Capítulo 27

Ataduras Eternas

27 de Febrero del año 846, 08:00

Isla Nora, Nami no Kuni

El Equipo 8 liderado por Anko, ya se había topado con el Equipo 9 y juntos caminaban sobre la isla en busca de la casa del constructor de puentes.

La Tokubetsu Jonin no paraba de girar la cabeza en dirección a su alumna. Estaba preocupada por como lidiaría Haisu con esta situación. Por lo que sabía, el enemigo del que debían defender al Equipo 10 y su cliente, era el antiguo sensei de esta chica.


Flashback

-"Quiero hablarte sobre tu equipo. Sobre dos de tus alumnos en realidad. Hay unas cosas que necesitas saber de ellos"

Anko se puso firme en el momento. Pensó en un principio que esto sería un regaño y por eso le pidió el Hokage que se quedara.

-"¿Qué necesito saber de Haisu?" pregunto sin rodeos la pelimorada.

-"¿No te interesa saber nada del otro chico? Digo, ya que preguntas directamente" hablo con suspicacia Hiruzen.

Él debía saber que ella tenía información o al menos ya lo sospechaba, así que no tenía sentido ocultar sus conocimientos, si de igual manera para eso le había ordenado quedarse unos minutos más.

-"Mi antiguo sensei me hablo de algunos de los secretos mejor guardados de los altos mandos, incluido el de ese chico"

Hiruzen asintió y tomo una fuerte inhalada de su pipa. Ya se imaginaba que el traidor de Orochimaru haría algo así con el fin de obtener alguna ventaja psicológica sobre su alumna cuando era solo una adolescente.

-"Bueno, entonces no hay motivo para repetir algo que ya sabes, así que procedamos con Haisu"

-"¿Qué sucede con la chica?"

-"Ella fue traída de manera… poco ortodoxa a Konoha" dijo Hiruzen con un tono apenado.

-"¿Secuestro?" pregunto levantando una ceja Anko.

-"Algo así… Ella era cuidada por Zabuza, un ninja renegado y buscado en Kirigakure. Jiraiya lo confronto y la arrebato en contra de su voluntad. Desde entonces vive en Konoha, siendo su vida pasada, un secreto para todos"

-"¿Por qué me informa de esto, Hokage-sama?"

-"Porque en muchos aspectos, la niña ha vivido algo parecido a ti. –dijo Hiruzen con una mirada triste- Y estoy convencido de que puedes ser una buena guía para que la chica no pierda su rumbo"

Anko tuvo que contenerse un poco para no reírse de lo que implicaba su líder. Ella no estaba preparada en absoluto para guiar de esa manera a una niña cuando ni ella misma ha podido superar su turbulento pasado. Esas ataduras eran imposibles de romper.

-"Lo tendré en consideración. –dijo Anko mientras hacia una reverencia- Gracias por la información, Hokage-sama"


De vuelta a la realidad

-"¿Sucede algo, Anko?"

-"Nada de lo que debas preocuparte, Genma" respondió sin titubeos la Kunoichi.

El sensei del Equipo 9 acepto la respuesta de la mujer sin objeciones. Sabía lo cerrada y agresiva que solía ser, así que prefirió guardar silencio dejándola a ella con sus pensamientos. Después de todo, él tenía sus propias preocupaciones.

¿Cómo se supone que podamos cumplir con esta misión? Es muy riesgoso ir con un pelotón de novatos cuando nuestro cliente está siendo perseguido por alguien como Gatou, que está usando recursos exorbitantes para ponerle fin a su vida. Espero el Hokage no se haya equivocado

Las preocupaciones de Genma no iban solo desde si la misión era peligrosa o no, porque si era muy peligrosa, eso estaba implícito. Tampoco tenía problema con ayudar a toda una nación que estaba siendo oprimida, de eso debía preocuparse el Hokage cuando se enteraran los altos mandos. Los líderes de clanes y el consejo raramente apoyaban estas amabilidades de Hiruzen, después de todo, muy pocos confiaban en que la ideología de la voluntad de fuego podría traer cambios y paz al mundo. Lo único seguro era que al menos de esta misión, no saldría ningún conflicto bélico de mayor escala, ya que Nami no Kuni es una nación pequeña y de muy poca importancia para el resto del mundo.

