Cap. 26

Reencuentro

—¡Vamos, corre! ¡apúrate! —Hao me jalaba del brazo mientras ambos corríamos por la calle.

—¡Eso hago!

Mis pies dolían, pero no importaba nada más en este momento.

Visualice a Yoh y Lyserg más adelante, nos esperaban a un costado de la calle. Enseguida se unieron a nosotros y comenzaron a correr a nuestro lado.

—¡¿Qué hora es?! —Pregunto Yoh.

—Las ocho con cuarenta minutos —Respondió Hao viendo su móvil.

—¡Mierda! ¡hay que apurarse! —Les dije.

—Su bus llega a las nueve ¿verdad? —Hablo Lyserg, siendo jalado de la mano por su novio.

—Si, a las nueve, ya falta muy poco.

Mi corazón latía desbocado, no sabía si por la carrera o por los sentimientos revueltos que tenía porque volvería a ver a Horo.

Después de tanto tiempo, podría verlo.

No sabía cómo era que esto había sucedido tan de repente. Hao me había dicho que Horo lo había contactado la noche anterior, pero no había visto el mensaje hasta hace unas horas, así que enseguida comenzó a buscarme para que lo fuéramos a encontrar al bus.

—¡Vamos a ver al Hoto de nuevo! —Grito Hao con emoción, haciendo que toda la gente de la calle volteara a verlo.

Soltamos una risa por esto. Sus ojos brillaban como los de un cachorro, aunque yo debía estar igual.

Llegamos al terminal con nuestras respiraciones entrecortadas. Comenzamos a buscar acelerados el número donde estacionaría el bus.

Estaba sudando, pero nada importaba ahora, porque vería al tonto de Usui otra vez, era como un sueño.

—Son las nueve —Dijo Yoh con cansancio.

—¡Entonces apurémonos! —Hable exasperandome.

Encontramos el número en donde debía haberse detenido el bus. El terminal estaba repleto, y no entendía por qué. Quizás la hora.

Comencé a buscar con la mirada aquel cabello celeste, tal como lo había hecho la primera vez en que lo había ido a buscar al terminal. En aquel entonces fui con Pilika a regañadientes, sin saber lo que me esperaba.

Ese fue nuestro primer encuentro, nunca pensé que ese día sería el detonante que cambiaría mi existencia en su totalidad. Un punto de quiebre en mi vida, donde comencé mi viaje de autodescubrimiento a través de caídas y errores.

Mis ojos encontraron entre la multitud aquella tonalidad vistosa que tenían sus hebras. El mundo a su alrededor parecía desaparecer de mi visión, esfumándose, haciendo que solo él destacara entre todos.

Solo él destacaba para mí.

Comencé a avanzar sintiendo como mi pecho se estrujaba, mi corazón latía tanto que era absurdo que no se saliera de mi pecho.

¿Cuándo me había vuelto de esta manera?

Me sonrió con pena y alegría entremezclados. En dos pasos que avancé sentí como sus brazos me rodeaban al instante, apretándome contra su cuerpo, con fuerza y posesión.

Cerré mis ojos, jalando la tela de sus ropas con mis manos, mientras enterraba mi rostro en su pecho, sintiendo su aroma, comprobando que era real, que en serio estaba frente a mí otra vez.

—Estás aquí... —Susurre en un hilo de voz. Estaba a punto de llorar.

Paso sus manos por mi espalda, por mis brazos, hasta llegar a mi rostro. Abrí mis ojos encontrándome con los de él, sumergiéndome en sus pupilas, conectándonos con lo que estábamos sintiendo. Una emoción intensa, un sentimiento incapaz de describir.

—Te extrañe tanto. Tanto, que no te imaginas —Habló con la voz temblorosa —No podría volver a estar sin ti, Ren —Termino de decir, mientras escuchaba como sollozaba una y otra vez.

—¿Que no me imagino, dices? —Lo miré a los ojos, sintiendo como mi cara también se humedecía —¡¿Y qué crees que estuve haciendo todo este tiempo?! Te extrañe, todos los días, cada minuto. ¡Maldición! Me volví un maldito cursi, pero es verdad. Tú me hiciste ser de esta forma, toma responsabilidad.

Horo soltó una de sus risas con ganas. Esas que tanto había echado de menos.

—Tomare toda la responsabilidad —Expresó con un brillo especial en sus ojos. Apretó mi rostro entre sus manos, secando mis lágrimas, y me beso, así sin más. Llenándome y desbordando mis emociones, floreciendo por cada poro.

¿Esto es lo que significaba sentir un amor intenso?

Porque parecía algo utópico. Una fantasía y me estaba ocurriendo a mí.

Los chicos se acercaron a nosotros haciendo un bullicio.

—¡Oigan que ya están armando un espectáculo aquí! —Soltó Hao con burla, haciéndonos mirar alrededor a un montón de gente que nos miraba casi con lágrimas los ojos.

—¡También queremos saludarte! —Dijo Yoh tirándose a abrazarnos a ambos. Enseguida le siguieron Lyserg y Hao, los tres nos rodearon por los hombros, abrazándonos con fuerza, haciéndonos carcajear.

—Vas a tener que dejar de irte y volver Horo, ya no estoy para aguantar tantas emociones —Dijo Hao con diversión.

