Son Como Novios


-Mi alma gemela y el amor de mi vida – susurró, llevando su mirada del mayor al menor de los hermanos Uchiha.

No quería hablar con ellos. Dio media vuelta dispuesta a irse del lugar cuando escuchó la voz de Hana, llamándola.

-¡Sakura-chan! – gritó la niña, corriendo en su dirección.

Respiró profundamente, como dándose valor y se volvió a la niña cuando la tuvo frente a ella.

-Te estábamos buscando, Sakura-chan. Ita y Sasuke estaban preocupados porque no venías – le dijo la niña.

Sakura trató de sonreír, pero no pudo hacerlo y el gesto no pasó desapercibido para los hermanos Uchiha, quienes la miraron con el ceño fruncido cuando estuvieron frente a ella.

-¿Estás bien? – preguntaron a la vez.

Sakura los miró y se pasó una mano por la cara.

No, no estoy bien. Una mujer me acaba de decir que tengo que escoger entre dos amores, y aparte añadió que mi destino puede estar marcado con sangre, y por si fuera poco desapareció sin decirme su nombre, dejándome una flor de cerezo. No, obviamente no estoy bien.

Eso era lo que quería decirles, pero toda la situación estaba de película si la mirabas desde esa perspectiva. Suspiró profundamente.

-Me duele la cabeza. Sólo es eso – les dijo, con su mejor tono convincente. No estaba para contestar preguntas de ellos ahora.

Itachi se acercó a ella, la miró con atención y posó una mano en su frente. Frunció el ceño.

-Estás pálida y helada. ¿Estás segura que sólo es eso? – le preguntó, mirándola preocupado.

Sakura asintió, conteniendo las intensas ganas de llorar que la invadieron en ese momento.

Sasuke la miró. Era obvio que no estaba bien, pero también se le hacía obvio que ella no les iba a decir lo que le pasaba. Suspiró.

-Es mejor que nos vayamos a casa. Quizá allá te sientas mejor – dijo Sasuke. Caminó hacia Sakura y la tomó de la mano –Vamos – dijo, y se dirigieron al estacionamiento.

Sakura miraba sus manos unidas mientras caminaban hacia el auto de Itachi, y no pudo evitar preguntarse por qué precisamente ese día ella había decidido no soltar su mano. ¿Acaso era una señal del destino?

Negó energéticamente con la cabeza. Tenía que dejar de pensar en eso, por el bien de su salud mental.

-¿Vas a quedarte conmigo hoy, cierto? – salió del dilema mental en el estaba y llevó su mirada a Sasuke, quien le había hecho esa pregunta en un susurro.

-Sasuke, no creo que sea una buena idea – le dijo ella, mirándose las manos.

Sasuke suspiró y llevó una mano al mentón de ella, para verla a los ojos.

-Sakura, no estás bien, y quiero estar contigo hasta que te sientas mejor. Además, aún es el día de mi cumpleaños, y quiero a mi regalo junto a mí – le dijo el pelinegro con una sonrisa.

Sakura lo miró, debatiéndose mentalmente si era conveniente quedarse con él ese día. Algo le decía que no, y ella siempre seguía sus corazonadas, y esta vez…

-Sasuke, no… - estaba diciendo ella, pero el pelinegro detuvo el paso y se puso frente a ella, tomando sus manos.

–Tenía una semana sin verte y quiero estar contigo ahora. Quédate conmigo como mi regalo de cumpleaños, por favor – le dijo Sasuke.

Sakura lo miró, y luego miró sus manos unidas, y recordó lo que se había dicho por la mañana. Suspiró.

-Está bien – le dijo ella. Sasuke sonrió y besó una de sus manos. Sakura no pudo evitar fijarse que besó precisamente la mano que había tomado la mujer para leerla. Negó energéticamente con la cabeza. Estaba paranoica.

Mientras iban en el auto, Sakura le mandó un mensaje a Shizune pidiéndole permiso para dormir en casa de los Uchiha. Cuando llegaron a la casa, el celular de la joven sonó y ella se dispuso a leer el mensaje. Sonrió levemente cuando lo hizo.

-¿Te dio permiso? – le preguntó Sasuke.

Sakura lo miró y asintió.

