha de los demás

-Bombón, bombón por favor dime que pasa- Suplico Zack tomando el rostro de Aeris percatándose de la mirada perdida de esta y de su rostro lleno de lágrimas.

-Qué pasa? Porque lloras?, ¿porque es que siempre que te encuentro tiendes a estar decaída? Eso no es bueno, si lo que más quiero es verte sonreír-

Aeris se sintió avergonzada de sí misma desviando la mirada y bajándola hacia su regazo, la amabilidad de Zack solo haciéndola sentir una peor persona, alguien quien en definitiva no se merecía su consideración

Zack siempre era tan amable y gentil. En cambio, ella...

-Zack, soy una horrible persona- murmullo Aeris sintiendo como poco a poco se le cerraba la garganta por la acumulación de pena en su interior.

-¿Huh? ¿Porque dices eso? - Inquirió Zack confundido no entendiendo el auto desprecio que mostraba la castaña por sí misma.

-Soy egoísta y mentirosa. Yo solo hago sufrir a los demás. Yo solo termino destruyéndolo todo- enuncio Aeris con voz temblorosa, costándole sacar las palabras que se atoraban en su garganta

Por eso es que siempre soy abandonada. Por eso siempre terminan alejándose de mí. Por eso siempre termino sola. Soy una horrible persona. Por culpa de mi egoísmo. Si solo desapareciera

-No es así, tú nunca has sido cruel con nadie. Tú eres una persona amable que se preocupa por los demás-

- ¡Te equivocas! - Interrumpió Aeris alzando la voz mientras apretaba sus puños con frustración, molesta consigo misma

Yo soy sumamente egoísta

-Solo me preocupo por mí. Sin darme cuenta, sin querer ver…Todo este tiempo he estado haciendo sufrir a Tifa. Tifa siempre estuvo poniendo tanto empeño, pero yo arruine todo. Ella ahora me odia y no sé cómo arreglarlo, yo nunca quise que nada de esto pasara. Pero no quería, no quería...- Confeso Aeris no pudiendo aguantar más las lágrimas que se derramaron libremente por su rostro, confundiendo pero sobre todo consternando a Zack por verla así.

-A que te refieres?-

-…-

Aeis no respondió pero Zack no necesitaba explicaciones y tampoco iba forzar una respuesta, en especial no ahora, además no necesitaba que dijera nada para hacerse una idea. No necesitaba que dijera nada para preocuparse por ella, para querer consolarla.

-Como pude. Ella es mi preciada amiga, pero yo...- Expreso Aeris entre sollozos limpiando con brusquedad las lágrimas de sus ojos que no dejaban de caer y Zack no pudo soportarlo más, verla así le partía el corazón, sabía que no debía, pero Zack no pudo contenerse más y puso sus brazos alrededor de la castaña trayéndola hacia él. Envolviéndola en un abrazo protector con la esperanza de poder disipar y contener su tristeza

-Tranquila, todo estará bien- Enuncio Zack con suavidad contra su cabello, dejando que la chica llorara libremente todo lo que quisiera contra su pecho.

- Ella me odia. Ella va a despreciarme para siempre. Ya que la herí, la herí y no sé cómo arreglarlo. - Lloriqueo Aeris con profundo pesar, abrazando a Zack con desesperación, rogando por una respuesta que en el interior sabia no podía ser respondida.

Tifa, mi preciada amiga va a abandonarme y a odiarme para siempre

-Hey, no pienses así. Tifa no es una persona frívola, no sé exactamente qué es lo que haya pasado entre ustedes, pero sí sé que tú también eres importante para ella-

-Ella ahora me odia-

-Ella no te odia. Lo sé, las he visto, tú también eres importante para ella. Aquella vez en Nibelheim, ella te busco desesperadamente, estaba aterrada de perderte, como tú lo estas ahora. Cree en ella. Ella es tu preciada amiga ¿no es así?, entonces no la abandones, no te rindas, no des la batalla por vencida. Si hay alguien a quien no quieres llegar a perder debes hablarle de eso personalmente. Así que no tengas miedo. Haz las cosas con confianza. Después de todo estamos hablando de ti, tú no eres de las que se rinden fácilmente. Habla con ella, arregla las cosas, no huyas -

