Conociendo a los miembros de la Orden III

Luego de la extraña llegada de los nuevos héroes al Altar de Invocación, Kiran emprendió la marcha de regreso al castillo de Askr. Sin embargo, Kiran aun no sabía cómo debería lidiar con tantas preguntas que le dirían Alfonse y los demás cuando aparezca con ese grupo de guerreros tan grande.

-Uff. ¿Como lograré explicar esta situación?- decía Kiran mientras suspiraba por toda la situación que vivió hace unos momentos.

-Oh, que te pasa cariño. ¿Acaso te sucede algo malo?- preguntó Camilla en tono coqueto a Kiran.

-No es nada, princesa Camilla. Es solo, que no sé cómo lidiaré para explicar la llegada de todos ustedes- dijo Kiran mientras miraba a todos sus compañeros que hablan entre sí y empezaban a llevarse bien; a pesar de ser de mundos diferentes.

-No creo que sea tan malo como lo dices- dijo Leo que iba junto a su hermana y Kiran. Marth, Shiida, Jagen y Alm los acompañaban.

-Perdone mi imprudencia, joven Kiran.- dijo Jagen llamando la atención del mencionado. -Pero no creo que deba preocuparse por esos problemas con sus compañeros. Puede que acepten que todo lo que usted hace, es por el bien de este reino.

-Es verdad. Al igual que nos salvaste a nosotros, ellos estarán muy emocionados de que el equipo sea más grande y fuerte- dijo Shiida muy feliz sobre su pegaso.

-¿En serio lo creen?- preguntó Kiran. Los demás solo asintieron y eso le bastó para que el ánimo de Kiran subiera un poco. -Gracias por su apoyo, amigos.- dijo Kiran con una sonrisa.

-Fue un placer- dijeron Marth y el resto.

-Ehem. Disculpa, Kiran. He querido preguntarte algo- dijo Klein, quien se acercó a Kiran y consultarle algo importante.

-¿Que sucede, Klein?- preguntó Kiran

-Pues, solo quería saber cómo mi hermana fue reconocida como una heroína- dijo Klein a su compañero.

-Bueno...pues...verás...- decía Kiran un poco nervioso. Aun así, tomó un largo respiró y dijo. -Les contaré todo desde el principio. Hace mucho tiempo, los reinos de Askr y Embla vivían en armonía; hasta que estalló una guerra por saber que reino era superior. Fue en ese momento, que el primer invocador llegó a este mundo y puso un alto al conflicto. Durante años, el primer invocador, trabajó incansablemente para que los reinos se reconciliaran. De esa manera, Askr y Embla llegaron a un acuerdo de paz que duró durante décadas. El antiguo invocador, era conocido por tener la gran habilidad de traer héroes de diferentes mundos que pudieran brindarle su ayuda para poner fin al conflicto. La paz duró muchos; pero, desafortunadamente, Embla rompió el tratado de paz y comenzó a reanudar su ataque a Askr. Sin embargo, Askr defendió su reino muchas veces y Embla no pudo seguir; no sin antes, usar el antiguo poder que les fue brindado y evitar cerrar los portales de los mundos de los héroes e invadirlos, para después utilizarlos y volver a atacar Askr. Fue durante esa gran angustia, que la comandante Anna, Líder de la Orden de los Héroes y los príncipes de Askr: Alfonse y Sharena, me invocaron de mi mundo para ayudarlos a detener esta guerra que ha cobrado incontables vidas, tanto de Askr como de Embla.- explicó Kiran.

-¡Por Naga! ¡Eso es espantoso!- dijo el monje Wrys, luego de escuchar la historia de Kiran.

-¡¿Como pueden permitirse hacer tal barbaridad?!- dijo Ogma con furia en su voz y listo para ir directo a Embla por su cuenta, hasta que Shiida lo tranquilizó.

-El asunto es más serio que eso.- dijo Kiran con tono serio esta vez. Los demás solo pusieron atención. -Askr y Embla, son 2 reinos que fueron dotados con poderes únicos; que beneficiarían a uno o al otro, o incluso a ambos. Askr fue otorgado con el poder de abrir los portales de los mundos, mientras que Embla podía cerrarlos. Debido a que esos poderes fueron entregados de esa manera, Embla se empeña en poseer ambos poderes y ver a Askr en ruinas.

