Holaa! Volví, otra vez con una historia más larga (¿?) de Inazuma Eleven + Ares + Orion.

Llego el momento de la 2da Temporada! Ahora nos vamos con todos los hechos de Ares y por lo mismo desde aquí dentro del mismo capítulo ambos narraran cosas… pues así nadie queda colgado mientras están en Escuelas diferentes.


26.

Salían de un problema y se mentían en otro con una facilidad que ya la estaba comenzando a asustar. Luego del desastre de hace 2 días cuando el radiante nuevo campeón del FF se enfrentó a un Equipo extranjero que supuestamente estaba en la misma categoría del Raimon Eleven, nadie quería siquiera salir de sus habitaciones.

Las terapias de shock de Hibiki solían ser las mejores, pero francamente desde su punto de vista el partido contra el Barcelona Orb era totalmente innecesario. ¿Acaso no podía dejar que la felicidad de los chicos durara una semana? Era evidente que no podían enfrentarse al mundo de la noche a la mañana, pero aún tenían mucho tiempo para mejorar.

- ¿Ustedes también fueron llamadas para el Comité de Reforzamiento? –eso era una sorpresa. Anna y Ootani no eran "legalmente" parte del Raimon Eleven así que no entendía porque las habían invitado a ser parte de toda esta locura. No la malinterpreten, eso podría significar que no estaría separada de su mejor amiga todo el próximo año.

- Hibiki quiere que nos quedemos aquí para recibir al nuevo Raimon Eleven –la castaña no sabía que decir luego de eso. Porque no estaba entendiendo bien de donde sacaba su Entrenador de que vendría otro equipo el año siguiente, cuando ni siquiera se sabía si los chicos aceptarían la propuesta de disolverse. Quizá ese complejo de vidente que a veces mostraba podía ser una manifestación de la edad, aunque no fuera tan avanzada- el plan es que yo sea adorable desde el principio y Anna los amenace con cerrar el club para luego volver a ser un terrón de azúcar

- Básicamente quiere que me comporte como Natsumi –el encogimiento de hombros de su amiga por muy natural que se intentara ver, no engañaba a ninguna de las que estaban presentes en la caseta del club. Le estaban pidiendo que se comportara como otra persona, con una personalidad que no era la de ella únicamente porque eso había funcionado para cohesionar a Endou y a los demás.

- Tenemos que mantenernos positivas –Aki siempre fue el pilar emocional de todo el equipo de Gerentes, pero desde que se había anunciado la separación del equipo que tanto le había costado levantar sus ojos se habían apagado. Algo le decía que Ichinose retomaría sus camino en América y no estaba segura de que decisión tomar al respecto ¿irse o quedarse? ¿Su relación era tan fuerte como para irse juntos?- a largo plazo puede que los chicos ganen el FFI

- Estadísticamente, es poco probable que solo llamen a los jugadores de Raimon para formar el Inazuma Japan -¿Por qué siempre Natsumi quedaba como la mala de la historia? Ninguna quería decirlo en voz alta, pero este era el plan más absurdo de la historia y si uno veía una tabla de pros y contras; los contras eran los que estaban ganando con más facilidad. Claro que si ellas decían algo como eso en un momento como eso o las agarraban a balonazos o hundían aun más a los chicos en el estado depresivo en el que habían entrado.

- Olviden el FFI, ¿Qué relación tiene este Comité con Ares no Tenbin? –ella ya no era tan ingenua como antes y sabía que algo no estaba cuadrando. Desde cuando las empresas de tecnología se interesaban tan abiertamente en los deportes de Preparatoria, aquí estaba pasando algo raro y algo le decía que todo esto estaba siendo una pantalla para que la persona indicada pudiera investigar sin ningún inconveniente.

- ¿Crees que hay gato encerrado? –la pregunta de su mejor amiga casi la hizo rodar los ojos. Todo este tiempo cada una de ellas había tomado sus tareas en el equipo sumamente en serio; Ootani se encargaba de toda la parte alimenticia, Aki del acondicionamiento físico, Anna de las características personales de cada jugador y ella de la parte táctica. Hibiki había ayudado directamente a la peli verde y peli café, mientras junto con la oji zafiro tuvieron que reunirse con varios otros entrenadores de diferentes Escuelas.