Las palabras de Zack resonaron en Aeris, centrándola y haciendo que la ansiedad en ella y el ahogante sentimiento se disipara, pudiendo respirar con normalidad de nuevo, abriendo los ojos por los cuales finalmente habían dejado de derramarse lágrimas. Quedándose ambos en esa posición, abrazados el uno al otro hasta que finalmente Aeris pudo cerrar los ojos soñando con el nuevo día que estaba por llegar.


Nada más llegar a la escuela Cloud comenzó a buscar a Aeris por todos lados. Desde ayer no había podido contactar con ella y aunque había tratado de darle espacio no insistiendo en buscarla sería una mentira decir que no estaba preocupado. Después de todo ella y Tifa habían tenido una pelea y estaba seguro que eso había deprimido a la castaña. Por alguna razón no se podía quedar tranquilo y en especial más ahora que la castaña al parecer había decidió faltar a la escuela

-Hola cariño, buscando a alguien?-Inquirió una femenina voz detrás de la oreja de Cloud, abrazándolo por detrás, molestando de inmediato al rubio.

-¿Qué haces aquí?- Enuncio Cloud reconociendo el característico timbre, girando su cabeza por sobre su hombro para mirar disgustado a la castaña quien lo tenía preso.

-Oh bueno, quería verte- Expreso Jessie juguetonamente, y sin recibir respuesta alguna de Cloud se vio obligada a soltarlo cuando este aparto sus brazos de su torso, caminando lejos de ella.

-Y también quería contarte algo curioso que vi a noche- Declaro Jessie esperando llamar la atención del rubio y hacer que se detuviera.

-No me interesa- Negó Cloud sin dejar de caminar obligando a Jessie a ir detrás de él.

-Yo pensé que sí, ya que tiene que ver con cierta chica que ahora mismo estas buscando-

-Tú qué sabes acerca de quien estoy buscando-

-Una castaña como yo pero mucho menos hermosa y con un color de ojos diferentes a los míos, digamos verdes-

Eso hizo el truco, Cloud detuvo abruptamente su andar, volteando a ver a Jessie quien tenía una mirada de superioridad en la cara.

-Ahora si tengo tu atención- Declaro Jessie, frustrando a Cloud por su descuidada acción, revelándole inconscientemente que, como ella suponía, estaba buscando a Aeris. No podía negarlo ahora. Además, de alguna forma le preocupaba que esta chica la mencionara.

-Te has preguntado porque no has podido encontrarla. Será que no la has estado buscando en los lugares adecuados, en los brazos de otro hombre por ejemplo- Expuso Jessie con cierta malicia pero viéndose serena.

-¿Adónde quieres llegar con esto?- Enuncio Cloud con ira contenida, dándole la oportunidad de explicarse antes de cobrar tal insulto. Haciendo que Jessie tragara saliva difícilmente por la tajante mirada que estaba recibiendo, haciéndola sentir nerviosa, costándole encontrar el valor en ella para continuar.

-N-No te enfades cariño, yo solo he venido abrirte los ojos ya que no quiero que vayas a salir herido-

-De que hablas?-

-De que la razón de que no la encontraras y te estuviera ignorando es porque estaba muy ocupada estando en los brazos de Zack-

Todo el cuerpo de Cloud se tensó al oír esas palabras, y fue aun peor al siquiera imaginárselo, sintiendo un pulso de ansiedad recorrer todo su cuerpo.

Pero no podía ser, era imposible. Jessie solo estaba tratando de hacerlo perder la compostura.

-Supongo que ahora que Sephiroth está lejos decidió apuntar a Zack ya que, bueno, no es un blanco tan difícil. Aunque no me lo esperaba, no creí que fuera una chica tan convenenciera…-

-Jessie- Interrumpió Cloud enfadado pero rápidamente la castaña puso su celular frente a los ojos de este.

