Boku no Hero Academia, pertenece a Kōhei Horikoshi.
Solo nos pertenecen los personajes OC.
29: Rescates.
Luego de lograr superar la prueba anterior, todos los que aprobaron, se refrescaron, comieron y se hidrataron, luego de casi cincuenta minutos, se encendió un televisor.
― ¿La ciudad? ―preguntó Momo.
― ¿Cuál será nuestra siguiente prueba? ―se preguntó Hanta.
Eso ya lo veremos, lo más peligroso es especular... ―comenzó Tokoyami, antes de que la ciudad fuera destruida.
― ¿Pero que...? ―preguntó alguien.
― ¡Miren con más atención! ―dijo Hanta preocupado. ―Mujeres y niños.
― ¿Ellos ya estaban allí? ―preguntó un asustado Mineta.
«Asumiremos aquellos, que han superado la prueba anterior, ya poseen su licencia provisional» Dijo una voz, que venía desde uno de los altavoces. «Tendremos ayuda de los actores de la Help Us Company, ellos les otorgarán puntos, pero también se los van a retirar»
Una nueva voz, como de un noticiero apareció. «La ciudad 001, ha sufrido un ataque terrorista, nos llegan noticias, de diversos equipos de héroes en camino, en vista de que los servicios de rescates profesionales, no pueden llegar por los caminos dañados. Al parecer, los héroes del área, están de camino y dirigirán los esfuerzos de rescate, hasta la llegada de los equipos profesionales»
―Vamos ―dijo Kyōka sonriente, tomando la mano de su amado, el cual suspiró y asintió, mientras la seguía, y corrían por en medio de los escombros. ―Escucho latidos de corazón, viniendo de ese edificio ―señaló el edificio, en cuestión.
―Entendido ―dijo él, mientras creaba una pistola gancho, Kyōka lo abrazó mientras ingresaban por una ventana, destrozada.
Los lóbulos de Kyōka se movían, de un lado a otro, y ella le indicó que le siguiera, pero la puerta, tras la cual estaba la persona, estaba atorada. Kyōka conectó sus Jacks y liberó una frecuencia, que volvió la puerta, en escombros, encontrándose a una pareja de niños. ―Hola pequeños ―dijo amablemente, pero especialmente al niño.
―No tengan miedo, venimos para ayudarlos ―dijo Izuku, arrodillándose, frente a la otra niña.
―Buen inicio, 10 puntos ―dijo el niño sonriente.
― ¿Te duele algo? ―preguntó Izuku a la niña.
―Mi brazo, pero... solo eso ―dijo la niña, mientras se ponía de pie.
―Todo estará bien, lo prometo ―dijo Kyōka, mientras cargaba al niño.
―10 puntos, señorita.
―Lo hacen muy bien, 10 puntos, señor ―dijo la niña sonriente, a Izuku.
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―Acordonaremos esto, como área de peligro ―dijo una chica de cabello anaranjado y traje azul cian, en la calle, mientras estiraba sus brazos, de una forma grotesca.
―Es obra de un ataque terrorista, más amplio ―dijo su compañero.
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―Haré un camino, para el helicóptero ―dijo Mora, un chico de la Shiketsu, cuyo cuerpo estaba cubierto de pelo y podía extenderlo y manipularlo, en estos momentos, estaba despejando el área, para cuando llegaran los helicópteros.
―Bien, Mora-San.
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―Colocaremos la carpa de primeros auxilios aquí ―dijo Yo.
―En ese caso, colocare un área de evacuación, que vaya hacía el este ―dijo Tatami, cuyo poder era plegarse sobre sí misma, muy parecido a lo que hacían las tortugas.
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Uraraka retiraba escombros, un chico de otra escuela les auxiliaba, a rescatar a una persona.
En una zona de oscuridad, Aoyama fungía como una linterna, para poder ver.
En otra zona, Hanta hacia descender su cinta, agarrando a un hombre herido y subiéndolo.
Inasa usó diversos tipos de vientos, para elevar en el aire a dos personas y salvarlas, evitando todo tipo de posibles heridas reales, estaban a salvo... pero dijeron que fue un movimiento irresponsable, y solo tuvo un cuarto de los puntos, que podría haber obtenido.
Entre Momo y Hanta, se aseguraron que una pared de escombro, no cayera sobre un hombre, y pudieron rescatarlo.
Cuando encontraron a unas personas, dentro de un autobús, que parecía estar por caer al vacío, resultó ser Mineta, el más creativo: Usaron escombros pequeños y una viga, crearon una escalera artificial, que permitiría a las personas ascender, mientras que Todoroki, usaba hielo, para asegurar, que el autobús no cayera.
En la zona de montaña, dos personas (quienes representaban a dos heridos, pero cuyas heridas no les impedirían caminar, en un escenario realista), tuvieron la mala suerte de toparse con Bakugō, quien les hizo ver que podían ponerse a salvo por sí mismos, por su actitud le rescataron puntos, pero él les gritó, los asustó y se los devolvieron.
Shōji, indicaba donde había personas heridas, y al ver un edificio, que estaba por colapsar en serio, Tenya usó su velocidad, para poner a salvo, a los cuatro heridos, pero el edificio colapsó, al tiempo que un chico de otro colegio, acompañado por el propio Shōji y Rikido, sostuvieron la estructura, permitiendo a las personas, escapar.
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―Los héroes, a veces deben de realizar más de una acción. ―Dijo Gang Orca, quien estaba frente a una puerta, seguido por todos sus secuaces. ― ¿Qué tan bien, podrán proteger y rescatar? ―Varias explosiones se hicieron presentes, en muchos lugares del campo de entrenamiento, mientras que Gang Orca aparecía.
«¡Héroes, deben de continuar con la operación de rescate, al tiempo que enfrentan a los villanos!»
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La liga de villanos, comenzaba sus nuevos planes, y Shigaraki había pedido un numero de Nomus muy especiales, para atacar la ciudad, pero en medio de esa planificación, y cuando el plan estaba ya decidido, mientras que lo contaba a los demás, un sonido ensordecedor, similar al de una guitarra eléctrica chirriante, se dejó escuchar, el sonido estaba formado, por unos decibeles tan altos, que los cuerpos de todos, se paralizaron y lentamente, la frecuencia de la misma, se modificó, teniendo como resultado, que los huesos de todos crujieran, o al menos, ellos juraban, que sus huesos crujían.
La puerta se abrió, y no pudieron moverse, ni hacer nada, vieron entrar a una mujer desconocida, la cual caminó hacía Tomura y conectó sus lóbulos Jack, en las sienes del villano. —Podría asesinarte... pero no es lo que hace una heroína —Y las ondas sonoras viajaron a la cabeza del villano, el cual pronto comenzó a sangrar por la comisura de los labios, las fosas nasales, por los ojos y los oídos, el cabello de Tomura se volvió negro, como cuando era niño, finalmente colapsó, con una cantidad alarmante de una rara espuma de color siena pálido, escapando por su boca. Los demás, no pudieron hacer nada, creyeron que también serían puestos en ese estado. Pero la mujer, solo abandonó el bar, un nuevo sonido, ahora similar a un tom de piso (un tambor de una batería), comenzó a sonar, hasta que el bar entero, se derrumbó sobre ellos. Hikari suspiró y miró su muñeca, accionó su reloj de pulsera, y desapareció en un destello de luz azul.
