Interludio I:


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- ¿Eh?

Me desperté de golpe de forma agitada mientras miraba las sábanas. Al notar donde estaba, me toque la cabeza con mi mano derecha mientras mi mente se tranquilizaba por lo sucedido.

-Oh. Buenos días.

Escuche la voz de alguien que venía del lado derecho.

-Buenos… días.

Aun me sentía mal, pero al ver quien era me tranquilice un poco por lo ocurrido. Me alegra que siempre esté a mi lado.

-...

-...

No sabía que decir, ya que mi mente aun no volvía del todo.

- ¿Ocurre algo?

-Ah… No, nada. Solo fue… un sueño.

- ¿Un sueño? … ¡¿Llegaste a tener un sueño?!

Ella se me acercó con alegría, ya nunca antes tuve uno.

-Si-sí.

- ¡Genial! ¡Esto hay que celebrarlo!

-...

No estaba segura si esto sea algo para festejar.

-Ahm… ¿Estas bien? ¿Creí que te emocionarías por tener un sueño?

-La verdad… Es que no me gusto.

- ¿Cómo así? Si los sueños siempre son muy lindos y fantásticos.

-Creo que eso no era un sueño.

- ¿Eh? ¿Qué quieres decir?

-Que me… asusto.

Mis manos temblaron un poco tras recordar todo.

- ¿Fue tan malo?

-*Asentir*

- ¿Crees que puedas contármelo?

-Ahm… Bueno… No se… *Ella me vio interesada, tal vez deba hacer un esfuerzo*. Sí, creo… que puedo decirte un poco. Ya que realmente no quiero recordarlo.

-Descuida. Si te da miedo, puedes dejarlo ahí. Bien.

Ella sujeto mi mano y me sonrió. Eso me dio fuerzas para poder contárselo.

-Bien… *Suspiro y comencé desde el inicio* Estábamos jugando en el jardín, a las traes. En eso, Albert apareció con su peculiar traje y nos llamó para la merienda. Antes de poder contestar, apareció Beatriz de su escondite y fue corriendo a dentro mientras Albert le llamaba la atención.

-Jiji… típico de ella.

-Ji, ji. Sí, eso fue gracioso. *Recordé como Albert siempre se molesta por la actitud despreocupada de Beatriz* Cuando ya estábamos por irnos con ellos. Una gran sombra apareció en el cielo y cubrió todo el lugar, haciendo que el sonido del viento y las hojas desaparecieran. Yo me asombre por lo sucedido

- ¿Nadie más lo noto?

-*Negué con la cabeza* Solo yo lo pude ver, por lo que quise avisarles a todos, pero mi voz no salía. Aquello me desconcertó por lo que volví a intentarlo, pero ocurrió lo mismo. Ustedes no me notaron y se fueron. Sentí que me dejaban de lado, que me estaban… abandonando. *Solté una lagrima* en eso, volteé a ver esa cosa de nuevo y de pronto todo se oscureció a mi alrededor. En ese instante me sentía… atrapada, abandonada y… sola…

-...

Con tan solo recordar ese momento del sueño, me entró miedo y desee no volver a sentirlo de nuevo.

-Yo quería gritar, pero… mi voz… mi voz... *Temblando*

-*Abrazo* Ya no sigas. No tienes por qué seguir. Yo estoy aquí, contigo.

Sentí como me abrazo, por un lado. Nuevamente me estaba calmando.

-*Comencé a llorar* Si-si eso fue un sueño… *Sniff* Yo-yo... ¡No quiero volver a soñar!

-Ya, ya.

-Yo no quiero sentir esa soledad, no quiero estar sola.

-Tu nunca estarás sola. Yo estoy aquí contigo y nunca te dejare.

-*Sollozo*

Comencé a desahogarme mientras yo la abrazaba muy fuerte.

-Y nosotras tenemos a Albert, a Beatriz, a Astra y a Sounya. Y por supuesto a mamá.

-*Sniff* Si… Tienes razón. Gracias por eso.