-No miento- Declaro Jessie mostrándole al rubio una foto de Aeris y Zack juntos helando a Cloud, sintiendo como si de repente perdiera estabilidad y el piso debajo de él desapareciera. No sabiendo que pensar apenas pudiendo oír a Jessie por la conmoción en su interior.

-Esta foto la tome ayer en la noche, cuando los encontré subiendo juntos al elevador de la torre Shinra, y esta es de cuando entraron al departamento de Zack, no está trucada. Además esta mañana antes de irme le pregunte a los guardias si habían visto a una chica castaña de ojos verdes abandonar el edificio, me dijeron que nadie con esa descripción había salido, lo que me lleva a pensar que paso toda la noche con Zack, incluso hoy no vino no es así? Ni ella ni Zack, no creo que sea coincidencia, deben estar juntos. Si los buscas seguro los encontraras a ambos-

Cloud observo con incredulidad las diversas fotos que Jessie le mostraba comenzando a sentir un vacío que lo oprimía. Todo a su alrededor comenzó a perder sentido, el sonido desapareciendo, todo volviéndose oscuro. Su cuerpo sintiéndose helado. Era curioso, esta sensación ya la había tenido antes

Cloud bajo la vista al piso sin saber cómo reaccionar. Ni siquiera sabía cómo debía sentirse, pero había algo que lo ahogaba, algo que lo jalaba hacia abajo, amenazándolo con enterrarlo en la oscuridad.

-Pobrecillo, has sudado lo tuyo buscándola por todas partes que ni siquiera te pensaste que tu amigo te estaba traicionando. Descuida, me tienes a mí, yo siempre voy a estar a tu lado- Expreso Jessie llevando una mano hacia el rostro de Cloud, pero antes de que sus dedos pudiera siquiera tocar su piel Cloud la detuvo tomándola fuertemente por la muñeca.

-Cloud?- Inquirió Jessie confusa observando como el rubio sin subir la mirada apartaba su mano

No me toques. No quiero que me toques. Esta no es la mano que necesito

Cloud soltó a Jesse, sin decir más dando media vuelta alejándose de esta, en busca de la única que podía calamar su agitada mente.


Zack acompaño a Aeris hasta la puerta de su casa, ambos parándose en la entrada de esta, y mientras que Zack tenían un relajado y alegre semblante Aeris había bajado la vista nerviosa hacia el piso sin saber que decir.

-Llegamos. Y como lo prometí no te puse ni una mano encima, bueno algo así- Bromeo Zack recordando el abrazo entre ambos, sin embargo, Aeris no respondió a la broma poniendo un insatisfecho ceño, manteniendo la vista hacia el piso como si este fuera sumamente interesante.

- ¿Qué pasa? No te ves muy contenta, ¿es que quieres pasar más tiempo juntos? -

Ante la pregunta Aeris subió la mirada desconcertada, viendo a Zack recelosa.

-Solo bromeaba. No espero que te encariñes conmigo tan de repente- Explicó Zack sonriendo, complacido por finalmente poder captar la atención de Aeris.

-Ah, es cierto, por cumplir mi capricho ¿qué es lo que deseas? -

-¿Huh? - Aeris pestañeo un par de veces sin entender, provocando una sonrisa más profunda en el encantador rostro de Zack por lo adorable que se veía la confundida castaña.

-Ya que básicamente te acorrale para que aceptaras-

-No, no es así. Yo… estoy muy agradecida de que te preocuparas por mí y no me dejaras sola anoche –

Si no hubiera sido por ti probablemente me hubiera roto por completo.

-Me hace feliz escuchar eso. ¿De verdad te gusta tanto estar conmigo? -

Aeris no pudo evitar el sonrojo que se coló por sus mejillas, tensándose en el proceso.