El verdadero problema era: ¿Estaban listos sus alumnos para ser un equipo en el campo de batalla? Eso estaba por verse pronto.

-"Puedo oler la esencia de Saiko. –hablo Süpu de manera clara- Estamos muy cerca del lugar"

Y como si de una profecía se tratase, la puerta de una casa grande ubicada en el final de la calle que transitaba el grupo, se abría de par en par mostrando bajo el umbral a un pelirrojo y una rubia conocida por los chicos.

-"Los hemos estado esperando" hablo Ino con alegría.

Saiko no pudo decir nada ya que fue abordado a gran velocidad por su hermano gemelo, el cual estuvo preocupado por él en todo el trayecto. Un lado infantil y muy sensible que no habían visto sus compañeros de equipo ni su sensei hasta ahora.

-"Que bueno que estés sano y salvo, hermano"

-"No tienes nada que preocuparte Rida-nii. Estoy bien, tristemente no puedo decir lo mismo de Asuma-sensei"

-"¿Qué sucede con Asuma?" pregunto Genma.

-"Antes que prosigan… –interfirió Anko- creo que es mejor que entremos para descansar un poco y ponernos al día"

El grupo asintió a la idea y todos entraron al hogar de Tazuna.

Ya tenían poco más de una hora en la isla los equipos de apoyo enviados por el Hokage.

El Equipo 10 ya los había puesto al tanto de lo que había sucedido desde que salieron de Konoha y de la importancia política que conllevaba el cumplimiento exitoso de esta misión.

Los novatos mostraban síntomas de nerviosismo. Ellos querían obtener gloria y respeto realizando una misión real, y ahora la tenían. Quizás por encima de sus capacidades y eso era lo que les angustiaba. Aunque no a todos les preocupaba eso.

¿Por qué Zabuza-san aceptaría un trabajo tan cruel como este? Y… ¿Acaso mi hermano ya no se encuentra con él? Nadie lo ha nombrado

Haisu se mostraba impaciente mientras pensaba en lo que sea que lo pudo ocurrir a su hermano como para no estar apoyando a Zabuza en este país. Ella quería correr a verlos y detener la opresión que abarrotaba esta isla, pero, no sabía donde poder hallarlos.

-"¿Estás bien?"

Haisu volteo bruscamente por instinto tomando la mano que se había posado en su hombro, para conseguirse solo con una sonrisa que desde hace un tiempo atrás, la descolocaba.

-"Lo siento, Saiko. –dijo la chica apenada por su reacción- Sí, estoy bien, solo un poco nerviosa, como ustedes"

-"No estoy nervioso. –Decía el que fue su primer y único amigo en la academia- Solo algo ansioso de poder enfrentarme con ese sujeto de nuevo. Tengo algo que probar"

Haisu no sabía a qué se refería Saiko, pero pudo notar que esto último lo dijo mientras dirigía su mirada al pequeño hijo de Tsunami, la mujer que les dio alojo en esta isla.

-"¿Sucede algo con ese niño?"

-"Nada de importancia" dijo subiendo los hombros el pelirrojo.

La chica no volvió a insistir y junto a su amigo, se dirigieron a los pequeños muebles, donde se encontraban el resto de sus compañeros de generación.

El ambiente general ya estaba mucho más armonioso que cuando llegaron a la isla y eso se podía notar en que ya la mayoría de los chicos hacían bromas y se reían a gusto. El único que permanecía un poco reacio en su sitio era Shikamaru, por su expresión corporal, se podía entrever que debía estar pensando en algo.

-"Bueno, es hora de dividirnos y vencer. –hablo en voz alta Genma, haciendo de líder de misión dado su rango- Tazuna-san y todos sus empleados ya pueden retomar la construcción del puente ahora que estamos aquí"

-"¿Cómo nos dividiremos?" pregunto Shikamaru fijándose por fin en la conversación.