Itachi miró a Sakura.

-¿Vas a dormir aquí hoy, Sakura? – preguntó Itachi.

Sakura asintió.

-Sasuke me chantajeó – dijo la joven, viendo de reojo a Sasuke.

Itachi miró a Sasuke y suspiró.

-Aún estoy muy joven para ser tío. Recuerden eso – dijo Itachi, tomando a Hana de la mano para llevarla a su cuarto, dejando a Sakura sonrojada y a Sasuke sonriendo.

Sasuke tomó la mano de Sakura.

-Vamos – le dijo, caminando hacia las escaleras de la casa.

Una vez en la habitación del pelinegro, Sakura caminó hacia la cama y se dejó caer en ella. Sasuke la miró y caminó hacia ella, acostándose a su lado.

-¿Ahora sí me dirás lo que te pasa? – le preguntó.

Ella suspiró.

-No es nada. No te preocupes – dijo la joven, y cuando miró que Sasuke iba a hablar, se adelantó –Voy a bañarme, eso me ayudará a despejarme – le dijo ella. Sin esperar respuesta, caminó hacia el armario y abrió la puerta que el pelinegro había "designado" para ella, buscando su pijama y ropa interior.

Sasuke la miró mientras buscaba la ropa y sonrió, porque de ese modo parecía como si ellos estuvieran viviendo juntos. Era una buena forma de experimentar el futuro…

El agua ayudó a Sakura a despejar su mente. Ejercicios de respiración y el sonido del agua cayendo en su cuerpo lograron otorgarle tranquilidad a la joven, que era lo que más necesitaba en ese momento.

Más animada, salió del baño, ya en pijama y con un cepillo de cabello en la mano. Olvidó por completo que estaba en el cuarto del pelinegro y que él la estaba viendo e hizo lo que solía hacer todas las noches: peinar su largo cabello frente al espejo de cuerpo completo de la habitación.

Sasuke, por su parte, seguía con su mirada cada uno de sus movimientos. Admiró cada curva de su cuerpo y sin poder evitarlo se levantó de la cama y se acercó a ella. Cuando Sakura lo miró por el espejo detrás de ella se sorprendió, pero sonrió.

-Había olvidado que estabas aquí – dijo la joven.

La miró a través del espejo. Tomó su cabello y lo acomodó sobre su hombro izquierdo, dejando el lado derecho de su cuello descubierto. Se acercó más a ella, bajó con cuidado el tirante de su camisa y del bralette y comenzó a besar su hombro, siguiendo en línea recta hacia su cuello, mientras rodeaba con sus manos su cintura.

Sakura supo en ese momento por qué pensó que era una mala idea dormir con él ese día. El tacto suave de sus labios en su piel, la forma en la que sus manos la acariciaban le gustaba tanto que le daba miedo.

-Sasuke… - dijo ella, pero no pudo terminar la oración, porque Sasuke la hizo girar hasta que la tuvo frente a él y la besó. Quiso alejarlo en el momento, pero él la rodeó con sus brazos y se lo impidió, y ella acabó rindiéndose ante el roce de sus labios. El beso era suave, tierno, pero luego Sasuke la condujo a una de las puertas del armario y la besó con más ansias. Con una de sus manos tomó su cadera y la pegó suavemente a él, y con la otra acarició su cintura mientras la besaba.

Tuvieron que separarse por falta de aire, pero el pelinegro no le dio tiempo de hablar, porque volvió a besarla con necesidad. Sus manos se colaron bajo la camisa de ella y cuando Sakura lo sintió delineando la curva de su cintura a su cadera se estremeció. Sasuke sonrió en medio del beso. Su reacción fue inocente y tierna. Era una situación un tanto injusta: Él tenía la experiencia de su lado, y en ella reinaba la confusión por todas las sensaciones nuevas que estaba experimentando.

Sasuke se abrazó a su cintura y la hizo dar media vuelta mientras la besaba, dirigiéndose a su cama. Consciente de su intención Sakura supo que si tocaba su cama ya no habría vuelta atrás. Recordó las palabras de Itachi.

Aún no.

Puso sus manos en su pecho, deteniéndolo, y lo miró. Sus ónix brillaban intensamente, y se sintió pequeña ante su mirada.