—Lo he tenido lloriqueando todos los días desde que te fuiste —Acusó Lyserg a lo que se ganó los reclamos del Asakura.

Nos pusimos a reír contándole toda nuestra travesía para llegar aquí.

Los mire disfrutando del momento, era bueno tener un "emotivo reencuentro". Me hacía sentir que a partir de ahora todo iba a salir bien. Al fin podía confiar en la célebre frase de mi amigo Yoh.

Luego de haber ido a comer con el grupo nos teniamos que separar. Los gemelos abrazaron a Horo hasta sacarle el aire. Usui prometió que vendría a verlos un fin de semana al mes sin falta, y a mí, claro.

—Te cobrare la palabra, amigo. Si me fallas te voy a patear el trasero —Se despidió Hao.

—¡Oye, me ofendes! siempre cumplo —Chocaron las palmas una vez más.

—Sabes que siempre puedes quedarte en nuestra posada, Hoto —Dijo Yoh con una de sus risas.

—No la necesitara, porque tiene mi habitación disponible —Hable con seguridad, haciendo que todos comenzaran a hacer ruiditos, molestandonos.

Se fueron haciendo adios a la distancia.

Entramos a mi departamento, mi corazón bombeaba apresurado. Sin aguantar ni un solo segundo nos envolvimos en besos desesperados que parecían extasiarnos.

Volver a probar aquellos dulces labios, para mí era el paraíso. Había soñado cada noche con este momento.

Horo metió su lengua alborotando todo en mi interior, sólo él me podía hacer sentir así al besarnos.

Me tomó en brazos y comenzó a embestirme con la ropa puesta. Sin importarme los vecinos comencé a gemir con ganas, sintiendo una excitación desmesurada por el simple roce brusco de nuestros cuerpos simulando la penetración.

Apretaba tan fuerte con mis piernas las caderas de Horo, que sentía su dureza enterrándose en mí.

Caímos a mi sofá sin soltarnos. Arranco mi polera de un solo jalón, comenzando a besar y hacerme chupetones por todas partes,

De pronto me abrió el pantalón, tirándolo hacia abajo de forma salvaje. Sin poder predecirlo se engullo mi miembro sin previo aviso, saboreándome y succionando con maestría, tanta, que mis dedos de los pies se retorcían sin poder controlarlos. Me vi envuelto en una dimensión donde solo existía el placer, tapando mis oídos, permitiéndome solo escuchar las sorbidas que me daba Horo.

Lo hicimos durante toda la noche, una y otra vez, en cada uno de los lugares que me permitía mi departamento. Experimentando cosas nuevas con nuestros cuerpos, dejándome cambiar y hacer un montón de posiciones que no había pensado probar.

Lo miré dormir de manera pacífica. Transmitiéndome aquella misma calma a mí mismo.

Con este sentimiento quería vivir mi vida desde ahora.

Cuando me había decidido a estar con ambos hermanos Usuis pensé que había ganado, porque estaba conservando a los dos, pero ahora me daba cuenta de que había sido una mala jugada, ya que eso desde un principio me había hecho perder a ambos.

Una mala elección que me había traído meses de diferentes tipos de sufrimientos.

Ahora entendía que todo repercutía en algún momento y cuando se daban vuelta las cartas tu jugada te podía destruir.

Si hubiera entendido el verdadero significado de ganar me habría dado cuenta que ni uno de ellos era un trofeo, que eran personas con sentimientos que yo podía destrozar. Y que lamentablemente lo había hecho, y de paso, también los míos.

Elegir, aunque eso signifique perder algunas cosas, pero teniendo la certeza, de que siempre se ganaran otras. Y yo, que había conocido la vida de un real perdedor, ahora había ganado un nuevo punto de partida.

Ganar o perder

Fin

Finalmente, después de tanto tiempo ha llegado a su final este fanfic que le tengo tanto cariño fue el primero que escribí y omg recién lo vengo a terminar después de 84 años JAJAJ Miles de gracias a todxs ustedes que me acompañaron en esta larga travesía en la vida problemática de Ren Tao, que al menos aprendió, reflexiono y todos pudieron solucionar sus conflictos. Fue muy divertido ver cada una de las cosas que me comentaban cada vez publicaba un cap, ya que ese es el único pago e incentivo de seguir que tenemos las personas que hacemos fanfic o simplemente escribimos, así que muchas gracias por animarme y darme las ganas de querer continuar.

Estoy escribiendo una precuela de que fue lo que sucedió con Horo y Hao hace años, antes de la llegada de Ren. Ya que man, leyendo otra vez el manga no puedo evitar shippearlos y la verdad que aquí los empareje solo porque a Hao lo emparejo hasta con el agua y al final me gustó mucho JAJAJ Tambíen estoy haciendo la secuela de Hao Lyserg y un fic de HoroRen adultos, basado en Red crimson, espero publicarlos pronto.

Y uff me demoré porque mi computador habia muerto, pero entre cuarentena porque mi mami se contagio de Covid y estamos todos encerrados desde ahora hasta nuevo aviso :( Pero al menos por esto pude arreglar mi pc ayer jaja Sin más, espero que nos sigamos leyendo por ahí los tkm muchísimo, y gracias por todo