-"Anko y yo iremos a cazar a Zabuza. –Genma vio claramente como un escalofrió recorrió a Haisu- Todos los Genin a excepción de Asuka, irán al puente para proteger a Tazuna y todos los demás, y de ser posible ayudaran en su construcción"

-"¿Y yo que haré, Genma-sensei?" pregunto Asuka.

-"Se que no te va a gustar lo que diré… –comenzó Genma mientras le ponía una mano en el hombro a la única Kunoichi de su equipo- pero tú te quedarás acá. Alguien debe cuidar esta casa y dado que Asuma sigue recuperándose, tu eres la mejor opción al ser ninja medico"

Su sensei tenía razón, la orden no le gustaba ni un poco. Ella estaba realmente ansiosa y emocionada por su primera misión fuera de Konoha. Estaba dispuesta a demostrar la valía no solo de una mujer, sino, de un civil. Quería que todos en Konoha vieran que no solo los ninjas provenientes de clanes podían lograr la diferencia en el campo. Quería demostrar que podía estar a la par de Rida y Shiji… Y aquí estaba su sensei dejándola como enfermera en un sitio seguro mientras todos arriesgaban sus vidas protegiendo a los constructores del puente.

Pensaba que debía implorar, recriminar, patalear, todo a la vez. Incluso quejarse de porque ella debía ser la mejor opción y no alguien como Ino. Prefirió quedarse callada, eso no sería profesional de su parte y además, Ino ya había cuidado de su sensei por varios días y merecía un relevo.

Así que ella simplemente asintió aceptando la orden para alivio de Genma. Él no quería provocar una pelea de equipo en una misión tan delicada como esta, para su suerte, la morena era la más tranquila en su grupo así que pudo evitar discusiones que serían más parecidas a lloriqueos de un niño al que no le dieron el dulce que deseaba.

-"Es hora de partir. –hablo Anko- Pero antes, debo hablar contigo, Haisu"

Todo el grupo salió de la casa. La sensei del Equipo 8 camino un poco más hasta llegar a la orilla de lo que parecía un gran estanque junto a los arboles circundantes mientras era seguida por su menuda alumna.

-"¿Qué quería decirme?" pregunto Haisu algo irreverente como ya era costumbre en su relación.

Anko aún no decidía muy bien cómo empezar o que decir de por sí. Ella no era buena dando consejos o con el tema de socializar, ella no se consideraría jamás un modelo a seguir, pero aquí estaba y debía decir algo. El Hokage se lo había pedido de buena gana. Su alumna se veía ya un poco impaciente por el tiempo que tomaba en comunicar sus intenciones. No era algo fácil.

-"Se tu pasado"

Eso aturdió un poco a la Genin. No por miedo o impresión, solo que no se imaginaba que su sensei tuviera dicha información. Anko se acerco un poco más agachándose de manera incomoda para poder hablar con su alumna, después de todo, el Hokage le había pedido ser la guía de esta chica.

-"Así que como tu sensei te pido, –volvió a hablar Anko- que no cometas una locura"

Haisu un poco molesta y confundida por las palabras de su sensei, manoteo las manos de esta y se alejo de ella indignada.

-"¿Ahora quiere darme consejos? ¿Por qué cree que yo le debería hacer caso a usted que nos ha tratado tan mal desde un comienzo?"

-"Porque yo pase por algo muy parecido a ti cuando tenía tu edad"

Haisu ahora si estaba desconcertada. ¿Ella había pasado por algo similar? ¿Cómo era eso posible?

-"Explíquese"

-"Yo me fui de Konoha con mi antiguo sensei. Él era un asesino despiadado y traiciono a la aldea en busca del poder, sin embargo, era mi sensei y yo lo seguí a él confiando en su palabra. Luego me desecho como a una herramienta rota cuando no le fui útil. No quiero que lo mismo te suceda, tú no sabes los propósitos de Zabuza"

Haisu escucho muy bien cada palabra, procesando todo lo que su sensei había querido compartir con ella. Estaba muy furiosa por lo que Anko quería implicar al suponer que Zabuza había perdido su rumbo y era una mala persona, ella no tenía derecho a decir algo como eso. Zabuza no era como el sensei de ella.

