Capítulo 26

Scorpius obtuvo permiso para salir del colegio el siguiente sábado, tomó su abrigo y se despidió de sus compañeros.

-Espero que tu padre esté bien Scorpius- Silena se despidió con un beso en la mejilla.

El chico asintió simplemente y se fue a la chimenea. Una vez en San Mungo preguntó por su padre y le indicaron la habitación donde se encontraba; cerca era todo tranquilo, aunque demasiado para su gusto. Tocó la puerta y escuchó la voz de su abuela.

-Hola- dijo al entrar.

-Scorpius- exclamaron sus abuelos y su padre al mismo tiempo.

-Los dejaremos solos un rato- dijo Narcissa y tomó la mano de Lucius-, volveremos más tarde hijo.

Scorpius salió con ellos un momento.

-No le dijeron ¿o sí?- les preguntó francamente preocupado.

-Descuida- su abuelo le hizo una especie de sonrisa-. ¿Cómo va todo?

-Inusualmente tranquilo.

-Que así siga.

Scorpius entró y se quitó el abrigo, luego miró al rededor.

-Es horrible ¿no?- su padre estaba sentado en la cama, llevaba uno de sus pijamas negros y sus brazos estaban vendados.

-Demasiado blanco- miró con detenimiento a su padre, este notó que observaba sus vendas.

-Yo... me clavé las uñas- bajó la mirada y mostró las manos-. Me las cortaron mucho.

-No importa, te ves mejor- Scorpius se sentó en el sofá frente a él. Draco tenía un tinte menos gris en la piel, parecía haber recuperado un poco de peso y estaba limpio; cuando estaba en su mansión no se cambiaba la ropa y apestaba a alcohol y sangre-. Se nota.

-Tú por otro lado no te ves muy bien- lo reprendió seriamente, actuando en su papel de padre-. ¿Sucede algo?

-Me siento igual que siempre- se encogió de hombros.

-Pues no lo parece.

-Creo que las cosas están mejor que antes papá- Scorpius se paró y comenzó a caminar. No estaba solo, nadie lo molestaba, se sentía de mejor humor-. No entiendo a qué te refieres, en verdad me siento mejor.

-¿Seguro? ¿Todo bien en el colegio?- su hijo asintió-. Nunca estuve muy pendiente de ti, y ahora me arrepiento.

-¿Por qué?

-Porque eres mi hijo, porque te pareces a mí y porque tuve tu edad. Y por ello sé que me ocultas cosas, solo que jamás me había detenido a pensar en ello.

Scorpius se tocó la pierna sin querer, donde tenía varias cicatrices.

-Es tan evidente y yo jamás lo noté, o quizá sí, pero tenía mi mente tan centrada en otras cosas que en verdad pasé por alto lo demás- suspiró-. Siempre estaba preocupado con tu madre, intenté hacer cosas buenas para levantar el apellido familiar, creí que te estaba cuidando bien pero realmente te descuidé- se miraron un momento-. Ni siquiera recuerdo cuándo fue la última vez que te vi sonreír.

Scorpius estaba tenso, sujetó su brazo izquierdo donde repentinamente tenía una comezón horrible en sus costras.

-Lo que menos he querido hacer es preocuparte padre, no quería llevar más problemas a la casa- respiró y se relajó-. Como sea jamás he tenido grandes problemas, no más de los que cualquier persona de mi edad los tiene. Ya sabes, son tonterías que pasan a los 14.

-Scorp.

-Y me he arreglado bien solo- forzó su sonrisa, aunque intentó relajarse también-. De verdad que no tienes por qué preocuparte. Solo quiero que te concentres en mejorar, así podrás salir de aquí y nos veremos todo el tiempo.

Su padre sonrió.

-Está bien- murmuró-. Te ves muy delgado.

-Gracias.

-No es cumplido, come más- Draco soltó una risa a la que Scorpius intentó imitar-. Madre ha dicho que te manda dulces, intenta comerlos todos a ver si ganas peso.

-¿Madre?- arqueó una ceja-. Antes solo decías Narcissa.

Su padre se sonrojó.

-He entendido que jamás dejé de quererla. Admito que con Lucius aún tengo ciertos problemas, pero lo intento. Nosotros cuatro somos todo lo que queda de la familia. Y ahora ellos están a tu cargo, debo aprender a convivir con ellos quiera o no- refunfuñó.

-Me alegra escuchar eso. Quizá podamos ir de vacaciones a algún sitio. ¿Recuerdas cuando viajábamos con mamá?

-Podríamos hacerlo. ¿Cuándo fue la última vez que visitamos Italia?

-Hace tres años, ¿recuerdas como saltaba mamá de felicidad en la playa? Cuando...

-Cuando íbamos a ver los espectáculos nocturnos, los chicos que hacían formas con las olas del mar.

Hablaron un rato sobre los recuerdos que tenían de Astoria, hasta que volvieron sus abuelos.

-¿Tienes hambre Scorpius?- preguntó Narcissa-. Tu padre no puede salir pero tú sí, podemos ir a que comas a la casa. Odiarías la comida de aquí.

-Te aseguro que aunque sirvieran langosta sabría a agua- le aseguró su padre, sonriendo.

-Estoy bien, quizá sea hora de volver al colegio. Intentaré venir a verte pronto.

-No tienes que descuidar tus estudios por mí.

-No es molestia ni problema- Scorpius se puso el abrigo.

Se despidió de todos, abrazó a su padre y regresó a Hogwarts. Cuando llegó a la sala vio a Silena leyendo un libro, cuando lo notó se paró sonriente.

-¿Cómo te fue?

-Bien.

-¿Tu padre?

-Mejor.

Silena rio, aunque no entendía por qué.

-Te ves bien.

-Me veo como siempre.

-Me refiero a que te ves... ya sabes, mejor- se sonrojó y siguió-. Honestidad. Siempre estás elegante, pero no siempre te ves arreglado.

Scorpius imitó una sonrisa de lado y luego Silena dijo lo inimaginable.

-¿Quieres salir conmigo el próximo día de Hogsmade?

Ella tenía la cara roja y por primera vez no podía verlo a los ojos, algo asombroso puesto que Silena era muy confiada. Evaluó las opciones: si decía que no probablemente Silena no le hablaría más y estar con ella resultaría incómodo, y como se llevaban con las mismas personas sería más incómodo; si decía que sí...

-Conoces mi reputación.

-Sí.

-Y nos verían juntos.

-Sí.

-¿Y no te importa?

-Ni un poco.

Scorpius suspiró, se acomodó el cabello y asintió al final. Silena parecía a punto de saltar.

-No te arrepentirás.

-Nada serio- aclaró el rubio.

-En absoluto. Será divertido.

Silena se alzó en puntas y le dio un beso en la mejilla, salió corriendo de la sala como una niña. Bajando de los dormitorios estaba Jesse, que se había quedado petrificado. El castaño se volvió y desapareció de ahí. Scorpius había olvidado ese detalle, en seguida se sintió como una mierda.


Gracias a quien me dejó el review :3 Yo nuca me desanimo, me gusta escribir para entretenerme, esta historia en especial ha sido muy agradable de escribir ya que mi hermano ha escrito muchas cosas sobre ella

XOXO