Aeris sabía que solo estaba haciendo su usual acto de casanova, pero aun así no podía evitar sorprenderse al olvidar con quien estaba tratando

-Bueno, yo estaría encantado de satisfacer ese deseo-

-Zack- Interrumpió Aeris bajando la vista sintiéndose incomoda

-Lo siento, siempre estoy incomodándote, pero con la persona que quiero que funcione más, no funciona en lo absoluto- enuncio Zack con suavidad llevando lentamente una mano hacia el rostro de Aeris, mano que detuvo antes de que sus dedos pudieran siquiera hacer contacto con su piel retirándola de inmediato, aunque con algo de renuencia

-Bueno, como sea, creo que mejor me voy- Expreso Zack intentando que la decepción no se notara en su tono de voz, dando media vuelta y logrando dar a penas un paso antes de sentir un par de delicadas manos deteniéndolo.

-Zack. Gracias. En serio. Siempre me animas, siempre que estoy deprimida me levantas el ánimo. Es extraño. Es como si presintieras que estoy mal y apareces- anuncio Aeris tomando rápidamente su muñeca, mostrando leves signos de ansiedad en su voz al verlo alejarse

-Tal vez simplemente tu corazón llama al mío- Comento Zack regresando su vista hacia Aeris, viéndola con extrema dulzura y seriedad, poniendo nerviosa a Aeris, haciendo reaccionar a Zack cambiando de inmediato su actitud a una más relajada

-No tienes de que preocuparte, te salvare cuantas veces quieras, siempre que sea necesario estaré ahí. Así que siéntete libre de enamorarte de mí- Expreso Zack con diversión en su voz, sonriendo de forma burlona mientras se señalaba así mismo

-Ah claro, después de todo eres un príncipe. Pero no tienes que malgastar tu tiempo en mí, yo puedo cuidarme sola- Refuto Aeris soltando la muñeca de Zack, esperando poder ocultar su creciente nerviosismo detrás de su animada actitud

-Y aun así ya son varios líos de los que te saco. Eres una princesa muy problemática-

-ah…- Aeris abrió la boca aturdida por la acusación, pero no pudiendo decir nada para contradecirla, teniendo que aceptarla, aun así no pudiendo evitar la indignación en su interior.

-voy a empezar a cobrarte- anuncio Zack con malicia, inclinándose levemente para poner sus ojos a la altura de los de Aeris y poder verla directamente.

-Eso no es algo que haría un príncipe- Contrataco Aeris soportando su intensa mirada con una de confianza.

-Tú crees? No creo que los príncipes actúen de forma desinteresada. Creo más bien, si pasan, por tanto, es para obtener a la princesa al final-

-Oh, ¿cómo una especie de premio?, que interesados son los príncipes-

-Ya vez, no puedes confiar en ellos. Que parezca que tienen intensiones nobles no significa que las tengan-

-Entonces, que bueno que los príncipes no existen- Declaro Aeris sonriendo con inocencia, confundiendo y sorprendiendo a Zack

-Creí que yo era un príncipe- inquirió el pelo negro dudoso

-eres demasiado amable para ese papel-

Zack volvió a sorprenderse por la confianza que mostraba Aeris en él, sin embargo Zack bajo la mirada al piso avergonzado pues él tenía una opinión diferente. Para él, el papel le quedaba a la perfección

-um, gracias por lo de anoche- Enuncio Aeris atrayendo de nuevo la atención de Zack quien distraído subió la mirada hacia Aeris sin entender.

- ¿eh? -

-El consejo que me diste. Estoy agradecida contigo. Fue tranquilizante cuando me dijiste que no tuviera miedo y que hiciera las cosas con confianza-

-Bombón -

-Siento que tus palabras hicieron desaparecer la inseguridad. Tienes razón no puedo perder la fe, no puedo dejarme abatir tan fácilmente.- Enuncio Aeris sonriendo con calidez y seguridad, conmoviendo a Zack y haciendo que un cálido sentimiento lo invadiera.

-Ya veo. La verdad es que yo me siento igual. Gracias a cierta chica…me di cuenta que mi forma de pensar era la incorrecta. Ella me cambio- Expreso Zack con voz calmosa, al mismo tiempo suavizando su mirada que evito poner en Aeris, llevando una mano detrás de su nuca en signo de nerviosismo.