Por otro lado, se sentía un poco feliz. Su sensei estaba aquí comportándose bien con ella, preocupándose de sus acciones y tratando de protegerla. Era la primera vez que sentía que Anko de verdad la quería y que no solo atendía este equipo por órdenes del Hokage.

-"No haré ninguna locura" dijo finalmente.

Anko se coloco de pie y comenzó a caminar. Ella y Genma, debían iniciar la búsqueda de inmediato y así lo hicieron alejándose de sus alumnos.

Estaba un poco más tranquila. Consideraba que había sido de ayuda para Haisu y podía decir que al menos lo había intentado. Solo esperaba que la chica fuese más inteligente y fuerte que ella misma cuando deba enfrentar su pasado.

Espero puedas romper tus cadenas, niña pensaba Anko mientras se apretaba con fuerza la marca oscura que tenía en su cuello y maldecía a la persona causante de eso.


27 de febrero del año 846, 15:32

Norte de la isla Nora, Nami no Kuni

Un pequeño hombre se hallaba sentado dentro de lo que parecía ser una gran edificación. La habitación en si estaba ligeramente oscura y con un ambiente helado el cual se profundizaba por el azul de sus paredes húmedas. El lugar disponía de una larga mesa conmemorativa, aunque sus sitios no los ocupaba ninguna persona, y ninguna comida o utensilio se posaba sobre el merendero de lujo.

Este hombre de baja estatura no era otro que Gatou, uno de los hombres más millonarios y peligrosos del mundo. Vestía un traje de seda color negro, hecho a la medida, usaba lentes pequeños y su cabello canoso se encontraba un poco alborotado dándole una apariencia descuidada, pero él al menos, no era nada descuidado con sus negocios.

Gatou se encontraba esperando la llegada de sus nuevos socios. No podía negar el hecho de que estaba algo nervioso. Cerrar un acuerdo con sujetos como estos sería un paso muy grande en su búsqueda de riqueza y dominio. Debía tener sumo cuidado con sus palabras, por más hombres peligrosos que él tuviera en su nómina incluyendo algunos Shinobis de renombre como era el caso de Raiga o de su mejor arma, Zabuza, ninguno de ellos, ni siquiera juntos, serían de ayuda si hacia molestar a sus visitantes o al menos, eso era lo que las historias que había escuchado le daban a intuir.

La puerta de la habitación se abrió súbitamente, dando entrada a unos hombres fornidos y que a primera vista, se veían temerosos.

-"Gatou-sama, ya llegaron"

El magnate de las embarcaciones dio un asentimiento y ordeno que se retiraran, no sin antes indicarles que permitieran amablemente la entrada a los recién llegados.

Los invitados no se hicieron esperar y entraron al poco tiempo a la habitación, escoltados por dos de sus propios hombres y un joven que debía estar con ellos ya que él no esperaba a nadie más.

-"Buenos tardes, Gatou-san" hablo el más alto de los recién llegados con una voz silbante y aguda.

Era un hombre extremadamente pálido. Su cabello era largo hasta la mitad de la espalda y lucía grasoso. Las facciones de su rostro eran horribles, dando la impresión de que no era un ser proveniente de este mundo. Sus ojos eran amarillos, con la pupila rasgada como la de una serpiente. Llevaba tatuajes purpuras bajo sus ojos y usaba unos zarcillos en forma de magatama. Su ropa era una simple túnica de color negra y con nubes rojas sobre ella.

Este era el hombre que más pavor le infundía, Orochimaru.

-"Buenas tardes, Orochimaru-sama. Me alegra que usted y su compañero hayan podido llegar a tiempo de su largo viaje. He estado esperándolo"

-"Oh claro… –hablo el hombre pálido con un poco de humor- ¿Dónde están mis modales? Déjame presentarte a mi compañero; Sasori no Akuna"

El otro hombre portador de la misma túnica dio un paso adelante, si es que se le podía decir 'paso' a su andar.

Sasori era gordo y más pequeño incluso que el mismo Gatou, y por si fuera poco, estaba jorobado. La túnica le cubría todo el cuerpo sin dejar ver sus manos o pies, esta se arrastraba por el suelo dando la impresión de que este hombre en lugar de caminar, se arrastraba.