Su Entrenador nunca se habría dedicado tanto a prepararlas para apoyar de forma activa al equipo si no estuviera pasando algo grande. En especial ahora que le había pedido a Natsumi que se fuera a investigar un montón de cosas al extranjero; nuevamente tendrían que proteger a los chicos sin que ellos lo vieran venir. A veces creía que no le pagaban lo suficiente por tanto estrés, aunque si éramos honestos a ninguna de ellas les pagaban... ¿valía la pena todo eso por amor al arte?

- Aquí está pasando algo raro y nuestro trabajo es descubrir qué es –eso podía no ser del todo cierto, pero su sexto sentido que estaba más alerta desde que Aphrodi había estado en Raimon le estaba avisando que era momento de tomar las riendas de lo que sea que fuera a pasar de ahora en adelante.

Su conversación fue rápidamente eliminada cuando escucharon los lloriqueos de los miembros del equipo fuera de la caseta por tener que separarse. Estaba siendo más difícil manejarlos de lo que cualquiera de ellas podían haber imaginado, porque se suponía que el cursi y sentimental solo era su Capitán.

- Nosotros no vamos a separarnos, no importa donde vayamos, siempre vamos a estar unidos –casi había olvidado lo sentimental que podía ser su hermano cuando estaba más afectado de lo que era capaz de reconocer. En ocasiones le daba rabia que quisiera mantener esa pantalla de chico rudo solo porque ese era el papel que cumplía en Teikoku

- Los lazos entre nosotros no pueden romperse; incluso estando separados –escuchar a Goenji tan seguro de lo que estaba diciendo le había estrujado el corazón de repente. Lo quería tanto y no había sido capaz de darse cuenta de todo lo que pasaba dentro de ella hasta que fue demasiado tarde; se separarían todo el próximo año y él se graduaría…

- Domon y yo nos iremos a Estados Unidos, esperen por nosotros ¿de acuerdo? –automáticamente miro a su amiga peli verde, que desde el momento en que escuchó la voz de su novio supo que lo que dijera no le iba a gustar y cuánta razón tenía

El deber era primero, pero eso no evitaba todo el dolor que generaba. Aki estaba llorando lo más silenciosamente que podía, porque ninguno de los chicos sabía que ellas se habían adueñado de la caseta del club temporalmente. Era duro saber que la persona que querías tanto hubiera tomado una decisión de irse a otro continente sin siquiera tener la decencia de avisarte antes que a los demás.

- Aki lo siento tanto –ni las siempre sabias palabras de Natsumi estaban ayudando en ese momento. La pareja dorada del Raimon había vivido su mejor época luego de adoptar a Esperancita y aunque todos estaban seguros de que su relación era más sólida que el acero, tal parece que ciertas cosas nunca se hablaron en el momento justo…

- Sabía que se iría… aunque no pensé confirmarlo así -

¿Qué pasaba si por irse a Escuelas diferentes esa conexión con Goenji se rompía? ¿Si se perdía su una vez en la vida con su goleador favorito? De solo pensarlo se le ponía la piel de gallina del pánico que la dominaba

- Estoy enamorada de Shuuya… voy a decírselo –tal vez estaba siendo muy egoísta al decir esas palabras de golpe mientras una de sus mejores amigas se recuperaba de su llanto, pero se negaba a vivir todo un año con la inseguridad de que él no la olvidaría o que conociera a otra chica mil veces mejor que ella…

No le importo las caras de sorpresa y felicidad que tenían sus amigas, ni tampoco como la abrazaron felicitándola por su valentía de querer tomar la iniciativa. No tenía la menor idea de que iba a pasar con esa conversación, pero estaba totalmente decidida de que no dejaría pasar más tiempo.

Además ahora tenía otra razón para averiguar de dónde diablos había aparecido Ares No Tenbin.