No fue necesario que ella dijera algo, Sasuke la entendió y suspiró, tratando de recobrar el sentido común. Unió su frente a la de ella y la besó con ternura hasta que mordió suavemente su labio inferior. Le dio un beso en la frente y finalmente se separó de ella.

-Voy a bañarme – le dijo, y se dirigió al baño. Necesitaba un buen baño con agua fría.

Sakura se sentó en la cama y se cubrió la cara con las manos. Se sentía confundida, porque algo le decía que lo que debía haber hecho en ese momento era entregarse a él, pero eso iba en contra de lo que ella creía correcto.

Suspiró. Era un poco cansado hacer siempre lo correcto.

Estuvo meditando sobre la situación hasta que la puerta del baño se abrió y de ella salió Sasuke, ya en pijama. Nerviosa, se levantó de la cama sin saber qué decirle.

-Sasuke, yo… - inició, insegura, sin embargo no tuvo necesidad de continuar, porque el pelinegro sonrió y se acercó a ella, tomando sus manos.

-Aunque me muera de ganas por estar contigo voy a esperarte hasta que tú estés lista – le dijo él.

Sakura sonrió. Se acercó a él y le dio un beso en la mejilla, sorprendiéndolo.

-Gracias – le dijo ella.

Sasuke frunció levemente el ceño.

-¿Por qué? – le preguntó.

Sakura sonrió.

-Por tratar de entenderme – le dijo la joven.

Sasuke sonrió. Se acercó más a ella y le dio un beso en la frente.

-No cambiaría absolutamente nada de ti. Me gusta cómo eres. Eres perfecta así – dijo él. Un tierno sonrojo coloreó las mejillas de Sakura y Sasuke rio y la abrazó –Me encanta hacerte sonrojar. Te miras hermosa cuando te sonrojas – le dijo él.

Sakura sonrió y correspondió al abrazo.

-Me alegra que lo que no me gusta de mí te guste a ti – dijo Sakura, con un deje de sarcasmo al pensar en su insultante facilidad para sonrojarse.

Sasuke deshizo el abrazo con una sonrisa.

-Siempre – le dijo, revolviendo su cabello.

Sakura negó con la cabeza, sonriendo.

-Anda, a dormir. Ya es tarde – le dijo ella. Caminó hacia la cama y se acostó en su lado favorito.

Sasuke sonrió. Apagó las luces y caminó hacia la cama, acostándose al lado de ella.

Una vez ambos acostados, Sasuke le ofreció su mano a ella, para que la entrelazara con la suya. Sakura miró la mano de Sasuke y sonrió, entrelazando sus dedos con los de él sobre las sabanas que los cubrían. Y así durmieron.


Sasuke sonrió cuando abrió los ojos, porque frente a él tenía el más hermoso panorama. Estaba acostado de lado, en su cama, mirando frente a él a Sakura, quien estaba acostada de la misma manera. La joven abrazaba la almohada sobre la que reposaba su cabeza y unos mechones de su largo cabello rosado brillante caían con gracia en su rostro.

El pelinegro se apoyó en su codo y la miró detenidamente, sin que se le borrara la sonrisa del rostro hasta que la miró sonreír a ella, aún con los ojos cerrados.

-Mirarme detenidamente mientras estoy durmiendo te delata como un acosador, Sasuke – dijo la joven, abriendo sus hermosos jades para mirarlo con una ceja alzada.

Sasuke sonrió.

-Es tan bonito verte cuando despierto – le dijo él, y un tierno sonrojo coloreó las mejillas de Sakura. Tratando de ocultarlo la joven se cubrió el rostro con la sábana.

-Ve a bañarte. Ya es tarde – le dijo ella.

-Tenemos tiempo. Quiero estar acostado contigo un rato más – dijo Sasuke, quitándole la sábana del rostro. La miró con una sonrisa y la atrajo hacia él. Sakura sonrió y posó su cabeza en su pecho, sintiendo cómo el pelinegro le besaba el cabello, y sólo pudo preguntarse si así se sentía dejar que alguien la quisiera, porque era tan bonito que no lo creía realidad. Eso no formaba parte de su mundo.