Su rostro no se veía en absoluto dado una pañoleta que cubría desde la nariz hacia abajo y en su cabeza llevaba un sombrero de paja. Lo poco que se veía de él eran unos ojos llenos de furia desmedida y su rostro de color moreno.

-"Un placer conocerlo, Sasori-sama" hablo con educación Gatou tratando de controlar su nerviosismo por estar ante estos Shinobis.

El hombre gordo emitió un simple gruñido, dando a entender que era su asentimiento y Gatou no iba a exigir más.

-"Bueno, creo que como ya hemos hecho las presentaciones, podemos pasar rápidamente al asunto que nos interesa, Gatou" hablo Orochimaru.

-"Por supuesto. –respondió el hombre- Tomen asiento, por favor"

-"No te preocupes por comodidades, no estaremos acá mucho tiempo. Sabes a lo que hemos venido. Así que preguntaré rápidamente para que mi impaciente amigo y yo podamos marcharnos pronto de esta isla. ¿Estás dispuesto a financiar nuestra organización?"

Había sido más simple y directo de lo que esperaba Gatou. Hace días se había puesto en contacto con un emisario de esta supuesta organización criminal. No sabía muy bien sus propósitos ni quien pertenecía a este grupo, la verdad, no sabía nada sobre ellos, pero algo le decía que una negativa hacia esta gente y eso sería lo último que haría en su vida. Sin embargo, el no habría llegado tan lejos si no imponía osadía e ingenio en sus negociaciones.

-"Estoy dispuesto a colaborar. Lo he estado pensando muy bien y la verdad, creo que podríamos llegar a un acuerdo. Claro está, necesitare una retribución adecuada"

-"Hablas mucho hombrecillo. –hablo con voz grave y ronca, Sasori- Di tu precio, para eso estamos acá y me molesta perder mi tiempo aquí"

-"No te alteres Sasori. –habló con diversión Orochimaru- Ya tenía una propuesta lista para ti, Gatou. Nuestro líder fue muy claro en que complaciéramos tus necesidades y si miro fuera de este sitio, claramente tu mayor necesidad es ampliar tu seguridad"

-"¿A dónde quieres llegar?" pregunto intrigado Gatou.

-"Te ofrezco unos mil Shinobis que estarán bajo tu mando. No son de alto rango o experiencia, pero te garantizo que uno de ellos vale por veinte de los civiles armados que tu contratas. Mis subordinados han hecho un buen trabajo entrenándolos"

Gatou estaba alucinando con tal propuesta. Parecía algún tipo de broma, pero él sabía que un hombre como el que tenía enfrente no estaba bromeando con tal acto de generosidad. ¡Mil hombres entrenados en las artes ninjas bajo su mando! Era un enorme paso para adueñarse no solo de toda Nami no Kuni, sino, que podía comenzar a pensar en naciones de mayor impacto en lugar de este hueco sin valor.

-"Debo admitir que tu método de pago en retribución a mis servicios es muy apetecible, pero, ¿Qué me garantiza que esos hombres no me traicionaran luego?"

No era su intención presionar más de lo debido, ya había conseguido más de lo que esperaba, pero, era una pregunta que no podía ignorar. Esos hombres fácilmente podrían masacrar a sus matones previamente contratados y si bien tenia Shinobis de mayor poder, estos no eran fieles, solo actuaban en ocasiones especificas, tal como el asesinato del hombre que tantos problemas le está causando en esta isla.

-"Sabía que tendrías una duda como esa, –respondió Orochimaru- por ello, como muestra de buena fe por parte de Akatsuki hacia ti, he traído a este joven que yo mismo he entrenado en años anteriores. Te presento a Kimimaro"

El joven que se había mantenido hasta ahora distante y apartado de la conversación, dio un paso al frente arrodillándose frente a Gatou.

