Tornillo…
—M-mama..?—la voz asustada del pequeño amenazaba con romperse a llorar en cualquier momento.
—Está bien, mi amor. Todo estará bien.—Sue abrazo a su hijo fuertemente contra ella, manteniendo la barrera protectora alrededor de ellos.
Susan observo con lágrimas amargas como su hermano incineraba a su esposo que se había convertido en una grotesca bestia amorfa de múltiples ojos, producto de otro mal cálculo con una de sus tantas invenciones.
Franklin abrazo a su madre buscando confort en los brazos de ella, mientras sutilmente guardaba aquel tornillo en su bolsillo.