Sasuke estaba revisando las notificaciones de su celular en el comedor, a la espera de que el resto de su familia hiciera su aparición para desayunar.

Escuchó a alguien acercarse y apagó su celular. Era Itachi.

-¿Y Sakura? – preguntó el pelinegro mayor sentándose a la cabeza del comedor.

Sasuke miró la hora en el reloj en su muñeca.

-Está arreglándose. No debe tardar en bajar – dijo el pelinegro, dejando a Itachi confundido. ¿Arreglándose?

Unos minutos después, la joven hizo su aparición. Vestía una falda skater color negro con una camisa pegada al cuerpo de manga ¾ sin hombros color rojo oscuro. Itachi frunció el ceño, y Sasuke sonrió por lo hermosa que se miraba.

-¿Traías ropa para cambiarte ayer? – preguntó Itachi a la joven, quien se sentó en la silla frente a Sasuke, quien estaba sonriendo divertido por la pregunta. Sakura lo fulminó con la mirada.

-Es una larga historia – respondió la joven sombríamente por lo divertido que estaba Sasuke por toda la situación.

-De hecho no es tan larga – dijo Sasuke, sonriendo. Itachi lo interrogó con la mirada y se dispuso a contar esa divertida historia –Le compré ropa para que no tuviera otra excusa para decirme que no cuando le pidiera que se quedara a dormir conmigo – explicó brevemente el pelinegro.

Itachi miró a Sasuke y luego miró a Sakura, quien estaba irritada al recordar nuevamente la jugada del pelinegro

-¿Me estás diciendo que en tu armario hay ropa de ella? – preguntó Itachi a su hermano. Sasuke asintió sonriendo. Itachi miró a Sakura y una sutil risa escapó de sus labios.

Sakura lo miró, sorprendida y enojada.

-¿Por qué te ríes? – le preguntó.

Itachi la miró sonriendo.

-Imaginarme tu cara cuando Sasuke te mostró la ropa es sumamente divertido – le dijo él.

Sakura lo fulminó con la mirada y Sasuke rio.

-Estaba tan enojada que me sacó de la habitación y me tiró la puerta en la cara – relató Sasuke, divertido.

Itachi rio y alzó su mano hacia Sakura, quien, aún irritada por la situación, hizo lo que mudamente el pelinegro le pidió: chocar sus palmas.

-Bien hecho – le dijo Itachi a la joven, aprobando su reacción ante lo hecho por su hermano, logrando robarle una sonrisa a Sakura.

Hana bajó poco después y todos desayunaron juntos.

-Voy a mi habitación – dijo Itachi levantándose del comedor

-¿Vas de esclavo universitario? – preguntó Sakura, también de pie. Itachi la miró con una sonrisa y asintió. Ella sonrió. Se acercó a él y lo abrazó –Me iré en un rato, así que me despido ahora para no interrumpirte después – explicó la joven. Itachi sonrió y la abrazó. Una vez deshecho el abrazo, el mayor de los Uchiha se retiró, dejando a Sakura y a Sasuke solos, ya que Hana había salido acompañada de su nana hacia la casa de una de sus amiguitas.

-Ya me voy – dijo Sakura al pelinegro.

Sasuke frunció el ceño.

-Pensé que te irías más tarde – le dijo el joven.

Sakura sonrió. Irse antes era una secreta forma de vengarse por haber recordado lo que él le hizo con la ropa.

-Ino me llamó mientras me estaba arreglando y me dijo que llegaría a casa como a las 11 para pasar el día juntas – dijo. Lo cierto es que Ino sí la había llamado, pero llegaría por la tarde.

Sasuke bufó.

-Quiero estar más tiempo contigo – le dijo.

Sakura sonrió.

-Pero yo no. Nos vemos – le dijo, divertida, dirigiéndose a la puerta de la casa.

Sasuke frunció el ceño viéndola alejarse.

-¡Hermosa! – le llamó, y Sakura se detuvo, sorprendida y extrañada. Se volvió a él y lo miró sonriendo. Ella sonrió, dispuesta a molestarlo.

-Sólo Gaara puede llamarme así – dijo, mirando con diversión como se le borraba la sonrisa al pelinegro, quien la fulminó con la mirada y se acercó a ella hasta tenerla de frente.