-Debe ser una persona maravillosa- Comento Aeris y de inmediato Zack abrió los ojos aturdido para segundos después soltar una carcajada sin podérselo creer.

- ¿Q-que? ¿Dije algo? - Inquirió Aeris confusa, inclinando su cabeza levemente hacia un lado sin entender.

-No. Lo es. Es una persona maravillosa. Algo distraída, pero amable y linda. Quisiera poder acercarme más a ella, pero supongo que no debería- Explico Zack acallando poco a poco su risa hasta poner un reflexivo semblante en su carismático rostro.

- ¿Eso significa que no has hecho ningún movimiento en ella? - Pregunto Aeris con interés abriendo la boca estupefacta

-No. ¿Qué pasa?, ¿porque esa mirada de sorpresa? - Inquirió Zack no sabiendo si sentirse incomodo u ofendido por el extremo asombro que mostraba la castaña.

-L-lo siento, es solo que me cuesta creer que estés siendo tan reservado – Comento Aeris componiendo rápidamente su rostro, sintiéndose avergonzada por su comportamiento.

-¿Huh? -

-Bueno, es que siempre has sido directo en estas cosas, no entiendo porque es que ahora te contienes -

Por un leve segundo Zack se desconcertó también por su comportamiento. Sorprendiéndose el mismo ya que era cierto, ser tan reservado no era su usual forma de ser. Aunque nunca antes le había dado tanta importancia a algo, nunca antes le había importado tanto las consecuencias que pudiera tener y lo que implicaba

-Supongo que me siento algo inseguro – Confeso Zack abrumado con los nuevos sentimientos que lo invadían y la complicada situación en la que se encontraba.

-¿Huh? - Aeris no pudo evitar la mirada de desconcierto en su rostro al oírlo admitir inseguridad, ya que Zack siempre se había mostrado como alguien muy seguro de sí mismo ante cualquier situación, oírlo era más que increíble.

-Después de todo soy un ser humano, en ocasiones también me pongo nervioso. - Explico Zack con una sonrisa nerviosa, extrañado ante el abrumado reflejo de la castaña quien rápidamente sacudió la cabeza para despejar su cabeza.

-Ah…ya…ya veo. Claro, después de todo si alguien los descubriera, se armaría un escándalo, supongo que quieres protegerla de ser acosada por los medios- Reflexiono Aeris pero cuando llevo su vista en Zack este se la quedo viendo por un leve segundo aturdido antes de cambiar a un meditativo y preocupado semblante.

-De hecho, no había pensado en eso, pero ahora que lo dices eso si es un problema-

-Si no es eso, ¿entonces que te detiene? - Inquirió Aeris mirando a Zack suspicaz, no pudiendo imaginarse una razón más poderosa que esa y que a este ni siquiera se le hubiera pasado por la cabeza.

-Hay otro chico que está interesado en ella, y soy amigo de este, así que, si soy sincero, tengo miedo de que nuestra amistad pueda romperse-

Ante la admisión de Zack Aeris sintió un escalofrió recorrerle la espalda, saliéndosele todo el aire de sus pulmones, como si alguien le hubiera acabado de dar un fuerte golpe en el estómago.

La situación era justo como la de ella y Tifa. De ser así entonces Zack también estaba en una situación lamentable. Sin esperanza...Sin...No, no podía seguir pensando así

-Si una chica fuera suficiente para romper su amistad, entonces sería una amistad muy débil- Expreso Aeris bajando su rostro y escondiéndolo detrás de su flequillo a la vez que apretaba fuertemente sus puños.

-Supongo que tienes razón- Concordó Zack sin embargo Aeris se hundió nuevamente en su mente apretando más sus puños, tanto que sus uñas se le enterraban dolorosamente en la piel, intentando disipar la oscura vocecita en su interior que la amenazaba con la destrucción de todo.

