Aclaraciones: Sin POV definido, seguimos en flashback

Disclaimer: Naruto no me pertenece, de lo contrario el NejiTen sería oficial

.

Disfruten la lectura

.


.

Capítulo 26. Serenidad

.

.

Su sonrisa se había vuelto imborrable, siempre había sido partidaria de creer que para que una parte de su vida resaltara otra tenía que verse opacada o al menos disminuida. Por ejemplo durante la parte más tormentosa de su relación con Neji, se había sumergido de tal forma en su trabajo que su nombre ahora resaltaba en la aldea y era reconocida como una excelente kunoichi. Y ya cuando terminaron del todo había dejado de lado la posibilidad de tener una vida personal por dedicarse solo a su parte laboral, y así consideraba que funcionaba el equilibrio. Cuando su relación fluía y era maravillosa eran pocos los reconocimientos que obtenía, siendo solo una shinobi promedio más.

Por eso encontraba particularmente curiosa su estadía en la isla en la que sentía que todo era maravilloso. Amaba su trabajo en ese momento, tras una semana y terminar de hacer las notas del primer libro se lo había presentado a Chiasa y esta a su vez la llevó frente a Shizuka quien decidió de una vez poner manos a la obra y traer una dibujante que plasmara todas sus ideas para mejorar los libros además de aprovechar y retratar las armas que tenía en su pergamino. Apenada había pedido que no fuera ella directamente quien saliera en los nuevos gráficos, sino que fuera solo un esquema de un shinobi, cosa en la que afortunadamente estuvieron de acuerdo. En la academia redujeron sus horas para dejarla solamente con los cursos superiores y así poder avanzar en los libros. Tokiwa también había mencionado que no solía tener grandes rivales para practicar su kenjutsu y quería un duelo lo cual la abrumaba un poco, pero había aceptado aunque lo suyo fuera algo más global que solo enfocarse en las espadas.

Pero eso no era la mejor parte, la mejor parte es que una vez terminada la conversación con Temari en la que descubrió que los ancianos del consejo de Suna eran una mierda, habían decidido algo así como darle una oportunidad a lo que había surgido entre ellas. Sin nombres, sin etiquetas y sin pensar de momento en algo más allá del tiempo que les quedaba en esa isla. Habían tenido que separar las oficinas pues primero ella estaba con la dibujante algunas veces posando, otras mostrándole algún arma y cuando por fin fue a retomar lo de leer el siguiente libro supo que Temari había terminado la primera fase de su trabajo que era revisar muchos tratados y demás, y ahora pasaba a las reuniones con Tokiwa y Kairi para hacer un acuerdo que les fuera conveniente a las dos aldeas.

Igual tan pronto la jornada terminaba el tiempo era solo para ellas, en la casa que compartían ella le estaba enseñando a la rubia a cocinar mientras esta refunfuñaba la mayor parte del tiempo, a veces salían a dar una vuelta por al aldea tomadas de la mano o simplemente se quedaban sentadas en la sala conversando sobre viejas historias de cada una. Descubriendo con esas charlas que hasta ese momento era casi nulo lo que conocía acerca de Temari y sus hermanos, no lo diría en voz alta, pero podía entender ligeramente que fuera tan cerrada y apática con las personas.

También se reía disimuladamente del hecho que Aneko parecía no rendirse del todo o le preguntaba casi a diario cómo iba con la rubia, a lo que ella solo agrandaba su sonrisa. Frente a Temari no evitaba reírse, la mujer fruncía el ceño ante cualquier mención de la pelirroja a pesar de su aclaración de no estar ni remotamente interesada, jamás había entendido los celos pero de cierta forma se había acostumbrado a esas reacciones, Neji siempre fue posesivo y probablemente por eso encontraba natural dicha actitud. Igual ella mantenía su pensamiento de no darle importancia, no tenía ojos para nadie más y por lo tanto cualquier posible reclamo sería infundado.

.