-Jiji… no hay de qué.

-... Entonces… ¿Eso no fue un sueño? ¿Cierto?

-Por supuesto que no. Ya te lo dije. Un sueño es algo tan hermoso, que no te da ganas de despertar

-Y entonces… ¿Qué fue eso?

-Hmm… No lo sé. Pero, se quién puede decirnos. Vamos, levántate y vayamos con Sounya.

- ¿Sounya? ¿No sería mejor ir con mamá?

-Ella está muy ocupada, y tú lo sabes. No hay que preocuparla.

-Sí, tienes razón.

-Vamos. Desayunemos y visitemos el salón Radiante. *Se va corriendo a la puerta*

- ¡Espérame! *Va detrás de ella*.

Tras correr para alcanzarla empecé a pensar.

No tengo que preocuparme por lo que soñé, o lo que sea que fue eso. Sólo debo concentrarme en el ahora, pasarla en grande con ella y mis amigos. Tal y como nos dijo Albert, debemos atesorar cada buen momento, aprovechar nuestro presente al máximo.

Ya que mi mayor deseo, es estar siempre con ella.

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Ella tenía razón, fue mi culpa… mi culpa.

Si tan solo hubiera actuado en ese instante. Tal vez… solo tal vez...

-Que haces metido en tu cuarto, a estas horas de la tarde.

Me asomé entre mis sabanas y vi quien era.

- ¿Cómo entraste?

-Por la puerta genio.

-Eso ya lo sé. Lo que quiero saber es, ¿Cómo carajos abriste la puerta?

Él se me quedó viendo sin decir nada.

-Oh… eso. *Sacó una llave* Me dieron permiso.

Entonces fue mi mamá. Al menos me hubiera avisado.

-Lárgate. *Me sumergí en las sabanas*.

No escuche nada por unos instantes, por lo que supuse que él aún estaba aquí.

-Si quieres que me vaya. Levántate y sácame de aquí.

Debí suponerlo.

- ¡Ah! Rayos. Es en serio. *Me destape* ¿Desde cuándo esa actitud?

-Esa es mi línea, ¿Desde cuando eres así? *Me señaló* No que ibas a ser todo para ser alguien conocido.

-Primero, eso fue hace tiempo. Segundo, eso a ti no te incumbe.

-En serio primo. Eso es todo lo que puedes decir.

Ya me estaba molestando.

-Déjame en paz.

Me volví a cubrir con mis sábanas.

-*Suspiro* Vamos, sal de ahí y juguemos a algo.

Escuche cómo caminaba por mi cuarto.

-...

-A ver… hmm… ¿En dónde guardas tu Play 2?

-...

- ¡Oh! Ya lo vi.

Escuche cómo saco una caja de mi estante.

-Puedes dejar mis cosas en paz.

Yo me volví a destapar.

-Vamos, ya levántate y ven. Te reto a una batalla del DBZ Budokai. ¿Aun tienes el disco?

Ya me arte.

Veo como busca entre mis cosas y saca un estuche.

-Quieres *Me levanto* dejar *Camino hacia él* ¡Mis cosas!

Él se me quedó viendo con el disco en la mano.

-No.

-... ¿Eh?

- ¿Qué no?

¿Pero que...?

- ¿Que…? ¿Qué rayos tienes en la cabeza? Entras a mi cuarto, tomas mis cosas y encima te pones con esas.

-Ya te lo dije, si no me quieres aquí. Sácame con tus propias manos. *Se coloca frente la puerta*. O ríndete y juguemos a algo, como en los viejos tiempos.

El me vio a los ojos con una mirada desafiante.

Tras pensarlo un rato, me voy contra él.

-Solo. Lárgate… ¡De aquí!

Le estaba empujando, pero él puso resistencia.

-No. Me… ¡Iré!

Ambos aplicamos fuerza para no ceder.

- ¿Por qué eres tan… insistente?

-Y tú, ¿Por qué sigues siendo un... cabezota?