No, la amistad entre Tifa y yo no es débil. Debo confiar en Tifa

-Bombón- Llamó Zack trayendo su mente de vuelta, entonces notando como Zack había puesto su mano sobre su mejilla viéndola con consternación y una vez que Aeris puso su atención en él, Zack abrió levemente la boca, pero cerrándola al segundo siguiente poniéndola nuevamente en una firme línea horizontal, manteniéndose en silencio por varios segundos antes de retirar su mano.

-No, al final no es nada.- Enuncio Zack sonriendo con amabilidad mientras daba un paso hacia atrás.

-Si hay alguna manera en que pueda pagarte todo lo que has hecho por mí- expreso Aeris con una inmensa gratitud hacia el chico que siempre lograba animarla.

-Se me ocurren unas cuantas ideas, pero en definitiva no pienso decírtelas- Contesto el pelinegro con una mirada burlona, alejándose dando otro par de pasos hacia atrás, pero todo el tiempo de frente a la confundida castaña.

- ¿Eh? -

-Me basta simplemente con que sonrías. - Enuncio Zack sin dejar de lado su encantadora sonrisa, pero suavizando su mirada entorno a la castaña. Aun así, no convenciendo a Aeris quien tenía el presentimiento que Zack se estaba guardando algo, pero tal vez solo estaba imaginando cosas, poniendo de inmediato la idea de lado.

-Gracias Zack- Expreso Aeris esbozando una amable y agradecida sonrisa

-Mucho mejor. Entonces nos vemos- Se despidió Zack metiendo ambas manos a los bolsillos de su pantalón mientras daba media vuelta caminando hacia el final del patio. Sin embargo, cada paso con el que se alejaba se sentía cada vez más pesado y más disgustado con el mismo, deteniéndose con frustración a un paso de salir a la acera

No puedo…No quiero reprimirme más

- ¡Bombón! - Llamo Zack girando rápidamente de regreso en dirección de la castaña, deteniéndola justo en el momento en que estaba abriendo la puerta de su hogar

Confundida Aeris se giró hacia el chico que la llamaba, soltando la perilla de la puerta que había entre abierto, observando a Zack acercarse nuevamente hasta donde se encontraba.

-Lo siento, al final no puedo, creo que esta vez seré codicioso- Expreso el pelo negro con agitación deteniéndose a un solo par de pasos de Aeris, clavando una nerviosa mirada en ella que la turbo, no solo por lo inusual que era ver a este chico presentar ansiedad sino también por lo extrañamente intensa de esta.

-Quédate conmigo – Enuncio Zack sin siquiera darle tiempo de procesar la situación. Esta vez viéndola con una apasionada confianza y decisión que casi hizo que se derrumbara sobre si misma de no ser porque el desconcierto había ganado la batalla de emociones dentro de ella.

- ¿Eh? -

-No sé si al final es lo correcto. Pero aun así no puedo deshacerme de estos sentimientos- Declaro Zack dando un paso hacia el frente, estirando lentamente su mano hacia el rostro de Aeris quien se encontraba aturdida, sin poder reaccionar ni siquiera cuando sintió los dedos de Zack hacer contacto con su piel

-Escucha yo…-

-Zack? ¿Qué estás haciendo aquí? - Interrumpió una masculina voz proveniente del portón de entrada, llamando la atención de ambos y cuando Aeris descubrió a un chico de alborotados cabellos rubios y desconcertados ojos azules parado a unos cuantos metros de ellos el corazón le dio un brinco, pero haciendo que su mente se sumiera en más confusión, no comprendiendo que hacia el rubio en su hogar

-Cloud – Enuncio Aeris el nombre del rubio de manera automática, casi sin pensar, como si sus labios hubieran actuado por si mismos incapaces de poder contenerse.

El sonido de la voz de Aeris diciendo su nombre despertó a Cloud, sacándolo de su desconcierto inicial, notando entonces la mano de Zack sobre la mejilla de Aeris.

Había venido porque estaba preocupado, si, las palabras de Jessie lo habían trastocado un poco pero en el fondo no quería creerlas, quería confían en ella, esperaba que al llegar aquí la encontrara sola.

