Conjeturas

Sherlock se encontró perdido en sus pensamientos, tratando de despejar la duda a su interrogante. Observaba el comportamiento de su amado, siempre pulcro, siempre cálido. Nada fuera de su lugar.

A menudo la pasaban juntos en la misma habitación, aunque, cada quién en sus propias actividades. No pasó demasiado tiempo hasta que percibió que, quizá, había sido demasiado obvio, pues notó que Liam lo observaba también.

La mirada de fuego que poseía el rubio, se tornó dudosa, con objetivos. Un poco, como antes, cuando trataba de mantener la distancia, incluso cuando quería acercarse.

— ¿Cómo se supone que interprete eso? — analizó

a) Piensa que quiero retractarme, por eso trata de poner distancia.

b) Piensa que no sé cómo decirle algo y me está dando tiempo.

c) Realmente, desea avanzar, pero no sabe si yo quiero hacerlo.

Le regaló una sonrisa torcida a Liam y una mirada amable, del tipo que reservaba solo para él. Se perdieron en la mirada del otro, varios minutos; ese gesto, se estaba volviendo una costumbre.