-Sabes que ya nadie dice eso.

Empuje con más fuerza y entonces noté su postura. Al verlo recordé lo que le pasó y dejé de luchar.

Al hacerlo, él me empujo y caí sentado.

-Solo mírate. Sin fuerzas, con ropa para dormir a las 3:30 de la tarde, despeinado y de seguro sin estar duchado por… ¿Quién sabe cuánto tiempo?

-No me importa. *Cabizbajo*

- ¿Hasta cuándo vas a estar así?

- ¿Qué te importa?

-Claro que sí me importa. *Me mira enojado* Somos familia … Soy tu primo. … ¡Ya despierta de una vez!

- ¡YA CALLATE!

Grité muy alto y me tiré al suelo.

Hubo un gran silencio que inundó todo mi cuarto, creo que habrá durado unos segundos, pero se sintió muy largo.

- ¿En serio quieres seguir aquí encerrado? Tu...

-Ella… Ella me dijo que fue mi culpa. *Cerré mis ojos y recordé su rostro* Que si tan solo yo hubiera…

- ¡A quién le importa lo que diga esa señora!

Abrí los ojos y vi cómo se me acercó.

-Pero ella tiene razón…

-Ella no estuvo ahí para que diga eso.

-Pero yo… *Mire a un lado*

-Ella no sabe cómo te sentiste en ese momento.

-Yo…

Me tomó del cuello de la ropa.

-Nadie. Absolutamente nadie, sabe por lo que pasaste en ese momento. Por lo tanto. *Me miro enojado y después se fue calmando* No tienes que sentirte culpable.

-...

Aunque me lo diga, lo sé. Pero ese sentimiento aun lo tengo en mi corazón.

- ¿Le hiciste una promesa? ¿No?

- ¿Eh? … ¿Cómo sabes...?

-Me lo contó mi tía.

-Pero ¿Por qué?

-Porque está preocupada por ti. … Todos, estamos preocupados por ti.

En eso sentí un alivio en mi corazón.

Miré mi techo y después cerré los ojos.

-Si le hiciste una promesa a ella. Deberías cumplirla, ¿No?

Al escuchar esto, recordé la escena de ella hablando conmigo y prometiendo aquello.

-... *Abrí los ojos* Soy un desastre. *Me levante* Mira que hacer todo este lío y hacer que se preocupen por mí. Soy un mal hijo.

-Nunca digas eso. Solo eres humano, bien. *Se sentó a mi lado* Y acabas de pasar por algo que nadie desea pasar.

-Si… tiene toda la razón. Dejemos eso de lado, quieres. *Suspiro* Estoy seguro que ella se hubiera molestado conmigo, si me viera así. Je… *Señalo mi ropa*

-Veo que ya estás volviendo.

-Debo hacerlo. Después de todo. Se lo prometí.

Me pongo de pie y miro una foto que tengo en mi escritorio.

-Esa es la actitud. *Se pone de pie* Y entonces, ¿Qué dices? *El sacude el disco del DBZ Budokai* ¿Una partida?

-*Voltee a verle* Dame unos minutos para cambiarme y alistarme.

-Bien. Mientras tanto, estaré con mi tía por algo de agua.

-Ok.

Él dejó el disco a un lado y salió del cuarto.

Camine hacia la foto de mi escritorio, lo tome y la mire. Pase mi mano por ella y deje que una lágrima saliera de mi ojo.

-No volveré *Me sequé la lágrima* No volveré hacer el de antes. Cumpliré mi promesa. Jessica.

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Cuanto tiempo ha pasado desde que tengo memoria.

-*Intente ver a mi alrededor sin éxito. *

Esto ya no me sorprende, desde que estoy atrapado aquí esto me causa tanta gracia como ver secar la pintura en la pared.

- ¡Maldición! Si tan solo pudiera sentir algo, o escuchar a alguien. Podría aprovechar para…

En eso, sentí una especie de onda mágica. Y después de eso un extraño sonido de…

-*CRASH*

- ¿Eh?