Escuchar que Ichinose y Domon habían decidido irse a Estados Unidos no los había sorprendido a ninguno de ellos. Ambos habían vivido gran parte de su vida en ese país, así que tenía bastante lógica el hecho de que quisieran volver para poder entrenar como corresponde.

- Volveré a Kidokawa –sabía que sus amigos tardarían más tiempo en tomar una decisión, pero para él no había nada que pensar. Estaba decidido a limpiar su nombre en su antigua Escuela e intentar limar asperezas con los hermanos Mukata, no estaba diciendo que se volvieran mejores amigos, nunca reemplazaría a los chicos de Raimon, pero tampoco le gustaba la idea de ser odiado por las personas

- Ichinose ¿le dijiste a Aki que te irías? –la pregunta de Kazemaru tomo a varios por sorpresa, sería ridículo que no hubiera hablado con ella antes. Eran la pareja dorada del Raimon, ni Endou cometería semejante estupidez y la mayoría del tiempo solo pensaba en fútbol.

- Estoy enamorada de Shuuya… voy a decírselo -¡paren en el mundo! ¿Su pequeña Haruna acababa de decir lo que había escuchado? ¿De verdad estaba pasando? Sino fuera porque todos sus amigos lo estaban mirando con ganas de lanzarse encima él habría ido inmediatamente donde estaba la luz de sus ojos.

Aunque tenía que reconocer que aún le preocupaba que de un momento a otro Kidou pidiera su cabeza por haberse enamorado de su hermana menor. Cosas que prefería evitar muchas gracias.

Sin embargo, su felicidad fue la tristeza de otro. A los ¿3 minutos? De haber escuchado la mejor declaración de su vida, las chicas decidieron dejar la caseta del club para seguramente irse temprano a sus hogares. Los ojos hinchados, aun llorosos de Aki fueron la respuesta a lo que quería saber Kazemaru, el Mago del Campo no había hablado con su novia y ella casi que se enteró por la prensa de todos sus planes.

Las 5 mujeres que eran las Gerentes, oficiales y extraoficiales, de su equipo solo les dieron un asentimiento con la cabeza antes de alejarse hacia la entrada de la Escuela. Natsumi previamente les tendió una carpeta con los formularios de transferencia para luego marcharse; era evidente que el Comité de Reforzamiento no solo los había afectado a ellos.

Ootani no soltaba la cintura de Aki mientras la peli verde tenia entrelazado su brazo con el de la peli roja y jugaba con los dedos de sus manos mirando a la nada. Mientras que Anna y Haruna simplemente habían decidido caminar tomadas de la mano con los dedos entrelazados como si fuera una cosa de todos los días.

Ellos eran un equipo y con todo un Torneo a cuestas se habían convertido en una familia, pero ellas eran las mejores amigas de la vida desde mucho antes de toda esa locura. Aki y Ootani, al igual que Anna y Haruna se conocían desde la Primaria, nunca se habían separado y de la noche a la mañana dejarían de verse para intentar apoyarlos en todo lo que significaba ser parte del Raimon Eleven.

- No podemos dejarlas solas –la voz de Someoka lo saco de sus pensamientos más rápido de lo que esperaba. El peli rosa solía ser de los más duros de todo el equipo, pero al igual que todos ellos tenía una debilidad especial por cada una de ellas, incluso por Natsumi con la que tanto discutía a diario desde que se habían conocido- nunca lo dirán, pero les afectara más que a nosotros separarse

- Estuvieron siempre ahí para nosotros, es hora de cuidarlas –sin lugar a dudas el pilar emocional del Raimon siempre sería Endou. Estaba seguro que el atolondrado Capitán de su extraño equipo estaba mucho más conectado que todos ellos juntos con los sentimientos que rondaban a las chicas y a decir verdad le alegraba que siempre fuera ese golpe de realidad que todos necesitaban para recordar que sus Gerentes eran diferentes a todas las chicas de la Escuela- son nuestras amigas

Después de todo en más ocasiones de las que cualquiera de ellos se sentiría cómodo con reconocer, ellas habían ayudado a entrenar al castaño cuando sus cuerpos no daban más del agotamiento. Vale que probablemente Endou subiría de nivel mucho más rápido si solo recibiera tiros con técnicas especiales, pero hasta donde sabía Hibiki se había asegurado de que no descuidara lo básico.