Afligida, pero precisamente por eso había venido, porque a pesar de que también quería darle algo de espacio no se había podido quitar la imagen de ella llorando en un rincón escondida, por eso la había estado buscando, ya que después de lo ocurrido ayer sabía que no se encontraría bien, sin embargo Cloud no entendía ¿Qué hacia Zack aquí? ¿Porque es que la estaba tocando. ¿Porque es que estaban ambos juntos?

Espera… acaso…eso significaba…

-Suéltala- Demando Cloud con ferocidad sintiendo la sangre helada ante la posibilidad, clavando un par de asesinas dagas en Zack quien no se inmuto ni perturbo ante la imagen del feroz rubio

-Cloud- Enuncio Zack con calma no retirando su mano del rostro de la castaña, solo haciendo que el rubio se desquiciara al no ver su orden siendo acatada.

- ¡Te he dicho que la sueltes! -

Cloud lanzo un puñetazo contra el rostro de Zack tirándolo al suelo, obligándolo a alejarse, poniéndose delante de la atónita castaña como una especie de barrera

-Cloud! -

- ¿Cuál es tu intensión? ¿Qué es lo que pretendes? - Exclamo el rubio colérico, ignorando a la turbada castaña, concentrándose solo en el chico en el suelo que permaneció sereno limpiando con tranquilidad el delgado hilo de sangre que escurría por la comisura de sus labios.

- ¿Pero qué es lo que te pasa Cloud? - Reclamo Aeris molesta con la actitud del rubio, dando a penas un paso, queriendo ir hasta donde se encontraba Zack cuando Cloud la detuvo, tomándola de la muñeca

- ¿Por qué fuiste hacia él? ¿Por qué pasaste la noche con él? - Pregunto Cloud con furia dando un tirón de la muñeca de Aeris para hacer que regresara el paso que había dado, evitando que esta pudiera acercarse a Zack. Clavando un par de agitados orbes azules que desconcertaron a Aeris, poniendo su mente en shock, abriendo la boca levemente sin saber que decir. No era una pregunta, era una afirmación. Pero ¿cómo es que Cloud sabía eso?

-Cloud no es lo que tú crees- Expreso Zack levantándose del suelo, usando un tono solemne que solo enfado más al rubio.

-Tu cállate- Demando Cloud volteando enfadado al ver al pelinegro que intento mantenerse sereno

-lo estas malinterpretando todo-

-lo malinterpreto? Que es exactamente lo que malinterpreto? Me dices que es mentira que paso la noche contigo-

Zack se quedó en silencio desviando por un momento la mirada, dándole así la razón a Cloud quien a pesar de haber visto las fotografías tenía la leve esperanza que estas fueran solo un truco pero ahora con esa señal simplemente su mente ya no podía negar la verdad

- Así que es cierto – Expreso Cloud sintiéndose herido

-Porque? Porque Aeris…es que fuiste con él?- Inquirió Cloud respirando entrecortadamente a causa de la opresión en su pecho

Porque es que corriste hacia él? Y no hacia mí?

-Eso, no te incumbe- Respondió la castaña en una débil pero resentida voz desviando la mirada lejos de Cloud, ocasionando que a este le hirviera la sangre por recibir una respuesta tan cortante y sobre todo de ella.

-Cloud. No pasó nada. Si, estuvo la noche conmigo pero no hubo nada…Ella…Solo me preocupaba que fuera a estar sola, así que la invite a quedarse conmigo. Pero no…- Explico Zack intentando calmar al iracundo rubio

-Dije que te calles –

-Si tienes tiempo para preocuparte de esa forma, deberías darte prisa y decir lo que hay que decir de una vez-

-Si la tocaste…- Exigió Cloud soltando a Aeris y dando media vuelta para encarar a Zack, clavándole un par de mortales dagas

-No me refería a eso – Exclamo Zack con pesadez dando una frustrada exhalación, moviendo su cabeza de un lado a otro en signo de desaprobación.