Tokiwa le recordaba ligeramente a la manera de negociar del Raikage, aunque al menos no intentaba tomar ventaja de forma innecesaria. Pero sí le requería su permanente atención a cualquier nuevo punto del tratado que fuese mencionado, aunque había una gran diferencia a lo que había sido esa vez que estuvo en Kumo lidiando con A y es que el estrés no se acumulaba en su espalda ni estaba rogando internamente por terminar lo antes posible para poder volver a su hogar. O no propiamente, le gustaba que la jornada finalizara y poder irse junto a Tenten a la vivienda que estaban compartiendo, pero curiosamente no extrañaba Suna. De hecho tampoco le hacía falta su propia cama como sucedía en todos los viajes y a pesar que con cada día que pasaba la navidad se acercaba de a pocos y era una fecha que le gustaba pasar con sus hermanos, no tenía mayor prisa.

- Hoy me entregaron el tercer libro — le comentó la castaña al tiempo que le entregaba un par de papas para que las pelara y ella frunció el ceño más por costumbre que porque le molestara, nunca había tenido la necesidad de saber cocinar pues en Suna había alguien que lo hacía y siempre encontraba comida hecha en la cocina, Tenten había insistido en que aprendiera o al menos le ayudara pues no estaba dispuesta a seguir siendo la única que hacía los desayunos y cenas y aunque no lo diría en voz alta, le gustaba pasar el tiempo así — ¿Cómo va tu parte?

- Ya casi terminamos — el cuchillo que tenía la castaña en las manos tembló ligeramente antes de seguir en lo que hacía — creo que es cosa de un par de días más

- Ohhh... no creo que alcance a terminar el libro en tan poco tiempo

- Podríamos esperar a que lo hagas — los ojos chocolate se abrieron por completo — no sería muy diplomático de mi parte interrumpir así lo que haces — aclaró de una vez

- Hablaré con la dibujante y con Chiasa, creo que igual es cosa de una semana si aceleramos el ritmo — las dos guardaron silencio mientras seguían cada una en lo suyo, ella revisó en su mente el calendario y bufó — ¿Qué pasa ahora?

- Pasaremos víspera de navidad en el maldito barco — Tenten hizo cara de molestia pero se encogió de hombros

- El barco será una tortura sin importar la fecha — le hizo una seña para que le entregara las papas ya peladas y procedió a lavarlas — no hace mucha diferencia

- ¿No celebras navidad? — la castaña negó con la cabeza — ¿quién no celebra navidad? Hasta a mí que no es que me guste reconozco que es una fecha especial

- Es una ocasión familiar... — farfulló sin verla y ella se sintió tonta por no haber caído en cuenta del hecho que Tenten era huérfana desde que era niña y había crecido prácticamente sola pues Konoha no tenía una política muy amplia al respecto, no los dejaba morir de hambre pero no los llevaba a un albergue o alguna familia de paso y una vez se graduaban de la academia los dejaba a su suerte para que sobrevivieran con lo que ganaban en las misiones, la mujer había tenido a su favor que sus padres tenían el departamento y al menos jamás había tenido que dormir en la calle aunque sí lo había hecho con el estómago vacío en algunas ocasiones. Sí, era mucho lo que había aprendido en las anécdotas que la castaña le contaba

- ¿Ino o Sakura no te invitaban a pasar la celebración con ellas?

- Sí, acepté un par de veces pero nunca me sentí cómoda. Prefiero estar sola en mi departamento — se encogió de hombros de nuevo — no es la gran cosa ¿tofu o pollo? — le dijo desde la nevera mientras revisaba las opciones para la sopa que hacían

- Tofu

En silencio lo recibió para ser quien lo cortaba en trozos de un tamaño que le agradara y cuando todo estuvo listo se sentaron a cenar.

.

La habían citado a la oficina de Shizuka dos días después, el tratado comercial estaba listo y por lo tanto en lo concerniente a Temari ya se podían ir, pero ella no iba ni por mitad del libro y por eso mismo la rubia había expresado su disposición a esperar que terminara con este para poder programar su partida. Así que ahora recaía en sus hombros cuánto tiempo más estarían en la isla, y la verdad es que si bien ese sería el último libro y no revisaría otro, no se estaba apresurando. Habían hablado de nuevo de la víspera de navidad y acordado que la pasarían allí, para emprender el retorno la mañana después de navidad. Lo cual le daba varios días más de los que necesitaba, además que la academia salía a unas cortas vacaciones por la temporada así que no debía dividir su tiempo entre las actividades.