-Entonces, ¿este conflicto seguirá hasta que uno de los 2 bandos caiga?- dijo Julia muy asustada por la terrible situación que ocurre en Askr. Seliph la abrazaba para tranquilizarla un poco; aunque, él también se veía preocupado

-Temo que sí.- dijo finalmente Kiran con tono seco. Aun así, levantó la mirada y dijo. -Pero, sé que mi misión principal es detener el conflicto, como lo hizo el primer invocador; y con la ayuda de ustedes podemos lograrlo. Es por eso por lo que todos ustedes están aquí, ya que fueron reconocidos como los héroes que lograrían salvar a Askr y a todos los mundos de la cruel tiranía de Embla.

-¿De verdad piensas que podrás lograrlo?- preguntó Cain

-Yo lo sé, y sé que su apoyo será factible en este lucha.- dijo Kiran con una sonrisa.

-¡Pues no se diga más, mi estimado Kiran!- dijo Arthur llamando la atención de todos. -¡Por mi honor como guerrero de Nohr; Yo, Arthur, juro que lo ayudaré en todo lo que sea! ¡Y lo protegeré a usted, al igual que como protegía a Lady Elise! ¡Puede que mi fama no se reconocida, pero mi heroísmo es intachable!- dijo Arthur con una actitud demasiado alegre.

-Ahahaha. Te lo agradezco mucho, Arthur- dijo Kiran riendo algo incomodo por la actitud de Arthur.

-Se ve que es alguien muy...peculiar- dijo Linde, la maga de la luz, por la actitud de Arthur.

-Pues, no hay nada que se pueda hacer con él. Esa es su personalidad. Lo conozco muy bien; al igual que a ti, Linde, y que todos los demás.- dijo Kiran mientras le explicaba a su amiga sobre el comportamiento de Arthur.

-¿Y, como sabes tanto acerca de todos nosotros?- preguntó Selena con sarcasmo a Kiran. En ese instante, todo el grupo de guerreros escuchó lo que Selena dijo y se acercaron a Kiran para oír su explicación; y tal vez averiguar algo acerca del pasado de todos.

-Pues, eso es debido a que en este mundo, existen crónicas de libros que narran todas las aventuras de todos ustedes. Sus vidas, viajes, personas que conocen, entre otras cosas.- dijo Kiran a sus amigos.

-¿Todo sobre todo?- preguntó Effie algo confundida.

-Así es.- dijo Kiran mientras se ponían a explicar todo lo que sabía. -Les diré algo que solo yo podría saber de ustedes. Primero, que el príncipe Marth fue el más grande héroe de todos los tiempos; ya que, fue el carisma y coraje lo que permitió reunir aliados y lograr rescatar a la princesa Nyna de Arcaneia; liberar a su reino natal, Altea; detener el conflicto contra Michalis, autoproclamado Rey de Medonia, junto a la princesa Minerva, hermana de Michalis; detenido los malignos planes de Gharnef, el pontífice oscuro; y por haber derrotado a Medeus, el dragón de las sombras y salvado el mundo.

Todos los presentes escucharon lo que Kiran les dijo y estaban tan sorprendidos que algunos empezaron a adular y felicitar a Marth por sus grandes hazañas. Incluso Marth, estaba sorprendidos y algo nervioso por toda la atención que recibía por parte de todos. -Por favor, muchachos. No es para tanto.- dijo Marth rascándose la nuca.

-Pero eso no significa que sus méritos no sean reconocidos, Milord- dijo Jagen en tono respetuoso. -Usted, fue la luz que pudo disipar las terribles tinieblas de esa guerra. Una gran labor como esa, solo debe ser admirada por la persona que cumplió esa larga tarea.

-Gracias por tus palabras, Jagen- dijo Marth ahora un poco más tranquilo. Jagen tenía razón. Él fue el único que logró traer la luz a ese mundo de oscuridad, creado por la guerra contra Medeus y Dolua. Tal vez, ser un héroe legendario no sea un mérito propio. Si no, que de no ser por el apoyo de sus amigos y compañeros, él no hubiera podido seguir con esa ardua misión. Puede, que cuando llegue el momento, deba devolverles a todos ellos el favor. Algún día.

-Lo ves, Marth. Siempre supe que lograrías muchas cosas, con el apoyo de todos tus amigos- le dijo Shiida a Marth con una hermosa sonrisa en su rostro. Marth se sonrojó y se rascó la nuca nuevamente. Todos lo vieron y rieron un poco, hasta que Kiran soltó una verdad muy grande que nadie; excepto, los amigos de Marth conocían muy bien.

-Pues eso no es todo lo que Marth hizo. También logró culminar una hazaña mucho más grande que todas las anteriores- dijo Kiran captando la atención de todo su público. Los héroes pusieron gran atención a lo que Kiran iba a decir. -Lograr proponerle matrimonio a "cierta" caballero pegaso, princesa, y amiga de la infancia de Marth.- dijo Kiran con una sonrisa burlona en su rostro mientras miraba a la mencionada en su comentario: Shiida.