-¿No puedo llamarte hermosa sólo porque ese… - se detuvo, guardándose el calificativo nada amable que iba a otorgarle al pelirrojo –te llama así? –preguntó finalmente, indignado.

Sakura sonrió.

-Exactamente – le dijo, divertida al ver el ceño fruncido del pelinegro por su respuesta –Además, tú me dices molestia. Ese es el apodo cariñoso, aunque no aplica porque no soy una molestia. En cambio, cuando te dijo fastidio, el otro apodo cariñoso, sí aplica para ti, porque sí eres un fastidio – le dijo ella con una radiante sonrisa.

Sasuke la fulminó con la mirada y ella rio.

-Ya, está bien – dijo ella, en un intento de dejar de molestarlo -¿Por qué me llamaste hermosa? – le preguntó, curiosa. Sasuke nunca la había llamado así.

Sasuke la miró fijamente, aún indignado por el incidente que involucraba al pelirrojo.

-Porque eres hermosa, y con la ropa que te compré luces más hermosa aún – le dijo él.

Sakura lo miró, pensativa, recordando todas las piezas que él había comprado para ella.

Ahora que lo pienso no he visto un pantalón en esa ropa. Sólo faldas y shorts pensó.

-¿Por qué sino te gusta que deje mis piernas al descubierto me compraste piezas que hacen que luzcan? – le preguntó.

Sasuke sonrió de medio lado.

-Porque de mi casa sales directo a la tuya, así que nadie más que yo puede ver tus piernas con la ropa que convenientemente elegí con ese propósito – le dijo él con exquisita cortesía.

Sakura lo miró, incrédula.

-¡Eres un pervertido! – lo acusó.

Sasuke rio.

-Mi novia tiene las piernas más espectaculares del país. Debo admirarlas de cerca – le dijo, divertido.

Sakura lo fulminó con la mirada.

-Eres un idiota. ¡Y no soy tu novia! – le dijo, indignada.

Sasuke volvió a reír. Era sumamente divertido ver a Sakura de ese modo. Pero no quería desperdiciar sus últimos minutos con ella peleando como niños. Se acercó a ella y la abrazó.

-Debes admitir que hice un gran trabajo escogiendo la ropa. Con toda te mirarías hermosa – le dijo, dándole un beso en la frente. Sakura trató de no sonreír, pero no pudo. Una leve sonrisa se formó en su rostro y lo abrazó.

-Hiciste tan bien el trabajo que creo que me miraría muy bien si salgo de tu casa un día a la de Gaara para visitarlo – le dijo. Kami sabía que se divertía mucho molestándolo de ese modo.

El pelinegro deshizo el abrazo de inmediato y la fulminó con la mirada, y ella rio.

-Sólo bromeaba – le dijo con una sonrisa. Se acercó a él y le dio un beso en la mejilla –Nos vemos luego – se despidió.

-Te llevo – le dijo Sasuke.

Sakura sacó las llaves de su auto y las agitó frente a él.

-Recuerda que fui yo la que vino a ti – le dijo la joven.

Sasuke sonrió al escuchar su respuesta, porque le hizo recordar su secreta plática con Shizune. Ese fue el primer paso. Ella sí vino a él.

-Y me hiciste esperar mucho tiempo – le dijo él. Se acercó a ella y le dio un beso en la frente –No te desvíes del camino. Sólo aceptaré que Ino mire tus piernas – le dijo, sonriendo divertido, recibiendo una fulminada cortesía de Sakura.


Cuando Sakura le abrió la puerta de su hogar a Ino la rubia la recorrió con la mirada y sonrió.

-Te quedaste a dormir con Sasuke otra vez, ¿cierto? – le preguntó.

Sakura se recorrió con la mirada y sonrió levemente.

-¿Es tan obvio? – le dijo a la rubia.

Ino sonrió.

-El sentido de la moda de Sasuke está más desarrollado que el tuyo, frentona. Anda, tienes que contarme todo – dijo la joven, entrando a la casa y arrastrando a Sakura hacia las escaleras. Una vez en la habitación Ino se sentó en la cama, mirando expectante a Sakura.

-Y, ¿Qué pasó esta vez? ¿Se besaron de nuevo? – preguntó la rubia, emocionada.