Al escuchar que algo se quebró pude sentir como una extraña gota de agua caía al suelo.

-Me estas jodiendo.

Al sentir como cae el agua, pude ver una onda de sonido esparcirse por todo el lugar.

-Ja… *Otra vez el sonido* Jaja… *Otra vez la imagen* Jajaja… *Y al fin, pude ver* ¡JAJAJAJA…! ¡Toma eso maldita bruja!

Grite tan alto al notar que ya tenía la visión del todo el lugar.

Me encontraba en esa maldita cueva. El lugar que tanto tiempo estaba investigando hace tiempo, antes que mi destino me llamara para ser alguien mas en esta vida.

- ¡AL FIN!

Esto solo significaba una sola cosa. "El sello se rompió."

-El mundo recordara. *Empiezo a moverme* El día en que yo. *Trate de moverme* Yo…

Por una extraña razón, solo podía mover mi cuerpo en el mismo lugar, además de sentir y ver a mi alrededor.

- ¡Con un Demonio! *Trate de salir* ¡MALDITA SEAS TÚ Y TU ESPECIE!

Sin éxito, miré mi cuerpo y recordé lo que me dijo esa bruja antes de irse.

-Maldita sea. Justo cuando ya estoy listo para mi venganza, resulta que no puedo hacer absolutamente nada.

En eso, noto como una especie de insecto se acerca a mí. Al verlo trato de tomarlo, y de lo que parecía ser la grieta, que se quebró, salieron unas especies de manos extrañas para agarrarlo.

-Hmm… *Las manos atraparon al insecto y lo acerco a mi* Al menos puedo hacer esto.

Aplasté el insecto y en eso sentí una especie de hormigueo recorrer, en lo que ahora era, mi cuerpo.

-Interesante.

Vuelvo a extender mis manos y empiezo a tocar cada parte de la cueva. Al hacerlo, noto como el lugar empieza a perder sus ondas de energía mágica y "mi cuerpo" comienza a hormiguear de nuevo.

Tras lograr vaciar todo el lugar, mi vista se hiso más visible. Aunque claro, el lugar era muy oscuro, así que no había diferencia alguna.

-Así como ella me quito todo mi poder. *Extendí mis manos por el lugar buscando una salida* Yo puedo recuperarlo.

Sentí como mis manos salieron de la cueva, por lo que empecé a introducirlos en la tierra hasta llegar a las líneas mágicas que se conectan y expanden por de todo el reino. No. Por todo el mismo continente. No. Por todo el mundo.

-Jajajaja… Tal parece que lograre salir de aquí a cobrar mi venganza.

Tomé una línea y sentí como mi cuerpo recibía fuerza de ella. Sin embargo, tras varias horas note algo que me dio rabia.

- ¡Esto está tomando mucho tiempo!

Tal parece, que lograr salir de aquí iba a llevar más que absorber magia de una sola línea.

-Bueno, si mi poder era antes descomunal. Tiene sentido que me tome un largo tiempo. … ¡PERO QUE MIERDA! ¡Mi poder superaba a una deidad! ¡Era él ser más poderoso del mundo! ¡Hasta descubrí como infectar a los otros mundos dimensionales que esa maldita bruja se negó a investigar! *Tome otra línea de magia* Tener que hacer esto, alguien como yo. ¡Es una insolencia!

En eso, sentí que varios animales estaban huyendo del bosque, en que la cueva se ubicaba. Tomé a uno de ellos con mis manos y sentí como se desintegro.

- ¡Yo lo era todo! *Tome a otro* ¡Mi nombre quedaría grabado en la misma historia! *Tome a varios animales* ¡NO! ¡Yo podía crear mi propia historia! ¡Siendo el Dios de esta era!

Mientras me desahogaba con esas pocas cosas. Mi visión se hacía más grande.

-Al menos debería poner luz o algo a este lugar.

Saque otra mano y trate de conjurar luz. Esta apareció, pero fue muy débil, creo que una vela iluminaba mejor que esto.