Todos pusieron sus miradas en Marth y Shiida, los cuales empezaron a sonrojarse y salirse humo por sus orejas. Kiran reía en silencio, pero sabía que esa reacción en esos 2, era algo para recordar. Todos se amontonaron sobre los susodichos y las preguntas iban y venían. Aun así, Marth dijo. -¡Kiran! ¡¿Por qué les dijiste eso?!- Marth estaba rojo como un tomate, literalmente; y Shiida también.

-¿Y qué esperabas? Tanto yo como todos tus amigos saben que tu amas demasiado a Shiida. Es obvio- dijo Kiran con tono de sarcasmo. Incluso los héroes de Misterio asintieron dándole la razón; incluso Jagen estaba de acuerdo. Marth no podía estar más que avergonzado por todo lo que ocurría en ese momento. Tal parece, que guardar un secreto, no va a ser nada fácil con Kiran presente.

Luego de que la vergonzosa situación de Marth y Shiida terminó, Kiran continuó con sus historias. -Bueno, lo único que sé sobre Sir Jagen, es que fue uno de los caballeros más leales de Marth. Sus historias cuentan de que fue su instructor y protector desde su juventud. Cuidó a Marth y le enseño a usar la espada para cuando llegara el momento de pelear. Y estuvo con él durante la guerra contra Medeus antes de su retiro y convertirse en su consejero.

-¡Guau!- dijo Alm sorprendido por la historia de Kiran. -¡Jamás pensé que Sir Jagen fuera alguien increíble!

-Me conmueven vuestras palabras, joven Alm. Pero todo eso se debe a mi obligación de proteger de su Alteza.- dijo Jagen en modo respetuoso.

-Pero eso no quiere decir que el mérito solo sea de Marth. Todos ustedes han sido grandes leyendas que han pasado de generación en generación, en su mundo.- dijo Kiran con felicidad. -Aunque, no todos fueron grandes héroes en su mundo.- dijo Kiran un poco extraño por su comentario.

-¿A qué te refieres?- dijo el joven arquero de cabellera verde, llamado Gordin, que ha estado junto a su maestro, Jeorge, escuchando todo lo que decían.

-Pues que Cain y Abel no fueron "muy heroicos" que digamos- dijo Kiran con cierto sarcasmo en su voz.

-¡¿Que quisiste decir con eso?!- dijeron los 2 caballeros algo molestos por lo que dijo Kiran.

-Pues es la verdad. Abel, tú solo buscabas la forma de detener a Cain por su manera de pelear usando la fuerza. Y tú Cain, tú siempre te molestabas por todo lo que te decía Abel; y siempre le decías que no necesitabas su ayuda. Básicamente, ustedes 2 son como el agua y el aceite. Uno es el cerebro; el otro, los músculos. Y nunca estaban de acuerdo en nada.- decía Kiran mientras movía su cabeza negativamente por todo lo que dijo. Aunque en parte es cierto, ya que esos dos nunca pueden trabajar juntos. -Además, pensé que Sir Jagen los entrenó a ustedes dos.

-Lo hice, pero nunca me escuchan- dijo Jagen soltando un suspiro.

-¡Lord Jagen!- dijeron los dos caballeros sonrojados. Parece ser, que la verdad, es muy efectiva.

-Y lo peor, fue que Cain se molestó totalmente con Abel por su retiro.- dijo Kiran recordando otro suceso creado por ese par.

-¿Espera, cual retiro?- dijo Abel algo confundido por lo que dijo Kiran.

-Es cierto. Abel nunca dijo nada acerca de un retiro.- dijo Cain también confundido.

-Pues resulta, que cuando Marth venció a Medeus, tú le solicitaste tu retiro porque decidiste casarte con Est y abrir una tienda juntos en Altea- dijo Kiran mientras miraba con reojo a Abel. Abel, por el otro lado, jamás pensó que Kiran supiera sobre su compromiso con Est; o incluso sobre su futuro en una pequeña tienda con ella en Altea.

Cain, al escuchar lo que Kiran dijo, estaba empezando a enfurecerse; como un toro de verdad. Miró fulminantemente a Abel; el cual, al ver sus ojos furiosos, solo pudo temblar de miedo al tener a tan temible bestia frente a él. Abel estaba en un gran problema. -Cain, espera amigo. Puedo explicarlo.- decía Abel mientras movía sus brazos nerviosamente para tratar de calmar a su amigo.