Era un chico de unos quince años. Su cabello era blanco y largo, atado en dos trenzas laterales mientras la parte posterior de su cabello, caía sobre su espalda. Sus ojos verdes resultaban distantes y siniestros, como de alguien que solo conoce la muerte. Toda su expresión corporal dictaba que era un hombre familiarizado con recibir órdenes. Portaba unos pantalones negros cortos y sus piernas estaban vendadas. Encima lleva una túnica corta de color lila, estaba abierta un poco dejando al descubierto su pecho.

-"Estoy a su servicio, Gatou-sama" hablo Kimimaro aun de rodillas.

-"¿Quieres decir que este joven garantizara mi seguridad en caso de que esos hombres me traicionen?" pregunto el magnate a Orochimaru.

-"Kimimaro podría asesinarlos a todos, de eso no tengo dudas" respondió el hombre pálido mientras se lamia sus labios como si un suceso tan despiadado como ese, le excitara.

Gatou ya no tenía mucho que pensar, le ofrecían un ejército a su disposición y un joven guardaespaldas que no solo era lo suficientemente poderoso como para mantenerlo a salvo, sino, que podía liderar a esos hombres en una batalla de grandes magnitudes. El dinero que emplearía en Akatsuki sin duda sería una buena inversión.

-"Bueno, creo que lo has pensado muy bien. –hablo finalmente Gatou- Esta no es una propuesta que pueda rechazar, así que puedes decirle a tu líder que me placera esta alianza económica con ustedes"

-"Sabía que no declinarías, aunque debo agregar algo más… En el instante que quieras pasarte de listo y entregarnos con las grandes naciones, mi amigo Kimimaro acá presente, con mucho gusto arrancará cada hueso de tu repugnante y pequeño cuerpo ¿Comprendes?" finalizo Orochimaru con una amplia sonrisa que lo hacía lucir más espeluznante de lo que era.

Gatou estaba a punto de responder atemorizado, pero, un fuerte ruido como el de una explosión lejana lo interrumpió.

-"¿Qué demonios fue eso?" pregunto Sasori.

-"¿Aún mantienes tu ataque sobre esta nación, Gatou?"

-"Por supuesto. –Respondió el hombre- Aunque sé que ahora dispongo de mejores premios a los cuales apuntar, no sería bueno para mi reputación si me marchara de aquí solo porque un borracho se opuso a mi"

Kimimaro había salido de la edificación para asegurarse de que no fuera un ataque cercano. Regreso rápidamente confirmando la vista de humo y gran cantidad de rayos en dos puntos distintos de esta isla, sin duda, estaba siendo atacado Nami no Kuni.

-"Creo que es mejor que nos larguemos, no ganamos nada perdiendo más tiempo acá, Orochimaru" hablo con su impaciencia habitual, Sasori.

-"Tienes razón, ya nuestro acuerdo está cerrado. Pronto nuestro tesorero se pondrá en contacto contigo, Gatou" hablo Orochimaru.

Cuando los dos miembros de Akatsuki disponían a irse, Orochimaru se detuvo en seco. Volteo su mirada hacía el punto en el cual se podía distinguir la batalla a lo lejos.

Este chakra y esta presencia… Sin duda alguna es ella

El hombre serpiente se relamió los labios una vez más, aunque esta vez su lengua se estiro de tal manera que casi pudo lamer todo su rostro, cosa que le provoco arcadas a Gatou que no estaba acostumbrado a tales demostraciones grotescas.

-"¿Por qué te ves tan animado de pronto?" pregunto Sasori a su compañero.

-"Creo que deberíamos ir a echar un vistazo de lo que sucede en la isla"


Notas de los autores:

¡Y así finalizamos otro capítulo de esta historia! Esperamos haya sido de su agrado. Empezamos a conocer cada vez más el papel que juega Akatsuki en las naciones del mundo ninja. ¿Podrán nuestros héroes sobrevivir a tanto en Nami no Kuni?

Lamentamos la demora con esté capítulo, esta vez es culpa totalmente mía (Chacín) debido a que era mi responsabilidad hacerlo, pero he tenido muchos problemas con la PC donde trabajo con la historia.

No olviden dar su opinión acerca del capítulo así como dejar favs, nos ayudaría muchísimo su apoyo. Sin nada más que decir me despido. ¡Feliz fin de semana!

Capítulo escrito por: Chacín Barajas.