Chiasa había sonreído al preguntarle si había algún problema en que se quedaran un poco más después de terminar su misión y les dijo que no había problema, de hecho en el centro de la isla solía hacerse un banquete para todos los habitantes en la víspera así que estaban invitadas a festejar con las demás. Ella por su parte se había mordido el labio al pensar que pasaría navidad junto a Temari ¿tenía entonces que darle un regalo? ¿qué se supone que le podía regalar?

No era una fecha que celebrara y las veces que había compartido la ocasión con Sakura o Ino le había sido fácil darles un regalo pues sus amigas eran fáciles de complacer además que conocía bien sus gustos, y normalmente no solía intercambiar regalos con ellas cuando no iba. No quería sobrepensar en el tema y menos en la posibilidad que sin importar lo que eligiera lo más probable es que obtuviera de respuesta una sonrisa altanera y algún comentario sarcástico, porque había cosas en los que la rubia no había cambiado ni un ápice. En eso y en decirle que ojalá no quedara como la debilucha que era si tenía el enfrentamiento prometido con Tokiwa.

Recordó el festival y pensó en algo que sabía le gustaba a la mujer, las castañas asadas. Todas las noches que asistieron la había visto comerse al menos un paquete y murmurado algo entre bocados que en Suna no eran tan sencillas de conseguir y solamente solían llevarlas de una forma. Recordaba que en un libro de recetas que había en su departamento leyó alguna vez sobre hacerlas cubiertas de chocolate y creía poder hacerlo, el tema es que no podía ser en la casa que compartían pues no sería una sorpresa. Y dado el hecho que no conocía a muchas personas en la isla, decidió acercarse a Chiasa y pedirle a ella el favor de dejarla usar su cocina el día posterior a terminar por fin el libro y omitiendo a propósito contarle a Temari que ya había finalizado su trabajo.

La pelinegra hablaba mucho, más de lo que había mostrado hasta el momento, también le preguntaba varias cosas de su vida y la estuvo ayudando un poco en lo referente a pelar las castañas. Le comentaba que si llegaba a decidir irse de su aldea, sería bien recibida allí para continuar con los libros, o al menos para vacacionar. Luego con una sonrisa aclaró que las dos lo serían, ella y su novia, por lo cual se sonrojó. Sí, era obvio que a diferencia de cuando llegaron podían definirse ahora como pareja, pero no había un título específico y al menos por su parte no le interesaba ponerle alguno.

Agradeció por el favor que recibió y tras empacar su obsequio debidamente, lo guardó en su pulsera sabiendo que no le pasaría nada allí, no era la primera vez que guardaba comida. Igual había contemplado sacar la caja y dejarla en algún cajón o bajo la cama sabiendo que el clima fresco del otoño de la isla lo conservaría apropiadamente. Porque eso había aprendido estando allí, en Nadeshiko no existía el invierno, o no con nieve y bajas temperaturas como en Konoha, era más como si el otoño se extendiera casi medio año hasta que volvía a ser primavera. Sin duda si pensaba en un lugar ideal para retirarse cuando la edad la aquejara, ese se postulaba con fuerza en el primer lugar.

.

Tenten le comentó respecto al banquete y aceptó ir, aunque su vestuario no cambió mucho, tal y como solía hacer cuando tenía alguna fiesta se quitó el protector y ya, no le parecía necesario algo más elaborado que eso, si acaso había considerado usar la yukata que compró en el festival, pero la verdad es que no se le antojaba. La castaña por su parte salió en un vestido que gritaba Ino por todas partes, no era tan corto como el rojo escarchado que le vio usar una vez, de hecho pensándolo mejor lo reconocía, el tono verde menta y el escote pronunciado le eran familiares, casi que podía verla llorando en el suelo del baño del bar.

- ¿Tan mal me veo? — cuestionó al sentir la mirada aguamarina clavada en su apariencia ¿había sido mala idea usar el vestido? ¿se veía mal porque no tenía el brasier especial y por lo tanto no estaba usando ningún tipo de sostén? — ¿Temari?