-En serio Zack si…-

-Cloud desde hace cuánto nos conocemos y ese es el concepto en el que me tienes?. O aun peor, crees que ella haría algo así-

-eres tú del que no me fio-

- Siempre haces eso, crees que eres el único que se toma las cosas en serio, crees que eres el único que sufre. Voy a darte una última oportunidad, se claro, di lo que en verdad quieres decir-

-Deja de estar jugueteando con cada chica que se te pone en frente. Si crees que me voy a creer que no intentaste nada. Si vuelves a hacer algo como esto…-

- ¿¡Te lo advertí no es cierto!? Te lo dije, te dije que te arrepentirías. Si la hacías sentir triste de nuevo, me aprovecharía de eso. Tienes idea! Tienes idea del estado en que la encontré! Ella…- reclamo Zack alzando la voz molesto, el rubio rebasando el límite de su paciencia provocando que no pudiera mantener más la serenidad, deteniéndose únicamente porque Aeris pronuncio su nombre, suplicándole en silencio que no dijera más, que no revelara lo destrozada que en realidad estaba…Por culpa de esta persona.

Era suficiente. Se había cansado de esta situación. Si Cloud no iba a dar el paso entonces él lo haría. Ya era suficiente, esta había sido la última oportunidad que le daba.

-El amor es solo cuestión de estar en el momento adecuado. Si no dices las palabras adecuadas en el momento adecuado da igual cuanto haya tenido que ver el destino en la relación, todo se arruina. Aunque te arrepientas será demasiado tarde. Tú fuiste quien no dio el paso, no eres más que un cobarde que la dejo sola buscando protegerse así mismo. Cloud, no tienes derecho a estar enojado! No muestras tus sentimientos y esperas que los demás te comprendan. Es algo que no ha cambiado de ti. -

-Zack-

-Te aprecio Cloud, pero odio esa personalidad deshonesta que tienes-

- ¿¡Y qué hay de la tuya Zack!?. ¿¡Que es lo que pretendes!?-Enuncio Cloud furioso yendo hasta Zack, tomándolo por el cuello de la camisa

-Cloud, Zack, basta! - Exigió Aeris incomoda con el tenso ambiente yendo hasta ambos chicos para intentar detenerlos, pero antes de que pudiera siquiera pensar en que hacer la voz de Zack se hizo presente congelándola a solo un par de pasos de ellos.

-Está bien. Siempre he querido dejar esto en claro. Aeris me gustas- Declaro Zack con seriedad, pero sin voltear a ver a la anonadada castaña, en lugar de eso manteniendo firme su vista en el rubio frente a él que de inmediato lo soltó perdiendo la fuerza en sus dedos, abriendo los ojos de par en par no pudiendo disimular el shock en su rostro

-Z-Zack para de bromear. Este no es el momento para… - Reclamo Aeris nerviosa, sintiendo que el suelo se tambaleaba debajo de ella y todo perdía sentido, como si hubiera caído de repente en una ilusión.

-Estoy hablando en serio. -

Aeris abrió los ojos tan grandes como platos ante la admisión de Zack, sintiendo un tirón en el pecho y una extraña sensación en su estómago. No pudiendo creerlo, no queriendo creerlo.

-Es cierto que al principio tome interés en ti ya que nada de lo que hacía te afectaba, pero ahora es diferente- Expreso Zack volteando por un leve momento a ver a la perturbada castaña antes de volver a poner su decidida mirada en Cloud.

-Estoy yendo en serio. Quiero a Aeris para mí. La quiero no solo como persona o amiga, la quiero de manera romántica. Quiero que Aeris sea mía y pienso luchar por ella-

Cloud sintió su sangre arder ante las palabras de Zack, endureciendo su mirada mientras apretaba sus puños furioso.

-No me jodas. Si crees que ella será una más de tus caprichos-

-Ella no es un capricho, en verdad la quiero. La quiero como a nadie más. Estoy dispuesto a dedicar mi vida entera, mi completa existencia solo a ella-Contradijo Zack viendo desafiante a Cloud

Aeris abrió la boca anonadada ante la declaración de Zack, su corazón parándosele por un segundo, abriendo los ojos de par en par, sus piernas volviéndose de gelatina sin saber cómo reaccionar.