-Déjalo, Abel. Solo está molesto por que tu conseguiste una chica y él no; y es debido a sus intentos fallidos con las otras chicas con las que intentó tener una oportunidad- dijo Kiran suspirando molesto por la actitud de Cain.

-¡¿Como sabes eso?!- preguntó Cain sorprendido por ese comentario.

-Recuerden que yo tengo acceso a todos los libros sobre sus vidas. Y ese detalle sobre tu vida, es algo que nadie podría olvidar.- dijo Kiran cansado de volver a explicar la situación de las crónicas. -Además, según lo que recuerdo de tus libros, intentaste conquistar a esa joven arquera recluta llamada Norne que se unió a su ejército hace poco y te rompió el corazón diciéndote que no tenía tiempo para esas cosas; luego intentaste coquetear con Palla y te rechazó por que ella ya estaba enamorada de alguien más; después fuiste tras de la princesa Minerva y te dejó en claro que no estaba interesada en un debilucho como tú; e incluso quisiste conquistar a Xane pero luego quedaste traumatizado cuando te dijo que era un chico en vez de una chica- dijo Kiran explicando cada detalle de lo que hizo Cain.

Cain estaba tan avergonzado que intentó buscar ayuda a su amigo, pero el propio Abel estaba igual de sorprendido. En eso, Abel dijo. -Kiran. Creo que será mejor que no diga algo más, por el bien de ambos.-

Cain incluso asintió estando de acuerdo con su amigo y compañero de armas. Kiran aún tenía mucho que decir, pero por esta vez, lo dejaría. -Muy bien, no diré nada más. Pero continuaré con la historia sobre alguien más.- dijo Kiran mientras pensaba sobre quien iba a hablar ahora. Después chasqueó los dedos y dijo. -¿Que les parece si les cuento algo sobre la vida de Ogma?

-¿Dices sobre mí?- dijo Ogma algo sorprendido por lo que dijo Kiran. -¿Qué cosas sabes sobre mí?

-Varias cosas. Por ejemplo, que durante tu juventud fuiste un gladiador en el coliseo de Knorda y utilizabas cualquier método para ganar ya que era tu forma de sobrevivir. También, que la princesa Shiida te rescató de que fueras ejecutado por haber dejado escapar a tu compañero gladiador; y que gracias a eso, le juraste lealtad a Shiida y que prometiste que la protegerías de cualquier mal en el mundo- dijo Kiran explicando la historia de Ogma. Incluso el mencionado, estaba sorprendido de que Kiran supiera tanto sobre él

-Increíble. Nunca pensé que Sir Ogma fuera alguien tan increíble- dijo Sigrun sorprendida por la historia de Kiran sobre Ogma.

-Es más que eso. El también es líder de la guardia personal de Shiida- dijo Kiran a toda su audiencia. Sigrun quedó aún más sorprendida por la gran responsabilidad que Ogma soporta en sus brazos. Ella creyó que solo ella tenía esa enorme carga por proteger a Lady Sanaki. Al parecer, podrían entablar amistad muy bien.

-Bueno. Solo es debido a que deseo devolverle el favor a la princesa Shiida por lo que ha hecho por mí- dijo Ogma cerrando los ojos y recordando el motivo de su misión principal.

-Pero sabes que lo que haces por mí, es la mayor recompensa que he podido tener. Por eso, siempre estaré en deuda contigo, Ogma- dijo Shiida con una bella sonrisa. Ogma también sonrió y asintió dándole la razón a Shiida. Todos estaban riendo por ver a Ogma sonreír con tanta sinceridad.

Y así siguieron todo el camino de regreso al castillo de Askr. Kiran contaba más historias sobre sus compañeros y ellos escuchaban con mucha atención. Al caer el atardecer, Kiran y el grupo llegaron al castillo y reunieron a toda la Orden para conocer a todos sus nuevos aliados. Hubo algunos muy felices por volver a reencontrarse; otros, no tanto. Alm y Celica fueron algunos de esas personas que no esperaban verse de nuevo. Cuando Alm la vio, creyó que Celica no le volvería a hablar de nuevo por su actitud de la última; mas no esperaba, que la propia Celica llegara corriendo y abrazara llorosa a Alm pidiéndole disculpas por la forma en la que le habló antes. Lo único que quería era que le pidiera perdón por haber sido tan mala con; pero, lo que Celica no sospechó, fue que Alm la abrazó igual de triste y también pidiéndole disculpas por haberla tratado con tanta grosería. Celica lo perdonó y le dijo que todo quedó en el pasado; y que siempre se apoyaran en todo momento.