Era divertido como siendo unas principiantes, las 5 se esforzaban a concho para darle sus mejores tiros al único portero que tenían. Nunca olvidaría como uno de esos tantos días de entrenamiento extenso las chicas se habían reunido en la Ribera del río a patearle balones a Endou en pleno domingo.

Hibiki les había enviado un mensaje a cada uno para que se reunieran en aquel lugar, bajo la excusa de que quería simplemente conversar para relajarlos antes del siguiente encuentro. Ese día había sido la primera vez que las chicas entrenaron con ellos; incluso Aki que había tenido pánico en patear un balón por tantos años volvió a hacerlo al tener a Ichinose a su lado.

No había que entrenar para ganar un partido y detener a Zeus, simplemente estaban pateando un balón porque era divertido; porque todos ellos eran amigos a los que les gustaba el deporte. No importaba que sujetaran de la capa a Kidou para evitar que siguiera corriendo, daba igual que simplemente las hayan dejado ganar en muchas ocasiones para que pudieran llevarse el balón.

Eran tantos recuerdos, cada uno más alegre que el anterior. Tantas risas y tardes en las que todos iban a casa del chico de rastas a ver películas o salían al cine ocupando la mitad de la sala. Días en lo que aprendieron cuando cada uno estaba demasiado cansado o necesitaba que lo consintieran por tener un día difícil.

Uno de los recuerdos que más atesoraría en su corazón era cuando Yuuka había llegado diciendo un día viernes que para el lunes se había comprometido a hacer una presentación con una elaborada escenografía, un vestuario especial y pequeños regalos hechos a mano con unas cuantas galletas artesanales. Todo por querer sorprender a sus nuevos compañeros de clase, ahora que había vuelto… a sus padres casi les dio un infarto pensando en cómo harían todo eso en 2 días.

Claro que el Raimon llego al rescate. Todo el equipo, incluido Hibiki estuvieron ayudando todo el fin de semana a cumplir cada uno de los sueños de su pequeña hermana; Aki, Ootani, Domon y Kazemaru se encargaron de todas las galletas y cuanta cosa comestible pequeña y sana se les ocurrió, aun se reía cada vez que su papá le recordaba la cara de trauma que había tenido su mamá cuando vio el desastre que habían armado en la casa.

Natsumi, Max y Shido se ocuparon del vestuario de Yuuka, mientras él, Haruna, Ichinose y Kidou estuvieron todo el día intentando ver qué demonios podías regarle a unos chicos de 10 años, porque la idea era asegurarse de que no terminara en la basura justo cuando terminara la clase ya que si eso llegaba a ocurrir su hermana no dejaría de llorar quizás por cuanto tiempo.

El resto del equipo, encabezados por Anna y Endou se encargaron de toda la escenografía que hubo que construir desde cero; para finalmente tener a Megane de encubierto en el salón de su hermana el día lunes grabando en vivo toda la presentación. Sus padres nunca supieron de donde habían sacado todas las cosas que habían usado ese día y la verdad es que él tampoco preguntó; en especial si Kidou y Natsumi estaban involucrados.

- Somos Raimon, nunca nos rendimos –se negaba a perderse de todos esos momentos en su último año de Preparatoria, todos volverían y serían los mejores del país juntos. Era imposible imaginarse el día de su graduación celebrando o riéndose con personas diferentes a las que tenía en frente en ese mismo momento- siempre estaremos juntos


Holaaaa!

Empezamos con Arees y nuestros niños se tendrán que separar por el Comité de Reforzamiento, así que espero que les guste el mood de espías que espero lograr desarrollar.

En 2 horas más tengo LA prueba oral de Derecho Administrativo y la verdad es que estoy tan nerviosa que corro de allá para acá leyendo todo otra vez lo más rápido que pueda JAJA ¿Cómo no me va a tocar una pregunta que me sepa, siendo que son 80? ¿a que sí?

DESEENME SUERTEEEE!

Prox. Cap. 27 de Mayo 2021