Sakura la miró, y recordó lo que había pasado con el pelinegro y un tierno sonrojo coloreó sus mejillas.

Al no obtener una respuesta de la joven y notando el sonrojo en sus mejillas Ino se levantó abruptamente de la cama, con una radiante sonrisa en su rostro.

-¡OMG! ¡Hicieron el amor! Dime que lo hicieron sin protección, por favor, porque quiero ser tía ¡Quiero ser tía! ¿Te imaginas a tu bebé? Si tiene tus ojos y el atractivo de Sasuke sería la belleza personificada. ¡Por fin! Kami oyó mis plega… - estaba diciendo Ino, hasta que Sakura la interrumpió, sonrojada.

-¿Puedes dejarme hablar? – le dijo. Ino la miró y frunció el ceño.

-Arruinaste el momento, ¿cierto? – le dijo, y suspiró. Se sentó en la cama –Cuéntame, ¿qué pasó? – preguntó la rubia.

Sakura suspiró.

-Él quería, pero yo estaba muy nerviosa, me dio miedo y lo detuve – dijo Sakura, mirándose las manos.

Ino se llevó una mano a la frente.

-Sakura, ¿eres consciente de que nadie más que Sasuke se merece tu virginidad? Estoy segura que nadie te trataría mejor que él si decidieras entregarte sin pensar demasiado por una vez en tu vida – le dijo la rubia.

Sakura se cubrió la cara con las manos.

-No estoy lista para entregarme a él, Ino. Además, ni siquiera somos novios –dijo ella.

Ino bufó.

-Tú y tu "virgen hasta el matrimonio" saben arruinar momentos – dijo ella -Frentona, ustedes son como novios, sólo que tú aún no te has dado cuenta – le dijo la joven.

Sakura se quitó las manos de la cara y miró a Ino, pensativa.

-Él me dijo que era su novia, pero no estamos saliendo. No hay nada oficial – dijo Sakura.

Ino se sorprendió.

-¿Te dijo que eres su novia? – le preguntó, y Sakura asintió -¿Por qué te dijo eso? – preguntó Ino, pensativa

Sakura sonrió levemente, recordando el momento.

-¿Por qué sino te gusta que deje mis piernas al descubierto me compraste piezas que hacen que luzcan? – le preguntó.

Sasuke sonrió de medio lado.

-Porque de mi casa sales directo a la tuya, así que nadie más que yo puede ver tus piernas con la ropa que convenientemente elegí con ese propósito – le dijo él con exquisita cortesía.

Sakura lo miró, incrédula.

-¡Eres un pervertido! – lo acusó.

Sasuke rió.

-Mi novia tiene las piernas más espectaculares del país. Debo admirarlas de cerca – le dijo, divertido.

Sakura lo fulminó con la mirada.

-Eres un idiota. ¡Y no soy tu novia! – le dijo, indignada.

Ino rio.

-Definitivamente amo a Sasuke. ¡Es que no puede ser más lindo contigo! – dijo la rubia, sonriendo –A ver, Sakura, recapitulemos – dijo, y comenzó el conteo con los dedos de su mano derecha –Está para ti siempre. Te lleva y te trae siempre. Van a todos lados juntos. Han caminado tomados de la mano muchas veces. Se han besado. Han dormido juntos y sino hubieras arruinado el momento dudando abrías perdido tu virginidad con él – dijo la joven, terminando el conteo –Acéptalo, son como novios – le dijo Ino.

Sakura la miró y se pasó una mano por la cara.

Eso no podía ser. Ella conocía el final de esa historia que aún no había comenzado, y tenía que evitarlo.

Ino la miró con el ceño fruncido.

-Conozco esa expresión. ¿Qué tontería estás pensando ahora? – le dijo la joven.

Sakura suspiró.

-No puedo estar con Sasuke mientras Kenji esté en mi vida – le dijo la verdad, a medias. Ya le había contado a Ino sobre su compromiso con Kenji, sin revelarle la amenaza del pelinegro y diciéndole lo mismo que todos sabían: un compromiso arreglado. Era la excusa perfecta para justificar esa decisión, porque nadie podía entender de verdad porqué ella se negaba a estar con Sasuke.