- ¡Maldita…! Creo que ya debiera calmarme.

Es verdad, ya basta de estar gritando a lo loco, recuerda que te conocían por tu inteligencia y no por esas basuras emociones que querían inculcarte en el reino.

-Bien. Pensemos con calma. Como carajos salir de aquí.

Mi mente pensaba a mil por horas, mientras mis manos seguían absorbiendo la energía del lugar y de la línea que tome.

-Pero que idiota. Si la solución es obvia.

Recordé algo que esa bruja me hizo y que podía beneficiarme ahora.

Me concentre y visualice a esas cosas que se llamaban Darkimps. Y tras unos minutos, logre ver a uno en mi mente.

-Sal de ahí.

Dije y sentí que, de esta cosa, broto una sustancia extraña que cayó al piso. Mire y note a esa criatura desorientada.

-Escúchame bien. Yo sigo teniendo el control, por lo que debes seguir mis órdenes.

Esa cosa seguía desorientada, por lo que decidí elevar mi voz.

- ¡Escúchame maldito insecto! *esa cosa se asustó y me vio* ¡Ve afuera y busca una forma de vida inteligente y tráelo hacia mí!

Esa cosa emitió un chirrido y vi cómo se introdujo en la tierra y se fue de mi vista.

-Lo bueno es que, si una gran mayoría lo ve, no cambiara nada ni me afectara.

Si recuerdo bien, esas cosas solo me seguían y consumían todo a su paso. Eran indestructibles y me proporcionaban mucha más energía mágica. Me daba igual si se desatan ahora, ya que lo único que les interesaba esas cosas era...

-*Chirrido*

Volvió y trajo… ¿Qué rayos es esa cosa?

- ¿En…? ¡¿En dónde estoy?!

- ¡¿QUIÉN ERES?! *Grite con voz autoritaria. Mientras lo veía temblar. *

- ¡Ahhh…! ¿Qué...? ¿Qué eres?

-YO TE HICE UNA PREGUNTA *Saque mis manos y lo rodee* ¡RESPONDE!

Él, ya que su voz era de un tipo, me vio asustado y tembló mucho

-No… No me mates. ¡Por favor!

- ¡QUE RESPONDAS!

-Yo… yo…

-Dime quien eres, o te despedazare miembro por miembro. *Una de mis manos toco algo que traía consigo y se desintegro*

-*Trago saliva* Yo soy… Oak Wood y soy un simple comerciante.

-Y ¿Qué eres?

-Soy un… un Pony.

- ¿Un Pony?

-Así es…

De qué habla esta cosa, como puede ser… … Oh. Es cierto… ya me acuerdo.

-JA… JAJA… JAJAJA… ¡JAJAJAJAJAJA…!

Comencé a reír fuerte al recordar lo que me dijo esa bruja antes de irse. Y supe que fue lo que paso tras ser encerrado aquí.

-A Ja, ja, ja… *comenzó a reír de forma nervioso*

- ¡SILENCIO! *Él se calló y me vio asustado. * Escúchame muy bien, vas a responder a mis preguntas con la verdad o te matare muy lenta y dolorosamente.

-*Traga saliva* Bi-Bien…

- ¡¿COMO DICES?! *Lo intimide más*

-Sí, lo hare. Le responderé con la verdad.

-Buen chico. *Aleje un poco mis manos de él* Dime ¿Sabes lo que es Arcana?

- ¿Arcana? *Puso una expresión tonta*

- ¡¿LO SABES?!

-No señor. No lo sé. Le juro que no lo sé. *Cerro sus ojos y empezó a temblar*

Al ver que no mentía, y que era honesto. Supe que debió haber pasado mucho tiempo, o tal vez, esa bruja les borro la memoria.

-De acuerdo. Te creo. *Él se alivió por lo que dije* Ahora, dime. ¿Sabes quién es o quien fue Alana?

Lo mire con detenimiento, ya que esto era crucial para hacer mi primer movimiento.

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