- ¿Trajiste un atuendo de fiesta a una misión? — fue casi un reclamo mientras detallaba también el ligero maquillaje que resaltaba bien sus ojos chocolate y que tenía el cabello en una coleta alta

- Lo tenía en uno de mis pergaminos, lo guardé allí porque estaba organizando mi armario hace un tiempo y olvidé regresarlo ¿es inapropiado? — se había acostumbrado tanto a tener siempre a Ino y Sakura controlando la forma en que se vestía para ir a eventos sociales importantes que ahora dudaba si había hecho lo correcto — iré a cambiarme

- No, no es necesario — un te ves bien murió en la punta de su lengua — ¿Nos vamos? — la castaña asintió y salieron rumbo al centro

A medida que se acercaban el delicioso aroma de la comida empezó a sentirse, un par de miradas se posaron en ellas en cuanto estuvieron allí, Tenten no era la única ataviada con un traje de fiesta, de hecho la mayoría de mujeres lo habían hecho y los pocos hombres que habitaban la isla estaban en corbata. Era un buffet con infinidad de opciones por lo que avanzaron hacia esa zona, deteniéndose por momentos mientras la castaña saludaba a algunas de las senséis de la academia o algunas alumnas quienes la halagaban por su apariencia.

No había mesas individuales, así que al poco de sentarse para empezar a comer otra pareja se sentó en las sillas libres y trataron de entablarles conversación, o bueno, hablaron con la castaña mientras ella procuraba no decir mayor cosa. Había pensado en ellas como pareja y no le molestaba hacerlo, llevaba cuatro años o un poco más de novia con Shikamaru y en ese tiempo no había compartido con él tanto como con la mujer a su lado que disimuladamente se acomodaba la parte superior del vestido por la falta de sostén.

No quería enfurruñarse, había propuesto quedarse el par de días adicionales en la isla por tratar que por una vez Tenten tuviera una víspera de navidad agradable pero la verdad es que ella debería estar pensando en cómo iba a resolver su propia vida. Cómo lidiar con sus descubrimientos de sí misma de ese viaje, porque algo las diferenciaba a ella y a la castaña, ella no se sentía atraída realmente hacia los hombres y en ese orden de ideas su relación con el Nara estaba cimentada en una falsedad. Pero luego estaba el asunto de ser rechazada en su propia aldea si llegaba a decir en voz alta lo que era y que le seguía costando un poco admitir.

Probablemente por eso mismo no tenía prisa por irse, había estado en negación consigo misma y de alguna forma esa isla era una pausa a la realidad, un lugar en el que nadie las limitaría, pero toda pausa termina eventualmente y tendría que afrontar lo que la esperaba del otro lado. Frunció el ceño y de una vez pudo sentir los orbes chocolate clavados en ella con curiosidad, por lo que solo sacudió la cabeza para desechar esa línea de pensamientos. Ya retomaría su mal humor y el mascullar sobre el tema cuando estuviera en el barco más cerca de llegar al continente.

Se quedaron hasta pasada la medianoche, en el evento habían estado repartiendo vino y aunque no era su bebida alcohólica predilecta por la horrible resaca que dejaba, la había aceptado y tomado varias copas. Tenten tenía los cachetes rojos, una completa incógnita el porqué decidía tratar de beber a la par suyo si no tenía ni la mitad del aguante, al menos podía caminar sola sin tropezarse con obstáculos imaginarios. En el momento que cruzaron la puerta de la vivienda esta se lanzó a sus labios, en un beso exigente por lo que a tientas fue avanzando hacia la habitación de la castaña, en el tiempo que habían estado allí no había vuelto a usar la otra habitación más que para vestirse, porque claramente se desvestían la una a la otra con frecuencia.

.