Creo que ni siquiera yo lo entiendo pensó.

Ino resopló.

–No te preocupes, él no va a arruinar tu felices por siempre con Sasuke. No puede evitarlo. Nadie puede. Es que están destinados a estar juntos. Tu… - dijo, y la señaló de arriba abajo, como tratando de buscar la palabra correcta –Colorido natural – dijo, refiriéndose al tono de su cabello y el color de sus ojos –Combina a la perfección con el negro sumamente elegante que caracteriza a Sasuke. Hacen un match de ensueño. Son simplemente la pareja ideal, y eso es algo que nadie puede evitar – dijo Ino.

Sakura sonrió levemente.

No me retes, Ino. No me retes pensó.

-Además – siguió la rubia –Estoy segura que tu tía logrará que el compromiso se cancele, así que cuando ya puedas devolver ese ostentoso anillo nada te impedirá estar con Sasuke – le dijo Ino, sonriéndole.

Sakura asintió sonriendo, tratando de acallar esas voces dentro de ella que le decían que era un error estar con Sasuke. Tenía que creer las palabras de Ino. Quería creer las palabras de Ino. Tenía que luchar contra ella misma, porque por ahora, más que la presencia de Kenji en su vida, quien la estaba alejando de Sasuke era ella. Ella y su inseguridad, sus miedos y todo el dolor que llevaba por dentro.

Suspiró. El primer paso era librarse de Kenji, y luego, pensar si existía la posibilidad de un felices por siempre con Sasuke. O mejor dicho, aceptar un felices por siempre para ella.


-¿Vas a celebrar tu cumpleaños? – preguntó Sakura, a su mamá, sorprendida.

Estaban en la habitación de la joven. Mebuki había llegado a casa a hablar con su hija precisamente de eso: la inesperada celebración de su cumpleaños.

Mebuki asintió.

-No se cumple años todos los días – dijo la mujer, encogiéndose de hombros –Te aviso para que empaques. Nos vamos mañana. He organizado la celebración en una casa de playa en la ciudad de las aguas termales – le dijo. Sakura frunció el ceño. Ella no recordaba que tuvieran una casa de playa en la ciudad de las aguas termales.

-¿Por qué no la organizaste en uno de los hoteles? – le preguntó.

-Quiero algo más íntimo. Además, esa casa me gusta – le respondió la pelirrubia.

-¿De quién es la casa? No recuerdo que tengamos una ca… - le estaba diciendo Sakura, pero Mebuki la cortó.

-Deja de hacer preguntas. Se supone que debería alegrarte el hecho de que vas a pasar tiempo conmigo – le dijo –Es una de las razones por las que he organizado la celebración. Serán unas vacaciones juntas. Estaremos en la ciudad de las aguas termales una semana – le dijo la mujer a su hija, y le sonrió.

Sakura sonrió. En su memoria no tenía un recuerdo de unas vacaciones con su mamá, y no pudo evitar alegrarse mucho al saber que pasaría ese tiempo con ella, pero había algo que le generaba un mal presentimiento.

-Nos iremos por la mañana, ¿cierto? – preguntó Sakura.

Mebuki asintió.

-Ahora tengo que irme. Debo dejar todo organizado en el imperio antes de irnos – la mujer miró a su hija y sonrió –Te hará bien un poco de sol – le dijo, y salió de la habitación.

Sakura la miró irse, emocionada por las vacaciones, ignorando ese mal presentimiento que le generaba esa sorpresiva celebración de su mamá.


-¿Fiesta de cumpleaños? – preguntó Sasuke, extrañado.

El pelinegro se encontraba en la casa de la joven, ya que había llegado para pasar el día juntos. Sakura, emocionada por todo el asunto de las vacaciones, no le había avisado a Sasuke que ese mismo día se iría a la ciudad de las aguas termales con su mamá.

Sakura asintió.

-Lo sé. Es raro, pero me dijo que lo había organizado no sólo por su cumpleaños, sino también para pasar tiempo conmigo – le dijo ella, sonriendo.

Sasuke la miró con el ceño fruncido. Había algo raro en todo eso, pero Sakura se miraba emocionada, así que no dijo nada. Suspiró.

-No te broncees tanto. Me gusta tu piel pálida – dijo el pelinegro, y justo cuando miró que Sakura rodaba los ojos se acordó de algo importante –Ah. Compra ropa fea y póntela allá. No quiero que nadie note lo hermosa que eres – le dijo, y Sakura alzó una ceja, al ver su expresión seria. Lo decía en serio.

-¿Algo más? – le preguntó ella, con un deje de sarcasmo.

Sasuke caminó hacia ella, pasó sus manos por su cuello y la acercó a él.

-No te vayas – le dijo.

Sakura sonrió y lo abrazó.

-No me iré por un año, Sasuke. Vuelvo la semana que viene – le dijo ella, deshaciendo el abrazo. Sasuke la miró fijamente y le dio un beso en la frente.

-Llámame cuando llegues, y cuídate, ¿de acuerdo? – le dijo él.

-De acuerdo – le dijo ella, sonriendo.


Después de tres horas y media de viaje, Sakura sonrió cuando llegaron a la ciudad de las aguas termales. Tenía un indirecto mal recuerdo de ese lugar, ya que la última vez que lo "visitó" fue en su viaje fantasma cuando estuvo internada en el hospital. Bajaron del auto y se recorrió con la mirada. Sasuke se escandalizaría si miraba cómo lucía en ese momento. Rio imaginando la reacción del pelinegro. Había decidido inaugurar sus vacaciones con una falda larga de tela semitransparente con una abertura a mitad del muslo izquierdo de color amarillo pastel con pequeñas flores de color blanco y un crop top de mangas cortas sin hombros de la misma tela de la falda, dejando ver parte de su abdomen plano, con una sandalias de gancho con incrustaciones de diamantes y una trenza floja que colgaba de su hombro derecho complementando muy bien un look que la hacía ver espectacular.

Apenas tuvo tiempo de admirar la hermosa casa a la que su mamá la había llevado cuando sintió unos brazos rodeándola desde atrás, en un sorpresivo abrazo.

-Ma fiancée est la plus belle femme – le dijo Kenji al oído, y mordió uno de sus hombros.

Sakura sólo cerró los ojos queriendo desaparecer. Ahora entendía el mal presentimiento que la invadió con esa sorpresiva fiesta de cumpleaños de su mamá. Esas serían las malas horribles vacaciones de su vida. Todo por el hombre que la estaba abrazando ahora.


¡Yoo!

La actualización del mes de Abril se hace presente. Espero el capítulo sea de su agrado ;)

Estoy actualizando en modo zombie, porque he comenzado una pasantía hace dos semanas y con las 8 clases de la universidad que llevo el tiempo se me hace cortito, y ahí ando durmiéndome en las clases por eso (xD), pero, aún con todo el sueño del mundo, no pude dejar de traerles la continuación de la historia hoy, el día que tenía previsto actualizar.

Aprovecho el espacio para comentar los reviews del cap anterior:

DULCECITO311: Tu observación sobre la lectura de la mano a Sakura es muy acertada, en tanto a su alma gemela y al amor de su vida, y bueno, sobre el destino marcado con sangre no está muy lejos que se dé una situación que ayudaría a entender la razón de esa premonición. Ojalá te guste el cap de hoy, porque los momentos SasuSaku van para vos, porque sé que de verdad te gusta lo que estoy haciendo con esta pareja ;)

Chibi Sakurita: Estoy segura que odiarás a la mamá de Sakura y a Kenji por la escena final del capítulo, y la aparición del pelinegro, me imagino, dará pie a otras teorías de tu parte xD Las estaré esperando en tu review, así como tus observaciones sobre el desarrollo de la historia. Un abrazo ;)

UchihaSaku1: Me alegra mucho que te haya encantado el capítulo, porque todo lo de la lectura de la mano a Sakura se me ocurrió de la nada, y no sabía si iba a ser bien aceptado por las personas que me leen. Así que saber que te gustó fue muy especial para mí. Ojalá este cap te guste. Un abrazo ;)

Como siempre, estaré feliz de recibir sus reviews sobre el desarrollo de la historia, así que no duden en dejarlos.

¡Hasta Mayo!

P.D: Ma fiancée est la plus belle femme significa "mi prometida es la mujer más hermosa"