La mañana llegó con ella maldiciendo el alcohol y prometiéndose por centésima vez no volver a beber, en eso sin duda Temari era una pésima influencia. No es que estuviera diciendo que la rubia fuera alcohólica, aunque debería estar muy cerca de tal definición. Pero ella no lo era, con movimientos lentos se incorporó tratando que su cabeza no martilleara más de lo que lo estaba haciendo y aun más despacio fue al baño, aprovechando para lavarse la cara pues había olvidado desmaquillarse y parecía un oso panda. Pensó en bañarse de una vez pero lo primero es que no había entrado la toalla y lo segundo es que la perspectiva de dormir otro rato le atraía más. Se cepilló los dientes y finalmente salió del baño, notando que la cama estaba vacía.

Antes de dar los pasos que la separaban de la posibilidad de dormir al menos otra hora la puerta de la habitación se abrió y pudo ver la mirada burlona de la rubia mientras la veía de arriba a abajo con una ceja enarcada. Los colores subieron a su rostro pues seguía desnuda, pero no se cubrió, tan solo avanzó a la cama y se metió bajo las cobijas.

- ¿Resaca? — asintió lentamente con la cabeza — hice consomé de pollo — solo entonces se fijo que la mujer sostenía en las manos dos pocillos humeantes y el olor invadió sus fosas nasales, haciéndole agua la boca — creo que quedó comestible

- Huele bien — la rubia se acercó y le extendió una de las tazas, por lo que la recibió y nuevamente olfateó, siendo ahora su estómago el que rugía. Temari se acomodó también en la cama y solo entonces sopló para enfriar un poco la bebida y dio un sorbo ligero, no era el mejor consomé que hubiera tomado en su vida, pero en su condición casi se sentía así — está rico

- ¿En serio?

- En serio — o era eso, o ella tenía demasiada hambre y a su cuerpo le sabía a gloria cualquier cosa — ¿Cómo es que tú no tienes resaca?

- No bebí tanto, además lo tolero mejor — se encogió de hombros y no dijeron más mientras cada una desocupaba su propia taza, era la primera vez que cocinaba algo completamente sola y esperaba no se intoxicaran. En cuanto terminaron la castaña se acostó con la clara intención de seguir durmiendo, por lo que la imitó, igual no tenía mayor cosa que hacer pues era un día feriado y hasta el día siguiente irían al muelle a preguntar los horarios en los que zarpaban los barcos.

Despertó mucho más repuesta y ahora sí fue el momento de tomar una ducha, acompañada para mejor. Había tomado otra taza de consomé mientras preparaba el almuerzo y tras esto se sentaron en la sala con un juego de shōgi, ella fruncía el ceño, la estrategia no era lo suyo y lo admitía. A pesar de no querer decir que en eso Temari la superaba, la verdad es que no consideraba siquiera haberle dado alguna dificultad para que la derrotara, además que la rubia tenía a su favor el tener un novio que era casi adicto al juego y le había contado que de hecho era más probable que pasaran la noche enfrascados en una partida que teniendo relaciones. Cuando el sol se acercaba al horizonte y la rubia se cansó de darle una paliza con las fichas por fin tomó impulso para ir a la habitación por su pulsera y sacar las castañas, revisando que habían sobrevivido antes de salir y entregárselas.

Los orbes aguamarina se habían abierto asombrados y una sonrisa sincera se posó en esos labios al morder la primera castaña achocolatada. La rubia iba por la tercera antes de levantarse e ir a la otra habitación y regresar un minuto después, entregándole un juego de cartas de tarot sin decirle nada. Revisó una a una las cartas, las ilustraciones eran hermosas y le sorprendió el detalle pues claramente la mujer se había reído de ella cuando que le mencionó que a veces le gustaba entretenerse con la adivinación, aunque no lo hacía mucho pues su viejo mazo había quedado inservible después de tantos años, además que no había vuelto a tener tiempo ni para buscar uno nuevo ni para volver a tontear con este así no se le hubiera dañado.

Le agradeció con un beso que le supo a chocolate, deseando poder pausar el tiempo y no tener que volver a Konoha, quedarse para siempre en ese paraíso.

.

.


.

.

La historia no estaba en hiatus, estaba de parranda (?)

.

Sin más les recuerdo que los reviews siempre nos ayudan a motivarnos y que se pueden ir a dar una vuelta por mi twitter (idamariakusajis) a ver en qué ando y en mi recién abierto instagram (idamariakusajishi).

.

Att: Sally K